Re: Misión: Confrontación Legendaria para Falkon

por **TuRco-SaMa** Miér Sep 11 2013, 20:39

**La caverna fría daba la bienvenida al Juez de Grifo, que había dejado abandonado a su cuerpo al pequeño, a medida que iba avanzando, podía sentirse una respiración animal, parecido a un bufido. El cosmos que había sentido en la entrada del bosque ahora podía sentirse a pleno, mezclado entre el olor a humedad y muerte que reinaban en aquella oscura formación. Un rugido felino calló los pasos del Juez de Grifo, y algunas llamaradas podían verse casi al final del pasillo, pero tan pronto como llegaron, se esfumaron.

A través del poderoso cosmos, llegaron unas palabras directamente a la mente del Juez

-Maldito humano, cazarecompensas barato, dejame en paz si no quieres despertar mi furia... Un momento... ese olor.. HAS ESTADO CON EL! VETE INMEDIATAMENTE! TAN PRONTO COMO TOME FUERZAS DE NUEVO VOY A DESTROZARTE!-

por **Zaraki** Miér Sep 11 2013, 23:09

**El espectro de Grifo se adentró en la espesa oscuridad de aquella caverna, mirando con atención todo lo que le rodeaba, su experiencia en sitios como ese le daba un plus de confianza que no lo tenía cualquiera, él sabía que cualquier pequeño rincón era el lugar perfecto para ocultar una fatal trampa, y la morada de una bestia de semejantes características no iba a ser menos especial. Falkon empezó a sentir el cosmos oscuro de la entrada del bosque, como imaginaba, era el cosmos de la bestia, además, se escuchaba un gemido jadeante, signo que reforzó aún más su pensamiento. El espectro continuó adentrándose, sentía cerca la presencia del monstruo.**

**Desde la parte más profunda de la cueva se escuchó un rugido poderoso acompañado de unas llamas tenues que desaparecieron al poco tiempo. Una mirada penetrante no quitaba ojo a los movimientos del Juez, observando al milímetro cualquier movimiento que éste pudiera desarrollar. Cuando el espectro se encontraba a una distancia peligrosa para los intereses de la criatura, ésta le habló directamente en su mente, lo consideraba un simple caza-recompensas, un gran desconocimiento del peligro al que se estaba enfrentando, además, en otra muestra de grave imprudencia le proporcionó otro dato importante, se encontraba recuperando fuerzas, justo el momento perfecto para intentar poner fin a la locura que se había desatado en Qufu. La bestia se irritó de gran manera cuando, tras un rastreo de olor se percató de que había estado con él, ¿pero quien sería esa persona?, ¿el viejo Shung?, ¿el niño?.**

-Vaya, ¿tan poca cosa me consideras que tienes que hablarme telepáticamente?, has cometido varias imprudencias como la de darme información extra. ¿Así que te encuentras recuperando fuerzas?, espero que hayas descansado lo suficiente porque el que llamas "caza-recompensa" ha venido por tu cabeza. No tienes ni idea de quien soy y lo que represento, te diré mi nombre, soy Falkon de Grifo, tu verdugo. Ahora bien, tengo mucha curiosidad por saber el motivo de tanta destrucción, y el porqué de que tus secuaces atacaran un pueblo tan tranquilo como Qufu, por cierto, ¿donde andan esas sabandijas?, ¿no estarás preparándome una emboscada?. Si es así mejor que actuéis rápido o no tendréis la más mínima oportunidad, ¡Vamos, os estoy esperando!.-

**El Juez de Grifo encendió su cosmos para desvelar sus verdaderas intenciones, estaba dispuesto a realizar una gran masacre en aquella cueva puesto que veía la oportunidad perfecta de deshacerse de la bestia ahora que estaba recuperando fuerzas. No quería subestimarla, pues cualquier paso en falso podría poner en peligro al hermano perdido, pero tampoco quería perder demasiado tiempo, ya que consideraba que se estaba alejando de su verdadero motivo, el Guerrero Legendario. Mirando desafiante al oscuro rincón donde se encontraba la bestia fué con paso seguro a su encuentro, estaba totalmente convencido en que tendría un inevitable enfrentamiento.**

por **TuRco-SaMa** Jue Sep 12 2013, 11:40

**El olor a carne proveniente del espectro le abría el apetito una vez más, ya había saciado su sed de destrucción unos minutos antes al crear tal caos en la ciudad de Qufu. Las prepotentes palabras del Juez le hacían hervir la sangre, se regocijaría completamente al masticarlo entre sus fauces y comerlo por completo, para darle una lección de modales. El cosmos de Falkon pudo sentirse agresivo, confrontando con el de la bestia, que a pesar de no estar en su mejor estado físico, salío a su encuentro.

De entre las sombras surgió el mitico animal, muy temido en todas las historias donde aparecía. Era una mezcla rara pero efectiva entre varios animales de la vida real, caracterizado por su velocidad y ambición por la destrucción. Poco a poco se asomaban las tres cabezas que lideraban aquel extraño cuerpo, mientras que al desplegar sus alas se levantó una pequeña ventisca. La enorme cabeza de León, aún tenía sangre entre los dientes, producto de alguna victima reciente cuyos huesos se encontraban dispersos por el suelo

- Con que eres un espectro de Hades, de las peores calañas, pero debo decir que nunca me he dado un banquete con uno de tu clase. No se de que sabandijas hablas, yo he llegado a este lugar con ansias de destruir a todos los desgraciados humanos, hago lo que yo quiero ahora que he podido escapar, no dependo de nadie. Ese olor, tienes su escencia impregnada en tu piel, tantos siglos sin saber nada, y ahora te me presentas de esta forma maldito. MUESTRAME TU VERDADERA IDENTIDAD! AUNQUE NO QUIERAS VOY A MASTICAR HASTA EL ÚLTIMO DE TUS HUESOS!-

Con esas últimas palabras se podía ver la furia de la bestia que se había puesto en posición de ataque y lanzó una llamarada de fuego contra el Juez de Grifo

Ataque:

Daño: 2000

por **Zaraki** Jue Sep 12 2013, 23:06

Misión: Confrontación Legendaria para Falkon - Página 2 1374197-el_chimera_by_elshazam

**La bestia decidió salir de su oscuro escondite para dar la cara, se trataba nada más y nada menos que de una Quimera, una bestia mitológica que de alguna manera, había permanecido en aquella zona durante milenios. Las Quimeras eran unas criaturas muy astutas que se alimentaban de humanos en la antigüedad, algunos dioses las utilizaban a modo de guardianes en sus templos por su gran eficacia y por ser repelentes perfectos de intrusos y ladrones. Estaban formadas por varias cabezas de animales poderosos, como el León, un Dragón y un Macho Cabrío, cada una con sus propias habilidades terroríficas y letales, como la que poseía la cabeza de dragón, la cuál arrasó Qufu sin sufrir resistencia alguna. La cabeza de león tenía aún restos de carne entre sus fauces, su mirada penetrante intentaba intimidar al espectro, que tranquilo, observaba todos y cada uno de los movimientos de la Quimera. De pronto, la cabeza de dragón pareció tomar el mando y le espetó una duras palabras al Juez de Grifo antes de lanzar una fuerte bocanada de fuego. Le habló de que era una criatura libre, que ya no estaba retenida y había podido escapar de su cautiverio, también de que nunca había comido a un espectro de Hades, pero lo que más llamó la atención de Falkon fueron sus siguientes palabras, seguramente confundida por el olor que desprendía el espectro, le habló de que hacía muchos siglos que no sabía nada de él, y que le mostrara su verdadera forma. El Juez no entendió nada, pero para intentar sacar algo más de información decidió seguirle el juego, estaba claro que se venía un combate interesante, por un lado un prudente pero decidido Kyoto de Grifo, y por el otro una Quimera algo mermada físicamente pero con su extraordinaria resistencia intacta, si Falkon quería tener opciones debía moverse estratégicamente, la dureza de la piel de aquella bestia no sería fácil de desgarrar.**

