[TORNEO] -Alexander- vs Crixus

por **Balerion** Mar Ene 15 2013, 21:50

-Alexander-

VS

Crixus

por **Balerion** Miér Ene 16 2013, 13:55

** Las nubes ene l cielo formaban grandes figuras, un arroyo pasaba por aquellos verdes prados, los peces saltaban en las cristalinas aguas, mientras un par de pájaros miraban el horizonte mientras trinaban su dulce melodía, una leve brisa movia los verdes pastos, el sol brindaba su claor a todo ser viviente de la tierra mientras se erguía majestuoso en el cielo, sonidos realmente hermosos sonaban por todo aquel valle, un par de personas se encontraban recostadas en una pequeña colina, mirando las nubes en las alturas y buscando en la inmensidad del cielo la explicación del porque los humanos se encontraban en el mundo, y cual era la razón de su presencia en ese lugar. Preguntas comunes y que han existido desde que el hombre logró generar consiencia en su ser, la morada de todas las grandes preguntas que han llevado a la filosofía y las ciencias, con afán de encontrar una explicación del porque de las cosas. Aquella tarde de primavera un par de amigos comenzaron una charla tocando estos temas.**

[TORNEO] -Alexander- vs Crixus Pradera_de_la_luna

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?:- ¿Crees que nuestros destinos estan sellados con aticipación o es cierto lo que dicen que nosotros forjamos nuestro detino con nuestro actuar diario?-

?:- Pues puede ser que nosotros determinemos nuestro andar en el mundo, pero creo que a su vez no hay nada que podamos hacer sin que la voluntad de los dioses se lleve a cabo en nuestras vidas, pero ¿Porqé me preguntas esto ahora?-

?:- Por nada en particular solo es algo que vino a mi mente, aunque creo que tienes parte de razón en tus palabras, pero difiero en ciertos aspectos, la voluntad de los dioses puede llegar a ser cambiante o acaso ¿Crees que todo es absoluto?, los humanos hemos sido creados a semejanza de los dioses, eso quiere decir que al igual que nosotros los mismos dioses pueden llegar a tornarse de X o Y forma dependiendo las circunstancias en las que se encuentren, por lo mismo siento que el destino de cada persona aunque sea influido por la voluntad de los dioses peude ser cambiante y depende de lo que uno haga en el día a día y de la voluntad cambiante de las máximas deidades de este mundo.-

?:- Vaya es un pensamiento bastante valido en verdad creo que nunca podremos estar de acuerdo en algo ¿No crees?

** Así pasaron varias horas hablando en aquel lugar, el sol continuaba su curso marcando las horas mientras estas pasaban sin detenerse, lo que para aquellos dos jóvenes habían sido unos cuantos minutos se habían convertido en varias horas, Finalmente ambos jóvenes se pusieron de pie y se dispusierona volver a casa, en su camino uno de allos volteó a ver al otro y con una sonrisa le comentó.**

?:- Es en verdad una lastima que pronto ya no podremos realizar nuestras analogías en este prado, ya que te encontrarás muy ocupado una vez que te dirijas al Santuario en busca del favor de Athena.-

?:- No veo como el que me dirija al Santuario a solicitar el favor de la diosa Athena vaya a afectar nuestras reuniones, aunque me vuelva un caballero, siempre tendré tiempo para realizar estas analogías contigo viejo amigo.-

?:- [Me gustaría poder creerte amigo mio pero se bien que una vez que vayas al Santuario no nos veremos otra vez. Bueno eso no importa ya que tienes muchas cosas por las cuales formar parte del ejercito de la diosa Athena. ¿No es así Alexander.]

** Así ambos jovenes continuaron su camino hasta un pequeño poblado cercano a donde se encontraban, las personas de dicho lugar se comenzaban a juntar al rededor de una pequeña plaza en el cenrtro del poblado. El pequeño pueblo no tenía más de 500 habitantes los cuales vivían de la agricultura, una serie de pequeños huertos en las partes traseras de las cabañas de aquel lugar en donde se veían árboles frutales, hortalizas, y sembradios de varios tipos de verduras. Alexander y su joven amigo llegaron al centro de la plaza varios pequeños montaron la pierna de Alexander quien se veía sonriente en aquella pequeña poblacion en las afueras del Santuario de la diosa de la sabiduría.

por **Crixus** Miér Ene 16 2013, 23:30

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Alzaba la mirada y lo único que veía eran decenas de nubes grises que se arremolinaban en lo alto, quitándole esplendor a la bóveda celeste a la que tantas noches le dediqué de niño. Del mismo modo en que se veía el cielo me sentía yo y en mi pecho cargaba con la soledad propia de un extranjero en tierras ajenas que añora el regreso a su hogar, sin embargo, era plenamente consciente que ese sueño no se haría realidad y que mis pies estaban muy lejos de llevarme en tal dirección. Trataba constantemente de evadir los recuerdos que llegaban a mi mente ocupándome en las tareas que me eran encomendadas a diario, pero para mi tormento nunca eran las suficientes como para permitirle a mi cabeza escapar de este lugar y de nuevo, como era costumbre, el sol perdía la batalla ante la luna dando paso a un velo oscuro que se adueñaba de todo cuanto mis ojos podían alcanzar hasta haber cubierto por completo el territorio griego y con esto, quedaba al descubierto el lado más vulnerable de mi personalidad. Mis más grandes demonios salían a relucir pero por fortuna nunca había nadie allí para presenciarlos.

Me levanté de las frías rocas sobre las que estaba sentado y coloqué la mirada sobre el suelo para confirmar que mi preciada amiga seguía allí donde la había dejado. Su brillo se incrementaba por el reflejo de la luz lunar y el acero entonces lograba disimular las grietas de tantas batallas que tenía en su haber. Donde fuera que yo me encontrara, allí se encontraba ella y a pesar de que ya ni siquiera era necesario empuñarla, la llevaba conmigo porque prácticamente hacía parte de mi. Estiré mi mano suspirando ligeramente mientras mis dedos se deslizaban por la empuñadura de mi querida espada para luego alzarla y sostenerla sobre mi hombro mientras mi vista apuntaba hacia el horizonte. Desde el sitio donde me encontraba se podía ver un plano entero de la aldea cercana que no dejaba de ser un tanto cautivador para mí por su intrigante arquitectura. Parecía un pueblo congelado en el tiempo que conservaba fielmente el estilo de la Grecia Antigua sin haber sido corrompido por los avances tecnológicos, lo cual ciertamente llamaba mucho mi atención. De pronto, un par de gotas tocaron mis mejillas y de la nada, otras más resbalaron por la hoja de mi espada anunciando lo que estaba por venir.

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- Lluvia... tal vez la lluvia sea capaz... de limpiar mis profundas heridas... -

- A veces quisiera que llegara hasta lo profundo de mi alma y ahogara esa parte de mi que no es lo suficientemente fuerte para abandonar el pasado...-

Pasarían pocos minutos antes que la lluvia comenzara a caer cada vez con más fuerza y yo estaba allí, bajo el agreste cielo, dejando que el agua rodara sobre mi piel maltratada por los arduos entrenamientos que ya me habían dejado un par de heridas en la espalda y el rostro.

Lentamente la sangre corría y se desvanecía al contacto con el suelo en un río que de carmesí pasaba a cristalino, mientras yo procuraba cerrar los ojos para olvidar todo cuanto me fuera posible, pero entonces pude sentir que alguien se acercaba y se ocultaba de la lluvia bajo un árbol cercano. No parecía traer malas intensiones y eso lo podía saber sin siquiera tener que mirarlo, pero la casualidad no era la que lo había traído hasta aquí ya que este no era un sitio muy concurrido y a esta hora todos deberían estar durmiendo.

- Dime qué buscas - le dije girándome y abriendo mis ojos para ver de quién se trataba y resultó no ser más que otro aspirante que se encontraba en este lugar en busca de ese preciado tesoro por el cual varios estábamos compitiendo. - Deberías estar durmiendo... mañana será la prueba final y solo uno puede ganar... - comenté, a lo que él respondió en un tono bastante irónico - no soy yo quien pasa las noches contemplando la luna como si de un lobo se tratase... -. Mi mirada se hizo entonces despiadada y en respuesta, la suya se tornó sanguinaria y desafiante pero guardó silencio hasta que mi voz volvió a sonar. - ¡Cuida esas palabras porque mañana seré yo quien te derrote frente a todos los asistentes y reclamaré el lugar que me merezco! - y no tendría que esperar demasiado porque su respuesta fue casi inmediata. - Te recordaré esas palabras cuando esté a punto de tomar tu vida y me daré el gusto de perdonártela para que sepas que fui yo quien sintió lástima por ti tras haberte derrotado... -. Después de eso, simplemente sonrió y sin decir nada más, dejó el lugar a toda prisa porque se acercaba el amanecer y con él, un momento que definiría gran parte de mi vida.

por **Balerion** Vie Ene 18 2013, 15:34

** Las festividades continuaron hasta altas horas de la noche, Alexander se encontraba sumamente agradecido por haber sido acogido por aquellos pueblerinos de manera tan calida, la noche cayó en aquel pequeño pueblo, la musica sonaba, las luces de las velas alumbraban la plaza principal, la fiesta se extendió hasta altas horas de la noche, la gente reía y bailaba alegre, más Alexander durante un momento del festejo se apartó de toda la gente, sumiendose en sus pensamientos recordando todo lo vivido previo a su aparición en aquel lugar, Mateo se aprocimó al joven y comenzarón a hablar.**

Mateo:- ¿Qué pasa amigo mío? Te alejaste de todos de un momento a otro.-

Alexander:- Mateo, amigo mio en tan poco tiempo has llegado a conocerme bastante bien, solo me aparte del pueblo para recordar y guardarme esta imágen en mi mente ya que probablemente pase mucho tiempo antes de que vuelva a visitarles.-

** Mateo solo miraba a su amigo mientras este continuaba hundido en sus pensamientos, la madrugada llegó al pueblo, y con ella el final de los festejos, la gente volvió a sus casas, al igual que Alexander y Mateo, aquella noche Alexander no logró conciliar el sueño, y rondo por su habitación meditabundo, cerca de la ventana un pequeño escritorio en el cual un tintero y pluma se miraban a la luz de las velas, a un costado de estos una nota doblada la cual tenía escrito el nombre de Mateo en ella, Alexander miro por la ventana una oscuridad abrumadora rodeaba la casa, el sonido de grillo cantando en los pastos, el sonido del río a la lejanía, una lechuza mirando a su alrededor buscando algun roedor que devorar, el silbido del viento perturbaba el silencio de aquella madrugada. el jóven mirando por la ventana pensando.**

Alexander: [Finalmente ha llegado el día... Mi destino... cumplir aquella promesa que hice en el Olimpo al dios de los mares... Ah!!! es una noche tan oscura... Toda esta paz es en verdad hermosa... Mas tengo el presentimiento que pronto eso terminará...Dios Poseidón cumplire lo prometido...]

** El sol comenzó a salir en aquel pueblito en las cercanias del santuario, lanzando sus rayos a través de una pequeña ventana y comenzando a alumbrar una habitacion la cual frente a dicha ventana tenía una pequeña mesa con un par de sillas en ella sobre la cual había un juego de ajedrez inconcluso, en el muro derecho un pequeño escritorio con varios papeles en el, y al fondo de la habitación un una pequeña cama en donde se veía la silueta de una persona recostada en ella.

Los ojos se fueron abriendo lentamente, un bostezo largo, despues aquel hombre se levanto sentandose en la orilla de la cama quedando ahi por un par de minutos tratando de despertar completamente, lentamente la silueta se fue levantando y salió por la puerta de aquella habitación. Un pequeño pasillo en el fondo del mismo un pequeño baño, aquel hombre se dirigió al mismo y comenzó a remojar su cara. Al verse en el espejo Mateo sonrió y camino de nuevo por el pasillo para salir a una pequeña sala continuo caminando hasta llegar a la cocina en donde varios platos sucios se apilaban en el lavadero, camino a un pequeño refirgerador y lo abrio sacando una botella de vidrio la cual contenía leche, Mateo la abrió y bebió el liquido directamente de la botella, esta costumbre arraigada en su persona que sabía que a Alexander le molestaba, sonrió mientras cerraba el envase nuevamente y volvio a meter la botella al refirgerador.

Después el joven Mateo camino nuevamente por el pasillo hasta llegar a una puerta cerrada en el mismo, tocó a la puerta. No hubo respuesta, nuevamente tocó, sin respueta una vez más, lentamente el jóven abrió la puerta, la habitación se encontraba vacía, la cama tendida y todo inmaculadamente limpio, en el escritorio que se encontraba próximo a la ventana vió una nota la cual contenía su nombre la tomo, y comenzó a leerla, al finalizar de leerla salió del cuarto y camino a la entrada de la casa, miro a su alrededor. El cielo razz, limpio de nubes el sol se erguía sobre todo el poblado, el joven continuaba sonriendo, más después de unos segundos aquella sonrisa se apagó y la mirada alegre de Mateo cambió a sombría y tenebrosa.**

Mateo: [Así que siempre lo supiste Alexander, bien amigo mío esperemos que el día en que nos encontremos nuevamente sea propicio y digno de alegría. Aunque lo más probable es que para cuando ese día llegue tendremos que estar en bandos distintos... Hasta pronto antiguo ángel celestial.]

por **Crixus** Sáb Ene 19 2013, 19:34

El amanecer al fin llegó y el sol comenzó a subir por entre nuves y montañas impregnando al Santuario muy lentamente de una cálida sensación. Varios azulejos sobrevolaban el lugar buscando un sitio adecuado para armar su nido, mientras muchos otros ya asentados cantaban dando un toque mágico a la madrugada del nuevo día.

Al hermoso cántico de las aves, se sumaba una señal potente que se alcanzaba a oir desde muy lejos, la cual representaba un llamado a los aspirantes para hacer acto de presencia en los próximos quince minutos. Aquel que ignoraba el llamado y por tanto una orden directa de nuestros superiores, era obligado a realizar trabajos forzados durante el resto del día como castigo a la desobediencia, pero hasta donde sabía, ninguno se había atrevido a llegar retrasado al campo de entrenamiento. Probablemente fuera una simple amenaza para hacernos respetar las reglas, sin embargo yo estaba entre los que no teníamos intenciones de verificar su veracidad. Era cuestión de instinto... uno muy básico... el de autoconservación.

Varios reclutas se levantaban mucho antes que sonara aquella trompeta para presentarse de primeros queriendo llamar la atención de los maestros y de esta manera ganar su aprobación, pero la gran mayoría de ellos eran los que fallaban en las pruebas de combate cuando debíamos demostrar nuestra verdadera valía. Otros tantos aprovechaban el tiempo para estirar un poco y llegar preparados para una jornada extenuante, pero yo, simplemente me levantaba del sitio solitario donde permanecia en las noches, para obserbar una vez más el magestuoso paisaje y luego darle la espalda para aparecer en el sitio debido justo sobre la hora señalada.

Caminé hacia la arena donde debíamos formarnos para recibir instrucciones pero había algo ligeramente diferente este día. Uno de nuestros maestros, que por cierto era el que tenía mayor autoridad, estaba acompañado de un grupo de cuatro guardias armados y en medio de ellos, se podía ver una caja con unas características muy especiales. En su parte frontal habían varios tallados sobre los bordes y al medio una figura que representaba a un animal del cual conocía bastante, un Lobo. Cuando nuestro maestro se adelantó para comenzar a hablar, uno de los guardias cubrió la posición que él había dejado descubierta siguiendo sus ordenes al pie de la letra. Lo siguiente fue escuchar su detestable y mandona voz... "-¡Reclutas, escuchen con atención! ¡este es un día especial porque hoy decidiremos quien de ustedes dejará de ser un simple aspirante para convertirse en un Caballero de Athena! Serán emparejados y lucharan contra sus oponentes hasta que alguno caiga derrotado y solamente uno de ustedes quedará al final. Él y solo él será el merecedor de la armadura del Lobo y jurará lealtad a nuestra diosa para comenzar con una vida de sacrificios dedicada a su causa.-".

