Petición de Misión Elemento Natural de Zelig

por **Zaraki** Miér Ene 22 2014, 08:33

**El dios de la Muerte se encontraba eufórico por su posición en el Inframundo, todo a su alrededor cobraba verdadero sentido viéndolo desde el punto de vista de alguien de origen divino, su Templo, bello donde los haya, le daba la oportunidad de contemplar cualquier parte del mundo sin dificultad. Zelig, que le gustaba pasar largos ratos observando los restos de civilizaciones antiguas, pudo ver en una de ellas unas tablillas con extraños signos, en ellos parecían explicar una especie de leyenda sobre un señor oscuro que conseguía alcanzar cotas inimaginables de poder. El aspecto de aquel ser coincidía a la perfección con el kamui del dios de la muerte, algo que le picó la curiosidad, inmediatamente hizo llamar a uno de sus sirvientes para que le explicara un poco más sobre su nueva armadura.**

**El sirviente, uno de los más antiguos del Infierno, le dijo que lo mejor para tratar de obtener información sobre esas cuestiones era visitar al oráculo negro, una entidad tan antigua como el averno que servía a los dioses para obtener informaciones sobre eras pasadas. Zelig, sin pérdida de tiempo, viajó a verlo para intentar encontrar algo de luz en toda esta historia.**

por **TuRco-SaMa** Miér Ene 22 2014, 12:54

**El templo del oráculo era un sitio oscuro y frío, un poco menos que el helado Cocytos que albergaba a aquellos que se habían atrevido a levantar su puño contra los dioses. Una serie de enormes rocas y acantilados se mostraban amenazantes y le daban el plus de terror a aquel terrible sitio. Un cosmos podía sentirse a lo lejos, y que se acrecentaba a medida que el Dios de la Muerte se acercaba. Con un leve temblor, una enorme cabeza surgió del suelo, se trataba de un dragón, con apariencia de ser muy anciano, despues de todo, coincidía con la descripción del oráculo si era tan antiguo como el averno.

- Oh, cuanto hacía que ningún alma vagaba por estos territorios en mi búsqueda. Menos me hubiera imaginado que sería el propio Dios de la muerte, es un honor tenerlo aquí, Zelig. ¿En que puede ayudarlo este viejo monstruo?-

Rol minimo 15 lineas

por **Zaraki** Miér Ene 22 2014, 13:32

**Nada más llegar al lugar indicado pudo notar un fuerte cambio térmico, del calor habitual de la mayoría de los sitios del Inframundo se pasó a un intenso frío, casi a la par con el Cocytos. El paisaje era escarpado, con grades laderas de riscos afilados que invitaban a darse la vuelta a sus visitantes, Zelig, totalmente convencido, disfrutaba por primera vez de las vistas de aquel sitio, al fin y al cabo era la primera vez que salía de su Templo portando la armadura de dios. Todo le era nuevo y le llamaba poderosamente la atención, con mucho cuidado fue caminando a la espera de encontrar algún rastro del Templo Negro. Después de un rato ascendiendo llegó al sitio, lo supo en cuanto puso pie en ello, un intenso y frío cosmos se dejaba notar en el ambiente hasta que, de pronto, surgió una enorme cabeza de dragón antiguo que se dirigió a frenar su marcha.**

**El dragón, con una exquisita educación, le invitó a que le preguntara cualquier asunto a la misma vez que se mostraba sorprendido por la llegada del dios de la Muerte, su aspecto, viejo y arrugado, era más o menos como podría imaginarse cualquiera a uno de los seres más antiguos del Infierno.**

-Gracias Oráculo negro, me alegro de que te prestes a mostrar tu vasto conocimiento sobre las cosas. Mi venida hasta tu templo tiene una explicación sencilla y práctica, desde una de las zonas de mi templo he podido contemplar una serie de grabados y litografías de una civilización muy antigua, en ellos se muestra lo que para mi entender es, un antiguo portador de la Kamei que llevo alzándose poderoso. Mi pregunta es, ¿puedes descifrar la historia para mi?, sé que para alguien tan antiguo como el mismo mundo le será bastante fácil, pero es que algo me dice que sacaré una valiosa información de todo esto. Esperaré aquí tranquilo tu contestación, mira, generaré aquí mismo un vacío para que puedas contemplarlo detenidamente.-

**Zelig abrió sus manos para generar un vacío en el espacio, su capacidad como dios le hacía poder rasgar las finas capas que separan las dimensiones conocidas para poder ver las cosas a distancia sin necesidad de estar presente. En el interior del vacío, y de manera muy nítida, el dios de la muerte mostraba al dragón las litografías en las que se podía ver la historia que le resultaba interesante, el joven, que miraba con atención todos los gestos del anciano ser, esperaba que le fuera familiar y fácil identificar todo, de su explicación dependían muchas cosas importantes y misteriosas del Kamei del dios de la muerte. Una vez enseñado todo se sentó en un asiento del Templo negro a esperar que no se demorara mucho su contestación, tenía especial curiosidad por el grabado que tenía su armadura.**

por **TuRco-SaMa** Miér Ene 22 2014, 13:56

*El dragón entrecerró los ojos, como si tuviera alguna especie de problema visual que le impedía ver bien la imagen. Luego de unos instantes los abrió de nuevo y observó a Zelig. Luego de un suspiro, donde dos columnas de humo se escaparon de sus fosas nasales, dijo con calma

- Ya veo, su curiosidad como humano está a flor de piel, lo que quizás indica que sus poderes no han despertado del todo. Soy partidario de que las historias son más interesantes cuando se viven, y no cuando se cuentan. Por lo tanto, lo llevaré directamente a los hechos, para que tenga las respuestas a sus preguntas...-

Los ojos del dragón se volvieron blancos y comenzaron a despedir intensos destellos de luz...

