Ficha de Isifo (Wyvern)
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Ficha de Isifo (Wyvern)
Nombre: Isifo
Edad: 24
Signo: Escorpio
Nacimiento: Grecia
Sexo: Masculino
Aspecto Físico: Tipo de gran tamaño, tonificado. Ojos amarillos, cabellos alborotados. Mide 1.89 metros y pesa alrededor de 89 kilogramos.
Perfil Psicológico: Un poco rudo y violento, a juzgar por estas características se diría que es un tipo tosco pero no, es un ser pensante quizás demasiado, analiza mucho las cosas antes de hacerlas. Precavido y desconfiado de personas a la que no conoce, muestra mucha confianza en sí mismo.
Historia:
**Isifo nació en Oia, Grecia. Una noche de lluvia de fuertes relámpagos que quebraban el cielo, la gente corría para refugiarse en sus hogares por el aguacero que acontecía aquel día. Luego de dar a luz al bebé, la madre de Isifo se fue, simplemente desapareció, su padre, al parecer había huido luego de embarazar a la madre de Isifo.
Vivió y se desenvolvió en una cosa hogar para ancianos, siempre demostró humildad y tolerancia, cuidaba aquellos ancianos como si fuese su madre o su padre en una situación precaria. Mientras “trabajaba” en aquella casa, se preguntaba a sí mismo como era posible que no tuviese a alguien familiar junto a él, esta pregunta se la hizo muchos días; en las noches subía a la azotea de la casa para mirar las estrellas y ahí dejándose maravillar por la belleza de la estrellas se preguntaba lo ya mencionado.
-¿Porqué, porqué no tengo a nadie a mi lado?, ¿porque la vida tiene que ser así?, ¿nací, solo para estar solo?-
Aquella pregunta fue cambiando la mentalidad de Isifo, pasó de ser humilde, bueno y tolerante, a un tipo rudo, violento, malo e intolerante. Se marchó de la casa hogar luego de ser corrido por una de las mujeres que cuidaban a los ancianos por un mal trato a una pobre anciana que solo quería que el chico la ayudase a levantar de su silla.
Luego de eso paso a vivir en la calle, robaba para comer, para saciar sus necesidades; en tiempos libres hacía ejercicio para tonificar su cuerpo y así poder sufrir las palizas que le daban luego de robar, a tal fue este punto que llegó a ser un tipo digno de admiración por su condición física, nadie quería meterse con Isifo luego de que desarrollase su cuerpo. Durante ese periodo de tiempo, Isifo desarrollo una especie de fuerza especial, esta fuerza poseía un aura morada. Esa “fuerza” era tal que con tan solo acercar su puño a una pared, esta se iba destrozando poco a poco.
Cierto día ocurrió algo extraño:
-Ey, estas solo, únete al señor Hades y nunca más estarás solo
-¿Qué?, ¿Quién eres?
-Yo soy un alma del Meikai, un alma que no puede descansar en el infierno y tengo que vagar por el mundo terrenal. Algo así como un fantasma.
-¿Qué mi****?, no te creo, sal de ahí cobarde, eres un estúpido que quiere asustarme, si quieres arreglar algo conmigo sal y enfréntate contra mí.
-Eres desconfiado, lo entiendo. Quieres que te demuestre que soy un alma del Meikai.
Luego de esas palabras; el “alma” del Meikai empujo de cierta forma a Isifo contra una pared provocándole un gran daño, hasta el punto de que Isifo escupiese sangre por su boca, y al parecer dejándolo inconsciente o incluso muerto.
Al despertar, Isifo se encontraba en un lugar oscuro, parecía estar flotando en una bola de color oscuro, al tratar de pararse no sabía dónde colocar sus manos para poder levantarse, pero gracias a las fuerzas de sus piernas pudo ponerse de “pie”. Al estar levantado, la misma voz le dice:
-Has estado solo toda tu vida, tu madre te abandonó y no sabes nada acerca de tu padre, viviste en un lugar en el dabas amor pero tú, a cambio de eso no recibías nada. No preguntes porque sé esto, he estado junto a ti en el momento que naciste, eres de las pocas personas a que un alma de Meikai se dedica a observar y a detallar.-
-Es cierto lo que dices, ¿pero y este lugar que es, en donde estoy, porque tu una supuesta alma del Meikai me trajiste hasta aquí?