Así fuimos quedando todos en la arena frente a nuestros oponentes de turno y los enfrentamientos comenzaron dejando muy rápidamente gran cantidad de bajas en el grupo de reclutas.

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Varios conocidos fueron derrotados y muy pocos lograron la victoria ya que sus rivales eran formidables a su manera. Incluso aquel que me había abordado horas antes del amanecer obtuvo una gran victoria contra otro aspirante que le doblaba en tamaño y musculatura. Yo tuve que enfrentarme a un tipo cuyo nombre desconocía, pero solo un golpe directo en su vientre bastó para que mordiera el polvo dandome el paso a la siguiente ronda.

Mi siguiente oponente era alguien a quien había conocido por casualidad en días pasados. Su nombre era Taiga y por los rasgos de su rostro, era de orígen japones por lo que, a riesgo de ser algo prejuicioso, no sería una tarea fácil.

El combate comenzó bien para mi porque fui yo quien acestó el primer golpe, pero luego fue él quien arremetió como si estuviera poseído por fuerzas demoniacas. Dos de sus mejores golpes se clavaron en mis costillas y el aire dejó de entrar en mis pulmones haciendome retroceder. La situación era claramente desfavorable y esa oportunidad fue aprovechada por él atacando sin compasión. Por mi mente solo cruzaba la idea de alejarme para poder recuperar mis fuerzas, pero mientras Taiga estuviera allí atacando, me sería imposible. Necesitaba algo de tiempo...

-Oye Taiga... ¿recuerdas lo que dijo el maestro cuando esos dos chicos tuvieron que enfrentarse cerca al río? - Taiga entonces comenzó a escuchar, pero no dejó de atacar, así que yo seguí esquivando mientras continuaba hablando con marcada dificultad.-... nuestro maestro dijo... un caballero sabe cuando es necesario utilizar el campo que lo rodea para vencer... observa bien Taiga...- Entonces, con las pocas energías que me quedaban, salté hacia él evadiendo uno de los golpes que lanzó directo hacia mi cara y dirigí mis puños hacia el suelo impactandolo con ferocidad. Solo una sonrisa se vio de mi parte justo antes que el polvo se levantara cubriendonos a ambos por completo.

Taiga comenzó a lanzar golpes al aire intentando ubicar mi posición exacta, pero cuando lo hizo, fue demasiado tarde... una patada directa en su cabeza lo sacó de combate instantaneamente.

El chico cayó al suelo y no sería el único porque seguido de eso me desplomé quedando de rodillas y algo fatigado. Solo sabía dos cosas. Que había ganado y que tenía cinco minutos antes de mi siguiente emparejamiento, así que me quedé inmóvil tratanndo de recobrar la mayor parte de mis fuerzas.

Poco después llegaría la tercer y la cuarta ronda donde no fui exigido en mi totalidad. Braxas y Kamio habían luchado bien, pero ninguno había notado sus propias debilidades. Braxas era veloz y de ataques muy precisos, pero descuidaba su defensa tras impactar el primer golpe. Por su parte Kamio era ridículamente confiado y justo cuando creía haber vencido, me dio la espalda y al mismo tiempo la victoria.

Según mis calculos solamente quedabamos dos en pie y cuando giré mi cabeza, ese otro competidor sonreía descaradamente como si yo fuera su presa. Su cara ya me era muy familiar y no solo él estaba esperando con ancias aquel enfrentamiento... ambos teníamos cuentas por saldar con el otro...

[TORNEO] -Alexander- vs Crixus Sonri_crix_zps9699d368

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por **Balerion** Lun Ene 21 2013, 16:08

** Varios días pasaron el santuario de la diosa Athena era un lugar pacífico, una gran quietud se podía respirar en el aire pequeños pueblos en los alrededores de la morada de los caballeros llevaban a cabo sus labores diarios con alegría, en los campos de entrenamiento los aspirantes a caballeros entrenaban con fervor para cumplir sus deseos de volverse guardianes de este majestuoso lugar, varios pequeños templos en donde las armaduras de plata y bronce moraban expectantes a que llegase aquel hombre que fuese capaz de portarlas, mientras que en lo más alto del santuario se levantaban majestuosos templos en los cuales moraban los caballeros dorados, de los cuales se decía su poder era inigualable en todo el santuario, en la segunda casa del zodiaco moraba un hombre el cual, hace apenas unas semanas era habitante de uno de los pequeños pueblso en las afuras del santuario de Athena.

Alexander quien había abandonado aquel pequeño pueblo había conseguido la bendición de la diosa de la sabiduría y había sido nombrado el nuevo caballero dorado de Tauro, esto trajo sorpresa entre varios santos dorados los cuales no entendían como alguien que jamás había sido visto en los alrededores fuese digno de portar uno de los ropajes mas poderosos del santuario así como si no hubiese requisito alguno para ser digno de el gran honor de ser llamado uno de los poderosos santos dorados.

Debido a las murmuraciones, y a las envidias Alexander no socializaba demasiado con los otros santos dorados del santuario, volviendose un caballero solitario y marginado entre los caballeros dorados, el caballero dorado de Tauro, moraba en aquel inmenso templo solo meditando gran parte del día mientras en su mente todos sus recuerdos le hacían anhelar más el día en que fuese aceptado por sus nuevos compañeros, la sensacion de soledad le consternaba profundamente, y hacía que en lo mas profundo de su corazón resguardara una pequeña sensación de resentimiento en contra de todos aquellos que hablaban mal de él a sus espaldas, pero a su vez sabía que sus intenciones aunque cuestionables eran nobles en el fondo.

Alexander se encontraba sentado en un pequeño asiento en el fondo de aquel santuario sumido en sus pensamientos, cuando aquel silencio fue interrumpido por unos pasos que provenían detras de él.**

Tokisada:- ¡¡¡Hey tu!!!... tu presencia es requerida en el gran salon donde mora el patriarca así que prepara tus cosas y sigueme hasta allá traidor.-

** Alexander miro a Tokisada, sin decir nada solo asintió con la cabeza, lentamente se puso de pie y camino unos cuantos pasos a su costado derecho tomando un pequeño costal y colocandoselo en el hombro, despues de esto caminó a un cosatado del santo dorado de Acuario y salieron de la segunda casa del zodiaco. El camino por las casa siguientes fue en silencio, Alexander sentía una mirada reprobatoria por parte del santo dorado quien caminaba por detras de Alexander.

Finalmente llegaron hasta la onceava casa del zodiaco en donde Tokisada finalmente rompió el mortal silencio que había perdurado durante todo el camino.**

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Tokisada:- Hasta aqui llego yo, ya que tu presencia me repugna en gran manera, la simple idea de compartir mi espacio vital con una persona capaz de traicionar a quienes ha jurado proteger me es insoportable, y lo que se me solicitó fue el informarte que eras requerido en el salon del patriarca asi que abandona esta casa y dirigete ante su santidad.-

**Alexander miro fijamente a Tokisada mientras decia esto sin mostrar emocion alguna y contestó.**

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Alexander:- Agradezco que te hayas tomado la molestia de avisarme ahora solo me queda avanzar hasta donde el patriarca, se que no ha de haber sido facil el soportar mi presencia pero de cualquier forma gracias Tokisada.-

**El santo dorado solo sonrió haciendo una mueca de malestar y dió la espalada a Alexander, quien entendió la indirecta yc ontinuó su camino hasta el salon del patriarca.**

por **Crixus** Mar Ene 22 2013, 12:47

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Las gradas se encontraban atestadas de gente y los aspirantes que aun permanecíamos en la competencia nos preparábamos para tomar nuestros lugares en el centro de la arena cada uno a un extremo, absolutamente distantes el uno del otro y cobijados por la sombra de la pared que separaba el campo de batalla del público. Teníamos aproximadamente entre diez y quince minutos para beber algo de agua y en mi caso, para colocarme algunos vendajes en las muñecas que ya comenzaban a mostrar signos de desgaste por los continuos enfrentamientos.

Varios guardias que se encontraban en su tiempo de descanso se acercaron a la parte baja de las gradas y se acomodaron en primera fila para ver la contienda definitiva por la ansiada armadura de Bronce. Algunos se burlaban abiertamente de los que habían fracasado en su intento de ser caballeros y otros no paraban de hablar de los caballeros dorados, lo formidables que eran y sus espectaculares armaduras, pero hubo uno entre todos ellos que comenzó a decir cosas que inevitablemente llamaron mi atención. Cosas importantes, que de no haber ignorado que yo estaba en la parte baja escuchando cuanta cosa decían, habría mantenido en secreto.

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"-¿Escucharon sobre ese recluta que porta una marca de lobo en su brazo? No estoy seguro de si ya lo derrotaron, pero he escuchado algunos rumores acerca de él-" a lo que su compañero contestó "- Vamos, no vengas otra vez con tus cuentos. Al comienzo fue divertido, aunque ahora… -" y el otro siguió insistiendo "- No son cuentos, se los digo porque lo escuché por error cuando subía a tomar mi puesto de guardia y unos caballeros muy importantes comentaban disimuladamente el tema. Ese chico es… como decirlo… un tanto “diferente”. Decían que provenía de una familia de guerreros Lobo y que su padre lo entrenó como a un guerrero desde que era muy joven a diferencia de su hermano menor que jamás fue entrenado por su progenitor. Un día su aldea fue atacada por un ejército… -" luego otro guardia interrumpió en tono de burla “- Eso no tiene nada de especial. Esa clase de ataques son normales en estos tiempos. ¿Qué vas a decirnos?, ¿qué su gente murió y ahora es un triste chico solitario? ¡Vaya novedad! -” Pero el que contaba la historia apartó su mirada colocándola en el cielo sin prestar atención “- No, al chico lo raptaron, pero no era a él a quien buscaban. Buscaban a su hermano del que se creía podía estar relacionado con Skoll… ese lobo legendario de la mitología nórdica que persigue al sol junto a su hermano Hati que persigue la luna. Estuvieron interrogándolo para dar con el paradero de su hermano menor pero él nunca lo reveló, así que lo golpearon hasta dejarlo al borde de la muerte y le dejaron a su suerte, que fue cuando uno de los caballeros recibió la orden de rescatarlo. -” hizo una leve pausa y aclaró su garganta para proseguir “- Pero el problema no radica en él, el problema es su hermano. Todo indica que el Santuario quiere encontrarlo pero no alcancé a escuchar el motivo.-” Justo cuando él paró de hablar, los demás echaron a reír y al unísono dijeron “- ¡eres un idiota, deja ya de inventar historias!-” y se giraron hacia la arena esperando que salieran los dos aspirantes a luchar… sin embargo, yo que estaba allí escuchándolos quedé anonadado. La historia que acababa de relatar era cierta y no solo eso, era mí historia y lo que más me aterraba es que nadie dentro del Santuario conocía de la marca de lobo que llevaba en mi brazo debido a que las ropas de entrenamiento la cubrían perfectamente. ¿Qué estaba sucediendo? ¿Por qué el Santuario estaba interesado en mi hermano? ¿Acaso mi hermano aún estaba vivo? Había pasado mucho tiempo y siendo un aspirante a caballero me había apartado totalmente del mundo exterior por lo que no había manera de tener noticias sobre mi hermano, pero ahora tenía un pequeño indicio de que todavía se encontraba con vida y necesitaba muchas respuestas. Era primordial quedarme más tiempo en el Santuario y si había una manera, esa era convirtiéndome en caballero…

- Pequeño Nícola… averiguaré lo que está sucediendo… -

De pronto, vino un llamado desde el centro del campo. “- ¡Crixus, Ajax¡ ¡tomen posiciones! ¡El ganador de este combate se convertirá en el nuevo portador de la armadura del Lobo! -”. Entonces caminé directo hacia el lugar que se me había indicado y miré fijamente a mi contrincante, aunque mi mente y pensamiento se encontraban en otra parte.

por **Balerion** Mar Ene 22 2013, 15:29

** El caballero dorado de Tauro caminó hasta el salón principal donde moraba el patriarca, aquel lugar era un majestuoso salon el cual se caracterizaba por el blanco color de sus pilares, asi como el piso de marmol en donde se reflejaba la silueta de todo aquel que pasaba por el, al fondo de este lugar había un pequeño sillón de color rojo, los brazos del sillon de un color dorado con algunos adornos en él, no había nadie en aquel lugar lo cual llamó la atención de Alexander, el silencio del lugar resultaba tranquilizante, este era el lugar donde una de las máximas autoridades del santuario moraba. El caballero dorado de Tauro miro a su alrededor maravillado por la belleza del lugar, Alexander levanto la mirada y sobre aquel pequeño sillón pudo ver doce figuras las cuales representaban a las doce casas del zodiaco, morada de los santos dorados protectores del camino a la morada de la diosa Athena.

Alexander recordó que hace unas semanas cuando había estado ante la diosa Athena una de las cajas que se encontraban en este lugar fue abierta y de ella salió la armadura que el siciliano ahora portaba, pasos se comenzaron a escuchar, dichos pasos provenían del fondo de aquél salón, detras de una pequeña cortina de color blanco la cual armonizaba con el lugar se alcanzó a ver una silueta, la cual se dirigía a donde el santo dorado se encontraba. Alexander en ese instante se colocó de rodillas y bajando la cabeza comentó.**

Alexander:- Su santidad se me ha informado que deseaba verme por lo que me postro ante usted deseoso de escuchar lo que tenga que decirme.-

** El gran Patriarca del santuario era un hombre de gran edad aunque la disimulaba bastante bien con su excelente forma física, algunos rumores en el santuario decían que el gran patriarca se encontraba buscando a alguien digno de ser su sucesor en tan honroso cargo, pero esos solo eran rumores que se escuchaban por ahí. El patriarca se aproximó a Alexander y colocando una mano en el hombro del santo dorado le invitó a levantarse.**

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Patriarca:- Ponte de pie joven caballero, no hay necesidad de formalidades en esta pequeña reunión entre ambos.-

** Alexander escucho una voz serena y calma la cual le generó gran confianza y lentamente se fue colocando de pie frente al hombre que se encontraba frente a él, el Patriarca miraba a Alexander con una gran sonrisa y el joven caballero de Tauro por primera vez desde que llegase al santuario se sintió aceptado por alguien dentro de este reino.

