Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
- Tipo de Rol: Coherente.
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Yue, el Hombre Alado
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Pabloc, el Caballero de Hércules.
Yue- APRENDIZ
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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**Era un bello día en las Montañas de Pallasvelda. Yue, el Hombre Alado, se encontraba sentado sobre una escalera que llevaba a su templo. ¿Cuánto tiempo había pasado allí? Haría ya, más o menos, dos o tres horas. Claro había quedado hacía tiempo, Yue era alguien que adoraba pensar y recapacitar cada día sobre lo que aprendía. Su seriedad y experiencia le permitían darse cuenta poco después de los errores posiblemente cometidos... **
**Pensó en el joven Pabloc: ¿qué estaría haciendo en aquel momento? Si bien estaría ocupado, Yue pensó en visitarlo y, tal vez, combatir para entrenar un poco. Además, todavía tenía una promesa que cumplir: sentarse y charlar sobre ellos durante cierto tiempo para conocerse mejor. Tan valiente, tan honorable, el Caballero de Plata se había vuelto en alguien muy importante para Yue. Era una especie de ejemplo a seguir, de hermano que nunca había tenido y acababa de descubrir. **
**Con una sonrisa, acarició su cabello mientras giraba su mirada: el Templo del Triturador de Estrellas estaba un tanto derruido ya. Normal, habían pasado siglos desde su construcción... Tal vez milenios, pero Yue nunca había logrado tener suficiente información sobre los Pallasites. ¿Por qué los seguía, en realidad? ¿Era el poder lo que le llamaba o el simple deseo de venganza? **
**Apretó el puño mientras pensaba cuán cerca había estado de vencer al joven Santo de Hércules... De haber logrado incapacitar a Pabloc por el tiempo suficiente como para ejecutar un nuevo ataque, Yue hubiese vencido a pesar de la pequeña diferencia de poderes. **
**¿Cuándo volvería a ver al Santo de Plata? Ardía en deseos de volver a combatir con él, o de viajar a algún sitio en una aventura que podría ser divertida, peligrosa y donde podrían demostrar sus admiraciones el uno con el otro. Con alguien tan valioso como Pabloc, Yue sería un perfecto guerrero de poder mientras que él sería una magnífica defensa. **
**Sopló y cerró sus ojos, intentando conciliar el sueño para tranquilizar su sed de venganza. Debería estar vigilando el templo, pero no... No tenía ganas. Estaba cansado y necesitaba reponerse tras tantas batallas y tantos combates. El mundo a su alrededor se volvió enorme: un precioso prado de pasto verde, cubierto por una pequeña capa blanca de ovejas; un Templo en ruinas que quedaba muy a juego con el campo; unos Pallasites entrenando no muy lejos a gritos que parecían el cantar de los pájaros... Aquello era vida. **
**Pensó en el joven Pabloc: ¿qué estaría haciendo en aquel momento? Si bien estaría ocupado, Yue pensó en visitarlo y, tal vez, combatir para entrenar un poco. Además, todavía tenía una promesa que cumplir: sentarse y charlar sobre ellos durante cierto tiempo para conocerse mejor. Tan valiente, tan honorable, el Caballero de Plata se había vuelto en alguien muy importante para Yue. Era una especie de ejemplo a seguir, de hermano que nunca había tenido y acababa de descubrir. **
**Con una sonrisa, acarició su cabello mientras giraba su mirada: el Templo del Triturador de Estrellas estaba un tanto derruido ya. Normal, habían pasado siglos desde su construcción... Tal vez milenios, pero Yue nunca había logrado tener suficiente información sobre los Pallasites. ¿Por qué los seguía, en realidad? ¿Era el poder lo que le llamaba o el simple deseo de venganza? **
**Apretó el puño mientras pensaba cuán cerca había estado de vencer al joven Santo de Hércules... De haber logrado incapacitar a Pabloc por el tiempo suficiente como para ejecutar un nuevo ataque, Yue hubiese vencido a pesar de la pequeña diferencia de poderes. **
**¿Cuándo volvería a ver al Santo de Plata? Ardía en deseos de volver a combatir con él, o de viajar a algún sitio en una aventura que podría ser divertida, peligrosa y donde podrían demostrar sus admiraciones el uno con el otro. Con alguien tan valioso como Pabloc, Yue sería un perfecto guerrero de poder mientras que él sería una magnífica defensa. **
**Sopló y cerró sus ojos, intentando conciliar el sueño para tranquilizar su sed de venganza. Debería estar vigilando el templo, pero no... No tenía ganas. Estaba cansado y necesitaba reponerse tras tantas batallas y tantos combates. El mundo a su alrededor se volvió enorme: un precioso prado de pasto verde, cubierto por una pequeña capa blanca de ovejas; un Templo en ruinas que quedaba muy a juego con el campo; unos Pallasites entrenando no muy lejos a gritos que parecían el cantar de los pájaros... Aquello era vida. **
Yue- APRENDIZ
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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** [Una promesa es algo que se debe cumplir, sin importar cuánto pueda llegar a costar…], pensaba en su interior el Santo de Plata, mientras aún se debatía entre correr o no con los riesgos que implicaba ir a cumplir con lo que, mucho antes, le había prometido a un guerrero… Claro que ese, no era cualquier guerrero: El Caballero de Hércules estaba hablando del Pallacite de Lucero del Alba, con quién había acordado en su última batalla, que iría hasta su templo en las lejanas montañas de Pallasvelda. Ahora sus dudas pasaban en qué tan peligroso podría ser acercarse hasta aquel lugar. Al fin y al cabo, ese territorio pertenecía a otro Reino y estaba bajo la custodia de otra Diosa, muy distante a Athena. Por lo que su presencia podría llegar a ser malinterpretada y su vida podría correr peligro.
En verdad, no conocía a ningún otro Pallasite además de Yue, por lo que tampoco sabía si iba a poder dialogar con ellos o no. Y de hecho… ¿Qué tan fuertes podían llegar a ser?... Imposible saberlo. Entonces, la idea más lúcida que pasó por su mente le indicaba que lo mejor sería llegar de incógnito hasta allí: La Armadura de Plata iría en su caja original, lejos de ir portándola, para evitar generar sospechas en los guardias del lugar.
[¿Acaso habrá guerreros montando guardia allí…?], especuló mientras se preparaba para emprender el viaje.
El atuendo que vestía, una túnica larga con una especie de capucha que cubría desde el pelo al mentón, buscando ocultar su verdadera identidad, en caso de que alguien lo requisara. Pero de cualquier modo, debería tener elaborada una buena excusa, llegado el caso de que lo interrogasen allí. La caja del cloth de Hércules, iría dentro de una funda de cuero, para evitar exposición. Aunque no podía precisar si allí sabían de la existencia de los Santos de Athena o no. Pero ante la duda, prefería no correr riesgo… **
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** El viaje había sido insoportable por el calor que le ocasionaba estar cubierto por aquellas telas oscuras. El cansancio también jugaba un papel importante, dado que la caminata se había extendido por varias horas y no tenía la precisión de estar lejos o cerca… Si había ido en el sentido correcto o no… Pero antes de que pudiese darse cuenta del sitio en el que se encontraba, pudo sentir una presencia enorme y avasallante.
La situación fue tan rápida, que no pudo confirmar si alguna vez había sentido ese Cosmos o no… Pero ante la duda decidió preservar su identidad, en vistas de que no sabía en qué lugar se encontraba. Ocultado tras unos arbustos pudo ver la imagen que lo tranquilizó un poco: El joven alado al que había ido a buscara en la lejanía de aquellas montañas, había aparecido en medio de la nada.
[Bien… No debo estar lejos del templo de Lucero del Alba, aunque debo manejarme con cautela, dado que no puedo exponer a Yue a que lo vean conmigo. Imagino que si eso pasa, él también estará en problemas…]
Pabloc de Hércules empezó a llamar a Yue con un leve chistido, que pareció no escuchar en primera instancia. Sin embargo, no había ido hasta allí para nada; entonces fue que decidió moverse rápidamente e interrumpir el paso del Pallasite, a la vez que se quitaba las telas que cubrían su rostro:
- Cumplí amigo… Pero creo que eso no es lo más importante ahora… Si nos llegan a ver así, imagino que habrá problemas, ¿verdad?... – Concluyó el Caballero de Plata, ante la atenta y asombrada mirada de su amigo Yue, al mismo tiempo que volvía a cubrirse el rostro con la capucha de su ropaje... **
Pabloc- PLATA
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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**Yue creyó oír un silbido en alguna parte... Prefirió ignorarlo, pensando que se trataba simplemente de algún que otro árbol haciendo ruido por el fuerte viento que había ahora. Poco después, se vio obligado a detenerse cuando una silueta cubierta por una capucha marrón apareció frente a él. Cuando el hombre se quitó su protección, Yue no mostró ninguna clase de felicidad o emoción en su rostro. No era por Pabloc, quien ahora se tenía frente a él, si no por el simple hecho de que su seriedad no se lo permitía. **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Parece que eres realmente alguien que merece mi confianza y amistad, Pabloc, Caballero de Plata de Hércules. Cumpliste nuestro pacto y me alegro por ello, pero este no el mejor lugar para charlar... Los Pallasites (mis hermanos) pueden estar al acecho... Son como ratas que aguardan a su presa hasta el final. Ven, iremos hasta ésa colina. -
**Sin expulsar ninguna palabra más de su boca, Yue comenzó a correr sigilosamente entre los árboles que se tenían a su izquierda. Poco después, sin importarle si Pabloc podía seguir el ritmo o no, saltó sobre un árbol. De éste, saltó sobre otro y así sucesivamente hasta llegar cerca de la colina que había señalado poco antes. Fue allí que, con un movimiento elegante, batió sus alas para aterrizar sobre el precipicio. Pudo ver cómo Pabloc escalaba ahora el monte y, cuando llegó, Yue sonrió mientras veía una patrulla de Pallasites que merodeaba por allí. **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Parece ser que hicimos bien en venir hasta aquí, Caballero. Esos Pallasites te hubiesen atacado sin dudarlo un instante. Bueno, estoy seguro de que no estás aquí solamente por nuestra promesa, pero también por algo más... Mientras respondes esto, te propongo un viaje y visita por todas Pallasvelda. ¿Te parece? -
**Con otro movimiento elegante, Yue sonrió de manera muy arrogante y saltó de la colina al suelo, sobre el cual aterrizó con fuerza. Después, comenzó a caminar (seguido por el Santo de Hércules) hacia las Tres Montañas de Pallasvelda. El camino era oscuro y largo, pero Yue sonrió al pensar que la visita llevaría, como mucho, hasta la madrugada. Es decir, hasta el salir del Sol. **
**Continuó caminando mientras le explicaba a Pabloc varias cosas sobre aquel bosque no muy interesantes. Acto seguido, salieron del bosque y, frente a ellos, las inmensas Montañas de Pallasvelda se tenían más imponentes y preciosas que nunca... **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Parece que eres realmente alguien que merece mi confianza y amistad, Pabloc, Caballero de Plata de Hércules. Cumpliste nuestro pacto y me alegro por ello, pero este no el mejor lugar para charlar... Los Pallasites (mis hermanos) pueden estar al acecho... Son como ratas que aguardan a su presa hasta el final. Ven, iremos hasta ésa colina. -
**Sin expulsar ninguna palabra más de su boca, Yue comenzó a correr sigilosamente entre los árboles que se tenían a su izquierda. Poco después, sin importarle si Pabloc podía seguir el ritmo o no, saltó sobre un árbol. De éste, saltó sobre otro y así sucesivamente hasta llegar cerca de la colina que había señalado poco antes. Fue allí que, con un movimiento elegante, batió sus alas para aterrizar sobre el precipicio. Pudo ver cómo Pabloc escalaba ahora el monte y, cuando llegó, Yue sonrió mientras veía una patrulla de Pallasites que merodeaba por allí. **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Parece ser que hicimos bien en venir hasta aquí, Caballero. Esos Pallasites te hubiesen atacado sin dudarlo un instante. Bueno, estoy seguro de que no estás aquí solamente por nuestra promesa, pero también por algo más... Mientras respondes esto, te propongo un viaje y visita por todas Pallasvelda. ¿Te parece? -
**Con otro movimiento elegante, Yue sonrió de manera muy arrogante y saltó de la colina al suelo, sobre el cual aterrizó con fuerza. Después, comenzó a caminar (seguido por el Santo de Hércules) hacia las Tres Montañas de Pallasvelda. El camino era oscuro y largo, pero Yue sonrió al pensar que la visita llevaría, como mucho, hasta la madrugada. Es decir, hasta el salir del Sol. **
**Continuó caminando mientras le explicaba a Pabloc varias cosas sobre aquel bosque no muy interesantes. Acto seguido, salieron del bosque y, frente a ellos, las inmensas Montañas de Pallasvelda se tenían más imponentes y preciosas que nunca... **
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Yue- APRENDIZ
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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** La sorpresa del Caballero de Hércules fue total, tras observar la forma en que el Pallasite de Lucero del Alba lo recibía allí. ¿Acaso no valoraba el esfuerzo y el peligro que había corrido al emprender ese viaje?. ¿Qué le pasaba al joven alado que actuaba de esa manera?. Ya estaba empezando a incendiarse por dentro a causa de la bronca que le generó aquella sitaución, cuando pudo comprender que era lo que ocurría: Yue no estaba despreciando su visita, pero el lugar en el que se encontraban, ameritaba discresión.
