Petición armadura de la ballena
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Petición armadura de la ballena
Off: hablé con milo por DM y me dijo que pusiera que no iba a hacer lo entrenamientos básico ni intermedio, pues todavía recuerdo las modalidades de batalla.
Nombre: Versace
Edad: 20
Sexo: Masculino
Nacionalidad: Francés
Signo: Capricornio
Rasgos físicos: Es una persona de pequeñas proporciones, pudiendo parecer mucho más joven de lo que es en realidad, aunque sus palabras y su carácter se encarga de dejar en claro que no es un niño llorón y que ya tiene sus añitos. Su estatura es de apenas 160 cm, pero en el fondo le viene bien para poder realizar las peligrosas misiones de una manera rápida y efectiva, haciendo que pueda colarse por debajo de los escombros y correr sin problemas por encima de los tejados.
El color de su pelo es negro, corto y liso, mientras que sus ojos son de un verde-oliva. Casi siempre tiene fruncido el ceño, mostrándose como un gruñón ante aquellos que no le conozcan y su expresión siempre es seria o neutral.
Perfil psicológico: Es una persona madura que creció sabiendo lo que quería. Cuenta con determinación y un análisis increíble. Es una persona gruñona cuando no se le conoce, pero cuando se vuelve amigo de alguien, se preocupa mucho por esa persona, a tal punto de poner en riesgo su vida por esa persona. Es un niño rico, pero eso no lo hace presumido, pues sacó el espíritu amable y sencillo de su madre.
Historia:
**El frío lienzo cubría completamente el delgado cuerpo de Versace en una noche fría y luminosa, con una bella luna en su centro y pequeñas estrellas a su alrededor, adornándola. Gabbana vivía en el pueblo costero y de alta alcurnia de Cabourg. Gabbana era de una familia acomodada y dueña de una importante licorería, que servía en una variada cantidad de lugares importantes, así cómo hoteles y mansiones de famosos que contaban con opulentas casas de veraneo en aquella hermosa región bañada de océanos. Por el día, Cabourg cuenta con un clima tropical y caliente, perfecto para un día en la playa, de relajación, y de tomar broncearse, con un gigante y brillante sol que se muestra en el centro del cielo. Por las noches, el clima desciende bastante, con un clima estándar de 4 grados. Esa noche era una de las más frías en Cabourg. Versace se levantó desorientado, todavía con el efecto de confusión que causa el despertar. Sus piernas estaban engarrotadas y sus músculos tensionados. Pisó el suelo, que tenía una baldosa fría como el hielo, debido a que había absorbido la temperatura del ambiente. Aún desorientado, Versace se levantó en medio de la impenetrable penumbra que reinaba en la gigante mansión. El natural silencio que hacía en su residencia a era un poco más denso esa noche. En la isla, Versace se dedicaba a practicar artes marciales mixtas, por lo que podía mantener un combate perfectamente y podía analizar los puntos débiles fácilmente, según el contrincante que tuviera y lo cuidadoso que fuera. Versace entró en la cocina, dónde había una tenue luz amarilla que provenía del refrigerador. Tomó un poco de agua, y sentía como el preciado líquido bañaba su garganta, hidratándolo desde adentro. Un extraño sonido se escuchaba en la sala de estar, dónde estaban la mayoría de las cosas lujosas que su padre le compraba. Como era de esperarse, Versace se encaminó a la sala de estar, por un estrecho y largo caminos, cuyos muros estaban abarrotados por puertas que dirigían a habitaciones que posiblemente Versace nunca había conocido. Cuando Gabbana llegó a la sala de estar, pudo ver la silueta de un hombre con una capucha, sentado en el sofá carísimo de piel que tanto le gustaba a su padre. El primer instinto de Versace fue preguntar quién estaba allí, pues no era normal que una persona en medio de la noche esté en la sala de estar y con una capucha. La silueta encapuchada se dio vuelta, y se paró del preciado sofá. Dando unos cortos pasos, que para Versace parecían eternos, la figura encapuchada se paró enfrente de Versace. Se oyó una voz conocida, que hacía eco mientras retumbaba en las paredes de aquella habitación. A Versace no le tomó mucho averiguar quién era el propietario de aquella suave y entendible voz, obviamente era su maestro de artes marciales.**
-Versace, me alegra que por fin hayas llegado hasta acá. Sabía que gracias a tus instintos, sentirías la necesidad de averiguar lo que estaba pasando. Se nota que te enseñé muy bien. Yendo al grano, no tengo mucho tiempo. Tendrás que irte, Versace. Tu padre recurrió a mí para pedirme ayuda, pues se metió en un turbulento negocio, en el que por venganza podrían torturarte o matarte. Al principio no sabía qué hacer contigo, pues no sabía a dónde mandarte, pero ya lo sé; debes irte a Grecia. Allá entrenan a unos guerreros que según se dice, son los más fuertes del universo. No sé mucho de eso, por lo que vas a tener que averiguarlo tú mismo. Mañana temprano te vas a embarcar en el barco de tu tío, que es el más seguro para tu evacuación.-
