Petición Armadura del León Menor

Nombre: LahVahn

Edad: 20 años.

Sexo: Masculino.

Nacionalidad: Bethel, Samaria.

Signo: Leo.

Aspecto: Un chico delgado, de cabello negro lacio, ojos grandes y piel clara, aproximadamente de 1,70 cm, ligeramente jorobado al caminar pero con unos brazos largos al igual que sus piernas, su cabeza es relativamente circular de un tamaño promedio, manos grandes y nariz chata, usa anteojos.



Perfil psicológico: Lah-Vahn es un chico muy antisocial, regularmente le gusta la soledad a menos que tenga a alguien importante con quien hablar o un tema que le parezca interesante del cual expresar sus ideales, es una persona muy amable y bondadosa pero eso no significa que no sea justo, no tolera las injusticias ni el abuso de poder, tampoco tolera la hipocresía ni la irresponsabilidad, así como la vulgaridad, en ocasiones le gusta trabajar en equipo, siempre y cuando sea con las personas que confía y respeta, siempre le gusta respetar a los demás y ayudarlos, en ocasiones es algo depresivo pero cuando se trata de defender a sus seres queridos o alguna causa justa se esfuerza por hacerlo y por lograr sus metas.

Historia:
LahVahn nació el 2 de agosto de 1993 en la ciudad de Bethel, una ciudad muy tranquila, llena de paz y energía bondadosa y sincera, la ciudad estaba rodeada de flores blancas de todo tipo y tenía un gran número de fauna, a pesar de ésto, la ciudad estaba amurallada, pues había muchos ladrones y delincuentes en general que deseaban la riqueza que la ciudad guardaba.
El chico desde muy pequeño fue criado por sus padres quienes eran muy amorosos con él, por esta razón el pequeño era muy feliz desde su infancia, sin embargo al comenzar sus estudios se mostraba con sus compañeros de escuela muy alegre y extrovertido, cosa que a algunos disgustó, les disgustó tanto que comenzaron a golpearlo y a hacerlo menos como a muchos otros niños en la escuela, este abuso ocasionó que el niño se distanciara de la gente, dejó de confiar en ellos y en su lugar reemplazo el espacio para dedicarse a la lectura y a la admiración hacia la naturaleza que abundaba en la ciudad.
En ocasiones logró hacer amigos pero no les brindaba la suficiente confianza, se dedicaba más al estudio de las cosas que van más allá de lo normal o regular, le gustaba mucho estudiar el poder de la mente y del cuerpo y lo que hay más allá de un simple estudio popular, le gustaba leer datos sobre el espíritu y el alma y sobre la luz, veía en los animales cierta característica que le fascinaba, por ejemplo en el águila veía la libertad y en la serpiente la astucia, pero el animal que más le gustaba era el león, el león para LahVahn demostraba poder, poder para dar justicia, para mantener el mundo en equilibrio, y poder para romper cualquier barrera no solo por él, sino por los demás miembros, él quería ser exactamente así, justo pero noble.

Se acercaba el invierno y la madre de LahVahn necesita leña para la chimenea, lamentablemente su padre no estaba en casa y si no salían pronto se oscurecería, lo que haría difícil las cosas, el Joven se encontraba en su cuarto leyendo como de costumbre cuando su madre tocó la puerta.

-LahVahn necesito que me hagas un favor.-

El chico dejó su libro en una mesa y se levantó de la silla.

-¿Qué necesitas mamá?-

-Por favor ve por algo de leña para la chimenea, tu padre no está y no sé hasta qué hora volverá.-

-Está bien, no tardaré.- Dijo el chico mientras se abrigaba y salía por la puerta.

Ya fuera, el clima era muy frío, el viento hacía que el frio se sintiera aún más, incluso traspasaba la ropa del muchacho y llegaba hasta sus huesos, él se dirigió hacia una colina cerca de su casa en busca de árboles caídos, especialmente pinos, llevaba un abrigo de color negro que llegaba hasta sus rodillas y un pantalón del mismo color juntos con unos zapatos que combinaban con el conjunto.
El pasto estaba completamente húmedo lo que hacía el camino peligroso y resbaladizo, Lahvahn se encontraba subiendo la colina y entonces resbaló, giró por todo el camino que había recorrido pero para su desgracia se golpeó contra un montón de rocas mientras giraba, alcanzó a detenerse y a mirar el camino por donde cayó pero de inmediato perdió el conocimiento.
Entonces apareció en un lugar lleno de oscuridad, no se escuchaba nada sino un leve crujido como de ramas o rechinidos aterradores, ni siquiera había viento sino un clima caliente que dificultaba la respiración, avanzó por un pequeño sendero que se iluminaba conforme se movía y muy adelante observó un pequeño destello de luz, corrió hacia allí y había una escalera muy grande, no alcanzaba a ver nada arriba de la escalera sino una silueta, corrió con toda su velocidad y llegó hasta la cima, miró y había allí un león, no tenía un aspecto agresivo sino pacífico, de calma pero a la vez de poder, nunca había estado tan cerca de un animal tan conocido y fuerte, pero apenas comenzaba a admirar lo que veía, las escaleras se derrumbaron y él cayó al vacío.
-¿Qué pasó?.- Dijo el joven mientras se levantaba del mismo lugar donde había resbalado, no sabía de qué se trataba, pero estaba seguro que no había sido un simple sueño.

OFF: espero que esté bien así