Misión: Confrontación Legendaria para Falkon - Página 2 Hablando4enhanced

-¡Vaya, no esperaba encontrarme contigo en un sitio tan insignificante como éste!, dime bestia, ¿qué te ha ocurrido?, ¿como dejaste que te atraparan?...en cuánto a mi forma, ahora prefiero pasearme en este estado, ya me conoces, me gusta pasar desapercibido. No voy a tener en cuenta tu inadecuado recibimiento y dejaré pasar tu ataque, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos, así que cuéntame, ¿qué me he perdido?.-

**Falkon decidió parar la llamarada con su poderosa armadura, al fin y al cabo ésta tenía el elemento natural del fuego en su esencia, seguramente utilizaría parte de su energía para recargar su propio cosmos. Si el plan del Juez no funcionara tendría que estar en plenas condiciones para poder destruir una bestia de tan extrema dureza, el espectro era consciente de que estaba mermada, pero eso no le quitaba la condición, ni la fuerza para poder destruir a un Juez de Hades, lo tenía muy presente mientras esperaba a que la Quimera reaccionara a las palabras fingidas de Falkon.**

Movimientos:

por **Shikamaru** Jue Sep 12 2013, 23:06

El miembro 'Zaraki' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Dado de cosmos' :
Misión: Confrontación Legendaria para Falkon - Página 2 Wsrm

#1 Resultados :
Misión: Confrontación Legendaria para Falkon - Página 2 3000cosmo

Misión: Confrontación Legendaria para Falkon - Página 2 2000cosmo

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#2 'Dado de energía' :
Misión: Confrontación Legendaria para Falkon - Página 2 Dadoenergiassrpg09

#2 Resultados :
Misión: Confrontación Legendaria para Falkon - Página 2 200energia

Misión: Confrontación Legendaria para Falkon - Página 2 500energia

por **TuRco-SaMa** Vie Sep 13 2013, 14:29

**Las palabras de Falkon muy lejos estaban de serenar a la bestia que se había enfurecido. El hecho de que el Juez hable con el mayor de los respetos, con un cierto tono de ironía lo hacían enloquecer, como si aquél estuviera subestimandola. Si bien las energías de la Quimera estaban mermadas por el recorrido que había tenido hacia el pueblo, el poder destructivo seguia intacto.

-A mi no me engañas con tus mentiras, tu no eres Belerofonte! Tienes el descaro de mentirme en la cara y con una sonrisa en tu rostro! Si bien tienes su esencia y su arrogancia, no debes tener ni una décima de su poder, ni agilidad o resistencia. No se que es lo que te conecta con el, pero te quiero lejos de mi vista, muere!-

Luego de las furiosas palabras, la bestia elevó uno de sus extremos delanteros mostrando sus afiladas garras de león, y trató de dar un gran zarpazo sobre la humanidad del Juez de Grifo.**

Movimientos:

Daño: 6000

por **Zaraki** Vie Sep 13 2013, 21:52

Misión: Confrontación Legendaria para Falkon - Página 2 Pestera-Cu-Lilieci

**La morada de la bestia empezaba a sentir el poder de su morador, algunas paredes comenzaron a presentar las primeras roturas, fruto de la alta intensidad contenida, los riscos puntiagudos que conformaban el techo parecían ahora verdaderas armas mortales que amenazaban con aniquilar a quien estuviera bajo ellas. La Quimera, lejos de creer las palabras del espectro, continuó mostrando sus garras, ésta vez fué el turno del León. La cabeza del rey de los animales descubrió muy pronto el engaño de Falkon proporcionándole aún más información que la cabeza del dragón, por lo visto la esencia de la que estaba hablando era del héroe mitológico Belerofonte, quien fué capaz de domar a Pegaso, el cuál bebía agua en la fuente de Pirene, y además, fué capaz de derrotar a la Quimera que asolaba los campos fértiles y devoraba el ganado de las tranquilas gentes del pasado. Todo encajaba ahora a la perfección, el puzzle fué completado con esta última pieza, el Héroe Legendario que fué capaz de robar el poder del anciano de los Campos Asfódeos no podía ser otro más que, uno de los portadores de la armadura de bronce de Pegaso. Así que la amenaza al Inframundo viene una vez más desde el Santuario, pensó el Juez mientras intentaba frenar el zarpazo lanzado por la bestia. De todas maneras no podía descuidarse lo más mínimo en el combate que tenía entre manos, pues su adversario lanzaba certeros golpes para intentar igualar las fuerzas, el espectro debía pasar al ataque para no perder tiempo e ir en la busca del verdadero ladrón.**

Misión: Confrontación Legendaria para Falkon - Página 2 Hablando10enhanced

-Tienes razón Quimera, no soy Belerofonte, ni lo pretendo, pero en lo que no estoy de acuerdo es en que no tenga ni la décima parte del poder del antiguo héroe. Ya me has proporcionado la información suficiente como para intuir quien se esconde tras el sobrenombre de Guerrero Legendario, aunque primero debo derrotarte. Pondré mis esfuerzos al máximo para lograr desgarrar tu dura piel con mis golpes, veamos cuales son tus defensas mala bestia, no puedo entretenerme mucho más en esta cueva.-

**El espectro de Grifo encontró por fin, la pista que tanto tiempo andaba buscando, no era más que una pista, pero le serviría como punto de partida para averiguar más cosas del ladrón que salió vivo del Inframundo. Ya conocía el poder de dos de las tres cabezas de la Quimera, quedaba la del Macho Cabrío, era hora de demostrar que el Juez de Hades no había llegado a Qufu a morir en las garras de una mitológica bestia, no era el héroe Belerofonte, pero también había protagonizado algún que otro acto heroico en su carrera como guerrero, seguidamente a sus palabras se lanzó con su Devastación Infernal para intentar inmovilizarla concienzudamente.**

Cálculos:

por **TuRco-SaMa** Sáb Sep 14 2013, 11:41

**El ataque de Falkon levantó una cortina de polvo y una gran onda de energía que se dirigió hacia el animal. El rugido del león indicó el dolor que le había causado, mientras retrocedía sobre sus pasos. Algo atontada cayó a suelo por la falta de energías, pero sin embargo, trató de levantarse, mientras las patas le temblaban y no parecían ser un soporte muy firme para una bestia de tamañas dimensiones. Una vez aferrada al suelo, se sacudió para despabilarse luego del ataque y elevó su cosmos. La energía desprendida por el animal era alucinante y hacia caer un par de rocas del techo, dando la sensación de que la cueva se derrumbaría en cualquier momento. Con una de sus pezuñas, comenzó a raspar el suelo bajo ella, mientras la cabeza del carnero apuntaba sus enormes cuernos hacia el Juez del Inframundo. En un impulso de velocidad, se lanzó con todo su peso hacia su víctima

- No quieres entretenerte más? Está bien, te mataré de un solo golpe, y me daré un festín con tu carne joven!-

Movimientos:

Daño: 7000

por **Zaraki** Sáb Sep 14 2013, 13:48

**Las fuertes llamaradas de la Quimera, unidas a los intensos golpes del Juez Falkon, provocaron que la cueva presentara un aspecto digno del mismo Infierno. Una corriente de humo y polvo recorría todos los rincones dificultando la visión, el calor se hacía notar con gran intensidad en las paredes, algunas presentaban signos de calcinación y gran deterioro poniendo el peligro toda la estructura. El riesgo de derrumbe era ya algo más que posible, si el espectro no lograba rasgar a la bestia pronto podría correr el gran riesgo de sufrir algún aplastamiento. La Quimera ya empezaba a mostrar los primeros signos de la dureza de los golpes de Falkon, cayendo al suelo dolorida intentaba mostrar toda la resistencia posible. La cabeza del carnero decidió intentar poner fin al enfrentamiento, era consciente de que corría gran riesgo de sucumbir a los golpes de Falkon por lo que le atacó con su poderosa cornamenta, esperando hacerlo caer para comer su joven carne.**

-Es una pena que te encontrara en tan reprobable aspecto y tan limitada físicamente, por lo que veo no tienes pensamientos de protegerte así que emplearé toda mis fuerzas en este golpe para poder desgarrarte hasta tus órganos vitales y poner fin a tu existencia en la Tierra. Y yo que pensaba que lucharías con todas tus fuerzas....bueno te daré una oportunidad para no matarte, dime donde se encuentra el niño que raptaste y te dejaré en paz, al fin y al cabo ya tengo la información que quería, y sinceramente lo que hiciste con Qufu no me importa nada, seguro que les estaba bien merecido, pues un nido de comerciantes fariseos y timadores es un blanco perfecto para ser purificados con fuego y sangre.-

