Reto para Kyoto de Garuda
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Reto para Kyoto de Garuda
Al parecer alguien desde el otro lado del universo, quizás en un plano astral que nadie sabe de él hasta que deja el mundo terrenal tal y como lo conocemos, tenía otros planes para el joven Jiraya. Aquel misterioso ser cuyo rostro se escondía bajo esa túnica rasgada y oscura informó al chico de las únicas dos opciones que había para él. No era muy común, digamos que bastante excepcional, que este ser extrajera de la procesión de almas a nadie, pero quizás el potencial que veía en Jiraya era motivo suficiente para hacerlo y negociar con él alguna alternativa. Jiraya escuchaba con atención sus palabras mientras el odio y la rabia aumentaban dentro de él sin poder hacer nada para evitarlo. Después de dejarle claro las opciones que tenia, aquel misterioso ser desapareció en la niebla que envolvía los cuerpos errantes que seguían su curso hacia el eterno sufrimiento.
[Es esto lo que quieres Jiraya?. Para eso he llegado hasta aquí?... no puede ser que mi destino sea acabar en el pozo como esta escoria. El Camino de la Serpiente… nunca había oído hablar de él, pero no tengo otra alternativa que cruzarlo y demostrarle al señor Hades que no se ha equivocado al fijarse en mí de esta manera. De hecho no sé lo que me pasa, pero algo me impulsa a cruzarlo, algo que no puedo dominar. Mi vista está deteriorada, mi sentido del oído no me trasmite ningún sonido. Estoy muerto y voy a la deriva a las ordenes de alguien o algo que no conozco. Bien o mal, mal o bien… siempre la misma disyuntiva en mi cabeza. Sea lo que sea mis sentidos no me responden, solo siento una energía en mi interior que aumenta por momentos y veo que no podré hacer nada para pararla. Si cruzo ese camino quizás obtenga más respuestas.]
Jiraya notaba una extraña atracción que hacía que su cuerpo se moviera como un zombi sin poder evitarlo. Dejando las almas a su espalda, se dirigió unos metros hacia una dirección en perpendicular a la fila y pronto llegó a la famosa entrada del Camino de la Serpiente. Nada más llegar, Jiraya examinó el camino que le esperaba y su deteriorada vista no alcanzaba a ver el otro lado de un camino pedregoso y abrupto que comenzaba a sus pies y que cambiaria la "vida" del joven para siempre. Así y con buen ritmo, Jiraya pasó por debajo de la gigantesca cabeza de Serpiente que anunciaba el principio del camino. Una cabeza dorada que brillaba con luz propia y resaltaba incondicionalmente en aquella atmosfera oscura y tétrica que bañaba la zona. Los ojos de la serpiente eran rojos cuan enormes rubís de un inmenso tesoro perdido y los colmillos descansaban en unas basas construidas a conciencia, para hacer de este monumento una autentica joya arquitectónica. El ancho del camino era bastante estrecho, dos o tres personas de margen y no parecía acabar nunca.
[Este es el camino… pero no veo nada de particular en el, solo veo rocas y arena. Tampoco veo sobre que esta construido, parece como si estuviera flotando en el aire. No siento nada, ni si quiera siento mis músculos al moverse. Algo raro está sucediendo. Estoy perdiendo mis sentidos poco a poco pero aun así sigo andando sin pausa sobre este camino.]
Después de varias horas andando por el estrecho sendero llegó el primer ensanche del camino. Al llegar allí, el camino se dividía en dos. Una dirección subía hacia el cielo teñido de sangre y otro bajaba a una especie de galería subterránea donde no se podía ver el fondo ya a escasos metros. Jiraya se plantó en el medio para ver que opción tomaba. Aun confuso por lo que le estaba sucediendo y sin más recuerdos que aquel salto al vacío desde el campanario y aquel Emblema de Garuda que todavía portaba, Jiraya se planteó seriamente por donde podía tirar. En ese momento una pluma de ave gigante cayó sobre el pozo y un grito se escuchó en su interior. Sin más excusa que esa, el joven decidió bajar por el sendero subterráneo para encontrar el paradero de aquel sonido que si pudo escuchar levemente.
Nada más bajar unos metros, la temperatura comenzó a subir exponencialmente como si de un horno se tratara. El sudor recorría la piel de Jiraya en su mayoría y como si de un buen baño saliera, el joven seguía bajando y bajando por una escalinata que parecía no tener fin. Mientras bajaba por esa zona observaba como en las oscuras pareces aparecían varios trazados confusos y dispersos en un principio, pero que después iban formando la palabra "Pasado" y la palabra "Respuesta". Jiraya no entendía nada y seguía alimentando su cerebro con el odio que surgía de su interior. Al llegar a un descansillo, Jiraya continuó su camino hasta que una imponente edificación hacia acto de presencia a medida que se acercaba. La gran torre que se erigía delante de sus narices no era otra que el campanario de la Ciudad del Aire por el cual se había lanzado el novato Jiraya tal y como él recordaba. El gran charco de sangre podía verse en el suelo todavía… en ese instante y sobre el mismo, Jiraya recreo una escena que fue rellenando algunos huecos que su mente tenia enquistados.
En la escena, se oían los jadeos del chico y los dolores que tenia se trasmitieron a Jiraya que permanecía de rodillas en el suelo. Aun con el emblema en la mano, pudo ver como se acercaban una serie de extraños guerreros con pijamas muy raros. -Eh tú! Quien te ha dado ese emblema- le gritaron. -No podemos dejar que sigas con vida porque eres una gran amenaza para el equilibrio del Planeta. Siento que escuches esto pero tu vida acaba aquí.- siguieron las palabras desde las sombras. En ese momento un clon de Jiraya se despegó se su cuerpo y se lanzó a atacar violentamente y chorreando sangre de la caída al grupo que le había amenazado. Estos chicos se movilizaron a la velocidad del rayo y con en unos pocos segundos descuartizaron, a base de golpes, el cuerpo del joven Jiraya acabando con su vida tal y como había pasado. Jiraya vió la macabra escena y su triste final y su mente se quedó completamente en blanco.
[Así que eso fue lo que paso… quienes eran esos?... esa velocidad y esos movimientos no son humanos. Me recuerdan mucho a los de aquel vagabundo que me subió hasta lo alto del campanario y luego desapareció. No puede ser que muriera en manos de esos cobardes!!! Debo salir de aquí para castigarlos… debo terminar con esto y aniquilarlos, no puedo quedarme de brazos cruzados… los encontraré, tengo que…. Aaaahh!!!.]
En aquel instante Jiraya explotó su rabia interior al saber su verdadero final. Al parecer esos guerreros con extraños pijamas de acero, habían acabado con su vida, alegando con que era una gran amenaza para el Planeta. Jiraya sintió como sus 5 sentidos murieron… la vista se oscureció como el mismísimo universo, sus oídos se desvanecieron y eran incapaces de escuchar nada… el gusto se volvió nulo, los olores a muerte y sangre que se instalaban en sus fosas nasales, se camuflaron hasta quedarse completamente en nada. Incluso su cuerpo y sus músculos dejaron de sentirse y el joven cayó al suelo como un plomo de una bala para estrellarse fuertemente contra el asfalto de aquel desnivelado pavimento. La sangre fluía de sus heridas y mezcladas con las lagrimas de rabia que salían de su cuerpo… Jiraya permaneció unos minutos en el más absoluto limbo, solo el 6º sentido, el de la intuición seguía y permanecía en su alma hasta que finalmente murió también sin llegar a desarrollarse. Sin embargo su alma o su fuerza interior afloraba de manera extraña dotando a este joven de unas energías diferentes a las que había sentido hasta ahora. En ese momento y con el cuerpo totalmente hecho un escombro… Jiraya despertó impulsado por una tremenda energía que provenía del infinito universo y que aportaba un flujo perfecto sobre el sujeto que pareció despertar de un duradero letargo.
Esa energía pronto consumiría el cuerpo de Jiraya si no era capaz de controlarla. La energía salía por la boca y por los ojos del chico hasta elevarlo varios metros del suelo… en ese instante una lanza le atravesó el pecho y lo clavó contra la fuerte piedra con la que se había construido el enorme campanario, estampando en la misma una silueta de sangre y barro aterradora. A los pocos segundos de esto una sombra hizo su aparición en aquella macabra escena.
-Eh!! Despierta… creo que si lo he hecho, jajaja. Si lo he hecho… Kani siempre lo hace. Kani siempre obedece. Kani te ha salvado y ha despertado en ti el 8 si. Jajaja. Kani el 8 si, jajaja. Mi señor estará orgulloso de Kani sí. Jajaja siempre lo está si, Kani obedece.- se oía en el silencio de aquel lugar.
