Entrenamiento basico de Sappuris Mandragora

Hacia un día soleado, era un día común y corriente los arboles se agitaban con el pasar del fresco viento que se sentía en las orillas del arroyo del bosque del sur, no por ese motivo, no era un mal día para darse un baño ahí, pero ya sabia por que había venido, y no era para descansar, sino ponerse manos a la obra.
Observo un árbol solitario, en medio de un campo completo de césped verde muy colorido, y con algunas flores a su alrededor, decidió que ese era el lugar indicado para entrenar.
Sus motivos eran la búsqueda del poder no para matar, si no para dominar al enemigo que se le presentara
la fuerza lo era todo para el solo deseaba el poder, para dominar a la propia muerte. Deseaba vivir por siempre huyendo de todos los peligros que se presentaran solo con el fin de mantenerse vivo. En la espera de su entrenador decidio entrenar un poco para relajarse y encontrar cierta paz interior.
Como de costumbre. Justo en el centro de aquel lago comenzó a respirar profundamente, adoptando lentamente la posición de combate. De una forma espiritual, comenzó a sentir la vida que fluía a su alrededor, como el agua que se descongela en primavera, en busca de una nueva vida... un nuevo ciclo.
- Busca la verdad... busca el significado de tu vida...- Tras aquellas palabras y con los ojos cerrados lanzo un tremendo golpe a un tronco de la derecha utilizando su brazo derecho. De forma casi automática comenzó a golpear dicho tronco con puñetazos directos hacia el centro alternándolo con terribles patadas laterales. - El significado... todos lo buscamos, muchos creen encontrarlo, pocos lo hacen. -
Parecía una mañana tranquila, sin nada que llamase la atención. Pájaros que cantan a su amanecer, el rocio de las hojas deslizándose suavemente por las hojas y los animales comenzando su rutina diaria. La escueta tranquilidad de la zona, reinaba. - Sin pensamiento alguno... deja que fluya, que se apodere de ti... déjale que tome el control. - Sus palabras se veían eclipsadas con el sonido de sus golpes, los cuales se volvían mas iracundos a medida que transcurría el tiempo, con mas furia... con mas pesar en sus hombros. . Con un fervoroso golpe directo, atravesó uno de aquellos troncos, deteniéndose sin reaccionar... meditando sobre su situación.Con un respingo, comenzó a correr de forma inhumana hacia los demás troncos, saltando de forma abrupta, callendo entre ellos. Como una exhalación, comenzó a golpear de forma alternativa unos troncos y otros con golpes directos, laterales, terribles patadas e impredecibles barridos de pierna. En un apoteosis de fría concentración, los golpes de Susanoo se encadenaban en un haz de pura técnica, tan perfectamente ejecutada y con una elegancia tal que cualquiera diría que se encontraba ante un experto en la materia. Entre aquella hondanada de golpes Susanoo, con un gesto decidido seguía meditando y entrenando sus extremidades en busca de una disciplina mayor.