Misión para Marte (octubre)
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Misión para Marte (octubre)
Eso, vengo a pedir una misión para este mes
Presley- MODERADOR
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Re: Misión para Marte (octubre)
off: bien pres lo primero que debes hacer es una intro de no menos de 20 lineas presentandote ante un rey para encomendarte la mision.
hellkevin- MODERADOR
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Re: Misión para Marte (octubre)
Friedrich llegó a Berlín tras un viaje agotador de cinco días a caballo, durante el que tuvo el tiempo suficiente para reflexionar sobre su misión en la Tierra y su propósito de crear un mundo de utopía. Y así llegó a las puertas, con el corazón en un puño, y después de que el guardia le dejara entrar, se dirigió a los establos.
Al desmontar, notó que sus músculos agarrotados por fin se relajaban. Le dio el caballo al mozo de cuadra, luego se detuvo junto al pozo para beber un poco de agua, al principio a sorbos, después a tragos, y, al final, se la echó por encima, agradecido por quitarse la suciedad de la cara. Aunque todavía notaba la mugre del viaje sobre su cuerpo. Su túnica caía sucia y pesada, y tenía ganas de bañarse en las aguas relucientes del río Dahme. Lo único que ansiaba ahora era la soledad.
Mientras cruzaba las afueras de la ciudad, alzó la vista, más allá de las casuchas de los establos y el bullicioso mercado, hasta los senderos serpenteantes que llevaban a los baluartes de la fortaleza de los caballeros del Rey Adler I, conocidos como los guerreros blancos del Águila Imperial. Allí era donde la entrenaban y vivían bajo el mando de Adolph Hess, cuyo cuartel general estaba en el centro de las torres de la ciudad. A menudo se le veía mirando por la ventana de su torre, perdido en sus pensamientos, y Friedrich se lo imaginaba allí ahora, contemplando la ciudad. La misma que bullía de vida, brillaba a la luz del sol y estaba animada por los negocios.
Un caballero que rondaba por el lugar le llamó mientras cruzaba la plaza del mercado moteada de sol. Friedrich, se tranquilizó, echó hacia atrás los hombros y levantó la cabeza, intentando llamar desde el interior al Dios que permanecía aún medio dormido en su interior y que a ratos aparecía para tomar posesión completa de su recipiente.
Era Eldwin, un viejo amigo de Friedrich y de la familia Reinhold, además de guerrero blanco del águila imperial. Parecía como si el hombre le hubiera estado esperando, pasando el rato junto a una fuente en la pared.
— Friedrich, has vuelto.
Sonreía abiertamente, tan contento como un cachorro al verle.
Reinhold asintió despacio. Observó cómo, detrás de Eldwin, un comerciante mayor se refrescaba en la fuente y luego saludaba a una joven, que llegaba portando un jarrón decorado con gacelas. La mujer lo colocó en el muro bajo que rodeaba el pilón y empezó a hablar, entusiasmada, al tiempo que gesticulaba. Friedrich los envidiaba. Los envidiaba a ambos.
—Me alegro de ver que estás ileso —continuó Eldwin—. Confío en que tu último caso haya sido un éxito y que por este motivo hayas recibido una carta del rey solicitando tu presencia.
Friedrich ignoró el comentario y siguió observando a los de la fuente. Le costaba mirar a Eldwin a los ojos.
— ¿Está el Adolph en su torre? —preguntó, por fin, apartando la vista.
—Sí, sí. —Eldwin entrecerró los ojos como si de algún modo adivinara que le pasaba algo—. Enfrascado en sus libros, como siempre, pero sin duda te espera.
—Gracias, buen amigo.
Y al decir eso, dejó a Eldwin y a los ciudadanos que charlaban junto a la fuente, y se marchó. Pasó por los establos cubiertos, los bancos y los carros de heno, sobre el pavimento, hasta el suelo seco y polvoriento que se inclinaba bruscamente hacia arriba, la hierba agostada, quebradiza, bajo el sol; todos los caminos llevaban al castillo.
Nunca se había sentido tan en la sombra y se encontró apretando los puños mientras cruzaba la meseta y recibía el saludo de unos guardias conforme se acercaba a la fortaleza del rey, con un libro de derecho bajo el brazo izquierdo y los ojos atentos.
Había llegado al gran arco que llevaba a la barbacana y una vez más se le cayó el alma a los pies cuando vio una figura dentro que reconoció enseguida: Egbert.
Egbert estaba debajo de una antorcha que ahuyentaba la poca oscuridad que había en el arco. Estaba apoyado en la áspera piedra oscura, con la cabeza descubierta, los brazos cruzados y la espada en la cadera. Friedrich se detuvo y durante un momento los dos hombres se miraron mientras los ciudadanos se movían a su alrededor, ajenos a la vieja enemistad que florecía de nuevo entre los dos. Una vez se habían llamado hermanos. Pero de aquello hacía ya mucho tiempo.
