Petición para la armadura de la Lira
2 participantes
Página 1 de 1.
Petición para la armadura de la Lira
Desde que tengo recuerdos no puedo ver en mi interior el rostro de mis padres, como podrán saber soy un huérfano, pero no por eso significa que no haya sido feliz. La persona que cuidaba de mi se llamaba Arion. El me encontró una noche bajo un árbol de Arce rojo.
Uno de los árboles mas hermosos en el mundo en mi parecer. El viejo Arion tal como el significado de su nombre, era un “Músico”. Todos mis dotes musicales se los debo a él. Su instrumento favorito era la lira, tenía un sonido tan singular que ningún otro instrumento podía comparársele. Pero no por eso era el único que sabía tocar. Es mas!, el mismo construía instrumentos con lo que encontrara a su alrededor.
Nuestra vida era muy simple, éramos de la clase baja de la sociedad. Vivíamos en una moderada casa con un baño, el comedor, nuestra habitación y un pequeño cuarto que Arion me dijo que no podía abrir hasta que fuera mayor. A los 6 años ya podía tocar música con la lira junto con el. Así ganábamos dinero para el pan de cada día. El viejo Arion solía contarme en sus tiempos era un Juglar que viajaba alrededor del mundo encantando a las personas con su música. Pero no era un pasatiempos, ya que él era uno de los Legendarios Athena no Seinto (Caballeros de Athena).
Podíamos sobrevivir gracias a que las personas de los pueblos cercanos nos conocían a nosotros y a nuestra situación. Aquellos días por más hambre que tuviésemos éramos felices. Pero el destino quiso por alguna razón que esto cambiara…
Aquel día, ya cuando tenía 8 años, salí a tocar solo la Lira para tratar de obtener algo de dinero. Arion se había quedado en casa porque hacía varios días que se quejaba de migraña y no podía articular bien algunas partes del cuerpo por lo que solía tenderse en la cama y no levantarse por horas. Aún así ese día, ese maldito día de lluvia llegó con rapidez y sin anunciarse. Mientras tocaba una gota calló en mi frente y me dí cuenta que tenía que regresar antes de que oscureciera más. La pequeña llovizna de repente se convirtió en un pesado aguacero y las nubes se convirtieron en nubarrones de tormenta.
Los Relámpagos iluminaban mi camino cada tanto. Cuando estaba llegando solo vi una luz blanca que me cegó, entonces el sonido llegó a mis oídos de una manera tan fuerte que me desmayé.
Me desperté aturdido aún por el estruendo, miré alrededor y solo vi llamas, mi casa, los árboles todo en llamas. Ni siquiera la lluvía podía apagar tan furioso fuego.
Sin bacilar entré a mi casa cubierto con mi playera mojada por la lluvia para soportar un poco el sofocante humo. Tal como lo predecía mi miedo Arion estaba en la cama sin moverse. Corrí a su lado y esto es todo lo recuerdo que paso:
Saizo: Arion!! ARION!! Levántate rápido tenemos que salir de aquí cuanto antes!!. Vamos no es hora para estar tendido en la cama.
Arion no daba respuesta alguna, quise sacarlo afuera pero era inútil, a duras penas pude acercarlo hasta la puerta de la habitación.
Arion: Esta bien Saizo, ya no importa vete de aquí y sálvate!...
Saizo: Que estas loco!? Ya te he traído hasta aquí, ahora vendrás conmigo.
Arion: Deja de ser tan egoísta Saizo, yo ya he vivido lo suficiente. Jamás esperé que las cosas terminaran así pero creo que ya eres lo suficientemente mayor. Quiero que abras esa habitación que no quería que abrieras y que tomes lo de su interior. Pero rápido!!!
Yo solo obedecí y corrí como loco hacia la puerta, apenas toqué la puerta se derrumbó. En su interior había cientos de instrumentos rodeando una especie de Caja con la figura de una lira, tomé la caja por las agarraderas y salí hacia la puerta de salida. A todo esto Arion me estaba mirando desde la puerta de la habitación.