Un pequeño demonio se acercó a Jiraya y le quito la lanza para hacerla desaparecer delante de sus narices. Jiraya, que lejos de estar totalmente acabado como parecía segundos antes, abrió sus ojos como platos y se levantó del suelo como si su alma hubiera sido liberada. Antes de que pudiera decirle algo a aquel extraño monstruito, este percibió peligro y salió pitando de allí por un pequeño sendero paralelo al camino. Jiraya no se lo pensó dos veces y después de palparse de nuevo todo el cuerpo para ver que sus heridas se habían regenerado y curado, salió tras ese bicho y conseguir las respuestas a las nuevas incógnitas que se le habían presentado. Camino abajo y durante varios minutos, no vio nada mas que negro negro y negro. Corriendo a ciegas durante un largo tiempo, por fin llegó a una especie de cripta donde un extraño águila gigante con brazos y cara humana, se podía ver en lo alto de la entrada. Otro pasadizo y otra prueba tenía el joven y ahora con una extraña sensación de libertad, se adentró por primera vez por decisión propia para encontrar al causante de esa liberación.
Adentrándose pocos metros en esa cripta, Jiraya pronto sintió como se acercaba a algo verdaderamente poderoso. Aun no entendía como podía saber esas cosas, pero algo se había despertado en su interior y gracias a esto, podía ver y sentir cosas que antes no podía. Un estrecho pasillo alumbrado por unas pequeñas linternas llevó al joven chico hasta unas puertas de metal que dibujaban el mismo pájaro mitad hombre y mitad pájaro, que presidia la entrada de este mausoleo. Empujándolas firmemente, Jiraya abrió las puertas y una brisa de olor a putrefacción y muerte salió del interior de la sala para chocar de lleno con el chico. Esto no se inmutó mucho y prosiguió en su búsqueda hasta dar en el fondo de la sala con un enrome trono de muy elaborada creación, en el cual se encontraba a su lado el monstruito que había hecho la gran hazaña de antes.
-Jajaja, Kani lo trajo si… Kani es un buen chico, siempre obediente si… este es el chico. Este señor este es…Kani es un buen chico sí. Me quiso matar… maldito!!! si me quiso matar. Kani le hizo caso señor, lo desperté como ordenó si… lo desperté. Jajaja.- repetía una y otra vez esa bestia.
Jiraya no hacia más que oír y ver lo que ese monstruito decía y repetía mientras no entendía a quien le estaba hablando. En unos segundos, una gran figura sombría, se materializó en sentado en el trono. Solo sus ojos brillantes podían verse en todo el cuerpo y este sin moverse, comenzó a hablar con Jiraya sobre lo sucedido. El primero en tomar la palabra fue el joven.
-Hola, mi nombre es Jiraya… he estado caminando de modo atemporal por el camino de la Serpiente sin un rumbo fijo. Quien eres y que quieres de mi?? No sé lo que ha pasado antes. He visto mi verdadera muerte y luego he presencia otra muerte en este reino. Sentía que me consumía por dentro, pero ese de ahí me clavó con su lanza en la pared y me ha revivido. No solo me ha revivido, sino que me ha liberado del yugo que se cernía sobre mi cabeza desde que entré por esa cabeza de serpiente. Dime… que es lo que hago en ese lugar y que me hiciste…- pregunto Jiraya hecho una furia.
-TRANQUILO JIRAYA… TODO A SU TIEMPO. SOY EACO- le replicó la soberana sombra.
-Eaco si… el señor Eaco… no sabes quién es??como?... póstrate ahora mismo hacia él imbécil!!! Kani te ayudará a arrodillarte, Kani lo hará si… jajaja siempre lo hace si… vamos!!! Agacha la cabeza…- le grito la bestia mientras le daba con la culata de la lanza en las piernas hasta arrodillarlo.
De repente y con los ojos en blanco como un autentico poseído el demonio recitó: -El señor Eaco, es el juez más importante del Universo. Sus juicios han sido oídos en este y en otros mundos. Tal es su fama de la justicia sobre el bien y el mal que una vez que dejó el mundo terrenal fue requerido por Hades para ajusticiar a las almas en el Inframundo. El es el Juez de las sombras y ahora te juzgará a ti. Escucha con atención.- terminó la posesión en Kani.
-COMO BIEN HA EXPLICADO KANI, SOY EACO DE EGINA. GOBERNANTE Y SOBERANO DURANTE MUCHOS AÑOS HASTA QUE LA MUERTE ME TRAJO HASTA AQUÍ PARA SEGUIR IMPARTIENDO JUSTICIA EL RESTO DE LA ETERNIDAD. HAS DE SABER QUE NO ESTAS AQUÍ POR CASUALIDAD. HADES TIENEN MUCHO PLANES PARA TI Y CREO QUE DEBERÁS ESTAR A LA ALTURA. LO PRIMERO DE TODO SERÁ EXPLICARTE LO QUE TE HA SUCEDIDO. BIEN JIRAYA, ESCUCHA CON ATENCIÓN. "LOS HUMANOS TIENEN 5 SENTIDOS… SALTANDO UN ESCALÓN MAS SOBRE ELLOS SE ENCUENTRA UNA RAZA DE ELITE, MUY PEQUEÑA QUE DOMINA EL ARTE DE LA INTUICIÓN… CON ELLA PUEDES ADELANTARTE EN EL TIEMPO Y PREDECIR MALES O SITUACIONES FUTURAS O PASADAS… ESO ES PRECISAMENTE LO QUE TE OCURRIÓ AL VER TU VERDADERA MUERTE. CON ESO DESPERTASTE EL 6º Y EL 7º SENTIDO… ESTE ULTIMO SOLO SE DESPIERTA CUANDO LA MUERTE DE TU ALMA ESTA LLEGANDO A SU CENIT… TAMBIÉN ESO TE OCURRIÓ.- explicaba aquella sombra con una voz de ultratumba.
-El 7º sentido?... eso es lo que me estaba pasando y es lo que hervía dentro de mi interior… ya entiendo algunas cosas que me estaban sucediendo, pero pensé que era el odio que tenia sobre esas personas que acabaron con mi vida en el mundo exterior…ahora me siento diferente, mucho más fuerte que antes… a que es debido esto Eaco??.- pregunto Jiraya realmente fascinado.
-ESTO ULTIMO SE LLAMA 8º SENTIDO… ESTE SOLO PUEDE ABRIRSE CUANDO TU ALMA ESTA A PUNTO DE MORIR COMO TE SUCEDIÓ ANTES DE QUE KANI TE LANZARA MI LANZA EN EL PECHO COMO LO HIZO. GRACIAS A ESO… AHORA HAS DESPERTADO TODO TU POTENCIAL Y PUEDES MOVERTE LIBREMENTE POR ESTE Y OTROS MUNDOS. TU VIDA COMO ALMA ERRANTE A FINALIZADO… PERO NO CREAS QUE ERES LIBRE DEL TODO NO. ANTES DE SEGUIR TU CAMINO DEBERÁS SUPERAR UN PAR DE RETOS. TU ESTRELLA ES TENYÜSEI, LA ESTRELLA DE LA VALENTÍA POR LO QUE DEBERÁS SER VALIENTE Y SUPERARLOS. ESTAS PREPARADO??-
-Dos retos?? Si estoy preparado… dispara… de que se tratan. No he llegado hasta aquí para darme la vuelta, así que cuando quieras podemos empezar con el primero.- contesto impaciente Jiraya.
-BIEN JOVENCITO… LOS RETOS CONSISTIRÁN EN EL USO DE TU INTELIGENCIA Y ASTUCIA… LA FUERZA Y LA RESISTENCIA SON DOS DE TUS FUERTES, POR LO QUE TENDRÉ QUE VALORAR EN ESTA OCASIÓN SERA OTRA COSA. MI ÚNICO CONSEJO ES QUE NO TE FÍES DE LAS APARIENCIAS Y MIRA SIEMPRE MAS ALLÁ…QUIZÁS SEAN PREGUNTAS TONTAS, PERO ME DARÁN MUCHA INFORMACIÓN DE TU MANERA DE PENSAR Y ACTUAR…UTILIZA TU 8º SENTIDO PARA SUPERAR LAS PRUEBAS. AQUÍ TIENES DOS CAJAS. EN ELLAS SE ENCUENTRAN LAS PREGUNTAS… ESCOGE LA QUE QUIERAS Y COMIENZA. SI CONSIGUES SUPERARLOS PODRÁS IRTE POR ESA PUERTA Y DESPUÉS DE VARIOS KILÓMETROS EN ESAS DIRECCIÓN ESTARÁ EL FINAL DE TU CAMINO Y LA PLUMA DE ORO SERA TU TROFEO FINAL. ADELANTE.-
En ese momento, tanto Kani como Eaco desaparecieron dejando la sala únicamente con las cajas y la presencia del desconfiado Jiraya. Este, armado de valor y valentía como decía su estrellas, levantó la primera caja para ver que contenía. Nada más que una pequeña tarjeta que decía:
"Un prisionero se encuentra encerrado en una celda que tiene dos puertas, una lo lleva hacia la muerte y la otra hacia la libertad. Cada puerta esta resguardada por un vigilante, el prisionero sabe que uno de ellos siempre dice la verdad, y el otro siempre miente. Para elegir la puerta por la que debe pasar y liberarse solo puede hacer una pregunta a uno solo de los vigilantes."
