Yue vs Hellkevn

**:--Rencores oscuros parecen perpetrar la fluidez de sus arduos trabajos, una sombra encapuchada por cada cráneo en esta sutileza y paisajística naturaleza, tal parece que algo perturba a estas entidades de opaca presencia, puesto que sus enmascarados rostros parecían venir del vestigial infortunio que acaban de sufrir de manos de un enemigo voraz. Sus ansias por finalizar el terror en sus allegados congéneres se *Prostituta* a pasos alargados en la búsqueda del elegido que pusiera a prueba su valor en vida ante la muerte, para así cesar ya de una vez por todas este tormento infalible.

Un reino colapsado por la destrucción, mas aun, sus habitantes en la insufrible perdida a riendas de un mal que se expande como la plaga en sus tierras demarcando la perdición de su futuro. Esto parece llegar al límite, por lo que muchos hombres y mujeres ya sin esperanzas deciden huir de su destino, desertando así de la tierra natal que los vio crecer durante años.

Peculiares entes son los que habitan el reino perdido de la tierra de Konamagure. Allí, los diferentes ciclos ambientales suelen penetrar la variación climática, por lo que la vastedad de sus tierras se refleja desde la sequia de un ardiente sol, hasta la humedad de una ventisca y sus anheladas lluvias con las que bañan las selvas silvestres. Pero todo eso está cambiando pese al tiempo, mas aun este mal que arrasa con toda existencia, parece quebrantar el fértil suelo en este lujoso valle de la misma madre naturaleza, tanto es así, que repentinas catástrofes se ven envueltas en oscilamiento profundo al presenciar su derrumbe… Pero que causa esta marchitación tan inminente? Es que acaso la naturaleza ah rendido cuentas con el paso de la humanidad?... por otra parte este mal parece asechar desde las profundidades del abismo, demarcando una posible conexión con ciertos sucesos que dieron origen a un apocalipsis hace varios siglos atrás cuando la juventud de estos lares se irradiaba desde la lejanía del horizonte.

Pero recordar este casi incalculable paso hasta el presente de nuestros días, solo provoca amargura en sus mas dóciles y marginados habitantes quienes se preguntan a donde fue a parar esta agonía por la que su pueblo sufrió desde tiempos antiguos.

**El Hombre Alado se acarició la barbilla mientras pensaba para sí mismo: [He de ser imbécil o tal vez solamente muy curioso. Pero aquí estoy ahora...] Y era cierto: debía de haber sido la curiosidad lo que había incitado a Yue para aceptar aquella extraña y no muy lógica misión. Los hombres de negro eran, sin duda, espeluznantes: de entre sus capuchas, parecía que una especie de aliento maligno salía para engullir cualquier tipo de poder. Pero bueno, la curiosidad mató al gato, decían algunos. ** 

**Ahora estaba allí y no podía recular. Si lo hacía, se vería asesinado por los tres encapuchados que lo habían escoltado para que la misión fuese mayormente segura para todos. ¿Qué podría ser aquello tan peligroso que yacía en el interior del volcán? ¿Y cómo se las arreglarían para penetrar en él? No por arriba, éso era lógico. A menos que los hombres de negro fuesen de todo menos inteligentes. O tal vez eran listos, pero suicidas. Bueno, cuantas cosas pasaban por la cabeza del Hombre Alado... Ahora tenía que centrarse en lo que se tenía frente a él. ** 

 - No pienses ni por un momento que te dejaremos proceder sólo. Podrías robar el tesoro o fallar en tu misión. Mis otros cuatro compañeros nos aguardan en el interior del volcán, despejando el camino para que no suceda nada de imprevisto. Cuidado con lo que haces, Hombre Alado, por que cada segundo que pasa podría ser el último en tu vida. - 

 - Ten cuidado, encapuchado. Si bien es cierto que me superáis en número, también lo es que podría venceros sin inconveniente alguno. Mis flechas son más fuertes que vuestras espadas; mis cristales atravesarán esas capuchas en cuestión de segundos... No hay nada que pudieseis hacer contra mi. Así que moderad vuestro tono. - 

**Y esta era la conversación que dos de los cuatro allí presentes tenían. Si bien Yue sabía que no tenía del todo la situación bajo control, también sabía o al menos esperaba que aquellos guerreros no serían realmente tan fuertes o siniestros como lo aparentaban. En esto pensó mientras aguardaba la respuesta del encapuchado una vez llegaron justo frente al volcán... ** 

**La devastación irrumpía con total plenitud en aquellas tierras del olvido, sus penetrados murales yacían mediante escombros en la miseria de un horrible atentado, esto parecía ser obra del mismo demonio al reconocer temibles plagas y destrucción si cesar por donde se extendiese una mirada. Oh pobre infortunio sufrido en lo que su vastedad representa para aquellos sobrevivientes del apocalipsis, sus inquebrantables espíritus ya solo deambulan como el vestigio de lo que alguna vez representaron en su tierra natal, sus rostros ahora mas encubiertos que sus vidas en lo largo de esta existencia, solo demarcan pena y dolor, marginación y vergüenza como también un infalible llanto de opresión por parte de una impotencia generada a partir del caos consecuente de esa extraña anomalía que amenazo con muerte y esclavitud a sus fieles hijos de alma pura.