Arion: Saizo… Por favor… Cuídate mucho!!
Con lágrimas en mis ojos asenté con la cabeza y salí hacia fuera. La casa se derrumbó por completo. Y yo mirando desde fuera caí de rodillas y grite con todas mis fuerzas… Del llanto me había quedado dormido apoyado en la caja. Cuando me desperté estaba rodeado por el rocío de la mañana y las cenizas de mi antigua casa. Mire absorto a mi alrededor y vi mi Lira tirada en el suelo. Supe entonces lo que tenía que hacer.
Tomé mi Lira y llevé los restos del Viejo Arion y los enterré bajo el árbol del que me había rescatado de niño. Entonces me senté sobre la caja y comencé a tocar nuestra melodía favorita “Pegasus Fantasy ♪♫”. Estaba decidido tocar hasta la muerte. Tocar hasta que no pudiera más y cayera. Tocaría la canción para el hombre que me devolvió la vida y me iría con el hacía donde el destino lo dictara. Pero para ser francos nunca se sabe lo que nos depara la vida. Ya habían pasado 2 días, mis manos ensangrentadas y mi cuerpo estaba débil. Hasta que perdí la conciencia y caí. Ya era de noche y podía ver las estrellas brillar. Sentía que cada respiro era el último. Cerré los ojos y sentí que estaba parado en la nada. Pude ver una luz al final de camino. Pero creo que era un simple sueño.
De repente sentí un calor que me recorrió de nuevo el cuerpo. Cuando abrí lentamente mis ojos una persona me estaba cargando en brazos. Un hombre enorme con una especie de armadura dorada estaba a mi lado apoyado en un árbol. Había una fogata y unos peces calentándose en una varilla.
Caballero Dorado: Hey niño estas bien? Tus manos ya están vendadas. Por cierto el pescado ya está listo debes comer. Tu cuerpo no resistirá mucho tiempo si no lo haces.
Saizo: Por qué!?... Por qué me salvaste!?... Yo debería estar muerto!!! Por qué!!??
Caballero Dorado: Pero de que estas hablando?. Acaso es la muerte lo que estas buscando?
Saizo: No lo entenderías. Maldita sea…
El caballero Dorado solo me miró con cierta melancolía en sus ojos, entonces me dio la varilla de pescado y me dijo:
Caballero Dorado: Sabes, no conozco bien tus razones, pero todo lo que pasa en nuestra vida tiene un propósito. Además esa melodía que estabas tocando junto a esta Armadura. Acaso tu tienes alguna Relación con el Caballero Arion?
Saizo: Pero… ¿Cómo es que conoces a Arion?...
Caballero Dorado: Jajaja, lo suponía. Todos los caballeros dorados conocemos a Arion. Hace mucho tiempo solía tocarnos hermosas melodías en nuestro tiempo de ocio. Era inexplicable pero su música, sentía que nos hacía más fuerte cada vez que lo escuchábamos. Es una persona sumamente talentosa.
Saizo: “Era” una persona talentosa. Hace 2 días que ya ha fallecido.
Caballero Dorado: Pero… A que te refieres? Acaso Arion ha muerto?... Ya veo el era una persona muy importante para ti.
Entonces comencé a contarle todo lo que sabía a Aldebarán. El caballero no hizo ningún tipo de mueca, escucho con total seriedad mi historia y cuando terminé me gritó con fuerza:
Caballero Dorado: ¿¡Y ACASO CREES QUE MURIENDO LE DEVOLVERAS TODO LO QUE EL HIZO POR TI!?.
Tan solo eres un niño, no comprendes la fragilidad de la vida, estoy seguro que esta armadura Arion te la dio debido a que no pudo esperar un mejor momento para otorgártela. En ese caso, yo te enseñaré todo lo que sé. Pero solo si tu aceptas pelear por su recuerdo y por el bien que el defendió una vez.