El santo pontífice le invitó a tomar asiento en una pequeña mesa la cual se encontraba a un costado de varios pilares, en la mesa un par de tazas y una pequeña jarra de café se veían, Alexander y el Patriarca se dirigieron a aquella mesa y ambos omaron asiento en ella, la mano del anciano tomo la jarra de café y vertió un poco en cada taza, ambos se mantenían en silencio mientras esto se llevaba a cabo. Después de que la caliente bebida fue servida el anciano se recargó en el respaldo de la silla y comenzó a hablar.**

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Patriarca:- Alexander, he escuchado ciertos rumores con respecto a tu persona y me encuentro untanto consternado por esta situación ya que se dice por ahi que tu relación con algunos de tus camaradas no es la más cordial.-

** El caballero dorado no contestó nada, simplemente bajó la cabeza y comenzó a beber de su taza después de dar un par de sorbos a aquella calida bebida comentó.**

Alexander:- Mis camaradas no confían en mí. Y no los culpo por esto ya que conocen bien mi historia y saben que en el pasado traicioné al dios Poseidón para seguir a otros dioses, aunque conozco mi pasada culpa y he decidido hacer algo al respecto, se bien lo que se dice de mi y varios de ellos me han llamado a la cara traidor, pero repito su santidad no tengo porque culparlos por esto ya que eso es una de realidad la cual me perseguira por toda la vida. He aprendido a aceptarla y a vivir con ella.-

** El anciano escuchó con atención las palabras del hombre frente a él y tomando su taza y llevandola a su boca sorbió el liquido de la misma, y finalmente comentó.**

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Patriarca:- Lamento mucho escuchar esto caballero y pido a tu persona una disculpa, ya que no deseo que tengas una mala impresión de tus compañeros caballeros, los cuales a su debido tiempo entenderán que si la diosa Athena te ha aceptado como uno de sus guardianes es por una razón, la cual estoy seguro que ellos aún no ven ni entienden.-

** Alexander solo asintió con la cabeza y continuo bebiendo, al igual que el anciano, quien pasados unos minutos continuó hablando.**

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Patriarca:- Bueno pero para lo que realmente te llamé a este lugar es para solicitarte algo en especifico...

por **Crixus** Jue Ene 24 2013, 13:53

Ajax me observaba analizando cada movimiento que realizaba, desde los más mínimos parpadeos, hasta cada contracción muscular que ocurría en mi cuerpo y aun la batalla no había comenzado. Nada parecía escapar a sus ojos y yo procuraba hacer lo mismo pero él era un muro infranqueable. No podía leer nada respecto a Ajax y eso me ponía tenso.

-Qué sucede Crixus, luces un poco distraído… ¿acaso estás visualizando la manera en que perderás la oportunidad de ganar esta armadura? Descuida, seré benévolo contigo y no te haré sufrir demasiado. – dijo Ajax disfrutando del momento. – Mejor cierra la boca Ajax, o te arrancaré la lengua cuando tenga la oportunidad- respondí con seriedad y ambos callamos ante la orden de permanecer en silencio para escuchar las últimas indicaciones. – Es momento, así que den lo mejor de ustedes… ¡Comiencen! – y la gran batalla por la armadura de bronce comenzó.

Ajax era rápido y extraordinariamente agresivo, pero mi buena forma me permitía esquivar cada golpe aunque fuera por escasos centímetros. Seguido de cada una de sus embestidas, yo lograba lanzar varios de mis golpes y él no se quedaba atrás puesto que evadía cada ataque como si lograra leerlo con mucha anterioridad. –Eres más ágil de lo que pensé Crixus, pero hoy no es tu día de suerte- susurró Ajax mientras cerraba sus puños con furia para arremeter con toda su fuerza.

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Tres de sus mejores golpes cayeron de lleno en mi rostro haciéndome dar unos cuantos pasos hacia atrás. Mi enojo para entonces era evidente y llevado por tal sentimiento lancé un ataque feroz contra él, pero Ajax fue más veloz y mis energías comenzaron a desperdiciarse con cada intento fallido. Él llevaba la delantera completamente, pero yo no dejaría de insistir. Comencé a acercarme a gran velocidad zigzagueando con saltos imprevisibles capaces de ocultar mi siguiente movimiento y aparecí sobre él con mis manos entrelazadas para terminar con el combate lo más rápido posible, pero ese sería un grave error. Ajax repentinamente avanzó y me atrapó por el cuello con una fuerza descomunal, casi sobre humana… una fuerza que ni siquiera había visto en el más robusto de los aspirantes y de pronto una energía extraña comenzó a fluir saliendo por sus poros hasta hacerse completamente visible. – ¿Vas a… romperme… el cuello?… - dije con las pocas palabras que alcanzaban a pasar por mi garganta y él contestó acercándose a mi oído con palabras que solo yo podría escuchar –Eso sería demasiado fácil para mí, pero no es eso a lo que he venido… tú me ayudarás a traer a Skoll…- y de pronto, una daga reluciente se deslizó desde la parte baja de la manga de su otra mano y sus dedos me apretaron con más energía. - ¡He venido por tu sangre joven lobo y ahora me encargaré de llevármela! – entonces sentí el frío del acero recorriendo cada rincón de mi ser en lo que fueron solo segundos. La daga entró y salió en un movimiento bien calculado quedando impregnada de sangre casi completamente y luego me arrojó contra el suelo para contemplar su proeza enteramente extasiado.

Ajax bajó su mirada mientras yo perdía sangre en la arena y sus palabras fueron dardos que penetraron mucho más profundo de lo que la daga hubiera podido, llegando hasta mi mente confundida. – ¡Hoy a media noche la tierra dejará de ser como lo es hasta ahora y la luna permanecerá en el cielo eternamente! ¡Hoy el gran Skoll devorará el sol como estaba escrito y tu Crixus serás la pieza de dominó que al caer desató consigo todo este suceso…! O debería llamarte… ¿Hati? -.

Ajax silenció a todos los allí presentes con sus inesperados actos, pero lo más impactante estaba aún por venir. Bajo su otra manga llevaba un papel el cuál pude ver al momento en que lo sacó y vi también cómo lo colocaba sobre el suelo diciendo “Diosa mía, por favor llévame de regreso…”. El tiempo y el espacio se vieron distorsionados y una grieta dimensional se abrió permitiéndole escapar llevando en su mano la daga bañada en mi propia sangre. Al momento apareció un caballero dorado al que jamás había visto y todo comenzó a volverse cada vez más absurdo.

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-¡Yagiza! ¡De prisa, lleva este sello ante el Patriarca! ¡Yo me encargaré del portal, pero no podré soportar por mucho tiempo, corre!-

El caballero dorado alzó el papel levantando su mano por encima de su cabeza y otro caballero dorado cruzo por en medio de la arena arrebatándoselo mientras decía.

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-¡Resiste Pollux, confía en mí!... – y desapareció ante la mirada perpleja de todos.

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**** SALÓN DEL PATRIARCA ****
Cinco minutos más tarde
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**Un caballero rodeado por un cosmos de gran poder se acercaba rápidamente y cruzaba las puertas de la habitación hasta aparecer arrodillado frente al Patriarca y su acompañante con quien bebía café plácidamente. A pesar de la prisa que llevaba no dudó en gastar una par de segundos en mostrar sus respetos al pontífice del Santuario, pero su rostro reflejaba la preocupación de un hombre alterado y su voz seria hacía saber que una situación de gran importancia estaba teniendo lugar.**

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-Yagiza de Capricornio reportándose. Disculpe la intromisión Señor, pero al fin ha sucedido. Todo pasó tal y como usted lo había predicho, sin embargo ocurrió algo más… El joven Ajax ha entrado en acción y tomó la sangre de Crixus para luego desaparecer mediante un portal dimensional y como estaba planeado, Pollux y yo estuvimos presentes para evitar que la entrada se cerrara. Debo decir que fue una astuta jugada el permitirle infiltrarse en el Santuario para que se acercara a nuestro aspirante y pudiéramos seguir de cerca sus movimientos, pero debo decir también que estamos en graves aprietos.- **y de entre su capa sacó un objeto que entregó al Patriarca delicadamente.**

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- Esto fue lo que le permitió escapar…-

**El Patriarca miró con detenimiento y no pareció alterarse.**

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– Como lo suponía… había una entidad superior detrás de todo esto, pero jamás imaginé que fuera ella… Este es un sello de Hera…-

**Yagiza se levantó y continuó con su reporte puesto que había información que aún no había revelado.**

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- Señor, por las palabras de Ajax, a media noche ocurrirá el ritual para traer de vuelta a Skoll y es como el antiguo escrito mencionaba, Skoll será invocado para que devore el sol dejando a la luna sobre la tierra para siempre. –

**El supremo pontífice bajó su cabeza y comenzó a poner al tanto al hombre que se encontraba en la habitación con él justo antes que Yagiza llegara.**

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-Desde hace algún tiempo hemos venido investigando unos extraños acontecimientos que estaban ocurriendo sobre la tierra y hemos descubierto que alguien estaba buscando a dos jóvenes nacidos en tierras Francesas. Estos jóvenes tenían algo especial y es que nacieron bajo la casa del líder de una tribu guerrera conocida como los Guerreros Lobo, llevando una marca con la forma del mismo animal en sus brazos. Al ser hermanos, estaban muy ligados por aquella marca y los relatos antiguos dicen que ciertos hombres nacen con cierta afinidad que los convierte en posibles recipientes de entidades superiores. Se sabe que la historia relacionada a ellos es la que habla de los lobos Skoll y Hati. Uno persigue al Sol y el otro a la Luna haciendo que el día cambie por noche una y otra vez, que es básicamente lo que cuenta la leyenda, pero con el pasar de los días hemos venido haciendo más hallazgos… Alguien tenía intenciones de despertar a Skoll para hacer que este devorara al sol, sin embargo se necesita un gran poder para lograrlo y la sangre de Hati es necesaria para dicho fin. En este caso, Crixus tiene una increíble afinidad con Hati, el lobo que va tras la luna, así que tomar su sangre era la forma más fácil de hacerlo. Ahora que tienen lo que necesitan, solo resta el ritual que debe hacerse justo a media noche con luna llena en el cielo, como la que habrá hoy… -

**Hizo una leve pausa y tomó un sorbo de su café. Luego miró fijamente al Santo de Capricornio y continuó.**

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-Esto indica dos cosas... La primera, que ya tienen a Nícola, hermano de Crixus y recipiente de Skoll… - **entonces Yagiza complementó.**

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- La segunda es que tenemos solamente doce horas hasta que llegue la media noche para impedirlo como decía la leyenda y Ajax mismo confirmó. ¡Señor, debemos darnos prisa! ¡Pollux de Géminis mantiene el portal abierto pero no podrá hacerlo por mucho tiempo, debemos actuar ahora!-

**El Patriarca se incorporó y miró por una de las ventanas mientras su mano lentamente se levantaba llenandose de cosmos. En ese instante el Reloj de Fuego se encendió y luego los presentes escucharon de nuevo su voz.**

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– ¡El reloj marcará las doce horas que tenemos para lograrlo! Retírate Caballero de Capricornio. ¡Regresa a apoyar a Pollux de inmediato!-

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- Como ordene Señor...-

por **Balerion** Sáb Ene 26 2013, 16:24

** El patriarca se dirigió a Alexander, su calma consternaba a Alexander quien lo miraba mientras depositaba ya una taza vacía en un pequeño plato, el santo pontífice se encontraba meditabundo y consternado aunque en sus gestos no lo mostraba, finalmente el gran Patriarca del Santuario invitó a Alexander con un pequeño gesto de las manos a ponerse de pie y dirigirse hasta donde este se encontraba.**

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Patriarca:- Alexander el verdadero motivo del porque te he llamado ante mí ha sido revelado y lamentabemente no como yo lo hubiese deseado, el lobo Skoll no debe despertar Alexander ya que de hacerlo hundirá a esta tierra en tinieblas, quería pedirte que cuidaras de un aspirante a caballero el cual estaba proximo a portar la armadura del Lobo, aquel joven es de suma importanci a para nosotros ya que dentro de él mora uno de los lobos gemelos, pero parece ser que quien tiene la verdadera intenció de despertar a Skoll es la diosa Hera, debes apresurarte y dirigirte al coliseo donde se estaba llevando a cabo la prueba para portar la armadura del Lobo, toma a Crixus contigo y dirijanse al portal que Pollux mantiene abierto, corre ya que tu camarada el caballero dorado de Virgo no podrá mantener abierto este portal por mucho tiempo.-

** El santo dorado de Tauro asintió con la cabeza y se dirigió al coliseo donde la imágen que se vivía era bastante peculiar un doblado joven sangrante del área abdominal el santo dorado de Geminis manteniendo abierto una especie de portal, el santo de capricornio ayudando al joven aspirante a caballero a sanar su herida, Alexaander sabía que tanto Yagiza como Pollux no confiaban en él pero a pesar de eso el santo dorado de Tauro se dirigió energicamente a ellos.**

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Alexander:- Su gan santidad me ha solicitado me dirija en contra de aquel que ha herido a este aspirante a caballero. Pollux porfavor se que no confias en mi pero manten abierto este portal para que logre pasar por él, ya que, el despertar de Skoll debe ser detenido a como de lugar, si quieres dejarme en aquel lugar después de haber pasado lo entenderé pero mi deber esta en detener esto que se esta amenaza que se nos viene encima, así que por esta vez solo por esta ocasión confia en mi caballero dorado.-

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Pollux:- Anda maldito traidor apresurate ya lo que haga después sera cuestión mía. Confiaré en esta ocasión en ti pero debes darte prisa ya que no podré mantener abierto este portal por mucho tiempo.-

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Yagiza:- ¿Pollux en verdad vas a confiar en este hombre? Sabes bien que no es digno de confianza...-

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Pollux:- Lo se pero ha sido el Patriarca el que le ha solicitado esto y no estoy dispuesto a ir en contra de la voluntad de él. ¡¡¡Alexander apresurate!!!-

** Alexander mostró una leve sonrisa en su rostro y asintió ante las palabras del santo dorado de Geminis. El caballero dorado de Tauro comenzó a elevar su cosmos para cubrir su cuerpo mientras pasaba por aquél portal, una vez aumentado su cosmos Alexander corrió al portal y su cuerpo rápidamente fue absorbido por el mismo desapareciendo lentamente en aquel portal. Unas ultimas palabras se escucharon antes de que Alexander desapareciera por completo **

Alexander:- Pollux y Yagiza gracias... Cuiden de aquél joven... volveré pronto...-

por **Crixus** Dom Ene 27 2013, 20:57

La herida que el cuchillo me había provocado aun seguía abierta, pero la sangre ya no brotaba con tanta facilidad, lo cual me ponía en deuda con el Caballero de Capricornio quien era el que estaba atendiendo mi lacerado cuerpo. Al cabo de unos minutos pude sentarme aunque el dolor era tan agudo que me costaba trabajo realizar cualquier movimiento.

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- No debes moverte. Esa herida es muy seria y necesitas descanso para poder recuperarte. Con mi cosmos he podido reducir la presión para que el flujo de sangre disminuya y también para que la herida comience a cerrar más rápido, pero de nada servirá si insistes en moverte.-

El Santo Dorado presionó una vez más sobre mi vientre y una onda de calor cubrió sus manos con mayor intensidad. En eso, vi como un tercer caballero hacía presencia con un cosmos asombroso. Su armadura era dorada como la de sus pares, pero la complexión física de este santo era ampliamente superior a la de ellos. Dos cuernos enormes salían de la parte superior del casco y dos pequeños de sus hombreras... solo conocía de una armadura con tales características, por lo que el hombre que acababa de llegar seguramente sería el caballero de Tauro. Su mirada era decidida y sincera, pero Géminis y Capricornio parecían sentir hacia él un odio descomunal que era imposible de pasar por alto. El tiempo que estuvo presente fue bastante corto y tras despedirse de Pollux y Yagiza, partió atravesando aquel portal por donde Ajax había desaparecido. Entonces yo tomé la muñeca de Yagiza y apretando con fortaleza llamé su atención para hablar con él.

- ¿Tu nombre es Yagiza verdad? ¡por favor, dime qué está sucediendo! -

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- Mira chico, no estoy autorizado a decirte nada. Tú no te preocupes, nosotros los Santos Dorados nos encargaremos de todo. Lamento que te hayas visto envuelto en todo esto por casualidad.-

-¿Envuelto? ¿Casualidad? ¡Esto va más allá de una simple casualidad, así que no me tomes por un tonto!. Ese maldito venía por mí y buscaba mi sangre, no otra. Dijo cosas sobre dos lobos y Me llamó Hati.. Sé mucho más de lo que piensas, así que ocultármelo sería una estupidez..-

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- Chico, tu no entiendes. Será mejor que te mantengas alejado de todo hasta que haya terminado.-

Las palabras de Yagiza me sobresaltaron inmediatamente - No, el que no entiende eres tú, se trata de mi hermano ¿verdad? la gente del Santuario sabe donde se encuentra y jamás me lo dijeron ¿no es así? me lo ocultaron y ahora que se desenmascara la verdad ¿quieren que no haga nada?- Golpeé la mano de Yagiza hacia un lado y me levanté lidiando con el terrible dolor.
- ¡Si la vida de mi hermano corre peligro, pasaré por encima de quien sea! ¡incluso por encima de los poderosos caballeros dorados que tanto temor y respeto infunden en la gente!- y tras esas palabras sentí cómo una energía comenzaba a nacer en mi interior llevada por la furia del secreto oculto y el deseo de recobrar lo que me había sido robado... a mi hermano Nícola...