Una raza de guerreros casi extinta y apenas reconocida por la humanidad, ahora sucumbe quizá los últimos pasos de su perdición latente, por lo que diversos individuos se disponen a tomar represarías con lo que pueden hasta llegar al fondo de este enigmático asunto. Por otro lado, estos seres extravagantes, incansables conocedores de misterios extenuantes para el hombre, se acrecientan en el allanamiento de un tesoro que por derecho les pertenece. El mismo, parece guardar suma ímpetu con el reconocido mito acerca del llamado tártaro. Un mundo más allá del infierno en donde criaturas nunca antes vista, son apresadas por toda la eternidad para perpetuar el balance en la vida así como en la muerte. Sin duda algo detrás de todo esto intenta cerrar el círculo de enigmas que circunvala por esta red anímica de conciencia puramente eminente por parte de estos extraños sujetos.

 Mientras tanto, uno de los encapuchados mantenía una conversación con el ser alado Yue, quien se *Prostituta* en una contienda sumamente arriesgada mediante tonalidades agresivas al entablar el habla. Esto parecía ir mas allá de lo casual, puesto que sostener esa charla mediante respeto, terminaba por incentivar una pronta agresividad, así como la desconfianza mutua que se llevaba a cabo por estos individuos anómalos.

**Semanas atrás, una silueta lo bastante peculiar como para alarmar a todo un poblado, fue quizá en parte la causante de todo el alboroto por el cual los habitantes de a lo largo de su vastedad territorial fueron machacados. Sin embargo, solo algunos lograron el exilio al percatarse del peligro inminente que circulaba por sus dominios, puesto que en diversos sectores, las cosechas comenzaron a cesar, comenzaron a pudrirse y a dejar secuelas de un mal despiadado. Por otra parte, los individuos y su valía intrépida como rasa benévola hacia la vida misma fueron exterminados de una forma tan sádica y cruel, dejando a muchos en medio de la muerte atravesando un infierno que ni el mismo demonio podría concebir.

Estas criaturas fueron manchadas en lo que su honor e ideales representaron para su existencia, puesto que ahora, muchos permanecen en tierra firme aunque con una mirada más tétrica, más fría, sin aliento ni emociones de vida… No están vivos, pero tampoco pueden morir, por lo que sus almas ya solo son el vestigio de un mundo habitado por la naturaleza de un extraño fenómeno irreconocido por la humanidad en lo que respecta de sus años de extremada inconsciencia sobre sus diversos misterios que la circunvalan hasta nuestros días.

Mientras tanto, en las rocallosas montañas del volcán ubicado en este valle de mala muerte, la valía de uno de los guerreros congénitos de esta trágica osadía, se impregna por adentrarse directo en las entrañas de este mismísimo ejemplar que hace ya muchos años dio vida a un ser sin igual. Se trata de la fosa divina que guarda el margen con una deidad potente en lo que respecta su gloriosa presencia. Aunque de a momentos, su paso es ligeramente detenido al resguarde de una impertinente presencia que lo molesta, esta misma parece aumentar a cada paso que realiza intentando sobrellevar el camino hacia aquel tesoro que le fue encomendado salvar.

**el calor intenso provocado por el arduo trayecto comenzaba a fundirse por las fisuras de la resistencia del hombrecillo alado, puesto que un buen tiempo en las aventuradas tierras carbonizadas, ya lo estaban dando a denotar la calidad ambiental con la que tendría que lidiar próximamente mientras su rumbo durase prolongadamente allí inmerso en ese monte del infierno. Y no era de esperar más, puesto que atribuido por natales tribus de una comunidad antigua y muy parentesca al guerrero del alba, fue pionera en situar en la historia, un volcán conectado hacia el tártaro, pero claro que anomalías como esta fueron selectivamente censuradas, por lo que solo algunos pocos adjudican a este sitio como “la cuna del diablo” al referirse como bien su nombre actual lo indica…. Sanji.