Egbert, Teniente de los guerreros blancos del águila imperial, sonrió despacio, con sorna.
—Ah. Por fin estas aquí. —Miró con mordacidad sobre el hombro de Friedrich—
—¿No tienes nada mejor que hacer? —suspiró Reinhold.
—Te traigo un mensaje del Rey. Te espera en la biblioteca junto a Adolph —dijo el Teniente, que le indicó el camino al pasar—. Será mejor que te des prisa. Sin duda estás ansioso por lamerle las botas.
—Como digas una palabra más —replicó Friedrich—, pondré una queja ante tus superiores y pediré tu degradación inmediata.
Egbert respondió:
—Ya habrá tiempo para eso más tarde, hermano.
Reinhold le empujó con el hombro al pasar y continuó hacia el patio y la plaza de entrenamiento de los guerreros blancos, y luego hacia la entrada a la biblioteca del rey. Los guardias inclinaron la cabeza ante él, ofreciéndole el respeto que le correspondía a un abogado de su prestigio, y supo enseguida que, en cuanto se extendiera el rumor, su respeto sería un recuerdo.
Pero antes tenía que darle la terrible noticia al rey, y subió los escalones de la entrada a la biblioteca. Allí la sala estaba caliente, el aire cargado con su dulce fragancia habitual. El polvo danzaba en rayos de luz desde la gran ventana de la otra punta, donde estaba el Rey con las manos juntas a su espalda y mirando por una pequeña ventana hacía el exterior, mientras Adolph se encontraba a un costado de la entrada principal manteniendo la vigilancia. El rey era su maestro. Su mentor. Un hombre al que veneraba por encima de todos los demás. A quien había fallado. Al igual que el joven recipiente de Marte, en su juventud y antes de asumir su reinado, era abogado y era quién había iniciado en las artes jurídicas y de litigación a Friedrich.
Al hombre le rodeaban sus libros y manuscritos, miles de años de literatura y saber, tanto en estanterías como colocados en montones tambaleantes y polvorientos.
La lujosa túnica que vestía caía a su alrededor, el pelo largo se extendía sobre sus hombros y, como siempre, estaba pensativo.
—Maestro —dijo Friedrich y rompió el denso silencio. Agachó la cabeza.
Sin decir nada, el Rey Adler I se dio la vuelta y se acercó a su escritorio, debajo del cual se hallaban desperdigados unos pergaminos en el suelo. Miró al joven con una mirada despiadada. Su boca, oculta por la barba canosa, no reveló ninguna emoción hasta que por fin habló, al tiempo que le hacía una seña a su discípulo.
Presley- MODERADOR
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Re: Misión para Marte (octubre)
- off:
off: un arranque estupendo pres, lo unico que debes evitar es rolear las acciones de los personajes agenos como es el rey en este caso que usare para encomendarte la mision.
por otro lado solo tengo una obserbacion:
ahi nose si te falto el "nunca" o si es asi por lo que me parecio un poco raro. lo demas esta perfecto!
:--ohh... asi que eras tu, Joven Friedrich...(suspira lentamente) --
**Tras esas brebes palabras se puso de pie y camino lentamente hacia su pupilo mientras le susurraba sus preocupaciones con detenimiento**
:--Hay un traidor entre los nuestros...--
**Luego de eso prociguio lentamente unos pasos mas hacia aproximarse a la puerta principal de la sala tan solo para cerrarla y percatarse de que no hubiesen moros en la costa.**
:--Escucha con atencion porque no volvere a repetir esto. hace dos noches atras nuestro mas preciado tesoro fue robado de su pedestal, los guardias que vigilaban la entrad no detectaron siquiera movimientos en las cercanias y la fortaleza permanece al resguardo de cualquier asalto... es practicamente infranqueable... como diablos pudo pasar esto?... te dire, alguien desde dentro se hizo con el control de la seguridad para apoderarse de nuestra reliquia.--
hace dos noches atras...
Relata lo sucedido la noche del robo y luego habla con el rey para que te de indicaciones.
hellkevin- MODERADOR
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Re: Misión para Marte (octubre)
Según se cuenta por los pasillos lo sucedido la noche anterior un oficial del ejército enemigo a nuestro reino habría logrado acceder a la cámara de la Torre donde se encontraban las joyas de la Corona que reconocían al Rey Adler I como soberano de Alemania, las cuales habían sido custodiadas por Alger schweinsteiger, uno de los oficiales de mayor rango en el reino y el cual se había mantenido en su cargo por más de 15 años.