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[Por un momento lo había olvidado... Que torpe que fui...], pensó en su interior mientras seguía a paso firme al joven alado.
De no manejarse con cuidado, ambos podían correr peligro. Si los pallasites que minaban el lugar haciendo guardia se daban cuenta de la presencia de un Santo de Athena allí, su cabeza estaría en graves apuros, al mismo tiempo que Yue correría los mismos riesgos al ser indulgente con un extranjero.
De golpe, Pabloc se dio cuenta de que seguir tan de cerca al Pallasite, no era una buena idea, dado que podría despertar sospechas. Por lo que lo mejor sería seguir sus pasos con una distancia prudente, como para no poner en aprietos al guerrero de Lucero del Alba.
El bosque en el que pronto se sumergieron era enorme y oscuro. Para un visitante como el Caballero de Hércules, ese sitio era algo atemorizante, pero confiaba en que el camino era lo más seguro posible y por eso Yue lo había llevado por allí. Rápido llegaron hasta una colina, que el hombre alado superó con una agilidad asombrosa, lo cual pasmó notablemente a Pabloc. Claro que al tener esas alas, contaba con una pequeña ventaja para desplazarse. Al Santo de Plata le tomó un poco más de trabajo superar ese escollo, pero igual lo logró (al fin y al cabo era un hombre entrenado y eso no podía frenarlo).
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En medio de la travesía, Yue al fin rompió el silencio. Hizo una consulta que parecía muy simple, aunque podía esconder algo más. ¿Qué quería saber en verdad?... Imposible saberlo hasta que la conversación se desarrollase, por lo que decidió contestar velozmente:
- Claro que vine por nuestro pacto... ¿Por qué más podría venir a exponerme de esta manera hasta aquí?... -, aclaró, previamente a hacer un instante de silencio.
- Y por cierto... Me agrada tu propuesta, así que puedo seguirte... Imagino que me llevarás por lugares no demasiado expuestos, ¿verdad?... -
La pregunta era solo era por compromiso... Claro que confiaba en Yue, de lo contrario no estaría allí.
Al cruzar aquella explanada, encontró un paisaje muy distinto: Nunca había visto algo así... Eran tres enormes montañas, con una extensión y colorido único. Pabloc miraba asombrado y detuvo su andar un instante para observar con mayor detenimiento... Aunque pronto tuvo que reanudar su paso, dado que el Pallasite seguía viaje un poco más adelante. El Caballero aumentó el ritmo y cuando estuvo lo suficientemente cerca como para que el lugareño lo escuchara en voz baja, pronunció:
-¿Adónde estamos y dónde nos dirigimos, Yue?... - **
Pabloc- PLATA
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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**Yue sonrió y se giró hacia Pabloc una vez hizo su pregunta. Le penetró con la mirada e intentó decir algo, pero algo o alguien le cortó la palabra... Un sonido extraño, un movimiento entre los arbustos muy escalofriante... Con un movimiento elegante, Yue alzó su arco y apuntó con su flecha hacia unas hojas cercanas que se habían movido. De allí, un hombre salió y sonrió mientras se acercaba. **
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**Casi determinado en lanzar su flecha, Yue batió sus alas para mover los arbustos. Un hombre de pelo marrón apareció y sonrió mientras se acariciaba el cabello vergonzosamente. Cloud, uno de los amigos de Yue en Pallasvelda (si a aquel hombre se le podía llamar "amigo"), apareció y golpeó con su puño el hombro de Yue, quien se limitó a mirarlo fijamente. **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - ¡Yue! ¿Qué haces por aquí? Hace tiempo que no te pasas por las Montañas. Estás todo el día metido en tu Templo... ¿Cómo has estado? ¿Y quién es él? ¡Hola, soy Cloud! ¡Encantado! Dime, ¿qué...? ··· -
**Cloud siguió hablando solo mientras Yue miraba fijamente a Pabloc de manera divertida pero sin expresar ninguna emoción. Apartándolo de su camino y diciéndole que necesitaba que preparase una partida de Pallacites de tercer nivel para entrenar un poco, Yue continuó caminando libremente. Ahora que Cloud estaba con ellos y era testigo de que Pabloc no era peligroso, no había por que temer de los demás Pallacites... Quienes, en realidad, no eran rivales para el hablador Cloud. **
**Ni Yue había podido vencerlo... Sería tal vez por eso que lo apreciaba en cierta manera, a parte del hecho de que hablaba tanto que obligaba al hombre alado a sonreír en su interior. Yue cerró los ojos y continuó su camino, seguido de Pabloc, hacia la Primera de las Tres Montañas de Pallasvelda. **
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**Casi determinado en lanzar su flecha, Yue batió sus alas para mover los arbustos. Un hombre de pelo marrón apareció y sonrió mientras se acariciaba el cabello vergonzosamente. Cloud, uno de los amigos de Yue en Pallasvelda (si a aquel hombre se le podía llamar "amigo"), apareció y golpeó con su puño el hombro de Yue, quien se limitó a mirarlo fijamente. **
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**Cloud siguió hablando solo mientras Yue miraba fijamente a Pabloc de manera divertida pero sin expresar ninguna emoción. Apartándolo de su camino y diciéndole que necesitaba que preparase una partida de Pallacites de tercer nivel para entrenar un poco, Yue continuó caminando libremente. Ahora que Cloud estaba con ellos y era testigo de que Pabloc no era peligroso, no había por que temer de los demás Pallacites... Quienes, en realidad, no eran rivales para el hablador Cloud. **
**Ni Yue había podido vencerlo... Sería tal vez por eso que lo apreciaba en cierta manera, a parte del hecho de que hablaba tanto que obligaba al hombre alado a sonreír en su interior. Yue cerró los ojos y continuó su camino, seguido de Pabloc, hacia la Primera de las Tres Montañas de Pallasvelda. **
Yue- APRENDIZ
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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** El susto que se llevó el Caballero de Plata tras la aparición del hombre desconocido, que parecía haber surgido de la nada, fue total, dado que no creía que aquello trajese buenas noticias para él.
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En primera instancia, pensó que podía tratarse de algún guardián de aquel reino, que había observado la disimulada maniobra que habían perpetrado junto con el Pallasite de Lucero del Alba. También especuló que todo podría ser una emboscada:
¿Acaso Yue era capaz de engañarlo así y entregarlo ante las fuerzas superiores de Pallasvelda?. Seguro que no. Si bien no conocía mucho a aquel joven, podía aseverar que era incapaz de pergeñar una maniobra tan vil como esa.
Pero antes de que pudiera seguir especulando, encontró una respuesta en la voz del hombre desconocido. Al menos lo era para él, aunque se notaba que no era así para el muchacho alado, que pronto se dispuso a intercambiar palabras con el recién llegado.
[Qué manera de hablar… Se nota que le agrada hacerlo y en cantidad…], pensó para sus adentros, aunque pronto se vió en el apuro de tener que darle una respuesta al tal Cloud, que le había consultado su nombre. Pabloc trató de mantener el gesto calmo que traía, evitando demostrar el nerviosismo lógico de una situación así, dado que su vida corría peligro a cada instante que caminaba por aquel sitio.
La respuesta que alcanzó a pronunciar dejó en claro su nombre y que era un amigo de la infancia de Yue, pero no tuvo la necesidad de profundizar más, dado que pronto lo interrumpió el mismo que lo había consultado. El Santo de Hércules no alcanzó a escuchar con claridad cuál fue el recado que le traía a su amigo, pero como Yue no mostraba signos de nerviosismo, Pabloc los acompaño con paciencia, guardando silencio, aunque unos pasos más atrás como quien observa un acto incomprensible o dudoso.
Al fin y al cabo, Yue todavía no le había dado una respuesta a su consulta y él aún desconocía hacia donde se dirigían. Todo era nuevo y sospechoso para el Caballero Ateniense en aquel lugar, por lo que debía ser medido y no exponerse. Por suerte aún vestía el ropaje oscuro que escondía su figura, al mismo tiempo que la caja en la que reposaba su Armadura, seguía cubierta con la funda de cuero que le había puesto antes de emprender ese viaje.
