mision despertar elemento para Ral Zarek

por **Devil** Jue Sep 12 2013, 18:08

TURNO NARRATIVO

**Las manos subían y bajaban al ritmo de los golpes sádicos del diseño profundamente pensado… la luz de las velas mostraba candentemente el pavoroso espectáculo de creación infinita orientada hacia la emotividad y exigencia…era la diosa…era el hombre… ¿quién es más poderoso? ¿La diosa diseñada, o el hombre creador? Dios…o victima de las pesadas mansedumbres encumbradas en la victoria…

Los días dorados de antaño ya no podría existir… el amor nacido entre humanos corrompía el mundo, el amor puro y destinado a la verdad ya no podía resistir la orgullosa voluntad de la entidad proclamada como dioses.

Los milagros no existen, exigía la máxima de su vida…la gente llama milagro a su propia voluntad hecha realidad…el poder que podía superar a los dioses, nacido de los más profundo del ser, la humanidad lo ignora…pero los dioses existen gracias a la voluntad…la voluntad absoluta.**

-arde cosmos…suscita el milagro-

**Ral despierta en la oscuridad…el torbellino de luces y palabras aun lo aturden y hacen arder sus esquemas internos… ¿los dioses locos, en su poder, habían lanzado las pestes al mundo? Miro la estatua… en su quietud del marfil, parecía reírse sarcásticamente del pobre héroe ya derrotado aun antes de empezar.

Se sentó en la cama, aun no podía entender que significaba el sueño que había habitado hacia unos momentos su ser, intento evitar mirar la estatua...pero algo parecido al magnetismo lo obligaba a dirigir su mirada a la extraña diosa de marfil puro que adornaba la habitación.

Sin darse cuenta, estaba frente a la escalinata de las 12 casas, disfrutando del aire nocturno que parecía reparar el horror de las pesadillas.

Cruzo por la las primeras casas sin sobresaltos... los guardianes lo dejaron pasar, a pesar de las altas horas de la madrugada, nadie pareció intentar retenerlo.

Por último, sus pies frenaron en la novena casa zodiacal... la casa de Sagitario, el lugar donde, el nuevo patriarca, había entrenado durante su corto periodo como caballero dorado.

De alguna manera, supo que tendría que esperar... algo bien dentro suyo le indico que se avecinaba un nuevo cambio en su cuerpo...algo que estaba despertando desde sus anteriores combates y lo había ayudado a sobrevivir.

Observo las gastadas columnas de roca que sostenían el pesado techo del templo de sagitario...y se pregunto cuanta sabiduría habrían visto esos pilares...el frio que los golpeaba no parecía razonar en donde se metía...la oscuridad de la noche se espesaba por los nubarrones que tapaban la luna**

por **Ichann** Sáb Sep 14 2013, 10:54

**Uno nunca se olvida de sus raíces y eso le sucedía al nuevo Patriarca del Santuario. Este tenía todo lo que una persona podría querer, una recamara para él solo y en esta poseía una habitación alternativa para su entrenamiento personal, personas que lo atendían como un rey y el aprecio de toda Grecia.

Tener el titulo de Popé era un sueño para muchos pero Ichann no era de esas personas que necesitaban la atención de todos, él solo quería el bienestar del Santuario y ayudar en lo que mas podía. A veces extraña la Vida de Caballero, estar de sereno a veces hasta por 48 hs, la adrenalina de que en cualquier momento el enemigo podría aparecer y así empezar una batalla nocturna la cual ahora como Patriarca su participación en batallas era nula debido al Poder de sus protectores.

En una noche en la cual la luna cubría todo el santuario y las única luces que se podrían observar era la de las estrellas, Ichann abandono su lugar como popé para dirigirse a donde había empezado todo, ese lugar donde uno se podía sentir en familia con solo tocar cada pilar de ese lugar, el lugar que lo vio crecer y que le dio lugar su nuevo nombramiento, ese lugar era La novena casa Zodiacal.

Al ser una eminencia del Santuario, Ichann conocía recovecos por el cual ir y así llegar directamente a la parte trasera de la novena casa. Al llegar a ese lugar todos los recuerdos venían uno tras otro, era inevitable no derramar lágrimas de alegría al tocar dichas paredes del lugar y sentir como unos simples muros podrían ser muy importantes para uno.

La idea se ser popé es indescriptible pero la sensación de ser protegido por tu estrella guardiana no tiene nombre y eso era lo que pasa por la mente del Ex Sagitario, al seguir por los pasillos del lugar pudo observar que en la entrada del lugar se encontraba una persona. Al acercarse un poco mas se pudo dar cuenta que nuestro visitante era nada más ni nada menos que Ral Zarek conocido como Santo de Pegaso e intimo amigo de Ichann. Este no entendía que era lo que Ral hacia en ese lugar pero lo que más le preocupaba era la cara de preocupación que demostraba, por lo que al ver a esté así el patriarca no dudo, se acerco a Zarek para poder averiguar un poco más que era lo que le sucedía**

-Es raro verte en este lugar y al mismo tiempo es lógico debido a que este lugar no llena de recuerdos, a mí por portar esta armadura y a ti por llevar en tu Sangre esta constelación. Tu Sabias que durante años el Santo de Pegaso siempre se convirtió en portador de la Armadura Dorada de Sagitario y quien dice que en algún momento a ti te pase amigo... **El Silencio solo fue presente en ese momento**.

Aparte de ser el Patriarca de este hermoso reino soy tu amigo y no hace falta que digas nada. Lo que sientes solamente se puede definir en confiar en tus compañeros atenienses, busca ayuda de ellos y encontraras lo que quieres y recuerda que siempre estaré ahí para ti [Amigo, la verdad no sé lo que te pasa pero de seguro ya deben haber notado mi ausencia y solo para tu vacio puedo decirte estas simples palabras, no son las mejores pero sé que las entenderás...]-

**En un abrir y cerrar de ojos Ichann desapareció de la vista de Ral Zarek esperando que su amigo pueda solucionar sus problemas y esperando que sus palabras lo puedan ayudar a lo que parecía tiempos de encuentros nuevos para el Santo de Pegaso... !!!**

OFF: No te Olvides, respuesta minima 15 lineas

por **Devil** Sáb Sep 14 2013, 21:47

TURNO NARRATIVO

**La pesadilla aun retumbaba en su torturaba mente. Imágenes fugaces sobre batallas aun no vividas entraban y salían de sus pensamientos jugando con el alma de Ral, mostrando escenas que jamás habían pasado, gente que no conocía, rivales a los que jamás había enfrentado, poderosos dioses que no tenían nombre, locos amigos que sacrificaban su vida en pos de lograr que Ral prosiguiera la marcha hacia su destino. Una ráfaga helada, enviada, quizás, por aquellos dioses locos y amorfos de sus pesadillas, lo obligo a darse cuenta de que aun su corazón funcionaba, obligándolo a seguir con vida, y creando un caos irritante entre sus sentidos. Su mano derecha descansaba sobre el relieve de un sol brillante que había en la Pandora’s Box, su mano izquierda jugaba siguiendo la línea de las baldosas que estaban a su alcance en la antigua casa de Sagitario. Acostado contra una columna del sagrado templo, vestido con la misma remera azul profundo que usaba para combatir, rasgada en distintos puntos por efecto de los ataques lanzados, y los jeans negros que usaba para descansar, también raidos por el paso del tiempo, Ral Zarek daba un espectáculo difícil de ver. Más que un guerrero valiente y reconocido en el Santuario, parecía un pordiosero perdido de casualidad por un hueco, oculto y sagrado, del mundo.

No le importaba su aspecto, jamás se había preocupado por eso, y jamás lo haría, aunque aun así, podía catalogárselo de un hombre lindo, si mantuviera su figura un poco más, lograría atraer a cualquier persona, solo con su carisma exterior. Levanto la mano izquierda, y se toco la barbilla. La barba crecida, de tres días seguidos sin dormir bien ni afeitarse, le empezaba a molestar, haciéndole picar el cuello de a ratos, rascándose, escucho una voz a sus espaldas que le hablaba a él, directamente.**

-Ich…Hermano…Se que confías en mi como confías en ti mismo… Soy tu mano derecha, tus ojos en las partes bajas del Santuario, tu compañero de armas en las luchas, y si es necesario, cualquiera de los dos moriría por el otro con tal de saber que el otro podría sobrevivir.- **Ral tomo un respiro, y continuo.** - También conozco los riesgos que tomas, tratándome a mí como a un igual, siendo tu, como dicen cuando estamos entrenándonos :“un ser que supera a todos los caballeros dorados, quien puede sobreponerse y adelantarse a las jugadas de los dioses, el general máximo en el Santuario, el Patriarca”, eres un hermano aquí, donde casi siempre no hago más que combatir, contra enemigos externos, contra caballeros en busca de gloria… Esta armadura parece una maldición, no en vano se llama caja de Pandora el recipiente para llevarla… Todos creen que yo tengo un futuro genial, hasta me han llamado “Pegaso, el asesino de dioses”. Incluso tengo pesadillas continuas donde dioses locos aparecen, batallas que nunca viví, armaduras de poder asombroso, amigos que nunca existieron… Y presiento que algo dentro mío habita, algo que intenta despertar desde la primera vez que uso mi armadura…y no entiendo que es, y le temo, temo lastimar a alguien si no aprendo a controlar lo que sea que este dentro mío, a sacarlo… Tú me entiendes. ¿Verdad hermano?-

**Ral termino de hablar. En ningún momento había levantado la vista de sus manos, observando, casi con vergüenza, las distintas líneas que la surcaban. Había creencias que decían que el destino estaba escrito en las palmas de la mano de las personas. El no creía en destinos. Sin embargo, durante un minuto pensó si alguien podría decirle que hacer con eso. Dándose vuelta de golpe, miro de donde provenía la voz de su inestimable amigo, solo para encontrarse envuelto en las tinieblas del templo, donde la luz de la luna solo alcanzaba a iluminar hasta la columna en la cual Ral descansaba su espalda. Se echo a reír, por las últimas palabras de Ichann, y se paro.