**El Juez Falkon miró a la bestia con algo de compasión, entendía perfectamente que no se encontraba en las mejores condiciones para entablar un combate contra un Juez de Hades, y por eso no le estaba plantando la suficiente cara. Falkon, a pesar de ser un espectro, mostraba el máximo respeto a todos sus rivales, disfrutaba mucho con cada combate que tenía, fuera el que fuera, y siempre quería que su contrincante estuviera en la mejor de las maneras posibles. Aún quedaba rematar o no a la bestia e ir al encuentro del Guerrero Legendario, seguramente algún descendiente directo de Belerofonte, el héroe que fué capaz de matarla en la antigüedad, pero que por alguna oscura razón no destruyó su linaje.**

Cálculos:

por **TuRco-SaMa** Sáb Sep 14 2013, 14:19

**El último impacto azotó a la quimera que cayo pesadamente al suelo. Sin embargo, al igual que antes, volvió a levantarse, no solo herida fisicamente sino tambien en su orgullo. Con un último impulso de fuerza, se abalanzó sobre Falkon, la velocidad de la Quimera no le dio tiempo a reaccionar, pero sin embargo, luego de un súbito estallido todo se detuvo. El tiempo parecía haberse congelado, la enorme bestia se encontraba suspendida en el aire, con sus fauces abiertas, lista para devorar la cabeza del Juez de un solo mordisco. A su alrededor, todo estaba en pausa, ni siquiera las lenguas de fuego en algunas de las piedras se movían, e incluso se lograba ver algunas partículas flotando en el aire. El Juez solo podía limitarse a ver lo que se sucedería a continuación

Movimiento:

Una especie de luz surgío en el medio de la cueva, de la que se materializó un joven alto, rubio y con rasgos muvianos. Iba vestido de manera bastante formal para aparecer en un sitio tan decrépito como aquel. Caminó unos pasos mirando todo a su alrededor, e incluso dio unos golpecitos a la Quimera, que aún se encontraba dura como si fuera de mármol.

-He llegado tarde para encontrarte, pero aquí estás al fin, un momento...-

El recién llegado se percató del inmóvil Falkon, empotrado en su Kyoto del Grifo, mostrando por su posición que había estado combatiendo con el horrendo monstruo. Luego de examinarlo con la mirada mientras caminaba en círculos alrededor del Juez murmuró:

- Vaya, eres muy valiente o muy tonto para venir a pelear con un monstruo como este, o solamente eres un sujeto puesto en las circunstancias equivocadas. Si mis instintos no me fallan, tu eres un espectro, pero eres diferente a los pocos que he visto, pero estoy seguro que eres un servidor de Hades. ¿Quién eres?¿Qué haces aquí? te devolveré el correr del tiempo para que respondas mis preguntas....-

El joven se mostró curioso respecto de Falkon, de uno de los bolsillos de su chaqueta, sacó un trozo de pergamino viejo. Con extrema presición, lo arrojó contra el Juez. El pedazo de papel explotó al entrar en contacto con Falkon, que al parecer, ya podía moverse.

por **Zaraki** Dom Sep 15 2013, 12:52

**El enfrentamiento entre la bestia y el Juez estaba llegando a su fin, la Quimera no pudo defender ninguno de los golpes que el espectro lanzaba una y otra vez, el último de ellos dió con la criatura en el suelo de nuevo, orgullosa y herida se abalanzó a la desesperada para poder herir mortalmente a la Kyoto de Grifo, cuando Falkon se preparaba para asestarle el último golpe de gracia el tiempo pareció detenerse a su alrededor, fruto seguramente de algún maligno sortilegio. El espectro se encontraba inmovilizado, consciente, pero sin poder articular ninguno de sus músculos, desde su posición podía observar como todo parecía detenido, la sangrienta bestia con sus garras dispuestas a seccionarle la cabeza, las rocas desprendidas por la violencia del combate, incluso las partículas de polvo parecían suspenderse en el aire sin presentar movimiento alguno. Falkon empezó a preocuparse por su estado, no había cosa más rabiosa que encontrarse inmóvil, sin respuesta de tu cuerpo, como alguna de las técnicas más irritantes de sus enemigos y que muchas veces había sufrido. Temiendo por permanecer mucho tiempo en esa situación escuchó un leve silbido acompañado de un gran foco de luz.**

**De aquella luz intensa y brillante surgió la figura de un joven bien parecido, confiado, vestido con un traje impoluto, alguien desconocido para el Juez que lo miraba rabioso. El joven se dedicó a pasear por la escena comprobando que todo estaba correcto, primero golpeó levemente a la Quimera para ver que se encontraba bajo los efectos del hechizo, luego se acercó al espectro con asombro para decirle que era o muy valiente o muy estúpido, o quizás alguien circunstancialmente en el sitio equivocado. El hombre del traje siguió dialogando con Falkon, incluso le dió la oportunidad de expresarse liberándolo del hechizo con algo parecido a un sello que sacó de uno de los bolsillos se su chaqueta, gesto que agradeció el espectro.**

-Sinceramente, si me hubieran dicho que en el momento justo de terminar con la vida de la Quimera aparece un hombre como tú de la misma nada lo hubiera tomado como un infeliz demente. Se te ve muy confiado y despreocupado para estar ante un Juez de Hades, incluso hasta te podía llamar imprudente al liberarme de tus poderes, pero dado que tú mismo te has dado cuenta de que retenerme es un grave error, te contestaré a tus preguntas por educación. Mi nombre es Falkon, y soy uno de los tres Jueces del Inframundo, porto la Kyoto de Grifo y puedes considerarme una de las personas más poderosas de la Tierra. En cuánto a lo que hago aquí, es algo que no te debería importar, o sí, si eres la persona que busco, ¿sabes algo del Guerrero Legendario?, ¿aquél que es capaz de robar un gran poder del Inframundo y salir ileso de allí?. Veo que venias en busca de la Quimera, ¿no serás uno de los descendientes de Belerofonte?.-

**El Juez Falkon intentó mantener la calma antes de actuar, igual era la única oportunidad de conocer el paradero del Guerrero Legendario, incluso había grandes posibilidades de que aquél apuesto joven fuera él mismo. Sensiblemente irritado por haber intervenido en un combate esperó paciente a que se dieran algunas importantes respuestas, si no había más que palabras en el encuentro pasaría a la acción inmediatamente, eso era algo que tenía muy presente el Juez.**

por **TuRco-SaMa** Dom Sep 15 2013, 20:50

**El rostro del aparecido fue de extrema sorpresa ante las palabras de Falkon, pero pronto trató de disimularlo cerrando los ojos y sonriendo. Luego caminó de nuevo hacia la Quimera, ignorando casi por completo a Falkon. Con una de sus manos acariciaba la piel del león, mientras comentaba sin mirar a Falkon

-He venido en busca de este "monstruo" que llaman los humanos porque soy su guardián. Nunca lo he considerado una bestia, sino que mas bien una gran mascota incomprendida, siempre lo he tratado con cariño pero a veces, se pasa de rebelde como ha pasado en esta situación. Se me ha escapado y ha causado un gran alboroto, siento mucho la muerte de estas personas. Pobre bicho, después de todo, fue expulsado del Inframundo gracias a un raro veredicto del Garuda que seguramente no pertenece a tu generación, y la misma Athena le ha encargado a mi clan mantenerla bajo su cuidado.-

Dejó de acariciar al animal y caminó hacia la cabeza del carnero, que segundos atrás había arremetido contra el Juez, y trató de comprobar lo filoso que estaban sus enormes cuernos.

