Ficha de Vatra de Wyvern
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Ficha de Vatra de Wyvern
Parámetros Físicos y Psicológicos:
Nombre: Vatra
Edad: 26 Años
Nacionalidad: Griego
Signo: Escorpio
Aspecto:
El aspecto de Vatra es el de un hombre joven. Su cuerpo ya alcanzo la madurez y se luce a través de su musculatura fibrosa. Su mirada es fría y carente de afecto alguno. Posee 1, 88 mts de altura y su peso esta alrededor de los 90 kilogramos. Su voz es firme y de un tono grueso. Su cabello se presenta con un tono verde claro y un tanto apagado. Sobre sus ojos de mediano tamaño se presentan sus abundantes cejas las cuales muestran la particularidad de estar unidas.
Perfil Psicológico: Vatra es un guerrero sumamente orgulloso y perspicaz. No dudará en sacar ventaja por sobre su oponente si la situación se presenta. Sabe imponerse en el momento justo y no tolera las transgresiones. Su mente trabaja de manera abierta intentando recrear todas las posibilidades que pueden producirse a partir de una situación singular, lo que lo convierte en un oponente demasiado listo. Su más grande deleite es el jugar con sus adversarios hasta despojarlos de toda motivación, momento en el cuál decide dejar de jugar y acabar con lo comenzado. A pesar de lo frío de su carácter su pasado lo atormenta y a veces esto produce reacciones que serían impropias de una persona de su talla.
Historia:
Nombre: Vatra
Edad: 26 Años
Nacionalidad: Griego
Signo: Escorpio
Aspecto:
El aspecto de Vatra es el de un hombre joven. Su cuerpo ya alcanzo la madurez y se luce a través de su musculatura fibrosa. Su mirada es fría y carente de afecto alguno. Posee 1, 88 mts de altura y su peso esta alrededor de los 90 kilogramos. Su voz es firme y de un tono grueso. Su cabello se presenta con un tono verde claro y un tanto apagado. Sobre sus ojos de mediano tamaño se presentan sus abundantes cejas las cuales muestran la particularidad de estar unidas.
Perfil Psicológico: Vatra es un guerrero sumamente orgulloso y perspicaz. No dudará en sacar ventaja por sobre su oponente si la situación se presenta. Sabe imponerse en el momento justo y no tolera las transgresiones. Su mente trabaja de manera abierta intentando recrear todas las posibilidades que pueden producirse a partir de una situación singular, lo que lo convierte en un oponente demasiado listo. Su más grande deleite es el jugar con sus adversarios hasta despojarlos de toda motivación, momento en el cuál decide dejar de jugar y acabar con lo comenzado. A pesar de lo frío de su carácter su pasado lo atormenta y a veces esto produce reacciones que serían impropias de una persona de su talla.
Historia:
- Primera Parte:
- **Los pasos se detuvieron, el sonido desapareció por completo. Los ojos del Espectro de Worm vibraban dentro de sus orbitas, producto del esfuerzo que ejercían para poder ver a través de aquella completa oscuridad que lo llenaba todo. Un brillo fantasmagórico de tonalidad violácea se presentó frente al Espectro, dibujando de manera dispersa una figura humana familiar pero desconocida a la vez. La vista cambió su ángulo repentinamente, pero aquello no fue percibido con importancia.Contemplando el suceso desde este nuevo ángulo, se veía a si mismo a lo lejos. Vatra podía verse hablando con aquella figura lumínica y tenue. Pero por alguna extraña razón, él no era el que elegía aquellas palabras que su figura hablaba. El cuerpo que contemplaba como suyo, se mostraba nervioso. Sus brazos y piernas se movían de manera explosiva, como cuando un niño comienza un berrinche. La tonalidad de su voz mostraba ira, resentimiento y violencia al hablar. Sa vista, ahora se posaba sobre aquella figura desconocida y familiar, aquella persona delineada a partir de la tenue luz violácea y translúcida. Los párpados de aquella figura cayeron como pesadas persianas junto con su cabeza, que se inclinó levemente hacia abajo como quien se negara a escuchar una sola palabra más.