Según los mismos rumores, el oficial enemigo había logrado engañar al custodio, con el que le unía cierta amistad, para luego proceder a maniatarlo, golpearlo y robarle las llaves que daban a la habitación en que se encontraba la corona y varias piezas de la que se considera la colección de joyas más valiosas del planeta.
Con el fin de que la corona abultase menos, y poderla esconder entre sus ropas, le dio varios golpes aplastándola. El cetro real, el orbe y otras valiosas piezas también fueron sustraídas por tal sujeto y otros tres sujetos, pero alguien se dio cuenta de la presencia de los ladrones y dio la voz de alarma, iniciándose una persecución que provocó el deterioro de varias de las joyas y la perdida de algunas cuantas por el camino.
Los guardias que habían iniciado acciones persecutorias contra los individuos finalmente regresaron con las manos vacías, sin ninguna de las joyas robadas, ni tampoco con los delincuentes que habían profanado las inmediaciones reales y los tesoros del reino. Lo único que pudieron decir al respecto es que habían tomado uno de los caminos que llevaba a la costa norte de Alemania, quizás para dirigirse a Escocia o Inglaterra.
Presley- MODERADOR
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Re: Misión para Marte (octubre)
**Tras un ligero suspiro de frustraciones y malversidades, el rey dio media vuelta y retorno su posicion en el trono mientras encomendaba la labor de desacherse de aquellos intrusos que perpetraron los tesoros de su reino.**
:--Esos bandidos no se saldran con la suya me oyes? no se saldran con la suya!
Escucha joven Friedrich, estoy dispuesto a mandar a todas mis tropas a la guerra si es necesario, pero esta sera una mision de un solo hombre, entiendes? no puedes involucrar a nadie!--
:--Intenta obtener informacion adicional de lo sucedido, pero recuerda mantener el perfil bajo, no queremos alarmar a nadie.--
**Luego de eso, tomo un pequeño pergamino atado a una cinta roja que entrego de buena fe al elegido que conllevaria esta campaña**
:--Eso es todo, ahh, Friedrich... buena caza--
off:rol minimo 20 lineas
:--Esos bandidos no se saldran con la suya me oyes? no se saldran con la suya!
Escucha joven Friedrich, estoy dispuesto a mandar a todas mis tropas a la guerra si es necesario, pero esta sera una mision de un solo hombre, entiendes? no puedes involucrar a nadie!--
:--Intenta obtener informacion adicional de lo sucedido, pero recuerda mantener el perfil bajo, no queremos alarmar a nadie.--
**Luego de eso, tomo un pequeño pergamino atado a una cinta roja que entrego de buena fe al elegido que conllevaria esta campaña**
:--Eso es todo, ahh, Friedrich... buena caza--
off:rol minimo 20 lineas
hellkevin- MODERADOR
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Re: Misión para Marte (octubre)
Friedrich se abrió camino entre las palmeras y atravesó los establos y los puestos de los comerciantes al otro lado de los muros de la ciudad hasta que llegó a uno de las enormes e imponentes puertos al norte de Alemania. Conocía bien aquel lugar. Era el puerto más grande de Alemania, y el único que conec taba de forma directa la isla de Gran Bretaña. Allí habían vivido dos de sus objetivos el año anterior. Alzó la vista hacia la muralla que la rodeaba y sus baluartes. Oía la vida en el interior. Era como si la piedra también murmurara.
Primero, entraría y se subiría en uno de los buques que se dirigían hasta Inglaterra, pues ese sería el primer lugar donde buscaría a los ladrones. El éxito de su misión dependía de su capacidad para moverse de manera anónima por la multitud de calles. Desafiar a los guardias no sería un buen comienzo. Se bajó del caballo, lo ató y examinó los diferentes barcos que allí estaban atracados. Alzó la
vista una vez más y se sintió pequeño. Finalmente cuando decidió sobre el barco en el que viajaría solo le quedo adentrarse en el. Se abalanzó sobre la orilla para arrojarse al mar, y así evitar que los guardias que andaban por el lugar lo viesen intentando subir a uno de los barcos sin la autorización correspondiente. No eran barcos de mercaderes ni comerciales donde las familias viajaban por placer a diferentes lugares del mundo... Eran barcos de guerra que atracaban en busca de abastecimiento. por este motivo Friedrich tuvo que hacerse casi invisible ante los muchos oficiales y guardias que rondaban el lugar, tanto para adentrarse en el puerto como para movilizarse en el hasta llegar a donde atracaban los barcos.
Dentro del barco escogido, mantuvo la cabeza gacha y avanzó, con rapidez pero con cuidado, por la cubierta hasta llegar a la zona de bodega. Lanzó una mirada rápida a su alrededor antes de saltar hacia un cerro de paja y alfalfa apilado para alimentar a los caballos que se transportaban ahí. Escondido entre la paja comprobó que sus viejas habilidades habían vuelto, aunque no estaba moviéndose tan rápido o con tanta seguridad como antes. Notaba que le volvían. No, renacían. Y con ellas esa antigua sensación de euforia.
