Ficha del Usuario "Tanis"

Nombre: Tanis

Edad: 26 Años (Nacido el 12 de Enero )

Sexo:Masculino

Nacionalidad:Española

Signo:Capricornio

Aspecto: Alto y delgado, pelo castaño corto, ojos marrones de tierna mirada, constitución física no muy desarrollada para su edad.



Perfil Psicologico:

Se muestra siempre reservado pero siempre dispuesto a cumplir su misión y su deber, su principal misión es no dejar que maten a su "hermana" e impedir que esta haga más daño pero si debe desviarse del camino para ayudar a quien lo necesita no duda en hacerlo, sabe que cuenta con poder gracias al alto y duro entrenamiento que se le ha impuesto desde pequeño, mantiene la calma incluso en las situaciones más peliagudas y difíciles.

Es fuertemente leal a sus creencias, sabe que el valor es de admirar. Posee una gran fuerza de voluntad y pelea hasta la muerte.

Respeta a las personas que defienden sus creencias aun cuando están al borde la muerte por culpa de estas.

Suele mostrarse frio, pero lo hace para ocultar su noble corazón, hace comentarios sarcásticos referentes al problema, pero en ciertas ocasiones se relaja y se muestra un poco mas distraído y flexible y aun así parece duro.

Cuando comete errores los acepta y hace todo lo posible para remediarlos o aprender a vivir con ellos.

Su punto débil, es su "hermana" que a causa de un hechizo lanzado por un arma la cual lleva consigo para intentar salvarla fue convertida en un mostruo.



    Tanis desde pequeño había sido entrenado junto a su hermana mayor, que aunque no lo fuera de sangre siempre lo había cuidado desde que quedó huérfano a la corta edad 5 años a causa de una grave enfermedad y había llegado a la torre del colmillo a entrenarse en la magia y el espíritu, de eso habían pasado ya 12 largos años y el pequeño Tanis ya era un joven insolente que llevaba de cabeza a la joven Laurana.


   Un día Laurana fue llamada a las cámaras altas de la torre para investigar una extraña espada encontrada por ella misma en una expedición unas semanas antes, mientras tanto Tanis seguía practicando en el patio exterior bajo la gran torre para su examen del día siguiente el cual si conseguía aprobar de una vez por todas podría salir de misiones con su bella hermana.


   Ya era casi de noche cuando una explosión que venía de uno de los pisos superiores le sacó de su pequeño sueño reparador, el propio alboroto de  la gente que salía corriendo atropellándose unos a otros no era lo suficiente para parar al joven que no veía a su hermana por lugar alguno, Tanis que era ágil se subió a un árbol cercano para que al mismo tiempo de ponerse a salvo poder tener buena visibilidad con la esperanza de encontrar a su hermana entre la multitud cosa que fue en balde, todos habían pasado paro Laurana no apareció.


   Tanis salió corriendo hacia la torre escabulléndose con sigilo de los guardias al oír el graznido de lo que parecía un animal, subió las empinadas escaleras de caracol a toda prisa, miró en todas las habitaciones que podía, no quedaba nadie, cuando llegó arriba del todo vio lo que no quería ver, un enorme ave rapaz arrancaba con su pico gigantesco la cara de uno de los guerreros y bajo las garras tenía a un par más.


   Cuando el monstruo se percató de la presencia del joven, alzó la cabeza todavía con carne colgando del pico, le miró a los ojos y Tanis vio un brillo familiar, no podía ser Laurana, se le acercó y el animal puso su cabeza junto a él y dejando caer una lágrima abrió sus majestuosas y monstruosas alas y salió por un agujero en la pared abierto por la explosión, Tanis cuando se descongeló del aturdimiento causado por el miedo se asomó al hueco para ver como las flechas rebotaban en el cuerpo de su hermana y pudo ver un brillo en una de las garras, se había llevado el arma con ella.


