Yue vs Hellkevn

**La terrible bestia que se cernía ante ellos ahora era descomunal: un alto ser (más parecido a un duende que a otra cosa) cabalgaba sobre una criatura con patas llameantes y, a juzgar por su pico, era un dragón. Yue, cargando ahora al debilitado Jack, tenía una decisión muy difícil que tomar... Y, o bien dejaba a Jack de lado mientras se debilitaba, o bien estaba a tiempo de sacrificar su otro ala para salvarlo... No, sin su ala, Yue no era nada. No podría esquivar ataques, no podría usar su real poder... No, ese ala era imprescindible para él. Pero algo habría que pudiese hacer... Pero ¿qué? ¿Y cómo hacerlo? ** 

**El monstruo alzó su largo brazo y lo dejó caer sobre Yue, quien se lanzó con Jack al suelo. Lo volvió a agarrar y, con su ala restante, saltó sobre la montura, la cual atravesó con un cristal. Al saltar de ella, dejó a Jack sobre el suelo. Había ganado tiempo para dejar al Hombre de Negro a buen recaudo... Ahora, con sus dos manos libres, empuñó su arco y lanzó una flecha al pico del dragon, pero no sirvió de nada puesto que la flecha se disolvió con las llamas que provenían de la boca del monstruo. **

 - Maldita sea... ¡Fuyix, ayuda a Jack y avanzad! ¡Yo me ocuparé de esta bestia! Escúchame atentamente... Estoy muy seguro de que adelante, nos (o tal vez "os") aguardan peligros increíbles... Tened mucho cuidado. ¡Os alcanzaré cuando pueda! ¡Ahora, tú, monstruo, toma esto! ¡Flecha Luminosa! - 

**Huracanados vientos de cólera envestida recorrían cada vez de mas bruscos por el valle infernal que denotaba este apocalíptico sendero, mas una bestia sin escrúpulos acudió con su presencia tan solo para incomodar aun mas las arduas condiciones sufridas en esos momentos. El valeroso ángel alado parecía perseverante, puesto que sin una de sus alas permanecía de pie e intentaba retener al invasor, sus materializadas flechas parecían ser eficaces pese al desgaste que repercutía de a momentos.

Un ligero movimiento basto como para poder imposibilitar una de las partes de la bestia quien se cernía sobre su veloz montura, ahora, se encontraba de pie erguidamente sobre escombros a la espera de un nuevo asalto, esta vez, iría a por Yue mediante una sutil emboscada a raíz de sus mortales armas con las que tan pronto manifestó en el acto, se dispuso a mover.

Mientras tanto, una oportunidad brindaba a los refugiados sobrevivientes para poder adentrarse en aquella fortaleza y escapar prontamente del peligro, puesto que una barrera la convertiría en una zona casi impenetrable por medios tan comunes como la violencia. Es por ello que el templo estaba a la espera del descubrimiento de un misterio por el cual muchos habrían dado la vida aun después de la muerte.

Por otro lado, una voz lo bastante peculiar como para cautivar la atención a su alrededor se hizo escuchar mientras esta se lamentaba la perdida de su buen amigo de cuatro patas… parecía ser que este embrollo lo había dejado algo recentido, y quizá tan solo para decir que de a momentos las cosas se complicarían para el guerrero alado.

**La Flecha Luminosa de Yue había penetrado entre ceja y ceja de la temible bestia, la cual había caído al suelo y había muerto instantáneamente. El Hombre Alado jadeó... Aquella técnica, que había aprendido hacía no mucho tiempo, le había tomado gran parte de sus fuerzas... Se apoyó sobre una roca, y su vista estaba nublada no sólo por el cansancio, si no por el terrible destello que había provocado el choque de la carne con la Flecha Luminosa. Y ahora, lo peor se había venido... ** 

**En un principio, la misteriosa voz había sido tan sólo éso: misteriosa... Poco después, por cada palabra pronunciada, por cada inhalación y exhalación, por cada segundo que pasaba en aquel maldito y siniestro lugar... la voz se convirtió en una más que escalofriante. Yue sabía que tendría que enfrentarse a un nuevo enemigo ahora, y sabía también que sería mucho más difícil que la bestia que acababa de asesinar, la cual parecía haber sido cuidada por la voz. Alzó una de sus flechas otra vez, pero estaba cansado y no pudo tensar la cuerda imaginaria del arco tan bien... Pero aún así, su puntería no iba a fallar. Iba a hacer lo posible por ganar. ** 

 - Vaya... Parece que tendré que enfrentarme a un nuevo enemigo, ¿no? ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? ¿Cuáles son tus motivos? Vaya, estoy haciendo muchas preguntas... ¡Prepárate por que nada ni nadie me detendrá! -

**:--El cálido suero del agotamiento ya se adentraba en las agrietadas venas de este peculiar ser alado, por lo que ya visto y dados sus más recientes hechos se encontraría al borde de un ligero colapso si continuaba en esas condiciones tan rigurosas mediante firme batalla. Fuyix y los demás encapuchados prosiguieron a ingresar al templo a pesar de las advertencias de Yue frente al mismo. Se ve que algo lo tenía paranoico al pensar acerca de la presencia de un enemigo al asecho.