Off: Ahora debes hacer un rol donde eres transportado sin tu armadura a un campo. Allí, hay un hombre ayudando a una de sus vacas a parir

por **Zaraki** Miér Ene 22 2014, 14:34

**No esperó mucho tiempo Zelig allí sentado, el dragón, con un gesto de saber muy bien lo que se hacía, suspiró con fuerza al ver con dificultad las imágenes que el dios le mostraba, acto seguido le indicó al joven, que lo mejor para encontrar respuestas era viajar al lugar de las preguntas. Tras decir esas palabras comenzó una especie de trance con sus ojos iluminados de un blanco centelleante, la luz, de un calor peculiar, comenzó a invadir el cuerpo de Zelig haciéndolo caer en un dulce sueño. La divinidad, ajena a todo lo que estaba ocurriendo, desapareció del Inframundo en la misma nada, pero ¿qué querría decir el viejo dragón con sus palabras?.**

**El cuerpo del dios de la muerte yacía en un árbol sin su preciada armadura, con su túnica característica permaneció en aquél campo hasta que fue despertado por los cariñosos lamidos de una vaca de aspecto saludable. Zelig, con claros gestos de asco, lanzó improperios contra el Oráculo Negro esperando ser escuchado, -¿esa es forma de tratar los asuntos de un dios?, en cuanto regrese al Inframundo tendrás tu merecido castigo-..fueron las mejores frases que un irritado y molesto Zelig le dedicó. La vaca, asustada por la fuerza y potencia de los gritos, apenas pudo emitir un leve mugido mientras se alejaba de allí, -estúpido animal...- le dijo quitándose la hierba incrustada en su ropaje.**

[¿Donde estoy?, ¿por qué este maldito dragón me despojó de mi armadura divina?, ¿acaso quiere acabar conmigo?. Nada me hizo pensar esto cuando me habló tan amablemente...bueno...no importa...mi armadura no es más que un apoyo, sigo siendo igual de fuerte, soy el dios de la muerte, jajaja. Eso de allí parece una triste granja, me acercaré a ver a su insignificante dueño, quizás me pueda decir algo interesante.]

**Zelig fue caminando por el campo en el que pastaban aún las vacas de aquella granja, tras su paso, los animales corrían alejándose como presintiendo el poder de su visitante. El joven dios intentaba respirar hondo para quitarse parte del enfado mientras respiraba el aire puro de la montaña, sin duda, el paisaje era inmejorable, sus colores vivos, su cielo azul intenso, el verde de la hierba...todo parecía en armonía hasta que escuchó los gritos angustiosos de un animal, el sonido parecía proceder de la parte de atrás de la granja. Zelig, curioso, fue a ver de lo que se trataba pensando que igual, estaban torturando algun animal o algo parecido. Su sorpresa fue mayúscula al ver que todo era bastante más simple, una vaca tenía dificultades en tener a su ternero, y el dueño, con especial habilidad, estaba intentando ayudarla. La divinidad sonrió al ver la escena, una curiosa antítesis se estaba dando en ese momento, el ternero luchando por su vida, y el dios de la muerte contemplando la escena.**

por **TuRco-SaMa** Miér Ene 22 2014, 20:48

** Zelig llego a aquella pequeña granja de Grecia contra su voluntad. Despojado de su armadura divina fue plantado en el medio del campo, obligado a explorar el terreno en busca de respuestas. Allí encontró un hombre que estaba ayudando a parir una de sus vacas. Era un parto extraño, pero el granjero ya estaba acostumbrado; todos los animales de su terreno, parían crías gemelas casi sin ningún problema, lo que era una bendición para este muchacho. Luego de ayudar a su vaca, y sacarse algo del líquido viscoso de encima, se dió cuenta de la presencia del dios, obviamente, sin saber a ciencia cierta quien era realmente.