-¿Qué? No creo que yo tenga algo que ver en esto. Ese es problema de mi padre, no tengo por qué irme ni mucho menos.-
-Sí tienes que irte, Versace. Si quieres sobrevivir, te irás. Y no podrás volver. Tu madre se irá más temprano que tú, pero ella se irá a NY, dónde tiene unos parientes. Podría mandarte allá, pero es deseo de tu padre que te vuelvas un guerrero asombroso, al igual que es mi deseo también. No tengo más que hacer o decir aquí, así que me iré. Recuerda, a las 7 a.m tienes que estar en el muelle.-
**Su entrenador se fue, dejándolo solo y con mucho interrogantes por su mente, ¿qué habrá hecho su padre para tener que irse y dejar su fortuna a un lado? Era un pregunta complicada, pero por ahora no podría responderla, porque tendría que dormir. Se dirigió a la cama, dando botes en vez de pasos. Puso la alarma a las 6 de la mañana, para tener tiempo de hacer maletas. Llegó la hora esperada, con unos pequeños rayos de sol golpeándole en la cara de recién levantado que tenía. Versace se paró y se dirigió a la cocina a comer un bocadillo, dónde no había nadie, ni siquiera sus sirvientes, todos se habían ido. Versace abrió la nevera y encontró unas sobras de comida del día pasado, que ni siquiera se tomó la molestia de calentar y comió rápido. Versace llegó a su dormitorio otra vez, quitándose toda la ropa y entrando al gigante baño que había en su habitación. Se metió en la ducha, dónde calientes chorros de agua caían en su cuerpo, aseándolo por completo y provocando vapor, que hacía que el vidrio se empañara. Versace salió de la ducha, con su liso pelo cayendo en su cara y agua resbalando por su cuerpo. Tomó su cepillo de dientes y echó un poco de pasta de dientes. Limpió con cautela sus dientes, hasta sentir esa sensación de limpieza que tanto le gustaba. Abrió su armario y encontró demasiada ropa que casi ni usaba, así que se puso una camisa CHANEL que su madre le había regalado por su cumpleaños, y unos pantalones GUCCI que a su padre tanto le gustaban. Empacó la ropa más práctica que pudo y se dirigió a las afueras de su casa. Cuando vio el reloj, faltaban dos minutos para las 7, así que tomó prisa y llegó al muelle, que no quedaba muy lejos de su casa. Cuando llegó, el lujoso bote de su tío se encontraba atracado en una esquina del muelle. Los acabados de oro del bote resaltaban con el sol, haciendo el bote bastante llamativo y hermoso. Versace entró en el lujoso bote, dejando las maletas a un lado, y se sentó en una esquina dónde había un banquillo blanco, dónde se sentó a esperar que el bote arrancara. El bote arrancó, con una gran velocidad. Versace se paró en un barandal dorado a despedirse de su ciudad natal, donde había dejado a todas las personas que conocía, incluyendo sus lujos. Pasaron unos dos días, que fueron como meses. Versace estaba totalmente ansioso, pues no era uno de sus hobbies andar en bote. Cuando atracaron, Versace llegó a una zona árida, casi desértica, con unas escasas plantas creciendo en el suelo. Versace tomó sus maletas y caminó varias horas. Gotas de sudor corrían por su cara, molestándole, pues no estaba acostumbrado a ese estilo de vida. Gabbana llegó a una especia de campamento, dónde no había nadie, pero habían lugares con abundante sombra, dónde se acostó a descansar un buen rato.**
Nombre: Versace
Edad: 20
Sexo: Masculino
Nacionalidad: Francés
Signo: Capricornio
Rasgos físicos: Es una persona de pequeñas proporciones, pudiendo parecer mucho más joven de lo que es en realidad, aunque sus palabras y su carácter se encarga de dejar en claro que no es un niño llorón y que ya tiene sus añitos. Su estatura es de apenas 160 cm, pero en el fondo le viene bien para poder realizar las peligrosas misiones de una manera rápida y efectiva, haciendo que pueda colarse por debajo de los escombros y correr sin problemas por encima de los tejados.
El color de su pelo es negro, corto y liso, mientras que sus ojos son de un verde-oliva. Casi siempre tiene fruncido el ceño, mostrándose como un gruñón ante aquellos que no le conozcan y su expresión siempre es seria o neutral.
Perfil psicológico: Es una persona madura que creció sabiendo lo que quería. Cuenta con determinación y un análisis increíble. Es una persona gruñona cuando no se le conoce, pero cuando se vuelve amigo de alguien, se preocupa mucho por esa persona, a tal punto de poner en riesgo su vida por esa persona. Es un niño rico, pero eso no lo hace presumido, pues sacó el espíritu amable y sencillo de su madre.