La charla entre los locales transcurría como entre dos amigos, así que Pabloc tomó eso como un buen síntoma y se dispuso a acompañarlos sin pronunciar palabra. Confiaba que Yue lo estuviese llevando a un sitio seguro… **
Pabloc- PLATA
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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**Yue, mientras caminaba tranquilamente, como si no hubiese nadie (y, en realidad, no lo había) miró a Pabloc, quien parecía realmente intranquilo por sus gestos, por sus miradas... Sin expresión alguna, Yue pensó en qué podría estar pasando por la cabeza de aquel Caballero de Plata. ¿Estaría incómodo en aquel lugar? Sería lógico, puesto no podía saber si algo malo le sucedería o no. **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Te noto tenso, amigo Pabloc. Dime, ¿hay algo que te esté rondando la cabeza? ¿O es simple incomodidad? No te preocupes si es esto último... He dado orden expresa de que no se alce ni una sola arma contra ti. Además, he propuesto a Cloud de que nos prepare un entrenamiento para calentar un poco nuestros cosmos. Nunca se sabe los peligros que pueden acechar... ¡Mira, ahí llegan! -
**Y era cierto: desde no muy lejos, Cloud volvía con un grupo de Pallacites de Cuarto Nivel, quienes podrían ser muy fácilmente triturador por Yue o por Pabloc. Para cuando Cloud los alcanzó, Yue y Pabloc ya se encontraban sobre el Primero de los Picos de las Montañas de Pallasvelda. Si todo iba bien, Yue le mostraría al Caballero de Hércules los otros dos. **
**Sin embargo, sin saber realmente por qué, el Hombre Alado tenía la impresión de que algo oscuro y perturbador se estaba cociendo en aquel lugar... Negó con la cabeza, la sacudió después y cerró los ojos varios segundos para deshacerse de aquel pensamiento. Acto seguido, lanzó un grito para que los Pallacites se colocasen en dos grupos: uno estaría a merced de Pabloc y el otro de Yue, quien sonrió con arrogancia cuando fue atacado por ellos. **
**Cloud, por su parte, se había unido a los del grupo de Yue: mientras se aseguró de que Pabloc no tendría ningún tipo de problema al enfrentarse a los otros soldados, el Hombre Alado bloqueó el primer ataque con el simple presentimiento de que llegaría. Acto seguido, giró la mirada y saltó de forma muy elegante para golpear con su pie el rostro del pobre desgraciado que había sido elegido para atacar primero. Acto seguido, tres lo atacaron con mazas: Yue, instintivamente, bloqueó una de tal manera que fue capaz de controlar el arma incluso sin la necesidad de empuñarlo. Con él, se defendió del segundo ataque, el cual podría haber perforado su corazón. Un movimiento de mano y la aparición de un cristal bastaron para acabar con las energías del tercer soldado que había llegado por detrás. **
**En cuanto a los otros dos, Yue lanzó ambas armas al suelo y les golpeó con la palma de su mano con gran fuerza. Sin embargo, la palma había empuñado un cristal, el cual hubiera rajado el pecho y el corazón de ambos de no ser por sus leves pero efectivas armaduras. Una vez observó cómo los del grupo de Pabloc habían sido derrotados, fijó su atención en Cloud, quien ni se había molestado en colocarse una armadura o algún tipo de defensa. Tal era la arrogancia de aquel hombre que sabía que podría vencer al Caballero de Plata y al Pallacite de Tercer Nivel al mismo tiempo... **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Pabloc, amigo, te cedo el honor de ejecutar el primer ataque. Piensa en...-
**Fue interrumpido por el sonido menos esperado: un grito... O al menos, era lo que había creído oír. Miró a los otros dos, quienes parecían estar totalmente concentrados el uno en el otro. ¿Habrían sido sólo imaginaciones suyas? Yue prefirió no hacer caso a aquel ruido que le había puesto la piel de gallina. Aunque pronto se arrepentiría de no haber detenido aquel útil entrenamiento... **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Te noto tenso, amigo Pabloc. Dime, ¿hay algo que te esté rondando la cabeza? ¿O es simple incomodidad? No te preocupes si es esto último... He dado orden expresa de que no se alce ni una sola arma contra ti. Además, he propuesto a Cloud de que nos prepare un entrenamiento para calentar un poco nuestros cosmos. Nunca se sabe los peligros que pueden acechar... ¡Mira, ahí llegan! -
**Y era cierto: desde no muy lejos, Cloud volvía con un grupo de Pallacites de Cuarto Nivel, quienes podrían ser muy fácilmente triturador por Yue o por Pabloc. Para cuando Cloud los alcanzó, Yue y Pabloc ya se encontraban sobre el Primero de los Picos de las Montañas de Pallasvelda. Si todo iba bien, Yue le mostraría al Caballero de Hércules los otros dos. **
**Sin embargo, sin saber realmente por qué, el Hombre Alado tenía la impresión de que algo oscuro y perturbador se estaba cociendo en aquel lugar... Negó con la cabeza, la sacudió después y cerró los ojos varios segundos para deshacerse de aquel pensamiento. Acto seguido, lanzó un grito para que los Pallacites se colocasen en dos grupos: uno estaría a merced de Pabloc y el otro de Yue, quien sonrió con arrogancia cuando fue atacado por ellos. **
**Cloud, por su parte, se había unido a los del grupo de Yue: mientras se aseguró de que Pabloc no tendría ningún tipo de problema al enfrentarse a los otros soldados, el Hombre Alado bloqueó el primer ataque con el simple presentimiento de que llegaría. Acto seguido, giró la mirada y saltó de forma muy elegante para golpear con su pie el rostro del pobre desgraciado que había sido elegido para atacar primero. Acto seguido, tres lo atacaron con mazas: Yue, instintivamente, bloqueó una de tal manera que fue capaz de controlar el arma incluso sin la necesidad de empuñarlo. Con él, se defendió del segundo ataque, el cual podría haber perforado su corazón. Un movimiento de mano y la aparición de un cristal bastaron para acabar con las energías del tercer soldado que había llegado por detrás. **
**En cuanto a los otros dos, Yue lanzó ambas armas al suelo y les golpeó con la palma de su mano con gran fuerza. Sin embargo, la palma había empuñado un cristal, el cual hubiera rajado el pecho y el corazón de ambos de no ser por sus leves pero efectivas armaduras. Una vez observó cómo los del grupo de Pabloc habían sido derrotados, fijó su atención en Cloud, quien ni se había molestado en colocarse una armadura o algún tipo de defensa. Tal era la arrogancia de aquel hombre que sabía que podría vencer al Caballero de Plata y al Pallacite de Tercer Nivel al mismo tiempo... **
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**Fue interrumpido por el sonido menos esperado: un grito... O al menos, era lo que había creído oír. Miró a los otros dos, quienes parecían estar totalmente concentrados el uno en el otro. ¿Habrían sido sólo imaginaciones suyas? Yue prefirió no hacer caso a aquel ruido que le había puesto la piel de gallina. Aunque pronto se arrepentiría de no haber detenido aquel útil entrenamiento... **
Yue- APRENDIZ
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
Turno de Rol:
** El Caballero de Plata miraba con desconcierto al Pallasite de Lucero del Alba. No entendía que estaba pasando allí, y las preguntas pronunciadas por su amigo, lo confundían aún más:
[¿En verdad me esta preguntando a qué se debe mi gesto de disgusto?... Pensé que había sido claro…], pensó para sus adentros, mientras trataba de divisar con exactitud al grupo de guerreros que se acercaban de la mano del tal Cloud.
¿Qué fin escondía en verdad ese entrenamiento?... ¿Para eso lo había hecho ir hasta allí?... En verdad, no podía confirmar que se estaba tramando tras todo aquello, pero no estaba en condiciones de vociferar demasiadas objeciones. Al fin y al cabo, Yue ya le había asegurado que no corría peligro allí y que todo sería parte de una especie de “juego”. Aquella idea no conformaba a las dudas que invadían la mente del Santo de Hércules, pero al ver la clase de contrincantes que se ofrecían allí, desestimó sus miedos: Con solo dos movimientos veloces y precisos, pudo librarse de aquella especie de aprendices de Pallasites sin mayores problemas, al igual que lo había hecho el Triturador de Estrellas. No obstante, pronto fijó su atención en Cloud, que hasta el momento no se había movido de su posición original (sin intervenir en ninguno de los cruces), al mismo tiempo que una sonrisa se empezaba a dibujar en su rostro. Aquel gesto no fue del agrado de Pabloc, ya que lo hizo sospechar que algo más podía estar pasando a sus espaldas. ¿Pero Yue lo estaría exponiendo a eso adrede?... Claro que no. Y para confirmar su premisa, pudo divisar una especie de señal de duda y temor que comenzaba a encenderse en la cara de su anfitrión.
¿Por qué Yue quería que Pabloc atacase primero?... Imposible saberlo por entonces, pero algo lo hacía desconfiar al Caballero Ateniense. Para colmo, una suerte de grito muy poderoso, lo sacó del letargo de sus pensamientos y llamó poderosamente su atención, como así también la de los demás… O al menos, eso creyó él…
[¿Qué demonios fue eso?...], especuló interiormente, aunque pronto aprovechó un leve descuido de Cloud, para interrogar a Yue, que parecía estar en otro sitio, muy distante de allí:
- ¡¿Qué está pasando aquí?!... ¿Por qué traes esa cara?... – Murmuró rápidamente, con la violencia de quién esta masticando bronca, mientras aguardaba alguna señal del Pallasite de Lucero del Alba… **
Pabloc- PLATA
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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**En un principio, Yue hizo caso omiso al comentario de Pabloc... Y lanzó un cristal a Cloud, quien se vio dañado en el brazo y dio suficiente tiempo al Hombre Alado para prestar atención un nuevo grito que esta vez fue mucho más espeluznante... Parecía el de un poseso por el dolor o un fantasma. Pero aquellas tonterías no debían existir, ¿no?... El Pallacite alzó el brazo para detener el entrenamiento y miró a Pabloc. **
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**Con un movimiento de alas y un golpe amistoso a su amigo Pabloc, Yue voló en el cielo y pudo ver todo a su alrededor: las Montañas de Pallasvelda seguían en perfecto estado, con los detalles de aquel precioso día y muchas otras cosas... Sin embargo, siguió inquieto. Divisó, de pronto, una cueva no muy lejana y agarró tanto a Cloud como a Pabloc para llevarlos dentro de ella. Allí, encontraron siete hombres más que Yue no conocía, pero Cloud sí. **
**Entraron en una sala subterránea que daba a un extenso comedor, como el de una mansión. Unas escaleras (increíble escenario para un subterráneo) permitían subir a un par de habitaciones no muy bien hechas y a alguna que otra sala. De pronto, la puerta de metal y de oro que permitía entrar al comedor se cerró. Todos se quedaron mirando la entrada, incapaces de abrirla... **
**Yue la golpeó sin descanso: lanzó cristales, los cuales se clavaron sin efecto alguno; lanzó una flecha, la cual es capaz de atravesar cualquier cosa pero, en aquella ocasión, no surtió efecto alguno; alzó su cosmos y trató de destrozarla, pero... ¿Qué estaba pasando allí? Con una mirada aterradora, Yue observó a sus nueve compañeros, en especial a Pabloc, pronunciando unas palabras que quedaron en todas las cabezas presentes (al menos, eso creyó Yue). **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Estamos atrapados... Y, por el cosmos que siento aquí, se trata de uno de nosotros nueve... -
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**Con un movimiento de alas y un golpe amistoso a su amigo Pabloc, Yue voló en el cielo y pudo ver todo a su alrededor: las Montañas de Pallasvelda seguían en perfecto estado, con los detalles de aquel precioso día y muchas otras cosas... Sin embargo, siguió inquieto. Divisó, de pronto, una cueva no muy lejana y agarró tanto a Cloud como a Pabloc para llevarlos dentro de ella. Allí, encontraron siete hombres más que Yue no conocía, pero Cloud sí. **
**Entraron en una sala subterránea que daba a un extenso comedor, como el de una mansión. Unas escaleras (increíble escenario para un subterráneo) permitían subir a un par de habitaciones no muy bien hechas y a alguna que otra sala. De pronto, la puerta de metal y de oro que permitía entrar al comedor se cerró. Todos se quedaron mirando la entrada, incapaces de abrirla... **
**Yue la golpeó sin descanso: lanzó cristales, los cuales se clavaron sin efecto alguno; lanzó una flecha, la cual es capaz de atravesar cualquier cosa pero, en aquella ocasión, no surtió efecto alguno; alzó su cosmos y trató de destrozarla, pero... ¿Qué estaba pasando allí? Con una mirada aterradora, Yue observó a sus nueve compañeros, en especial a Pabloc, pronunciando unas palabras que quedaron en todas las cabezas presentes (al menos, eso creyó Yue). **
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Yue- APRENDIZ
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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** Si antes había estado confundido el Caballero de Hércules, ahora lisa y llanamente, no comprendía nada de lo que estaba pasando en aquel lugar y empezaba a dudar de su viaje y su estadía en aquel reino. Yue era un hombre de confianza para él, pero sus últimos movimientos, lo habían hecho empezar a dudar. En primera instancia, pareció que el Pallasite de Lucero del Alba, había obviado el comentario que con tanta bronca había expresado unos instantes atrás, por que no le dio respuesta y, por el contrario, prosiguió con el enfrentamiento ante el tal Cloud.
