Petición de la armadura de Perseo

Historia:

Nacido muy al norte de Guayaquil, Ishida tuvo una infancia como la de cualquier otro muchacho de su edad; excepto por el hecho de que nunca conoció a su madre. Ishida fue criado por su padre, Kishimoto, al cual admiraba y respetaba mucho. Ishida siempre estaba rodeado de sus amigos, con los que cometían locuras pero nunca le hacían mal a nadie. Su padre era una persona muy trabajadora, muy honesta y recta. Trabajaba en una madedera, donde era muy apreciado por sus compañeros de trabajo y todos en general.

Ishida siempre fue un amante de la lectura, cada que tenía la oportunidad de pasar tiempo entre libros, lo hacía. Entre sus lecturas favoritas se encontraban los mitos y leyendas de la antigua Grecia. Pero había un relato que más le llamaba la atención y era acerca de la Leyenda de Perseo y la Medusa. Le gustaba mucho leer sobre la valentía que tuvo Perseo al decapitar a Medusa, la cual podía convertir a cualquier persona en piedra si la miraban a los ojos. Ishida tenía entre sus objetos más preciados una réplica de un escudo con la cara de Medusa, regalo que le había dado su padre, en su último cumpleaños. Fue así como Ishida obtuvo un sentido de valentía y coraje a pesar de ser solo un niño.

Un día de verano, Kishimoto decide llevar a su hijo de viaje. Kishimoto llevaría su hijo al norte, lugar al que Ishida siempre ha querido ir.

Kishimoto: -Ishida, hijo, ven por favor; tengo que decirte algo.-

Ishida se encontraba fuera de la casa jugando y al oir a su padre llamarlo de esa manera, sabía que se trataba de algo en especial, así que este sin pensarlo dos veces salió corriendo a reunirse con
su padre.

Ishida: -Padre ¿Qué sucede?-
Kishimoto: -Te tengo una gran noticia... hijo, mañana nos iremos de viaje al norte del país, a donde has querido ir siempre.-

Ishida estaba realmete emocionado, tanto así que brincó de alegría y luego abrazó muy fuertemente a su padre.

Ishida: -Qué excelente noticia padre-

Ishida siempre había escuchado historias en los mercados de su ciudad acerca de unas personas que viven en el norte del país, personas capaces de romber piedras usando únicamente sus puños, personas con poderes sobrenaturales, con los cuales lograban obtener una fuerza inexplicable.

Ishida: [Finalmente sabré si todas esas historias son ciertas]


Kishimoto: -Bueno Ishida ¿Qué esperas? Ve a preparar tus maletas, partimos mañana por la mañana.-
Ishida: -LO HARÉ DE INMEDIATO PADRE!!-

Ishida no pudo dormir toda la noche por lo emocionado que estaba, estuvo sentado junto a la ventana pensando una y otra vez sobre aquellas personas, los cuales luchaban por ideales de justicia y amor. Finalmente amaneció y el día llegó.

Ishida: -Padre, buenos días... Ya estoy listo para partir!!-
Kishimoto: -JAjaja me alegra verte con esa energía hijo-
Ishida: -no dormí en toda la noche esperando por este momento padre, partamos de inmediato-
Kishimoto: -pues no esperemos más, partamos al norte.-

Fue así como Ishida y Kishimoto salieron de su casa, llenos de elegría, esperanzas y ganas de conocer el tan famoso norte.

30 minutos después...

Llegando a la estación de tren...

Ishida: -padre, ¿Cuánto tiempo nos tomará llegar al norte?-
Kishimoto: -aproximadamente, unas 3 horas hijo, seamos pacientes, pronto estaremos allá-
Ishida: -entendido padre, esperaré a que pisemos esas tierras-

Varios minutos después, Kishimoto y su hijo, se subieron al tren, el cual los llevaría hacia su destino.

Kishimoto: -hijo, espero aprecies los paisajes que veremos, me han contado que son expectaculares-

Kishimoto: -¿Ishida?- *dijo Kishimoto cuando finalmente volteó su mirada a su hijo y se percató que estaba dormido*

Kishimoto bosquejó un sonrisa y pensó en hacer lo mismo, dormir.

Fue así como las horas pasaron y finalmente llegaron a su destino.

Kishimoto se despertó al oir que el tren empezó a detenerse y se dió cuenta que habían llegado.

Kishimoto: -Ishida... Ishida, despierta, hemos llegado.-

Ishida se levanta bruscamente dando un salto y diciendo "POR FIN".

Kishimoto y su hijo salieron de la estación y se dirigieron a buscar un hotel no tan caro ni lujoso, pero lo suficientemente cómodo y limpio para hospedarse.

