Solicito mision para Ral Zarek de Pegaso

por **Devil** Vie Mar 28 2014, 04:00

** La muerte de Athena había provocado el caos en el Santuario. Una desaparición misteriosa, y el aviso tardío del Patriarca para todo el mundo fueron algo extraño y repentino. Las lágrimas resbalaron por los rostros de los caballeros, mientras exigían venganza contra un enemigo que no conocían. Todos los caballeros fueron enviados a buscar pistas de un asesino oculto. Entre todo ese caos y dolor, Ral Zarek volvió al Santuario, después de un viaje de encuentro consigo mismo. Dohko de Libra, amigo y mentor del santo de Pegaso, lo recibió duramente, y le dio las malas nuevas. El dolor y la rabia, junto con el sentimiento de culpa, se apoderaron del joven caballero, mientras Dohko lo arrastraba como un traidor por todo el Santuario, hasta el lugar que sería su prisión. En cabo Sunion, el santo supo sobrevivir guiado por una voluntad superior, y se reencontró con su antigua armadura, mientras la gracia de Athena lo perdonaba y Dohko llegaba para ser, aun, duro con él, y liberarlo. Ral supo que su vida era de la diosa, y decidió entregarla en cada combate. Después de enfrentarse, en el bosque del destino, contra su hermano y su padre, llego a entender que el intentaba morir en los combates para huir del dolor, no para vengarse del destino. Con una derrota absoluta, Ral entro en su etapa más oscura, buscándole sentido a su existencia, cayendo de pelea en pelea, cumpliendo misión tras misión… Hasta que descubrieron la falta del caballero de Libra. De un día para el otro, el santo legendario desapareció de la faz de la tierra, y solo quedo en el recuerdo de los caballeros que habían tenido el honor de batallar junto a él. Acostado en su alcoba, Ral recordaba las enseñanzas del anciano maestro, y su amor por la tierra, mientras se preguntaba su destino. Había tenido un sueño en el que Dohko le acariciaba el cabello y se alejaba, pero ninguna noticia había conseguido del maestro, ni de un nuevo enemigo que hubiera asesinado a Athena… el mundo guardaba silencio.

Unos golpes en la pesada puerta de madera lo quitaron de su ensimismamiento habitual, y, con suavidad, se levantó de la cama, único mueble en la vieja choza en el bosque en cual habitaba, y se dirigió lentamente hacia la puerta. Sintió un leve cosmos desvanecerse, mientras su mano tocaba la tranca de la puerta y la quitaba. Con rapidez, abrió la puerta y miro la oscura noche. Nadie había fuera, y el frio el invierno lo invadió rápidamente. Sabiendo que no había sido solo su imaginación, el caballero se apresto a salir a investigar. Dando el primer paso, su pie se encontró con un objeto duro, el sonido del impacto le mostro que era madera. **
-Demonios- **Susurro el santo de Pegaso, mientras se agachaba para alzar la pequeña caja de madera. Entro a la casa y cerró la puerta detrás de él, mientras sus manos sentían el contacto suave de la caja. Inmediatamente supo que era lisa, y debía estar trabajada por un artesano hábil, para no tener ningún punto áspero. Se acercó a la cama, y prendió una vela de las cuales guardaba bajo la cama. La luz de la llama revelo su rostro cansino, jugado de sombras. Dejo caer algo de cera sobre una pequeña mesa a su izquierda, y apoyo la vela. Observo la pequeña caja que tenía entre las manos. Media no más que palmo y medio de largo, con medio palmo de ancho. Era de madera completamente negra, sin dibujos en ningún lado, salvo en la tapa, donde había una espada dibujada, con un escudo detrás. Ral levanto la tapa, cansado de observar la caja, y medito sobre el contenido: Un rollo de pergamino, enrollado y con un sello en rojo en el medio. El sello tenía el mismo blasón que la tapa de la caja. Con premura, el joven desenrollo el pergamino, mientras la vela titilaba y hacia juegos con sombras y luces. **
“no importa cuánto te alejes de Asgard… Yo te asesinare”

**Ral releyó las diez palabras unas cuantas veces más, mientras, con su mano izquierda, acariciaba su caja de Pandora, donde descansaba una vela, y, más importante, su Cloth**

por **TuRco-SaMa** Sáb Mar 29 2014, 13:28

-Entiendo tu preocupación guerrero, pero esto es algo que no depende de mi. He visto de sobra tus demostraciones y el manejo de tu cosmos, pero es una voluntad superior la que decide el destino de los Dioses Guerreros. Aún ninguna de las otras estrellas ha elegido un protector, por lo tanto, las armaduras sagradas seguirán donde están, al parecer, por el momento no necesitamos más dioses guerreros.-

La respuesta no parecía satisfacer al joven, que en cuclillas miraba fijamente a Hannes, el señor de Asgard. Con un evidente resentimiento en sus palabras, se levantó ante la atenta mirada de los guardias y dijo:

-Comprendo su alteza, espero que sus pronósticos y sus palabras sean verdaderas, en caso de necesitar un guerrero excepcional, ya sabe donde encontrarme...-

Dando media vuelta caminó hacia la salida del recinto, sin ocultar su cara de descontento y furia.