[¿Qué esta pasando que Yue me ignora?... ¿O acaso no me habrá escuchado?...], pensó en su interior el Santo de Plata, aunque rápidamente, un nuevo hecho inexplicable lo volvía a sacar de la profundidad de sus especulaciones:Esta vez, lo que había sonado en la silenciosa calma de aquellas montañas era un grito más agudo y aterrador que su antecesor, el cual logró detener la incipiente batalla entre los dos hombres que acompañaban a Pabloc.[¿Nadie piensa hacer nada?... ¿O esa clase de sonidos son moneda corriente aquí?], vacilaba el Caballero de Hércules, mientras se disponía a consultar sobre ese extraño hecho a sus anfitriones. No obstante, la catarata de hechos inconexos seguía brotando, y por eso fue que no llegó a interrogar a los demás: Veloz, pero inexplicablemente, Yue se había alzado en el aire (gracias a sus particulares alas) y de la nada había decidido trasladarlos a una especie de cueva que se abría en una de las montañas de por ahí.
¿Qué había visto el Pallasite desde el cielo, que lo había hecho cambiar de escenario?, y peor aún, ¿qué era ese lugar en el que acababan de entrar?. Imposible saberlo por entonces. Aunque si estaba claro que no eran los únicos allí. En aquella habitación (que se exponía demasiado suntuosa para el lugar en el que estaba situada) había seis hombres más que, claramente, él nunca había visto y parecía que Yue tampoco, dado que el gesto que se le dibujaba en el rostro, no era muy alentador.Pabloc estuvo a punto de alzar la voz y pedir que se le aclare que era lo que se estaba tramando allí y quiénes eran esos hombres, porque de lo contrario pensaba atacar (aún a sabiendas de que podría resultar muerto en aquel territorio desconocido y lejano para él). Sin embargo, las palabras que acababa de pronunciar el Triturador de Estrellas, tras fracasar en sus múltiples intentos de abrir la enorme puerta que se había cerrado como por arte de magia unos segundos antes, lo habían alejado de todas sus especulaciones y lo habían centrado en un nuevo posible conflicto: ¿Quién y con qué fin podría querer tenerlos encerrados allí?. Había llegado la hora de levantar el tono de voz y ser claro.- ¿Qué estas diciendo Yue?... ¿Uno de los presentes nos tiene atrapados aquí a su voluntad?... Te pido que seas rápido y claro con tu respuesta… Y ustedes, ¿quiénes son y qué hacen aquí?... - Sentenció el Santo de Plata, mientras observaba detenidamente a cada uno de los que ocupaban la habitación. **
Pabloc- PLATA
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Pabloc... Tal vez fue una mala idea el venir aquí. Si hemos sido atrapados, es por que alguien te quiere... vivo o muerto. Alguien de nosotros nueve. Yo, por mi parte, sé que no soy yo el que está haciendo esto, y saber que puedes confiar en mí. Y estoy más que seguro de que nadie aquí afirmará serlo. Somos diez personas... Diez personas que deberán usar su inteligencia para descifrar este maldito misterio y salvar a los demás. -
**Yue sintió nueve miradas... Nueve extrañas y fijas miradas en él. ¿Le creería su amigo Pabloc? ¿O pensaría realmente que era una trampa del Pallacite de Tercer Nivel? Yue rezó para que no fuese así. Sin embargo, juró que no descansaría hasta encontrar al criminal. **
**Pocas horas pasaron hasta el primer asesinato... Todos se habían dispersado por el lugar; unos habían ido a comer algo, otros a hacer otro tipo de cosas... Yue, por su parte, había propuesto a su amigo Pabloc de ir a descansar al salón, sobre cuyo sofá se sentaron y charlaron. De pronto, oyeron un grito... Un angustioso grito que mostraba dolor. Fue entonces que Yue miró a su amigo Pabloc y asintió, creyendo que los dos tenían el mismo pensamiento. **
**En la cocina, la cual había quedado vacía hacía no mucho, se tenía un cuerpo ensangrentado de uno de los Pallacites... Con una daga en la espalda. Yue le cerró los ojos, quitó la daga y miró a los demás, preparado para intentar deducir quien era el culpable. Sin embargo, no había ningún tipo de pruebas o indicios que pudieron llevarlo al asesino o criminal... ¿Qué hacer? **
**Yue sintió nueve miradas... Nueve extrañas y fijas miradas en él. ¿Le creería su amigo Pabloc? ¿O pensaría realmente que era una trampa del Pallacite de Tercer Nivel? Yue rezó para que no fuese así. Sin embargo, juró que no descansaría hasta encontrar al criminal. **
**Pocas horas pasaron hasta el primer asesinato... Todos se habían dispersado por el lugar; unos habían ido a comer algo, otros a hacer otro tipo de cosas... Yue, por su parte, había propuesto a su amigo Pabloc de ir a descansar al salón, sobre cuyo sofá se sentaron y charlaron. De pronto, oyeron un grito... Un angustioso grito que mostraba dolor. Fue entonces que Yue miró a su amigo Pabloc y asintió, creyendo que los dos tenían el mismo pensamiento. **
**En la cocina, la cual había quedado vacía hacía no mucho, se tenía un cuerpo ensangrentado de uno de los Pallacites... Con una daga en la espalda. Yue le cerró los ojos, quitó la daga y miró a los demás, preparado para intentar deducir quien era el culpable. Sin embargo, no había ningún tipo de pruebas o indicios que pudieron llevarlo al asesino o criminal... ¿Qué hacer? **
Yue- APRENDIZ
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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** Lo primero que se le pasó por la cabeza al Caballero de Plata, fue que aquello era producto de una vil trampa ideada por algunos de los Pallasites allí presentes. Y sobre todo, había desconfiado de quién lo había llevado hasta aquel sitio: Yue de Lucero del Alba. Pero… ¿En verdad el joven alado sería capaz de idear una estrategia tan macabra para tomar su cabeza?... Ciertamente no lo sabía, pero prefería pensar que no. O al menos eso era lo que quería creer… Tampoco lo sobraban alternativas para tomar bajo aquella circunstancia: Si iniciaba un combate contra todos los que ocupaban aquella sala, lo más probable sería que saliese perdiendo. Y en caso de que pudiera escapar de allí, de seguro que afuera estarían esperándolo más guardias para acabar con él. Al fin y al cabo, era un guerrero de otro Reino y, por tal motivo, considerado un intruso y un enemigo de Pallasvelda.
(¿Cómo debo seguir ahora?), especuló en su interior, mientras trataba de descifrar la situación, al mismo tiempo que oía la exposición de su anfitrión. No obstante, antes de que pudiera pronunciar alguna palabra, alguien que no alcanzó a ver quién era, propuso que se dispersaran y se tomaran un tiempo para idear alguna escapatoria. En primera instancia, el Santo de Hércules creyó que es plan era totalmente inútil y hasta podía llegar a ser una trampa, pero luego observó otra arista de aquella estrategia: Si alguien quería tomar su cabeza, al estar encerrados allí, tarde o temprano debería actuar, o de lo contrario, su plan quedaría en la nada. Así fue que accedió y terminó por acompañar a Yue a una especie de cuarto de descanso. Allí barajaron posibilidades y ambos expusieron sus temores, aunque Pabloc se había propuesto no darle la espalda a nadie allí, dado que desconfiaba de todos. Lamentablemente, también de Yue… Y aunque eso le ocasionaba dolor y bronca, creía que bajo aquellas circunstancias no tenía otra opción.
El grito que acabó con el silencio que ocupaba aquel lugar, cambió todo el paradigma ideado por el Caballero de Athena e hizo que todos entraran en una especie de pánico: Al llegar a la cocina (o lo que parecía serlo, dado que no sabía bien qué era ese lugar tan suntuoso, cuya entrada era una suerte de cueva…) uno de los hombres que habían estado en la sala antes de su llegada, y que parecía ser un Pallasite, yacía muerto, con una daga clavada en la espalda. El horror había ganado el alma de Pabloc, al entender que el generador de aquella situación, su captor, sería capaz de cualquier cosa para conseguir su objetivo: Así tuviese que matar a todos los presentes para que no quedasen testigos, de seguro que lo haría.
Yue miraba desconcertado la patética escena y eso sacó al Santo de Plata de sus cavilaciones: O el joven alado era un muy buen actor o en verdad estaba padeciendo aquella situación. Pabloc prefirió creer que aquella situación lo estaba superando y la culpa le estaba jugando una mala pasada, por lo que decidió aliarse por completo con él para poder salir de allí sin mayores complicaciones. Al fin y al cabo, Yue era al único que conocía de todos los que estaban ahí y en sus actos mostraba ser un sujeto de bien.