¡AHHHHHHHHHHH!

En ese momento no sé bien de qué manera ocurrió, pero Yagiza me sujetó con fortaleza y eso hizo que mi cosmos explotara violentamente hacia el exterior de mi ser y una luz cegadora cubrió el lugar en el instante en que la caja de la armadura del Lobo comenzó a abrirse por sí sola.

Aunque el caballero de Capricornio quiso retenerme, no pudo hacer nada ante ese cambio tan repentino y pude escapar de él con una velocidad que jamás creí posible.

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Me encaminaba directo hacia el portal que se encontraba junto a Pollux, pero él no era capaz de detenerme ya que todo su cosmos estaba siendo empleado en la tarea de mantener el portal abierto. Justo cuando iba a entrar, un haz de luz impactó sobre mi pecho y pasó la cosa más impresionante que hubiera visto...

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La armadura del Lobo se posó sobre mi y pieza a pieza fue adornando mi cuerpo hasta cubrirme completamente. Era verdaderamente hermosa, pero no había tiempo para admirar su majestuosidad. Debía encontrar a mi hermano y solo había un camino. Pollux y Yagiza se miraron de reojo y aunque no hubo palabras entre ellos, cada uno pareció saber lo que el otro estaba pensando.

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Pollux gritó tratando de persuadirme pero era demasiado tarde. Yo no iba a cambiar de parecer.

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- ¡No Crixus! ¡es muy peligroso!-

- Pollux, Yagiza... Nícola me necesita y ustedes no me negarán la oportunidad de rescatarlo. -

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- ¡Si te marchas, podrías ser catalogado como un desertor para el Santuario! ¡detente!-

- Adios...-

Y dando media vuelta, salté al interior de la resquebrajadura dimensional desapareciendo en seguida.

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Llegué a un lugar al que difícilmente podría describir con acierto. Era todo un campo lleno de flores desconocidas que parecían estar alimentándose de la luz de la luna, que para mi sorpresa ya se colocaba en lo más alto del cielo. ¿Cómo era esto posible? En el Santuario hasta ahora era medio día y acá ya había anochecido... ¿me encontraba tal vez en otra parte del mundo?

Caminé por varios minutos, pero no tenía idea de cuál era la dirección correcta. La imponente presencia del Caballero de Tauro no podía sentirse en los alrededores y solo veía flores por donde fuera que pusiera mis ojos. Entonces pude notar que a medida que caminaba, las flores estaban más marchitas y no solo eso, parecía que la luz que absorbían de la luna les devolvía la vida, aunque esto no sucedía muy rápidamente.

- Qué demonios es este lugar... -

por **Balerion** Mar Ene 29 2013, 19:35

** La luna se reguía imponente en aquel hermoso jardín, los verdes pastos y los negros cielos eran un paisaje digno de admirarse, un suave viento soplaba en aquél lugar el cual daba una sensación pacífica. no había señal alguna de Ajax por ninguna parte de dicho jardín. Alexander camino un par de pasos en dirección contraría a donde se encontraba un debil portal, mirando a aquel costado, el paisaje era similar al que se encontraba a espaldas del santo dorado. Alexander se disponía a comenzar su camino cuando un cosmos llamó su atención, probablemente se trataba de Ajax quien estaba por los alrededores, pero al girar y buscar el lugar de donde dicho cosmos provenía no pudo ver absolutamente a nadie. El cosmos se sentía cada vez más fuerte en aquel oscuro y hermoso jardín.**

Spoiler:

** Para sorpresa del santo dorado de Tauro una silueta comenzó a formarse en aquel portal y la silueta del jovén Crixus salió vistiendo la armadura de bronce de Lobo, Alexander se preocupó por esta cuestion y en su mente solo pudo expresar una idea.**

Spoiler:

Alexander: [Pollux, Yagiza que descuidados han sido Crixus no debería haberme seguido hasta este lugar, esto es malo si este joven llega hasta donde Hera y Skoll será el fin ya que apenas ha aprendido a controlar el cosmos, esto es malo muy malo... Demonios creo que tendré que llevarlo conmigo en este camino y cuidar de el si Hati cae en manos de Hera estamos perdidos...]

** Entonces Alexander paso su mano por la oreja izquierda tocando el pequeño pendiente de color azulado que colgaba de dicha oreja y levanto una plegaria en silencio**

Alexander: [Que Athena nos proteja...]

** Crixus quedo impactado y preguntandose que era este lugar, era evidente que el tiempo en el portal había pasado con gran velocidad y debido a esto el anochecer había llegado antes de lo esperado, mientras el joven miraba consternado el lugar Alexander llegó a sus espaldas y colocando una mano en su hombro comentó.**

Alexander:- Este es el jardín de las Hespérides, el huerto de la diosa Hera esposa del dios supremo del Olimpo, un lugar demasiado peligroso para un pequeño infante como tú. ¿Dime acaso has perdido la cabeza? ¿No sabes que tu presencia en este lugar complicará las cosas aun mas de lo que ya estan?... Bueno eso ya no importa se suponía que quien contenía el alma de Hati dentro de él debía mantenerse resguardado en el santuario, pero el hecho es que te encuentras aquí, por lo que deberás mantenerte cercano a mi persona si no deseas sucumbir ante los servidores de Hera. Bien Crixus ya que estas aqui comencemos este peligroso viaje, debemos llegar hasta el único árbol de este jardín donde las preciadas manzanas doradas de Hera se encuentras, ahí es donde se llevará a cabo el ritual para despertar a Skoll.-

Spoiler:

** Alexander volteó a mirar al joven a la cara, mientras le advertía.**

Alexander:- Pase lo que pase no te alejes de mi persona, ya que sin dudarlo dos veces los servidores de Hera acabarán contigo, sólo contamos con cuatro horas para llegar hasta el árbol y parece ser que el camino será mas largo de lo que pensabamos, además este jardín es igual por donde lo mires, por lo que, nuestra única opción es seguir a la luna ya que lo que buscamos mora debajo de ella.-

** El camino de ambos guerreros comenzó, y Alexander con un suspiro y con voz baja comentó a sí mismo.**

Alexander:- Mmmmm... Ha pasado un largo tiempo desde la última vez que estuve en este jardín espero que las ninfas del atardecer no se aparezcan por aquí de lo contrario este viaje se tornará aun mas dificil de lo que pensamos.-

por **Crixus** Jue Ene 31 2013, 13:49

Mi encuentro con el santo de Tauro del otro lado del portal no había sido del todo inesperado puesto que mis propios ojos habían presenciado su partida desde el Santuario, con un destino incierto pero una misión bastante clara. Detener el despertar de Skoll bajo cualquier precio.

Por alguna razón no había sentido su presencia ni en qué momento se había acercado tanto, pero cuando su mano tocó mi hombro, tuve una sensación de tranquilidad que no había sentido jamás. Era una sensación extraña pero no por ello desagradable. Simplemente la calidez de su cosmos generaba en mi la impresión de que se trataba de un hombre digno de confianza y era muy claro que esta no era una característica común de todos los Santos Dorados puesto que con Yagiza sentí todo lo contrario aun cuando sus intenciones para conmigo eran buenas y hacía todo lo que podía por sanar mi herida.

El caballero dorado comenzó a explicarme a grandes rasgos en qué lugar nos encontrábamos, mencionando a una diosa muy conocida en Grecia por las historias que de ella se contaban, así como habló también de un árbol, sus frutos dorados y el riesgo tan alto que yo corría al estar allí con él. En mi interior sabía que la situación era bastante dramática y más cuando él acababa de decir que teníamos tan solo cuatro horas para llegar hasta el sitio donde se realizaría el ritual, sin embargo no parecía haber perdido ni por un segundo la calma como sería normal en estos momentos, lo que me decía que su confianza en sí mismo podría llegar a ser tan grande como el poder que despedía su imponente presencia cuando lo vi por primera vez en el Santuario.

Alcé mi vista hacia el cielo estrellado para cerciorarme de la posición de la luna y solo bastó una mirada para saber que estábamos verdaderamente lejos de colocarnos bajo ella y debíamos ponernos en marcha de inmediato. Yo no podía conservarme tan tranquilo como él, pues los sentimientos me jugaban en contra solo de pensar que mi hermano estaba en peligro y así dio inicio nuestro trayecto. Yo ensimismado en mis trágicos y negativos pensamientos que se expandían hacia los peores escenarios posibles, mientras que mi compañero de viaje parecía concentrado en su labor, siendo yo quien más presionaba por avanzar sin tener en cuenta que estábamos en un territorio ajeno del cual yo no sabía mucho más de lo que se me acababa de contar.

Caminé junto a él siguiendo sus indicaciones de no apartarme y así pasaron casi dos horas, pero después de un largo y tendido silencio comencé a hacer preguntas que se negaban a mantenerse en mi interior, aunque muchas de las mismas eran preguntas que me hacía en voz alta sin siquiera darme cuenta de ello. - ¿No es extraño que una diosa como Hera se vea involucrada con seres del norte? ¿Seres que podría decirse de cierto modo le son inferiores? ¿Qué pasará con mi hermano si Skoll despierta? ¿Por qué mi sangre? ¿Cuánto más tendremos que caminar?...- pero justo al finalizar aquella pregunta, una fuerte brisa estremeció las flores a nuestro alrededor mientras unas risas delicadas viajaban a través de ella, provocándome escalofríos por todo el cuerpo. Seguido de esto, pude escuchar voces diferentes que cada vez se hacían más entendibles de lo cual pude sacar solamente una frase que decía “Relájate Hati, ya no tienes por qué caminar más… nosotras te haremos descansar…”. Al escucharlo, adopté automáticamente una posición defensiva observando detalladamente todo mi entorno pero no pude encontrar a las responsables… ellas nos habían encontrado a nosotros…

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-¡Bienvenidos!- dijo una de ellas con un tono alegre que no dejaba de causarme desconfianza. Su mirada era amable, sus ojos grandes y azules como el color del océano al medio día, su boca pequeña y cabello largo trenzado que combinaba a la perfección con el tono de su iris.

- Vaya molestia… ha caído basura en el jardín… - dijo otra de ellas. Esta con una mirada que denotaba un fuerte desprecio, matizado por tonos rojizos similares a los de sus cabellos, boca mediana y facciones que demostraban un poco más edad en ella que en la anterior.

- ¡Malditos caballeros! ¡De toda la escoria que hay entre los humanos, teníamos que tropezarnos con ellos!- exclamó la tercera, de ojos brillantes y verdes como esmeraldas que hacían mucho más feroz su expresión iracunda y a su vez, le hacían ver mucho más vieja que las demás.

Miré con preocupación al Santo de Tauro esperando la confirmación que nunca quise que llegara, pero no fue necesaria una palabra de su parte ya que la más amable de ellas agregó – Apuesto a que saben quiénes somos ¿no? Nosotras cuidamos este lugar jijiji no deberían estar aquí chicos jijijijiji-

Su risa era irritante al punto de querer golpearla, pero la preocupación me mantenía al margen de cualquier acción.

– Estúpido Ajax… tenía que cerrar el portal al llegar. Cómo olvidó algo tan importante…- comentó la de ojos rubí a la que aparentaba más edad, a lo que ella contestó – Es solo otro estúpido humano. ¿Qué es lo que te sorprende? Son inútiles cuando se requiere algo de ellos. –

- ¡Ya cállense de una vez! - les grité desesperado, pero sería un error que pagaría de inmediato. La chica sonriente comenzó a cantar y casi al instante caí de rodillas con mis manos sobre mis oídos encogiéndome de dolor. – Será mejor que guardes silencio cuando estas hermosas ninfas estén hablando pequeñín jijiji o te arrancaré la cabeza sin dudar, ¿comprendes? - amenazaba mientras sonreía de manera macabra. Luego el dolor se detuvo y mientras yo me ponía en pie, la joven me guiñó un ojo con lo que temía que su poder fuera inmensamente superior a lo que acababa de mostrar…

La más agresiva de ellas dio un paso al frente y lentamente se deslizó entre nosotros caminando a nuestro alrededor.

– Déjenme adivinar. Han venido hasta aquí para evitar que Skoll consuma el sol y tiene la falsa idea de poder lograrlo. No me sorprende en realidad. Si hay algo que me divierte en los humanos es su exagerada ingenuidad, pero es mejor que lo sepan de una vez. No pueden detenerlo. Ajax ya está junto al árbol en el altar que hemos preparado para el sacrificio y una vez la sangre de Crixus que está en el cuchillo esté en el interior de su hermano Nícola, el lobo Skoll despertará y lo obligaremos a devorar el sol. De esta manera la luna se quedará en el cielo hasta el fin de los tiempos. –

-malditas, ¿por qué lo hacen?- dije en voz baja y justo después unos ojos azules se posaron sobre mí pero fueron detenidos por la misma ninfa que ya estaba hablando anteriormente.

- ¡Espera! No lo mates todavía. Podemos responder a sus preguntas. En todo caso estarán muertos antes de medianoche. – La ninfa de ojos verdes movió su mano mostrándome los alrededores y continuó.

- Eres poco perspicaz joven humano. ¿No has notado que el campo en su mayoría está sin vida? Es nuestra obligación cuidar de este jardín, porque en él está plantado un árbol de gran importancia para la diosa Hera y en estos precisos momentos todo el jardín se está desmoronando, pero ¿sabes qué es lo que le dará vida? La luz de la luna que se concentra en todo el jardín y lo alimenta. En estas condiciones no nos basta con el ciclo normal, así que necesitamos un poco más de luna para nosotras. –

- Fue por eso que Hera les encargó hacer esto ¿verdad? –

- Te equivocas pequeño. Si la diosa Hera supiera que su jardín se encuentra en este estado sería capaz de torturarnos eternamente, sin embargo ella hace mucho que no viene a este lugar. Fue por esa misma razón que nosotras dejamos por un tiempo de cumplir nuestra labor y en estos momentos necesitamos una ligera ayuda para recomponerlo todo. Ahora bien, escuché hace rato cuando preguntabas con tu tonito de lamento sobre la relación de Hera con ellos, los Nórdicos, que más bien vendría siendo nuestra relación con ellos. En todo caso, la respuesta es bastante más simple de lo que esperas. Nosotras sabemos la manera de despertar a Skoll y en conjunto somos mucho más fuertes que él, así que haremos que devore el sol y lo sellaremos en alguna parte de la tierra para que no represente ninguna molestia después que haga su parte. Así no tenemos la necesidad de matarlo, nos evitamos conflictos posteriores y todos salimos ganando porque el jardín regresa a la normalidad y nadie se entera de lo que ha pasado aquí. – y terminó mostrando una enorme sonrisa un tanto forzada, como si no acostumbrara a hacerlo. Poco después miró a la de ojos rojos y dijo:

- ¿No te parece que a este tipo grande lo hemos visto en alguna parte? ¿Por qué será que no me parece necesario decirle nuestros nombres?... -

por **Balerion** Jue Ene 31 2013, 16:59

**Habían pasado dos horas desde que Alexander y Crixus comenzaran a caminar por el inmenso jardín de las Hespérides, el joven caballero de bronce comenzó a preguntar cosas, más Alexander se mantuvo en silencio todo el camino, el tiempo transcurría a gran velocidad en este lugar, a pesar de esto el caballero de oro no se encontraba preocupado ya que estaban próximos a llegar al arbol de las manzanas doradas de la diosa Hera.

