Misión para Freiya del Águila

por **Freiya** Jue Jun 09 2016, 06:50

**Tras los muchos entrenaminetos tanto prácticos como teóricos, Freiya, la amazona plateada del Águila se creía lista para todo lo que le encomendara el Lord Comandante del Santuario y por fin llegó ese día.

Se le había convocado a presentarse ante Aegaeón, portador de la armadura dorada de Leo y ahora protector del Santuario en ausencia de la diosa Atenea, aunque realmente no sabía la cuestión de la llamada, la joven Freiya se dispuso a vestir sus ropajes sagrados y a cubrirlos con la túnica de su hermandad, ya que de camino al Santuario podía encontrarse con cualquiera y no quería llamar la atención tan pronto sobre ella.

La noticia le había llegado de buena mañana y sobre el medio día cuando el sol ya estaba bien alto se encontraba ante Aegaeón esperando a que este le explicara el motivo real de su llamada.**

-Ante ti me presento, Aegaeón, la amazona plateada del Águila al servicio del Santuario- hincó la rodilla izquierda en el suelo e inclinandóse un poco hacia delante colocó la mano izquierda en el hombro derecho mostrando respeto ante el Lord Comandante del Santuario.

**Ante ella se alzaba un majestuoso cballero vestido de una reluciente armadura dorada, rodeándole una magnífica y poderosa energía, demostrando su superioridad pero sin llegar a faltar el respeto ni menospreciar a la amazona que ante él se postraba.**

por **Akhantos** Jue Jun 09 2016, 14:52

** El Caballero dorado de Leo pronunció seriamente... **

Aegaeón: - Levántate Caballero del Águila, esos modales no son necesarios conmigo. La única diferencia entre los Santos dorados, los plateados y los de bronce son la fuerza, pero nada más. Todos aquí tenemos los mismos derechos. -

** Luego de esperar unos mini segundos a que Freiya se pusiese de pie, Aegaeón le comentó de que trataba la misión... **

Aegaeón: - Como verás, el Santuario sin Athena se encuentra en riesgo constante. Cualquier amenaza podría ser determinante para el reino. Por ello, cuando Athena me dejó a cargo del Santuario, una de las promesas que hice fue la de fortalecer a todos los guerreros y potenciar el reino. Y Aquí estoy, te entrenaré como debe ser. Dime... ¿Estás dispuesta a sufrir las consecuencias de un avanzado entrenamiento que solo los caballeros de oro tienen acceso? -

Comienza la Misión

Off: Responde a la pregunta de Aegaeón. Rol mínimo 10 líneas

por **Freiya** Lun Jun 13 2016, 06:07

**Las palabras cercanas y amables del comandante del Santuario, el caballeo de oro de la constelación de Leo, conmovieron el joven corazón de la amazona de plata de la constelación de Águila, Freiya, y dudando unos segundos se puso en pie limpiando la blanca túnica que cubría su armadura.**

-Lord Comandante, estoy dispuesta a lo que sea si con ello me fortalezco y puedo proteger a mis compañeros y a la Tierra sirviendo simpre a la Diosa Atenea y ti en su ausencia, da igual lo dura que sea la prueba a la que se me someta, o al intenso entrenamiento que deba recibir, yo lo conseguiré- estas fueron las directas palabras que la joven amazona le dijo al caballero de oro tras su máscara.

**Entonces se quedó allí de pie esperando que aquel poderoso caballero le indicara cuales eran los pasos que debía seguir para cumplir con su cometido, el silencio entre ellos duró un poco, era de suponer que el caballero de oro estaba meditando las palabras que le iba a dedicar a la amazona plateada.**

por **Akhantos** Lun Jun 13 2016, 12:57

** Sin dirigir palabra y con una seriedad temible, Aegaeón caminó por delante del Caballero de plata y cuando unos metros de distancia los separaban y el Caballero de Leo se encontraba dandole la espalda, disparó de su boca... **

Aegaeón: - Bien, sígueme Caballero. -

Off: Roleá como Aegaeón te lleva hacia el Templo Maldito. Al llegar describime el lugar. Tiene que ser una descripción tenebrosa. Recordá que tenes que equiparte tu armadura antes de partir, por lo contrario Leo no lleva armadura, solo su capa blanca.

por **Freiya** Vie Jul 08 2016, 07:03

**El caballero dorado salió de su templo vestido con ropas de entrenamiento del Santuario pero con su capa blanca y reluciente sobre los hombros que se movía grácilmente con los movimientos del Lord Comandante, tras él fue Freiya ataviada con su armadura de plata cubierta por la túnica de la hermandad de su familia.

Siguieron un camino estrecho y lleno de árboles retorcidos y oscuros y sin darse cuenta ya había salido del Santuario, atravesando un siniestro y oscuro bosque llegaron a un claro poco iluminado a causa de las frondosas copas de los altos pinos y demás árboles y en aquel claro pudo ver unas antorchas iluminadas que franqueaban una gran puerta de hoja doble, lúgubre y rodeada de musgo y enredaderas entre otras plantas trepadoras e invasoras.

Al llegar a la puerta y abrirla el espeso aire de dentro inundó los pulmones de Freiya haciendo que le subiera por el cuerpo ganas de vomitar, pero se contuvo.

El oxígeno de fuera entró en templo haciendo arder las hasta ahora apagadas antorchas que transcurrían por el largo y recargado pasillo que salía hacia lo profundo del templo más allá de la sala principal.

Freiya echó una una ojeada al interior del siniestro templo desde la seguridad exterior y luego miró a su Lord Comandante esperando la orden pertinente para acceder a él y superar las pruebas que la esperaran en el interior.

Mientras esperaba, se reajustó la armadura de plata y se quitó la túnica de la hermandad, doblándola y depositándola en una roca cercana a la entrada del templo.**

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