¿Cómo debían seguir ahora?... Nadie lo sabía… Y menos, después de que el Pallasite de Lucero del Alba concluyera en que no había rastros del asesino, tras tomar el arma con la que se había perpetrado el crimen. Pabloc tampoco sabía hacia dónde ir, ni qué pensar de aquel hecho, aunque más de una vez se maldijo para adentro por haber ido hasta ese lugar. Pensaba que podía llegar a arrepentirse de ese hecho para siempre. Sin embargo, uno de todos los presentes le causaba más sospecha que el resto. Tal vez era su mirada, o esa sonrisa a medio dibujar. Tal vez estaba equivocado, pero nunca le había agradado. Desde el principio… Así que ni bien empezaron a separarse los presentes, el Caballero de Hércules tomó del brazo a Yue y lo llevó a una habitación apartada para interrogarlo. Tal vez estaba totalmente errado, pero tenía que empezar a desenrollar el ovillo de sus sospechas:
- Dime… ¿Quién demonios ese es Cloud y por qué lo trajiste aquí?... - **
Pabloc- PLATA
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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**Yue miró, perplejo (a pesar de la situación de suspense y de sospechas que se tenía en aquel subterráneo) a su amigo Pabloc. ¿Por qué quería saber como Cloud? Un momento... ¿Acaso estaría él sospechando de Cloud? ¡Absurdo! Pero si Cloud había sido uno de sus únicos amigos desde su llegada a Pallasvelda... ¿Y si quería?... No podía ser. **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Creí oír un grito en este subterráneo... Y pensé que tal vez necesitaría ayuda para ayudar a lo que sea. Fue por ello que os traje aquí a ambos. Pero creo ver en tus ojos, Pabloc, que dudas de alguien... ¿Alguna idea precisa? -
**Penetró con sus ojos a Pabloc. Una simple mirada para entender qué sucedía allí... Un grito más. Uno limpio y prolongado. Con un movimiento elegante, Yue corrió al salón, donde ahora se yacían tres cuerpos más. Apretando el puño nuevamente, miró a los allí presentes... Varios de ellos eran Pallacites normales, pero habían dos que tenían pinta de ser sospechosos... Cloud, quien miraba el cuerpo como un gran actor (tal vez desde el punto de vista de Pabloc) y otro hombre cuya túnica y cuya mirada mostraban su tranquilidad. **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Toda esta maldita historia es demasiado irritante e inverosímil para mi gusto... ¿Por qué vinimos aquí? ¿Para buscar un poco de comida? Míranos. Ahora estamos ante un par de cadáveres y sin saber quien puede estar cometiendo esta serie de asesinatos. Como no se descubra pronto, usaré toda mi fuerza para aniquilaros a todos, malditos. -
**Si bien Yue había oído hablar de aquel hombre (cuyo nombre era Thomas), no le cayó nada bien. Muy arrogante y seguro de si mismo, puesto que no había dado la posibilidad de ser él mismo el asesino. Todos miraron nuevamente los cadáveres... ¿Quién sería el asesino? ¿Y quién lo descubriría? Un momento... Yue se agachó y agarró un pedazo de pan. ¿Por qué estaría allí? Si no habían encontrado pan en aquel lugar... ¿Quién lo guardaría? ¿Y con qué motivo?... **
**Miró a los allí presentes. Con una sonrisa, fue a la cocina y miró en todos los cajones. No había pan... Bien, aquel que tuviese el pan en la habitación, debía de ser el asesino. Pero ¿sería tan simple como eso? ¿De verdad? Yue no lo pensó... Aquel caso iba a ser más difícil de lo pensado... **
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**Penetró con sus ojos a Pabloc. Una simple mirada para entender qué sucedía allí... Un grito más. Uno limpio y prolongado. Con un movimiento elegante, Yue corrió al salón, donde ahora se yacían tres cuerpos más. Apretando el puño nuevamente, miró a los allí presentes... Varios de ellos eran Pallacites normales, pero habían dos que tenían pinta de ser sospechosos... Cloud, quien miraba el cuerpo como un gran actor (tal vez desde el punto de vista de Pabloc) y otro hombre cuya túnica y cuya mirada mostraban su tranquilidad. **
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**Si bien Yue había oído hablar de aquel hombre (cuyo nombre era Thomas), no le cayó nada bien. Muy arrogante y seguro de si mismo, puesto que no había dado la posibilidad de ser él mismo el asesino. Todos miraron nuevamente los cadáveres... ¿Quién sería el asesino? ¿Y quién lo descubriría? Un momento... Yue se agachó y agarró un pedazo de pan. ¿Por qué estaría allí? Si no habían encontrado pan en aquel lugar... ¿Quién lo guardaría? ¿Y con qué motivo?... **
**Miró a los allí presentes. Con una sonrisa, fue a la cocina y miró en todos los cajones. No había pan... Bien, aquel que tuviese el pan en la habitación, debía de ser el asesino. Pero ¿sería tan simple como eso? ¿De verdad? Yue no lo pensó... Aquel caso iba a ser más difícil de lo pensado... **
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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** El Pallasite de Lucero del Alba hablaba como quien busca justificarse o ponerse a salvo de una mala decisión. Pero al Santo de Plata no le cerraba nada de aquel Cloud. Su postura, la forma en que se percibía distante de los hechos, la sonrisa incipiente... Todo... Aunque no podía justificarlo. Y como si fuese poco, ahora Yue parecía estar interrogándolo con la mirada: ¿Qué diablos estaba pasando allí?. Pabloc estaba a punto de llegar al límite de su paciencia y de contestarle con un tono algo violento, cuando otro grito rompió con el tenso clima que se estaba gestando en aquella habitación. Asi que ambos salieron corriendo y dejaron la conversación a medio construir.
Ahora eran tres los cuerpos que yacían sin vida en el salón contiguo. Pabloc miró espantado, pero esta vez el horror no ganó su mente, dado que desde el momento que oyó el grito suspuso lo que podía estar pasando. Y, lamentablemente, estaba en lo cierto...
De golpe, uno de los hombres que aún sobrevivían, se levantó y se expresó con demasiada vehemencia. Al Caballero de Hércules no le agradó su modo, pero comprendió que ese enojo era verídico, por lo que debía descartarlo de la lista de sospechosos, que estaba elaborando mentalmente. El que seguía inmutable era el tal Cloud...
En medio de la vorágine, Pabloc obrservó como Yue levantaba un trozo de algo del suelo. Y dada su posición, no alcanzó a divisar con exactitud... Pero... ¿Qué era lo que había recogido el Pallasite?. El Santo de Plata siguió al joven alado, que tras levantar aquel elemento del piso, se había dirigido a toda velocidad a la especie de cocina que estaba en aquel extraño caserón subterráneo. Al entrar a aquel cuarto, observó como revolvía todos los cajones sin encontrar lo que deseaba, por lo que pronto encontró la oportunidad de interrogarlo:
- ¿Qué es lo que buscas Yue?... -
Un silencio cerrado ocupó el lugar y generó una situación tensa... Pabloc prosiguió con otro tema para romper el hielo...
- En cuanto a la conversación que interrumpimos antes, créeme que si... Desconfío de Cloud aunque no puedo confirmar por qué... Ahora dime, ¿por qué lo defiendes tanto?... - **
Pabloc- PLATA
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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**Yue miró a su amigo y quedó perplejo ante su pregunta. Defender a Cloud... Si, sin duda alguna, Yue dudaba muchísimo más de Thomas que de Cloud o del propio Pabloc. Sin embargo, y aunque le costaba mucho admitirlo, había algo en Cloud que no le gustaba para nada... De pronto, le miró entrando a la cocina con una bolsa detrás de su espalda. ¿Qué podría ser? ¿Y qué estaba masticando? ¿Acaso sería lo que había estado buscando?... **
**Una luz se encendió en su cerebro y Yue no pudo evitar el hecho de reír, soltando unas carcajadas enormes. Creyó haber resuelto el enigma... Con una voz potente, detuvo a Cloud de entrar en la cocina y le guiñó un ojo a Pabloc. Todos lo miraron, impactados, y Yue alzó el dedo. **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - He descubierto quién y cómo nos ha encerrado en este lugar y ha estado asesinando a los aquí presentes. Primero, vayamos paso por paso: estoy seguro de que todos nosotros tenemos una excusa (coartada, como diría un detective) para no haber sido capaces de ejecutar los asesinatos. Pabloc y yo estábamos juntos así que no hemos podido ser. Esto sólo es desde nuestro punto de vista, claro está. Dudo que alguien nos haya visto, por lo que también podríamos ser los culpables. Sin embargo, he encontrado quién. -
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - El primer dato que debéis saber es que el que nos haya encerrado aquí ha sido muy inteligente. El hecho de no dejarnos escapatoria ha sido lo bastante astuto como para ejecutar estos asesinatos. Y estoy seguro de que habría podido temer de que alguno de nosotros podría usar su cosmos para tratar de encontrar quién había sido, pero ¿quién lo haría? El simple hecho de alzar nuestros cosmos podría levantar sospechas en los demás, y no muy leves. Él estaba perfectamente a salvo mientras cometía los asesinatos... -
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Ahora bien, si los asesinatos no tenían indicios de haber sido ejecutados por poderes pero más bien por armas de este mundo, es lógico teniendo en cuenta esta última teoría. Y hay una sola persona que podría haberlo hecho... Una sola que tuvo la oportunidad una vez que comió un poco de pan en la cocina y fue visto usando un cuchillo para asesinar a un Pallacite. Sin duda alguna, los otros dos lo vieron y también tuvieron que ser asesinados. Y ése alguien es quien ha escondido la bolsa de pan hasta ahora. Ése alguien... ¡eres tú! -
**Yue señaló a Cloud, quien quedó impactado y miró alrededor de sí: todos le miraban con odio y recelo. Sonrió y alzó las manos para tratar de mostrar que no era peligroso. **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Pero ¿qué dices? ¿Tienes pruebas acaso, Hombre Alado?
**Una luz se encendió en su cerebro y Yue no pudo evitar el hecho de reír, soltando unas carcajadas enormes. Creyó haber resuelto el enigma... Con una voz potente, detuvo a Cloud de entrar en la cocina y le guiñó un ojo a Pabloc. Todos lo miraron, impactados, y Yue alzó el dedo. **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - He descubierto quién y cómo nos ha encerrado en este lugar y ha estado asesinando a los aquí presentes. Primero, vayamos paso por paso: estoy seguro de que todos nosotros tenemos una excusa (coartada, como diría un detective) para no haber sido capaces de ejecutar los asesinatos. Pabloc y yo estábamos juntos así que no hemos podido ser. Esto sólo es desde nuestro punto de vista, claro está. Dudo que alguien nos haya visto, por lo que también podríamos ser los culpables. Sin embargo, he encontrado quién. -
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[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Ahora bien, si los asesinatos no tenían indicios de haber sido ejecutados por poderes pero más bien por armas de este mundo, es lógico teniendo en cuenta esta última teoría. Y hay una sola persona que podría haberlo hecho... Una sola que tuvo la oportunidad una vez que comió un poco de pan en la cocina y fue visto usando un cuchillo para asesinar a un Pallacite. Sin duda alguna, los otros dos lo vieron y también tuvieron que ser asesinados. Y ése alguien es quien ha escondido la bolsa de pan hasta ahora. Ése alguien... ¡eres tú! -
**Yue señaló a Cloud, quien quedó impactado y miró alrededor de sí: todos le miraban con odio y recelo. Sonrió y alzó las manos para tratar de mostrar que no era peligroso. **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Pero ¿qué dices? ¿Tienes pruebas acaso, Hombre Alado?