Tomo su cuello con ambas manos, y con un suave movimiento, ladeo la cabeza para ambos lados, haciendo que sus huesos suenen. Tomo la Pandora’s Box, aun pensando en la maldición, heredada tan solo por ser otro caballero de Pegaso. Todavía le molestaba el hecho de ser perseguido y catalogado como “joven promesa” o “asesino de dioses” por portar esa armadura. Hacía poco, había conocido las historias de Tenma de Pegaso, y de Seiya, también portador legendario de la armadura, que habían derrotado dioses, y habían logrado lo imposible, solo por lograr proteger a Atena y a la Tierra, junto con todos sus seres queridos, perdiendo amigos, y salvando a otros. Santos legendarios… Pero acarreantes de desgracias para los futuros portadores de esa cloth que tuvieran que llenar sus zapatos.

Hablar con Ichann lo había puesto de mejor humor, ya no sentía el peso de antes sobre su corazón, y el nudo en la garganta que lo imposibilitaba a dormir. Sin embargo, el sueño no lograría llegar a él hasta el otro día, por lo cual, sabedor de esto, decidió no retirarse a dormir aun. Miro el cielo. Las estrellas parecían bailar, compadeciéndose de aquel mortal confundido, intentado levantar su ánimo, y la luna, poderosa en su poder, dependiente de las llamas solares, mostraba su lado hermoso, llevando luz en la oscuridad. Busco la constelación de Pegaso, su guardiana, pero ya era muy tarde, y no se veía. Lamento eso, profundamente, quizás en su guardián encontrase respuestas, como tantas veces atrás le había pasado.

Volvió a la tierra, miro la escalinata que tenía por delante. Grandes escalones de piedra tallados en la mismísima montaña que, desde su perspectiva, bajaban hasta el infinito, llegando y atravesando las anteriores 8 casas por las que había cruzado sin dificultad alguna, ya que sus dueños parecían saber que Ral Zarek no se encontraba allí para realizar ningún acto que molestase. Empezó a bajar, disfrutando del fresco aire de la noche. Su humor había mejorado mucho, pero aun así, una sombra de sus temores quedaba, resguardada en su mente, escondida y esperando el mejor momento para salir a mostrarle lo confundido que estaba, en el peor de los momentos.**

por **Alexia** Mar Sep 17 2013, 22:24

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**La noche oscura que cubría las escalinatas del Santuario tenía un vacío enorme de constelaciones, tanto que sólo podía divisar a lo lejos la luna que comenzaba a partir a su merecido descanso en brazos de nubes acogedoras y esponjosas que la esperaban como siempre para darle su la paz esperada desde el comienzo de su trabajo diario.

Transcurrían días extraños para Alexia en el Santuario, su vida se complicaba y entre idas y vueltas los minutos pasaban tan rápido que no llegaba a descansar lo suficiente, tanto que se vivía enfermando. Esta noche era mucho más rara de lo habitual y al decidirse a descansar omitió recostarse, haciendo caso omiso a su cuerpo destruido tomó una caminata larga como hacia mucho tiempo no lo hacía. Cada paso que daba sentía crujir las hojas de otoño bajo sus pies y aunque el silencio era lo que buscaba esto no la disgustaba.

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Ella sabía que caminar por ahí a estas horas no era del todo recomendable pero alguien tenía que hacer guardia y de seguro no molestaría que ella ayudase en eso, los guardianes la saludaban con un gesto simple de asombro pero sin impedirle su paso. Al rodear con calma las casas de aquellos gloriosos caballeros ella sentía que su cuerpo cobraba vida y se recuperaba de sus días de agonía elevando su cosmo con cada paso que daba al revivir en su mente cada instante de sus batallas. Todo esto entre mito leyenda y realidad la transportaba con paz por el camino que se había propuesto aunque al llegar a la novena casa todo cambió, su cuerpo se puso en guardia, se detuvo en las escalinatas y comenzó a tratar de permitirse adivinar por la figura sombreada quién osaba pararse a estas horas allí.

Al principio pensó que podía ser uno de los encomendados a la guardia pero después notó que no era ninguno de ellos, parecía ser que era uno de sus compañeros pero su cosmo era tan débil que no podía distinguirlo con claridad. **

[Si decidieses alumbrar un poco más estaría agradecida, luna.]

**La amazona lanzaba plegarías mudas al cielo en busca de un poco más de claridad. Podía distinguir que no era alguien ajeno al Santuario pero tampoco era un caballero de plata destinado a estas tareas guardianas.

Avanzó unos escalones más y con calma volvió a concentrarse, desde allí podía divisar con cautela a ese niño que cargando su armadura se disponía a alejarse, no sabía bien a donde se dirigía pero la debilidad de su cosmo las preocupaba más.

Terminando de subir las escalinatas, se acercó y decidió hablar. Quien quiera que fuese debía necesitar ayuda y si de algo se caracterizaba su forma de ser era de esto, ayudar a los demás. Después de todo que podría pasar...**

-Alexia: Buenas noches, mi nombre es Alexia y tú eres?-

Off: no te olvides de responder con mínimo 15 líneas-

por **Devil** Mar Sep 17 2013, 23:43

TURNO NARRATIVO

** Todo tiene un motivo en este universo. Todo acto trae consigo una consecuencia de igual magnitud a la decisión tomada. Filosofía barata, creía Ral Zarek, solo habladurías de gente que no podía soportar la idea de no poseer el poder suficiente para lograr sus cometidos, refugiándose en palabras vacías, intentaban auto consolarse de dejarse llevar por las decisiones ajenas. Para aquel santo, el destino no era más que una guía. Quizás, algunos habían nacido para ser grandes, pero nada más… Y esto no imposibilitaba a los demás para crecer más allá de los grandes. Tan solo la voluntad era la culpable de los actos, grandes o pequeños, de los humanos.

La voluntad… La fuerza que regia en el universo, más allá de todo poder divino, la voluntad era capaz de crear milagros jamás vistos, ya había sido demostrado… Caballeros que habían derrotado dioses. Demostrando una y otra vez que defenderían la paz en la tierra aun a coste de pecar y atar sus almas al destierro. Una frase, leída en algún lugar lejano, repercutió de pronto en la mente de Ral: “por más que viva en el destierro, por protegerla a ella…poder…necesito más poder”. Frase típica de novela de héroes caídos en desgracias por salvar a su amada, no dejaba de gustarle a Ral por como sonaba… Sentíase identificado con esa frase, ya que, para proteger a Atena y a sus amigos, Ral sacrificaría cualquier cosa… Inclusive su alma.

La luna, semitapada por las nubes, observaba al guerrero dudar en cada uno de sus pasos. Bailando al son de una música callada, las estrellas seguían su rumbo, sin preocuparse ya de aquel guerrero al que no le debían nada. Esponjosas nubes cargadas de agrios presagios iban tomando poco a poco a aquel cielo, horas antes despejado. Demasiado ensimismado en su propia y torturada mente, Ral no podía dejar de pensar en el precio que contraía el poder… Aquellas voces que lo alentaban cuando estaba por caer… Ahora calladas ¿Qué diantres significaban? En más de una ocasión había agradecido el cosmos cálido que se despertaba para evitar que cayera. Pero cuando la situación se calmaba, volvía a sentir que estaba loco, cayendo lentamente en una agónica melancolía de la cual le costaba cada vez más salir.