Una fuerte brisa se sintió en el lugar haciendo que ambos caballeros pararán en seco su andar, despues de eso tres mujeres se presentaron ante ambos guerreros Athenienses, las ninfas del atardecer se habían hecho presentes, Egle, Eritía y Hespertusa, tres de los seres mas antiguos de la mitología griega, aquellas ninfas se presentaron ante los caballeros en forma de pequeñas jóvenes, esto no sorprendió a Alexander ya que conocía bien de la vanidad que el corazón de estos seres guardaban.

Las ninfas comenzarón a hablar entre ellas con respecto a la presencia de los dos caballeros de Athena en el hermoso jardín de Hera, mientras estas mujeres condenaban a los guerreros con palabras el joven Crixus dio un paso adelante e interrumpió a estos seres.** Alexander: [Un grave error muchacho] ** El enojo en las ninfas fue más que evidente, Egle comenzo a cantar una tonada la cual paralizó al joven santo de bronce, mientras el santo dorado de Tauro las miraba fijamente escuchando cada palabra de sus planes para evitar que el jardín de Hera se marchitara por completo, y el porque del despertar de Skoll era tan importante para este cometido.

Hespertusa tomo la palabra mientras miraba a Alexander, comentando a sus hermanas lo conocido que el caballero dorado le parecía, mientras le miraban fijamente finalmente el santo dorado de Tauro comentó.**

Alexander:- Las hermanas guardianas del jardín de las Hespérides, las tres ninfas del atardecer, Egle, Eritia y Hespertusa, el nombre de los matices del cielo cuando el ocaso llega, ha pasado mucho tiempo desde que nos encontramos por primera vez por lo que no me sorprende que les cueste recordarme "ancianas".-

** Una leve sonrisa se dibujó en el rostro de Alexander tras llamar ancianas a las tres hermanas, las cuales iracundas se dirigieron al caballero dorado. La primera Egle con mirada sorprendida y llena de odio.**

Egle:-¡Nos ha llamado... Este maldito nos ha llamado...!-

** La fúrica Egle no había terminado de hablar cuando Eritia le interrumpió.**

Eritia:- ¿Cómo te atreves a llamarnos de esa forma patético humano?... ¿Acaso sabes con quienes estas hablando maldito simio?-

** Alexander continuaba sonriendo divertido por las reacciones de las primeras dos hermanas, pero en el caso de Hespertusa la calma y serenidad debido a ser la mayor de las tres salió a flote.**

Hespertusa:- Esa voz, esa molesta sonrisa burlona. Ahora te recuerdo tu eras quien moraba con los dioses en el Olimpo, el encargado de cumplir con los caprichos de todos ellos, un antiguo angel celestial, pero mira lo que son las coincidencias había escuchado que no hace mucho el dios de los mares te había castigado expulsandote del Olimpo. Pero veo que no puedes estar sin meterte en problemas y sin traicionar a quienes serviste en el pasado. ¿No es asi?... Alexander.-

** Alexander continuó sonriendo mientras Hespertusa hablaba, el que le llamaran traidor era lo pero que le podían hacer al santo dorado, pero no estaba dispuesto a demostrar su enojo ante estas tres ninfas, por lo que aún con tono burlón contestó.**

Alexander:- Vaya es un honor que a pesar del Alzheimer me recuerdes, aunque no puedo decir lo mismo de tus hermanas, por lo visto a ellas esta enfermedad las ha afectado más de lo que pensaba.-

** Las tres hermanas ardieron en furia y comenzaron a entonar una dulce pero mortal melodía la cual hizo que el santo dorado de tauro cayera en sus rodillas aturdido por el inmenso dolor en su interior, Alexander sentía como su corazón pañpitaba fuertemente, la tonada siguió y Alexander empezo a desvancerse lentamente.

Cuando el santo dorado estaba a punto de perder la conciencia el pequeño pendiente que colgaba en su oreja izquierda comenzó a brillar, el tono azulado de aquél pendiente cubrió el cuerpo de Alexander quien lentamente se puso de pie cubierto por aquella energía y dirigiendose a unas atónitas ninfas.**

Egle:- ¡¡¡Pero que demonios...!!!

Eritia:- ¿Cómo es posible que este humano continue en pie...?

Hespertusa:- ¡¡¡Ese pendiente en su oreja izquierda, eso es lo que le esta protegiendo!!!

Alexander:- Por lo visto ya han comprendido el porque me encuentro aqui, así es Hespertusa este pendiente fue entregado a mi persona por la diosa Athena, y el gran Patriarca me ha solicitado venir a este lugar ya que de todos los caballeros del Santuario soy el único que posee un regalo tan preciado, este pendiente posee en su interior parte del cosmos de mi diosa y gracias a él, sus trucos no funcionarán conmigo. Pero bueno ahora les dire lo que me consterna de su plan para mantener la luna de pie durante toda la eternidad para cubrir el gran error que han cometido y evitar que su diosa sepa de su descuido.-

** Alexander comenzó a caminar en dirección de las ninfas mientras les explicaba la consternación real del Santuario.**

Alexander:- Si bien al despertar a Skoll conseguirían que el Sol deje de existir en los cielos, la presencia de Hati en este lugar es lo que realmente debería preocuparles ya que Nícola esta conectado a Crixus, si despiertan a Skoll. ¿No temen qué Hati despierte junto a él? Y si esto ocurriese. ¿No creen qué Hati buscará devorar la Luna que tanto ayudará a este jardín? Digane ancianas. ¿Que pasara si Hati despierta y devora la Luna? De nada servirá su plan. Así que tengo una propuesta par austedes dejen que Skoll y Hati continuen dormidos en estos dos jóvenes. Y me comprometoante ante ustedes que buscaré la bendición de los dioses para que Hera continue sin poner pie en este lugar. ¿Qué dicen ancianas? ¿Tenemos un trato?-

** Las tres ninfas al escuchar las palabras de Alexander quedaron perplejas, obviamente no habían contado con que Crixus en quien moraba Hati, se presentase en el jardín de las Hespérides, esto ponía en riesgo todo lo que habían planeado.**

Egle:- Maldición este patético humano tiene razón...-

Eritia:- Como es posible que hayamos pasado por alto esta posibilidad...-

Hespertusa:- Tienes razón caballero no pensamos que Hati se presentara en este lugar, contabamos con que la herida que Ajax le efectuara, sería lo suficientemente severa para que no le siguese hasta aquí. Lamentablemente el ritual ha comenzado y Skoll pronto estará entre nosotros, puede ser que al igual que Hati. Podremos detenr a Skoll pero solo a él si los lobos gemelos despiertan a la par estaremos en graves problemas y la oscuridad inicial se llevará a cabo, nos hemos condenado solas.-

Alexander:- Veo que han comprendido mi punto, por lo que les solicito nos teletransporten hasta el luagr del ritual, ya que, debemos detener a Ajax, y evitar que el ritual llegue a su fin. De lo contrario todos estaremos condenados.-

** Las tres hermanas asintieron mientras abrían un pequeño portal, Alexander le s agradeción bajando la cabeza mientras tomaba del hombro a Crixus,** Alexander:- Vamos Crixus debemos pdetener esto de una vez por todas.- ** Antes de atravesar el portal Eritia comentó a Alexander.** Eritia:- Deben saber que Ajax no esta solo en aquel lugar, jeje seamos realistas el pequeño muchacho no tiene el poder necesario para despertar a Skoll, con él hay alguien mas, alguien sumamente poderoso, así que mantenganse alertas.- ** El portal se encontraba completamente abierto, y los caballeros se dispusieron a pasar atraves de él.**

por **Crixus** Sáb Feb 02 2013, 14:55

Al cruzar el portal mis ojos se volvieron más pesados y por la manera en que me sentía podía saber que ese extraño efecto había tenido lugar nuevamente. La sensación de hambre era demasiado fuerte, como si mi estómago estuviera vacío, acompañada de una necesidad de sueño muy intensa y eso solo podría significar que había pasado mucho más tiempo del que nuestros sentidos habían podido percibir mientras atravesábamos el portal. Pude deducir entonces que ese era el costo de desplazarse de esta manera dentro del Jardín de las Hespérides y lamentablemente, aunque no quisiera aceptarlo, era nuestra mejor opción y por sobre todo, la más rápida.

Deslicé mi mano hacia mi abdomen y pasé mis dedos sobre la herida hecha por Ajax tratando de calmar el incómodo dolor que comenzaba a hacerse más intenso y una vez conseguido, alcé la cabeza buscando a Alexander que se encontraba muy cerca de mí, pero en ese preciso momento no me devolvía la mirada. No sabía si se encontraba observando algo o si estaba sumergido en sus pensamientos, pero cuando di la vuelta para ver hacia el lado opuesto, una gran cantidad de sentimientos diferentes se arremolinaron en mi pecho. Ira, enojo, preocupación, temor, angustia... un horrible caos se había creado en mi interior y todo cuanto sentía era ocasionado por la imagen tan impactante que tenía en frente.

Nícola se encontraba sobre un pedestal, en medio de un círculo brillante plagado de símbolos extraños, amarrado de pies y manos, con marcas en sus muñecas por el constante forcejeo y lágrimas en sus ojos que posiblemente fueran por el indiscutible miedo que le producía el saber que estaba próximo a morir.

- Hermano... -

Rodeando el círculo, un grupo de columnas se alzaba enmarcando el lugar del ritual y dos personas junto a ellas permanecían concentradas hasta el momento en que nuestra presencia los puso en alerta.

Uno de ellos era aquel maldito al que conocía por el nombre de Ajax y pude notar la aversión que sentía hacia mí con solo ver sus profundos y malintencionados ojos azules que me ubicaron en el acto. El otro era un hombre de gafas que le superaba en edad, de aspecto elegante, cabello rubio y barba del mismo color.

El hombre mayor volteó y con una calma colosal, dejó su puesto y se dirigió hacia nosotros. Levantó ambas manos y tomó los extremos de sus lentes retirándolos con delicadeza mientras unos ojos de tonalidades doradas parecían desentrañar cada secreto en nuestro interior.

- Qué visita tan inesperada. Tu debes ser Crixus. Esa similitud con tu hermano te delata y tu... tu no sé quién eres - concluyó tras mirar a Alexander.

-Realmente no creí que hubiera alguien capaz de interferir en mi propósito, pero helos aquí. Las ninfas me habrán traicionado entonces si decidieron ayudarles ya que este pequeño portal solo pudo ser obra de ellas, pero ya solo falta una hora para media noche y como pueden ver el ritual está por comenzar.-

Colocó la mano en su pecho y dijo cortésmente. - Pero qué maleducado soy, no me he presentado. Mi nombre es Mateo. Seguramente ustedes ya han escuchado de mi antes, aunque no necesariamente por ese mismo nombre... - hizo una pausa y sus ojos resplandecieron como si hubiese fuego ardiendo en su interior. - Creo que tu presencia aquí no es buena Crixus... deberé arreglarlo pronto, así como otros asuntos que tengo pendientes. Ven Ajax, acércate.- dijo Mateo mientras le atraía con un movimiento de su mano y de inmediato él se movió junto a Mateo diciendo. - Digame señor, ¿necesita que me deshaga de ellos? -

-No es necesario Ajax- respondió el hombre. - Al contrario, quiero felicitarte por tu excelente labor, pero ahora tus servicios ya no son requeridos... - y tomándolo por el cuello aplastó su garganta como si fuera una seca y débil rama de un árbol. Luego lo dejó caer sacudiendo sus manos con pequeños golpecitos entre ellas.

- Bien, ahora, qué debo hacer con ustedes... -

por **Balerion** Sáb Feb 02 2013, 19:39

** El camino por el portal abierto por las ninfas de atardecer hbaía sido de un par de minutos, Alexander mientras andaba se encontraba sumido en sus pensamientos, la presencia de Crixus en aquel lugar había puesto en jaque las intenciones del Santuario en detener el inminente caos que se presentaba, parecía que el joven caballero de bronce no había comprendido la magnitúd de lo que estaba por ocurrir.**

Alexander: [El destino de la tierra corre un grave riesgo, y con Crixus aqui me temo que será inminente que la oscuridad incial llegue al undo, me temo que si no logramos detener el ritual tendre que...]

** Alexander no terminó este pensamiento cuando ya se encontraban fuera del portal la imagen era impactante un joven se encontraba próximo a un pequeño altar de piedra a un costado del árbol de las manzanas doradas, al momento en que los caballeros de Athena, inmediatamente la mirada de Crixus y ajax se cruzaron. el odio entre ambos jóvenes generaba un ambiente tan denso, el cual podría cortarse con tijeras de ser necesario, a un costado de aquel joven un hombre volteo lentamente a mirar a ambos caballeros, quitandose los lentes lentamente.

La sorpresa en el rostro de Alexander se tornó evidente, quien se encontraba frente a él era ni mas ni menos que aquel hombre con quien había creado un vínculo de amistad en el pasado, pero para mayor sopresa aún aquel hombre no había reconocido a Alexander, El hombre frente a él llamo al joven Ajax a su lado y tomandolo cual muñeco destrozó su cuello en un santiamén, esto creo aún un mayor impacto en la mente del caballero dorado debido a que Mateo la impresionante muestra de poder que su viejo amigo mostraba en esta ocasión, poder que no poseía en el pasado, por lo que el caballero dorado tomo la decisión de tomar la palabra mientras se retiraba el casco de la armadura.**

Alexander:- ¿Mateo que demonios haces aqui? ¿Acaso esto es una broma? Bueno eso no importa viejo amigo debes detenerte ya que los planes de las ninfas, ahora esta en riesgo, si despiertas a Skoll, es muy probable que Hati despierte y devore la luna tambien, acaso no lo vez Mateo... El fin de todo lo que conocemos podría llegar si esto ocurre...-

** Mateo miró fijamente a Crixus mientras Alexander decía esto, la mirada de aquél hombre no mostraba emoción alguna, analizando al caballero de bronce de arriba a abajo, y mostrando una sonrisa tétrica después de llevar a cabo este acto. Después clavo su mirada en el caballero dorado, finalmente los inexpresivos ojos de Mateo mostraron un brillo, y una carcajada salió de lo más prfundo de su garganta.**

Mateo:- Jajajaja... Que los dioses me partan en dos, si se trata del traidor, ha pasado un largo tiempo desde que nos vimos por última vez. ¿No es así Alexander?En verdad jamás pensé que la siguiente vez que nos encontraramos sería en este lugar.-

** Alexander quedo anonadado ante la reacción de su viejo amigo, parecía que finalmente le había reconocido pero sus palabras no eran las mismas que el caballero dorado recordaba, un tono sombrío se escondía en la voz del hombre frente a él, En ese momento Alexander comenzó a sentir un gran cosmos emanar de aquel hombre, un cosmos que le resultó sumamente familiar. Las piernas de Alexander comenzaron a paralizarse al igual que todo su cuerpo un gran temor comenzó a acumularse en todo el ser del santo dorado de Tauro, el santo dorado de percato de quien estaba frente a él era un antiguo rival reencarnado en el cuerpo de su amigo.**

Alexander:- No puede ser... No puedes ser tú... Poseidón te confinó al encierro en las prisiones mas profundas del Olimpo. ¿Cómo demonios has salido de ahi? ¿Y porque Mateo?... Contesta ¡¡¡HEFESTO!!!-

** La sonrisa de Mateo se apagó después de estas palabras de Alexander, y la mirada mostró una furia que el santo dorado jamás había presenciado antes, el dios herrero Hefesto había conseguido salir de su encierro en la prisión en la que había sido confinado, y se encontraba reencarnado en el cuerpo del amigo de Alexander, finalmente el dios herrero tomo la palabra.**

Mateo (Hefesto):- Veo que aun me recuerdas antiguo ángel celestial, traidor asqueroso, el porque es sencillo venganza, Poseidón me confinó a aquella oscura prisión, más no contaba con que no me encontraba solo en aquel lugar y gracias a la ayuda de los seres que se encontraban en aquel lugar hemos logrado escapar, los titanes han sido quienes me han ayudado a salir de ahí y gracias a ellos podré vengarme de lo que ustedes me hicieron, mandando a la oscuridad inicial a todo el mundo.