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Encontré una miga de pan sobre el charco de sangre que estaba bajo uno de los Pallacites. Una miga del único pan que estaba en este lugar. El pan que escondes ahora... ¡tras tu espalda! Así es, Cloud, ¡tú lo has hecho todo! -
**Con un grito de furia, Cloud alzó su cosmos y acabó con los demás Pallacites, dejando vivos sólamente a Yue, Pabloc y Thomas, quienes lo miraron con recelo. Cloud parecía haberse vuelto loco a juzgar por sus extrañas carcajadas... Yue debía actuar rápido si no quería que su amigo Pabloc muriese en aquel lugar. Ni Pabloc, ni Thomas, ni él mismo... Pero él nunca había derrotado a Cloud... ¿Lo lograría ahora? **
**Con un grito de furia, Cloud alzó su cosmos y acabó con los demás Pallacites, dejando vivos sólamente a Yue, Pabloc y Thomas, quienes lo miraron con recelo. Cloud parecía haberse vuelto loco a juzgar por sus extrañas carcajadas... Yue debía actuar rápido si no quería que su amigo Pabloc muriese en aquel lugar. Ni Pabloc, ni Thomas, ni él mismo... Pero él nunca había derrotado a Cloud... ¿Lo lograría ahora? **
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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** Todo se había sucedido demasiado rápido desde que el Caballero de Plata había increpado al Pallasite de Lucero del Alba en relación a ese tal Cloud... Tan rápido, que Pabloc no había alcanzado a comprender hasta que los ataques empezaron a cruzarse entre los presentes...
Cuando Yue empezó a reír a carcajadas y detuvo al que antes había sido su protegido, el Santo de Hércules temió que algo no muy bueno podría estar a punto de ocurrir: De la nada, el Triturador de Estrellas se estaba pronunciando como el mejor de los detectives, exponiendo con claridad los artilugios utilizados por quien había perpetrado los asesinatos. El joven alado estaba demostrando ser muy solvente y claro a la hora de exponer sus conclusiones, lo que había logrado atraer la atención de todos los presentes en la sala. Y como si fuera poco, cuando finalmente señaló al que él considerable culpable, la sangré se le heló al Caballero de Plata: ¿Cómo había cambiado de opinión tan rápido?. Tal vez, sus punzantes cuestionamientos lo habían hecho reflexionar y encontrarse con la verdad... Eso lo alegraba en el fondo, aunque no pensaba quitarle méritos a la investigación de su amigo...
Pero pronto, la tormenta de energía que empezó a rodar por aquella habitación, sacaron a Pabloc de sus especulaciones, para hacerlo tomar posición de guardia. Evidentemente, las conclusiones de Yue habían dado en el blanco y era por eso que ese Cloud había enloquecido y empezado a atacar a todos. Pero por algún motivo, los había dejado a salvo a ellos... Tal vez deseaba tener un enfrentamiento con ellos por algo en particular... Pero... ¿Que tan fuerte podía ser como para querer medirse con dos Pallasites y con un Santo de Athena?... Era imposible saberlo, así que Pabloc optó por despojarse rápidamente de sus ropajes de camuflaje, para vestir su sagrada Armadura de Hércules. Ese era, sin lugar a dudas, el primer signo de que una batalla cruel estaba a punto de comenzar.
El Santo de Plata estaba a punto de abalanzarse sobre Cloud, cuando una duda lo atacó y frenó su movimiento: ¿Y si todo era una trampa para acabar con él?... ¿Si todo había estado planeado desde el comienzo?... Al fin y al cabo, allí era un extranjero y todos los demás eran Pallasites. Así que, antes de moverse otra vez, giró velozmente y se encaró con Yue. Solo lo observaba con detenimiento, hasta que finalmente habló:
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- Vamos Yue... ¡¿Qué esperas?!... ¿No piensas defenderte acaso?... - **
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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**Yue miró con ira a su amigo Pabloc, quien pareció percatarse de ello. Acto seguido, el Hombre Alado bajó la mirada mientras pensaba en una estrategia. Maldita sea, no había modo alguno para él de vencer a Cloud... Y, si lo había, debía descubrirlo cuanto antes o se vería en serios aprietos. **
**Un movimiento elegante y una elevación de mirada fija bastó para que Cloud sonriese y bloquease el primer ataque de Yue, quien se había deslizado sigilosamente hasta su contrincante y había tratado de cortarle la garganta con un cristal de los que fabricaba con su cosmos. Asombrado, se dio la vuelta para liberarse de la mano de su enemigo y golpeó con fuerza su espalda. Con una sonrisa, Yue creyó haberlo logrado. Pero...**
**Una carcajada escapó de la boca de Cloud, quien se había vestido en un abrir y cerrar de ojos con su armadura. Con un poderoso golpe, lanzó a Yue al otro lado de la habitación. Su pecho estaba abierto por el poderoso golpe... La sangre salía de entre los músculos y las fuerzas lo abandonaban. Sonrió al pensar en que había tenido la razón... No podía derrotar a aquel sujeto. **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Esta armadura sagrada me fue entregada hace décadas. Lo sabes muy bien, Yue, que nada ni nadie puede derrotarla. Mi espada posee el poder de la luz, el cual uso a placer. No podéis derrotarme. Destruiré Pallasvelda cueste lo que cueste. -
**Elegantemente, Thomas cerró los ojos y caminó hacia su nuevo adversario mientras lanzaba su siniestra túnica a un lado para dejar paso a una armadura pesada de color rosado y rojo cuyo diamante o metal era precioso. Su espada era enorme y tenía pinta de ser muy poderosa. Aquello era un punto de más para el Hombre Alado y el Caballero de Plata. **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Afirmas poseer un gran poder con tu armadura puesta, cosa que no dudo. Pareces un rival adecuado para mí. Si logras vencerme en combate (si sobrevivo), te ayudaré a matar a estas ratas. Si no, cederás tu vida ante mi espada por el bien de todos. En cuanto a los demás, más os vale no intervenir, ratas. Mi poder se ocupará de manteneros ocupados. -
**Un movimiento elegante y una elevación de mirada fija bastó para que Cloud sonriese y bloquease el primer ataque de Yue, quien se había deslizado sigilosamente hasta su contrincante y había tratado de cortarle la garganta con un cristal de los que fabricaba con su cosmos. Asombrado, se dio la vuelta para liberarse de la mano de su enemigo y golpeó con fuerza su espalda. Con una sonrisa, Yue creyó haberlo logrado. Pero...**
**Una carcajada escapó de la boca de Cloud, quien se había vestido en un abrir y cerrar de ojos con su armadura. Con un poderoso golpe, lanzó a Yue al otro lado de la habitación. Su pecho estaba abierto por el poderoso golpe... La sangre salía de entre los músculos y las fuerzas lo abandonaban. Sonrió al pensar en que había tenido la razón... No podía derrotar a aquel sujeto. **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Esta armadura sagrada me fue entregada hace décadas. Lo sabes muy bien, Yue, que nada ni nadie puede derrotarla. Mi espada posee el poder de la luz, el cual uso a placer. No podéis derrotarme. Destruiré Pallasvelda cueste lo que cueste. -
**Elegantemente, Thomas cerró los ojos y caminó hacia su nuevo adversario mientras lanzaba su siniestra túnica a un lado para dejar paso a una armadura pesada de color rosado y rojo cuyo diamante o metal era precioso. Su espada era enorme y tenía pinta de ser muy poderosa. Aquello era un punto de más para el Hombre Alado y el Caballero de Plata. **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Afirmas poseer un gran poder con tu armadura puesta, cosa que no dudo. Pareces un rival adecuado para mí. Si logras vencerme en combate (si sobrevivo), te ayudaré a matar a estas ratas. Si no, cederás tu vida ante mi espada por el bien de todos. En cuanto a los demás, más os vale no intervenir, ratas. Mi poder se ocupará de manteneros ocupados. -
**Dicho esto, su cosmos envolvió a ambos caballeros en un aura roja, de tal manera que les era imposible (al menos, a Yue, quien ya estaba herido) de moverse. El Hombre Alado abrió atentamente los ojos para observar la reacción del Caballero de Plata y el choque de poderes de aquellos dos guerreros. **
Yue- APRENDIZ
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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** Al fin ese tal Cloud había mostrado su verdadera cara... El Pallasite de Lucero del Alba había accedido a cumplir con los cuestionamientos el Santo de Plata y atacó de una manera muy astuta al culpable de aquella tediosa situación. Con agilidad, el joven alado había intentado cortar el cuello de su adversario con uno de esos cristales que creaba a su antojo, pero el otro hombre fue aún más rápido, dado que con un movimiento imperceptible se libró del ataque de Yue e impactó de lleno en su pecho. Ahora el Trirurador de Estrellas yacía en el piso de la otra habitación, con serias heridas, que parecían comprometer su vida. Pabloc estaba a punto de atacar para vengar a su amigo, cuando el otro sobreviviente (que se había mantenido en silencio y al margen hasta entonces) descubrió su verdadera identidad, dejando al descubierto una armadura roja y brillante, armada con una espada imponente.
¿Qué clase de guerreros eran esos?... El Caballero de Hércules, nunca había visto ropajes como esos y menos con tales complementos. Pero entonces no había lugar para consultar su procedencia...
Un diálogo amenazante se desarrollaba entre los dos extraños aunque Pabloc no alcanzó a escuchar con precisión lo que se decían. Sin embargo, antes de que pudiera correr en ayuda de su amigo caído, una especie de fuerza superior los cubrió a ambos con un aura de color rosado impidiendo cualquier clase de movimiento.
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El combate ente Cloud y Thomas había explotado con toda violencia, generando destrozos y estruendos en aquel extraño lugar subterráneo.
El Santo de Plata no podía quedarse de brazos cruzados y menos con Yue en el estado en el que se encontraba, por lo que pronto empezó a concentrar su Cosmos para tratar de destruir aquel campo magnético que los tenía atrapados.
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De a poco la Cosmoenergía del Caballero Ateniense fue absorbiendo el aura que los tenía cautivos, hasta finalmente liberarlos. Pabloc corrió hasta el lugar en el que se encontraba Yue para asistirlo, y cuando comprobó que el joven alado estaba conciente, fue entonces que habló:
- Creo que debemos escapar Yue... O al menos aguardar a que el combate entre ellos concluya... De esa manera, podremos sacar algo de ventaja sobre el que sobreviva de ese choque... Con tu estado, no creo que podamos enfrentarlos en igualdad de condiciones... - Concluyó el Santo de Plata, mientras una guerra parecía desatarse en la habitación contigua... **
** Al fin ese tal Cloud había mostrado su verdadera cara... El Pallasite de Lucero del Alba había accedido a cumplir con los cuestionamientos el Santo de Plata y atacó de una manera muy astuta al culpable de aquella tediosa situación. Con agilidad, el joven alado había intentado cortar el cuello de su adversario con uno de esos cristales que creaba a su antojo, pero el otro hombre fue aún más rápido, dado que con un movimiento imperceptible se libró del ataque de Yue e impactó de lleno en su pecho. Ahora el Trirurador de Estrellas yacía en el piso de la otra habitación, con serias heridas, que parecían comprometer su vida. Pabloc estaba a punto de atacar para vengar a su amigo, cuando el otro sobreviviente (que se había mantenido en silencio y al margen hasta entonces) descubrió su verdadera identidad, dejando al descubierto una armadura roja y brillante, armada con una espada imponente.