Un perfume envolvió a Ral. El cosmos cálido y compasivo de alguien se acercaba, lentamente para no asustarlo, por detrás de él. Provenía de la casa de Sagitario, donde minutos detrás había estado hablando con Ichann. Volteo rápidamente al escuchar que se dirigían a él, y pudo observar a una joven mujer. No supo calcular exactamente su edad, ya que su rostro estaba oculto bajo una máscara de un blanco espectral, parecía echa de porcelana… Era la primera vez que Ral veía a una amazona, guerreras al servicio de Atena, que ocultaban su rostro para dejar detrás la femineidad y combatir a la par de los Santos. Aquella mujer portaba su cloth, y Ral observo en su brazo izquierdo, un protector con forma de águila… Aquella mujer poseía un aura de extraordinaria bondad. Hablo hacia Ral, y este quedo sorprendido del tono de voz, suave y melodioso, de aquella Amazona. Dijo llamarse Alexia, y con tales palabras, invito al joven Pegaso a presentarse.

Su armadura aun colgaba, dentro de su caja de Pandora, sobre su hombro, y tambaleo ligeramente cuando Ral se acomodo la correa que la sujetaba a su brazo izquierdo, que empezaba a molestarlo. Un poco melancólico aun, aunque de mejor humor que hacía unos 20 minutos, Ral le contesto a aquella guerrera de nombre Alexia. **

-Alexia… Es muy bonito nombre, nunca lo había escuchado nombrar. Mi nombre es Ral Zarek, soy el caballero de Pegaso. Jamás te había visto, Alexia. Y eso que Ichann me encargo que vigilase y fuese sus ojos entre los caballeros de menor rango al oro… ¿Puedo serte de ayuda, Alex?-

**Ral temió por sus palabras… Sin darse cuenta, había llamado por un diminutivo a la guerrera que se le presentaba, mostrando una falta de respeto hacia alguien que acababa de conocer…**

por **Alexia** Miér Sep 18 2013, 22:00

**Algunas estrellas podían verse en el horizonte lejano, formando caminos en el cielo que vaya a saber uno donde conducían.

Alexia sentía por momentos que este niño que ahora veía mejor y portaba consigo la armadura de Pegaso no era más que uno de los caballeros de bronce de su querido Santuario.
Ella sabía que tenía que sonar calmada y no podía permitirle a su voz que decidiera delatarla. Tantos años buscándolo no podían resultar reuniéndolos en el mismo lugar... Cómo podía ser que ese niño hubiese crecido tanto? Cómo?

Sí!, sus ojos seguían teniendo la tristeza de las fotos que Ella le enseñó, su cabello estaba un poco más largo de lo que recordaba pero el color era el mismo y seguía eligiendo los mismos tonos para vestirse, como cuando era todavía un niño. Los minutos pasaban mucho más rápido de lo que podía manejar y no quería contarle nada aún de lo que ella sabía acerca de esa chica. Tanto tiempo atrás juró encontrarlo y aún no podía creerlo...

Los minutos hacían más terrible el diálogo que nunca había comenzado, la oscuridad de la noche daba un aspecto más terrible a la situación y la amazona seguía mirando fijamente a su interlocutor. Todo parecía dar vueltas en torno a esa niña que había conocido en la primaria, Zoe, así se llamaba. Tantos años compartidos, tantas vacaciones de verano en su casa de la playa, cada secreto de la adolescencia pasaba hoy por su mente y seguía sin poder creer como el destino cruzaba en su hermosa telaraña a quien debía encontrar. Aun faltaba lo más importante, darle a él el mensaje de ella pero con calma mucha calma.**

-Alexia: Hola, cómo estas? tu cara de tristeza no demuestra que realmente puedas estar a cargo de proteger a nadie. Perdóname pero como me tuteaste me siento con el derecho de decirte algunas cosas... Por un lado creo que estás muy desvelado y sea lo que sea que te trajo hasta aquí debes descansar mucho una vez que lo logres.

También me gustaría decirte que te veo muy triste y por experiencia sé que nada puede hacer tanto daño o por lo menos no te debes permitir que lo veamos, eso es una debilidad y con este camino no llegarás a prosperar.

Además debes entender que todo lo que cuesta tiene un gusto más sabroso al final y no siempre todo lo que brilla es oro. A veces lo de menor rango tiene más poder que lo de más y sólo la experiencia puede llevarte a saber demostrarlo.

Sé que en este momento entiendes muy poco de lo que digo pero suelo decir muchas más cosas cuando alguien se toma el atrevimiento de creerse mi "algo".-

**Diciendo estas palabras la amazona volvió a mirarlo, quería haberse callado antes y no dar indicios de sentimientos en sus palabras pero no lo había logrado.

Aún sonaban en su mente las palabras de Zoe diciendo "ya verás algún día lo encontrarás y verás como logró a pesar de todo llegar alto, él es todo para mí pero éramos niños y debía dejarlo ir. Mi corazón aún llora su partida pero es así, su ambición algún día lo llevará ahi donde el viento no puede detenerse con nada, ahí donde no hay límites ahí donde los sentimientos no nos detienen, ahi... Debes decirle si algún día te lo cruzas en tu destino, debes guiarlo a ese lugar que las dos visitamos, mi corazón lo esperará y le dará lo que sea que él haya buscado. PROMÉTEMELO por favor." Diciendo todo esto su amiga le entregó una carta que no quiso abrir nunca y que siempre llevada consigo envuelta en el lazo que protegía su cintura. Esa carta latía contra su cuerpo como si hubiese tomado vida, como si en ella viviera su amiga como si...

De pronto ella se calmó quería esperar las respuestas que él estaba pensando.**

-Alexia: mira, sinceramente no me molesta que me llames de esa forma, soy partidaria de la camaradería pero suele chocarme ver como algunos piensan que por ser mujer deben protegerme.
Comencemos de nuevo y cuéntame que es lo que tanto te entristece. Aunque no lo creas llevo mucho tiempo escuchando de tí y también buscándote para conocer realmente quién eres y quizás tenga tantas cosas para decirte que el tiempo no nos alcance, pero con calma vamos a lograr algo.
Anda, cuéntame...-

Off: no te olvides de responder con mínimo 15 líneas-

por **Devil** Jue Sep 19 2013, 21:10

TURNO NARRATIVO

**Aun faltaba un largo tiempo para el amanecer. A pesar de las altas horas nocturnas, la noche seguía aferrándose a su reinado, evitando que su amo, el astro rey, se adueñara del mundo otra vez. Las estrellas, en compañía de la dama Luna, rondaban aun el opacado cielo, junto con la resaca de algunas nubes, que, tambaleantes, intentaban cazar a la Señora, sin darse por vencidas, aun sabiendo que su destino era pasar eternamente hambre.

Sentimientos encontrados, así podría llamarse el capítulo de un libro basado en Ral que hablase de ese momento. A pesar de ser la vez primera en encontrarse con Alexia, sentía que, dentro de él, ya la conocía hacia tiempo. Suavemente, un sentimiento extraño se apoderaba lentamente de él.

Siguió con la vista los pequeños gestos que la amazona interpretaba con la mano. Pudo notar que, durante unos segundos, la guerrera se dejo llevar por las emociones, mostrándose, durante unos segundos, un poco mas excitada de lo normal… La respiración agitada la delato… ¿Qué era aquello que, aquella mujer, tendría para Ral Zarek? Bajo la vista, hacia el suelo, durante unos segundos, quedose pensando en las palabras de la amazona… Intentando encontrar una razón para sus actos y para sus diálogos.

Levanto la vista una vez más, dejando los gastados escalones de piedra sin observadores, y miro, una vez más, el enmascarado rostro de Alexia, intentando imaginar que abría detrás de aquella mascara.

Intentando controlar el temblor de su voz, Ral se dirigió a la amazona.**

-Alex…hablas de que todos te tratan como inferior por ser mujer, intentando protegerte… Creo que eso está mal, ya que, si voy a protegerte, será porque te tengo cariño… Pero… Hay algo que no encaja… ¿Por qué me buscas hace tiempo? Yo crecí solo con mi abuelo… y bueno, con Tajic, mi corcel… no recuerdo nada ni a nadie más que a ellos dos, siquiera he tenido amigos… ¿quién te ha hablado de mi?-

**A pesar de intentar controlarse, las lágrimas quisieron aflorar a sus ojos. Recordar a su abuelo y a Tajic, y como no había podido protegerlos, fue demasiado para aquel joven guerrero. Una vez más, recordó cuan débil era. A pesar de combatir con bravura, y no fallar nunca en un combate, sentíase que no había logrado proteger a nadie… Nunca.