El porque este cuerpo es muy sencillo de contestar, te he estado observando desde que el dios de los mares perdonó tu vida y te envió a la Tierra nuevamente, y pense que no había mejor manera de vengarme de tí, que usando el cuerpo de aquel que te brindó ayuda cuando llegaste a este mundo, y a quien has llegado a considerar a un hermano.-

** El santo dorado de Tauro quedo de pie ahí solo escuchando las palabras de Hefesto, no podía creer lo que estaba escuchando, lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas del caballero dorado, mientras sus ojos mostraban un gran odio ante quien hablaba estas palabras, Mateo ya no era más que una vasija, un cuerpo sin alma en la que uno de los dioses que más había impactado en la vida pasada de Alexander moraba ahora. Tomando de nuevo su casco y colocandolo una vez más en su cabeza el Toro dorado levanto el rostro al aire y elevó una plegaria.**

[TORNEO] -Alexander- vs Crixus Tauro+-+Aldebaran-sama+1

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Alexander:- Mi señora Athena te suplico me des la fuerza para poder hacer lo que debo en este lugar, no esta en mi el anhelo de acabar con aquél que alguna vez fue como un hermano para mi, pero juré lealtad a usted y si de usted esta que esto se lleve a cabo de esta manera que así sea, llene mi cosmos de valor y permitame darle gloria a usted y al Santuario en esta noche.-

por **Crixus** Dom Feb 03 2013, 21:57

Me encontraba terriblemente sorprendido. Aquel hombre de ojos amarillos había matado con impresionante facilidad a Ajax quién gozaba de una gran fuerza y luego había dejado en evidencia su verdadera identidad. Se trataba de un dios... una poderosa entidad conocida por su servicio de herrero en lo más alto... el gran Héfesto ...

Alexander lucía afectado por el encuentro con el dios, pero no por el hecho de ser Héfesto, sino por haber tomado el cuerpo de una persona conocida para sus perversos propósitos. No se veía como el mismo caballero impasible que me había estado acompañando durante el recorrido, sino que al fin había salido a la luz esa parte humana que no pensé tener la oportunidad de ver.

- ¿Entonces quieres tomar la vida de mi hermano por una maldita venganza? ¡Ni siquiera un dios tiene el derecho de sacrificar vidas humanas, sea por la razón que sea! - Mis dientes rechinaban chocando entre ellos mientras los músculos de mi cara se tensaban producto de la incontenible rabia. - ¡Abusan de su posición para oprimir a los indefensos y nos utilizan como objetos desechables para cada idea sin sentido que acogen con orgullo en sus corazones sin siquiera detenerse a pensar en lo invaluable que son las vidas de nosotros lo humanos! ¡Eso es inaceptable, incluso imperdonable y no permitiré que Nícola pague por los caprichos de un dios!-

Me moví tan rápido como pude y avancé pasando junto a Héfesto en la dirección que se encontraba mi hermano en un acto temerario lleno de locura e ira, pero el dios solo siguió mis movimientos con sus ojos sin hacer intento alguno por impedírmelo.

- Mira a ese valiente chico Alexander- dijo Héfesto al Santo de Tauro mientras yo seguía corriendo. - ¿Puedes creer el inmenso amor que existe entre hermanos? nunca vi sentimientos tan profundos como esos a los que se aferran los humanos. El amor fraternal es uno de los sentimientos más poderosos y mueve a la gente como por arte de magia. Me encanta presenciar cosas de este estilo... -

Aunque mis oídos alcanzaban a escuchar todo lo que el dios decía, mis ojos seguían puestos en el objetivo, pero el tiempo que tardé en llegar hasta Nícola pareció eterno y los segundos parecieron horas hasta que estuve junto a él.

- ¡Nícola! ¡mi querido Nícola!- grité mientras me aferraba a él en un abrazo sin respuesta. - Ya estoy aquí hermano. ¡voy a liberarte! - le dije tratando de calmar su llanto en un intento de llenar el vacío que había dejado en él cuando nos separamos.

[TORNEO] -Alexander- vs Crixus Nicola

- Te sacaré de este horrible lugar y te llevaré al Santuario donde estarás a salvo. -

Con mis manos arranqué las ataduras de sus muñecas y luego las de los tobillos dejándolo libre y él se arrojó sobre mi cuello abrazándome mientras mi hombro se humedecía por sus lágrimas mezcladas entre el miedo y la felicidad. Lo tomé por los brazos separándolo un poco y le miré a los ojos asegurándole que todo estaría bien, pero Héfesto se encargaría de manchar de rojo aquel entrañable momento con unas palabras que acompañaron al más atroz de sus actos.

- Alexander, amigo mío, si me lo permites, debo colocar este objeto en su lugar. Ya es media noche...- y en su mano se materializó la misma daga con la que Ajax me había apuñalado, la cual tomó con firmeza y arrojó sin titubear.

- ¡NO, NÍCOLA! - exclamé al ver la daga penetrar el pecho de mi hermano segundos después de haberle dado mi palabra de que todo estaría bien. Nícola se desvaneció perdiendo su postura y yo lo tomé por el brazo evitando que cayera, pero esa era la menor de mis preocupaciones. La sangre no paraba de fluir su respiración era cada vez más dificultosa y su mirada inocente comenzaba a quedarse fija en un solo punto.

Hice presión sobre su pecho tratando de detener la hemorragia y sostuve su mano con la mano que me quedaba libre, pero nada de lo que hacía parecía funcionar. Nícola estaba muriendo y su sangre sobre mi me hacía sentir tan culpable como si yo mismo le hubiera apuñalado. Pasados algunos minutos su corazón se detuvo y la tristeza me invadió profundamente. Mi vida acababa de perder su sentido tras la muerte de mi hermano y yo irremediablemente dejaba de lado mis intensiones de vivir.

- Lo siento Nícola... pronto estaré a tu lado... - murmuré mientras sacaba de su pecho el arma homicida para levantarla e incrustarla en mi abdomen en la parte que la armadura del Lobo no alcanzaba a cubrir. En esos instantes no sentí el frío característico del metal que atenta contra la carne, sino un calor intenso que recorría mi interior y junto a él, una voz que de mi mente pasaba hacia mi garganta superando mis deseos.

- ¡¡¡SKOLL!!!-

De pronto, una luz brillante surgió de la herida de mi hermano y sus ojos se abrieron al tiempo que se incorporaba gritando un nombre que me era muy familiar...

- ¡¡¡HATI!!! -

Dos figuras de lobos gigantes aparecieron en el cielo y un coro de aullidos hizo temblar el Jardín de Hera. Quise gritar el nombre de mi hermano al ver que estaba vivo, pero yo ya no era dueño de mi cuerpo. Mi mente estaba presente pero una presencia más potente dirigía cada acto. No podía saber si Nícola estaba pasando por lo mismo, pero tampoco había nada que pudiera hacer para saberlo ni remediarlo. Estaba atrapado en mi propio cuerpo y ahora era esclavo de Hati de quien podía escuchar cada pensamiento.

Skoll se levantó y supe que era él al escuchar su voz que difería en gran manera de la de mi hermano. Mucho más grave y ronca se abría paso desde el interior de Nícola diciendo -Hati, ¿qué hacemos en este lugar?¿dónde está nuestro padre? ¡No era el momento de venir!... ¡Auuuuuuuuuuuuuuuuu!-

por **Balerion** Mar Feb 05 2013, 16:43

** Alexandermiró como Crixus se abalanzó en contra de su hermano, abrazandolo con lágrimas en sus ojos, abrazandolo fuertemente, y diciendole que todo iba a estar bien, ingenuas palabras del caballero de bronce ya que inmediatamente y con una velocidad impresionante Mateo lanzó la daja que contenía la sangre de Hati impregnada en ella, Alexander se encontraba atónito ante la imágen, pero lo que Crixus hizo le asombró aún más. Crixus tomó la daga del cuerpo de su hermano y la utilizó en el mismo clavandola en su abdomen, Alexander sabía lo que esto significaba, el despertar de Skoll y Hati era inminente. El santo dorado de Tauro había fallado en su intento de evitar este gran desastre, lo único que podía hacer era observar como los lobos gemeleos despertaban del interior de aquellos hermanos.

Alexander miró en dirección de Mateo después de este hecho, el alguna vez amigo del santo dorado, miraba con ojos desorbitados, y una inmensa sonrisa como los dos jóvenes despertaban a los lobos Skoll y Hati, una gran ira comenzó a subir desde el abdomen de Alexander al ver esta escena, aquél hombre no era a quien el santo dorado había conocido en el pasado, ya que, el Mateo que Alexander recordaba era una persona bondadosa, la cual sufría con el dolor ajeno, era evidente que cualquier rastro del hombre que en el pasado atendiera las heridas del Alexander, ya no existía más.

Un gran destello hizo que Alexander retirará la vista de Mateo la imagen de dos gigantescos lobos se formó en el cielo, dando al sonido de dos voces graves provinientes de los hermanos, Crixus y Nícola.

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La suerte del mundo entero se encontraba hechado, los lobos gemelos habían despertado finalmente y solo sería cuestión de minutos para que ambos buscasen devorar de nuevo tanto al sol como a la luna, condenando a la humanidad a una osucridad total.**

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Alexander:- ¡¡¡Crixus Nícola reaccionen no deben permitri que Hati y Skoll tomen control total de sus cuerpos de lo contrario toda la humanidad se condenará por esto!!!

** Alexander volteo nuevamente a mirar a Hefesto quien continuaba sonriendo en gran manera.**

Mateo (Hefesto):- Bien se ha cumplido mi plan ahora dejaré aestos dos aqui para que terminen lo que he empezado, se bien que no posees el poder necesario para detenerlos Alexander, por lo que tu fin esta marcado también, ahora debo partir ya que los titanes me esperan para recibir noticias de lo ocurrido aqui en los dominios de Hera. Además este lugar ya no es seguro para nadie, así que, hasta nunca Alexander. -

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** Después de esta palabras Mateo comenzó a abrir un portal frente a él. Entrando rapidamente en el mismo y desapareciendo de la escena.Dejando solo una pequeña estela verde en el lugar donde aquel portal se abrió. Los dos lobos trataron de alcanzar a aquel hombre que desaparecía en aquel portal pero no consiguieron alcanzarlo. Skoll y Hati volvieron a la iedra de sacrificio en donde el ritual se había llevado a cabo. ambos lobos miraban fijamente a Alexander, los ojos de aquel par de lobos era intimidante y el poder que emanaba de ellos era aún más aterrador.

Skoll:- ¿Quién es ese hombre frente a nosotros? Hati aunque no sea nuestro tiempo nuestra batalla con el sol y la luna no ha llegado a su fin y debemos ponerlo lo antes posible, eso gustará mucho a nuestro padre, pero para esto creo que debemos de deshacernos de todos los estorbos que se presenten en nuestro camino.-

** Tras estas palabras Skol se lanzó en contra del santo dorado de Tauro, el cual vió venir a la gigantesca bestia en su contra. La velocidad del gran lobo era impresionante, un par de golpes en el cuerpo de Alexander, los cuales tambalearon su cuerpo de un lado a otro dejando el cuerpo del toro dorado doblado, mientras estaba en esta postura, skoll se valanzo con las fauces abiertas, lanzando una mordida en el brazo derecho del caballero de Tauro.

** El santo dorado sintió un gran dolor los colmillos de Skoll, le quemaban la piel, un poder inimaginable para los simples humanos, a pesar del gran dolor Alexander cerro el puño izquierdo, golpeando en un costado del hocico del gran lobo cazador del sol, la potencia del golpe hizo que el animal chillara ante el impacto obligandolo a soltar el brazo de su victima, y cayendo un par de metros lejos del caballero.

El santo dorado se enocntraba adolorido y con respiracion acelerada, el dolor de la herida causada por Skoll, le recorría por todo el brazo, solo había una solucion para este conflicto, y a costa de su vida el caballero dorado estaba dispuesto a pagar este precio por el bienestar del un mundo que lo había catalogado por traidor.**

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Alexander:- Creo que no tengo otra opción, pelearé con ustedes lobos gemelos y acabare con ustedes uno por uno, no permitiré que este mundo sucumba a la oscuridad eterna, no después de que he logrado comenzar mi camino de redención. Skoll tu serás el primero. ¡¡¡Preparate a morir!!!-

por **Crixus** Jue Feb 07 2013, 03:51

Hati estaba eufórico. Podía sentirlo. Su sed de sangre hacía que deseara escapar de mi propia mente en una fuga sin retorno, pero sabía bien que era imposible. El lobo que perseguía a la luna era realmente malévolo. Cada pensamiento que cruzaba por su mente era mucho más lúgubre que el anterior y su dominio sobre mi cuerpo era total, aunque es esos momento carecía de la forma humana con la que había llegado al Jardín de las Hespérides. Mis ojos, que ahora eran nuestros ojos, contemplaban con gran júbilo el avance veloz de Skoll en dirección del Santo de Tauro. Aun en esta clase de situaciones, era inevitable el quedarse estupefacto con la figura y belleza de aquel lobo. Su pelaje era tan blanco como la nieve pura que cae en tiempos invernales y sus colmillos como perlas brillaban como mil estrellas condensadas en un solo punto. Su mirada desataba rayos similares a los que libera el sol al posarse en la parte central del cielo y cada una de sus garras parecía una hoz gigante entregada por la mismísima parca para enfrentar a sus enemigos. Era todo un espécimen que mostraba la majestuosidad de las tierras nórdicas y probablemente la forma que Hati y yo teníamos en ese preciso momento era similar.

Skoll atacó a Alexander dejando fluir su parte más salvaje y tras un par de golpes certeros, sus colmillos perlados se incrustaron en la armadura dorada que tanta fama tenía de ser impenetrable, llegando hasta la piel y rasgando la carne con tal vehemencia que ni la bestia más agresiva en toda la tierra se le hubiera podido comparar. Desde mi ubicación no podía saber si Alexander estaba herido, pero mis sentidos, que habían comenzado a agudizarse por el despertar de Hati, me permitieron sentir un aroma que en muchos aspectos me era familiar. La sangre en los colmillos de aquel lobo despertaba los más bajos placeres recluidos en mi interior, que no eran siquiera propios de mi alma, sino que pertenecían al cruel Hati quien disfrutaba de gran manera tal sensación. Tanto él como su hermano eran depredadores natos, nacidos para la lucha y la caza, para dar muerte a todo cuanto se les pasara por enfrente… eran bestias infernales…

Entonces Alexander golpeó a Skoll en retribución a su ataque y este voló alejándose e impactando el suelo a varios metros de distancia. Eso despertó un sentimiento de odio inmenso en Hati.Uno que sin duda sería imposible de albergar en un mísero cuerpo humano… uno que generó en mí un alto grado de desprecio hacia Alexander de manera inexplicable.Luego el Santo Dorado amenazó con destruir a los lobos gemelos y esto colmó la poca paciencia de Hati que solo pensaba en asesinarlo.

