Ficha de Indra (Virgo)

Ficha de Indra (Virgo)

 por Indra Miér Jun 08 2016, 01:18

Nombre: Indra JuuWoon

Edad: 22 años

Sexo: Masculino

Nacionalidad: China

Signo: Virgo

Apariencia:

Perfil Psicológico: Es un joven callado y serio. Tiene una fuerte determinación y sentido del bien inquebrantable. Aborrece la maldad y las injusticias.  A pesar de ser un creyente de buda, puede llegar a ser hostil y duro cuando se trata de  exhortar o castigar a sus enemigos cuando más lo requiera la situación. A veces su entereza y serenidad llega a desquiciar a cualquier enemigo,  llegando a ser un tanto sarcastico, más es por pura inercia. 

Historia:

Eran aquellas gotas de lluvia colándose por el ventanal, hasta adentrarse al oscuro recoveco donde yacía una sola silueta reposando en posición de loto.  Volvían de nuevo aquellas imágenes  golpeando su mente, eran otra vez esos fragmentos de su vida pasada deslizándose como fantasmas para quebrar su serenidad… para recordarle de donde venía. 

—Demonios… no otra vez. —


Indra, un pequeño de tan solo 3 años, presenciando uno de los sucesos más fuertes para su edad. Contemplaba la muerte de sus padres en medio de una fría masacre en el poblado.  Y era esa incongruencia en el aire en aquella noche… al llegar y ver la muchedumbre en la plaza. Lo que más detestó, fue  esa maldita obscenidad en los ojos de adultos y niños. Y todos aclamaban con ímpetu:  “¡Cortenles la cabeza!”
El dictador que regía la nación en aquellos tiempos, había ordenado la extinción de cuantos pergaminos, manuscritos, papiros, y todo indicio de símbolo religioso en cada casa albergara. Era un desquiciado que odiaba a Dios. Y por tanto odiaba a todo creyente.  Quienes fueran contra las leyes del gobierno, serían decapitados. ¿Así de descabellado, no? pero el humano no tiene cordura cuando se está cegado por la más aberrante perversión...


Todo ese carmín impregnando su rostro no era nada  frente a toda esa brutalidad que sus ojos en azul celeste contemplaron.  ¿Por qué le hacían todo esto?
Lo último que recuerda, y que nunca olvidará, serán aquellos  sollozos  en su oído. Los de aquella mujer que le tenía en brazos,  y le salvó la vida; jamás olvidará ese maldito momento cuando de un hachazo le arrancaron la cabeza… quedando entonces cinco niños sin su madre.  

Y él seguía con vida…

—     ¿Cómo pude salir ileso de tantas cosas? No merecía  nada… —

—Se qué ahora tengo una razón por la cual vivir, y esa única razón está en esas niñas. La oscuridad alcanzó a mi pueblo, y se llevó consigo a mi gente… sin embargo yo estoy aquí. ¿Habrá algún propósito para soportar tanto? .Ciertamente ya no espero nada para mi, la banalidad de este mundo suele crear disputas, y de ellas nacen las guerras.  Y yo ya no siento nada por un mundo así… —

—     — La carne solo nos ata a lo mundano,  es una pena que el ser humano se incline más a lo malo que a lo bueno.  Siento como la naturaleza llora, está pidiendo que todo el caos cese. Y esto se debe a  que hay mucha sangre derramada en la tierra. Dios no es el culpable de estas catástrofes, sino los mismos humanos. Hasta el momento que no se aparten del pecado , no habrá paz para este mundo. Al menos si solo quedo yo en medio de este infierno, quiero ser la única luz en medio de la oscuridad.—

Años, y meses de hambre y frío en la calle, y siendo un completo vagabundo  se entregó a su penoso destino; el aguardiente y la mala vida. Era ya un ser sin valor, una vida agonizando en la decadencia…  a veces una que otra anciana pasaba , lo observaba con esa pesada mirada de lastima… y le tiraba alguna moneda…

Sobreviviendo entre desechos de basura,   la vida en china era una cruel  supervivencia; eran contadas una por una, las  noches en las que la luna se interponía y aún ese vacío en el estómago seguía surcando su ya desgastado cuerpo…   más de una vez se vio obligado a comer de la basura; alimentos en descomposición y toda clase de pestilencia…

Y una que otra noche, era  la perversión del humano en su más pura esencia ejerciendo toda la maldad sobre él, al ser rota su defensa por las noches, y abusado por cuanto demente cegado por el alcohol  se topara con él...

 ¿Acaso eso era deseo de vivir? 

Más tarde todo el calvario llegaría a su fin.

Cuando aquel extraño hombre de mirada cálida le extendió la mano. 

—     —Esa marca en tu frente... tranquilo, no voy a hacerte daño.  —

El hombre deslizó su palma hasta alcanzar la adversa… hasta tomarle y brindarle una tibia sonrisa. 

—  Niño, ¿cómo te llamas? ¿Dónde están tus padres?—

—     —Mi nombre es… Indra. Y no, no tengo padres…—

Fueron esas lágrimas brotando de esos lastimados ojos… al recordar, como habían sido aniquilados sus padres quedando varado en esa maldita realidad, en esa decadencia... en esa nada.

Y a partir de ese momento, se convirtió en el discípulo de aquel anciano que le brindó  hogar en las lejanas tierras de grecia. Iniciando con ello un viaje de redención al ingresar entonces, en una academia de monjes y servidores de Buda.

Fue entonces a los 18 años cuando su labor en el templo de buda había dado por terminado. Al ser  solicitado por un extraño anciano . ¿Ir al santuario? 

[La armadura de virgo, no deja de rechinar, desde que este joven ha entrado  al templo ¿acaso él…? ]

—No cabe duda, ese brillo, esa determinación en sus ojos… desde que llegó  supe que él no era como los demás. Muchacho, ciertamente la vida te condujo a diversos escenarios bastante desagradables, y sin embargo pudiendo morir decidiste aferrarte a la vida. Tu labor aquí ha terminado. Ve al santuario, allí encontrarás la respuesta que has estado buscado. —

¿Era cierto? ¿Así nada más? Y fue entonces cuanto una embriagadora sensación de confort le inundó. Lo extraño era el no saber si era felicidad…  su vida perpetua había estado desligada a la felicidad… sus ojos entonces se habían cerrado al mundo.






— Maestro... no merezco tanto...—






— En la vida no todos son merecedores, sino ganadores. Nadie merece nada en esta tierra muchacho, más tu te has ganado esto; después de todo sufriste mucho para llegar a donde estás. -    Lo sabes.. ¿no? seguro lo has sentido; ese llamado sobre natural, esa luz dorada.  Vamos, es la voluntad del señor, debes ir y proteger la luz, no dejes que la oscuridad consuma este mundo Indra. Anda, anda, ve por ello muchacho, y no olvides visitarme que estoy muy viejo y cansado... —