Por otro lado ya más que suficiente eran los problemas acarreados en su momento más crucial por la seguridad de los demás allegados en esas tierras volcánicas, puesto que vencer a toda costa seria esencial para la supervivencia de todo el clan que parecía despertar dudas y preguntas acerca de los misterios de sus principales orígenes… era una oportunidad única por lo que no podría ser desperdiciada.

Al parecer, muchos impedirían que el camino hacia la salvación de esta autentica raza llegara a su destino y se gloriara de una fuerte victoria ante la muerte y la derrota. Alguien podría responsabilizarse por los hechos que avalados fueron manifiestos de plaga y penumbra, por lo que solo alguien tan ruin y despiadado podría haber causado tanta desesperación y desastre todos estos años provocando la caída a todo un imperio de tal prestigio.

Pero sin ir más lejos, en la superficie de los hechos, el único enemigo que de a momentos postraba su amenaza parecía ser un guerrero con forma de demonio pequeño que, emanado por una ira tras el fallecimiento de su mascota, lanzo un potente ataque cuerpo a cuerpo con la ayuda de sus armas filosas en la búsqueda por la sumisión directa.

**"Te ves mal, Angelito"... Yue, aún sosteniendo su flecha firmemente y respirando con dificultad, escuchó atentamente a aquel ser que se negaba a presentarse. ¿Acaso era su fin? ¿Tan mal se veía de verdad? ¿Tan fatigado, hambriento, sediento y herido estaba? No se lo podía creer... Había pasado por cosas mucho peores, y aquel combate no iba a acabar con él. Con un grito de guerra, lanzó la flecha... Sin saber cómo, el artilugio se disolvió antes de tocar a aquel ser. Asombrado, Yue se arrodilló y escupió un poco de sangre... ¿Qué demonios le pasaba? ¿Por qué estaba tan herido? Si apenas había combatido como para estarlo... ¿Acaso aquella bestia le había herido más de la cuenta? No podía ser... ¡Ni lo había tocado! ** 

 - Tal vez creas tener la situación bajo control... Tal vez creas tener el combate bajo tu manga por que estoy exhausto y herido de alguna manera que es, hasta ahora, desconocida para mí ya que no muchos han logrado tocarme, pero... ¡No es mi fin! ¡Ahora, deberás recibir esto! ¡Toma mis cristales! -

**Saltó, se mantuvo en el aire con sus alas (a duras penas) y lanzó cristales hacia su enemigo. Esperó, con todo su ser, que los cristales venciesen: que penetrasen la posible barrera defensiva de su contrincante, que rajasen todo su ser, y que acabasen con aquella estúpida misión y aquel estúpido viaje que no había traído más que problemas. Lo inquietante era el hecho de que aquel ser había mencionado "traición". ¿Acaso había sido tan tonto como para dejarse engatusar y, después, traicionar para obtener...? **

:--Tan pronto la potestad de sus allegados cristales cedió el control a un disipado margen de suerte, sus decaimientos comenzaron a manifestar un arduo trabajo por mantener la precisión mas su postura de batalla, y puesto que ese ruin demonio de las sombras se postraba, no parecía haber oportunidad que salvaguardase su pellejo a costa suya, por lo que bien oportuna, esta peculiar criatura procedió a entonar unas palabras con lo cual pudiera  hacer entrar en razón sobre los recientes hechos avalados.