-Falkon me habías dicho, no? Mi nombre es Oath, disculpa mis modales jeje. Veo que eres un sujeto educado, pero lo has arruinado con eso de "la persona más fuerte de la tierra", más de uno de los Santos dorados de Athena, a quienes conozco personalmente, te darían una paliza que dificilmente olvidarías.-

El sujeto giró sobre sus talones y miró a Falkon de manera intensa

- Me has mencionado a Belerofonte.... Es el quien le ha causado la muerte que ustedes se negaron a albergar a este precioso animal. Pero los dioses le han dado su castigo por su arrogancia, dejandolo inválido y permitiendo que se pudra dentro de un acantilado. Deberías volver a tu Inframundo, seguro ha de aparecer en el registro de las almas que tienen ustedes, has estado buscando algo que estuvo siempre frente a tus narices. Si no he escuchado mal, el Cocytos es el lugar donde van aquellos que levantan su puño contra los dioses, así que alli debería estar. Por tu bien, espectro, te recomiendo que te vayas de este lugar, antes que algún caballero de Athena venga a por tí. Si bien soy fiel a Athena, se tener compasión por mis enemigos y aborrezco el derramamiento de sangre. Vete y no vuelvas, mientras me retiro con mi mascota....-

Tras estas palabras, el cosmos de Oath se elevó rodeandolo de un aura morada. Con un movimiento suave de su dedo índice, logro abrir una especie de portal con las mismas caracteríasticas del cual había salido. Movió su cabeza en esa dirección y la inmovil Quimera lo atravesó sin vacilaciones. El joven dió la espalda a Falkon y comenzó a atravesar el portal para escapar

-Adiós, Falkon de Grifo...- Dijo mientras levantaba su mano derecha a modo de despedida.

Off: Debes rolear que sigues a Oath por el portal llegando a Jamir

por **Zaraki** Miér Sep 18 2013, 20:26

**El exceso de confianza de aquél sujeto llegaba incluso a la arrogancia más absoluta, siguiendo con lo que había venido a hacer en aquella cueva se dirigió a la Quimera. Ésta, más calmada, lo miraba con ojos de ternura, como si existiera una estrecha relación entre ellos. Oath, que así se llamaba el joven le explicó al espectro, que la bestia era de su propiedad, que él era su guardián y protector, y que todo fué el resultado de sus energías descontroladas, también le habló, de que la Quimera perteneció al Inframundo en un principio y que fué un Juez antiguo el que la desterró, Athena la acogió y le dió el encargo a clan del joven en cuidarla. Falkon lo miraba sorprendido, pues ¿qué haría una criatura del Inframundo bajo la protección del Santuario?, eso era algo que no tenía ningún sentido, una intromisión más de la caprichosa diosa. Oath siguió su discurso empleando palabras que el Juez no pronunció, en una muestra más de la arrogancia de los servidores más altos de Athena le comentó, que más de uno de los santos dorados de Athena le daría una paliza, algo que podía ser cierto, pero que subestimaba el creciente poder del Juez de Grifo, pero en vez de irritarlo le hizo gracia, así la sorpresa sería mayor en los confiados dorados. El Kyoto de Grifo no había dicho que era la persona más fuerte de la Tierra, algo de lo que sabía que distaba mucho, pero si comentó que era uno de los más poderosos, algo que se ajustaba más a la realidad, todo indicaba que Oath estaba atento a otras cosas más importantes para sus intereses. Con una mirada intensa le habló, por fin, de Belerofonte, el condenado al Cocytos por haber levantado sus puños contra los dioses, un dato que pasó desapercibido al espectro, éso si que le enfadó profundamente pues había cometido un grave error al no saber algo tan importante. El final del encuentro llegó con las últimas palabras de Oath, creyéndose lo suficientemente poderoso como para compadecerse de un Juez de Hades, le espetó que se fuera de allí antes de que llegara algún santo de Athena. Falkon se mordió la lengua al ver que el ser creaba un portal, dejándolo que se creyera sus palabras esperó al momento justo para entrar en él, éste llegó cuando el joven se despidió con un gesto de su mano, la Quimera fué detrás y desaparecieron rodeados de un aura morada. Antes de que se cerrara el Juez se adentró sin saber el lugar de destino, tenía bastantes ganas de poner sus manos en el cuello de Oath, igual con una buena demostración sus erróneas percepciones se acercaran más a la realidad, o por lo menos a la realidad de Falkon.**

**Tras unos segundos de viaje por el portal la luz se tornó más clara, Grifo esperó a que sus pupilas se aclimataran a la claridad para ver donde se encontraba, tras otros breves segundos pudo distinguir una enorme torre de varios pisos, a su lado no existía nada, sólo un peligroso acantilado que amenazaba a los curiosos visitantes. No pudo distinguir bien donde se encontraba, pero lo que si pudo percibir es una extraña calma en el ambiente, como si el lugar fuera uno de esos sitios de poder distribuidos por la Tierra. Con gran curiosidad y cautela se dirigió a la torre con la esperanza de encontrar a Oath, quería comprobar en primera mano si era tan fuerte como se creía, también reunir algo más de información sobre el suceso lejano de la condena de la Quimera, pero lo que más ganas tenía era de encontrar al Guerrero Legendario.**

por **Devil** Miér Sep 18 2013, 22:08

TURNO NARRATIVO

**Lo más asombroso de todas las cosas que habitan este planeta es la capacidad humana de la ignorancia. Caminando tranquilos, adueñándose de la Tierra entera como si les perteneciera, sin hacerles caso a las advertencias divinas, destruían todo lo que lograban poseer. Estúpido aquel que escupa hacia el cielo, fue dicho por alguien que se hizo llamar filósofo, sin darse cuenta de que su decir apuntaba exactamente a los humanos, sus hermanos, incluyéndolo a él también. ¿Por qué los humanos tienden a destruir sin ton ni son? La única respuesta posible es que jamás habían sido castigados por sus acciones. El amor que Atena tenía para con la raza humana y la tierra era puro y grande, logrando que ella tomara decisiones contrarias a las de los demás dioses, luchando por proteger a los indefensos humanos, sacrificando su vida y la de sus guerreros por gente que siquiera sabía que alguien los cuidaba. Guerreros ocultos en la historia desde la era mitológica, santos de Atena. Vivian y moría por ella, sin pedir nunca nada a cambio.

Durante sus 3 años en el santuario, Ral Zarek, caballero elegido por la constelación de Pegaso, había aprendido en incontables ocasiones que, por más que Atena no peleara abiertamente contra sus rivales, jamás, en ninguna de sus luchas, los santos quedaban desprotegidos y solos. Siempre batallando en desiguales condiciones, sea contra guerreros más poderosos, o en mayor cantidad, Ral había podido sobreponerse a la derrota, creando milagros haciendo arder su cosmos hasta el infinito, soportando heridas que habrían tumbado a cualquier persona.

La primera enseñanza que había recibido de parte de los santos de oro como Dohko, era a defender siempre a la justicia, y la paz, aun a coste de la propia vida.
Y eso hacia el joven guerrero, luchando más allá de sus fuerzas, dejando en el campo de batalla algo más que sus fuerzas y sacrificio. A pesar de que, en varias oportunidades tendría que haber muerto, algo lo había impulsado a seguir… Un cosmos enorme que sentía nacer, de pronto, dentro suyo, y una voz que le decía al oído “not today, my dear”.
Esto asustaba de sobremanera a Ral, sintiendo que su poder podía salirse de control. No es común, siquiera en el mundo de los caballeros, escuchar voces en la cabeza y energías profundas que salvasen tu vida cuando estas al borde de caer en el vacio de la muerte definitiva.

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Mohosos libros pasaron por sus manos, en hermosas tardes que no pudieron ser disfrutadas, siempre dentro de la calurosa biblioteca, pasando horas y horas leyendo sobre santos legendarios, guerras santas, armaduras destruidas y renacidas… Tan solo pudo encontrar una mención a misteriosos poderes despertados por algunos caballeros que llevaron su cosmos hasta el límite, despertando un sentido más allá del séptimo… nada mas había podido encontrar en los innumerables tomos ajados y viejos que aquel lugar guardaba y protegía de los pesares del tiempo.

Sin encontrar respuesta aun a sus preguntas, Ral prosiguió con su búsqueda, pero esta vez dejo de lado las viejas escrituras, atrasadas en el tiempo ya, contando historias pasadas, pero dejando de lado la actualidad. Empezó investigando los dichos entre los guardias del Santuario… fuentes inagotables de información, las personas de jerarquía más baja entre todos los guerreros siempre poseían mas información que cualquier alto mando del santuario, entre ellos, los rumores se esparcían con rapidez, haciendo que casi cualquier misión que debiera permanecer en secreto, cualquier suceso misterioso, sea sabido por todo el Santuario en cuestión de días.