Saizo: Yo… no se que decir… todo esto, esta pasando muy rápido…
Caballero Dorado: De acuerdo, pero debes saber que tu tienes el talento suficiente para convertirte en caballero. Yo estaba cerca de tu hogar por un encargo y lo que mas me llamó fue la energía armoniosa que me condujo hasta ti. Las notas que estabas tocando tienen un poder especial. Este poder es llamado el Cosmos que solo las personas fuertes saben usar.
Saizo: El… Cosmos..?
Caballero Dorado: En este mundo o destruyes o creas, pero para hacer eso se necesita una gran cantidad de concentración del espíritu. Del mismo modo que el universo surgió de una gran explosión y lo creó todo tu puedes hacer lo mismo con el universo que hay en tu interior. Nosotros los caballeros recibimos una energía sobrehumana gracias a la explosión cósmica que producimos en nuestro interior.
Saizo: Comprendo *Apreto el puño. Tienes toda la razón!, Arion no quisiera que desperdiciara mi vida así. Honraré su memoria y me convertiré en el caballero más fuerte sobre la faz de la tierra. Por favor caballero dorado, entréname!...
Caballero Dorado: Soy Aldebarán. Guardián de la Casa de Tauro. Acostúmbrate pequeño, a partir de ahora seré tu Maestro.
Saizo: Jeje, yo soy Saizo, mucho gusto Maestro Aldebarán.
A partir de ese día Aldebarán y yo entrenamos arduamente. Días de calor, frío, tormentas y nevadas. Todos eran iguales para nosotros, hasta el día de hoy que pude tocar mi armadura. Pero antes de aceptarme yo mismo como caballero, quiero que primero me acepte usted… Gran Patriarca!...
Uno de los árboles mas hermosos en el mundo en mi parecer. El viejo Arion tal como el significado de su nombre, era un “Músico”. Todos mis dotes musicales se los debo a él. Su instrumento favorito era la lira, tenía un sonido tan singular que ningún otro instrumento podía comparársele. Pero no por eso era el único que sabía tocar. Es mas!, el mismo construía instrumentos con lo que encontrara a su alrededor.
Nuestra vida era muy simple, éramos de la clase baja de la sociedad. Vivíamos en una moderada casa con un baño, el comedor, nuestra habitación y un pequeño cuarto que Arion me dijo que no podía abrir hasta que fuera mayor. A los 6 años ya podía tocar música con la lira junto con el. Así ganábamos dinero para el pan de cada día. El viejo Arion solía contarme en sus tiempos era un Juglar que viajaba alrededor del mundo encantando a las personas con su música. Pero no era un pasatiempos, ya que él era uno de los Legendarios Athena no Seinto (Caballeros de Athena).
Podíamos sobrevivir gracias a que las personas de los pueblos cercanos nos conocían a nosotros y a nuestra situación. Aquellos días por más hambre que tuviésemos éramos felices. Pero el destino quiso por alguna razón que esto cambiara…
Aquel día, ya cuando tenía 8 años, salí a tocar solo la Lira para tratar de obtener algo de dinero. Arion se había quedado en casa porque hacía varios días que se quejaba de migraña y no podía articular bien algunas partes del cuerpo por lo que solía tenderse en la cama y no levantarse por horas. Aún así ese día, ese maldito día de lluvia llegó con rapidez y sin anunciarse. Mientras tocaba una gota calló en mi frente y me dí cuenta que tenía que regresar antes de que oscureciera más. La pequeña llovizna de repente se convirtió en un pesado aguacero y las nubes se convirtieron en nubarrones de tormenta.
Los Relámpagos iluminaban mi camino cada tanto. Cuando estaba llegando solo vi una luz blanca que me cegó, entonces el sonido llegó a mis oídos de una manera tan fuerte que me desmayé.
Me desperté aturdido aún por el estruendo, miré alrededor y solo vi llamas, mi casa, los árboles todo en llamas. Ni siquiera la lluvía podía apagar tan furioso fuego.