    Un silbido lejano proveniente de otra dirección le hizo girar la cabeza para ver a un águila de alas plateadas arañarle el bazo derecho con sus garras y como por arte de magia dejando caer unas de sus plumas curó la herida dejando solamente la marca.

    -Águila misteriosa: Esta es mi marca la he dejado en ti porque estoy segura que tú podrías salvarla pero vas a necesitar mucha ayuda búscala fuera de este lugar, sabrás donde ir cuando llegues, ahora salta vienen a por ti.

     El muchacho escuchó a lo lejos en la escalera las apresuradas pisadas de los guardianes de la torre, miró a abajo y vio un carro lleno de paja, era arriesgado y estaba muy alto pero debía intentarlo, saltó y por inercia propia giró sobre sí mismo cayendo de espaldas dentro del carro, aun le resonaba en la cabeza lo dicho por el águila, salió del carro y emprendió el camino a no sabe dónde.


    Había pasado bastante tiempo de aquello unos ocho años, había caminado siguiendo la pista del grandioso animal, yendo de ciudad en ciudad preguntando aquí y allí hasta poder encontrar el sitio que un dia se le dijo y este no era otro que el Santuario, Tanis se tapó la marca del brazo recogió su petate y siguió caminando hasta encontrar el pueblo a los pies del mismo, donde se había perdido la pista del arma con la intención de recuperarla, aunque los datos eran inciertos y todas las casas parecían iguales...

 

    Caminando por las calles encontró a una joven que presentándose con el nombre de Ed se dirigió a Tanis con la intención de convencerlo para ser entrenado por esta, Tanis accedió y tras un breve y básico entrenamiento en el que Tanis aprendió y mejoró un poco más de lo que ya sabía. Ed mandó a Tanis a que buscara a otro adiestrador de nombre Spike, este en cambio le enseñó cosas bastante interesantes como el que es el cosmos y para que, cuando y como poder utilizarlo y mientras estaba con su entrenamiento, mediante un extraño sueño el águila volvió a aparecérsele.

 

     Hacía mucho que no dormía de seguido pues siempre veía lo mismo, se encontrada a él con el arma luchando contra su hermana y esta era vencida, Tanis vestía un ropaje distinto al que llevaba en esos momentos, brillaba y era de un color plateado reconocible por su mente, pero esta vez no fue así, no soñó con eso.

     Tanis estaba de pie frente a un gran árbol y arriba del mismo oía a un pájaro, miró hacia el cielo y un brillo lo cegó por unos momentos, cuando abrió los ojos y se recuperó su vista, a sus pies había una majestuosa águila de plumaje suave y de color plateado, las cosas eran extrañas pero recordaba a ese animal, en un acto de estremecimiento Tanis se llevó la mano al brazo de la cicatriz.

-Águila: Efectivamente muchacho, me recuerdas, esa marca es mía y ese árbol guarda mi secreto, si consigues entablar armonía con él quizás puedas llevarme contigo donde desees pero debes prometer que harás lo que tengas que hacer para proteger a quien amas incluso si es darles muerte a seres queridos que luchan en contra nuestra.

-Tanis: Evidentemente sé quién eres, hace años dejaste en mí una herida que a otro hubiera matado, subiré a lo más alto y entrare en lo más profundo de este árbol si con eso tengo una mínima posibilidad de liberarla de su prisión.

-Águila: Ya no lo necesitas Tanis ya tengo lo que necesitaba oír, ahora ya es cosa tuya conseguirlo, ahora despierta.

       El águila hizo una reverencia a Tanis y salió volando lo más alto posible hasta perderse de la vista humana convencional, Tanis aun veía el brillo de las alas en la lejanía. 

 

       Ahora, siguiendo las indicaciones de Spike, Tanis se adentra en el bosque y no tarda en encontrar el enorme árbol, se sitúa frente a él y de un gran salto sube a la copa, seguidamente da un fuerte puñetazo al tronco y lo parte limpiamente por la mitad dejando a la vista una caja plateada con una figura de un águila, se la coloca a la espalda y vuelve con Spike.