Después de leerla detenidamente y estrujarse un poco el cerebro, decidió contestar para ver si su respuesta era la correcta.
-Ha sido un poco difícil pensar en esto con lo que me acaba de suceder en tan poco espacio de tiempo… pero creo tener la respuesta correcta, veamos. Sol: El reo elegiría un vigilante al azar y le preguntaría que que puerta diría tu compañero que es la de la libertad? Y una vez contestada, abriría la contraria para escapar porque ambos señalarían la puerta errónea.-
Dicha la solución correcta, la caja ardió en llamas y desapareció en una nube de humo negro dejando solo la otra caja delante de Jiraya para afrontar el segundo reto. Sin demorarse mucho mas, abrió la segunda caja y pudo ver la siguiente tarjeta. Arriba en letras mayúsculas ponía… no te fíes de las apariencias. Leído esto Jiraya procedió con el acertijo que decía así:
"Un grupo de policías está investigando a un grupo de delincuentes que trafican en un local bien custodiado. Desde un coche camuflado vigilan la entrada al local. Quieren infiltrar a un grupo de policías de paisano, pero no saben la contraseña.
En ese momento llega un cliente. Llama a la puerta y desde el interior le dicen: “18”. El cliente responde: “9”. La puerta se abre y accede al interior. Los policías se miran, creen tener la respuesta. Pero deciden esperar. Viene otro cliente. Desde dentro le dicen: “8”. Él responde: “4”. La puerta se abre.
Los policías sonríen. “Ya lo tenemos. Se trata de responder la mitad del número que te dicen desde dentro”. Llega otro cliente. Desde dentro dicen: “14”. El cliente contesta: “7”. La puerta se abre. “¿Lo veis?” dice el jefe de policía.
Deciden enviar a un agente. Llama a la puerta. Desde dentro le dicen: “0”. El policía se queda parado. Después de unos breves segundos responde: “0”. Se oye una ráfaga de disparos y el policía muere. Los agentes que hay en el coche se quedan sorprendidos, pero deciden enviar a otro agente. Desde dentro se oye: “6”. El policía contesta muy convencido: “3”.
Pero la puerta no se abre. Se oye una ráfaga de disparos y el policía muere. ¿Por qué?"
Jiraya terminó de leer esto y se después de acordarse de las palabras del principio observó detenidamente una posible solución alternativa que le hizo dar con la respuesta correcta.
-Bien, este también ha sido bastante complicado pero vamos. Sol: La respuesta no es la mitad del número. Es el número de letras que tiene. Dieciocho tiene nueve letras. Ocho tiene cuatro letras. Catorce tiene siete letras. Cuando desde dentro dicen cero deberían haber contestado cuatro y cuando dicen seis, debían haber respondido cuatro también.- Ese era el enigma…
Nada mas decir la respuesta de este reto, la caja se volatilizó como la primera y segundos después una luz iluminó la puerta por la que le habían señalado antes. Jiraya con una gran sonrisa en su rostro salió corriendo por ella para seguir un tiempo más por otro angosto pasillo hasta llegar al final del Camino de la Serpiente. La cola de cascabel se levantaba justo al final y tras ella podía verse un sarcófago gigante con las inscripciones de GARUDA en su frontal. Allí dentro se encontraba la Pluma de Oro que le habían prometido y después de un durísimo viaje, sorteando una infinidad de obstáculos y adversidades, Jiraya se había convertido en un digno servidor del Dios Hades. A la espera de más noticias, Jiraya se esperó delante del sarcófago y se tomó un descanso más que merecido.
[Es esto lo que quieres Jiraya?. Para eso he llegado hasta aquí?... no puede ser que mi destino sea acabar en el pozo como esta escoria. El Camino de la Serpiente… nunca había oído hablar de él, pero no tengo otra alternativa que cruzarlo y demostrarle al señor Hades que no se ha equivocado al fijarse en mí de esta manera. De hecho no sé lo que me pasa, pero algo me impulsa a cruzarlo, algo que no puedo dominar. Mi vista está deteriorada, mi sentido del oído no me trasmite ningún sonido. Estoy muerto y voy a la deriva a las ordenes de alguien o algo que no conozco. Bien o mal, mal o bien… siempre la misma disyuntiva en mi cabeza. Sea lo que sea mis sentidos no me responden, solo siento una energía en mi interior que aumenta por momentos y veo que no podré hacer nada para pararla. Si cruzo ese camino quizás obtenga más respuestas.]
Jiraya notaba una extraña atracción que hacía que su cuerpo se moviera como un zombi sin poder evitarlo. Dejando las almas a su espalda, se dirigió unos metros hacia una dirección en perpendicular a la fila y pronto llegó a la famosa entrada del Camino de la Serpiente. Nada más llegar, Jiraya examinó el camino que le esperaba y su deteriorada vista no alcanzaba a ver el otro lado de un camino pedregoso y abrupto que comenzaba a sus pies y que cambiaria la "vida" del joven para siempre. Así y con buen ritmo, Jiraya pasó por debajo de la gigantesca cabeza de Serpiente que anunciaba el principio del camino. Una cabeza dorada que brillaba con luz propia y resaltaba incondicionalmente en aquella atmosfera oscura y tétrica que bañaba la zona. Los ojos de la serpiente eran rojos cuan enormes rubís de un inmenso tesoro perdido y los colmillos descansaban en unas basas construidas a conciencia, para hacer de este monumento una autentica joya arquitectónica. El ancho del camino era bastante estrecho, dos o tres personas de margen y no parecía acabar nunca.
[Este es el camino… pero no veo nada de particular en el, solo veo rocas y arena. Tampoco veo sobre que esta construido, parece como si estuviera flotando en el aire. No siento nada, ni si quiera siento mis músculos al moverse. Algo raro está sucediendo. Estoy perdiendo mis sentidos poco a poco pero aun así sigo andando sin pausa sobre este camino.]
Después de varias horas andando por el estrecho sendero llegó el primer ensanche del camino. Al llegar allí, el camino se dividía en dos. Una dirección subía hacia el cielo teñido de sangre y otro bajaba a una especie de galería subterránea donde no se podía ver el fondo ya a escasos metros. Jiraya se plantó en el medio para ver que opción tomaba. Aun confuso por lo que le estaba sucediendo y sin más recuerdos que aquel salto al vacío desde el campanario y aquel Emblema de Garuda que todavía portaba, Jiraya se planteó seriamente por donde podía tirar. En ese momento una pluma de ave gigante cayó sobre el pozo y un grito se escuchó en su interior. Sin más excusa que esa, el joven decidió bajar por el sendero subterráneo para encontrar el paradero de aquel sonido que si pudo escuchar levemente.
Nada más bajar unos metros, la temperatura comenzó a subir exponencialmente como si de un horno se tratara. El sudor recorría la piel de Jiraya en su mayoría y como si de un buen baño saliera, el joven seguía bajando y bajando por una escalinata que parecía no tener fin. Mientras bajaba por esa zona observaba como en las oscuras pareces aparecían varios trazados confusos y dispersos en un principio, pero que después iban formando la palabra "Pasado" y la palabra "Respuesta". Jiraya no entendía nada y seguía alimentando su cerebro con el odio que surgía de su interior. Al llegar a un descansillo, Jiraya continuó su camino hasta que una imponente edificación hacia acto de presencia a medida que se acercaba. La gran torre que se erigía delante de sus narices no era otra que el campanario de la Ciudad del Aire por el cual se había lanzado el novato Jiraya tal y como él recordaba. El gran charco de sangre podía verse en el suelo todavía… en ese instante y sobre el mismo, Jiraya recreo una escena que fue rellenando algunos huecos que su mente tenia enquistados.