- Oh forastero, disculpa que no haya escuchado tu llegada, sin dudas fue un trabajo duro, pero me acostumbro a esto. Mi nombre es Admeto, que te ha traído hasta aqui joven?...-

El granjero hizo una especie de ademán para que Zelig se presentara y dijera cual era el motivo de su llegada...

por **Zaraki** Miér Ene 22 2014, 22:39

**El joven dios miró alejado todo sin intervenir, su sorpresa fue mayor al ver el motivo de los gritos de la vaca, era un parto múltiple. Dos pequeños terneritos, bien formados, rápidamente se pusieron de pie para acercarse a su madre, el hombre, quitándose los restos del parto con una toalla húmeda se dió la vuelta para ver quien era el dueño de aquella sombra que se proyectaba en la pared del granero.**

**El aspecto amable del granjero, y su gesto de concordia al presentarse y parecer hacer un movimiento para que Zelig se presentara, hicieron que éste se tomara el encuentro con calma, estaba en una zona desconocida, y era mejor guardar las formas hasta que supiera todo lo que había ocurrido con certeza. Lentamente el dios levantó su mano en señal de saludo, a la misma vez que le preguntó varias cosas.**

-Admeto, curioso nombre para un granjero. Por lo que he visto no es la primera vez que haces algo parecido, ¿me equivoco?, un parto múltiple es un candidato perfecto para que la madre muera en el proceso, sin duda tus animales tienen que estar agradecidos a tu destreza, te felicito. Mi nombre es Zelig, y como habrá comprobado por mi aspecto, no soy de aquí, por cierto, ¿donde estamos?. Solo sé que encargué esta mañana un cochero para que me llevara a la ciudad, y he despertado por los lamidos de una de sus vacas a la sombra de un gran árbol. Me temo que he sido robado impunemente. ¿Hay en los alrededores de su campo algo de especial interés?, ¿algo por lo que la gente suele venir hasta aquí?, quien sabe, igual todavía tengo tiempo de aprovechar mi mala fortuna.-

**Zelig intentó mostrar normalidad, no quería que aquél hombre de aspecto amable, pensara otra cosa sobre él, que no fuera la de un forastero poco agraciado y robado. En el papel de victima uno empatiza rápido con sus auxiliadores, desde esa posición uno puede aprovechar el momento de confusión para sacar algo más que información, en la mente de Zelig aún retumbaban las palabras de aquél dragón oscuro: "Soy partidario de que las historias son más interesantes cuando se viven, y no cuando se cuentan. Por lo tanto, lo llevaré directamente a los hechos, para que tenga las respuestas a sus preguntas..."**

por **TuRco-SaMa** Jue Ene 23 2014, 14:13

** El hombre escuchó atento las palabras de Zelig, que se mostraba como un forastero con mala suerte al ser engañado por un carruaje. Terminó de secarse las manos con la toalla y se acercó al joven. Un pequeño escalofrío recorrió la espalda del granjero, al cruzar miradas con la mismísima muerte, pero creyó que era solamente una sensación suya.

- Bueno, muchas gracias, se ve que usted tiene muy buenos modales. Estoy acostumbrado a esas situaciones, parece una bendición del mismo Apolo. Desde que me hice cargo de esta granja, todos los animales tienen crías gemelas, y gano muy bien vendiendo carnes, cueros y leche, y además vivo feliz aqui con mi esposa. Es una verguenza lo que le ha pasado, pero como usted sabe, bandidos hay en todos lados, agradezca que está bien de salud o que no lo han herido forastero. Usted se encuentra en Feres, localidad de Tesalia, espero que no sea muy lejos de su destino...-

por **Zaraki** Jue Ene 23 2014, 21:42

**Por lo visto la interpretación de Zelig salió a la perfección, el granjero, que en un primer momento lo miró con cara asustada, rápidamente le indicó el lugar en el que se encontraban, Feres, Tesalia. El joven dios pareció sorprenderse con las palabras de aquel hombre, Tesalia estaba mucho más lejos de lo que suponía en un principio, además muy cerca del Santuario, el territorio enemigo por excelencia, pero ¿para que lo llevaría allí el Oráculo Negro?.**

-Vaya, tus palabras son un verdadero problema. Se ve que me drogaron o algo parecido, y pasé demasiado tiempo en ese coche. Lo cierto es que si estoy bastante lejos de mi hogar, Rostock, Alemania. Si, lleva toda la razón, corren malos tiempos en el mundo, parece que los corazones de las personas se están volviendo oscuros como la noche, no sé hasta donde vamos a llegar...pero bueno, tampoco quiero molestarle mucho más, si es tan amable, ¿puede llevarme hacia algún lugar donde pueda informarme un poco más sobre esta zona?, al estar respirando este aire tan puro, y ver la excelsa belleza de sus paisajes, me ha entrado mucha curiosidad por sabes más cosas sobre Feres.-

**Zelig continuaba aparentando una actitud muy cercana a la de un simple turista desorientado, quería recopilar el máximo de información posible para poder comprender los oscuros propósitos del dragón antiguo. Mientras esperaba que aquel amable hombre le contestara, miró un poco con detalle las curiosas vacas que estaban pastando tranquilas en el establo. Por lo visto, el hombre vivía en la granja con su esposa, y por su plegaria, rendía culto al dios Apolo, algo más de información que podía ser útil. Zelig pensó en la vida miserable de aquel hombre, que a simple vista parecía feliz, con que poco se conforman los humanos en la Tierra, con un simple chasquido de uno de sus dedos, el dios de la muerte podía terminar con todo en décimas de segundo, pero por el momento aquel granjero era más útil vivo, que muerto.**

por **TuRco-SaMa** Jue Ene 23 2014, 22:19

El granjero se sobresaltó al escuchar las palabras de Zelig y mostró sorpresa cuando indico de donde venía. Dejo que el forastero termine su historia para contestarle.