Con un gran esfuerzo, contuvo las lágrimas, evitando mostrar más flaqueza de la demostrada a aquella mujer… Algo dentro de él le decía que debía mostrarse fuerte. Con la voz un poco queda, siguió hablando.**

-¿Realmente quieres saber que le pasa a un desconocido? Bien… Seriamente, estoy pensando que no sirvo para nada… Una y otra vez estoy siendo salvado por un cosmos que surge dentro de mí y me tranquiliza, mientras que me da fuerzas para evitar caer, ayudándome a soportar adversidades increíbles… Temo de ese cosmos… Por mas cálido que yo lo sienta, me hace sentir débil… Y también temo que sea un poder que pueda dañar a los demás… Aparte, a veces escucho…- **Ral dudo unos segundos si debería seguir hablando… Pero al ver la serenidad con la que Alexia lo escuchaba, confió en aquella mujer y prosiguió**- Escucho voces… O más bien una voz, dentro de mi ser, que dice junto a mi oído “not today…my Darling”… No es común, siquiera para un caballero dotado de cosmos, sentir voces que te salven la vida, ¿no lo crees así, Alex?-

**Ral le dio la espalda a Alexia, y se sentó en los escalones que circulaban las 12 casas zodiacales. Miro el horizonte lejano, donde las estrellas se empezaban a ocultar detrás de las escarpadas montañas eternamente nevadas… Un hermoso paisaje nocturno. Sentimientos encontrados… ¿Qué terrible secreto poseía Alexia sobre el pasado de Ral?**

por **Alexia** Sáb Sep 21 2013, 11:48

**La noche comenzaba a dormirse en los brazos del sol y el amanecer se convertía en el mejor presagio para este guerrero desahuciado.

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Alexia podía notar que Ral no estaba bien, su cuerpo tembloroso delataba la incertidumbre que lo recorría y aunque su tristeza gobernara en estos momentos ella sabía que él sería un gran caballero. Zoe así lo había predecido y aunque el no supiese mucho de ella porque la vida los había separado ella siempre lo había amado, asi como aman las madres aunque sus hijos le sean arrancados asi como sienten por más que la vida los separe y les diga que deben dejarlos crecer... asi.

Ella sabía que le quedaba muy poco tiempo para explicarle a este niño todo lo que había pasado. Zoe en su lecho de muerte le había pedido que no le contara demasiado el día que lo encontrara y ella no quería faltarle a su amiga. Los años habían pasado tan rápido y este bebe había crecido muchísimo, su abuelo lo había cuidado demasiado bien aunque estaba sólo y ella sabía que nunca pudo evitar que su destino terminara en el lugar que él tenía predestinado.

Las lágrimas de los recuerdos querían aflorar bajo su máscara que por suerte aún seguía cubriéndola, si él supiera todo lo que pasaba seguro estaría peor y no iría nunca hasta el final. Sabía que debía darle la carta pero aún no estaba segura de ello. El estaba muy apesadumbrado y contarle de todo el sufrimiento de su madre no lo ayudaría por completo. Decidió ayudarlo de la forma en que se ayudan los amigos y sin ahondar en detalles trató de explicarle que debía encontrar de dónde salía ese cosmos que lo había protegido tanto.**

-Alexia: Mira tengo mucho para contarte y nada de tiempo, de seguro al saber que estás aquí volveremos a encontrarnos, por algo la vida nos unió nuevamente. Quizás las respuestas a todas tus intrigas esten más cerca de lo que imaginas, aún eres muy joven y debes enfrentar la vida con la valentía que te dieron al nacer.

Voy a resumirte la historia en muy pocas palabras porque este no es el momento. Tu madre era el ser más perfecto que podías imaginar y ella no decidió abandonarte, la vida le dió una tarea y esa era simplemente cuidar de tí por nueve preciosos meses, luego cuando nacieras todo tenía que terminar. Tu abuelo te cuidaría y el resto lo sabes porque lo viviste. Aunque no lo creas es lógico que escuches voces, el trabajo de ella sigue en pie porque las mamás siempre protegen a sus hijos.

Sé que esta información sólo te ha generado preguntas en tu mente y que tu corazón se deshace buscando por ques pero debes entender que no todo fue tan terrible y como ya te he dicho todo tiene un por qué.-

**La amazona sabía que Ral estaba al punto final en los minutos previos al desmayo pero más no podía explicarle ahora, ella tenía que lograr que él llegase a su cometido y para esto debía entregarle la carta de su madre donde estaba el mapa que lo guiaría a las Ruinas del Viento pero antes debía estar segura que estaba bien para dejarlo sólo, aunque aún le faltaba tiempo para eso.
mision despertar elemento para Ral Zarek Z

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El sol comenzaba a protegerlos entre sus brazos y una suave brisa la reconfortó mostrándole que su amiga estaba contenta con lo que sucedía. Esto la alentó a acercarse a Ral y abrazarlo para calmarlo, aunque no sabía como podía tomar él este gesto de cariño decidió acercarse igual y revolver su cabello como gesto dulce pero no tan arriesgado. Luego se sentó junto a él en las escalinatas y esperó con calma las palabras que pronto brotarían desesperadas.**

Off: no te olvides de responder con mínimo 15 líneas-

por **Devil** Miér Sep 25 2013, 16:19

TURNO NARRATIVO

** Demasiado tiempo ya la luna habia dominado el hermoso escenario en el cual se encontraban tantos sentimientos encontrados. Llegando por el horizonte, los primeros albores del sol hacian acto de presencia, reclamando el territorio ateniense como propio, e iniciando un nuevo día para muchos. Las ultimas estrellas en el firmamento intentaron quejarse, mostrandose reacias a abandonar el oscuro cielo donde habian cantado durante toda la noche, mas su señora, la dama luna, estaba ya alejandose hacia otros lugares donde fuera mas solicita.

Con el sol, llegaban tambien mas dudas para Ral Zarek. La amazona de Aguila se acerco al santo mientras hablaba, y acaricio sus cabellos, mientras lo abrazaba y expresaba palabras guardadas hacia mucho tiempo en lo mas recondito de su corazón. Algo empezo a funcionar mal dentro de Ral. Sus piernas fallarón, su corazón empezo a agitarse por la emoción. Alexia dejo de abrazarlo, y el cayo, rendido, sobre uno de los escalones de piedra. Se llevo las manos delante del rostro, y empezo a recorrer aquellas lineas, como habia hecho unos minutos antes. Su abuelo jamas habia hablado de sus padres, y ahora, aquella amazona, decia haberla conocido, y contaba que era una persona bellisima y bondadosa. ¿Cuantas veces habia visto a los demas niños jugar con sus madres, y se sentia mal y solo?.

Alexia se dejo caer a su lado, y espero que se repusiera. Las lagrimas querian aflorar a los ojos de Ral, pero este volvio a contenerlas. Habia aprendido a no llorar, a fuerza de no tener consuelo. Desde la muerte de su abuelo, nunca habia derramado una lagrima.

Sin poder levantar la vista de sus manos, Ral le hablo a Alexia, con la voz algo quebrada.**

- ¿Sabes? Mi abuelo jamas hablo de ella... Jamas vi una foto, jamas un juguete que le haya pertenecido... Jamas encontre nada. Una vez, una mujer dijo que mis ojos eran iguales a los de mi madre. Nunca supe quien era, me la encontre paseando por las afueras del pueblo... Alexia... Tengo 18 años... Y cada día de esos 18 años me he preguntado "¿donde estan mis padres? ¿Por qué no estan aqui para cuidarme?"... No me quejo, mi abuelo me dio todo y mas... Alex... Tu estas aqui para decirme algo mas, ¿no? no te quedaste quieta y sorprendida solo porque conociste a mi madre... cuentame mas de ella, por favor...-

** La voz se le quebro del todo, habia empezado hablando en voz baja, para luego terminar sin poder articular palabra. Levanto la vista al cielo, y vio pasar una nube, rapida e incorporea, llevada por el frio aire de la mañana. El sol, demostraba poder y autoridad, elevandose por sobre la cabeza de sus necesitados vasallos. Ral escucho como al pasar, una voz en su odio que susurraba -I love you, my darling- **

por **Alexia** Vie Sep 27 2013, 21:35

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**Los minutos hermosos donde el amanecer se mezcla con la noche eran para la amazona la forma más perfecta de calma y de paz. Cada rayo de sol que acariciaba suavemente la tierra le daba calor a cualquier criatura que necesitase la contención de la naturaleza. Ese momento perfecto que la acompañaba cada día desde su llegada al mundo calmaba su corazón y la convertía a diario en el ser paciente que sólo vivía intentando saldar la deudas de su alma, una de ellas estaba a su lado y con un poco de suerte después de todos esos años...

Alexia miraba con ansias al pequeño gran hombre que crecía a su lado. Ella sabía que tanto su abuelo como ella no habían hecho más que cumplir con los deseos de su madre y aunque entendía su enojo y sus dudas poco de lo que le dijese lo sanaría tanto como él esperaba.

De pronto un rayo de sol se reflejó en sus ojos, era el vivo retrato de su madre y la tristeza que se veía en ellos al mirarlos sólo le recordaba el momento en que murió en sus brazos.**

-Alexia: tu madre fue la criatura más dulce que puedes imaginarte, ella te quiso muchísimo aunque no tuvo minutos para demostrártelo. Te amó tanto que aunque sabía que ni siquiera te vería se dedicó a cuidar de ti mientras crecías y crecías en su vientre.

Ella también era especial como nosotros, sabia arder su cosmos a niveles que ni te imaginas y logró cosas impensadas incluso en este tiempo, pero no puedo develarte muchos secretos sin cometer errores que no podría remediar.