Lo cierto era que al adentrarse cada vez mas hasta el pórtico de aquel tan aclamado templo sagrado, un centenal de presencias incrustadas al suelo en forma casi corpórea se allanaba a la vista en un panorama terrorífico en la demanda que sus ojos podrían denotar y percibir al asociar con las palabras de aquel bestial guerrero… serian acaso individuos congénitos o parientes cercanos al guerrero alado? Pues tras el fallecimiento, la forma homúncula deambularía sobre el valle del Sanji ya sea siendo ejecutores como el tal Flyes o más bien condenados como los cadáveres animados de alrededor de aquel sendero de mala muerte.**

**Lo que Yue vio a continuación (y que había ignorado hasta ahora) lo dejó petrificado. Los muertos vivientes (por así llamar a los cuerpos recién animados que se movían sobre el suelo) alzaban sus brazos, como si tuviesen hambre... Hambre de poder, o de carne. Poco importaba, pero querían al Hombre Alado sin dudarlo ni un instante. Se empezaron a levantar lentamente. Al principio, eran muy lentos, como cualquier cadáver que no podía usar ninguna de sus facultades salvo las piernas. Sin embargo, eran letales, puesto que, mientras Yue se deshizo de uno de ellos con su flecha, otro le mordió el brazo y pudo sentir el dolor más angustioso que ni una pinza hirviendo hubiese podido crear al arrancar la lengua de un hombre. ** 

**Se agarró el brazo y, con la pierna, se deshizo de aquel caminante muerto. Se miró la mordedura... Estaba negra completamente, y el brazo comenzó a irritarse y a ponerse mustio. Mientras combatía, su cuerpo se cansó, sus poderes se agotaron, y poco después se vio obligado a sentarse y apoyarse contra una columna. Fue allí cuando todos los muertos vivientes se dirigieron hacia él. Épicamente, Yue alzó su mano y lanzó un cristal, el cual se incrustó en el entrecejo del monstruo. Ahora, con sus dos manos, invocó su arco y lanzó una flecha que atravesó a tres muertos en el corazón. Sus alas se agitaron, pidiendo a gritos un descanso... pero Yue sabía que sólo podía brindarles un descanso. Era irónico pensar en dos alas cuando había perdido una hasta ahora, pero no se hacía a la idea todavía...** 

 - ¿Voy a morir aquí? ¿Después de todo lo que he pasado? Adelante, termina conmigo ya, monstruo... Pero antes, debes saber que no me rendiré. Pelearé hasta que mi sangre se agote, hasta que mis labios se cierren, hasta que mis ojos no vean más que una simple dirección la cual nunca conoceré. ¡Vamos! - 

** Próximo a un viaje sin retorno hacia la muerte, el joven alado Yue parecía encontrarse en un callejón sin salida al acatar los hechos que lo cernían en acorralamiento mutuo entre las bestias que lo condenaban, sin más su afán de pelea no decaería tan fácilmente por lo que repentinos movimientos eran dados de manera ardua y justa con tal de acabar con todo lo que se moviera a su alrededor. Por otro lado, el desgaste lo tenía ya en su punto límite, por lo que un zumo riesgo se adentraba al bordear el máximo de su poder en tan empecinadas condiciones, por lo que ya muy exhausto decidió reposar su postura contra el mármol carbonizado de una de las columnas que rodeaban al templo en el cual Fuyix y los demás se adentraban.

Y hablando de ello, los últimos refugiados de esta peculiar raza alada se encontraban de inmediatamente por sobre la entrada, de esta manera y sin mirar hacia atrás al percatarse del enorme sacrificio de su más reciente aliado, se dispusieron a ingresar atravesando de un conjuro exotérico las blindadas barreras que separaban dos mundos totalmente opuestos de la mano de la potestad de este templo sagrado.

Por otro lado, las incansables gotas de sudor provenientes del agitado ser combatiente ya parecían mas una laguna a punto de convertirse en la caldera viviente… o casi, puesto que un hilo tendía su vida con el extremo riesgo de perderlo todo en un pis pas. Aunque la verdadera sorpresa no tardo demasiado en aparecer, puesto que salvaguardando su vida, un fugaz movimiento lo aparto de la zona de peligro. Fue un intenso rayo de luz que postro su manifestación desde un horizonte muy extraño hasta alcanzarlo y brindarle el aliento que necesitaba, puesto que este divino milagro resplandeciente había llegado en el momento indicado, por así decirlo fue oportuno, por lo que lejos de las garras de esos demonios, las pasividades volvían a jugar a favor para las fuerzas del joven alado.

 

Pero… una nueva incógnita había sido plasmada sobre el campo, quien había sido responsable de tal Azaña?... esto parecía dar indicios de algo cada vez mas desmenuzado y sospechoso, pero nada más lejos de la verdad, una verdad tan incógnita que apenas se acercaba con creces a la deducción formulada en el presente por este valeroso guerrero, por lo que sería necesaria la perseverancia hasta despellejar todos los misterios y enrollar el caso que abatía a los refugiados. Por otra parte, una gruesa voz se escucho con agrado al percatarse de la congenialidad que compartía este enlace por alas…