Escrita en un idioma ya olvidado por esta extraña comunidad mas su empobrecida civilización, de la cual solo
diversos sobrevivientes se asemejan con la subsistencia en lo que sus arriesgadas vidas queda por defender de la vestigial patria.

Uno de ellos es Larry, sus caracteres denotan un fuerte aspecto angelical como bien estereotipado suelen ser los seres alados. Su nación parece caerse a pedazos con la llegada del desafío que les impone el mal sobre la vida. Ya que sus tierras han sido devastadas mediante una plaga que acabo por fulminar a la población casi total de su gente. Hoy en día, siendo quizá uno de los únicos sobrevivientes, trata de hallar la esperanza en esa pequeña y efímera gota de lluvia en medio del océano… puesto que han pasado años sin hallar la cura mientras es marginado y peregrinado fuera de su hogar para huir de todo mal que aseche su pasado… Lo que no sabe es que desea casi de manera inconsciente en lo más allegado de su profundo ser, el querer dar un visitado por la cumbre del Sanji y recordar una de las últimas imágenes que vería nunca más en lo largo de su existencia lo comprimen y lo seducen a dar un paseo.

Mientras tanto, en el intento por la escala del volcán, una intercepción oprime el paso al ángel del alba Yue mientras este entabla una conversación con el ser anómalo que lo detiene. Detrás de ellos, como marco del escenario, los rodeaba un mural que conllevaba al siguiente nivel por donde su aventura continuaría.

:--Solo te diré que soy quien resguarda el mantenimiento de esta entrada, por lo que debes rendir tributo ante la presencia del Sanji si no quieres que se lleve tu alma hihihihi… podrías entregarme esas bellas alas que tienes majestuoso ángel de la guarda.--**

**Antiguamente, médiate relatos míticos, se creía que las alas de una divinidad angelical poseía la capacidad de purificar el alma en su manifestación terrenal y corpórea como la conocemos. Pero tan solo ciertas personas eran conocedoras verdaderamente de lo que este allegado concepto les brindaba en sanaciones y rituales. Por esto mismo, una gran capacidad milenaria yacía escondida con recelo bajo el mandato de esta comunidad asechada por la corrupción. Se decía que tan solo la purificación de las mismas era un asunto de total relevancia como para dejarlo empecinado por parte de una mala decisión. Esto amerito en gran medida al hundimiento de una generación entera y al exilio de restantes precursores de tal magnifica potestad, esparciéndolas a lo largo de la historia por el mundo.

Estas alas eran un solemne símbolo de nobleza y valía,  por lo que su portación se encontraba casi totalmente arraigada al cuerpo del dueño, pero lo más impactante era que al converger de una extraña y cristalina manifestación del ser yoico interior de cada noble espíritu, esta podía transferirse a voluntad e intensificar la energía que irradiaba su abundante poder áurico.

Desafortunadamente, hoy en día una abrumadora escases abunda el planeta de lo que alguna vez fueron estos bellos y esbeltos guardianes, por lo que su desaparición inminente levanta sospechas agravantes de la total extinción de toda una especie.

 

**Increíblemente, aquella purificaron dada de por el encanto del ala, aclaraba y resanaba la carne infectada del extravagante ser, puesto que  su horripilante figura en tan solo cuestión de segundos, dio lugar a resaltar el contorno de un vestigial y ya olvidado rostro por el cual se había ocultado en la sombras. Con ello, toda la maldad que su cuerpo había recibido de este atentado perjuicio, se encontraba siendo liberada como el fantasma del pasado que huía hacia la nada evidenciando su derrota.

  Parecía ser como si un aura lo bastantemente putrefacta se desvaneciese del lugar arraigados del poder angelical que humildemente ofreció tan benévolo y extraño artefacto, puesto que el refinado uso de las alas yacía bajo escombros y misterios censurados por la historia, de tal modo que el tiempo segó todo rastro de su función en la vida.

Con el contar de los minutos ya expuestos, la claridad de la piel se resaltaba casi de manera completa, ahora bien, una bella y esbelta figura resonaba en la brevedad del impulso que alejo a la oscuridad, visto de tal forma, el nuevo alado ser comenzó a transformar su apariencia y a dejar de lado su viejo rostro. Esta nueva apariencia era de sorprender en su vislumbrada calidad, puesto que un radical giro dió con todo en los perplejados sentidos masculinos de los visitantes allí, puesto que su nueva compañía sería algo con lo que poco creían poder lidiar.