En la escena, se oían los jadeos del chico y los dolores que tenia se trasmitieron a Jiraya que permanecía de rodillas en el suelo. Aun con el emblema en la mano, pudo ver como se acercaban una serie de extraños guerreros con pijamas muy raros. -Eh tú! Quien te ha dado ese emblema- le gritaron. -No podemos dejar que sigas con vida porque eres una gran amenaza para el equilibrio del Planeta. Siento que escuches esto pero tu vida acaba aquí.- siguieron las palabras desde las sombras. En ese momento un clon de Jiraya se despegó se su cuerpo y se lanzó a atacar violentamente y chorreando sangre de la caída al grupo que le había amenazado. Estos chicos se movilizaron a la velocidad del rayo y con en unos pocos segundos descuartizaron, a base de golpes, el cuerpo del joven Jiraya acabando con su vida tal y como había pasado. Jiraya vió la macabra escena y su triste final y su mente se quedó completamente en blanco.
[Así que eso fue lo que paso… quienes eran esos?... esa velocidad y esos movimientos no son humanos. Me recuerdan mucho a los de aquel vagabundo que me subió hasta lo alto del campanario y luego desapareció. No puede ser que muriera en manos de esos cobardes!!! Debo salir de aquí para castigarlos… debo terminar con esto y aniquilarlos, no puedo quedarme de brazos cruzados… los encontraré, tengo que…. Aaaahh!!!.]
En aquel instante Jiraya explotó su rabia interior al saber su verdadero final. Al parecer esos guerreros con extraños pijamas de acero, habían acabado con su vida, alegando con que era una gran amenaza para el Planeta. Jiraya sintió como sus 5 sentidos murieron… la vista se oscureció como el mismísimo universo, sus oídos se desvanecieron y eran incapaces de escuchar nada… el gusto se volvió nulo, los olores a muerte y sangre que se instalaban en sus fosas nasales, se camuflaron hasta quedarse completamente en nada. Incluso su cuerpo y sus músculos dejaron de sentirse y el joven cayó al suelo como un plomo de una bala para estrellarse fuertemente contra el asfalto de aquel desnivelado pavimento. La sangre fluía de sus heridas y mezcladas con las lagrimas de rabia que salían de su cuerpo… Jiraya permaneció unos minutos en el más absoluto limbo, solo el 6º sentido, el de la intuición seguía y permanecía en su alma hasta que finalmente murió también sin llegar a desarrollarse. Sin embargo su alma o su fuerza interior afloraba de manera extraña dotando a este joven de unas energías diferentes a las que había sentido hasta ahora. En ese momento y con el cuerpo totalmente hecho un escombro… Jiraya despertó impulsado por una tremenda energía que provenía del infinito universo y que aportaba un flujo perfecto sobre el sujeto que pareció despertar de un duradero letargo.
Esa energía pronto consumiría el cuerpo de Jiraya si no era capaz de controlarla. La energía salía por la boca y por los ojos del chico hasta elevarlo varios metros del suelo… en ese instante una lanza le atravesó el pecho y lo clavó contra la fuerte piedra con la que se había construido el enorme campanario, estampando en la misma una silueta de sangre y barro aterradora. A los pocos segundos de esto una sombra hizo su aparición en aquella macabra escena.
-Eh!! Despierta… creo que si lo he hecho, jajaja. Si lo he hecho… Kani siempre lo hace. Kani siempre obedece. Kani te ha salvado y ha despertado en ti el 8 si. Jajaja. Kani el 8 si, jajaja. Mi señor estará orgulloso de Kani sí. Jajaja siempre lo está si, Kani obedece.- se oía en el silencio de aquel lugar.
Un pequeño demonio se acercó a Jiraya y le quito la lanza para hacerla desaparecer delante de sus narices. Jiraya, que lejos de estar totalmente acabado como parecía segundos antes, abrió sus ojos como platos y se levantó del suelo como si su alma hubiera sido liberada. Antes de que pudiera decirle algo a aquel extraño monstruito, este percibió peligro y salió pitando de allí por un pequeño sendero paralelo al camino. Jiraya no se lo pensó dos veces y después de palparse de nuevo todo el cuerpo para ver que sus heridas se habían regenerado y curado, salió tras ese bicho y conseguir las respuestas a las nuevas incógnitas que se le habían presentado. Camino abajo y durante varios minutos, no vio nada mas que negro negro y negro. Corriendo a ciegas durante un largo tiempo, por fin llegó a una especie de cripta donde un extraño águila gigante con brazos y cara humana, se podía ver en lo alto de la entrada. Otro pasadizo y otra prueba tenía el joven y ahora con una extraña sensación de libertad, se adentró por primera vez por decisión propia para encontrar al causante de esa liberación.
Adentrándose pocos metros en esa cripta, Jiraya pronto sintió como se acercaba a algo verdaderamente poderoso. Aun no entendía como podía saber esas cosas, pero algo se había despertado en su interior y gracias a esto, podía ver y sentir cosas que antes no podía. Un estrecho pasillo alumbrado por unas pequeñas linternas llevó al joven chico hasta unas puertas de metal que dibujaban el mismo pájaro mitad hombre y mitad pájaro, que presidia la entrada de este mausoleo. Empujándolas firmemente, Jiraya abrió las puertas y una brisa de olor a putrefacción y muerte salió del interior de la sala para chocar de lleno con el chico. Esto no se inmutó mucho y prosiguió en su búsqueda hasta dar en el fondo de la sala con un enrome trono de muy elaborada creación, en el cual se encontraba a su lado el monstruito que había hecho la gran hazaña de antes.
-Jajaja, Kani lo trajo si… Kani es un buen chico, siempre obediente si… este es el chico. Este señor este es…Kani es un buen chico sí. Me quiso matar… maldito!!! si me quiso matar. Kani le hizo caso señor, lo desperté como ordenó si… lo desperté. Jajaja.- repetía una y otra vez esa bestia.
Jiraya no hacia más que oír y ver lo que ese monstruito decía y repetía mientras no entendía a quien le estaba hablando. En unos segundos, una gran figura sombría, se materializó en sentado en el trono. Solo sus ojos brillantes podían verse en todo el cuerpo y este sin moverse, comenzó a hablar con Jiraya sobre lo sucedido. El primero en tomar la palabra fue el joven.
-Hola, mi nombre es Jiraya… he estado caminando de modo atemporal por el camino de la Serpiente sin un rumbo fijo. Quien eres y que quieres de mi?? No sé lo que ha pasado antes. He visto mi verdadera muerte y luego he presencia otra muerte en este reino. Sentía que me consumía por dentro, pero ese de ahí me clavó con su lanza en la pared y me ha revivido. No solo me ha revivido, sino que me ha liberado del yugo que se cernía sobre mi cabeza desde que entré por esa cabeza de serpiente. Dime… que es lo que hago en ese lugar y que me hiciste…- pregunto Jiraya hecho una furia.
-TRANQUILO JIRAYA… TODO A SU TIEMPO. SOY EACO- le replicó la soberana sombra.
-Eaco si… el señor Eaco… no sabes quién es??como?... póstrate ahora mismo hacia él imbécil!!! Kani te ayudará a arrodillarte, Kani lo hará si… jajaja siempre lo hace si… vamos!!! Agacha la cabeza…- le grito la bestia mientras le daba con la culata de la lanza en las piernas hasta arrodillarlo.
De repente y con los ojos en blanco como un autentico poseído el demonio recitó: -El señor Eaco, es el juez más importante del Universo. Sus juicios han sido oídos en este y en otros mundos. Tal es su fama de la justicia sobre el bien y el mal que una vez que dejó el mundo terrenal fue requerido por Hades para ajusticiar a las almas en el Inframundo. El es el Juez de las sombras y ahora te juzgará a ti. Escucha con atención.- terminó la posesión en Kani.
-COMO BIEN HA EXPLICADO KANI, SOY EACO DE EGINA. GOBERNANTE Y SOBERANO DURANTE MUCHOS AÑOS HASTA QUE LA MUERTE ME TRAJO HASTA AQUÍ PARA SEGUIR IMPARTIENDO JUSTICIA EL RESTO DE LA ETERNIDAD. HAS DE SABER QUE NO ESTAS AQUÍ POR CASUALIDAD. HADES TIENEN MUCHO PLANES PARA TI Y CREO QUE DEBERÁS ESTAR A LA ALTURA. LO PRIMERO DE TODO SERÁ EXPLICARTE LO QUE TE HA SUCEDIDO. BIEN JIRAYA, ESCUCHA CON ATENCIÓN. "LOS HUMANOS TIENEN 5 SENTIDOS… SALTANDO UN ESCALÓN MAS SOBRE ELLOS SE ENCUENTRA UNA RAZA DE ELITE, MUY PEQUEÑA QUE DOMINA EL ARTE DE LA INTUICIÓN… CON ELLA PUEDES ADELANTARTE EN EL TIEMPO Y PREDECIR MALES O SITUACIONES FUTURAS O PASADAS… ESO ES PRECISAMENTE LO QUE TE OCURRIÓ AL VER TU VERDADERA MUERTE. CON ESO DESPERTASTE EL 6º Y EL 7º SENTIDO… ESTE ULTIMO SOLO SE DESPIERTA CUANDO LA MUERTE DE TU ALMA ESTA LLEGANDO A SU CENIT… TAMBIÉN ESO TE OCURRIÓ.- explicaba aquella sombra con una voz de ultratumba.