-A...A... Alemania!? Qué diablos es ese lugar! Jamás en toda mi vida había oído hablar de él y eso que he recorrido gran parte de este mundo. Aunque usted me vea con mis fachas de granjero, he participado en la expedición de los Argonautas. Pero viendo que usted viene de un lugar tan lejano, quizás no conoce de ellos. En fin, el lugar donde le pueden dar más información y mapas es en la ciudad, pero está a algunos kilómetros de aquí y seguramente la noche lo atraparía antes de llegar. Con su mala suerte no lo dejaría que haga semejante viaje! Con gusto me ofrezco a acompañarlo mañana temprano!

El hombre caminó hacia un rincon del establo donde algunos ladrillos estaban amontonados, tomo cuatro o cinco entre sus brazos y hablo a Zelig

- Je, creo que voy a necesitar un poco de ayuda con unas refacciones rápidas que tengo que hacerle a la casa! Pero si las terminamos a tiempo, mi esposa nos cocinará una rica cena y podrá quedarse esta noche con nosotros, y mañana a primera hora, irá a la ciudad. ¿Qué me dice?-

Spoiler:

por **Zaraki** Vie Ene 24 2014, 00:10

**Si la sorpresa era la nota predominante desde que puso su pie en aquel campo, las palabras del granjero no hicieron más que acrecentar las dudas de Zelig. Por lo visto había realizado un viaje al pasado, ya que los Argonautas eran de la época del mito, y el desconocimiento de Alemania no podía significar otra cosa. A pesar de la enorme sorpresa por la respuesta, el amable hombre invitó al dios a pasar la noche con ellos, para al día siguiente viajar a la ciudad, el único requisito, ayudarlo con unas pequeñas reparaciones.**

-Por lo que veo estoy más perdido de lo que pensaba. ¿Los Argonautas?, creo que escuché algo de ellos, ¿eran unos héroes no?. Bueno, visto lo visto, no quiero tentar de nuevo a la suerte, su ofrecimiento parece de lo más sensato, y la verdad, tengo bastante hambre, jajaja. Veamos que es lo que puedo hacer con esos ladrillos, pero no le engaño, nunca he sido bueno con trabajos manuales, se puede decir que vengo de una familia acomodada.-

**Zelig no daba crédito a la información recabada, si estaba en la Grecia Antigua, seguro que encontraría respuestas al origen de la tablilla que observó desde su templo. Viendo la gran disposición de aquel fornido hombre, no le quedó otra que aceptar el quedarse con ellos. No tardaron mucho en terminar de reparar unos pequeños agujeros de una pared del establo que conectaba con la casa, Admeto era un hombre muy habilidoso, Zelig apenas le acercó unos cuantos ladrillos. Cuando terminaron la obra se acercaron al interior de la casa.**

**Ya se podía oler a un rico guiso desde la misma puerta de entrada, las tripas del dios de la muerte parecieron reaccionar emitiendo un fuerte ruido, Zelig miró al hombre y sonrió. Casi al mismo tiempo su mujer, salió a saludar desde la cocina, una bella cocinera delgada y rubia cuyo nombre era Alcestis. Acabadas las presentaciones marcharon al comedor para degustar un buen plato de carne con guisantes, y un sabroso vino de mesa de lo más dulzón. Tras la correspondiente sobremesa donde Zelig preguntó más cosas sobre la zona, todos marcharon a dormir para despertar al día siguiente lo más temprano posible.**

**La habitación de invitados de aquella casa, era de lo más acogedora, una cómoda cama bien ordenada, y una pequeña mesa con un par de velas para alumbrar. El diseño de los muebles si que parecían ser de la Grecia antigua, sobrios y ornamentados. Zelig, que apenas duerme, se sentó cerca de la ventana para contemplar la noche salvaje de un lugar rural, sus sonidos, sus olores,...hasta que de pronto, los gritos del hombre irrumpieron en la madrugada. El joven dios corrió a ver lo que pasaba, pero entre el ruido de los animales, los gritos agónicos de ayuda de Alcestis, y los golpes de su marido contra el suelo y las paredes, no le dejaron apenas ver nada. Pero, ¿que le estaba ocurriendo al granjero?.**

por **TuRco-SaMa** Vie Ene 24 2014, 14:25

** Los gritos del hombre eran desgarradores, parecía que estaba siendo arrastrado al mismísimo infierno y rompían el silencio de la madrugada. Un viento sopló dentro de la casa, y apagó todas las velas, pero a la vez, una gran luz se hizo presente en el lugar. Aquella extraña magia, sin embargo no sorprendía ni a Alcestis ni Admeto, que al parecer habían estado esperando la llegada de aquel día. Frente a la pareja se hicieron presentes tres ancianas, que estaban rodeadas de una intensa aura y las tres apestaban a muerte. Si bien estaban en cuerpos separados, cada vez que alguna hablaba se podía escuchar el eco de las voces de las otras dos