**Figura Lumínica: Con voz lenta y sumamente confiada --¿Es que acaso te atreves a desafiarme? Tu tiempo ha acabado. Aquellos compases que escuchaste anteriormente no fueron pasos. Fue tu tiempo, y se ha agotado. Esta nueva era de batallas esta lejos de acabar, el tiempo nos presiona constantemente y en mi situación actual no dispongo de sobra para regalarle a alguien como tú. Este fue mi plan desde el comienzo, lo sabes perfectamente o acaso... ¿Necesitas que te recuerde quién soy?. -- Un momento de completo silencio ocurrió antes de que su voz retornara al lugar. --Necesito un nuevo recipiente de inmediato y estas ocupándolo ahora mismo. Te lo advierto gusano, si sigues aqui para cuando yo llegue... me encargare personalmente de destruirte por completo y ya no pertenecerás a ningún mundo. Ningún Dios podrá ayudarte cuando tu cabeza explote entre mis mandíbulas.--**La fantasmagórica presencia se dispersó en la oscuridad. La vista volvió al ángulo inicial. El Espectro de Worm comenzó a temblar, su cuerpo estaba repleto de terror, se sentía claramente el paso de un sudor frío recorriéndolo por completo. Pero por alguna razón, Vatra se sentía ajeno frente a aquella sensación, como si aquellos individuos que supieron ser uno solo, ya no lo fueran.La oscuridad comenzó a disiparse, las vueltas comenzaron a detenerse, los sonidos salvajes volvían a escucharse y la vista se aclaraba lentamente. La brillante noche volvía a apreciarse pero dentro de ella una nueva estrella se había revelado. Su brillo no era blanco y pálido como el de las otras, era mucho más hermoso, violáceo y lleno de vida.De pronto, una ráfaga de viento comenzó a agitar las copas de los árboles más altos que circundaban el claro. El ruido de ramas quebrándose bajo el paso de hombres armados llegó hasta los oídos del Espectro. Los guerreros rodearon su cuerpo y aquel hombre que los comandaba exclamó rápidamente.**Comandante: --Ve rápido hacia el Santuario y dile al primer oficial al mando de la defensa que ya hemos hallado al canalla que estábamos buscando. Infórmale que lo estamos llevando hacia allá. Y no pierdas el rumbo, el camino de vuelta al Santuario es por aquella dirección--**Concluyo el comandante, mientras señalaba en dirección a un cordón montañoso que se ocultaba tras la arboleda. Aquel soldado raso salió corriendo de inmediato a toda velocidad hacia la dirección indicada. El resto comenzó a levantar el cuerpo casi muerto del Espectro sujetándolo desde sus extremidades. Mientras esto sucedía la mirada de Vatra estaba fija en aquella estrella violácea que comenzaba a rajar el cielo en dos, mientras descendía hacia la tierra.La Sapuri de Worm comenzó a cubrirse lentamente de pequeños destellos de luz, el comandante recién acababa de dar la orden para trasladar el cuerpo del Espectro hacia el Santuario cuando él mismo gritó desesperadamente.**Comandante: --Aaaaaaaltoooooo! Que nadie de un paso más! Algo se aproxima desde el cielo!--**El viento aumentó su fuerza, sacudiendo fuertemente y hacia abajo las copas de los árboles. El pasto de tonalidad verde oscura comenzó a reflejar sobre sí mismo un color violeta extremadamente brillante. Hojas y pequeñas ramas fueron arrancadas por igual debido al repentino cambio de corriente. Todos los soldados alzaron su vista hacia aquel fulgor estelar. Los pequeños destellos que habían aparecido sobre la Sapuri de Worm se habian aunado en uno, mucho más grande pero de potencia lumínica inferior al que estaba en camino.El cuerpo de Vatra comenzó a temblar de manera frenética y descontrolada, los soldados que lo sujetaban se vieron forzados a dejar de mirar hacia el cielo, para intentar contener la fuerza de aquellos temblores. Desde este comenzó a desprenderse aquella luz que ascendió rápidamente hacia el cielo, perdiéndose a lo lejos, entremezclándose como una simple estrella más. Los ojos de Vatra se voltearon, de su boca se desprendían hilos de baba que fluían apenas tibios hacia abajo, su cabeza se reclino lentamente hacia atrás y la Sapuri de Worm que una vez lo cubrió, se deshacía rápidamente como si de arena se tratara.El comandante alzó su arma hacia el cuerpo celestial que se aproximaba a toda velocidad y en caida libre, como intentando ensartarla durante su trayectoria. Pero