-El 7º sentido?... eso es lo que me estaba pasando y es lo que hervía dentro de mi interior… ya entiendo algunas cosas que me estaban sucediendo, pero pensé que era el odio que tenia sobre esas personas que acabaron con mi vida en el mundo exterior…ahora me siento diferente, mucho más fuerte que antes… a que es debido esto Eaco??.- pregunto Jiraya realmente fascinado.
-ESTO ULTIMO SE LLAMA 8º SENTIDO… ESTE SOLO PUEDE ABRIRSE CUANDO TU ALMA ESTA A PUNTO DE MORIR COMO TE SUCEDIÓ ANTES DE QUE KANI TE LANZARA MI LANZA EN EL PECHO COMO LO HIZO. GRACIAS A ESO… AHORA HAS DESPERTADO TODO TU POTENCIAL Y PUEDES MOVERTE LIBREMENTE POR ESTE Y OTROS MUNDOS. TU VIDA COMO ALMA ERRANTE A FINALIZADO… PERO NO CREAS QUE ERES LIBRE DEL TODO NO. ANTES DE SEGUIR TU CAMINO DEBERÁS SUPERAR UN PAR DE RETOS. TU ESTRELLA ES TENYÜSEI, LA ESTRELLA DE LA VALENTÍA POR LO QUE DEBERÁS SER VALIENTE Y SUPERARLOS. ESTAS PREPARADO??-
-Dos retos?? Si estoy preparado… dispara… de que se tratan. No he llegado hasta aquí para darme la vuelta, así que cuando quieras podemos empezar con el primero.- contesto impaciente Jiraya.
-BIEN JOVENCITO… LOS RETOS CONSISTIRÁN EN EL USO DE TU INTELIGENCIA Y ASTUCIA… LA FUERZA Y LA RESISTENCIA SON DOS DE TUS FUERTES, POR LO QUE TENDRÉ QUE VALORAR EN ESTA OCASIÓN SERA OTRA COSA. MI ÚNICO CONSEJO ES QUE NO TE FÍES DE LAS APARIENCIAS Y MIRA SIEMPRE MAS ALLÁ…QUIZÁS SEAN PREGUNTAS TONTAS, PERO ME DARÁN MUCHA INFORMACIÓN DE TU MANERA DE PENSAR Y ACTUAR…UTILIZA TU 8º SENTIDO PARA SUPERAR LAS PRUEBAS. AQUÍ TIENES DOS CAJAS. EN ELLAS SE ENCUENTRAN LAS PREGUNTAS… ESCOGE LA QUE QUIERAS Y COMIENZA. SI CONSIGUES SUPERARLOS PODRÁS IRTE POR ESA PUERTA Y DESPUÉS DE VARIOS KILÓMETROS EN ESAS DIRECCIÓN ESTARÁ EL FINAL DE TU CAMINO Y LA PLUMA DE ORO SERA TU TROFEO FINAL. ADELANTE.-
En ese momento, tanto Kani como Eaco desaparecieron dejando la sala únicamente con las cajas y la presencia del desconfiado Jiraya. Este, armado de valor y valentía como decía su estrellas, levantó la primera caja para ver que contenía. Nada más que una pequeña tarjeta que decía:
"Un prisionero se encuentra encerrado en una celda que tiene dos puertas, una lo lleva hacia la muerte y la otra hacia la libertad. Cada puerta esta resguardada por un vigilante, el prisionero sabe que uno de ellos siempre dice la verdad, y el otro siempre miente. Para elegir la puerta por la que debe pasar y liberarse solo puede hacer una pregunta a uno solo de los vigilantes."
Después de leerla detenidamente y estrujarse un poco el cerebro, decidió contestar para ver si su respuesta era la correcta.
-Ha sido un poco difícil pensar en esto con lo que me acaba de suceder en tan poco espacio de tiempo… pero creo tener la respuesta correcta, veamos. Sol: El reo elegiría un vigilante al azar y le preguntaría que que puerta diría tu compañero que es la de la libertad? Y una vez contestada, abriría la contraria para escapar porque ambos señalarían la puerta errónea.-
Dicha la solución correcta, la caja ardió en llamas y desapareció en una nube de humo negro dejando solo la otra caja delante de Jiraya para afrontar el segundo reto. Sin demorarse mucho mas, abrió la segunda caja y pudo ver la siguiente tarjeta. Arriba en letras mayúsculas ponía… no te fíes de las apariencias. Leído esto Jiraya procedió con el acertijo que decía así:
"Un grupo de policías está investigando a un grupo de delincuentes que trafican en un local bien custodiado. Desde un coche camuflado vigilan la entrada al local. Quieren infiltrar a un grupo de policías de paisano, pero no saben la contraseña.
En ese momento llega un cliente. Llama a la puerta y desde el interior le dicen: “18”. El cliente responde: “9”. La puerta se abre y accede al interior. Los policías se miran, creen tener la respuesta. Pero deciden esperar. Viene otro cliente. Desde dentro le dicen: “8”. Él responde: “4”. La puerta se abre.
Los policías sonríen. “Ya lo tenemos. Se trata de responder la mitad del número que te dicen desde dentro”. Llega otro cliente. Desde dentro dicen: “14”. El cliente contesta: “7”. La puerta se abre. “¿Lo veis?” dice el jefe de policía.
Deciden enviar a un agente. Llama a la puerta. Desde dentro le dicen: “0”. El policía se queda parado. Después de unos breves segundos responde: “0”. Se oye una ráfaga de disparos y el policía muere. Los agentes que hay en el coche se quedan sorprendidos, pero deciden enviar a otro agente. Desde dentro se oye: “6”. El policía contesta muy convencido: “3”.
Pero la puerta no se abre. Se oye una ráfaga de disparos y el policía muere. ¿Por qué?"
Jiraya terminó de leer esto y se después de acordarse de las palabras del principio observó detenidamente una posible solución alternativa que le hizo dar con la respuesta correcta.
-Bien, este también ha sido bastante complicado pero vamos. Sol: La respuesta no es la mitad del número. Es el número de letras que tiene. Dieciocho tiene nueve letras. Ocho tiene cuatro letras. Catorce tiene siete letras. Cuando desde dentro dicen cero deberían haber contestado cuatro y cuando dicen seis, debían haber respondido cuatro también.- Ese era el enigma…
Nada mas decir la respuesta de este reto, la caja se volatilizó como la primera y segundos después una luz iluminó la puerta por la que le habían señalado antes. Jiraya con una gran sonrisa en su rostro salió corriendo por ella para seguir un tiempo más por otro angosto pasillo hasta llegar al final del Camino de la Serpiente. La cola de cascabel se levantaba justo al final y tras ella podía verse un sarcófago gigante con las inscripciones de GARUDA en su frontal. Allí dentro se encontraba la Pluma de Oro que le habían prometido y después de un durísimo viaje, sorteando una infinidad de obstáculos y adversidades, Jiraya se había convertido en un digno servidor del Dios Hades. A la espera de más noticias, Jiraya se esperó delante del sarcófago y se tomó un descanso más que merecido.
Rikipelu- DORADO
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Re: Reto para Kyoto de Garuda
Off: Bien, el reto fue aceptado. Ahora lo que debes hacer es rearmar la ficha agregando esta historia (obviamente REDUCIDA) y, posteriormente agregar un rol de al menos 15 líneas: El encapuchado se hace presente ante tí(recuerda que se presentó como la estrella guardiana) te comenta algo sobre la pluma de oro y te confirmas la portación del Kyoto. Agrega aquí la ficha. Una vez terminada, la veré y te diré si está correcta, luego se postea en el templo y se edita el registro.
Saludos!
Saludos!
Guardiana Zodiacal- JUEZ
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Re: Reto para Kyoto de Garuda
Nombre: Jiraya (El sabio Pervertido)
Edad: 16 años
Sexo: Varón
Nacionalidad: España (Ciudad del Aire)
Signo: Virgo
Aspecto físico:
Chico joven de piel morena y cabello largo y de color morado. Cuerpo atlético y de definidos músculos de 1'86 ms de altura y unos 85 kg de peso. Sus ojos son grandes y del mismo color que su cabello y su belleza es bastante reconocida entre la mayoría de las mujeres de este Planeta.