Historia:
**El frío lienzo cubría completamente el delgado cuerpo de Versace en una noche fría y luminosa, con una bella luna en su centro y pequeñas estrellas a su alrededor, adornándola. Gabbana vivía en el pueblo costero y de alta alcurnia de Cabourg. Gabbana era de una familia acomodada y dueña de una importante licorería, que servía en una variada cantidad de lugares importantes, así cómo hoteles y mansiones de famosos que contaban con opulentas casas de veraneo en aquella hermosa región bañada de océanos. Por el día, Cabourg cuenta con un clima tropical y caliente, perfecto para un día en la playa, de relajación, y de tomar broncearse, con un gigante y brillante sol que se muestra en el centro del cielo. Por las noches, el clima desciende bastante, con un clima estándar de 4 grados. Esa noche era una de las más frías en Cabourg. Versace se levantó desorientado, todavía con el efecto de confusión que causa el despertar. Sus piernas estaban engarrotadas y sus músculos tensionados. Pisó el suelo, que tenía una baldosa fría como el hielo, debido a que había absorbido la temperatura del ambiente. Aún desorientado, Versace se levantó en medio de la impenetrable penumbra que reinaba en la gigante mansión. El natural silencio que hacía en su residencia a era un poco más denso esa noche. En la isla, Versace se dedicaba a practicar artes marciales mixtas, por lo que podía mantener un combate perfectamente y podía analizar los puntos débiles fácilmente, según el contrincante que tuviera y lo cuidadoso que fuera. Versace entró en la cocina, dónde había una tenue luz amarilla que provenía del refrigerador. Tomó un poco de agua, y sentía como el preciado líquido bañaba su garganta, hidratándolo desde adentro. Un extraño sonido se escuchaba en la sala de estar, dónde estaban la mayoría de las cosas lujosas que su padre le compraba. Como era de esperarse, Versace se encaminó a la sala de estar, por un estrecho y largo caminos, cuyos muros estaban abarrotados por puertas que dirigían a habitaciones que posiblemente Versace nunca había conocido. Cuando Gabbana llegó a la sala de estar, pudo ver la silueta de un hombre con una capucha, sentado en el sofá carísimo de piel que tanto le gustaba a su padre. El primer instinto de Versace fue preguntar quién estaba allí, pues no era normal que una persona en medio de la noche esté en la sala de estar y con una capucha. La silueta encapuchada se dio vuelta, y se paró del preciado sofá. Dando unos cortos pasos, que para Versace parecían eternos, la figura encapuchada se paró enfrente de Versace. Se oyó una voz conocida, que hacía eco mientras retumbaba en las paredes de aquella habitación. A Versace no le tomó mucho averiguar quién era el propietario de aquella suave y entendible voz, obviamente era su maestro de artes marciales.**
-Versace, me alegra que por fin hayas llegado hasta acá. Sabía que gracias a tus instintos, sentirías la necesidad de averiguar lo que estaba pasando. Se nota que te enseñé muy bien. Yendo al grano, no tengo mucho tiempo. Tendrás que irte, Versace. Tu padre recurrió a mí para pedirme ayuda, pues se metió en un turbulento negocio, en el que por venganza podrían torturarte o matarte. Al principio no sabía qué hacer contigo, pues no sabía a dónde mandarte, pero ya lo sé; debes irte a Grecia. Allá entrenan a unos guerreros que según se dice, son los más fuertes del universo. No sé mucho de eso, por lo que vas a tener que averiguarlo tú mismo. Mañana temprano te vas a embarcar en el barco de tu tío, que es el más seguro para tu evacuación.-
-¿Qué? No creo que yo tenga algo que ver en esto. Ese es problema de mi padre, no tengo por qué irme ni mucho menos.-
-Sí tienes que irte, Versace. Si quieres sobrevivir, te irás. Y no podrás volver. Tu madre se irá más temprano que tú, pero ella se irá a NY, dónde tiene unos parientes. Podría mandarte allá, pero es deseo de tu padre que te vuelvas un guerrero asombroso, al igual que es mi deseo también. No tengo más que hacer o decir aquí, así que me iré. Recuerda, a las 7 a.m tienes que estar en el muelle.-