Fuimos muy amigas antes pero al decidir mi viaje al santuario poco a poco nos distanciamos, ella me dio un recado para ti y yo pensaba -sin saber- que esa promesa nunca se iba a cumplir. El tiempo pasó dieciocho años para ser exactos y aunque en mi mente seguí buscándote siempre creí que no iba a volver a verte. Aún recuerdo el día que naciste como si fuera ayer y te juro que cada año que cumplías te observaba desde lejos como si mi trabajo hubiese sido ser tu guardiana. Sé que tu abuelo te cuidó bien y le prometí tanto a él como a ella que si volvía a verte algún día te contaría lo que hicieron por ti. Nunca pensé que nuestras vidas se iban uniendo sin querer más y más, yo emprendí mi viaje aquí despidiéndome de ella sin imaginar que el fruto de su vientre estaría nuevamente cerca de mí.

Ella me dijo que algún día nos veríamos y aunque no le creí en ese momento hoy veo el fruto de sus presagios delante de mis ojos hecho casi un hombre y aún creciendo.

Sé que tienes millones de preguntas y tengo todas las respuestas pero debes esperar, esta vez sólo te diré lo que ella me pidió que te diga cuando te viera y eso fue “hijo debes continuar tu camino, esos sueños y esas voces son tan reales como la persona que hoy repite mis palabras, avanza hasta encontrar lo que más deseas. Deja que la brisa que te despierta cada día se convierta en el camino que guía tu vida, sigue aunque te consideres vencido, lucha a cada instante -por más que no creas y todo esto se parezca más y más a las novelas del abuelo- y continua hasta encontrar el regalo más preciado que te dejé junto a las ruinas del viento. I love you, my darling”
.
**(alexia repitió las palabras que había memorizado una y otra vez junto al lecho de su amiga y que había guardado por tantos y tantos años). **

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-Alexia: Ella también me dejó esto para ti. Sólo te pido que confíes y sigas el camino, yo sólo puedo llegar hasta aquí…

Ten en cuenta que el camino es difícil y pero no muy largo. Seguro te encuentres con algunas dificultades pero debes creer. No tengo permitido acompañarte. Continúa por favor. Sé que lo vale.-

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**Al entregarle lo que había guardado se despidió agitando su mano y esperó que todo este tiempo no hubiese sido en vano.**

Off: no te olvides de responder con mínimo 15 líneas-

por **Devil** Dom Oct 06 2013, 20:51

TURNO NARRATIVO

** Elevándose como un fénix renacido, el sol, empezaba a iluminar con colores alegres, poco a poco, el mundo que se hallaba a su paso celestial. La oscuridad de la noche se despejaba, alejándose hacia nuevos lugares donde se necesitara de su cobijo. La luna dejo de verse, cegada y tapada por su hermano. Y las nubes se terminaron de disolver, arrojadas por un repentino viento que las arrastro lejos del Santuario. Desde la escalinata de la novena casa zodiacal, hasta donde alcanzaba la vista, podía verse el mundo despertar de su sueño. Las otras casas zodiacales que se veían hacia abajo estaban siendo iluminadas por el sol. Mucho más lejos, se veía trabajadores del santuario empezando sus quehaceres matinales. Ral imagino que Tezzeret, su amigo, estaría empezando a entrenar junto a los demás aprendices de caballero. Ral permanecía, aun, sentado casi en la entrada de la casa de Sagitario. Alexia había acariciado su cabello, y dejado un pergamino sellado en sus manos antes de despedirse. Ral no volteo a verla, ni tampoco hablo. No hizo falta despedirse de la amazona, ya que tarde o temprano, sus caminos volverían a cruzarse.

Ral se quedo mirando cómo, el amanecer, avanzaba hasta lograr rechazar totalmente la noche. El frio de la mañana ya no lo molestaba, y la helada de la noche ya se había evaporado... Quizás habría estado sentado allí durante unas cuantas horas más. Pero, como una motivación repentina, tomo el pergamino sellado entre sus manos, y sintió un cosquilleo detrás de la nuca. Una suave electricidad parecía recorrer sus manos desde esa hoja, llegando a su corazón directamente y agitándolo. Su pulso se acelero mientras sus manos se acercaban lentamente al sello de aquella carta.

Unos minutos más tarde, Ral había doblado la carta, mientras se enjugaba las lágrimas, recordaba las palabras últimas de la persona que más lo había querido, llegando al punto de entregar su vida por él. Decidió hacer caso a la última línea de aquella carta, y buscar lo que Alexia había llamado "las ruinas del viento". Tan solo una palabra lo guiaba desde ese lugar hasta su destino. Como una obra macabra del destino, su madre parecía saber donde se encontrarían Alexia y el. Y le ordenaba viajar hacia el este.

Se levanto, tomo su cloth, y partió hacia el este, sin dar aviso a nadie, llevándose solo a sí mismo y a su armadura. Abandono el Santuario y su protección bajo la promesa de volverse mas fuerte... Al llegar a unas montañas y subirlas, volteo la vista para vislumbrar el reloj de fuego. Y sin dar más despedida que esa, sin saber si volvería o no, se alejo rumbo al este.**

Dias mas tarde

** Después de ser un santo de Atena por tanto tiempo, y llegar a viajar a tantos lugares, disfrutando de innumerables paisajes, Ral aun se asombraba de las distintas maravillas naturales. En una unión del rio con el mar, se podía vislumbrar el verde del rio separado totalmente del azul del mar, las aguas jamás se juntaban. Los hielos eternos de Jamir, jamás se habían derretido desde la era de los mitos. El desierto jamás se adentraba ni pasaba el límite divisor entre la llanura y la arena, entre un lugar lleno de vida visible y otro con ocultas muertes. Aun seguía caminando, desde que había partido del Santuario hacia varios días, con la misión de volverse más fuerte, y encontrar aquello que su madre y Alexia habían mencionado. Sin reservas de agua ni de comida, ya que había ido alimentándose por el camino. Se animo al desierto, avanzando poco a poco, refugiándose en la capa que llevaba, a pesar del sol, sabía que debía cubrirse para evitar caer derrotado por las inclemencias del clima. Su ropa yacía raída por dormir a la intemperie. El sol, sabio y bueno en lugares habitables, no hacía más que ser tirano en el desierto. En todo el terreno dentro de su rango de visión, Ral solo podía ver arena. Ni plantas ni alimañas parecían vivir en aquel desierto inhumano. La soledad parecía absoluta.

Antes de darse cuenta, un viento enorme empezó a soplar. Ral parecía haber despertado la furia de los dioses al caminar por aquella tranquilidad absoluta, y ellos le respondían con una tormenta de arena. Había escuchado historias de gente muerta enterrada, o perdida eternamente por el desierto. No tuvo tiempo de buscar refugio. La tormenta de arena lo engullo. Cerró los ojos y se tapo con la capa lo mejor posible. Trastabillando, y sosteniéndose con su fuerza de voluntad, Ral caminaba ciegamente por la tormenta. Cayó al suelo varias veces, pero se levanto siempre. Caminando a oscuras para buscar un refugio... Jamás pensó en estar semejante lugar, ni en tan terrible situación. Cuando estuvo a punto de darse por vencido, cayó de rodillas, y el viento amaino. Antes de perder el conocimiento por el cansancio, vio una especie de tornado hecho de arena, justo frente a él.**

por **Alexia** Miér Oct 09 2013, 22:49

**Alexia se había alejado hacía bastante tiempo de Ral. Ella sabía muy bien todas las instrucciones que contenía el pergamino y sólo esperaba que este lo leyera y lo llevara a cabo al pie de la letra. Sabía que por muy doloroso que fuera debía abandonarlo a su suerte porque ella no podía acompañarlo en el camino hacia su destino.**

** Los días en el desierto tenían ese no se qué extraño. Por momentos el paisaje perfecto y dorado de la arena y el sol mostraban la perfección del oro mismo escurriendose entre los dedos de cualquier ser humano y, en otros momentos las tormentas de arena y los vientos huracanados que recorrían el lugar hacían imposible cualquier tipo de vida en ese paisaje austero y desigual.

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Hacia tanto tiempo que nadie merodeaba en sus campos que ya ni estaba seguro de cual era su trabajo. Era increíble ver a alguien después de tantos días de soledad, este joven que parecía abatido sobre la arena le resultaba familiar, esos ojos, ese pelo.

No podía creer lo que sus ojos veían, tantos años desde la muerte repentina de Zoe esperando la aparición de este niño para guiarlo a su destino su final y su principio.

Quizás la muerte de esta niña no era en vano y él valía la pena, sólo por los años transcurridos y por el afecto que juntos habían cosechado debía enfrentarlo para conocer las intenciones con las que había llegado aquí.**

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-Lar: como estás, Ral? necesitas una mano no? Levántate. -

**El hombre que había pasado los últimos dieciocho años a la espera del guerrero, lo había reconocido al instante de verlo. Los ojos eran los mismos de su madre, esa joven capaz de todo en pos de salvar al mundo. Lástima que hubiese muerto. Pero él estaba aquí y debía enfrentarlo para saber si estaba preparado.