- Ademto, rey de Tesalia, ha llegado la hora de que mueras. Es el dia y la hora señalada por el destino para que termine tu vida, o que cumplas el trato que nos ha hecho Apolo. Si no desas morir, dime el humano que quieras que parta en tu lugar....-

- Yo iré, pero por favor detengan el dolor de mi marido!- Exclamó firme Alcetis con los ojos empapados en lágrimas. Admeto, que estaba hecho una bola de gemidos incomprensibles a causa del dolor, tomó el brazo de su esposa y meneó la cabeza para que no lo haga

- Amor, ya has hecho demasiado por mí, no puedo soportar verte en estas condiciones, voy a salvar tu vida a costa de la mía, aún eres joven y hermoso, podrás encontrar otras mujeres que te hagan feliz!- La voz temblorosa de la mujer estaba a punto de quebrarse. Estando frente a las Moiras, no temía a la muerte si lograba salvar la vida de su amado. Unas lágrimas caían de los ojos de Admeto, que era incapaz de coordinar una palabra, pero sostenía firmemente el brazo de su esposa para evitar que vaya en su lugar.

- Si Admeto no dice nada en contra de tu voluntad, tu carne será aceptada como el sacrificio, pero descuida no sufrirás. El Dios de la Muerte que ha estado conviviendo con ustedes todo este tiempo, está listo para hacerte partir hacia el otro mundo sin dolor alguno... THÁNATOS!-

El grito de las ancianas retumbó en toda la casa invocando los poderes del Dios de la Muerte, que había renacido en el mismo Zelig.

Spoiler:

por **Zaraki** Vie Ene 24 2014, 20:30

**Pronto comprendería el porqué de la llegada a Tesalia a manos de la magia del dragón oscuro, Zelig, perplejo por los acontecimientos, pudo ver como una fuerte ventisca apagó todo rastro de luz en la casa, a los pocos segundos, totalmente iluminadas, aparecieron tres cuerpos de mujeres de edad avanzada que flotaban en el aire, la pareja de granjeros no se vio sobresaltada, incluso se podía decir que aquello no era la primera vez que ocurría. El joven dios permaneció en segundo plano observando todo con detalle, no quería intervenir en algo que no era de su incumbencia.**

[Pero que demonios es esto...yo conozco la naturaleza de esas tres entidades, son las Moiras, las tres brujas que tejen los hilos del destino de los humanos, pero ¿que hacen en esta casa tan insignificante?, ¿habrá sido mi presencia lo que ha provocado todo esto?. Bueno, creo que tengo que ser prudente en estos momentos, si me descubren tendré que intervenir y puede que pierda todo lo que llevo avanzado, dejaré que el destino siga su camino.]

**Zelig las miró desde cierta distancia, escuchó todo lo que le fue dicho a la amable pareja, por lo visto el dios Apolo tenía una especie de trato con ellos, y ahora, mediante las Moiras, venia a cobrar su tributo. La bella mujer intentó mediar por su marido, por lo visto Admeto, prometió algo de lo que hoy mismo se cumplía el plazo. La actitud de las tres brujas fue de indiferencia, le daba igual llevarse al hombre o a la mujer, de hecho, la actitud cobarde del hombre fue lo que hizo que las Moiras cambiaran de objetivo y descubrieran al dios.**

-Sucias, criaturas, como osáis nombrarme...¡Quien os ha mandado a castigar a estos hombres!, ¿acaso Apolo ahora decide la muerte de los humanos?, decirle a ese dios, que mi señor Hades es el único que tiene ese derecho legítimo. En cuanto a lo que habeis comentado, no volvais a poner palabras en mi boca o yo mismo romperé vuestros hilos. Mi razón al estar aquí no es cosa vuestra, decirle a Apolo que se dedique a sus funciones y deje la Muerte al dios que porta su esencia. Yo decidiré lo que tenga que ser en cuanto a estos dos humanos, así que...¡Largaos!!!!.-

**Zelig estaba tremendamente enojado, sus poderes seguían dormidos por la oscura magia del Oráculo Negro, pero partes de su cuerpo comenzaban a reaccionar por los acontecimientos, la marca oscura que llevaba en su frente brotó con fuerza indicando que el proceso del despertar se había iniciado.**

Off: Lanzo dados para el reto

por **Shikamaru** Vie Ene 24 2014, 20:30

El miembro 'Zaraki' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Dado del éxito' :
Petición de Misión Elemento Natural de Zelig Dadoexitos

Resultados :
Petición de Misión Elemento Natural de Zelig 77y5

Petición de Misión Elemento Natural de Zelig B8sl

por **Zaraki** Vie Ene 24 2014, 20:49

Nota:

**Las tres brujas se miraron entre ellas sorprendidas, no entendían el enfado del dios de la Muerte, al fin y al cabo ellas eran unas simples mensajeras del dios Apolo. La tensión fue en aumento por el cosmos que empezaba a violentarse desde el cuerpo de Zelig, los muebles de la casa temblaban por las ondas, algunos de ellos reflejaban las primeras hendiduras, incluso alguno explotó en pedazos. Los ojos del dios de la muerte se oscurecieron como la misma noche, estaba dispuesto a culminar su amenaza costara lo que costara, su orgullo no le dejaba pensar en otra cosa que no fuera castigar a las Moiras por desbaratar sus planes. Con un rápido vistazo pudo ver como Admeto cesó un poco en sus gestos de dolor, las brujas habían aflojado algo sus ataduras al encontrarse en el punto de mira de la misma muerte.**