(Estúpido pendejo, si no quieres darme el poder que merezco, tendré que tomarlo por mis propios medios, no me dejas alternativas...)

por **Devil** Dom Mar 30 2014, 02:39

** La noche parecía helarse cada vez más, anticipando el futuro viaje aquel joven caballero iba a emprender, siguiendo un desafío, y un llamado de la muerte. El santo corto un pedazo en blanco del pergamino, y busco, tanteando debajo de su cama, un objeto. Ral se levantó del suelo, teniendo en su mano un lápiz, con el que garabateo en el pedazo en blanco de pergamino que tenía en la mano una nota para su amigo, hermano, y jefe: Ichann, el patriarca. En ella solo decía “Volveré”. Ral dejo la nota sobre su catre, y apago la vela de un soplido, mientras se acercaba a su armadura. Tomo la caja, y, rodeado de oscuridad, se sumergió en sus pensamientos. ¿Estaría Aleon detrás de esa nota, como en cada oportunidad? Por un instante, un pensamiento fugaz y desgarrador cruzo su mente. ¿Aleon sería el culpable de la muerte de Atena? Deshecho el pensamiento rápidamente, al mismo tiempo que intentaba sumergir a su corazón en el frio ambiente que lo rodeaba. Con rapidez, coloco la caja en su espalda, mientras respiraba profundamente. Abrió los ojos en la oscuridad, y se dirigió a la puerta, dejando aquel lugar que llamaba hogar.

El frio exterior le dio una ingrata bienvenida. Le dolió le pecho apenas cerró la puerta detrás suyo. Miro hacia el oeste, mientras se acomodaba la armadura en la espalda. **
-bien… Este viaje… comienza aquí.-
**Ral estaba caminando en un bosque helado de pinos. El frio era capaz de atravesar el fino campo de cosmos que recubría el cuerpo de Ral, técnica que le permitía escapar del frio invernal de lugares como Siberia. El santo había leído muchas historias sobre Asgard en sus días de estudio en la biblioteca del Santuario. Una rápida ventisca levanto polvo de nieve, el caballero entrecerró los ojos, y observo el norte, lugar que, según las indicaciones que había seguido de los mapas que recordaba, debía estar el palacio Valhala. Apenas había salido del Santuario, busco sin cesar su enemigo, el dueño de esa nota de desafío que ahora guardaba junto al pecho, pero, después de meditarlo durante algún tiempo, prefirió dirigirse hacia el castillo Valhala, para buscar información entre los dioses guerreros.**

por **TuRco-SaMa** Lun Mar 31 2014, 21:06

Dentro de su residencia, el guerrero llamado Umak, tramaba el plan que quizás le daría el poder y reconocimiento que no había tenido por sus habilidades hasta ahora. El mencionado Umak era un experto guerrero que había desarrollado grandes aptitudes, teniendo un potencial pocas veces visto en aquellas lejanas tierras de Asgard. Desde niño soñó en convertirse en un dios guerrero, pero al parecer el destino no lo había favorecido...

Solicito mision para Ral Zarek de Pegaso Doto-kazahana-01

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(Si ese niño no quiere reconocerme como se debe, tendré que salir a buscar ese poder. Me olvidaré por el momento de las patéticas armaduras divinas, todas ellas me han rechazado y las odio. Iré entonces, en busca del poder del asesino de dioses, que solo se encuentra en el Santuario de Athena. Despues de mis acciones, puede que se desate una guerra, pero en estos momentos es lo que menos importa, si logro conseguir ese poder que tanto deseo. El niño pegaso ya ha sido visitado por mis clones de sombra proyectados, si calcule bien mis movimientos, debe estar avanzando hacia su propia tumba...)

Guerrero elegido: Ral Zarek de Pegaso

Mision: La morada de la nieve

Objetivo: Viajar a Asgard para averiguar que sucede

Rango: C

Lugar: Asgard

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