esto no surtió efecto alguno, ya que la misma no se dirigía hacia él. El fulgor estelar hizo contacto con el cuerpo de Vatra y desapareció dentro de él, de un modo tan rápido como el que había arribado.Ahora no era solo el cuerpo de Vatra el que se encontraba temblando, sino el de todos los soldados atenienses, incluyendo a su comandante. Debido al gran miedo que generó la situación, los soldados soltaron el cuerpo de forma inmediata, dejándolo caer al suelo, pero esto último jamás sucedió.El cuerpo de Vatra comenzó a irradiar una luz tan poderosa como la de aquella estrella que se adentró en él. El resplandor era tan poderoso, que los soldados se vieron obligados a apartar la vista de él. Nadie podía ver hacia el interior del destello, pero dentro de este, muchas cosas estaban ocurriendo.Vatra retomó la conciencia, pero ya no se sentía como antes, como si este Vatra no fuera el mismo Vatra del pasado. Al contemplar sus manos, veia como las mismas cambiaban rápidamente, se veian más grandes, más fuertes y mas jóvenes. Lo mismo sucedía en sus brazos, piernas y el resto de su cuerpo. Estaba adoptando una nueva forma, una forma desconocida y a la vez familiar. Comenzaba a sentir el poder de esta nueva forma, era tremendo, parecía no tener límite alguno, nunca antes había experimentado algo similar en su vida.Unas mechas de cabello color verde claro se asomaban alrededor de su mirada, la cual no podía dar crédito a lo que estaba sucediendo con su cuerpo. De pronto una sensación de nuevos sentimientos e ideales comenzaron a acoplarse con sus propios sentimientos e ideales. La estrella estaba logrando su cometido, había expulsado a la anterior y ahora estaba apoderándose de su nuevo recipiente. Los pies de Vatra tocaron el suelo, sus puños se cerraron con fuerza y miraban hacia el suelo, sus brazos se mostraban extendidos y cruzados entre sí, uno sobre el otro. Su vista admiraba con mucha algarabía la desesperación de aquellos soldados atenienses. Una sonrisa se dibujó bruscamente en su rostro, y tras alzar sus brazos hacia el cielo, la luz que lo rodeaba explotó de manera violenta, dando lugar a una sucesión de grandes ondas de energía que arrasaron con todo a su paso. Entre los gritos de desesperación y agonía una voz se impuso sobre todas las demás.**
Vatra: --GREATEST CAUTION !--
**Minutos más tarde, refuerzos ateniense que habían contemplado y escuchado la explosión desde el Santuario, se hicieron presentes en aquel lugar en donde una vez supo existir un tranquilo claro, donde el color la sangre no encajaba del todo bien. El lugar estaba completamente arrasado, olía a muerte y miseria. Ahora era el color verde el que no encajaba del todo bien. Y ya no había nada más que despojos de lo que alguna vez habían sido humanos.**
- Segunda Parte:
- **El entorno no parecía responder a nada antes visto por Vatra. A lo lejos, se podían ver planetas, estrellas, cometas, asteroides y toda clase de cuerpos celestes, era como estar luchando en el espacio exterior. Sin embargo, existían 6 estatuas que rodeaban de manera circular a los contendientes. Estas estatuas tenían el aspecto físico de Vatra, pero cada una de ellas carecía de algo.
La primera estatua, no tenía ojos. La segunda, no tenía boca. La tercera, no tenía orejas. La cuarta, no tenía nariz. La quinta, no tenía brazos. La sexta y última de las estatuas, tenía arañas por encima de ella.
Al verlas y pensar en ellas, se distrajo demasiado, su oponente aprovecho ese momento para atacarlo, y eso le costó la integridad de sus oídos. Un fuerte grito de dolor invadió el lugar.**
Vatra: --AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRGGGGG!--
**Tras el impacto y la respuesta sonora. El cuerpo de Vatra caía por el espacio, mientras lo hacía, la sangre que de sus oídos se desprendía, se apartaba de él y seguía un camino distinto, flotando libremente por el espacio exterior.**
Vatra: [¿Qué demonios sucedió?. Solo me distraje por un momento y esa maldita estrella de alguna manera ha logrado herirme gravemente.] Pensó mientras intentaba detener su caída y recuperar la estabilidad.