¿Qué clase de guerreros eran esos?... El Caballero de Hércules, nunca había visto ropajes como esos y menos con tales complementos. Pero entonces no había lugar para consultar su procedencia...
Un diálogo amenazante se desarrollaba entre los dos extraños aunque Pabloc no alcanzó a escuchar con precisión lo que se decían. Sin embargo, antes de que pudiera correr en ayuda de su amigo caído, una especie de fuerza superior los cubrió a ambos con un aura de color rosado impidiendo cualquier clase de movimiento.
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El combate ente Cloud y Thomas había explotado con toda violencia, generando destrozos y estruendos en aquel extraño lugar subterráneo.
El Santo de Plata no podía quedarse de brazos cruzados y menos con Yue en el estado en el que se encontraba, por lo que pronto empezó a concentrar su Cosmos para tratar de destruir aquel campo magnético que los tenía atrapados.
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De a poco la Cosmoenergía del Caballero Ateniense fue absorbiendo el aura que los tenía cautivos, hasta finalmente liberarlos. Pabloc corrió hasta el lugar en el que se encontraba Yue para asistirlo, y cuando comprobó que el joven alado estaba conciente, fue entonces que habló:
- Creo que debemos escapar Yue... O al menos aguardar a que el combate entre ellos concluya... De esa manera, podremos sacar algo de ventaja sobre el que sobreviva de ese choque... Con tu estado, no creo que podamos enfrentarlos en igualdad de condiciones... - Concluyó el Santo de Plata, mientras una guerra parecía desatarse en la habitación contigua... **
Pabloc- PLATA
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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**Yue miró a su amigo, quien llevaba, lógicamente, la razón. La herida de Yue se había abierto un poco más, dejando más sangre caer sobre el suelo... Con una mueca de dolor, Yue giró la cabeza y miró a Thomas y Cloud. Con un movimiento elegante, Cloud se había deshecho de un ataque del imponente Thomas, quien se había dado la vuelta para lanzar un nuevo ataque, el cual Cloud esquivó con suma facilidad. Miró nuevamente a su amigo Pabloc y, muy a su pesar, asintió y se levantó. **
**Ambos empezaron a caminar y el Hombre Alado se apoyó en el hombro de Pabloc, quien no parecía estar disgustado o molesto por aquello. Yue supuso que era normal: no sólo había demostrado ser un buen amigo, si no él estaba herido... ¿Qué menos podría hacer alguien tan gentil? Caminaron un poco y trataron de alejarse. Anteriormente, ambos choques habían logrado destruir la puerta principal, por la cual Yue y Pabloc salieron y se dirigieron al exterior. **
**Una vez fuera de la siniestra cueva donde tantas cosas habían sucedido, Yue miró a Pabloc, exhausto y malherido. Se apoyó en una piedra y oyó una doble carcajada... desde dentro de aquel lugar. ¿Qué había sucedido allí dentro? ¿Por qué Thomas y Cloud reían en medio de un enfrentamiento a muerte? Maldita fuese, ¿acaso habrían?... **
**No se equivocó: Pabloc y Yue caminaron un poco más, pero el Hombre Alado no podía más, así que se apoyó en otra piedra, sobre la cual se dejó caer. Frente a ambos debilitados guerreros (por el aura de Thomas), se tenían ahora los dos guerreros que parecían estar a punto de matarse entre ellos hacía no mucho. **
**Yue, cuya vista estaba nublada, creyó poder ver cómo Pabloc reaccionaba al ponerse frente a él. No supo si lo había hecho o no y, si lo había hecho, no supo su motivo, pero claro estaba que no iba a permitir que aquel caballero se enfrentase sólo a ambos guerreros. Muy a su pesar (por el dolor), se levantó y se puso al lado de Pabloc. Se irguió mientras que la sangre seguía saliendo y alzó su arco, el cual invocó con sus tres dedos: el anular, el corazón y el índice. Con el índice de la otra mano, invocó una flecha, con la cual apuntó a Thomas. **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Tú... Maldito traidor. ¿Así que te has aliado a este hombre? ¿Qué planeáis ahora: matarnos a sangre fría? Estoy herido, pero eso no quiere decir que vaya a permitir que mi amigo luche solo contra vosotros... Daré mi vida si es necesario para derrotaros. Iros ahora o tendré que mataros sin dudarlo ni un instante. -
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - ¿Cómo te atreves, insolente? En tu estado, no puedes ni mover una piedra. Tu amigo morirá ante tus propios ojos. Siente, Hombre Alado, cómo tu amigo es asesinado mientras que tú no puedes hacer nada por el simple hecho de ser un inútil. ¡Cloud, ocúpate de él! ¡El Caballero del Hércules es mío! -
**Ambos empezaron a caminar y el Hombre Alado se apoyó en el hombro de Pabloc, quien no parecía estar disgustado o molesto por aquello. Yue supuso que era normal: no sólo había demostrado ser un buen amigo, si no él estaba herido... ¿Qué menos podría hacer alguien tan gentil? Caminaron un poco y trataron de alejarse. Anteriormente, ambos choques habían logrado destruir la puerta principal, por la cual Yue y Pabloc salieron y se dirigieron al exterior. **
**Una vez fuera de la siniestra cueva donde tantas cosas habían sucedido, Yue miró a Pabloc, exhausto y malherido. Se apoyó en una piedra y oyó una doble carcajada... desde dentro de aquel lugar. ¿Qué había sucedido allí dentro? ¿Por qué Thomas y Cloud reían en medio de un enfrentamiento a muerte? Maldita fuese, ¿acaso habrían?... **
**No se equivocó: Pabloc y Yue caminaron un poco más, pero el Hombre Alado no podía más, así que se apoyó en otra piedra, sobre la cual se dejó caer. Frente a ambos debilitados guerreros (por el aura de Thomas), se tenían ahora los dos guerreros que parecían estar a punto de matarse entre ellos hacía no mucho. **
**Yue, cuya vista estaba nublada, creyó poder ver cómo Pabloc reaccionaba al ponerse frente a él. No supo si lo había hecho o no y, si lo había hecho, no supo su motivo, pero claro estaba que no iba a permitir que aquel caballero se enfrentase sólo a ambos guerreros. Muy a su pesar (por el dolor), se levantó y se puso al lado de Pabloc. Se irguió mientras que la sangre seguía saliendo y alzó su arco, el cual invocó con sus tres dedos: el anular, el corazón y el índice. Con el índice de la otra mano, invocó una flecha, con la cual apuntó a Thomas. **
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Yue- APRENDIZ
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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** El Pallasite de Lucero del Alba debía estar lo suficientemente herido como para aceptar la propuesta que el Caballero de Hércules le había hecho un instante atras. Pabloc era conciente de eso, dado que de haber estado en su plenitud física, de seguro que hubiese preferido quedarse a luchar a muerte... Pero este no iba a ser el caso...
El Santo de Plata tomó al joven alado de uno de sus brazos y lo cargó de uno de sus hombros, mientas que el otro hacía todo lo posible para colaborar con el traslado, a pesar de no contar con muchas energías: La sangre brotaba considerablemente de las distintas heridas que le había ocasionado la embestida de Cloud. Y si bien no parecía estar dispuesto a entregarse, durante la fuga que habían perpetrado por la puerta principal de aquel subterráneo (que había sido destruída por el combate que se estaba desarrollando allí), tuvieron que parar dos veces, dado que el cansancio que acumulaban ambos guerreros era considerable.
De pronto se escuharon unas risas por demás estruendosas que parecían provenir de la sala de la que habían huído. ¿Qué era lo que estaba pasando allí?... Imposible saberlo, aunque el Caballero Ateniense sospechó lo peor...
[Maldición… Si por casualidad se aliaron… Estamos perdidos…], pensó en su interior Pabloc, pero rápidamente un movimiento fugaz ante sus ojos, lo sacaron de sus cavilaciones: Efectivamente, Thomas y Cloud habían pactado unirse para acabar con ellos… ¿O acaso ya lo tenían planeado y todo el resto había sido una farsa?... La verdad era que ya no importaba…. Dadas las circunstancias, no tendrían otra opción que luchar o serían presa fácil… Y a pesar del dolor que cargaba, Yue había logrado ponerse de pie por sus medios, dado que había comprendido lo mismo que el Santo de Plata.
Pabloc intentó interponerse a su paso para evitar que lo dañen, ya que deseaba hacerse cargo de la situación él solo, aunque eso le costase la vida… No obstante, el Triturador de Estrellas estaba decidido a dejar su vida allí si era necesario, dado que su postura así lo evidenciaba.
Pabloc levantó la guardia para encararse con ese Thomas, que empuñaba una espada gigante… Mientras que Yue se disponía a atacar a Cloud. Pero… ¿lograría algo en ese estado?.
El Caballero de Hércules tuvo un instante de lucidez y antes de abalanzarse sobre el de la armadura roja, lanzo un ataque que impactó en el costado derecho del desprevenido Cloud… Como no lo esperaba había podido romper su guardia y de esa manera, darle tiempo a Yue para que se posicione mejor para atacar:
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- ¡Ahora Yue!... ¡Este es tu momento!... – Gritó Pabloc, mientras Thomas lo aplicaba un golpe durísimo en la espalda, pero que no sería suficiente para derribarlo...