Seguro lo invadían miles de preguntas más viendo que él lo llamaba por su nombre, pero todo a su debido tiempo.**

-Lar: Veo que has leído y seguido al pie de la letra las intrucciones de tu madre, como sabes pococ de todo lo que ha pasado hasta hoy te diré que ella era mi alumna y cuando supo que venías sacrificó su vida para que algún día tu continuaces su misión.
La vida es un mar de preguntas sin respuestas y sin tiempo y no puedo darte ni la mitad de las respuestas que necesitas. Sólo te diré que fui su maestro, ella era una guerrera tan perfecta que justo cuando estaba por cumplir su misión en "Las Ruinas del Viento" debió sacrificar sus anhelos por tí.
Ella sabía que tú tarde o temprano lo lograrías y tanto a Alexia como a mí nos dejó encomendado ser tu guia.-

**El anciano maestro disparaba palabras sin cesar, viendo como el niño no salía de su asombro pero observando también que él escuchaba y recibía la información en paz.**

-Lar: Para continuar sólo necesito que me digas algo, que ves?-

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**El anciano le entregó a Ral uno de los acertijos que había guardado por varios años, el mismo que había respondido su madre al tercer día de su entrenamiento en el desierto.**

Off: no te olvides de responder con mínimo 15 líneas. -

por **Devil** Dom Feb 09 2014, 07:00

TURNO NARRATIVO

**Ral despertó con unas suaves pisadas en la arena, a su alrededor, y pudo observar a un anciano que hablaba palabras extrañas, llamándolo por el nombre de Ral. El muchacho no pudo seguir escuchando, y perdió el conocimiento, dejándose arrastrar en una oscuridad eterna.

Despertó en una cama de suaves sabanas blancas. Sintió algo en la cabeza, y levanto su mano derecha y la llevo a su frente, toco unas vendas que envolvían su cabeza. Miro el techo y sintió un punzante dolor donde tenía su mano. Un golpe que no recordaba haberse dado le pasaba factura. **

-Hacia tiempo ya, pero… me sigue resultando extraño despertarme con techos que no conozco sobre mí. –

**Se sintió observado, y miro por primera vez a su alrededor. A su izquierda, la cama daba con una pared de madera, las largas tablas empezaban cerca del cabezal de la cama y terminaban un poco mas allá de los pies de la misma, no había ningún adorno en esa pared, ni tampoco sobre la cama. Su vista siguió husmeando en el cuarto, y encontró una ventana cerrada con grandes postigos. Un mueble, algo así como una cajonera, estaba debajo de la ventana, y un una foto, único adorno en toda la sala, reposaba allí. Ral se levanto y se acerco a la foto, pasando por al lado de la puerta cerrada de la habitación, la tomo y la observo durante un rato… había 4 personas allí: Un hombre de barba blanca y sonriente, con cabello entrecano y lleno de energía para su edad, sostenía una pipa con una mano, y con la otra intentaba abrazar a los tres jóvenes que estaban a su lado derecho. Llevaba un chaleco negro, sobre una camisa blanca lisa. La muchacha a su lado tendría unos 17 años, y era de morocha de cabello, lacio y largo hasta la cintura, sonreí abiertamente a la cámara, mostrando toda la alegría que poseía en ese momento, en compañía de tales personas. Era de rasgos finos y bonitos, fácilmente podría haber sido una de las personas más lindas que Ral hubiera visto jamás. Vestía un largo vestido azul, con algunas flores azules bordadas en relieve. Estaba abrazando a un hombre de unos 18 años, pelo revuelto y blanco como la nieve, sonreía mucho, y sus rasgos le eran conocidos a Ral, pero no pudo mentalizar a quien se parecía. Llevaba puesta una camiseta celeste, sin ningún dibujo distinguible, tenía una contextura atlética, con músculos bien marcados en los brazos, aunque sin deformarse físicamente. La última mujer en la foto también sonreía, abrazando a todo el grupo desde atrás, con su roja cabellera cayendo sobre los hombros de la chica del medio, y con apariencia de una chica de unos 17 años. Alexia lo miraba con verdadera alegría dentro de un marco de cuatro lados. Ral se sorprendió de lo bonita que había sido Alexia sin su máscara.**

-si esta de aquí es Alexia… este debe ser mí…-

** Ral se corto, ahogado por la emoción de conocer, por fin a su madre, una voz a su espalda lo corto. **

-Lar: Veo que has leído y seguido al pie de la letra las instrucciones de tu madre, como sabes poco de todo lo que ha pasado hasta hoy te diré que ella era mi alumna y cuando supo que venías sacrificó su vida para que algún día tu continuases su misión.
La vida es un mar de preguntas sin respuestas y sin tiempo y no puedo darte ni la mitad de las respuestas que necesitas. Sólo te diré que fui su maestro, ella era una guerrera tan perfecta que justo cuando estaba por cumplir su misión en "Las Ruinas del Viento" debió sacrificar sus anhelos por tí.
Ella sabía que tú tarde o temprano lo lograrías y tanto a Alexia como a mí nos dejó encomendado ser tu guía.-

** El anciano demostró no tener tiempo que perder, ya se había presentado y había contado parte de la historia que Ral quería escuchar, así que dio un paso al frente, haciendo crujir el suelo con sus pasos , y le otorgo una fotografía a Ral, le pidió que le dijera que veía. Ral tomo la fotografía, y sin dudarlo, respondió rápidamente.**

-Tan solo es un juego de imágenes, entre todos esos granos de café, hay escondida la cabeza de un humano, en la parte de abajo a la izquierda… ¿de qué se trata esto?-

** Ral tenía muchas dudas en su mente, pero no parecía que las pudiera calmar hasta no haber terminado con su cometido.**

Spoiler:

por **TuRco-SaMa** Dom Feb 09 2014, 11:59

El viejo sonrió ante la respuesta de Ral, que era verdaderamente correcta.

-Jaja! Muy bien muchacho! Era una pequeña trampa para ver si estabas lo suficientemente lúcido! Te felicito!-

El anciano caminó hacia el pequeño mueble y miró por la ventana, luego tomó la foto y la observó con un dejo de tristeza, el recuerdo de su alumna fallecida aún era capaz de cambiar su humor.

- Hubieras visto lo habilidosa que era tu madre, sin dudas estaría orgullosa de tener como hijo a un guerrero como tu...-

Hubo una pausa, Lar quedó mirando a Ral como si quisiera decirle algo más, pero suspiró y desvió sus intenciones, charlando de otra cosa.

- ¿Crees que estás listo para aceptar el desafío en las ruinas del viento? Puedes quedarte aquí lo que quieras, se lo debo a los deseos de tu madre. Cuando estés listo, iremos juntos hasta las ruinas, y luego entraras por tu cuenta para despertar el terrible poder natural que llevas en tus venas...-

por **Devil** Dom Feb 09 2014, 13:26

**El anciano le sonrió a Ral, a un paso de lanzar una carcajada, y le respondió diciendo que la respuesta era correcta, siendo tan solo una prueba para notar su lucidez, y siguió felicitándolo. Luego se movió hasta llegar donde estaba Ral, y se puso al lado del joven mirando por la ventana y tomando la fotografía con los tres jóvenes entre sus manos. Un dejo de nostalgia se interpuso en su voz, y su arrugado rostro mostro tristeza y alegría ante pasados y ajados recuerdos. Al joven caballero de bronce le agarro, también, un nudo en la garganta al escuchar lo fuerte que había sido su madre, pero también se sorprendió gratamente al escuchar que él habría sido un hijo ejemplar de la maravillosa guerrera. Aquel joven caballero quiso decirle algo al anciano Lar, pero este se le adelanto, mirándolo a los ojos. Ral supuso que, el anciano, habría sido alguien muy buen mozo y esbelto, demostrando poder y arrogancia en sus movimientos, aunque ahora estuviera achacado por el tiempo. El anciano pareció querer decirle algo a Ral, pero, de pronto, su semblante dejo la tristeza, y cambio para proponerle su siguiente desafío al caballero de Pegaso. La propuesta era simple, si Ral se sentía en forma, podrían ir juntos a la ruina del viento… Ral medito unos segundos, y tomo una respuesta rápida y sencilla. **
-Estoy aquí para cumplir con el cometido de madre, e investigar las ruinas del viento, en cuanto estés dispuesto, iremos… pero tengo dos dudas en mente, y quisiera que tú me las respondieras, si puedes… ¿Quién es ese sujeto en la foto? Esta abrazando a mi madre, y parece feliz a su lado… y la otra pregunta es ¿Cómo me lastime la cabeza? Me desperté con una venda y un dolor punzante… y me he desmayado en la arena, Lar. –
**Ral sonrió al anciano, demostrándole que confiaba absolutamente en él, y que lo seguiría como maestro, tal como su madre había hecho tiempo atrás. **