-Estas aquí por una cosa, estás muerto, si, lo estas. Estas en un trance gracias al señor de las tinieblas, Hades, te ha dejado la oportunidad de estar consiente por aunque sea un momento por una sola cosa, que te unas al ejercito de Hades y que conozca y poder llamado cosmos que nunca imaginaste tener, más incluso que la fuerza que tienes ahora, que se ha desarrollado producto de tu ira y de tu rabia, además de tener la compañía de alguien que en verdad te quiere como lo es el Señor Hades, no como tu madre o tu padre. Y respondiendo a tu última pregunta, un alma del Meikai, está destinada a estar con alguien que este destinado a ser parte del ejercito de Hades, para explicártelo mejor, has escuchado de algo como el “Ángel de la guarda”, bueno con la diferencia que las almas del Meikai solo están con las personas indicadas, soy algo así, soy tu especie de protector del más allá.
Aquellas palabras invadían la mente de Isifo, consternado y desorientado, no sabía que responder a eso. Siempre había estado estado solo toda su vida y no quería así, quería a alguien que lo queriese, quería pertenecer a algo más grande que el mismo, y aquella oportunidad se le había presentado justo en el momento indicado.
-Dime alma, que tengo que hacer, quiero pertenecer al ejército de Hades, y nunca estar más solo en mi vida.
-Perfecto Isifo, lo que tienes que hacer es cerrar tus ojos, cuando los abras caminaras hasta encontrarte con una armadura, ella te espera; incluso la compañía de alguien en el inframundo te espera, y el poder más grande jamás visto también.
Isifo hizo lo que aquella voz le indicó, una armadura, color morada la aguardaba, cada vez que se acercaba el latido de su corazón era más fuerte y rápido creía que su corazón le iba a explotar. Al llegar a estar parado frente a la armadura, esta se junto al cuerpo de Isifo, dándole un poder que recorrió todas sus venas y sus entrañas.
Un nuevo soldado de Wyvern había nacido, y un nuevo poder con él.**
Edad: 24
Signo: Escorpio
Nacimiento: Grecia
Sexo: Masculino
Aspecto Físico: Tipo de gran tamaño, tonificado. Ojos amarillos, cabellos alborotados. Mide 1.89 metros y pesa alrededor de 89 kilogramos.
- Rostro:
Perfil Psicológico: Un poco rudo y violento, a juzgar por estas características se diría que es un tipo tosco pero no, es un ser pensante quizás demasiado, analiza mucho las cosas antes de hacerlas. Precavido y desconfiado de personas a la que no conoce, muestra mucha confianza en sí mismo.
Historia:
**Isifo nació en Oia, Grecia. Una noche de lluvia de fuertes relámpagos que quebraban el cielo, la gente corría para refugiarse en sus hogares por el aguacero que acontecía aquel día. Luego de dar a luz al bebé, la madre de Isifo se fue, simplemente desapareció, su padre, al parecer había huido luego de embarazar a la madre de Isifo.
Vivió y se desenvolvió en una cosa hogar para ancianos, siempre demostró humildad y tolerancia, cuidaba aquellos ancianos como si fuese su madre o su padre en una situación precaria. Mientras “trabajaba” en aquella casa, se preguntaba a sí mismo como era posible que no tuviese a alguien familiar junto a él, esta pregunta se la hizo muchos días; en las noches subía a la azotea de la casa para mirar las estrellas y ahí dejándose maravillar por la belleza de la estrellas se preguntaba lo ya mencionado.
-¿Porqué, porqué no tengo a nadie a mi lado?, ¿porque la vida tiene que ser así?, ¿nací, solo para estar solo?-
Aquella pregunta fue cambiando la mentalidad de Isifo, pasó de ser humilde, bueno y tolerante, a un tipo rudo, violento, malo e intolerante. Se marchó de la casa hogar luego de ser corrido por una de las mujeres que cuidaban a los ancianos por un mal trato a una pobre anciana que solo quería que el chico la ayudase a levantar de su silla.
