Peticion de Surplice de la esfinge

bueno señores, como ya era hora de que suba mi 1er reg (despues de casi 1 año, el 28 se cumplia ) pongo aca mi post de cambio de reg
bue, si algo ta mal avisen q se me fritaron las neuronas escribiendo esto antesdeayer xD (preguntenle a angel sino ) Saludos!
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Esta nota la encontre en un fragmento de papel que seguro pertenecia al diario de algun joven. Estaba en un pueblo masacrado por las batallas sin fin que tienen lugar en esta seccion del mundo. Me habian enviado para ver que sucedia e informar al santuario, pero veo que llegue tarde. Que torpe soy...

MALDICION!!!

El desgarrador grito del guerrero de acero quebro los cielos y opaco por unos instantes el furioso sonido del galope de los rayos cruzando el aire para golpear fuertemente la tierra desolada de aquellos parajes.

Nooo...Por mi culpa...Por culpa de mi retraso...Esta gente...murio...MURIO!!!

El impotente caballero cayo de rodillas en el barro manchado de sangre y muerte de aquella villa. Su frustracion y desanimo alcanzaba niveles inimaginables, pero no tanto como su ira. Una ira que prometia estallar en cualquier momento.

ESPECTRO 1: ¿Qué es eso?¿Lo sientes?

ESPECTRO 2: ¿Qué cosa?

ESPECTRO 1: Un cosmo. Un cosmo creciendo. Es pequeño pero se siente!

En ese momento el aire alrededor de nuestro caballero cambio. Se volvio frio, aun mas frio que la lluvia que rodeaba al guerrero. Se lleno de un sentimiento desgarrador, un hambre de muerte que prometia no saciarse nunca. Una muerte que nunca se iba a detener.

JUEZ DEL INFIERNO: Oigan! Ustedes. Vayan a averiguar qué es eso

ESPECTROS: Si señor!

¿Por qué? Maldicion. MALDICION!!

El caballero derramaba lagrimas. Lagrimas llenas de desolacion. No por ser cobarde, sino porque no pudo salvar a esos cuidadanos. Sus vidas dependian de él. Pero él no logro salvarlos.

ESPECTRO 1: Mira. El cosmo se ha extinguido. ¿No es raro?

ESPECTRO 2: Si que lo es. ¿Deberiamos volver?

ESPECTRO 1: No. Nos enviaron a averiguar y eso debemos hacer.

ESPECTRO 2: Si.

Los espectros llegaron a donde Elias estaba arrodillado, quieto como una estatua. Poseido por la frialdad de la muerte. La rabia invadia todo su cuerpo. La impotencia era increible.

¿Asi que el Inframundo tuvo parte en esto, espectros?

ESPECTRO 1: Ah? ¿Quien eres tu? Responde!

Yo...Yo soy un mensajero del infierno. El portador de la muerte. El cumplidor de los deseos de los que fallecieron en injusticia. Soy su consolador. Aquel que les hara justicia. Aquel que los matara a todos ustedes, servidores de Hades!!

ESPECTRO 1: ¿Qué es esto? El cosmo que se habia extinguido, esta creciendo de manera impresionante!
Aj, ¿crees que te temeremos?¿Nosotros, los verdaderos portadores de la muerte!!?

Deberian hacerlo

Una sonrisa llena de odio se pinto en el rostro del “caballero”. Una sonrisa escalofriante. Rebosante en maldad.


En ese momento, Elias salto con sus caracteristicos y rapidos ovimientos, colocandose justo enfrente del primer espectro. Los ojos del guerrero de acero eran totalmente inhumanos, como si estuviese poseido por un demonio. Un demonio que solo sabe matar. Levantarse y matar.
De la mano de Elias se desprendia un fuego negro. Un fuego abrazador que estaba dispuesto a quemar por completo a sus enemigos. En un gélido movimiento corto literalmente el cuerpo del espctro que tenia en frente, haciendo lo propio con el otro.

MALDITOS!! LES DESTROZARE!! DESTROZARE POR COMPLETO SU CUERPO!!!

Poseido. Poseido por el odio. Lleno. Lleno de ira. Sed. La sed de asesinato invadia su cuerpo. Sangre. La sangre jamas le bastaria a él. Habia bajado la guardia y los demonios del salvaje abismo habian aprovechado para destrozar su consciencia y dar rienda suelta a su poder.
En medio de su locura, Elias estaba desgarrando y esparciendo las entrañas del caido espectro que se habia atrevido a exigirle una respuesta por todo el lugar. Ya no era él. Era su demonio. Un demonio interno manifestandose. Usandolo para descargar su furia y rabia.
En medio de todo esto, el juez que habia enviado a esos espectros a investigar estaba observando todo desde un lugar apartado en el que no corria riesgos cuando una patrulla de soldados humanos llega al lugar, seguramente enviados para rematar a los que hayan quedado vivos en el lugar.