A pesar de contar con amigos entre los guardias, y de contar con la ayuda de Tezzeret, aquel aspirante a caballero con el que se había vuelto intimo amigo, lo único que pudo averiguar Ral fue que, en la anterior guerra santa, hace 200 años aproximadamente, un caballero se volvió leyenda… Y ayudo a Atena, superando a los caballeros dorados, dioses menores de Hades e incluso al mismísimo Hades…y hacia menos tiempo, unos 30 o 40 años atrás, habían aparecido también Santos guerreros que alcanzaron un nivel de cosmos sin igual, llegando a portar armaduras legendarias que sobrepasaron el poder de los dioses… Era solo una leyenda, y nadie podía confirmarla. Siquiera pudo buscar consuelo en su amigo Ichann, que, como Patriarca del Santuario, se la pasaba en Star Hill cumpliendo designios divinos. Y Dohko de Libra estaba demasiado tiempo cumpliendo misiones secretas como para poder dedicarle tiempo a Ral, mas allá de poder pedirle ayuda en sus estudios.

La única fuente de información a la cual Ral podría llegar a recurrir era una sola: los sobrevivientes del continente destruido Mu. Sabía que ellos, poderosos alquimistas, habían construido todas las armaduras de los santos de Atena, y más importante aún, poseían el poder para repararlas… Si alguien poseía información que lo ayudase a interpretar sus extraños sueños sobre poderosas armaduras legendarias, quizás alguno de aquellos hombres pudiera ayudarlo… Lamentablemente, quedaban muy pocos, y todos ocultos en refugios oscuros alcanzables y encontrables solo para aquellos que supieran donde estaban emplazados. El santo de Pegaso solo tenía noticias sobre uno de ellos… Oath, que vivía en Jamir, cerca de los Himalaya…Maestro reparador de armaduras, quizás el tendría las respuesta que Ral necesitaba.

Rápidamente consiguió permiso para partir, sus hazañas contra espectros invasores lo había dejado muy bien parado frente a Atena, que sin pensarlo, le otorgo el permiso para partir inmediatamente hacia Jamir, con la excusa de recuperar algunas armaduras recientemente reparadas. Partió, sin más, hacia China, desde donde anduvo, durante dos días, hasta llegar cerca de Jamir, lugar escondido entre los Himalaya. La gente del lugar llamaba a ese lugar “hogar del demonio”, ya que llegar hasta allí era imposible para alguien no dotado de cosmos. Las desapariciones de escaladores, y gentes del lugar, eran etiquetadas a los monstruos… Pero la verdadera razón era que, en aquel bello paisaje, con el cielo azul claro, la nieve perpetuamente blanca, y los picos de las montañas recortando el horizonte, era muy difícil vivir…Cada día había que luchar contra los elementos para poder llegar a casa y sobrevivir.

Ral nunca había estado allí, pero gracias a los consejos de Atena, no había tenido problemas en encontrar el sendero secreto que llevaba hasta la casa de Oath. Sin problemas, logro cruzar el sendero rodeado de acantilados, y paso entre los guerreros esqueléticos sin que estos despertasen.

Tras una curva del camino, Ral se encontró de repente con una torre solitaria sobre un acantilado. La torre, hecha con roca blanca y tejas azules, tenía múltiples ventanas divididas en 5 pisos, cada piso superior era más pequeño que el inferior. Un aura de majestuosidad se esparcía, proveniente de aquella torre… ¿Podría ser el final de la búsqueda de Ral Zarek?**

OFF:1° Agradezco al turco por esta oportunidad de rolear, junto a dos personas que son mis metas a seguir en cuanto roleo.
2°estoy nervioso...espero estar a la altura de los roleos perfectos de ustedes dos Smile

por **TuRco-SaMa** Miér Sep 18 2013, 22:44

** La Quimera, gracias a los poderes de Oath, ya estaba descansando plácidamente en su habitáculo. Esta vez, los barrotes dorados impedirían su escape, al estar hechos casi del mismo material que el de las armaduras doradas. El muviano pensó que había logrado escapar de la presencia de Falkon, sin embargo, el escurridizo Juez había logrado atravesar el portal hasta sus aposentos. Al girar la cabeza, vio con temerosa sorpresa como la figura de Falkon se erguía tras él, luego sonrió y lo enfrentó:

- Al parecer no has entendido lo que te he dicho. Comprendo tu posición de todos modos, entiendo que te aferrarás a cada pista por más minúscula que sea y la seguirás hasta el fin del mundo, como fiel sirviente que eres. De seguro, el viejo Belerofonte te debe haber enviado por el poder que le fue arrebatado, caballero, o al menos eso es lo que él dice. Verás... el poder de Belerofonte era sublime, tanto que se atrevió a desafiar al Olimpo, pero como castigo, Zeus lo invalidó hasta el fin de sus días. Ese poder, fue derramado a su noble montura, que al ser un animal tan puro y bello, logró obtener su lugar en el Olimpo. Lejos estás de encontrar ese guerrero aquí, porque.....-

Oath interrumpió sus palabras, podía sentir un cosmos acercándose, un caballero de Bronce, pero tenía trazos bien marcados de una fortaleza extraordinaria. Como si detrás de su fuerza aparente, se escondiera algo mas sublime y epico, casi rozando un poder divino como el de Athena, Poseidón o Hades. No, no podía ser posible. ¡Era la casualidad tan grande de juntar al cazador con la presa en la misma situación? Al parecer, así sería. Oath trató de serenarse, pues un gran combate se asomaba entre el recién llegado y el desconocido visitante que arribaba al templo.

- Me retracto de mis palabras, Falkon. Hoy es tu día de suerte, puede que este sea el hombre a quien querías enfrentar desde el comienzo de tu búsqueda....-

por **Zaraki** Jue Sep 19 2013, 20:07

Mención:

**Antes de entrar en la torre, Falkon pudo sentir varios cosmos que provenían de su interior, al mirar a la parte más alta pudo distinguir una sombra que lo observaba desde la seguridad que proporciona una zona elevada. El Juez percibió algo en su instinto, igual sus preocupaciones por encontrar al Guerrero Legendario estaban en aquél místico lugar. Grifo fué ascendiendo por la torre sin problemas, le sorprendió que no tuviera vigilancia alguna, quizás, el tal Oath era lo suficientemente poderoso como para no necesitar escoltas. Tras un buen rato subiendo escaleras llegó a una sala que parecía ser el aposento del joven rubio, allí, de espaldas se encontraba el confiado seguidor de Athena. Éste no pareció importarle mucho su presencia, es más, aclaró sus dudas completamente, el viejo ruinoso del Inframundo era el héroe antiguo, Belerofonte, el cuál fué confinado al Cocyto por levantar su mano contra el Olimpo, y su inmenso poder derivado a su montura, el bello y grandioso Pegaso. El espectro de Grifo por fin mostró tranquilidad en su aventura, ya tenía todas las piezas de la historia ensambladas, sólo le quedaba la importante, encontrar al Guerrero descendiente de Pegaso, y sus plegarias parecieron ser escuchadas, apenas unos segundos después de que Oath revelara toda la verdad apareció en Jamir la única persona que le faltaba para completar, el Guerrero Legendario.**

-Vaya Oath, no esperaba que me recibieras de esta manera, por tus palabras desinteresadas te has ganado mis respetos, mis iniciales intenciones al entrar en el portal que creaste se han desvanecido por completo. Gracias por desvelarme todas las piezas que me faltaban, ahora puedo centrarme en mi verdadero objetivo, el Guerrero Legendario. Puesto que has sido noble conmigo te diré mis verdaderas intenciones, desde el primer momento en que conocí a Belerofonte sabía que no era una persona de fiar, pero su historia y el encuentro con Pirene me hicieron despertar varios sentimientos que tenía que seguir. El hablar de un Guerrero Legendario me despertó las ganas de medir fuerzas con una Leyenda, hace poco que conseguí un estatus parecido al despertar a dos elementos naturales, pero no he podido comprender su verdadero poder hasta hace bien poco, cuando tras viajar a la ciudad intraterrestre y caer derrotado por el Golem y el santo de Libra comprendí su esencia final. Ahora que creo dominar más mis nuevos poderes creo que es el momento de probarlos con una verdadera leyenda. Si el hombre que acaba de llegar a tu templo es el elegido lo esperaré aquí mismo para medir fuerzas, sino lo es me iré como he venido sin armar alboroto alguno, por respeto a tus palabras.-