**Su entrenador se fue, dejándolo solo y con mucho interrogantes por su mente, ¿qué habrá hecho su padre para tener que irse y dejar su fortuna a un lado? Era un pregunta complicada, pero por ahora no podría responderla, porque tendría que dormir. Se dirigió a la cama, dando botes en vez de pasos. Puso la alarma a las 6 de la mañana, para tener tiempo de hacer maletas. Llegó la hora esperada, con unos pequeños rayos de sol golpeándole en la cara de recién levantado que tenía. Versace se paró y se dirigió a la cocina a comer un bocadillo, dónde no había nadie, ni siquiera sus sirvientes, todos se habían ido. Versace abrió la nevera y encontró unas sobras de comida del día pasado, que ni siquiera se tomó la molestia de calentar y comió rápido. Versace llegó a su dormitorio otra vez, quitándose toda la ropa y entrando al gigante baño que había en su habitación. Se metió en la ducha, dónde calientes chorros de agua caían en su cuerpo, aseándolo por completo y provocando vapor, que hacía que el vidrio se empañara. Versace salió de la ducha, con su liso pelo cayendo en su cara y agua resbalando por su cuerpo. Tomó su cepillo de dientes y echó un poco de pasta de dientes. Limpió con cautela sus dientes, hasta sentir esa sensación de limpieza que tanto le gustaba. Abrió su armario y encontró demasiada ropa que casi ni usaba, así que se puso una camisa CHANEL que su madre le había regalado por su cumpleaños, y unos pantalones GUCCI que a su padre tanto le gustaban. Empacó la ropa más práctica que pudo y se dirigió a las afueras de su casa. Cuando vio el reloj, faltaban dos minutos para las 7, así que tomó prisa y llegó al muelle, que no quedaba muy lejos de su casa. Cuando llegó, el lujoso bote de su tío se encontraba atracado en una esquina del muelle. Los acabados de oro del bote resaltaban con el sol, haciendo el bote bastante llamativo y hermoso. Versace entró en el lujoso bote, dejando las maletas a un lado, y se sentó en una esquina dónde había un banquillo blanco, dónde se sentó a esperar que el bote arrancara. El bote arrancó, con una gran velocidad. Versace se paró en un barandal dorado a despedirse de su ciudad natal, donde había dejado a todas las personas que conocía, incluyendo sus lujos. Pasaron unos dos días, que fueron como meses. Versace estaba totalmente ansioso, pues no era uno de sus hobbies andar en bote. Cuando atracaron, Versace llegó a una zona árida, casi desértica, con unas escasas plantas creciendo en el suelo. Versace tomó sus maletas y caminó varias horas. Gotas de sudor corrían por su cara, molestándole, pues no estaba acostumbrado a ese estilo de vida. Gabbana llegó a una especia de campamento, dónde no había nadie, pero habían lugares con abundante sombra, dónde se acostó a descansar un buen rato.**
JDCA- ASGARD
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Fecha de inscripción : 26/06/2010
Edad : 31
Re: Petición armadura de la ballena
Off: Perfecto. Ahora lo que tienes que hacer es dirigirte al subforo de "RETOS SANTUARIO" y crear un nuevo tema para solicitar tu reto.
Recordá que son las armaduras las que escojen a sus portadores, por lo que ella te va a imponer un reto.
Algo para marcarte es que, en ese nuevo posteo, no puedes confirmarte la portación de la armadura y tampoco ningún otro personaje puede hacerlo. Es la misma armadura la que te pondrá a prueba, pero eso lo rolearemos nosotros.
En ese post, deberás explicar cómo te enteras del santuario, pero no has podido averiguar nada del mismo en tu búsqueda, solo que entrena a guerreros sin igual. En tu búsqueda has encontrado en uno de esos lugares una locación, que al parecer es un campamento de entrenamiento. Deberás explicar tu viaje y llegada hacia el mismo. Al llegar te encuentras con un lugar devastado.
Haz caso a lo que te he puesto porque allí no te puedes equivocar, sino se te dará por anulada la petición y deberás volver a rearmar todo el rol desde el principio. Así que presta atención a lo que te he puesto.
¡Suerte!
Recordá que son las armaduras las que escojen a sus portadores, por lo que ella te va a imponer un reto.
Algo para marcarte es que, en ese nuevo posteo, no puedes confirmarte la portación de la armadura y tampoco ningún otro personaje puede hacerlo. Es la misma armadura la que te pondrá a prueba, pero eso lo rolearemos nosotros.
En ese post, deberás explicar cómo te enteras del santuario, pero no has podido averiguar nada del mismo en tu búsqueda, solo que entrena a guerreros sin igual. En tu búsqueda has encontrado en uno de esos lugares una locación, que al parecer es un campamento de entrenamiento. Deberás explicar tu viaje y llegada hacia el mismo. Al llegar te encuentras con un lugar devastado.
Haz caso a lo que te he puesto porque allí no te puedes equivocar, sino se te dará por anulada la petición y deberás volver a rearmar todo el rol desde el principio. Así que presta atención a lo que te he puesto.
¡Suerte!
Apu- ÁNGEL CAÍDO
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Fecha de inscripción : 12/09/2010
Edad : 35
Localización : Buenos Aires, Argentina
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