Perfil psicológico: Jiraya es un joven bastante cruel y radical en todas sus acciones y decisiones. Bastante alterado siempre, se mueve adoptando una personalidad demasiada agresiva y muestra un odio irracional por la raza humana. Antisocial y frio, muy perfeccionista y maniático, poco educado y con aires de superioridad para con el resto del mundo. El 90% de su mente la ocupa imaginándose a todas las mujeres con las que se cruza, en un aren imaginario en el que él es el absoluto rey y señor.
Historia:
El bien y el mal, todo se rige en base a estas dos palabras pero… que está bien y que está mal? Acaso nosotros somos o podemos ser jueces para juzgar esto? Se preguntaba el joven Jiraya mientras seguía pegándole a aquellos chiquillos que tenía ya malheridos en el suelo. Patadas, puñetazos, cabezazos… todo un elenco de técnicas de combate reunidas en torno a un chaval que, nadie sabía de donde había salido, pero que en pocos segundos había acabado con 4 muchachos mucho más grandes que él, los cuales acosaban a esa preciosa chica rubia que pedía auxilio en medio de la plaza.
La sangre se mezclaba con el agua de la fuente tiñéndola de un color rosado como el buen vino de aquella ciudad. Los gritos de algunos jóvenes que presenciaban la violenta escena, no lograron parar la avalancha de golpes que Jiraya seguía propinándoles a los asaltantes. La chica asustada, se marchó corriendo al ver todo ese desastre y frente a los ojos de sorpresa del chico, desapareció entre la multitud, mientras la policía llegaba a la escena con unas enormes barras de hierro que no dudaron en utilizar para marcar el lomo de Jiraya y conseguir que cesara en su empeño de matar a aquellos abusones. Todavía con los ojos en blanco y los dientes apretados como una bestia a punto de ser cazada, Jiraya le propinó un cabezazo a su opresor rompiéndole la nariz y soltándolo al instante, en ese momento el chico salió corriendo y se esfumó como el humo de una colilla haciendo caso omiso de el alto que le daban los agentes.
La noche cayó en la Ciudad del Aire y las sirenas todavía sonaban por las calles, calles por las cuales Jiraya seguía escondido y agazapado en cualquier escondite para no ser atrapado como un animal. Las noticias habían volado ya por toda la ciudad y se decía que 2 de los 4 chicos habían muerto esa misma noche a consecuencia de los golpes recibidos en aquella pelea de niños…
-Niños?? Eso no puede haberlo hecho un niño- decía una prostituta, la cual enseñaba los mofletes por debajo de la minifalda ceñida a su impresionante cuerpo y cuyos senos se mostraban por el enorme escote del mismo.
Jiraya observaba a la bella mujer mientras hacia sus necesidades en un rincón y ajeno al mundo que le rodeaba. Todo eso le llevo a no darse cuenta de que detrás suya se encontraba su chulo con una cadena de hierro, dispuesto a cobrarse una parte a base de palos, por mirar lo que no debía mirar. Casi por alguna energía extraña, Jiraya se dió a vuelta en decimas de segundos y esquivo el latigazo que iba hacia su espalda, espalda dolorida todavía de los porrazos del guardia que lo cogió por la mañana. En un acto instintivo, Jiraya saltó sobre la cabeza de aquel hombre cogiéndolo con las rodillas y girando sobre su eje, rompiéndole el cuello y dejándolo muerto en la calzada. Un extraño vagabundo que no pegaba en esa calle ni con cola, se percató del movimiento de aquel chaval y corrió a reunirse con él. A la voz de aquel vagabundo, Jiraya se giró y de repente se cayó asombrado al ver como el hombre que lo llamaba, era atropellado por un camión de servicios públicos y era éste el que se hacía trozos estrellándose contra una barrera invisible de energía que rodeaba al vagabundo. Segundos después, un látigo rodeó el cuello del chico y ambos desaparecieron sobre los tejados de la oscura noche.
Mientras sobrevolaban los tejados extrañamente, Jiraya pudo ver como aquel vagabundo escondía un extraño ropaje bajo su andrajosa túnica, unas plumas blancas y una estrella celeste que representaban una especie de ave en su pecho bastante raro. A los pocos minutos, ambos se pararon en lo alto de un campanario y entonces llegó el momento de hablar. Jiraya no tenía muy buenas pulgas por lo que intentó lanzarle dos o tres golpes a ese hombre el cual esquivó casi sin moverse apenas unos centímetros. Por mucho que intentaba hacer alguna técnica, este vagabundo parecía desaparecer en el momento justo.
-Bien… sé que no das crédito a nada de lo que has visto, pero te aseguro que pronto sabrás lo que sucede. Noto en tu interior una fuerza que duerme y que ha dormido todo este tiempo, pero esta mañana en la plaza me percaté de que era el momento de despertar. No puedo decirte mucho más porque no se me está permitido, solo sé que tu estrella guía tus pasos hacia un destino que deberás elegir. La valentía está presente en ti, la fuerza también, solo te quedan unos detalles por pulir y seguro que llegarás a ser alguien importante. Ten este emblema, es el "Emblema de Garuda" y recuerda que ellas te eligen a ti, no tu a ella.-
-Qué? Que quieres decir con eso?, que esta estrella con un pájaro en ella? Dime como has hecho eso con el camión… dime que hacemos aquí…oye!! Oye!!.-
El vagabundo saltó desde lo alto del campanario sobre un callejón oscuro y desapareció sin más. En lo alto todavía estaba Jiraya con aquel emblema en la mano y haciéndose millones de preguntas… miró hacia abajo y vió que estaba a mas de 30 metros del suelo y no tenía otro camino que saltar. Observó el cielo estrellado sin encontrar respuestas a lo sucedido hasta que una de ellas, lanzó un haz de luz sobre el emblema y este ilumino mágicamente las palabras Tenyüsei, en ese instante el emblema le pasó una corriente eléctrica por todo el cuerpo de Jiraya, el cual poseído por una fuerza extraña, saltó al vacio sin pensar.
Como una pluma cayó sobre el duro asfalto y atónito por lo sucedido, corrió de nuevo a la oscuridad para terminar escondido en un viejo castillo que se encontraba en las afueras. Allí se quedó dormido a la intemperie y maravillado por lo que le había sucedido. Tal vez alguna sombra estaba al tanto de lo que había pasado o tal vez no, lo que si estaba claro era que algo nuevo estaba a punto de despertarse…
…Un extraño pájaro blanco cruzaba el cielo de aquel castillo en ruinas. Las almenas erosionadas por las inclemencias y rodeadas de musgos verdes, dejaban entrever a la bestia alada entre el cielo rojizo que lo cubría todo. No se escuchaba nada… ni siquiera el aletear de aquel ave, ni siquiera el enorme rio rojo que fluía por el centro del mismo castillo. Todo era demasiado extraño pero Jiraya no pensaba en nada más que en qué era lo que le había sucedido, pero no recordaba nada. Este estado de alteración tenia el corazón de Jiraya en un puño, pero sin embargo ni su propio latido podía sentir. Con los ojos fuera de las orbitas, miraba hacia todos los lados intentando recordar cómo y porque estaba en ese sitio tan extraño.
Jiraya vió detrás del muro gigante que reforzaba el castillo, una enorme fila de gente que, ordenadamente, caminaban errantes en la misma dirección. En sus rostros fantasmagóricos se podían ver la tristeza y la desolación. Como almas vacías, ninguna de aquellas personas volvía la mirada al frente, todas con sus miradas en blanco, miraban resignadas al suelo ardiendo que cubría una basta extensión de tierra en varios kilómetros vista. Jiraya no entendía nada de lo que sucedía pero rápidamente se unió a la Santa Comparsa arrastrado por una fuerza superior a su entendimiento.
Tras caminar durante horas llegaron a un Arco impresionante que hacia de puerta de la justicia, eliminando y dejando pasar a unas poca almas que parecían obtener algún derecho sobre las demás. Nada más pasar por debajo de la misma y poder observar los extraños gravados que se dibujaban en ella, unos ojos rojos brillaron a su altura y Jiraya cayó fulminado sin saber que ni como había sucedido.
Al abrir sus ojos nuevamente, el panorama no había cambiado mucho… la fila de almas seguía su rumbo haciendo una criba a medida que pasaba por el increíble arco. Al parecer Jiraya había logrado traspasar esa barrera espectral sin sufrir grandes daños. En ese instante y todavía con la vista algo borrosa por el cambio de luces, una extraña sombra se acercó al joven para proponerle una solución relativa que le aportara algo más de luz a la ya de por si oscuridad que albergaba su interior. La voz de ese encapuchado se presentó como estrella guardiana de la ventaja y después de amonestarlo por haberse salido de la fila, descubrió el potencial que se podía sacar de él. El trato estaba puesto encima de la mesa, solo había que cogerlo y cambiar de aires o dejarlo y volver a la fila para terminar en el pozo del sufrimiento eterno.