-No lo pienso repetir más veces, sabéis que no es muy inteligente enojar a un dios, así que desaparecer de una vez y dejar que yo me ocupe de este asunto. Como seguís en vuestra actitud irritante, os voy a pedir que me digáis el motivo por el que uno de estos dos humanos tiene que ser llevado al Inframundo, no vaciléis en vuestra respuesta, estoy dispuesto a destrozar vuestros castigados cuerpos. Al lado de un dios no sois nada, puro reemplazo por mucho que os sintáis poderosas por ser las encargadas del destino. Yo mismo me encargaré de nombrar a vuestras sucesoras. Mi cosmos está empezando a reaccionar y pronto despertaré mi poder de nuevo, en cuanto lo haga agradeceréis el estar lejos de aquí, os lo prometo. ¡Venga, Hablad!.-

**Zelig estaba subiendo el tono de sus amenazas, no había más cosa molesta para él, que el faltarle el respeto en acciones como esta, las cosas del Inframundo son para los seguidores del dios Hades, cualquier intromisión, fuera de quien fuera, estaba destinada a provocar una Guerra Santa. Hasta lo que sabía Zelig, el dios Apolo no estaba entre los mortales en esta era, seguramente entendería que lo mejor es que dejara estos asuntos en manos del dios de la muerte. Pero claro, igual la era en la que se encontraban no era la que vivía el joven dios. Fuera como fuere, el Oráculo Negro lo mandó a Tesalia por algo concreto, el tener que intervenir en un asunto como este podría encajar perfectamente en los motivos por los que fue enviado hasta la granja. Los Argonautas, término que le vino a la mente en ese mismo instante.**

por **Shikamaru** Vie Ene 24 2014, 20:49

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Resultados :
Petición de Misión Elemento Natural de Zelig 77y5

por **TuRco-SaMa** Vie Ene 24 2014, 22:56

**Zelig se mostraba irritado ante las Moiras que lo miraban de manera amenazante. Mientras tanto, Admeto retorciendose del dolor, se aferraba al brazo de su esposa que lloraba observando la situacion perpleja.

-Al... Alcestis..- alcanzó a murmurar el granjero que estaba siendo víctima de un horrible sufrimiento.
- No amor, ya pronto todo terminara! Vamos, deprisa! ¡Que estan esperando todos ustedes? No es muy dificil lo que pido, yo moriré en lugar de él!- Grito la joven sobresaltada y casi en estado de shock

-SILENCIO MORTAL! Debemos obedecer las órdenes que se nos han dado y darte una muerte sin dolor! Y el único que puede hacer eso, es este dios de pacotilla que al parecer no sabe hacer otra cosa que gritar y enojarse! Vamos! LLEVATELA DE AQUÍ, THANATOS! O HADES SE ENTERARÁ DE TU NEGLIGENCIA!-

Acongojada, Alcestis abrazaba a su marido, tratando de pasar los últimos instantes, aferrada al amor de su vida. Las Moiras también estaban comenzando a mostrarse impacientes por el hecho de que Zelig no acataba las órdenes que les eran dadas, sabiendo que aquellas tres viejas brujas servían a Hades y que no dudarían un momento en hundir en la verguenza al joven dios.

por **Zaraki** Vie Ene 24 2014, 23:41

**Las Moiras, lejos de amedrentarse por las amenazas del dios de la muerte, se alzaron sintiéndose poderosas contra Zelig en sus palabras. Con un gesto de extrema crueldad, mandaron callar a la pobre mujer que lloraba desconsolada al ver que su marido se estaba muriendo. El cosmos del dios oscuro iba creciendo en potencia por el enfado con aquellas tres brujas. Una cosa tenía clara el joven dios, de allí no se iría sin castigar a los tres esperpentos que manipulaban los destinos de sus hospitalarios anfitriones. Alcetis no sabía ya que hacer para que el trato se cumpliera con su sacrificio, totalmente abrumada por los acontecimientos gritaba a la desesperada para que le hicieran caso, pues la visión de su marido dejando su vida allí mismo la aterraba profundamente. Sus lágrimas pronto se tornaron de un rojo apagado, estaba llegando a sus limites.**

-No sé quien os creéis que sois para gritar así a un dios. La próxima vez que vuelva a escuchar vuestros desagradables gritos, juro que os arrancaré la lengua de cuajo para haceros callar, viejas brujas. Aunque pensándolo bien, creo que será un justo castigo por blasfemar de esa manera. En cuanto a vuestras amenazas ya deberíais saber, que el dios de la muerte tiene permiso para decidir él mismo sobre la vida y la muerte de los humanos, es mi función el hacer que el equilibrio sea real en todo momento. De todas maneras, no será el dios Apolo quien decida llevarse a la mujer o al hombre, dejaré que ellos mismos tomen la decisión, yo me limitaré a llevar a uno de ellos a los dominios del dios Hades, que sea él el que decida lo que le parezca.-