**Falkon esperó ansioso a que se presentara el hombre tan buscado, su Kyoto brillaba con tono rojizo, el tono que le daba su elemento de fuego. Estaba concentrado y listo para el combate, por fin podría poner fin a la búsqueda del que robó el poder de Belerofonte, el denominado, Guerrero Legendario.**

por **Devil** Jue Sep 19 2013, 21:58

TURNO NARRATIVO

**El azul de ese cielo, claro y puro como ningún otro, era lo que más asombraba a Ral ese día. Después de la larga búsqueda, estaba bastante cansado, y esperaba encontrar la hospitalidad de Oath al llegar… Dohko le había comentado, una vez, que Oath era un hombre muy pacifico, descendiente de los grandes muvianos, poseía grandes habilidades psíquicas, y extraños poderes anormales, incluso para alguien que poseía cosmos corriendo por sus venas. Era alguien admirable, de gran sabiduría… También le había dicho, Dohko, que era alguien calmado, y bastante orgulloso, aunque eso no quitaba que tuviera un gran corazón. Un gran hombre, tan sencillamente podría definirse a Oath.

Se quedo unos minutos mirando la majestuosa torre, contrastada con el azul del cielo, la blanca arquitectura del edificio mostraba ser hermosa a los ojos humanos. Ral estaba maravillado de tanta belleza, quizás, el viaje entero había valido la pena de, solamente, ver tanta belleza, poder, y majestuosidad en un solo lugar. Sonrió, mostrándose alegre como hacía semanas no lo había estado. Ajustándose las cintas que mantenían su armadura unida a su espalda, decidió dejar para más tarde las observaciones, y empezar el camino final hacia quien, quizás, podría responder sus dudas sobre los caballeros legendarios.

Tan solo 600 metros lo separaban de su objetivo, comparados con los miles de kilómetros recorridos desde el Santuario, eso no era siquiera un parpadeo. Empezó a caminar, siguiendo el tosco sendero marcado por las huellas de los cientos de guerreros que habrían viajado hasta allí para reparar sus armaduras, deterioradas por el uso en combate.
Los acantilados a los costados empezaban a acercarse cada instante más hacia Ral… La edificación se levantaba justo en el borde del abismo. Supuso que eso sería para evitar las visitas inesperadas, teniendo que seguir si o si el camino principal hacia el hogar de los muvianos fieles a Atena.

Estando muy cerca de la torre, Ral se percato de algo extraño… Como un golpe, un cosmos enorme y oscuro se abalanzo sobre la torre, apareciendo repentinamente dentro de uno de los últimos pisos. Ral sintió un segundo cosmos, mucho más débil, en apariencia, y un tercero que parecía más el cosmos que emitían los animales cuando estaban asustados. Durante unos segundos, Ral estuvo paralizado… ¿De quién sería aquel monstruoso poder, que a esa distancia, parecía querer asesinarlo? Con tan solo sentir aquella presencia, Ral supo que debía apurarse. Corrió los pocos metros que le separaban del hogar del muviano. Al llegar a la inmensa arquitectura, se desilusiono durante unos instantes… No había una puerta por la cual entrar a la torre. Y no podía, simplemente, irrumpir rompiendo una pared… También, un miedo jamás sentido, empezó a hurgar en su corazón, buscando que se detuviera y alejase inmediatamente de aquel lugar. Rechazo esa idea… Si Oath estaba en peligro, el debía ayudarlo… Oath era una persona leal a Atena… Y él había llegado para pedir su ayuda, lo mínimo que podría hacer, era ayudarlo antes.

Toco la pared de la torre, sintió las grietas que recorrían la vieja estructura, y tomo una decisión… Aun en contra de su voluntad, que le pedía a gritos que huyera del lugar, dejo caer pesadamente la caja de Pandora que contenía su protección sagrada. Mirando hacia arriba, el último piso de la torre, tanteo con su mano derecha hacia detrás, buscando la manivela que abriría la caja… Toco suavemente el rostro de Pegaso grabado en la caja, e inmediatamente se sintió más seguro… Al lado de Pegaso, jamás había caído… Encontró por fin lo que buscaba, y tomando la manivela de la boca de Pegaso, jalo de ella con todas sus fuerzas.
Una luz ilumino el lugar, y por unos instantes, un cosmos superior a cualquier sentimiento negativo, inundo el ambiente… Con el segador resplandor terminado, cualquier observador casual habría podido ver lo que muchos habían escuchado en historias casuales… Ral Zarek portaba la armadura de Pegaso, preparándose para afrontar aquel cosmos superior que atenazaba a su corazón.

Sin bajar la vista ni un instante, Ral hablo, con voz fuerte y clara, hacia el último piso de la torre.**

-No sé que está sucediendo aquí… He venido a ver al maestro Oath, y al llegar, encuentro este lugar lleno de un cosmos oscuro. Vuelvo a repetirlo, seas quien seas, no creo que seas bienvenido aquí… Maestro Oath, por favor, le pido que abra la entrada y me permita ingresar a la torre… Mi nombre es- **Ral dudo un instante, antes de pronunciar su nombre… Algo hizo acallar a su voz, instándole al silencio… Aquel cosmos asesino le llenaba el corazón de pavor… pero tras unos segundos de autocontrol, pudo seguir.** - Mi nombre es… Ral Zarek, caballero de Pegaso… he venido bajo la excusa de una misión, maestro Oath… Pero en realidad, busco respuestas.-

**A pesar de mostrar palabras valientes y llenas de decisión, Ral dudaba de lo que había dicho… No entendía que hacia un cosmos tan poderoso y oscuro al lado de Oath… Parecía una macabra obra del destino que él, que no encontraba paz de sus luchas, tuviera que enfrentar a alguien tan abismalmente malvado.

Espero, mirando hacia la torre, la respuesta que vendría de la misma… Deseo con toda su alma estar equivocado, y que aquel cosmos oscuro y violento, ardiente, no fuera más que parte de su imaginación… Pero nada era fantasía esa tarde…**

por **TuRco-SaMa** Jue Sep 19 2013, 22:02

** Siguiendo en su actitud de no dar importancia a Falkon, Oath lo miró por sobre el hombro a Falkon y sonrió. Se levantó de su posición y buscó un elemento en una de las estanterías de la sala. Desempolvó la caja de un soplido y se abrió al sonido metálico de los cerrojos. Dentro de la caja se hallaba un hermoso violín, perfectamente lustrado y brilloso, el cual Oath comenzó a tocar con mucha calma.

-Acaso no has oído mis palabras? Allí afuera está tu destino, Juez, parece que los astros te han beneficiado y te han dado esta oportunidad servida en bandeja, no la desaproveches. Ese muchacho de seguro, no tiene idea ni de una décima de su potencial, así que será mejor que no te fíes. El poder de este muchacho es el mismo que ha derrotado a los dioses más de una vez, por lo que si no piensas bien tus pasos, Jamir será tu tumba. Que esperas? Vete de aquí rápido!.-

Oath giró y comenzó a ejecutar una triste melodía en su violin, mientras observaba tranquilamente hacia el exterior, donde comenzaba a apreciarse la inocente figura de Ral Zarek

Off:

Ahora rolea Zaraki, y luego es el turno de Devil. En ese post se tirarán los dados para ver quien empieza el enfrentamiento. Zaraki tiene la obligacion de un mínimo de 10 líneas por contestación, mientras que devil puede limitarse a los 3 rengloes obligatorios (cosa que sé que no va a hacer jaja) Espero se diviertan muchachos!

por **Zaraki** Vie Sep 20 2013, 22:17

**Oath seguía con su aire de prepotencia, pero por lo menos le estaba dando la solución a todos los enigmas del robo del poder de Belerofonte. El Guerrero Legendario estaba esperando a Falkon en el exterior de la torre, desde allí pudo sentir su cosmos de santo de bronce, pero si era el heredero del poder de pegaso sería un rival temible, algo a tener muy en cuenta. De pronto todo comenzó a vibrar con la música pausada de un violín, el protector de la Quimera estaba tocando una melodía tranquilamente, como si supiera que por mucho que luchara Falkon el resultado sería el mismo. Una vez más el espectro no entendía nada, estaba allí en Jamir, con su rival esperando y aún así tenía dudas en su mente, ¿quién sería este Oath?, ¿y como es que nunca escuchó hablar de un aliado tan poderoso del Santuario?.**