SOLDADO: OH DIOS!! MIRE SARGENTO! ESE HOMBRE...SE ESTA COMIENDO AL OTRO!

El poseido guerrero celeste tenia las manos manchadas de la roja sangre. Sus labios y dientes recorrian el que era, para él, un delicioso cuerpo de espectro, comiendoselo. Devorandole para que su alma jamas pueda descansar en paz. Es entonces cuando Elias voltea y, arrodillado como estaba, al ver a los soldados y sus armas, los destroza con la mirada de sus ya rojos ojos, mas parecidos a los de un monstruo que a los de un humano. El sargento ordena al instante que disparen, pero ya es tarde.

SARGENTO: Dios mio!! DISPAREN. DISPAREN AHORA!!

Los soldados, sin dudarlo, disparan. No por cumplir la orden de su superior, sino porque al mirar esos ojos rojos como la sangre sus almas se llenaron del temor de la muerte.

Ustedes...Ustedes...PAGARAN!!

Elias. No. El monstruo hablaba con un tono gutural, en el que desprendia el frio abrazo de la muerte. Sus manos habian cambiado. Sus uñas ya no existian. Ahora eran mas bien garras. Garras teñidas de un rojo muy familiar. Garras que solo esperaban desgarrar mas cuerpos para saciarse. Solo por placer. Por el placer de matar.
Elias, o lo que sea, salto hacia los soldados. Estos, desesperados, vaciaban sus cartuchos y sus esperanzas en el cuerpo de aquel demonio. Pero al parecer nada podria detenerlo. Ni siquiera esas balas que a tanta gente habian matado. El guerrero de acero mato a todos ellos. Sus rapidos movimientos le permitian partir cuerpos a la mitad, destrozar y cortar cabezas y desgarrar musculos de aquellos viles soldados. Aquellos seres humanos ahora eran pasto consumido por el fuego de la venganza. Desgarrados por la muerte. Pero eran seres humanos.
El juez del infierno, que habia presenciado todo el espectaculo, contemplaba con la boca abierta como el supuesto caballero destrozaba los cuerpos de aquellos humanos. Una raza a la que el guerrero habia jurado proteger.

JUEZ: Dioses. Ni siquiera el mismisimo Hades seria capaz de tanta crueldad. Debo detener esto. Tendra un lugar privilegiado en los infiernos.

Mientras el juez decia estas palabras, el guerrero estaba por atravesar al sargento, el cual le pedia clemencia diciendole que solo seguia ordenes. Elias ni siquiera lo escucho. El sargento murio atravesado. Murio rapidamente.

[**Sonido de Aplausos**]
JUEZ: Jajaja. Bien hecho, caballero de Atena. Muy escalofriante.

¿Quien eres tu? – Dijo Elias, soltando el cuerpo del sargento y volteandose para ver a su indeseable compania.

JUEZ: ¿Yo? Yo soy uno de los tres jueces del inframundo, el juez de Garuda.

¿Asi que tu eres el que ayudo a estos humanos a destruir este pueblo? – La voz del monstruo salio raspada, como molida por el frio mortal. Gutural como la voz de mil demonios.

JUEZ: Asi es! La orden de Pandora fue no mostrar clemencia, pero creo que tu nos pasaste a juzgar por los cuerpos de estos hombres y de mis espectros – dijo el juez, observando a los soldados, irreconocibles por el estado de sus cuerpos, y a sus espectros, mirando mas atentamente las entrañas del espectro que habia sido devorado parcialmente por el caballero que tenia frente a él.

JUEZ: Veo que hasta te has dado un festin con mis subordinados, jujuju.

CALLATE Y MUERE!!

Dijo el guerrero, lanzandose con desesperacion y rabia contra el servidor de Pandora, desgarrando parcialmente parte de su surplice, sorprendiendolo por su inusitada velocidad.


JUEZ: [PENSAMIENTO]Maldicion! ¿Como ha podido desgarrar mi surplice con tanta facilidad!!?[/PENSAMIENTO]

Las garras del caballero, poseido por el monstruo de la muerte, habian roto parte de la armadura del enemigo, la armadura bendecida por Hades para soportar cualquier tipo de ataque.

JUEZ: Maldito!! ME LAS PAGARAS!!

Eso era lo que queria oir!!

El juez de garuda se lanza al ataque contra el demonio y este, poseido como estaba, hace lo mismo.
El cuerpo del guerrero celeste estaba rodeado de un aura maligna, negra, un fuego que portaba la consolacion de las almas muertas sin justicia alguna, almas que le entregaban su fuerza con tal de ayudarle a vencer.