El combate recién estaba empezando… **
Pabloc- PLATA
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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**Agradeciendo el movimiento de Pabloc, Yue saltó (con gran esfuerzo) y se sostuvo en el aire mientras lanzaba unos cristales a Cloud. El ataque del Caballero de Plata lo había debilitado: el factor sorpresa de Pabloc, ¿eh? Sin embargo, los cristales no sirvieron de nada: se incrustaron en el peto de la armadura de Cloud, quien una vez se recompuso, sonrió y dejó caer los cristales al empujarlos con la hoja de la espada. **
**Con un movimiento veloz, Cloud saltó al aire y trató de cortar la garganta del Hombre Alado, quien pudo esquivar el golpe con gran dolor; su adversario parecía conocer ya su movimiento ya que logró ejecutar un nuevo ataque con su espada y rasgó la pierna de Yue; acto seguido, rajó el hombro y brazo; pecho y espalda y, por último, la cintura. Yue cayó al suelo, más que malherido y apenas vivo, y miró a Pabloc. **
**Se desmayó y, en su cabeza, tuvo un sueño en el que se levantaba y vencía a Cloud con la ayuda de su amigo Pabloc al cortar su garganta. Maldita fuese su suerte... ¿Acaso iba a morir? Sabía que él nunca podría vencer a Cloud... Era más que imposible, y éso había sido demostrado hacía ya mucho tiempo, el día en el que se habían conocido... **
**Había sido un día oscuro en el que Cloud había llegado con una gran sonrisa hasta él y se había hecho pasar por un bandido. Yue, para defender Pallasvelda, lo había enfrentado. Había perdido muy fácilmente y Cloud se había burlado de él, pero en el buen sentido... Parecía que quería conocer al Hombre Alado. Y ahora, allí estaba, a punto de morir... **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Deberías haberte unido a mí, como Thomas lo hizo... Y, de haber sido así, controlaríamos Pallasvelda y ya estaríamos de camino a todas las partes del mundo. ¡Todo sería nuestro! Insolente Hombre Alado... Esas alas no te servirán de nada ahora. -
**Con un movimiento veloz, Cloud saltó al aire y trató de cortar la garganta del Hombre Alado, quien pudo esquivar el golpe con gran dolor; su adversario parecía conocer ya su movimiento ya que logró ejecutar un nuevo ataque con su espada y rasgó la pierna de Yue; acto seguido, rajó el hombro y brazo; pecho y espalda y, por último, la cintura. Yue cayó al suelo, más que malherido y apenas vivo, y miró a Pabloc. **
**Se desmayó y, en su cabeza, tuvo un sueño en el que se levantaba y vencía a Cloud con la ayuda de su amigo Pabloc al cortar su garganta. Maldita fuese su suerte... ¿Acaso iba a morir? Sabía que él nunca podría vencer a Cloud... Era más que imposible, y éso había sido demostrado hacía ya mucho tiempo, el día en el que se habían conocido... **
**Había sido un día oscuro en el que Cloud había llegado con una gran sonrisa hasta él y se había hecho pasar por un bandido. Yue, para defender Pallasvelda, lo había enfrentado. Había perdido muy fácilmente y Cloud se había burlado de él, pero en el buen sentido... Parecía que quería conocer al Hombre Alado. Y ahora, allí estaba, a punto de morir... **
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Yue- APRENDIZ
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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** El Caballero de Plata había podido impactar de lleno en el pecho de ese tal Thomas, una vez que había logrado librarse de la maniobra con la que lo tenía maniatado. Pero a pesar de lo que estaba pasando en su combate mano a mano, Pabloc no podía dejar de observar de reojo lo que pasaba en el otro pleito. Y lo que pudo ver, no le gustó para nada: Evidentemente, el Pallasite de Lucero del Alba no podía enfrentar, bajo aquellas circunstancias, al tal Cloud, que hacía gala del poder con el que contaba y que estaba a punto de disponerse a tomar la vida de su amigo. Pero, ¿qué clase de guerrero podría acabar con un rival que yace desmayado y sin posibilidad de defensa alguna?... Ninguno que fuese de bien… Y eso hecho colmó los ánimos del Caballero de Hércules:
Velozmente se desplazó hasta donde estaba su contrincante y lo embistió con la fuerza suficiente como para arrojarlo lejos y así ganar tiempo para encargarse de lo que en verdad le importaba. Junto a un árbol era que se encontraba Yue y frente a él, Cloud, que no esperaba recibir la maniobra del Santo a sus espaldas. Se notaba que su sed de sangre lo había cegado y no pensaba en nada más que tomar la cabeza del Triturador de Estrellas.
El asombro había ganado por completo el rostro del muchacho, dado que sabía que sus posibilidades de maniobra eran pocas ahora que el robusto Pabloc lo tenía maniatado:
- Ahora ya no intentes nada, porque no tendrá sentido… Pero debes saber que nunca tienes que descuidar tu espalda… Ahora deberás sufrir el impacto de la técnica más conocida de Hércules… ¡Prepárate!... –
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Vociferó el Santo de Plata, a medida que tomaba impulso para ejecutar el famoso Kornephoros, mediante el cual proyecta a su adversario por los aires con una fuerza sobrehumana, con un poderoso lanzamiento vertical, que culmina en un terrible impacto contra el suelo.
Pabloc sabía que había logrado librarse, por un instante, de sus contrincantes… Aunque no podía confirmar por cuanto tiempo… Así que rápidamente se acercó hasta donde estaba desmayado Yue, donde pudo comprobar el mal estado en el que se encontraba el hombre alado:
- Yue… ¿Me escuchas?... Pude librarme de los otros dos, pero solo por un instante… Y si no cuento con tu ayuda, no creo que pueda vencerlos si comienzan a atacarme al mismo tiempo…. ¡Yue!... ¡Respóndeme!... – Gritó el Caballero de Hércules, tras no observar respuestas de parte de su amigo… **
Pabloc- PLATA
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
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**Yue, en su interior, pudo oír los gritos que clamaban ayuda de su amigo Pabloc... Pero ¿tenía las fuerzas suficientes para levantarse? O al menos... ¿merecería la pena levantarse? ¿Por qué hacerlo si el sueño eterno llamado "Muerte" iba a llevarlo con él? Debía ser egoísta, pero ¿acaso no merecía un descanso? No, no podía rendirse en aquel lugar... Debía luchar y, si quería salir adelante, lo primero era ayudar a su amigo de plata. **
**Empezó a levantarse lentamente: en un principio, se arrodilló, pero las heridas le jugaron una terrible pasada y le lanzaron de nuevo al suelo. Sin embargo, no iba a quedarse así: volvió a arrodillarse y se levantó al completo. Sus alas acariciaban sus heridas para evitar una pérdida masiva de sangre. Yue sonrió y miró a Pabloc, quien yacía a su lado. El Hombre Alado asintió y le sonrió para agradecerle y, acto seguido, elevó su cosmos al máximo. **
**Con una sonrisa arrogante, Yue alzó su mano y lanzó su poder. Lo que más impresionó a sus dos adversarios era que el golpe no iba destinado a ellos... ¡Si no a Pabloc, quien ahora estaba encerrado en un aura de poder cósmico! ¿Se sentiría traicionado? En esto pensaba Yue mientras controlaba la esfera para chocarla lo más lejos posible. Tal vez sí, pero lo importante era que estuviese a salvo. Parecía exhausto tras haber usado su técnica más poderosa, y ya había hecho suficiente. **
**Era el turno de Yue: volvió a encender su cosmos y sus alas miraron hacia el cielo, como alegres por la reacción de su maestro. Esta vez, alzó su arco y su flecha y apuntó en dirección de Cloud, quien levantó su espada para protegerse de la flecha. **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Esto, Cloud... ¡Esto es el Cosmos! ¡Esto es el amor hacia los demás! Me conoces muy bien y sabes que no daría la vida por nadie... ¡Pero esta es mi oportunidad para derrotarte! ¡Y una vez lo haga, liberaré al Caballero de Plata para que haga el resto! ¡Pero hasta entonces... ¡hasta entonces no te moverás, maldito engendro! ¡Que mi fuerza te demuestren todo cuanto puedo hacer! ¡Por mi poder! ¡Ahora! -
**Lanzó la flecha. En un principio, Cloud pudo contenerla a duras penas con su espada, pero acto seguido, la hoja se partió en dos y la flecha atravesó limpia y rápidamente el corazón de Cloud, quien escupió sangre mientras estaba de pie y miraba a los allí presentes, sorprendido. **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Has... cumplido tu objetivo, ¿eh? -
**Cloud cayó al suelo, muerto en pie. Con una sonrisa, Yue alzó su mano y deshizo el orbe que rodeaba a Pabloc. Acto seguido, cayó al suelo mientras murmuraba con alegría... **
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Te toca.
**Empezó a levantarse lentamente: en un principio, se arrodilló, pero las heridas le jugaron una terrible pasada y le lanzaron de nuevo al suelo. Sin embargo, no iba a quedarse así: volvió a arrodillarse y se levantó al completo. Sus alas acariciaban sus heridas para evitar una pérdida masiva de sangre. Yue sonrió y miró a Pabloc, quien yacía a su lado. El Hombre Alado asintió y le sonrió para agradecerle y, acto seguido, elevó su cosmos al máximo. **
**Con una sonrisa arrogante, Yue alzó su mano y lanzó su poder. Lo que más impresionó a sus dos adversarios era que el golpe no iba destinado a ellos... ¡Si no a Pabloc, quien ahora estaba encerrado en un aura de poder cósmico! ¿Se sentiría traicionado? En esto pensaba Yue mientras controlaba la esfera para chocarla lo más lejos posible. Tal vez sí, pero lo importante era que estuviese a salvo. Parecía exhausto tras haber usado su técnica más poderosa, y ya había hecho suficiente. **
**Era el turno de Yue: volvió a encender su cosmos y sus alas miraron hacia el cielo, como alegres por la reacción de su maestro. Esta vez, alzó su arco y su flecha y apuntó en dirección de Cloud, quien levantó su espada para protegerse de la flecha. **
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**Lanzó la flecha. En un principio, Cloud pudo contenerla a duras penas con su espada, pero acto seguido, la hoja se partió en dos y la flecha atravesó limpia y rápidamente el corazón de Cloud, quien escupió sangre mientras estaba de pie y miraba a los allí presentes, sorprendido. **
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**Cloud cayó al suelo, muerto en pie. Con una sonrisa, Yue alzó su mano y deshizo el orbe que rodeaba a Pabloc. Acto seguido, cayó al suelo mientras murmuraba con alegría... **
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Re: Yue vs Pabloc (Pallasvelda)
Turno de Rol:
** El Caballero de Hércules observaba admirado cómo el hombre alado había podido recuperar la vertical a pesar de las heridas que hacían que perdiese sangre de forma irremediable... El ataque que había perpetrado el Santo de Plata había ganado el tiempo suficiente como para permitirle a Yue reincorporarse, pero antes de que pudieran planear algún escape de aquel sitio, los dos contrincantes ya estaban allí dispuestos a acabar con ellos. Pabloc estaba evidentemente agotado, tras haber efectuado una de sus maniobras más potentes, por lo que no sabía como proseguir en aquel combate... Hasta que sucedió lo inexplicable: Luego de recuperar el aliento, el Pallasite de Lucero del Alba lanzó una especie de esfera de energía, con la que arrojó al Caballero de Hércules lo suficientemente lejos del lugar de combate.
(¿Qué demonios has hecho Yue?... ¿Cómo actúas así luego de que expuse mi vida para salvar la tuya?...), especulaba Pabloc, que no lograba entender lo que estaba pasando allí... Pero pronto aquella aura de Cosmoenergía se disolvió como por arte de magia, lo que hizo que el Santo de Plata se apresurara para volver a la zona de fuego.
Al llegar allí pudo comprender todo: El Triturador de Estrellas lo había alejado para evitar que corriera riesgo mientras él se disponía a acabar con el más peligroso de sus contrincantes; Cloud, que ahora estaba practicamente derrotado por el efecto de la flecha del Pallasite. Pabloc sonrió y entendió el mensaje de su amigo, por lo que ahora si sabía como seguir.
- No te defraudaré Yue... Ahora trata de recuperarte... - Explicó Pabloc, mientras se disponía a lanzarse a toda velocidad en busca de Thomas, que aún seguía en pie para dar batalla.
El Caballero de Hércules se encaró con él incendiando todo su Cosmos para atacarlo con su temerosa embestida, lo que fue suficiente para acabar con aquel guerrero de poco nivel...
Inmediatamente después, Pabloc pensó en tomar la cabeza de Cloud, pero luego reflexionó:
- Si tomara tu vida en las circunstancias en la que estás, sería un personaje tan vil como tú... Y créeme que es lo último que quisiera... - Concluyó, mientras se disponía a ir en ayuda de su amigo, que estaba exhausto tras el esfuerzo realizado... **
Pabloc- PLATA
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