**El Juez de Grifo miraba a su adversario para analizar su aspecto, por la forma de moverse y por las palabras últimas de Oath se podía adivinar que no era un experimentado guerrero. Ral Zarek era su nombre, y por lo visto, no sabía nada de su potencial oculto. Falkon intentó recordar las viejas historias de las antiguas guerras santas en las que un muchacho portador de la armadura de bronce de pegaso había sido capaz de rivalizar con los mismos dioses, ¿pero aquél chico tenía tanto poder?, sólo quedaba una vía para adivinarlo, el enfrentamiento directo. De un salto abandonó la compañía de Oath para poner fin a su historia, el momento de la verdad había llegado.**

-Bueno joven Ral Zarek, llevo mucho tiempo tras tu pista y el destino ha querido que me nos encontráramos en este alejado sitio. Si el poder robado a Belerofonte corre por tus venas serás un rival duro, difícil y digno. Mi nombre es Falkon y soy uno de los jueces de Hades, he venido desde el mismo Inframundo para llevarme algo que nos pertenece por derecho, es cierto que cometió un grave error y por eso lo pagará en el Cocytos, pero tener su poder en manos del enemigo no es algo que me tranquilice. Bueno, creo que he hablado demasiado, vamos a ver lo que el santo legendario de pegaso es capaz de ofrecer. Joven, espero mucho de ti, tienes en la mirada el brillo de los importantes, aquél que he visto en muy pocos guerreros, veamos tu madera de luchador.-

**El espectro de Grifo intensificó su mirada, el santo de bronce le causó una buena impresión, a pesar de no ser un santo dorado tenía un aura especial que lo hacía interesante. Oath le había advertido de su poder oculto, por lo que no se lo tomó a la ligera y se preparó para un buen enfrentamiento, estaría concentrado al máximo para no llevarse sorpresas, había recorrido muchos kilómetros, y pasado mucho tiempo como para tirar por tierra todo el esfuerzo realizado. Preparándose para la primera toma de contacto empezó a arder su cosmos.**

por **Devil** Miér Sep 25 2013, 13:32

para el turco:

TURNO NARRATIVO

** Las nubes en el cielo intentaban ocultar al piadoso astro rey para que no viera el encuentro letal entre aquellos cosmos agresivos. Ral intentaba mantenerse de pie, sin dudar, y no caer ante aquel poder que emanaba de lo mas alto de la torre. Sin duda, algo andaba mal.

Como una muestra de que todo saldria bien, un sonido desgarro el silencio dejado por las palabras del santo. Un violin hacia sonar una esplendida melodia que llegaba hasta los oidos de aquel joven. La melodia, perfectamente ejecutada, sonaba clara y armoniosa. Dentro del caballero, el miedo y pavor producido por aquel cosmos desaparecio. Algo magico y balsamico surgia de aquella melodia. Ral recordo la leyenda del fenix, cuyo cantar era milagroso y levantaba el valor y moral de los puros de corazón.

A pesar de seguir estando tenso, pudo mantener la vista hacia la unica ventana del ultimo piso de aquella torre. Su espera no fue larga, ni tampoco se desiluciono al ver aparecer al dueño de tan letal cosmos. Un hombre de cabello largo y blanco, ojos de un gris profundo y mirada fria, su cabeza estaba protegida por un casco violeta muy oscuro, con adornos de color dorados que asemejaban cuernos o dientes... Un espectro al que jamas habia visto, con un poder que no dejaba dudas al que lo enfrentase: estaba mirandose de frente a un hombre que podia matarlo facilmente si se lo proponia.

Aquella persona salto desde la alto ultimo piso, hasta caer frente a Ral. Este controlo el temblor de su cuerpo a duras penas. La mirada que le dirigia aquella persona demostraba sus ansias por matarlo... Ansias de terminar con algo que habia empezado hacia tiempo, y que Ral no comprendia en su totalidad.

Sin moverse de mas, aquel hombre hablo para Ral, contandole que lo buscaba hacia tiempo para recuperar el poder robado a Belerofonte, luego, paso a presentarse. Dijo llamarse Falkon, juez del averno. Ral se sorprendio del tono de voz, frio, y al mismo tiempo demostraba ser un caballero. No habia atacado por sorpresa, desde la altura, y eso demostraba dos cosas... La extrema confianza que se poseia, o un honor para el combate mas alla de cualquier respeto hacia su misión.

Termino de hablar, y encendio su cosmos, la armadura de aquel juez empezo a brillar con un tono rojizo. Habia luchado contra muchos espectros, pero jamas habia visto una armadura con tantos detalles ni protección como aquella... Era majestuosa, poderosa. La mirada de Falkon lo atravezo, y sintio que podia leer hasta su mas oscuro sentimiento y recuerdo.

Las suaves notas del violin, una calida y casual brisa del aire, rara en aquella altura, y su Cloth, eran las unicas cosas que evitaban que huyera de aquel encuentro. Ral se sorprendio a si mismo al darse cuenta de cuan bien podia controlarse en aquella cituasión.**

- Me da gusto encontrarme con alguien como tu, Falkon. Yo pensaba que en el infierno solo habia tipos idiotas que aprovechaban la mas minima chance de herir al enemigo para ganar el combate. Me has demostrado lo contrario, al no atacarme desde la altura... ¿o es que te tienes demasiada confianza?- **Ral dudo unos segundos de sus palabras, quizas fueron demasiado prepotentes, como una amenaza o burla.** - Falkon... dijiste que me buscabas, y hablas de Belerofonte, el conquistador... Pero no entiendo que tiene que ver conmigo, por favor, no quiero combatir... Solo estoy buscando pistas sobre los guerreros legendarios... Por eso vine a ver a Oath, gran creador de armaduras y reparador de ellas... Te pido que abandones este lugar, no se que has venido a buscar, pero no lo encontraras en mi-

**Una rafaga de viento jugo con el pelo de Falkon, lanzandolo por delante de su rostro, y echo para atras el pelo de Ral Zarek... la situacion estaba tensa. Un movimiento en falso de alguno de ellos, y todo terminaria mal.**

Zaraki!!!!:

por **Shikamaru** Miér Sep 25 2013, 13:32

El miembro 'devilhunter' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Dado de 6 caras' :
Misión: Confrontación Legendaria para Falkon - Página 2 U0n4

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Resultados :
Misión: Confrontación Legendaria para Falkon - Página 2 Dado4ssrpg09

por **Zaraki** Lun Sep 30 2013, 14:09

**El Juez de Grifo siguió con mucha atención todas y cada una de las palabras que salieron de la boca del joven portador de la armadura de Pegaso, su sorpresa fué mayor al escuchar como aquél muchacho bien parecido le hablaba con respeto, el respeto que le habían negado muchos de sus inexpertos compañeros al encontrarse cara a cara con el que a la postre fué su ejecutor. Falkon siguió con su semblante serio analizando al rival, aquél chico no mostraba signos de conflicto, todo lo contrario, según sus palabras estaba buscando pistas sobre los guerreros legendarios, y hablando de pistas, el arrogante Oath era un reparador de armaduras y creador de las mismas, una persona capaz de imbuir cualquier armadura con un poder como el de Belerofonte. Todo encajaba a la perfección, ya no había ninguna duda, la armadura de bronce de Pegaso tenia lo que buscaba. El juez, dada las muestras de rehuir el combate de Ral Zarek quiso proponerle un trato justo, el muchacho había sido un guerrero noble y se lo merecía.**

-Tengo que decir la verdad, no esperaba que fueras así, Ral Zarek. No sé que mentiras te habrán contado en el Santuario, pues pocos son los santos que realmente saben que es lo cierto. El Inframundo es un lugar con guerreros tan importantes y capaces que llamarlos idiotas, es una gran temeridad. Pero sí, en algunas ocasiones tenemos espectros de bajo rango que pueden comportarse de la manera que describes, pero los que yo comando son tan nobles y leales como cualquiera, y como guerreros fantásticos que son, saben actuar y disfrutar de una buena lucha sin sacar más ventaja, que la que sus acciones y habilidades son capaces de sacar.-