-Y… Lar… querría pedirte un favor… Yo no sabía nada de madre hasta hace unos cuantos días, cuando Alexia me conto sobre ella, fue la primera vez que la escuche nombrar, ya que mi abuelo nunca quiso hablar de nadie de la familia, de hecho, esta es la vez primera en la que veo a mi madre… quería…- **Ral continuaba, algo avergonzado** - quería pedirte, si no me darías esa foto en la que están mamá y Alexia…-

por **TuRco-SaMa** Dom Feb 09 2014, 14:29

**El anciano maestro pareció emocionarse por unos instantes luego del pedido de Ral y asintió con la cabeza:

- Claro que puedes quedártela, yo he conocido a tu madre y ya tengo suficientes recuerdos de ella durante todos los años que la entrené. Es justo que te la lleves tu, pues no la conociste, y creo que al menos una foto es lo que te mereces tener. Dejaré la foto aquí y te la llevarás cuando vuelvas de las ruinas, ¿Está bien?-

Volvió a dejar la foto en el mueble, acariciando suavemente el vidrio y el marco, dandole una mirada llena de recuerdos. Dio un suspiro y continuó hablando:

- El otro muchacho, Ral, es tu padre, Aleon. Fue también uno de los caballeros que entrené, y tenía gran velocidad y fuerza, era un joven gentil y muy simpático, de esos de los que cualquier chica se enamora. Lo último que supimos de él, fue que desapareció en una misión de reconocimiento junto con su armadura de plata, unos meses antes de que nacieras...-

por **Devil** Dom Feb 09 2014, 15:05

**Lar, el anciano, pareció emocionarse ante las palabras del santo de Pegaso. Asintiendo con la cabeza al pedido de Ral, volvió a dejar la fotografía en el mueble, y le sonrió al caballero, mientras le dedicaba unas tiernas palabras, como si de un nieto se tratase. Le explico que podría llevarse la fotografía en cuanto volviesen de la misión que le había presentado, ya que él tenía suficientes recuerdos de aquellos tiempos, luego, acaricio el vidrio de la foto, como quien intenta llegar a un fantasma del pasado, para terminar de responder las palabras del novato caballero. Ral sonrió, y un sentimiento de alegría lo inundo al separar la vista del viejo, y mirar directamente a su padre en la foto… Había sido un santo de plata, y poderoso, hábil y bondadoso… El descubrir las raíces de su pasado, lo llenaba de un ímpetu renovado… Pero hubieron algunas preguntas que lo llenaron rápidamente. ¿Por qué, jamás, su abuelo había nombrado a ninguna de esas personas? ¿Seria, acaso, una trampa de Alexia y Lar, ambos, quizás, enemigos? Había cosas que no entendía… Pero decidió acallar sus dudas, y no posponer mas el momento de partir hacia las ruinas del viento. **
-ese fue mi padre… y esa era mi madre… ambos santos de Atena de gran renombre, y murieron por una causa… no puedo deshonrar su nombre… Yo, Ral Zarek de Pegaso, voy a dirigirme a las ruinas del viento para terminar la misión de madre… Lar, guíame, por favor.-
**Ral se dio media vuelta, y tomo su caja de Pandora, colocada al lado de su cama, echando una última mirada a la foto de sus padres sonrientes, se dirigió raudo a la salida de la casa, esperando que Lar lo estuviera siguiendo. Quizás por orgullo, pero no quiso que el anciano viera como se enjuagaba las lágrimas que intentaban saltarle de los ojos.

Al llegar a la salida, Ral abrió la suave puerta de madera trabajada, con goznes de hierro negro, y sintió que el viento ya no soplaba como cuando había estado antes en medio del desierto. Termino de abrir la puerta, y aspiro el aire seco, lleno de arena. Tuvo un cosquilleo en la nariz, y estuvo a punto de toser. Pero alzo la vista y miro el vasto e inconmensurable desierto que se expandía frente a él. Solo un aljibe, delante de sus narices, formaba una desentonación con el ambiente amarillo en su totalidad. Ráfagas de aire pasaban de pronto, levantando y desarmando médanos, la arena, frágil y liviana, era usada como juguete por el señor del desierto soleado. El amo sol, alto, invitaba a quedarse en la casa, so pena de quemarse vivo. Pero Ral estaba lleno de energía, y a duras penas podía esperar a que Lar saliera de la casa, no iba a amedrentarse con el calor del astro rey.**

por **TuRco-SaMa** Dom Feb 09 2014, 16:48

** Ral ya portaba la pandora box de Pegaso, esperando a que Lar saliera de la casa y lo guie hacia las ruinas del viento. Sin mediar palabras, dio un rodeo a su casa, donde había un pequeño establo, de allí logro arriar un camello en buen estado, que le serviría de transporte ante las inclemencias del desierto.

-Muchacho, te presento a Kira! Mi sosten para sortear este desierto sin morir en el intento! No te preocupes, yo la uso porque a mi edad ya no puedo hacer las proezas de cuando era joven! En marcha!-

Luego de caminar un par de horas por el desierto, llegaron a un punto donde no se podía divisar nada mas que arena, ningún obstaculo que quitaba la monotonía a la situación, y allí se detuvieron.

-Bien, las ruinas del viento son un antiquísimo templo donde se guardan cristales elementales. Los cristales son aquellos que te permiten despertar la fuerza del elemento natural en tu armadura, lo que te da grandes ventajas respecto a tus rivales. Las ruinas solo se muestran a aquellos con el poder suficiente para hacerle frente a sus desafíos, asi que quizás, nuestra presencia las haga aparecer...-

Luego de aquellas palabras, un aura blanca rodeó al viejo. La tierra tembló bajo sus pies y de la misma arena comenzó a surgir una enorme estructura

mision despertar elemento para Ral Zarek 2Q==

Off: Las ruinas del viento han aparecido ante ti. Debes encontrar alguna forma de ingresar, sacando 3 de 3 dados del éxito. Debes rolear 15 líneas minimo por cada tirada que realices. Tienes 4 oportunidades.

por **Devil** Lun Feb 10 2014, 06:28

**Mientras Ral observaba el inmenso desierto, Lar empezó a rodear la casa, yendo a buscar un camello fuerte y grande, con apariencia de poder soportar varios días de caminata por el desierto. Ral se acerco al camello, sorprendido, ya que jamás había visto alguno de cerca. Estiro la mano y acaricio el costado del animal, sintiendo el suave pelo de la bestia. Sonrió y la llamo por el nombre. **
-Kira…Kira…-
**Sonrió recordando a Tajic, su antiguo compañeros de andanzas, y volvió a acariciar el suave pelaje del camello. Sonrió a Lar por última vez, antes de partir y caminar durante unas cuantas horas, con el sol brillando sobre sus cabezas, y racionando el agua que Lar había traído para combatir la sed que atenazaba de a ratos a ambos viajeros. Al joven caballero le extraño la monotonía del viaje, sin ráfagas de viento que levantaran arena, ni que el sol lo hiciera sentir mal… como si algo estuviera protegiéndolos en aquella travesía desértica.

Sumidos en silencio, ambos, el guerrero y el anciano, llegaron a un punto donde las dunas no se animaban a formarse. Hasta donde llegaba la vista de Ral, era una planicie de arena, sin ningún tipo de relieve que deformase la vista. En el horizonte, por el este, podía observarse el cielo naranja y sin nubes, ya que el sol estaba a punto de desaparecer por el oeste. Lar hablo por primera vez desde que habían empezado el viaje, y nombro las ruinas del viento como un lugar sagrado y antiguo, también nombro las piedras elementales, con las cuales podría despertar poderes más asombrosos que los habituales. Al terminar de hablar, diciendo que la ruina solo se presentaría ante seres sumamente poderosos, la tierra tembló, y una luz blanca los rodeo. A los pocos segundos, el temblor paso, y la luz se disipo, dejando a la vista una enorme estructura, parecida a una pirámide gigante. Ral se sorprendió de la majestuosidad y el poder que parecía manar de aquel lugar, Lar, a su lado, no pareció tan impresionado, dando a entender que ya había visitado aquellas ruinas. Sin ningún gesto, con una orden tacita, Lar le indicaba a Ral que debía seguir.