**Al lograrlo, Vatra colocó su vista directo sobre aquella estrella, por alguna extraña razón, la estrella estaba enfrente de él, y ambos seguían rodeados por las mismas 6 estatuas. El humano se sentía desorientado, la vista no era del todo clara, y algo húmedo recorría su piel, al tocar la humedad que sentía y tras ver su mano llena de sangre, Vatra entendió que aquella estrella no buscaba nada bueno, y su gran orgullo lo hizo reaccionar de inmediato.**
Vatra: --¿Qué pretendes de mí? ¿Por qué no eres como las demás estrellas de alrededor? ¿Por qué me atacas?-- Una pausa fue dada por Vatra para que la estrella respondiera, pero al ver que no sucedió nada agrego --¿Entonces jugaras ese papel? Prepárate entonces, serás convertida en polvo de estrella, maldita!--
**Apenas el humano intentó atacarla, la estrella desarrolló un gran fulgor, para los ojos del humano, no existió en aquel instante algo distinto de aquel fulgor violáceo y en extremo brillante. Las manos de Vatra cubrieron sus ojos, los párpados se cerraron apenas unos milisegundos más tarde de la existencia de aquel destello, sin embargo ya era tarde. Los ojos del humano estaban sumamente lastimados y no podía ver a través de ellos.
Otro grito de extremo dolor y agonía fue expuesto en batalla por el humano. Sin duda alguna esto debió irritar mucho a la estrella, porque en tan solo unos breves instantes, atacó al humano sin piedad alguna, despojándolo de todos sus otros sentidos.
El cuerpo del humano, caía una vez más por el espacio. Ya no podía ver, ni hablar, ni oler, ni sentir, ni siquiera podía advertir el peligro inminente que su vida corría. El espacio exterior es un lugar sumamente frío, su cuerpo se estaba congelando lentamente, debido a que su cosmos estaba bajo, culpa de los ataques de aquella estrella maligna.
Fue entonces cuando, careciendo de todos sus sentidos, logró percibir unas pequeñas variaciones sobre él. Escuchaba a alguien o algo, pero no a través de los sonidos, sino como si tuviera un lazo mental o espiritual con ese otro ente. De alguna manera, él podía escuchar a esta otra entidad. Al principio no comprendía nada en lo absoluto, eran como pequeños ruidos o distorsiones, pero tras intentar contactarse con ese otro ente, tras permitirle entrar en contacto, todo fue más claro.**
Ente: --Sigues siendo el mismo, por eso morirás.--
Vatra: --¿Sigo siendo el mismo? ¿Qué se supone que eso significa?--
Ente: --Nunca antes has estado en un lugar como este, sin embargo, actuaste de la misma manera que siempre lo has hecho. No has sabido adaptarte al cambio, sigues siendo el mismo.--
Vatra: --CALLATE! ¿Qué sabes tú de mí?--
Ente: --Completamente todo. Yo soy tu. Pero en un modo distinto. Soy un Vatra cambiado, renovado, un Vatra cuyo poder no conoce límites ni fronteras. Por eso jamás podrías siquiera tocarme. No has sabido adaptarte al cambio, sigues siendo el mismo.--
Vatra: --¿Qué estás diciendo? Tú no eres yo! Eso es una mentira!--
Ente: --Eso solo puede ser decidido por ti. No has sabido ver a tiempo, por eso te quite la vista. No has sabido hablar correctamente, por eso te saque el gusto. Tu actitud me hizo enojar de sobremanera, y extinguí a todos tus otros sentidos. ¿Quieres saber en dónde se encuentran? ¿Quieres recuperarlos?--
Vatra: --¿Qué dices, tú me los has quitado a todos? Eres esa maldita estrella! Sabía que mentías! Devuélveme mis sentidos ahora mismo.--
Estrella Maligna: --No comprendes aún. Eres más parecido a mí de lo que pensaba, estas a punto de morir y aun así, sigues luchando para recuperar lo que fue tuyo. Devuélvelos a ti con tu propia fuerza, solo te he quitado 6 de sus 7 sentidos. Ahora son míos, pero aun tienes 1 con el cual luchar. Tu cuerpo está próximo a ser sellado por el frío espacio.--
Vatra: --¿Que mi cuerpo qué? ¿El frio espacio? Es verdad, estábamos luchando en el espacio exterior, si no dispongo de ninguno de mis sentidos, no podría percibir de ninguna manera el frio del espacio. Pero la estrella ha dicho que aún dispongo de... Es cierto! Mi maestro me ha enseñado acerca de su existencia! Mi maestro me enseño a usarlo. El 7mo sentido, es aquel que le permite a un guerrero tener el pleno control de sus poderes y habilidades, es el que aumenta el poder del cosmos que poseemos. El 7mo sentido es la clave!--
**Tras dichas palabras, el cosmos de Vatra comenzó a incrementarse. Al principio, los cristales que encerraban a su frio cuerpo no permitían ver de manera clara lo que estaba aconteciendo. Tras unos breves instantes, a través de los cristales se podía ver un resplandor brillante, violáceo y entonces los cristales comenzaron a vibrar.
