Entrenamiento básico para Armadura de Hércules

** Pabloc alcanzó a escuchar la indicación que le dejó Nachi, pero fue tal el alivio que le produjo saber que había contestado correctamente la pregunta que se desvaneció hasta caer al piso. La presión lo había afectado evidentemente.
Cuando al cabo de unos minutos pudo recobrar la conciencia, el escenario en el que se encontraba era totalmente distinto al que recordaba de unos instantes atrás: Ya no estaba en aquel campamento devastado, sino que parecía estar atrapado en una especia de domo hecho completamente de tierra. Otra vez su cuerpo y su mente volvieron al estado de alerta.

[ ¿Cómo es que terminé aquí dentro?. ¿Acaso será otro reto que me impone la Armadura de Hércules? ]

Lo cierto es que no tenía tiempo que perder, porque el aire no abundaba allí dentro y porque debía alcanzar a Nachi lo antes posible en el verdadero campamento de entrenamiento.

Pabloc cerró los ojos y apretó los puños:

- ¡Si lo que quieren es probar mi fuerza, ahora verán! – Gritó mientras comenzaba a dar una serie de golpes fuertísimos contra una pared del domo -

Antes de que perdiera el aliento por el esfuerzo que estaba realizando, los pedazos de tierra comenzaron a desprenderse de la pared del domo.

[ De haber continuado un instante más ahí hubiese muerto ahogado], pensó mientras recobraba el aire.

Sin perder un instante más, Pabloc empezó a seguir los pasos que había dejado Nachi sobre el camino aún lleno de barro, tal como lo había hecho antes con los extraños que lo asaltaron en su taller y que lo terminaron llevando a ese antiguo campamento.

En poco menos de dos horas Pabloc había recorrido un largo trecho: Había dejado atrás el Paso Ofesio y se encontraba por cruzar el Bosque Pasmaro. Sabía que de conseguir eso, no le faltaría mucho para encontrar el lugar señalado por Nachi.
Los árboles y arbustos más diversos ocupaban casi toda la superficie de aquel bosque, lo que dificultaba un tanto la visión y el paso. Mientras se encontraba haciendo un enorme esfuerzo por no perderse dentro de aquel lugar, Pabloc cayó en una trampa y el golpé que recibió al caer lo dejó un poco mareado.

- Jajaja, miren… Otro tonto cayó en la trampa - escuchó desde el fondo del pozo.
- ¿Quiénes son ustedes y qué quieren? – gritó desde el fondo -
- Jajaja, quienes somos no te importa, pero te aviso que si quieres vivir, tendrás que darnos todo lo que tengas -
- Les advierto que no tengo mucho dinero, y además no puedo perder tiempo con nada… -
- ¿Acaso te estás rehusando a darnos el dinero?, ¿crees que somos una perdida de tiempo?... - Pronunció otro de los malvivientes que se encontraba en la cima de aquel agujero en el que había caído Pabloc.
- Es que no entienden… No quiere pelear y no puedo perder el tiempo -
- ¡Entonces tendrás que pagar con tu vida! – le advirtió el más grande de los tres sujetos, mientras comenzaban a tirarle piedras.
- No me dejan opción – pronunció Pabloc mientras salía con un solo movimiento de aquel pozo en el que se encontraba.

El asombro de los tres hombres fue total: no entendían como había logrado salir de ahí por sus propios medios.

- ¡No quise llegar a esto, pero ustedes me obligaron! - gritó Pabloc mientras lanzaba una serie de golpes, con los que lograba derribar a los tres ladrones del bosque.

Sin mirar atrás, pero sabiendo que aquellos hombres ya no lo molestarían, Pabloc siguió su camino por el bosque Pasmaro y antes de que se diera cuenta, había logrado atravesarlo. Esta era una señal de que ya no le faltaba mucho, entonces aumento el ritmo de su caminar.
Se encontraba subiendo una explanada cuando la visión le otorgó la imagen que más deseaba: El campamento de entrenamiento se encontraba ante sus ojos.
Una sonrisa ganó por completo la cara de Pabloc.
Hizo una pequeña pausa y gritó lo más fuerte que pudo:

- ¡Nachi aquí estoy! – Como sabiendo que en algún lugar de aquel enorme sitio, alguien estaba aguardando su llegada. **