**Zelig miró a la mujer con gesto serio, es cierto que aquellos humanos le habían tratado con una hospitalidad exquisita, y que solo por eso les perdonaría la vida, pero en un momento tan tenso en el que los insultos y blasfemias estaban llegando al limite, sus pensamientos se centraban en el castigo que sin duda, ejercería sobre las cabezas de las tres Moiras. Sus energías poco a poco se iban acercando al nivel habitual, pronto despertaría completamente para poder acabar con un asunto, que le estaba empezando a molestar demasiado. Partes de las paredes de la granja comenzaron a resquebrajarse por el acumulo de poder, los animales, inquietos en todo momento, comenzaron a mugir fuertemente como aviso de lo que se les venía encima.**

por **Shikamaru** Vie Ene 24 2014, 23:41

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por **Zaraki** Sáb Ene 25 2014, 00:05

**Poco a poco las fuerzas del dios de la muerte empezaban a aflorar por su cuerpo, sus sentidos comenzaban a despertar y en poco tiempo tendría la capacidad de portar su preciada Kamei. Mientras, no dejaba de mirar atentamente a todas y cada una de las brujas, la de menor tamaño que estaba muy cerca de Alcetis, tanto que su fétido aliento a muerte estaba apestando su pelo; otra de ellas, la de aspecto más grueso, miraba por la ventana como intentando disimular los nervios por tener al dios de la muerte enfadado, su hedor era aún más asqueroso; la última de ellas, la de mayor altura, no dejaba de mirar a Zelig por encima del hombro, como si quisiera aparentar que tenía la situación controlada, algo que muy pronto vería que estaba lejos de ser cierto.**

-Esto es lo que queríais, ¿no?. Ya he podido despertar de nuevo mis poderes, y me preparo para vuestro castigo, ¿quien será la afortunada de ser la primera?, ¿tú, asquerosa y repugnante enana?, ¿o serás tú, gorda basura apestosa?, aunque, pensándolo bien, la que se cree que puede mirar al dios de la muerte por encima del hombro es mi favorita. ¿Qué haré contigo Moira?, ¿será suficiente con arrancarte la lengua?, ¿o tendré que partirte las piernas y los brazos para que, la próxima vez que nos veamos vengas arrastrándote a verme. En cuanto a vosotros, mortales, no temáis, te llevaré yo mismo a las puertas del Infierno para que juzguen vuestros destinos, luego veremos que se puede hacer con la promesa que le hizo tu marido a Apolo.-

**Zelig se vistió con su armadura para castigar a la bruja más alta, de un salto prodigioso la agarró con fuerza del cuello, las otras brujas se apartaron temerosas por ser las siguientes. Con la mirada penetrante en su gaznate le introdujo la mano para arrancarle la lengua, pero en el último segundo reculó y no le hizo nada. Después las miró y se rió a carcajadas de ellas, su intención era que supieran quien manda realmente, que la proxima vez que lo vieran temblaran al recordar que él, y solo él, es el dueño de sus destinos. Con paso firme fue a recoger a la mujer, ésta lo miró sorprendida al ver que tenía una armadura, nunca pensó que aquel extranjero fuera realmente, un dios oscuro.**

por **Shikamaru** Sáb Ene 25 2014, 00:05

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Petición de Misión Elemento Natural de Zelig 77y5

por **Zaraki** Sáb Ene 25 2014, 16:19

**Tras la tensión del momento todo volvió a una calma aparente, el dios de la muerte había recobrado sus poderes y podía realizar el viaje que le ahorraría sufrimientos a la bella Alcetis. Con el intercambio decidido era el momento de preparar el viaje al Inframundo, Zelig la llevaría en cuerpo a las mismas puertas para que, la autoridad competente, decidiera el destino de la hospitalaria pareja. Pero antes de rasgar el espacio-temporal para viajar al interior del averno, se paró a despedirse de las Moiras, y de un dolorido Admeto que lo miraba con cara de preocupación, la visión de la misma muerte es algo destinado a las personas agonizantes que esperan, sin poder hacer nada, a que la guadaña corte el fino hilo que lo vincula a la tierra para desaparecer por completo y quedar, como un simple recuerdo en los corazones de sus allegados.**

-Sucias Arpías, pasaré por alto este incidente para que os sirva de escarmiento. El dios de la muerte es un dios por algo, no tengo piedad por seres como vosotras, ruines manipuladoras. Si alguna vez más en vuestra existencia, me faltáis al respeto como habéis hecho en este sitio, no dudaré en despellejaros vivas, y arrojaos al fondo de la prisión más tétrica del Inframundo. En cuanto a ti, Admeto, no sé nada de tus obligaciones con Apolo, tampoco me interesa, pero como muestra de vuestra hospitalidad, llevaré en cuerpo a tu mujer para que rinda por tus asuntos. Tienes suerte mortal, es un privilegio que un dios lleve un cuerpo humano a ser juzgado. No creo que nos volvamos a ver más, así que suerte Admeto, creo que no serás el mismo a partir de hoy.-