El tintineo que salía de ellos comenzaba a ser captado nuevamente por el humano, su sentido del oído estaba regresando a él. Pero no solo eso sucedía, el calor de su propia cosmoenergía también pudo ser percibido por él. Su cuerpo comenzaba a responder nuevamente, podía ver otra vez su entorno, el espacio exterior estaba devuelta allí, solo tenía que destruir aquel ataúd cristalino para verlo con claridad.
El humano contrajo sus extremidades lo más que el ataúd le permitió y las extendió súbitamente para liberar su poderosa cosmoenergía. La acción surtió efecto, el ataúd exploto en miles de pedazos y el cuerpo de Vatra entro en contacto con el universo. Pero este ya no se veía en el exterior de él, sino en el interior de su cuerpo, fuera de este todo era oscuridad absoluta, a excepción de un brillo aún más poderoso que el del propio cosmos de Vatra, el brillo de la estrella maligna.
La situación era familiar. Vatra estaba enfrente de aquella estrella una vez más. Pero a la vez, un cambio se había dado, las estatuas ya no estaban y ya no estaban luchando en el espacio exterior, sino dentro de una completa oscuridad. Ambos seres se podían ver solo por el resplandor de sus propias cosmoenergías.**
Estrella Maligna: --Muy bien hecho, Vatra. Has logrado cambiar, has logrado sobrevivir. Veo que eres un guerrero que se aferra a su vida, y eso te ha colocado un paso más cerca de mí. Pero todavía no somos uno. ¿Qué sucede humano? ¿Aún no puedes aceptar que somos uno? ¿No puedes aceptar el cambio?--
**La estrella maligna repitió nuevamente aquella emisión lumínica de antes, la oscuridad se disipó completamente, inundo por completo el cuerpo de Vatra, luego volvió hacia ella. Pero ya no se mostraba bajo aquel aspecto, sino que ahora poseía exactamente la misma apariencia física que el humano llamado Vatra.**
Vatra: --¿No puedo aceptar el cambio? No, no es eso. Gracias al recuerdo de mi maestro pude comprender absolutamente todo lo que ha sucedido. Como es que has logrado despojarme de mis sentidos durante aquel breve lapso. Porque existían y ahora no lo hacen, aquellas estatuas que nos supieron rodear. No estaba enfrentándome a ti con todo mi poder. Aquellas estatuas me lo estaban mostrando. Ellas eran cada uno de mis sentidos, y yo no los estaba usando al máximo, por eso ellas carecían de oídos, boca, ojos, brazos y no podían percibir el peligro antes de que suceda, lo cual estaba representado por aquellas arañas sobre mi cuerpo. Al mismo tiempo, el espacio fuera de mi cuerpo me estaba advirtiendo que no había utilizado mi 7mo sentido, ahora que lo he despertado, el universo está dentro de mí, su fuerza está dentro de mí y fortalece a todos mis otros sentidos.--
**Las manos de Vatra se volvieron puños, cerrados con gran fuerza. El cosmos que irradiaba su cuerpo era sorprendente. Crecía más a cada instante. Su mirada, hacia su alter-yo ubicado enfrente lo decía todo. Estaba completamente dispuesto a acabar con toda esta situación en tan solo un simple segundo, utilizando todo su poder, toda su cosmoenergía sobre aquel sujeto que se erguía enfrente suyo. Vatra, adoptó entonces la posición de batalla.**
Alter-Vatra: --Veo que has comprendido a la perfección la mayoría de las cosas. Pero resta la más importante de todas. Al colocarte en esa posición, estás pensando que tienes chance de derrotarme. Pero no lo puedes hacer, ya es muy tarde. Veras... fui yo quien te salvo la vida de aquellos Soldados del Santuario. Fue mi plan que la Estrella Terrestre de la Disimulación te prepara en el pasado. Yo he cambiado todas las reglas, necesite adaptarme a mi ambiente para poder sobrevivir, al igual que tú lo has hecho ahora, Vatra. He vivido muchos más años de los que jamás nadie podrá contar, y no tengo la intención de dejar que ningún Dios me diga cuanto más podré existir. Soy el Wyvern! Soy la estrella de la violencia! Con la fuerza de mis alas, volaré a todos los rincones del mundo. Con el poder de mis mandíbulas destruiré a todo lo que intente detenerme. Yo soy quien te ha elegido, y tu simple mortal, aprenderás a obedecerme!--
**El cuerpo del Alter-Vatra brilló con suma fiereza. Tras el fuerte resplandor que desprendía, unas sombras fueron ocultando distintas partes de su cuerpo, lo estaban cubriendo casi por completo, pero la vista de Vatra no podía ver bien de que se trataba aquello. Intentó aprovechar el momento a su favor, concentrando toda su cosmoenergía en su puño derecho. Se acercó velozmente hacia su otro yo. Con un aumento en su velocidad, Vatra pasó de estar enfrente a su enemigo y se colocó detrás de su nuca en tan solo fracciones de segundo.