No se quedaron mucho tiempo en la habitación del hotel al que decidieron quedarse y salieron de inmediato a conocer la ciudad. Salieron a recorrerla, visitando tiendas, parques, etc. estaban realmente emocionados de estar ahí. Todo marchaba bien hasta que de pronto Kishimoto e Ishida se pierden, no sabían donde se encontraban, la ciudad era enorme y se habían confundido entre tanta gente. Llegaron a un desolado sector de la ciudad, todo era viejo y polvoso y derrepente escucharon la voz de un hombre.

Hombre: -¿Quiénes son uds y qué creen que hacen aquí?

Kishimoto e Ishida se voltean y ven a dicho hombre.

Kishimoto: -Los siento mucho si hemos entrado en su terreno señor, somos viajeros y esta es nuestra primera vez aquí y me temo que nos hemos perdido.-
Ishida: -así es señor, le pedimos que nos disculpe.-
Hombre: -no me interesa que no sean de aquí, han entrado a mis dominios y no se irán hasta que me den todo lo que posean.-

Kishimoto sabía que esta persona no estaba jugando, así que sin dudarlo accedió.

Kishimoto: -esta bien, le daré todo lo que tengo, pero no nos haga daño por favor.-
Ishida: -padre, no hay que darle nada, todo esto te lo ganaste con tu esfuerzo, no es justo.- *dijo Ishida con seguridad y en tono fuerte*
Hombre: -eres valiente chico, pero aquí mando yo, así que entréguenme todo, ahora!!-

El padre de Ishida dejó todas las cosas en el suelo, agarró a Ishida y se empezaron a alejar

Hombre: -muchacho, tu padre es un hombre muy sabio.-

Ishida no pudo más, se alejó de su padre a recoger las cosas y este salió corriendo de ahí a toda prisa.

Kishimoto: -Ishida no!! espera!!-
Hombre: -al parecer tu hijo no heredó tu sabiduría-

Este sujeto sacó de entre sus ropas un cuchillo, el cual lo lanzó hacia Ishida. Kishimoto al ver esto se interpuso entre el cuchillo y su hijo, recibiendo así el impacto y Kishimoto cayó al suelo e Ishida se dió cuenta y regresa a ver a su padre.

Ishida: -PADRE!!!!-


"Padre no te mueras", gritó Ishida.

El hombre finalmente se acercó a donde ellos, despoja a Ishida de todas las cosas y lo lanza contra una pared. Kishimoto agarró al hombre por la pierna y esto hizo que se molestara, lo que hizo que este aplastara el cuello del padre de Ishida con su pie una y otra vez, hasta matarlo.

Ishida vió todo esto y se quedó perplejo, no sabía qué hacer ni decir, estaba mudo. El sujeto caminó hacia Ishida diciendo:

Hombre: -sería muy injusto de mi parte dejarte vivir ahora que tu padre está muerto, lo mejor será que te mate-

Lo agarra a Ishida del cuello y empezó a apretarlo y de pronto...

Desconocido: -deja al muchacho en paz o yo mismo te mandaré al infierno-

Hombre: -¿Quién está allí?-
Desconocido: -tu verdugo-
Hombre: -no me hagas reir, si es así da la cara y enfréntame-

El desconocido salió de entre las sombras y se dejó ver.

Hombre: -NO PUEDE SER.... TÚ... ERES... UN...!!!-

Este desconocido no dejo que el asesino del padre de Ishida terminara de hablar y no titubeó al momento de ejercer justicia.

El hombre de la sopresa, soltó a Ishida que estaba casi inconciente, tenía los ojos entre cerrados...

Desconocido: -no hace falta decir quién soy, lo único que importa es que morirás bajo mi ley.-

Ishida pudo ver como unas luces salían de todos lados y se dirigían al hombre que mató a su padre pero luego de un instante se desmayó y no logró ver más.

EL cuerpo del hombre desapareció sin dejar rastro, y el desconocido, al darse cuenta de la peculiaridad del muchacho se acercó a él.

Desconocido: [este muchacho posee un poder oculto en su interior,  acaso el...]

El desconocido se agacha y agarra al muchacho en sus brazos.

Desconocido: -chico, lo que has visto hoy nunca lo olvidarás, ahora que estás solo en este mundo, lo mínimo que puedo hacer es ocuparme de ti. Estoy seguro que nuestro encuentro no fue pura casualidad.-

Así fue como el desconocido agarró al Ishida y se lo llevó de ahí. Ishida jamás pensó que la desgracia llegaría a su vida en este viaje, pero tampoco pensó que lo que tanto había querido estaba justo donde el. Ishida sin saberlo estaba a punto de iniciar una nueva etapa en su vida, en la que tendría que pasar por duras pruebas. Ishida no tenía idea de que pronto, el también podría destruir rocas con sus puños.

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Vamos dados no me fallen!! Tiro dadoooooos!!

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