**Justo al terminar las palabras Zelig, alzó su mano para rasgar el espacio-tiempo y generar una brecha para pasar al Inframundo. Acto seguido agarró con fuerza el brazo de la mujer y saltó con ella para ser enviado a las puertas del Infierno, tras el paso del dios y la joven se cerró para no ser abierta nunca más. Al llegar a las puertas encontró todo en calma, demasiado tranquilo para un lugar de tránsito, algo no parecía ir bien, por lo que el dios mantuvo la prudencia y se afiló en sus sentidos para evitar más intromisiones como las Moiras. La mujer, que miraba la Kamei de la muerte con pavor, apenas podía respirar por la fuerte impresión de estar en las mismas entrañas del Infierno, sus ojos estaban desorbitados por la emoción, y su corazón no paraba de latir, algo paradójico, pues estaba en un lugar donde solo viajan los muertos.**

por **TuRco-SaMa** Dom Ene 26 2014, 13:59

** Desde un par de metros hacia atrás llegó un joven a interceptar a la extraña pareja. Con coraje se plantó frente al dios y lo miró sin temer a sus fríos ojos. No parecía nada más que un mero guerrero, nada del otro mundo, pero aún no se explicaba la presencia de tal sujeto en un lugar como el infierno.

-Al parecer, el oráculo tenía razón. He llegado a tiempo para salvar a la princesa Alcestis, Thánatos deja a la princesa en paz para que vuelva conmigo al mundo de los vivos..-

por **Zaraki** Dom Ene 26 2014, 16:55

**Las razones para mantener la calma del dios de la muerte no fueron infundadas, en las mismas puertas del Infierno fue interceptado por un guerrero de aspecto extraño, su armadura no era una surplice del Inframundo, tampoco la de ningún reino de la tierra. Su carácter frío y autoritario, y su poco tacto al tratar con un dios, volvieron a enojar a un joven Zelig que estaba dispuesto a destrozarlo con sus propias manos. Mirando a la mujer, que por las palabras del frío muchacho era una princesa, movió la cabeza en señal de no entender nada, y menos cuando el guerrero fue enviado por el mismo Oráculo Negro. ¿Aquel extraño dragón antiguo estaba intentando jugar con el dios de la Muerte?, fuera lo que fuere no iba a aceptar ordenes de nadie que no fuera su señor Hades, hasta el punto de hacer arder su cosmos en señal de advertencia.**

-Mira chico, no se quien eres, ni me importa. Reconozco que tienes agallas al venir a las puertas de mi reino e insultarme blasfemando de esta manera, pero no temas, no vivirás para lamentarlo. He venido con esta mujer por la hospitalidad que tuvieron ella y su marido con mi persona, en aquél lejano sitio donde me envió, curiosamente, el que te envía a la muerte. El Oráculo Negro va a tener que responder muchas cosas si no quiere ver como se apaga de una vez su existencia. Pero antes de ejecutarte me gustaría algo de información, quizás, si obtengo lo que quiero, tu muerte será menos dolorosa de lo que tengo en mente. ¿Qué relación tienes con esta mujer y su marido?, ¿y con el Oráculo Negro?, ¿como es que puedes entrar en el Inframundo?.-

**Zelig miraba con ojos fijos al joven para castigarle, su cosmos comenzó a brotar de su armadura con una violencia inusual, estaba muy enfadado por todo lo que estaba sucediendo, a cada paso, su enfado iba cogiendo dimensiones peligrosas. Un dios de la muerte enojado no es la mejor de las noticias para nadie, incluso con la muerte del Oráculo Negro no sería suficiente, pero antes quería saber algo más de esta curiosa historia, ¿la princesa Alcestis?, ¿Apolo?, ¿las Moiras?, demasiadas molestias para una pareja de humanos, aunque estos fueron nobles. Detrás de todo esto se tenía que esconder algún tipo de trama entre las sombras con propósitos oscuros, igual un intento de derrocamiento de las altas esferas del Inframundo. Aires de conspiración se respiraban en el ambiente, y Zelig estaba dispuesto a limpiar todo con su poder.**

por **TuRco-SaMa** Dom Ene 26 2014, 20:56

**El Joven intruso del Infierno sonreía confiado, mientras el dios de la muerte le hablaba de frente y totalmente en serio. Su imponente Kamui no había sido suficiente para intimidar al muchacho, que contestó tranquilamente las palabras de Zelig, mientras movía uno de sus hombros en forma circular, como precalentando para la batalla.

- Quizás no te suene mi cara, pero mi nombre estoy seguro que ha sido escuchado hasta en este espantoso lugar. Soy Hércules, y vengo bajo las órdenes de Apolo y guiado por el Gran Oráculo, justo a tiempo para salvar a la bella princesa Alcestis. Desconozco del Oráculo Negro que me estás hablando, pero vengo aquí por una voluntad divina a liberar a esta mujer de un injusto castigo, quita tus garras de ella y libérala si no quieres que las cosas se pongan fieras...-

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