Sin bacilar entré a mi casa cubierto con mi playera mojada por la lluvia para soportar un poco el sofocante humo. Tal como lo predecía mi miedo Arion estaba en la cama sin moverse. Corrí a su lado y esto es todo lo recuerdo que paso:
Saizo: Arion!! ARION!! Levántate rápido tenemos que salir de aquí cuanto antes!!. Vamos no es hora para estar tendido en la cama.
Arion no daba respuesta alguna, quise sacarlo afuera pero era inútil, a duras penas pude acercarlo hasta la puerta de la habitación.
Arion: Esta bien Saizo, ya no importa vete de aquí y sálvate!...
Saizo: Que estas loco!? Ya te he traído hasta aquí, ahora vendrás conmigo.
Arion: Deja de ser tan egoísta Saizo, yo ya he vivido lo suficiente. Jamás esperé que las cosas terminaran así pero creo que ya eres lo suficientemente mayor. Quiero que abras esa habitación que no quería que abrieras y que tomes lo de su interior. Pero rápido!!!
Yo solo obedecí y corrí como loco hacia la puerta, apenas toqué la puerta se derrumbó. En su interior había cientos de instrumentos rodeando una especie de Caja con la figura de una lira, tomé la caja por las agarraderas y salí hacia la puerta de salida. A todo esto Arion me estaba mirando desde la puerta de la habitación.
Arion: Saizo… Por favor… Cuídate mucho!!
Con lágrimas en mis ojos asenté con la cabeza y salí hacia fuera. La casa se derrumbó por completo. Y yo mirando desde fuera caí de rodillas y grite con todas mis fuerzas… Del llanto me había quedado dormido apoyado en la caja. Cuando me desperté estaba rodeado por el rocío de la mañana y las cenizas de mi antigua casa. Mire absorto a mi alrededor y vi mi Lira tirada en el suelo. Supe entonces lo que tenía que hacer.
Tomé mi Lira y llevé los restos del Viejo Arion y los enterré bajo el árbol del que me había rescatado de niño. Entonces me senté sobre la caja y comencé a tocar nuestra melodía favorita “Pegasus Fantasy ♪♫”. Estaba decidido tocar hasta la muerte. Tocar hasta que no pudiera más y cayera. Tocaría la canción para el hombre que me devolvió la vida y me iría con el hacía donde el destino lo dictara. Pero para ser francos nunca se sabe lo que nos depara la vida. Ya habían pasado 2 días, mis manos ensangrentadas y mi cuerpo estaba débil. Hasta que perdí la conciencia y caí. Ya era de noche y podía ver las estrellas brillar. Sentía que cada respiro era el último. Cerré los ojos y sentí que estaba parado en la nada. Pude ver una luz al final de camino. Pero creo que era un simple sueño.
De repente sentí un calor que me recorrió de nuevo el cuerpo. Cuando abrí lentamente mis ojos una persona me estaba cargando en brazos. Un hombre enorme con una especie de armadura dorada estaba a mi lado apoyado en un árbol. Había una fogata y unos peces calentándose en una varilla.
Caballero Dorado: Hey niño estas bien? Tus manos ya están vendadas. Por cierto el pescado ya está listo debes comer. Tu cuerpo no resistirá mucho tiempo si no lo haces.
Saizo: Por qué!?... Por qué me salvaste!?... Yo debería estar muerto!!! Por qué!!??
Caballero Dorado: Pero de que estas hablando?. Acaso es la muerte lo que estas buscando?
Saizo: No lo entenderías. Maldita sea…
El caballero Dorado solo me miró con cierta melancolía en sus ojos, entonces me dio la varilla de pescado y me dijo:
Caballero Dorado: Sabes, no conozco bien tus razones, pero todo lo que pasa en nuestra vida tiene un propósito. Además esa melodía que estabas tocando junto a esta Armadura. Acaso tu tienes alguna Relación con el Caballero Arion?