JUEZ: [PENSAMIENTO]¿Qué es este poder que siento? Es como si un canto se desprendiera de cada uno de sus ataques. Un canto ligero y consolador.[/PENSAMIENTO]
Tu, caballero, creo que estas del lado equivocado. A ti te sentaria mejor una surplice que esa armadura sin vida.

CIERRA LA BOCA!!

Elias desgarraba el aire tratando de matar al espectro que tenia en frente, no lograndolo por culpa de los movimientos evasivos que articulaba el Juez de Garuda.

JUEZ: [PENSAMIENTO]Esta cegado totalmente por los demonios de su interior. Tendre que librarlo de ellos. Lo malo es que la unica forma es matandolo. Que lastima, seria un buen espectro.[/PENSAMIENTO]
Ya es suficiente! Muere de una vez!!! – grita el juez, lanzandole un ataque devastador – TOMA MI GALACTIC DEATH BLING!!

El guerrero salta hacia el juez, deseando solo ver la sangre de él correr por el barro de aquel lugar. Su ira ciega fue la causa de su muerte. Sus demonios que prometieron hacerlo mas fuerte, solo lograron arrastrarlo a los infiernos junto con aquellos soldados, junto con los espectros muertos, junto con esos aldeanos muertos.
El golpe pego de lleno contra el demonio, inmovilizandolo al instante y destrozando su sistema nervioso, dejandolo totalmente muerto.[/colorosmo en este lugar. Al no sentir el suyo creimos que algo habia sucedido.

JUEZ: [PENSAMIENTO]¿Como?¿Su cosmo era tan grande que opacaba al mio!? Mmm. Una persona asi no caera facilmente en las prisiones del inframundo.[/PENSAMIENTO]
Pues no era nada. Solo este hombre. Ya esta muerto asi que no hay nada que temer. Recojanlo y siganme. [PENSAMIENTO]Esto no quedara asi. Hades de seguro lo aceptara.]

JUEZ: Lo siento guerrero pero tu lo has querido asi. Habrias sido un gran sirviente de Hades.

ESPECTROS: Señor Aiacos!! ¿Esta usted bien? Sentimos un increible cosmo en este lugar. Al no sentir el suyo creimos que algo habia sucedido.

JUEZ: [PENSAMIENTO]¿Como?¿Su cosmo era tan grande que opacaba al mio!? Mmm. Una persona asi no caera facilmente en las prisiones del inframundo.[/PENSAMIENTO]
Pues no era nada. Solo este hombre. Ya esta muerto asi que no hay nada que temer. Recojanlo y siganme. [PENSAMIENTO]Esto no quedara asi. Hades de seguro lo aceptara.

Es asi como Garuda y sus espectros vuelven al inframundo, llevandose el cuerpo de Elias junto con ellos.

JUEZ: Llevenlo ante Pandora y esperenme alli. Diganle que Aiacos desea mostrarle algo.

Entonces el juez se separa de sus servidores, quienes hacen lo que se les ordenó.

PANDORA: ¿Que es esto!? ¿Como se atreven a traer un cuerpo muerto ante el rey Hades!?

ESPECTROS: Señorita Pandora, Aiacos nos ha ordenado que se lo trajesemos, dijo que deseaba mostrarle algo!

PANDORA: NO ME IMPORTA LO QUE HAYA DICHO ESE INUTIL. FUERA DE ACA!!

Se abre la puerta. Entra el juez entra a la sala

JUEZ: [**EN VOZ BAJA**] Jej, ¿inutil? Sin mi y mi ejercito el Inframundo seria totalmente vulnerable.

PANDORA: ¿Que has dicho?

JUEZ: Nada señorita Pandora. Espero que me perdones, pero quiero mostraros algo. Retirense espectros. Ahora!

Los espectros salieron de alli enseguida. Temian a Pandora, pero mas aun temian a su señor Aiacos.

JUEZ: Pandora, este hombre, mas bien, este demonio, me intriga.

PANDORA: ¿Demonio? Es verdad, siento en él algo distinto a los demas muertos. Su cuerpo aun no se a podrido y su alma se niega a abandonar del todo su cuerpo.

JUEZ: Asi es. Ademas, cuando estaba luchando conmigo, menciono que él era el consolador de los muertos. Y en cada uno de sus ataques, sentia como si una cancion se desprendiece de su cuerpo. Lo traje porque crei que podria ser un buen sirviente de Hades.

PANDORA: ¿Y por qué crees esto, Aiacos?

JUEZ: Porque me recuerda al espectro de la Esfinge. Su manera de hablar, su necesidad de consolar a los muertos me recuerda al instrumento consolador del espectro de la esfinge, esa sinfonia es innolvidable para mi.

PANDORA: Es verdad. Siento el espiritu de un espectro estar habitando el cuerpo de este joven.
Tal vez sea merecedor de la surplice. De la surplice de la esfinge.