– ¡Maldita basura humana! ¿Te atreviste a lastimar a miquerido hermano aun sabiendo que somos seres superiores? ¡A un lobo sagrado no se le toca!–

Dimos un paso al frente mientras Hati seguía hablándole a Alexander.

– Desde siempre los humanos han sido iguales. El absurdo pensamiento humano los ha llevado a creer que pueden revelarse contra los que son superiores a ustedes pero se equivocan inmundos seres arrogantes. Nuestro linaje nos da derechos sobre ustedes y podemos hacer con sus insignificantes vidas lo que nos plazca. –

Hati extrañamente guardó silencio y pude sentir como si mi cuerpo ardiera en llamas. Mi mente se debilitó y el poderoso lobo me dirigió un enérgico pensamiento. [ Déjame ver qué se oculta en tu mente Crixus… ]. Al poco tiempo su espantosa voz se volvió a escuchar.

-Entonces eres un caballero dorado… tu nombre es Alexander y llegaste a este sitio por un portal creado por un tal Ajax para evitar que renaciéramos. Qué interesante, parece que este chico te aprecia por querer salvar a su hermano- Hati miro a Skoll quien comenzaba a recuperarse y volteó de nuevo hacia Alexander.

-Tú Alexander, no tienes el poder suficiente para enfrentarnos. Puedo sentirlo, puedo percibir las grandes cantidades de energía corriendo en tu interior, pero eso no basta para contener la fuerza de los lobos cuando actúan a la par. ¡Lamentarás el día en que pisaste el mismo lugar en el que estaban presentes Hati y Skoll!-

Sabía que Hati se lanzaría contra Alexander, pero por más que traté de impedírselo, él era el amo y señor de este cuerpo y su voluntad era la que lideraba cada acción.Skoll por su parte se había logrado incorporar y estaba enojado por lo sucedido. Pronto ambos lobos unieron fuerzas y se abalanzaron sobre mi compañero de viaje buscando despedazarlo sin compasión, acto que fue interrumpido por una delicada voz que surgió de la nada.

-Puede que un solo caballero dorado carezca del poder necesario para detener a dos lobos, pero tal vez nosotras podamos equilibrar la partida jijiji -.

[TORNEO] -Alexander- vs Crixus Tresmasuno

[TORNEO] -Alexander- vs Crixus Tresmasuno

Y tres figuras femeninas adornaron el campo de batalla colocándose a la espalda del Toro Dorado.

por **Balerion** Dom Feb 10 2013, 06:44

** Alexander había sentido el inmenso dolor de la mordida de uno de los lobos gemelos, la cual había generado un profundo dolor en el brazo derecho del santo dorado, a pesar de haber conseguido librarse de las fauces de Skoll, la preocupación del santo dorado se centraba en Hati, quien no había hecho nada por atacarle, todo lo contrario a diferencia de su impulsivo hermano, y a diferencia de Crixus el cazador de la luna, se mostraba un tanto más analítico, introduciendose en las profundidades de los pensamientos de el joven caballero del Lobo.

Una serie de dudas comenzaron a recorrer la mente del Toro dorado, la primera de ellas era. ¿El porqué los dioses habían escogido a este par de jóvenes para ser los portadores de tan inmenso poder en su interior? ¿Qué pasaría con los dos jóvenes si Alexander decidiese acabar con la vida de aquellos lobos?

El caballero dorado sabía bien que sus posibilidades de victoria en este combate eran demasiado escasas, ya que no se trataba solo de un rival, se estaba enfrentando a un par de seres que no solo le superaban en número, si no, que obviamente le superaban en poder. Hati comenzó a lanzar improperios en contra de Alexander y sus intenciones de detenerles, mientras que por otro lado Skoll se encontraba ya de pie nuevamente con una mirada llena de odio y amenazante mirando fijamente a quien había osado tocarle con sus puños. La situación no podía resultar mas adversa para el caballero guardian de la segunda casa del zodiaco.

Por unos instantes Alexander sintió que su vida terminaría en un santiamén, ya que estos dos seres le devorarían primeramente a él y despues a las estrellas vitales capaces de mantener la vida en el planeta, más cuando el caballero dorado sentía que todo estaba perdido, unas voces familiares sonaron detras de él, dispuestas a ayudarle en su difícil tarea. Alexander volteó para encontrase con las figuras de tres jovencita, que habían obstruido su paso en el pasado, las cuales con sonrisas un tanto burlonas miraban a los lobos gemelos.**

Eritia:- Parece que al final de cuentas no has logrado detener el despertar de Hati y Skoll. ¿No es así caballero dorado? Esto pasa cuando dejas a los seres inferiores intervenir en cuestiones de seres divinos.-

Hespertusa:- Eritia no molestes más a este joven, ya que no estamos aquí para cuestionar sí fue capaz de evitar lo que nosotras empezamos o no. Alexander es tu nombre si mal no recuerdo, lamentamos que por nuestra causa te hayas visto envuelto en todo este embrollo, así que permitenos ayudarte a detener la amenaza de los lobos gemelos, como bien dijimos anteriormente, nosotras tenemos la habilidad de contener a uno de ellos, por lo tanto tu misión será enfocarte en el segundo lobo.-

Egle:- ¿Porqué no dejamos que este insolente muchacho se encargue de aquel a quien el trajo? Al final de cuentas tenemos too lo necesario para detener a Skoll, ya que ese era el plan original si mal no recuerdo.-

** El santo dorado de Tauro, miró fijamente a las tres ninfas del atardecer, las cuales denotaban una gran seguridad en sus palabras, con respecto a las intenciones de detener a Skoll, al parecer el temor de que la diosa Hera se enterase del terrible error de estas tres hermanas, había quedado solo coomo un vago recuerdo, por lo tanto, el santo dorado solo asintió con la cabeza volviendo a darles la espalda al las tres hermanas.++

Alexander:- Me parece una sensata opción, ninfas del atardecer, por favor encarguense de detener a Skoll, mientras yo intentaré enfrentarme a Hati, solo les pido de favor reguarden la vida del pequeño Nícola, ya que debe de haber una forma de detenerles sin que ambos hermanos pierdan la vida.-

** Inmediatamente la mirada de Alexander se postró en Hati, estaba consiente del gran poder de esta criatura, pero independientemente de eso el santo dorado no podía dejar de contemplar la hermosura del blanco pelaje de aquel majestuoso ser, así como la mirada llena de odio de aquel animal, por lo que Alexander le dirigió unas palabras tratando no de comunicarse con dicho animal, si no con el corazón de quien le había acompañado hasta este punto.**

Alexander:- Escuchame bien no debes permitir que te controlen, aunque se que es difícil , ya que, no estoy hablando de un ser común y corriente, pero debes de buscar controlar lo más que puedas ese poder, ya que la vida de tu hermano depende de ello, no permitas que Hati te controle por completo Crixus, debes luchar y hacer esto por el bien de Nícola, te prometo que haré todo lo que este en mi para que tu hermano pueda volver con nosotros, pero para esto debes impedir que Hati te controle, así que busca hacer algo Crixus.-

por **Crixus** Mar Feb 12 2013, 14:22

Las tres ninfas avanzaron pasando junto a Alexander y desaparecieron ante nuestros ojos para reaparecer junto a Skoll en tan solo un instante. Podía sentir la sorpresa de Hati que se mezclaba con la mía, pues ninguno de los dos conocía las habilidades de las hermosas ninfas para ese entonces y el hecho de poder desaparecer a voluntad les daba una gigantesca ventaja, no solo contra Aquel lobo, sino contra cualquier oponente que se les enfrentase.

Hati inclinó su cuerpo hacia un costado y giró su cabeza para ver directamente a su hermano que ya comenzaba a enseñar sus dientes blanquecinos a sus poderosas rivales.

– Skoll, destrozalas y devora sus cuerpos. Eso te dará la fuerza suficiente para cumplir con tu misión. Yo me encargaré de este guerrero. Puedo asegurarte que no será problema para mí. –

Y luego su cabeza retornó para enfocar toda su atención en el Santo de Tauro mientras una serie de aullidos y gritos se escuchaban a nuestras espaldas seguido por fuertes estruendos que hacían vibrar el suelo del inmenso jardín. Todo indicaba que la contienda había iniciado, pero Hati no parecía preocupado por su hermano. Tenía total seguridad en que él ganaría y sus pensamientos comenzaban a centrarse en obtener su propia victoria.

– Alexander, Crixus ya no existe. Él murió en el instante en que yo tomé este cuerpo y no hay nada qué hacer más que llorar y lamentar su desafortunada muerte. Realmente no me importa que haya fallecido, pero es triste tener que escuchar tus ridículas palabras hacia él. No pierdas tu tiempo y concéntrate en luchar porque me gusta que mis enemigos se aferren a la vida mientras sus cuerpos son desgarrados de las formas más terribles que ni siquiera podrías llegar a imaginar.-

Las fauces de Hati se abrieron y la saliva se deslizó por sus colmillos mientras una impaciencia abrumadora se apoderaba de él. Sus pensamientos iban y venían entre querer despedazar a Alexander y jugar con él hasta que pidiera clemencia, pero la decisión final no llegaba y yo mientras tanto observaba imposibilitado para actuar, casi sellado dentro de mi propio cuerpo.

Comenzamos a caminar en círculos rodeando a Alexander estudiando la manera de atacar y cada sensación que surgía en Hati era experimentada por mí de una manera extraordinariamente intensa. La emoción previa al combate, la autoconfianza desbocada, el anhelo de probar la sangre de un humano… era casi imposible para mí conservar la cordura y poco a poco me sumergía en un mundo oscuro, como si mi espíritu se estuviera fundiendo con el de Hati con el pasar de los minutos. No quería aceptarlo, pero tal vez era tal y como lo suponía… una entidad tan poderosa era capaz de consumir mi esencia con suma facilidad y en algún punto de todo esto, yo perdería mis características humanas volviéndome uno con el lobo nórdico.

[- Hati… sabes que sigo aquí ¿verdad? –]

[- Desde luego Crixus. En este momento ambos estamos conectados y podemos saber muchas cosas acerca del otro, así que no es un secreto que sigues aquí, pero mi voluntad es más fuerte que la tuya y eso me da el poder de hacer lo que me plazca. Ignorarte por ejemplo está entre esas cosas… -]

[-Pero ahora estas escuchándome. ¿Qué ha cambiado entonces?-]

[-Que te estas desvaneciendo y puedo sentirlo. ¿Crees que no me doy cuenta que mis emociones comienzan a ejercer una fuerte influencia sobre las tuyas? Eso es porque he pasado demasiado tiempo aquí y dentro de poco estaré ligado a la carne que antes fue tuya de manera indefinida.-]

[-Moriré entonces…-]

[-Así es, pero es un honor para ti desaparecer de la tierra de esta manera… harás parte de mí así como tu estúpido hermanito hará parte de Skoll en algún momento. No hay manera de detener lo que está por venir. –]

[-¡Maldito lobo, no te atrevas a expresarte en esos términos de mi hermano! ¡Ustedes se adueñaron de nosotros sin nuestro consentimiento!-]

[-Permíteme recordarte pobre humano que no fuimos nosotros los que decidimos venir a este lugar ni ponerlos a ustedes en este sitio. Esto es su propia obra y deben hacerse responsables jajaja… ¿eh? –]

[-aghhh… ¿Qué demonios sucede?-]

[-¡Por Odín!, ¡tonto Skoll!-]

De pronto Hati me dejó solo mientras detenía su andar alrededor de Alexander y desviaba su mirada hacia la parte de atrás.

-¡Grrrrrr!... ¡Skoll! –

El lobo nórdico podía sentir cuando su hermano sufría o recibía algún daño y cuando sus ojos pudieron ubicarlo, vieron el momento justo en que Skoll era sostenido por dos de las ninfas, mientras la más joven y aniñada del grupo sacaba la mano del pecho ensangrentado del lobo luego de haber perforado su corazón. La sangre, un tanto más oscura de lo normal, brotaba de su interior humedeciendo su hermoso pelaje mientras las sonrisas cómplices de sus hermanas mostraban una total aprobación. Poco a poco las gotas carmesí cubrían el verde prado produciendo un sonido al caer que era tan terrible como aquello que estábamos presenciando… mi hermano estaba muerto al igual que el de Hati y aunque su furia era incalculable, la mía superaba con creces la suya…

-¡¡¡ALEXANDER!!! ¡Esto ha sido culpa tuya! ¡Es algo que no perdonaré jamás!-

Las palabras hicieron que la tierra se agrietara y en ese instante la noche pareció ser más confusa de lo que ya era.

La apariencia de lobo fue perdiendo sus formas naturales y a continuación, una figura humana quedó al descubierto, revelando mi antigua esencia… Nuevamente portaba la armadura del lobo y Hati se encontraba recluido en mi interior, pero las cosas ya no eran como antes. Mi odio hacia Alexander hacía que solo hubiera un objetivo en mi mente. Acabar con el Santo Dorado.

-¡Traicionaste mi confianza y permitiste que Nícola muriera pudiendo haberlo evitado!... qué despreciables son los caballeros dorados… - dije mientras apuntaba con mi dedo a su pecho.

-Grrrrrrrrrrr… ¡Te arrancaré el corazón para que sientas lo mismo que Nícola al fallecer! – y dando una mirada a las ninfas proseguí – ¡y ustedes, morirán también en este lugar! ¡Aléjense de mi hermano!- y bajando la cabeza, lancé una tierna mirada hacia Nícola quien tras el golpe fatal había regresado a la normalidad. Su cuerpo reposaba boca abajo totalmente desnudo y eso hizo que mi ira se hiciera más grande. Quise mover mis pies y con solo pensarlo alcancé a mi hermano y lo alcé entre mis brazos cubriéndolo con una capa blanca que antes no tenía en mis manos para luego alejarme dejándolo bajo la sombra del gran árbol del jardín. No pude evitar que las lágrimas brotaran desde mi alma, pero acompañaron magníficamente mis palabras de despedida.

- ¿Recuerdas que de niños siempre dijiste que yo nunca había faltado a mi palabra y que cuando hacía una promesa se podía confiar en ella? No sabes cuánto me atormenta haber comenzado en este día. Hay algo que nunca te dije en vida y ahora lo lamento, pero no quiero que te vayas sin saberlo… te quiero hermano… -

Luego de eso sequé mi rostro y tardé un parpadeo en llegar nuevamente hasta Alexander.

-Creo que ya has notado cuan diferente soy ahora. Esa capa tuya solo es una pequeña parte de lo mucho que perderás en esta batalla Santo Dorado. Has destruido todo lo que me hacía querer permanecer con vida. Olvida a Hati, olvida a Skoll… quien está frente a ti es Crixus en carne y hueso deseando acabar contigo más que cualquier otra cosa en el mundo.-

TURNO OFENSIVO:

Mi instinto bestial salió a la luz y lancé un aullido potente hacia la luna. Mis puños se habían cargado con más cosmos del que hubiera podido albergar normalmente y mis veloces y fuertes piernas se encogieron para impulsarme con violencia hacia Alexander. Toda la furia contenida estaba siendo explotada y la energía de Hati acompañaba cada paso que daba, haciendo que mi objetivo tuviera altas posibilidades de ser alcanzado.