Luego de eso paso a vivir en la calle, robaba para comer, para saciar sus necesidades; en tiempos libres hacía ejercicio para tonificar su cuerpo y así poder sufrir las palizas que le daban luego de robar, a tal fue este punto que llegó a ser un tipo digno de admiración por su condición física, nadie quería meterse con Isifo luego de que desarrollase su cuerpo. Durante ese periodo de tiempo, Isifo desarrollo una especie de fuerza especial, esta fuerza poseía un aura morada. Esa “fuerza” era tal que con tan solo acercar su puño a una pared, esta se iba destrozando poco a poco.
Cierto día ocurrió algo extraño:
-Ey, estas solo, únete al señor Hades y nunca más estarás solo
-¿Qué?, ¿Quién eres?
-Yo soy un alma del Meikai, un alma que no puede descansar en el infierno y tengo que vagar por el mundo terrenal. Algo así como un fantasma.
-¿Qué mi****?, no te creo, sal de ahí cobarde, eres un estúpido que quiere asustarme, si quieres arreglar algo conmigo sal y enfréntate contra mí.
-Eres desconfiado, lo entiendo. Quieres que te demuestre que soy un alma del Meikai.
Luego de esas palabras; el “alma” del Meikai empujo de cierta forma a Isifo contra una pared provocándole un gran daño, hasta el punto de que Isifo escupiese sangre por su boca, y al parecer dejándolo inconsciente o incluso muerto.
Al despertar, Isifo se encontraba en un lugar oscuro, parecía estar flotando en una bola de color oscuro, al tratar de pararse no sabía dónde colocar sus manos para poder levantarse, pero gracias a las fuerzas de sus piernas pudo ponerse de “pie”. Al estar levantado, la misma voz le dice:
-Has estado solo toda tu vida, tu madre te abandonó y no sabes nada acerca de tu padre, viviste en un lugar en el dabas amor pero tú, a cambio de eso no recibías nada. No preguntes porque sé esto, he estado junto a ti en el momento que naciste, eres de las pocas personas a que un alma de Meikai se dedica a observar y a detallar.-
-Es cierto lo que dices, ¿pero y este lugar que es, en donde estoy, porque tu una supuesta alma del Meikai me trajiste hasta aquí?
-Estas aquí por una cosa, estás muerto, si, lo estas. Estas en un trance gracias al señor de las tinieblas, Hades, te ha dejado la oportunidad de estar consiente por aunque sea un momento por una sola cosa, que te unas al ejercito de Hades y que conozca y poder llamado cosmos que nunca imaginaste tener, más incluso que la fuerza que tienes ahora, que se ha desarrollado producto de tu ira y de tu rabia, además de tener la compañía de alguien que en verdad te quiere como lo es el Señor Hades, no como tu madre o tu padre. Y respondiendo a tu última pregunta, un alma del Meikai, está destinada a estar con alguien que este destinado a ser parte del ejercito de Hades, para explicártelo mejor, has escuchado de algo como el “Ángel de la guarda”, bueno con la diferencia que las almas del Meikai solo están con las personas indicadas, soy algo así, soy tu especie de protector del más allá.
Aquellas palabras invadían la mente de Isifo, consternado y desorientado, no sabía que responder a eso. Siempre había estado estado solo toda su vida y no quería así, quería a alguien que lo queriese, quería pertenecer a algo más grande que el mismo, y aquella oportunidad se le había presentado justo en el momento indicado.
-Dime alma, que tengo que hacer, quiero pertenecer al ejército de Hades, y nunca estar más solo en mi vida.
-Perfecto Isifo, lo que tienes que hacer es cerrar tus ojos, cuando los abras caminaras hasta encontrarte con una armadura, ella te espera; incluso la compañía de alguien en el inframundo te espera, y el poder más grande jamás visto también.
Isifo hizo lo que aquella voz le indicó, una armadura, color morada la aguardaba, cada vez que se acercaba el latido de su corazón era más fuerte y rápido creía que su corazón le iba a explotar. Al llegar a estar parado frente a la armadura, esta se junto al cuerpo de Isifo, dándole un poder que recorrió todas sus venas y sus entrañas.
Un nuevo soldado de Wyvern había nacido, y un nuevo poder con él.**
Kalsman- SAPURI
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