Luego de fulminar con ese cálido resplandor de manera final, las cartas estaban dadas sobre la mesa, fue una jugada astuta la de acaparar el poder de esa ala y alejar la plaga que circunvalaba por su cuerpo y su alma. Todo el mal que asechaba sobre su persona ahora se encontraba emanado en la atmosfera ya difusado en el esparcimiento del volcán, casi como si el mismo Sanji fuese un imán para los entes deambulados por el sector.

Por otra parte, mas importante aun, la presencia femenina de lo que allí todos observaban, comenzó a producir sus primeras palabras antepuestas de un cálido manantial cosmoenergetico, casi como si por primera vez en mucho tiempo liberase su verdadera esencia encubierta por esa maldad dejada en vida.

** Perplejados susurros son oyentes en los ecos que se asemejan por el sendero detrás del misterio de Sanji. Su reluciente hedor a muerte inunda cada rincón por el terreno desolado que allí sucumbe el ambiente, este lugar no es un lugar para cualquiera. Ya lo decía un sabio mucho antes de su llegada, pues un hombre caminante por un sendero andante recaerá al infierno incesante… pero el infierno espera con ansias a kilómetros de distancia por lo que al final del recorrido se hallara su estancia.

Más adelante bien vislumbrada fue la imagen del centenal de tumbas superpuestas una sobre otra en lo que aquel campo de mala muerte representaría en su dilema. Puesto que ni un alma en pena en su recorrido hacia el abismo osaría retornar una vez más de su viaje sin rumbo al mundo de los vivos por la entrada que subyace bajo el telón de este gran volcán. Es más, la gran aspiradora de almas se encontraba en su pico máximo acaparando las energías vitales de toda una historia relevante para la humanidad, y es que, grandes guerreros acarreados por formidables espíritus han sido puestos bajo el amparo de esta perdición inminente. Y sofocados ante la esclavitud de un mal sin precedente, muchos viven bajo la sombra de un mundo marginado en la penumbra sin siquiera gloriarse al ver la luz del día.

**Mientras seguía a la joven que, tiempo después de este relato, se hizo llamar "Fuyix", Yue miró a su alrededor. Habían vuelto a penetrar en el Volcán Senji y habían pasado por túneles y callejones que no le placían en absoluto puesto que eran realmente oscuros y perturbadores. La sola presencia de los hombres encapuchados ya era lo suficientemente tenebrosa como para que el Hombre Alado no se fiase ni un pelo de los allí presentes. Pero la chica, quien hacía apenas unos minutos había sido un extraño ser cubierto de pus y otros tipos de putrefacción, parecía ahora una joven preciosa y más que indefensa. Sin embargo, si en realidad estaba indefensa, ¿por qué tendría guardaespaldas de tal fuerza como los Hombres de Negro? Bueno, poco importaba ahora. Yue no tenía más que seguirlos y llegar hasta el fondo del asunto. Y sabía que este último no sería muy favorable. ** 

**Atravesaron un alto arco hasta el cual se podía llegar subiendo unas escaleras dentro del túnel. Una vez pasado, lo que había frente a ellos era el aire libre, pero no tal y como Yue lo hubiese querido disfrutar... Lo que allí se tenía era perturbador y tenebroso: muchas tumbas puestas las unas sobre las otras; las unas al lado de las otras; a veces estaban colocadas cuatro sobre cuatro, como si fuesen un reparto de galletas. Lo más perturbador de todo eran los esqueletos que se encontraban en las tumbas abiertas o sobre el propio suelo: los huesos esparcidos como la tierra; muchos de ellos estaban rotos... El escenario era escalofriante. De pronto, la joven Fuyix lanzó unas frases que dejaron a Yue perplejo. Fue en aquel momento que la joven descubrió su nombre (si es que era el verdadero) y también advirtió que debían llegar al final de la cueva. Yue asintió y, mientras seguía a la joven por el recorrido, se dirigió hacia uno de los hombres de negro. ** 

 - Escuchadme atentamente por que os lo diré una sola vez: no sé cuales son vuestros propósitos ni vuestras intenciones al proteger a esta joven, pero si se os ocurre traicionarla por vuestros propios intereses... Os juro que no habrá suficiente planeta, y ni siquiera universo, para contener la ira que desataré sobre vosotros. ¿Ha quedado claro? - 

 - No te quieras pasar de listo con nosotros, Hombre Alado o como quieras que te llamemos. No estamos aquí por la chica, y mucho menos por ti, pero nuestro sentido del honor nunca nos ha faltado. Hemos jurado protegerla hasta que consigamos lo que queremos y así lo haremos. Ahora, sigue caminando antes de que decida atravesarte la frente y el entre-ojo con mi espada maldita. ¡Vamos! -