El joven santo de Atena se ajusto su caja de Pandora, y se empezó a acercar a la enorme pirámide que se había elevado de la nada, justo delante de él. Más, al llegar, sintió un cambio en el ambiente: El viento empezó a soplar con gran furia, arremolinándose y llenando de arena el lugar. Tuvo que trabar sus pies en la arena para no ser llevado por el viento en su primer embate. Solo duro unos segundos el vendaval, y Ral pudo abrir los ojos que había cerrado para protegerse de la arena. Frente a él, se había formado un tornado de arena, que engullía la pirámide entera, como si estuviera abrazando al templo del viento. Ral se sorprendió, y sonrió… Durante unos segundos, dudo si pedirle ayuda a Lar, pero quiso enfrentarse al templo él solo. Tomo el tornado como el primer guardián ante la verdad de sus padres, y se acerco, imprudente, al límite del templo. El torbellino no salía de unos límites estipulados, dios sabría por quien marcados, del templo. Así que Ral pudo caminar alrededor del mismo sin peligro alguno de ser absorbido. Mientras caminaba, pensaba en como atravesar las defensas del templo… **
[Podría cavar… aunque llevaría tiempo, y la arena caería sobre el túnel que formase… por arriba no puedo saltarlo… si la respuesta no es esquivarlo… la respuesta debe ser…]
**Con un rápido movimiento, Ral dejo caer su caja de Pandora, y, tras un sonido metálico, seguido a un destello enceguecedor, Ral portaba la armadura de Pegaso. Separo las piernas, adelantando la izquierda y dejando detrás la derecha, sus manos se movieron formando una constelación hacía rato conocida: Pegaso iba a ayudarlo a llevar a cabo su cometido. **
-Arde cosmos… suscita el milagro- **Recito Ral mientras lanzaba sus meteoros contra el viento y la arena. **

por **Shikamaru** Lun Feb 10 2014, 06:28

El miembro 'devilhunter' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Dado del éxito' :
mision despertar elemento para Ral Zarek Dadoexitos

Resultados :
mision despertar elemento para Ral Zarek B8sl

por **TuRco-SaMa** Lun Feb 10 2014, 20:52

** Lar sonrío al ver como de la enorme muralla del aparecido templo, comenzaba a abrirse una especie de pasadizo, permitiendo que Ral Zarek pudiera entrar sin mayores problemas. Junto con Kira, dio media vuelta y dedico una ultima mirada a Ral mientras levantaba su brazo derecho, saludando

- Suerte hijo, se que volveré a verte pronto!-

Mientras el viejo se alejaba en su camello de nuevo a su hogar, comenzó a sentirse una oscura presencia, que pronto se desvanecio, como si no quisiera ser descubierta.

por **Devil** Mar Feb 11 2014, 14:51

** Una fina lluvia de arena caía sobre el caballero de Pegaso, mientras este sonreía, orgulloso de haber podido abrir la entrada a las ruinas del viento con tan solo un intento: Las ruinas debían estar aceptándolo como un digno rival de sus intrincadas trampas y desafíos. Sintiendo aun caer la arena que había levantado la defensa de las ruinas, determino adentrarse por el portal que se dejaba entrever en la pared del gigantesco templo. Escucho las palabras de despedida que Lar le dedicaba, y sin volverse, levanto su puño derecho, en señal de fortaleza, y dio un paso hacia la entrada del templo. Justo cuando estaba por alcanzar la puerta que apareció en la antigua pared, el campo de cosmos y energía natural que defendía a la construcción volvió a activarse, sellando la salida. Ral sonrió, y supo que no podría salir de allí hasta no acabar con los retos del templo. **
-Bien… a partir de aquí… estoy solo.-
**Camino los tres pasos que le quedaban hasta la pesada puerta de piedra, y toco el lugar donde debería estar el picaporte. La puerta se abrió lentamente, con un ruido de engranajes oxidados. Ral atravesó el umbral de la puerta, dejando atrás sus temores.

Al entrar Ral, la puerta se cerró mecánicamente, dejándolo en la oscuridad yaciente. El caballero se quedo quieto, sumido en la pesadez. No podía quedarse quieto, ni tampoco podía avanzar a tientas… Pero las paredes se tiñeron de un verde caído. De pronto, frente a Ral, se alzo una diminuta esfera de color verde. Ral se sorprendió, y alargo la mano para tocarla. La esfera rehuyó su tacto, y se alejo unos centímetros. El santo de Pegaso adivino rápidamente que debía hacer, y dio unos pasos en sentido de la luz. Esta se adelanto otros centímetros, iluminando una nueva zona del recorrido y alejándose del santo de Pegaso. Ral siguió avanzando detrás de la esfera de luz, y, cuando estuvo seguro, empezó a correr detrás de esta. El pasillo seguía recto durante unos doscientos metros, después de los cuales Ral llego a una bifurcación, ahora había dos senderos que seguir, uno hacia la diagonal izquierda y otro hacia la derecha. Sin frenar su corrida, Ral siguió a la luz que se metió por la izquierda. Después de seguir varias veces a la luz por distintas bifurcaciones, el joven se dio cuenta de que no sabría salir… sin embargo, decidió llegar al final.

Y el final le llego de pronto, ya que, sin preámbulos, se encontró frente a una pared iluminada de verde, con unas marcas que el santo no pudo identificar… Sin saber qué hacer, observo los relieves a la luz de la esfera, pero esta desapareció, dejándolo otra vez en la oscuridad. Tuvo una sensación de vacío, rodeado de paredes que no veía, y, de pronto, se sintió impulsado por una energía desconocida… sin poder evitarlo, Ral empezó a caer… Pero, en el vacio de la oscuridad ¿Qué es caer y que es estar arriba? Ral no quiso saber hacia dónde estaba yendo… Pero, sus ojos, acostumbrados a la oscuridad, vieron de pronto un paisaje que lo lastimo con su hermosura. Estaba en el paraíso, sobre las nubes del cielo, con el sol resplandeciendo gratamente e iluminando con hermosos colores a las aun más hermosas formas etéreas de las algodonosas nubes… Un paraíso flotante. Ral no alcanzo a preguntarse qué pasaba, ya que él había estado dentro del templo, porque sintió un cosmos acercarse. **

por **TuRco-SaMa** Mar Feb 11 2014, 19:15

** De repente, aquel paraíso se oscureció. Unos nubarrones grises cubrieron el cielo, y casi de inmediato, una copiosa lluvia comenzó a caer. El firmamento era surcado por estruendosos rayos que hubieran inquietado hasta al más valiente de los hombres. Como si fuera arte de magia, de uno de los rayos que cayó a unos metros de Ral Zarek, surgío una figura, encapuchada y con máscara. Sin dudas era el portador de aquel extraño cosmos que pegaso había logrado sentir.

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- Veo que volvemos a encontrarnos, Ral de Pegaso...-

por **Devil** Mar Feb 11 2014, 22:40

** El paraíso al que había arribado Ral se desvanecía, tan efímero como un “te quiero” en la boca de un amante fugaz para su amada coqueta. De pronto, unos negros nubarrones de tormenta se formaron de la nada, como originados por el cosmos de alguien que vigilaba el momento de la llegada de Ral. Rayos cruzaron el abrumador escenario, jugando entre las nubes, y, de vez en vez, besando escandalosamente la tierra. Un estruendo rasgo los oídos del santo. Ral sintió como sus tímpanos querían salirse de lugar para huir al terrible alarido generado por la explosión de ese rayo. La luz cegadora envolvió al caballero de Pegaso, y sus ojos quisieron huir de semejante resplandor… Su cuerpo entero tembló y pareció querer huir. ¿Ese era, acaso, el poder que había podido derrotar a los titanes rápida y limpiamente? ¿Era el poder abrumador de los rayos de Zeus?

Cuando su mundo dejo de temblar, Ral se encontró de rodillas sobre el frio suelo de irregular forma. En el cielo, los rayos se cruzaban entre nubes, formando extrañas formas sombrías… Y detrás suyo… un cosmos espeluznante apareció donde, hacia unos segundos, el rayo había destrozado el suelo. Una voz fría saludo a Ral, y, mientras las palabras llegaban al cerebro del Santo, un escalofrió recorrió todo su cuerpo… Esa le trajo recuerdos dolorosos al santo de Pegaso… Su hermano… Dohko… Ichann… el bosque del destino… el enmascarado… Ral salto hacia atrás y se puso a la defensiva, mientras observaba al hombre que se paraba frente a él, con el agua corriendo por su capa negra. **
-¡TU! ¿Qué haces aquí, maldito bastardo?… Huiste del bosque del destino llevándote a Zeref… jamás te lo perdonare…-

**El cosmos de Ral empezó a expandirse cada vez mas… la furia que sentía contra aquel encapuchado, que se había burlado de Dohko e Ichann, llevándose a Zeref… Estaba dispuesto a olvidar su misión con tal de enfrentarse a aquella persona. **

por **TuRco-SaMa** Mar Feb 11 2014, 23:08

**El encapuchado de se río a carcajadas de las palabras de Ral, y elevó su cosmos para intimidarlo un poco, detrás de sus palabras.

- Oye! Bajale la espuma al chocolate amigo! No crees que te estás precipitando?. Te veo muy frío, pequeño Ral, no quieres hacer un calentamiento antes de la pelea de verdad? Bah, si es que llegas...-

Con un chasquido de su mano, aparecieron diez encapuchcados alrededor del suejto. Los mismos que habían atacado a la villa aquella vez cuando Ral era pequeño. Sus cosmos eran oscuros y agresivos, tal como el de su jefe

- MATENLO.-

off: Arma un rol de 20 lineas donde peleas con los encapuchados y los derrotas...

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