Saizo: Pero… ¿Cómo es que conoces a Arion?...
Caballero Dorado: Jajaja, lo suponía. Todos los caballeros dorados conocemos a Arion. Hace mucho tiempo solía tocarnos hermosas melodías en nuestro tiempo de ocio. Era inexplicable pero su música, sentía que nos hacía más fuerte cada vez que lo escuchábamos. Es una persona sumamente talentosa.
Saizo: “Era” una persona talentosa. Hace 2 días que ya ha fallecido.
Caballero Dorado: Pero… A que te refieres? Acaso Arion ha muerto?... Ya veo el era una persona muy importante para ti.
Entonces comencé a contarle todo lo que sabía a Aldebarán. El caballero no hizo ningún tipo de mueca, escucho con total seriedad mi historia y cuando terminé me gritó con fuerza:
Caballero Dorado: ¿¡Y ACASO CREES QUE MURIENDO LE DEVOLVERAS TODO LO QUE EL HIZO POR TI!?.
Tan solo eres un niño, no comprendes la fragilidad de la vida, estoy seguro que esta armadura Arion te la dio debido a que no pudo esperar un mejor momento para otorgártela. En ese caso, yo te enseñaré todo lo que sé. Pero solo si tu aceptas pelear por su recuerdo y por el bien que el defendió una vez.
Saizo: Yo… no se que decir… todo esto, esta pasando muy rápido…
Caballero Dorado: De acuerdo, pero debes saber que tu tienes el talento suficiente para convertirte en caballero. Yo estaba cerca de tu hogar por un encargo y lo que mas me llamó fue la energía armoniosa que me condujo hasta ti. Las notas que estabas tocando tienen un poder especial. Este poder es llamado el Cosmos que solo las personas fuertes saben usar.
Saizo: El… Cosmos..?
Caballero Dorado: En este mundo o destruyes o creas, pero para hacer eso se necesita una gran cantidad de concentración del espíritu. Del mismo modo que el universo surgió de una gran explosión y lo creó todo tu puedes hacer lo mismo con el universo que hay en tu interior. Nosotros los caballeros recibimos una energía sobrehumana gracias a la explosión cósmica que producimos en nuestro interior.
Saizo: Comprendo *Apreto el puño. Tienes toda la razón!, Arion no quisiera que desperdiciara mi vida así. Honraré su memoria y me convertiré en el caballero más fuerte sobre la faz de la tierra. Por favor caballero dorado, entréname!...
Caballero Dorado: Soy Aldebarán. Guardián de la Casa de Tauro. Acostúmbrate pequeño, a partir de ahora seré tu Maestro.
Saizo: Jeje, yo soy Saizo, mucho gusto Maestro Aldebarán.
A partir de ese día Aldebarán y yo entrenamos arduamente. Días de calor, frío, tormentas y nevadas. Todos eran iguales para nosotros, hasta el día de hoy que pude tocar mi armadura. Pero antes de aceptarme yo mismo como caballero, quiero que primero me acepte usted… Gran Patriarca!...
Saizo- APRENDIZ
- Cantidad de envíos : 12
Fecha de inscripción : 20/04/2012
Re: Petición para la armadura de la Lira
Muy buen rol. ¡Felicidades! Como premio a tu esfuerzo serás liberado del reto, por el cual ya tienes tu armadura. Dirígete a la sección "Escuela de caballeros" y dentro de "Entrenamiento básico" crea un nuevo tema para comenzar con tu entrenamiento.
Guardiana Zodiacal- JUEZ
- Sexo :
Cantidad de envíos : 3790
Fecha de inscripción : 05/03/2012
Localización : Santuario
Temas similares
» Petición para la armadura de Lira
» Peticion de armadura de Lira
» Peticion Armadura de la Lira
» Peticion de la armadura de Lira.
» peticion armadura de lira
» Peticion de armadura de Lira
» Peticion Armadura de la Lira
» Peticion de la armadura de Lira.
» peticion armadura de lira
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.