entrenamiento de batalla para deep1(marzo)

**Un radical giro dió notables suspiros de aliento en la pelea, demarcando una nueva presencia en la inesperada sorpresa del guardián de la puerta. Puesto que para el soldado protector de tal potestad, su impregnanante rostro de incertidumbre, fué la conmoción más espeluznante  que pudo evidenciar a lo largo de su experiencia por los recónditos parajes del oeste infernal. Su quebrantada mirada, yacía perpleja sobre quien por su cadáver intentaba traspasar la última barrera que sobrellevaría hacia el final del recorrido, frente al mismísimo imperial fronterizo ubicando al mundo de las deidades supremas detrás, como si tan solo fueran simples cortinas de humo dispuestas a ser atravesadas en lo que resta su agonía, al igual que la misma que se desprendía de aquellos poros tan erizados por el fugaz terror que ascendía y descendía por todo su allanado ser.

Sin duda, una sorpresa grata fue lo que derribó este mural de perspectivas arrogantes como la simple idea se una pronta subestimación hacia esta intrépida y voraz muchacha. Pues penetrar en su increíble mirada, tan solo era de hacer notar la perdición incesante, helando toda posibilidad de reacción ante la misma casi como una total parálisis corporal mediatizado de su incalculable hedor apocalíptico, el cual se desprendía de manera prolongada por todo el ambiente. Esta vez, las cosas serian distintas, por lo que al parecer, todas la barreras que retenían a la bestia ya habían cesado su voluntad, dejando a merced de su disposición así como un libre albedrio puesto en escena y gratificando desquitadamente una furia demoledora, con la cual este demonio pensaba acabar con el único objetivo en frente… Hashirama, que para su infortunio, su cuerpo permanecía inmóvil y casi sin vida, pero aun era muy pronto para desaparecer, puesto que la carnicera del averno aun seguía expeliendo su mundo interno en la manifestación que esos ojos tan aterrados observaban.

Tras el pasar de los minutos, el turbio ambiente comenzaba a apaciguarse, puesto que la ráfaga cósmica exaltada por la muchacha ya había completado su curso, ahora mismo su intensidad latente era expuesta nada más que alrededor de su esbelto y tétrico cuerpo de damisela endemoniada. Por otra parte, el pálido instinto del guardián de ese mundo distantemente elevado para desprestigiados, era lentamente consumido con lo que quedaba de su fiel expresión ameritada por sus extenuadas fuerzas ya apoderadas por un mal inconcebible… un mal que entre la vida y la muerte, permanece sujeto al margen que las une y entrelaza como ningún otro ser viviente puede permanecer.

Este asecho tan tenaz como sublime, es proveniente de las formas de existencia más diminutas jamás conocidas por el hombre en su total plenitud así como su total vastedad de información y conocimiento respecto de las mismas. Puesto que se trata de las microparticulas que abundan a lo largo de la vida en la tierra y en la muerte de este audaz infierno que hoy día, da a conocer por primera vez una pequeña y allegada parte de su poder en manos de una extremada manipulación a costas de esta jovenzuela y su cometido por el reinado del submundo. Ahora, con el poder de estos engendrados parásitos dentro del sucumbido apresado, nada mas queda el desahogo perfecto para librar una serie de duras golpizas a libre voluntad sin siquiera esperar defensa al respecto.

Finalmente, con su enemigo desvaneciéndose con la mirada impresa en agonía, sus finos pasos fueron envueltos en una serie de ansiadas incógnitas, por lo que pronta a ser recibida del otro lado de aquellos murales, se dispuso a calmar esa horripilante sed de sangre e ir en busca del poder sagrado a tan solo unos pasos de proclamar su llegada hacia la tan aclamada puerta que cambiaria el destino de la historia. Y así, tras poder alcanzarla, pudo presenciarse con lo que allí la sorprendió antes de cruzarla, puesto que observó detenidamente por unos minutos lo que la perplejaba mediante mas incognitos misterios, ya que lo que encontró detrás fue nada menos que…**