Jiraya eligió, impulsado por una extraña energía que no podía dominar, adentrarse en el Camino de la Serpiente. Un camino muy duro e interminable que decidiría si el joven era digno o no, para ser un servidor del Sr. Hades. El cumulo de sensaciones dentro del chico llevaban a Jiraya a despertar un odio y una rabia en su interior que poco a poco se iba apoderando de él. Después de varios kilómetros de cuestas, rampas y estrechos caminos, Jiraya llegó a un punto bidireccional en el cual tenía que elegir el camino adecuado. Sin saberlo muy bien y guiado tal vez por ciertos detalles nimios, el chico siguió una pluma hasta una galería subterránea en la cual presenció su verdadera muerte en el mundo real, a manos de un grupo de hombres que portaban unos pijamas de acero de diferentes colorines, que sin hacer muchas preguntas y en un tono agresivo, atacaron al moribundo Jiraya para darle una brutal paliza y terminar con el chico en un acto muy cobarde.
Así fue como el chico abrió sus recuerdos y explotó de rabia por lo que había visto. Segundos después, juró venganza para aquellos que osaron a cometer tal tropelía y fue entonces cuando el monstruo que dormía en el interior de su cuerpo, despertó tal y como habían predicho en el Inframundo y esto llevó a Jiraya a sentir como sus 6 sentidos morían uno a uno para dejarlo a punto de la extinción y como un trapo viejo, aquí consiguió despertar el 7º sentido y alcanzar el poder infinito del Universo pero esto en el cuerpo de un inexperto chaval lo llevaría a una eliminación total. Cuando Jiraya ya no era dueño de su destino y ya no había esperanzas en él, un pequeño demonio muy excéntrico le lanzó una lanza y lo ensartó en la pared acabando con su alma justo a tiempo para despertar el 8º sentido. Este sentido solo podía abrirse en ese instante y ordenado por una fuerza superior, el demonio consiguió lograrlo. Con el 8º sentido despierto en Jiraya, el joven se liberó del influjo del Sr. Hades y pudo obrar por primera vez a su elección ya que esto le servía solo a unos privilegiados a andar y cruzar varios reinos sin ningún problema.
Después de perseguir a ese demonio, Jiraya conoció en una cripta a un ser increíble y poderoso que hacía de Juez en el Inframundo… Eaco se llamaba. El señor y amo de aquel demonio, conocido por su gran fama como impartidor de la justicia en el mundo y elegido por el señor del Inframundo para impartir la misma en su reino, le aclaró muchas de las dudas y después de responder brevemente a sus preguntas, le sometió a una última prueba para saber si era un guerrero preparado para servir a Hades. La prueba consistió en resolver dos retos de inteligencia e ingenio ya que en fuerza y resistencia ya había demostrado que estaba a la altura. Después de estrujarse el cerebro en tan dificultosas pruebas, salió victorioso y pudo llegar al final del camino para encontrarse de bruces con un sarcófago que decía GARUDA en su frontal. Ya estaba a punto de conseguir su Pluma de Oro y ser un digno sirviente del Sr. Hades para toda la eternidad.
Edad: 16 años
Sexo: Varón
Nacionalidad: España (Ciudad del Aire)
Signo: Virgo
Aspecto físico:
Chico joven de piel morena y cabello largo y de color morado. Cuerpo atlético y de definidos músculos de 1'86 ms de altura y unos 85 kg de peso. Sus ojos son grandes y del mismo color que su cabello y su belleza es bastante reconocida entre la mayoría de las mujeres de este Planeta.
Perfil psicológico: Jiraya es un joven bastante cruel y radical en todas sus acciones y decisiones. Bastante alterado siempre, se mueve adoptando una personalidad demasiada agresiva y muestra un odio irracional por la raza humana. Antisocial y frio, muy perfeccionista y maniático, poco educado y con aires de superioridad para con el resto del mundo. El 90% de su mente la ocupa imaginándose a todas las mujeres con las que se cruza, en un aren imaginario en el que él es el absoluto rey y señor.
Historia:
El bien y el mal, todo se rige en base a estas dos palabras pero… que está bien y que está mal? Acaso nosotros somos o podemos ser jueces para juzgar esto? Se preguntaba el joven Jiraya mientras seguía pegándole a aquellos chiquillos que tenía ya malheridos en el suelo. Patadas, puñetazos, cabezazos… todo un elenco de técnicas de combate reunidas en torno a un chaval que, nadie sabía de donde había salido, pero que en pocos segundos había acabado con 4 muchachos mucho más grandes que él, los cuales acosaban a esa preciosa chica rubia que pedía auxilio en medio de la plaza.
La sangre se mezclaba con el agua de la fuente tiñéndola de un color rosado como el buen vino de aquella ciudad. Los gritos de algunos jóvenes que presenciaban la violenta escena, no lograron parar la avalancha de golpes que Jiraya seguía propinándoles a los asaltantes. La chica asustada, se marchó corriendo al ver todo ese desastre y frente a los ojos de sorpresa del chico, desapareció entre la multitud, mientras la policía llegaba a la escena con unas enormes barras de hierro que no dudaron en utilizar para marcar el lomo de Jiraya y conseguir que cesara en su empeño de matar a aquellos abusones. Todavía con los ojos en blanco y los dientes apretados como una bestia a punto de ser cazada, Jiraya le propinó un cabezazo a su opresor rompiéndole la nariz y soltándolo al instante, en ese momento el chico salió corriendo y se esfumó como el humo de una colilla haciendo caso omiso de el alto que le daban los agentes.
La noche cayó en la Ciudad del Aire y las sirenas todavía sonaban por las calles, calles por las cuales Jiraya seguía escondido y agazapado en cualquier escondite para no ser atrapado como un animal. Las noticias habían volado ya por toda la ciudad y se decía que 2 de los 4 chicos habían muerto esa misma noche a consecuencia de los golpes recibidos en aquella pelea de niños…
-Niños?? Eso no puede haberlo hecho un niño- decía una prostituta, la cual enseñaba los mofletes por debajo de la minifalda ceñida a su impresionante cuerpo y cuyos senos se mostraban por el enorme escote del mismo.
Jiraya observaba a la bella mujer mientras hacia sus necesidades en un rincón y ajeno al mundo que le rodeaba. Todo eso le llevo a no darse cuenta de que detrás suya se encontraba su chulo con una cadena de hierro, dispuesto a cobrarse una parte a base de palos, por mirar lo que no debía mirar. Casi por alguna energía extraña, Jiraya se dió a vuelta en decimas de segundos y esquivo el latigazo que iba hacia su espalda, espalda dolorida todavía de los porrazos del guardia que lo cogió por la mañana. En un acto instintivo, Jiraya saltó sobre la cabeza de aquel hombre cogiéndolo con las rodillas y girando sobre su eje, rompiéndole el cuello y dejándolo muerto en la calzada. Un extraño vagabundo que no pegaba en esa calle ni con cola, se percató del movimiento de aquel chaval y corrió a reunirse con él. A la voz de aquel vagabundo, Jiraya se giró y de repente se cayó asombrado al ver como el hombre que lo llamaba, era atropellado por un camión de servicios públicos y era éste el que se hacía trozos estrellándose contra una barrera invisible de energía que rodeaba al vagabundo. Segundos después, un látigo rodeó el cuello del chico y ambos desaparecieron sobre los tejados de la oscura noche.
Mientras sobrevolaban los tejados extrañamente, Jiraya pudo ver como aquel vagabundo escondía un extraño ropaje bajo su andrajosa túnica, unas plumas blancas y una estrella celeste que representaban una especie de ave en su pecho bastante raro. A los pocos minutos, ambos se pararon en lo alto de un campanario y entonces llegó el momento de hablar. Jiraya no tenía muy buenas pulgas por lo que intentó lanzarle dos o tres golpes a ese hombre el cual esquivó casi sin moverse apenas unos centímetros. Por mucho que intentaba hacer alguna técnica, este vagabundo parecía desaparecer en el momento justo.