-Aullido... ¡¡¡del lobo!!!-

por **Balerion** Jue Feb 14 2013, 15:36

** Hati informaba a Alexander que Crixus había muerto, al igual que Nícola, cuestión que consternó al caballero dorado en gran manera, el santo dorado no podía creer lo que escuchaba, su pequeño compañero en esta aventura había muerto por el filo del hierro con el que se atravesó el vientre, lágrimas corrieron por las mejilas del santo dorado, ante las declaraciones del lobo cazador de la Luna. Mientras tanto al otro lado las ninfas del atardecer acorralaban a Skoll, quien daba una feroz batalla, las ninfas golpeaban al lobo desapreciendo inmediatamente en el aire y teletransportanse a los costados de la bestia quien mostraba sus grandes colmillos, la mayor de las tres hermanas contactó telepáticamente al santo dorado explicando el plan que tenían para detener al primero de los lobos gemelos.**

Hespertusa:[ Santo dorado debes tranquilizarte lo que Hati dice de Crixus y Nícola es una gran mentira, la única manera de lograr detenerles es sacando el corazón de los jovenes por unos instantes y limpiarlos del mal de estas bestias, mientras que con la espesa sangre que mora en dichos corazones, con el cosmos de las bestias se vierte en cierto instrumento quedando sellada en el mismo, después de esto debes colocar rápidamente de nuevo el corazon del joven en su pecho, gracias al cosmos de los dioses podras ver como éste se regenera y palpita de nuevo, trayendo vida a los hermanos que tanto buscas proteger.]

** El santo dorado no entendió bien a lo que se referia con el cosmos de los dioses, más se encontraba tranquilo sabiendo que tanto Crixus como nícola aún moraban en el interior de los lobos gemelos, un aullido hizo que Hati y Alexander voltearan de golpe, la escena era devastadora la menor de las tres hermanas había tomado la daga de Nícola, la cual fue usada para el ritual para despertar a estas bestias, limpiandola rápidamente de la sangre de Crixus y Nícola y fundiendola con un cosmos de color dorado, que provenia de la combinación de los cosmos de las tres hermanas guardianas del jardín, e incrustandolo violentamente en el pecho de animal, el cual cayó sin vida al suelo, el corazón de la bestia se encontraba derramando un liquido carmesí, un tono aún más oscuro a la sangre normal el cual se vertía lentamente en la pequeña daga en la otra mano de Egle. Quien mostraba en su rostro una pequeña sonrisa, cualquiera hubiese pensado que esto era una escena de sadismo en su mas pura naturaleza, más el caballero de Tauro sabía que dicha sonrisa se debía al simple hecho de que gracias a esto un inocente no perdería su vida, y la amenaza de que el sol despareciera de los cielos había finalizado.

Un gran rugido hizo que Alexander volteara rápidamente hasta donde Hati comenzaba a ceder ante la presencia de Crixus, el cual con un gran odio en sus ojos comenzó a hablar en contra de Alexander, el cual observaba como el cosmos del caballero del lobo y el legendario Hati se fusionaban en una gigantesca masa de poder, el joven caballero del Lobo había recuperado el control de su cuerpo finalmente sellando en su interior a Hati, quien estaba otorgandole un inmenso poder al caballero de bronce para que este cumpliese su venganza en contra de a quien culpaba de la muerte del pequeño Nícola.**

[TORNEO] -Alexander- vs Crixus Defensa2ssrpg09

Alexander:- Crixus entiendo perfectamente tu sentir, se que me culpas por el hecho de la muerte de tu hermano, pero permiteme decirte que esta era inevitable, para que el bien nazca el mal debe morir, no creo que lo entiendas ahora, debido a que tu odio parece consumir lo mas profundo de tu ser, quieres tomar mi vida te invito a que lo intentes, más te aseguro que ni con la ayuda del lobo cazador de la Luna permitiré que esto ocurra. La purificación de este lugar y este mundo se debe llevar a cabo y por lo mismo tu debes de morir también. Perdoname Crixus pero debo tomar tu vida también.-

** El santo dorado aparentaba estar tranquilo, uanque en lo más profundo de su corazón se albergaba una gran alegría al ver que Crixus no había perecido ante los deseos de Hati, si no que sus deseos de venganza le habían llevado a alcanzar lo inimaginable, controlar a un ser con un poder superior al del mismo caballero dorado.**

[TORNEO] -Alexander- vs Crixus Defensa2ssrpg09

Alexander:- Bien Crixus ven y atacame con todo lo que tengas. Estoy dispuesto a dar mi vida por ustedes y si el precio de mis actos es la muerte que así sea.-

Turno Defensivo

Spoiler:

** El santo dorado elevo su cosmos generando una pequeña onda energética tratando de enviar hacía atras al caballero de bronce.**

Alexander:- ¡¡¡Barrera Cosmoenergética!!!

por **Crixus** Dom Feb 17 2013, 22:49

La fuerza de su onda energética me arrojó hacia atrás con tal fuerza, que ni siquiera pude sostener mis pies sobre el suelo. Prácticamente la energía entera de mi ataque se había diluído entre la poderosa defensa de Alexander y aunque el retroceder no se encontrara en mis planes, me vi obligado a hacerlo para encontrar una mejor posición desde la cual atacar.

- Alexander, en estos momentos el vivir o el morir no significan absolutamente nada para mi, así que eso de que el mal debe perecer para dar paso al bien es una idea vacía y absurda para alguien como yo. Con tus actos marcaste tu destino y no vivirás mucho más de lo que este día pueda llegar a durar. Eres un caballero que morirá en un intenso dolor como castigo por la muerte de un inocente y tu nombre será aplastado por el peso de los años que se llevarán como el viento al polvo cada recuerdo que haya en la tierra sobre ti. Llegarás al inframundo lamentando cada suceso ocurrido en el Jardín de Hera y serás atormentado por mi recuerdo reviviendo una y otra vez tu terrible muerte... Muerte que vendrá de mi mano vengativa.-

Todos mis músculos se tensaron y apoyé mi mano derecha en tierra para lanzarme sobre Alexander pero algo me detuvo por un par de segundos. Entonces mis ojos se colocaron sobre el terreno en el que el santo dorado se encontraba y hallé la mejor de las oportunidades para sacarlo de balance.

- Es increíble cómo puede cambiar la vida entera en tan poco tiempo. No hace mucho mi lealtad estaba con la diosa Athena y hubiera dejado mi vida entera por ella pero ahora, detesto a los santos entre los que me incluyo y odio mi propia condición que me hace miembro de un grupo de hombres a los cuales no les puedes brindar una pizca de confianza. Me arrepiento completamente...-

Y luego de decir aquellas palabras, tomé velocidad y cual si fuera un proyectil, me lancé en dirección del Santo de Tauro con mi mano derecha extendida buscando su rostro. Cada paso me ponía más cerca de él y cada segundo que pasaba no bastaba para saborear de antemano su muerte. Tenía todo planeado y una seguridad extrema puesta en el éxito de mi siguiente movimiento, pero para ello debía actuar en el instante justo.

- ¡Ahora! -

En el preciso momento en que pisé dentro del rango de alcance de Alexander, bajé mi centro de gravedad y la mano que estaba extendida se unió a mi mano izquierda entrelazando los dedos para acestar un certero golpe sobre la superficie que ambos pisabamos con firmeza.

- ¡Apagaré esa luz que sale de tus ojos! -

La potencia de mis manos destruyó todo en un espacio aproximado de tres millas a la redonda, provocando el undimiento del suelo, lo cual completaba con éxito la mitad de mi plan. Lo siguiente era ejecutar la más poderosa de mis técnicas mientras Alexander carecía de una zona firme para colocar sus pies.

- ¡No tienes a donde ir caballero! Has apostado al caballo perdedor. Las puertas del Inframundo comienzan a abrirse para ti, ¿Acaso no notas el llamado? La oscuridad que se cierne a tu alrededor y el aroma a muerte que adorna nuestra batalla son ligeras señales de que tu fin está cerca.-

Mis dientes brillaron al sonreir como solían hacerlo los de Hati y el cosmos se fue concentrando únicamente en mi mano izquierda como preparación para la técnica que estaba a punto de ejecutar. La constelación del Lobo me apoyaba desde el infinito centelleando con gran fuerza y fue entonces que supe que era momento de atacar.

- Kakkab y sus hermanas brillan como nunca... ¡Serás el primero en sufrir por el Golpe Reluciente de las Estrellas! -

Turno Ofensivo:

por **Balerion** Mar Feb 19 2013, 21:06

** El despliegue de poder de Crixus era impresionante, era más que evidente que la fusión de su cosmos con el del lobo Hati habían hecho de Crixus un oponente realmente temible, al parecer la idea del caballero de bronce se daba en la base de evitar que el caballero dorado pudiese estar firme en el campo de batalla, generando una gran explosion y haciendo que el terreno se volviese inestable en su totalidad, cuestión que pondría en un grave predicamento al santo dorado. El golpe de crixus logro aventar varios metros para atras al santo dorado quien hizo todo lo posible por defenderse.**

[TORNEO] -Alexander- vs Crixus Defensa2ssrpg09

Alexander:- Crixus, la vida es tan frágil que muchas veces perdemos de vista lo que es realmente importante en la misma, gracias a lo que vivimos y conforme vamos creciendo vamos aprendiendo que nuestras vidas son insignificantes en un mundo regido por voluntades superiores, tu hermano ha muerto para un fin mayor, el cual ahora tu no comprendes.-

** Alexander colocó ambos brazos en frente de él tratando de absorber y disminuir el daño del poderoso golpe del caballero de bronce, a pesar de esto el poderoso impacto le lanzó varios metros hacía atras.**

Turno Defensivo

Spoiler:

Alexander:[ No puedo continuar así el poder de Crixus y Hati unido es demasiado grande, debo de comenzar mi ofensiva o de lo contrario el plan de encerrar a los lobos gemelos, se vera frustrado.]

** En ese momento el santo dorado volteó a donde las ninfas se encontraban, las cuales aun se mantenían virtiendo la sangre oscura del corazon de Nícola en la daga.**

Alexander:[ Casí han terminado, ahora es mi turno, bueno Crixus disculpa por lo que voy a hacer.]

** El santo dorado detuvo su viaje despues del poderoso golpe del caballero de Lobo, el plan de Crixus parecía que estaba rindiendo frutos, ya que los pies del santo dorado se hundieron entre un par de rocas, esto hizo que perdiera por un instante el equilibrio, por lo que Alexander recordó de las dificiles batallas que tuvo cuando viajo a Asgard en busca de detener una rebelión en contra del dios Poseidón cuando el santo dorado portaba una de las escamas marinas. Por lo que lavando los talones en el suelo rápidamente el caballero dorado consiguió mantener el equilibrio.**

[TORNEO] -Alexander- vs Crixus Ataque1ssrpg09e

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Alexander:- Es una gran estrategia la que has planteado caballero de bronce, veo que no solo tu poder se ha fusionado con Hati, si no que tambien se encuentran compartiendo ideas y planes de combate, pero lamentablemente para ustedes, ya me he encontrado en el pasado en este tipo de situaciones, el que hayas hecho del suelo inestable aunque va a hacer más dificil el moverme, no es muy distinto a caminar entre nieve y piedras, como ya lo he hecho en el pasado. Tal vez me conozcas como santo dorado caballero de bronce pero creeme que para llegar hasta este honorable rango tuve que andar por varios caminos previos, los cuales me han enseñado más de lo que puedes imaginar, ahora Crixus debo disculparme pero no puedo continuar perdiendo el tiempo, para que podamos sellar a Hati debo hacer algo que no deseo.-

** El santo dorado comenzó a elevar su cosmos mientras cruza los brazos en a la altura de su pecho, en un movimiento mayor a la percepción humana, el caballero dorado lanza un par de golpes con las palmas de las manos, impulsando todo su cosmos en este movimiento con el cual consigue impulsar a su contrincante varios metros hacía atras. Generando varias ráfagas de cosmos las cuales generan un gran daño en quien las recibe.**

Turno Ofensivo

Spoiler:

Alexander:- Crixus siente el poder de una de las más poderosas técnicas del Toro dorado. ¡¡¡Gran Cuerno!!!-

por **Crixus** Jue Feb 21 2013, 14:12

Alexander había escapado prácticamente ileso de mi poderoso ataque demostrando sus grandes capacidades combativas. No era su poder el que hacía del caballero de Tauro un hombre de cuidado, sino su incuestionable y vasta experiencia en las artes belicosas en las que él parecía pez en el agua. Sus movimientos eran fluídos como los de un río tranquilo, pero a su vez briosos como los de la bestia de prominente cornamenta a la que su armadura representaba. Sin duda un guerrero consumado y forjado desde el lamento, el sufrimiento y el dolor... solo un ser que hubiera pasado por todo aquello lucharía de la manera en que él lo hacía en estos momentos en los que la tensión era casi palpable.

No era una sopresa que reaccionara con tal agilidad, puesto que al final de cuentas se trataba de un caballero dorado, pero lo que sí parecía extraño era su cambio tan repentino de actitud. Pasaba drásticamente de ser un guerrero que solamente buscaba defenderse a uno totalmente distinto que acometía con una fuerza descomunal que podía sentirse aun cuando habían varios metros de distancia en medio de nosotros.

Las palmas de sus manos completamente desplegadas generaban un candor muy potente incluso antes de haber lanzado el ataque, pero cuando lo hubo realizado, la sensación pareció incrementarse casi mil veces. Podía ver varias ráfagas de cosmos acercándose a gran velocidad y en mis ojos se reflejaba la luz que emitía el recio ataque de Alexander.

- Entonces esto es el el Gran Cuerno... nada mal Alexander... nada mal... -

Coloqué mis brazos en frente buscando que la misma armadura del Lobo repeliera la agresiva ofensiva del Toro Dorado y esta respondió a mi llamado resplandeciente como siempre en sus característicos tonos verdes y azulados. Era una fortísima armadura forjada por los mejores artesanos de tierras lejanas extraviadas en el pasado y se consideraba capaz de soportar las peores agresiones jamás imaginadas...

Turno Defensivo:

Al menos esa era la reputación que le precedía hasta que Alexander y su Gran Cuerno se encontraron de frente con ella.

Sumergido entre el fulgor del impacto de la técnica de Tauro, pude sentir cómo una a una las piezas de bronce se iban quebrando y agrietando, sucumbiendo ante la presión del ataque, quedando reducida a simples fragmentos o partes de polvo que se disipaban en el aire mientras un grito viceral acudía desde lo más profundo.

- ¡¡¡YIIIIIAHHHHHHHH!!! -

Fui arrojado al doble de distancia de la que me encontraba y la caída no fue mucho más suave que el primer impacto. Ambos golpes hicieron mella en mi cuerpo y no me permitieron ponerme de pie hasta pasados unos minutos.

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Tos y sangre cruzaron mi garganta mientras me levantaba y concluí que el daño recibido había sido mayor de lo que mi cuerpo hubiera soportado en condiciones normales. Solo la fuerza de Hati me había permitido sobrevivir y esto no era algo que fuera a durar por mucho tiempo.

- Si este es el poder real de un Santo Dorado, comprendo entonces la presunción y egocentrísmo de varios de ustedes, pero ya ves... no se mata a un híbrido tan fácil. Alguien que es mitad lobo mitad caballero es capaz de soportar más de la cuenta y eso será lo que suponga tu muerte. -

Sentía el desgaste, pero no podía hacerlo evidente. Debía disimularlo y lo hacía bien, pero el tiempo no jugaba a mi favor. Tenía que matar a Alexander en el acto. Fue en ese instante en que concentré todo mi cosmos en una de mis piernas y tomando el impulso suficiente gané altura para ejecutar el que hasta el momento sería el más poderoso de mis ataques. Extendí mi pierna derecha manteniendo la izquierda semiflexionada y la potencia de mi ataque se enfocó en el pecho de Alexander que desde aquel punto parecía estar descubierto. Era una patada que contenía una fuerza inconmensurable y amenazaba con generar un grave daño.

-¡Esta Alexander, es la Patada Aerea más brutal que hayas conocido a lo largo de tu existencia! Nada habrá más fuerte que ella sobre la tierra o fuera de ella porque toda la ira de un lobo que ha perdido a su hermano está contenida en su interior. ¡Muere de una vez miserable Santo Dorado! -

Turno Ofensivo:

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