**Falkon miró de nuevo a la torre para ver si Oath seguía en ella tocando el violín, su melodía seguía siendo clara y con la suficiente intensidad como para ser oída en el exterior. [ Así que un creador de armaduras...sin duda voy a llevarme al Inframundo una valiosa información. Si en el futuro tenemos Guerra Santa, eliminar a una persona de sus características se torna en vital para nuestros intereses. Debo andarme con cuidado porque no creo que se quede con los brazos cruzados, igual todo está planeado para tenderme una trampa. Esa melodía parece cobrar mayor intensidad con el paso del tiempo, ya he tenido experiencias con materias parecidas en las que poco a poco vas cayendo en un sueño mortal, haría bien en no perder la concentración]. El espectro de Grifo se preparó para su proposición.**

-Ral Zarek, sinceramente no entra en mis planes combatir contra alguien que no quiere, pero si que tengo que regresar con mi objetivo cumplido. En el pasado el poder de Belerofonte le fué arrebatado y otorgado a tu protector, Pegaso. Puesto que lo único que quiero es la esencia de ese poder para regresarlo a su sitio natural, te pido partes de tu armadura de bronce, cualquiera de ellas será suficiente para extraerlo. Como compensación te daré la oportunidad tras tu muerte de renacer como guerrero del Inframundo, no tendrás que pasar prueba alguna, tu gesto será más que suficiente para otorgarte una de las surplices más poderosas del ejercito de Hades. Todo depende de ti, santo de bronce de Pegaso.-

**El Juez de Grifo lanzó su proposición, lo cierto es que en sus palabras había alguna esperanza que otra, pero también sabía que si Pegaso había escogido a Ral como su legitimo portador era por sus valiosas capacidades, las mismas que le harían rechazar el ofrecimiento.**

por **Shikamaru** Lun Sep 30 2013, 14:09

El miembro 'Zaraki' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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por **Devil** Miér Oct 09 2013, 23:34

TURNO NARRATIVO

** Las palabras del Juez Infernal estaban cargadas de majestuosidad y sinceridad. A pesar de habitar en el averno, y luchar en favor de un dios oscuro y letal, parecia ser un ser leal, justo y caballeroso. La negativa de Ral a luchar no fue tomada como un acto de cobardia, mas bien, fue tomado como un acto de sensatez por Falkon. El espectro hablo de lo equivocado que estaban en el Santuario con respecto a los guerreros del inframundo, hablo de que los guerreros infernales son leales y nunca sacarian ventaja de un oponente. Ral quiso discrepar ante los comentarios del juez, pero, por educación, le permitio terminar de hablar y contestar tranquilamente. Mientras escuchaba al espectro frente a el, la canción ejecutada por Oath siguio llegando a el, dandole tranquilidad y bienestar a su corazón. El cosmos de Falkon se afilaba cada vez mas, a pesar de sus tranquilas palabras.

El día seguia pasando lentamente. Minuto tras minuto, el tiempo corria como loco, sin darle importancia cuanto lastimaba a las personas. Y cuanto mas corria el tiempo, mas cuenta se daba Ral de lo inteligente, justo y cruel que podia llegar a ser alguien. Aquel juez era muy astuto, y en sus palabras bañadas en bondades, por fin mostro su objetivo: El poder de Belerofonte. Aquella persona que habia desafiado a los dioses y ahora sufria el castigo por ello. La leyenda continuaba en un trozo olvidado, contando que el poder quitado a Belerofonte fue dado a su cabalgadura, Pegaso, y este habia sido llevado al cielo, para ser inmortalizado y sellado. Ral termino de escuchar al Juez frente a el,y miro a los ojos de su rival. Esta vez, el juez habia fallado en sus palabras. Ningun trato seria suficiente para que Ral entregase a Pegaso al infierno. Resulto ironico que a el, el caballero de Pegaso, le pidieran su armadura para que Belerofonte estuviera contento. La cara de Falkon esbozaba una sonrisa carismatica, intentado parecer alagador, el viento movia su cabello hacia el costado, Ral sintio crecer el enojo dentro suyo, y hablo mientras elevaba su cosmos y el viento empezaba a arremolinarse a su alrededor.**

-Lo estabas haciendo bien, Falkon de Grifo, casi me convencias de que tu objetivo no era malvado, a pesar de que tu cosmos, tan tremendamente ofensivo, demostrara otra cosa. Yo no hablo de parte del Santuario, si yo opino que los espectros son maleducados al luchar, es porque eso me han demostrado... Falkon, vete de aqui, voy a perdonarte el que me hayas faltado el respeto a mi, y a Pegaso con eso que has dicho. Hoy no sera el día en que deba vencerte.-

**Con esas palabras, Ral intento, por ultima vez, rehuir el combate. Pero si Falkon no daba muestras de querer largarse por donde vino, Ral sabia que lucharia hasta el final. A pesar del azul del cielo, el sol parecio empezar a opacarse. El brillo del cosmos de Ral empezo a aumentar, mostrandole a Falkon que iba en serio.**

por **Zaraki** Jue Oct 10 2013, 21:21

**Los acontecimientos se precipitaron tal y como el Juez sospechaba, el orgulloso santo de Pegaso no dió su brazo a torcer, y de una manera lógica rechazó el ofrecimiento del espectro. Todo parecía caer hacia el mismo e inequívoco signo, el enfrentamiento directo entre los dos guerreros. Falkon miró de nuevo a su rival, tenia el porte de los héroes antiguos, alto, fornido, apuesto, pero ¿tendría también sus defectos?, ¿aquellos que los llevaron a la más absoluta de las ruinas?. La historia aparecía llena de relatos de héroes titánicos, hombres forjados en duras pruebas capacitados para las más altas proezas que la humanidad haya podido observar. Pero, al mismo son de relatos heroicos se colocan pasajes de caída y desesperación, la soledad del héroe que lo hace caer en la locura más profunda. Cuando el hombre deja de ser útil, se olvida, el tiempo, impasible juez, hace desaparecer y caer a los más grandes mitos, de hecho, muchos de ellos acaban en las prisiones más recónditas del Inframundo, ahogados en sus éxitos, en sus codicias, en sus caprichos,...Ral Zarek era muy joven, tanto como para no tener todavía alguno de estos defectos, sin duda seria un rival complicado y confiado que al calor y abrigo de Oath podría superar sus capacidades, pero no había que olvidar la armadura que portaba, la cloth de Pegaso, el héroe que en cada era alza sus puños contra los dioses. El Cocyto tiene en su poder a varios de estos personajes, que tras morir en la más absoluta de las soledades acaban sus memorables días cumpliendo la más horrendas de las condenas, aquellas destinadas a los que alzan sus manos contra los dioses.**

-Era algo lógico por tu parte, Ral Zarek, pero una cosa puedes grabarte en tu interior, te arrepentirás el día que mueras de no haber aceptado mi ofrecimiento. Allí estaré a tu lado para ver tu sufrimiento igual que sale el sol todos los días. En cuánto a tus opiniones sobre los espectros debo decirte que no tienen el más mínimo interés para mi, solo quiero cumplir con mi objetivo para regresar al Inframundo. Has cometido un pequeño error al ningunearme, no creo que estés en disposición de perdonar nada, y mucho menos de decidir lo que tengo que hacer. No voy a perder más tiempo en palabras porque veo que eres un hombre decidido, si has rechazado mi oferta es porque confías en tus posibilidades, veamos si el poder de Belerofonte que corre por tu armadura es tan importante como se dice.-

**El espectro de Grifo se cansó de esperar en aquella zona, su mirada brillaba con gran fuerza, encendido por las palabras de Ral Zarek se lanzó con todo para obtener la esencia del poder de Belerofonte, no pensaba regresarle el poder, sino devolverlo a su origen, al Inframundo. Todo estaba dispuesto para un gran combate, el héroe del Santuario contra la bestia del Infierno, como en el más interesante de los relatos mitológicos la historia empezaba una nueva página en la que tendrían que hacer aparecer los momentos épicos característicos de la edad del mito.**

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