El objetivo estaba despejado, el golpe era seguro. Vatra ataco con todas sus fuerzas, su cosmoenergía fue liberada. La explosión que provoco fue...
Fue completamente en vano. No hubo ninguna explosión. El puño de Vatra fue detenido por su otro yo antes de que pudiera siquiera darse cuenta. El destello que generó su otro yo se disipó por completo, ya no había ningún rastro de luz sobre él, en su lugar ahora había metal.
El cuerpo del Alter-Vatra estaba cubierto por una armadura tan negra como el entorno, apenas algunos destellos emergían desde aquel metal y solo porque las cosmoenergías de ambos guerreros se reflejaban en él.
Ejerciendo una fuerza sumamente poderosa, Alter-Vatra logra torcer el puño de Vatra. Lo obligó a ponerse de rodillas ante él y remato aquel momento atravesó el corazón de su rival con una descarga de energía proveniente de la palma de su otra mano.
Vatra sentía que su vida se escurría de él tal cuál la sangre se escurría por su herida en el pecho. Sentía como lentamente su corazón dejaba de latir con el paso del tiempo. Sentía como en cada latir, su visión se alejaba y se volvía doble. Pero su cosmos seguía allí, igual de fuerte que antes. En un gigantesco esfuerzo desesperado por comprender lo que estaba sucediendo Vatra comenzó a hablar.**
Vatra: --¿Qué... qué significa esto?-- Dijo con una voz completamente quebrada de dolor.
**Su Alter-yo lo miró con cierta felicidad, sin remordimiento alguno por lo que había hecho o estaba a punto de hacer.**
Alter-Vatra: --Significa que ya eres mío. ¿Recuerdas cuándo utilizaste mi técnica para vencer a los Soldados Atenienses? ¿No te has preguntado en primer lugar, como es que la pudiste ejecutar? ¿Cómo fue que sabias acerca de ella?...--
Vatra: Mientras escupía sangre al hablar --No... No lo sé. Solo... Yo solo... Me aferre a la vida.--
Alter-Vatra: --Tenía que rescatarte de aquella situación. Me vi obligado a brindarte no solo mis conocimientos, sino también mi poder. Pero no podía dejar que me controlaras. Por eso te ofrecí mucho más poder del que realmente necesitabas. En aquel momento, y durante aquella explosión, todos hemos muerto.--
Vatra: Con sus pupilas contraídas por la sorpresa de aquella afirmación --¿T...Todos, hemos, muerto?--
Alter-Vatra: Soltando el puño de su viejo yo --Así fue. Necesitaba recuperar todo mi poder. Pero la Estrella Terrestre de la Disimulación no pudo hacer despertar en ti el 8vo sentido. El sentido que nos permite encontrarnos a nosotros mismos. El sentido que nos permite conocernos por completo. Aquel que nos permite viajar libremente entre el reino de los vivos y los muertos. Te he forzado a obtenerlo, te has encontrado. Este no es ningún otro-yo tuyo. Esta es tu verdadera forma, la forma de tu futuro, que debía acabar con la vida de tu forma pasada. Siempre quisiste poseer más y más poder, ahora que has despertado el 8vo sentido, lo tienes y en abundancia. ¿Sabes lo que dicen acerca del poder, verdad? El poder no cambia a las personas, solo revela quienes realmente son.--
**El cuerpo del viejo Vatra cae sobre sus espaldas, se pierde en la oscuridad, dando lentos giros en su caída hacia el olvido. El nuevo Vatra se mira sus manos, contempla el brillo de su poderoso cosmos, el destello que arranca de su oscura armadura. Se llena de contento por haber logrado la victoria. Ríe fuertemente mirando hacia arriba durante unos minutos.**
Vatra: --Ya es tiempo de volver al mundo real.--
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