Cuando finalmente el barco zarpó del puerto, Friedrich había cogido algo de sueño, por lo que simplemnete se termino quedando dormido en el lugar esperando a que los guardias no lo encontrarán hasta que llegaran a tierra firme en dos días.
En todo ese tiempo tuvo que ir cambiado de escondite bastante seguido, puesto que los guardias bajabana a alimentar a los caballos, a revisar las armas, los alimentos... etc. Por lo que el mantenerse en el mismo lugar siempre era de gran riesgo para Friedrich. Pasados los dos días el barco llego al muelle de destino, momento en el cual el joven tenía que salir de su escondite y hacer abandono de los alrededores del muelle y del barco en el que había viajado. Cuando nadie observaba ni estaba atento a lo que sucedía, Friedrich salto de la cubierta para sumergirse en el mar y así escapar de la mirada de los curiosos. nado y nado hasta alejarse lo que más pudo del barco para que finalmente pudiera salir a la superficie y poder nadar en dirección a la orilla. Era como si estuviese en otro mundo.
— Tendré que encontrar nuevas pistas desde aquí, ¿pero cómo? No conozco mucha gente por aquí y estoy seguro que no tienen información de esos bandidos y es imperioso mantener mi bajo perfil en esta misión. Hasta ahora he logrado eso sin muchos problemas, pero desde aquí la cosa comienza a complicarse —
Friedrich torció el gesto.
vista una vez más y se sintió pequeño. Finalmente cuando decidió sobre el barco en el que viajaría solo le quedo adentrarse en el. Se abalanzó sobre la orilla para arrojarse al mar, y así evitar que los guardias que andaban por el lugar lo viesen intentando subir a uno de los barcos sin la autorización correspondiente. No eran barcos de mercaderes ni comerciales donde las familias viajaban por placer a diferentes lugares del mundo... Eran barcos de guerra que atracaban en busca de abastecimiento. por este motivo Friedrich tuvo que hacerse casi invisible ante los muchos oficiales y guardias que rondaban el lugar, tanto para adentrarse en el puerto como para movilizarse en el hasta llegar a donde atracaban los barcos.
Dentro del barco escogido, mantuvo la cabeza gacha y avanzó, con rapidez pero con cuidado, por la cubierta hasta llegar a la zona de bodega. Lanzó una mirada rápida a su alrededor antes de saltar hacia un cerro de paja y alfalfa apilado para alimentar a los caballos que se transportaban ahí. Escondido entre la paja comprobó que sus viejas habilidades habían vuelto, aunque no estaba moviéndose tan rápido o con tanta seguridad como antes. Notaba que le volvían. No, renacían. Y con ellas esa antigua sensación de euforia.
Cuando finalmente el barco zarpó del puerto, Friedrich había cogido algo de sueño, por lo que simplemnete se termino quedando dormido en el lugar esperando a que los guardias no lo encontrarán hasta que llegaran a tierra firme en dos días.
En todo ese tiempo tuvo que ir cambiado de escondite bastante seguido, puesto que los guardias bajabana a alimentar a los caballos, a revisar las armas, los alimentos... etc. Por lo que el mantenerse en el mismo lugar siempre era de gran riesgo para Friedrich. Pasados los dos días el barco llego al muelle de destino, momento en el cual el joven tenía que salir de su escondite y hacer abandono de los alrededores del muelle y del barco en el que había viajado. Cuando nadie observaba ni estaba atento a lo que sucedía, Friedrich salto de la cubierta para sumergirse en el mar y así escapar de la mirada de los curiosos. nado y nado hasta alejarse lo que más pudo del barco para que finalmente pudiera salir a la superficie y poder nadar en dirección a la orilla. Era como si estuviese en otro mundo.
— Tendré que encontrar nuevas pistas desde aquí, ¿pero cómo? No conozco mucha gente por aquí y estoy seguro que no tienen información de esos bandidos y es imperioso mantener mi bajo perfil en esta misión. Hasta ahora he logrado eso sin muchos problemas, pero desde aquí la cosa comienza a complicarse —
Friedrich torció el gesto.
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Re: Misión para Marte (octubre)
**Tras descender a tierra firme, la soledad no tardo en abandonar a Friedrich puesto que una persona muy peculiar decidio acercarsele tras verlo en la orilla en un extraño estado de abandono.**
Habla con el sujeto e intenta obtener algo de informacion, recuerda que no puedes revelarle a nadie tu identidad.
hellkevin- MODERADOR
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