-Bien… sé que no das crédito a nada de lo que has visto, pero te aseguro que pronto sabrás lo que sucede. Noto en tu interior una fuerza que duerme y que ha dormido todo este tiempo, pero esta mañana en la plaza me percaté de que era el momento de despertar. No puedo decirte mucho más porque no se me está permitido, solo sé que tu estrella guía tus pasos hacia un destino que deberás elegir. La valentía está presente en ti, la fuerza también, solo te quedan unos detalles por pulir y seguro que llegarás a ser alguien importante. Ten este emblema, es el "Emblema de Garuda" y recuerda que ellas te eligen a ti, no tu a ella.-
-Qué? Que quieres decir con eso?, que esta estrella con un pájaro en ella? Dime como has hecho eso con el camión… dime que hacemos aquí…oye!! Oye!!.-
El vagabundo saltó desde lo alto del campanario sobre un callejón oscuro y desapareció sin más. En lo alto todavía estaba Jiraya con aquel emblema en la mano y haciéndose millones de preguntas… miró hacia abajo y vió que estaba a mas de 30 metros del suelo y no tenía otro camino que saltar. Observó el cielo estrellado sin encontrar respuestas a lo sucedido hasta que una de ellas, lanzó un haz de luz sobre el emblema y este ilumino mágicamente las palabras Tenyüsei, en ese instante el emblema le pasó una corriente eléctrica por todo el cuerpo de Jiraya, el cual poseído por una fuerza extraña, saltó al vacio sin pensar.
Como una pluma cayó sobre el duro asfalto y atónito por lo sucedido, corrió de nuevo a la oscuridad para terminar escondido en un viejo castillo que se encontraba en las afueras. Allí se quedó dormido a la intemperie y maravillado por lo que le había sucedido. Tal vez alguna sombra estaba al tanto de lo que había pasado o tal vez no, lo que si estaba claro era que algo nuevo estaba a punto de despertarse…
…Un extraño pájaro blanco cruzaba el cielo de aquel castillo en ruinas. Las almenas erosionadas por las inclemencias y rodeadas de musgos verdes, dejaban entrever a la bestia alada entre el cielo rojizo que lo cubría todo. No se escuchaba nada… ni siquiera el aletear de aquel ave, ni siquiera el enorme rio rojo que fluía por el centro del mismo castillo. Todo era demasiado extraño pero Jiraya no pensaba en nada más que en qué era lo que le había sucedido, pero no recordaba nada. Este estado de alteración tenia el corazón de Jiraya en un puño, pero sin embargo ni su propio latido podía sentir. Con los ojos fuera de las orbitas, miraba hacia todos los lados intentando recordar cómo y porque estaba en ese sitio tan extraño.
Jiraya vió detrás del muro gigante que reforzaba el castillo, una enorme fila de gente que, ordenadamente, caminaban errantes en la misma dirección. En sus rostros fantasmagóricos se podían ver la tristeza y la desolación. Como almas vacías, ninguna de aquellas personas volvía la mirada al frente, todas con sus miradas en blanco, miraban resignadas al suelo ardiendo que cubría una basta extensión de tierra en varios kilómetros vista. Jiraya no entendía nada de lo que sucedía pero rápidamente se unió a la Santa Comparsa arrastrado por una fuerza superior a su entendimiento.
Tras caminar durante horas llegaron a un Arco impresionante que hacia de puerta de la justicia, eliminando y dejando pasar a unas poca almas que parecían obtener algún derecho sobre las demás. Nada más pasar por debajo de la misma y poder observar los extraños gravados que se dibujaban en ella, unos ojos rojos brillaron a su altura y Jiraya cayó fulminado sin saber que ni como había sucedido.
Al abrir sus ojos nuevamente, el panorama no había cambiado mucho… la fila de almas seguía su rumbo haciendo una criba a medida que pasaba por el increíble arco. Al parecer Jiraya había logrado traspasar esa barrera espectral sin sufrir grandes daños. En ese instante y todavía con la vista algo borrosa por el cambio de luces, una extraña sombra se acercó al joven para proponerle una solución relativa que le aportara algo más de luz a la ya de por si oscuridad que albergaba su interior. La voz de ese encapuchado se presentó como estrella guardiana de la ventaja y después de amonestarlo por haberse salido de la fila, descubrió el potencial que se podía sacar de él. El trato estaba puesto encima de la mesa, solo había que cogerlo y cambiar de aires o dejarlo y volver a la fila para terminar en el pozo del sufrimiento eterno.
Jiraya eligió, impulsado por una extraña energía que no podía dominar, adentrarse en el Camino de la Serpiente. Un camino muy duro e interminable que decidiría si el joven era digno o no, para ser un servidor del Sr. Hades. El cumulo de sensaciones dentro del chico llevaban a Jiraya a despertar un odio y una rabia en su interior que poco a poco se iba apoderando de él. Después de varios kilómetros de cuestas, rampas y estrechos caminos, Jiraya llegó a un punto bidireccional en el cual tenía que elegir el camino adecuado. Sin saberlo muy bien y guiado tal vez por ciertos detalles nimios, el chico siguió una pluma hasta una galería subterránea en la cual presenció su verdadera muerte en el mundo real, a manos de un grupo de hombres que portaban unos pijamas de acero de diferentes colorines, que sin hacer muchas preguntas y en un tono agresivo, atacaron al moribundo Jiraya para darle una brutal paliza y terminar con el chico en un acto muy cobarde.
Así fue como el chico abrió sus recuerdos y explotó de rabia por lo que había visto. Segundos después, juró venganza para aquellos que osaron a cometer tal tropelía y fue entonces cuando el monstruo que dormía en el interior de su cuerpo, despertó tal y como habían predicho en el Inframundo y esto llevó a Jiraya a sentir como sus 6 sentidos morían uno a uno para dejarlo a punto de la extinción y como un trapo viejo, aquí consiguió despertar el 7º sentido y alcanzar el poder infinito del Universo pero esto en el cuerpo de un inexperto chaval lo llevaría a una eliminación total. Cuando Jiraya ya no era dueño de su destino y ya no había esperanzas en él, un pequeño demonio muy excéntrico le lanzó una lanza y lo ensartó en la pared acabando con su alma justo a tiempo para despertar el 8º sentido. Este sentido solo podía abrirse en ese instante y ordenado por una fuerza superior, el demonio consiguió lograrlo. Con el 8º sentido despierto en Jiraya, el joven se liberó del influjo del Sr. Hades y pudo obrar por primera vez a su elección ya que esto le servía solo a unos privilegiados a andar y cruzar varios reinos sin ningún problema.
Después de perseguir a ese demonio, Jiraya conoció en una cripta a un ser increíble y poderoso que hacía de Juez en el Inframundo… Eaco se llamaba. El señor y amo de aquel demonio, conocido por su gran fama como impartidor de la justicia en el mundo y elegido por el señor del Inframundo para impartir la misma en su reino, le aclaró muchas de las dudas y después de responder brevemente a sus preguntas, le sometió a una última prueba para saber si era un guerrero preparado para servir a Hades. La prueba consistió en resolver dos retos de inteligencia e ingenio ya que en fuerza y resistencia ya había demostrado que estaba a la altura. Después de estrujarse el cerebro en tan dificultosas pruebas, salió victorioso y pudo llegar al final del camino para encontrarse de bruces con un sarcófago que decía GARUDA en su frontal. Ya estaba a punto de conseguir su Pluma de Oro y ser un digno sirviente del Sr. Hades para toda la eternidad.
Rikipelu- DORADO
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Fecha de inscripción : 23/06/2012
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Re: Reto para Kyoto de Garuda
Después de descansar durante un tiempo prudencial, Jiraya pensó y recordó la enorme odisea que había pasado para llegar hasta aquí. Por fin tenia las cualidades suficientes para comenzar una nueva vida en el Inframundo al servicio de un Dios poderoso del cual no sabía nada en un principio. Su alma iba a la deriva y a un sufrimiento eterno por lo que afrontar ese camino como lo había hecho le había concedido el privilegio de ser un elegido.
En ese momento el espectro encapuchado se acercó como una sombra hasta el chico para explicarle algunas cosas antes de enseñarle el contenido de aquel sarcófago que yacía bajo su espalda. Jiraya se levantó y se arrodilló para escuchar lo que este le decía y esperar a que fuera aceptado en el ejercito de Hades, pues cabe recordar que Jiraya reunía todas las cualidades para poder serlo, tal y como le dijo Eaco en su cripta.
El encapuchado, se presentó como la estrella guardiana y felicitó, sin muchos aspavientos, a Jiraya por conseguir cruzar el Camino de la Serpiente y conseguir así llegar hasta esta cámara donde nadie en cientos de años había podido lograrlo. Después de comprobar que Jiraya había despertado el poder del 8º sentido y comprobar algunos movimientos lanzando varios golpes para ver su reacción, llegó el momento del nombramiento. Realmente, aquel extraño ser no había depositado muchas esperanzas en él, pero al ver los logros que había obtenido, no tuvo más remedio que aceptar las leyes y seguir con el ritual. Pronunciando unas palabras inteligibles y alzando sus brazos al cielo de aquel lugar, el sarcófago se abrió y de él salió el ave que había sobrevolado los cielos. Sus alas doradas y su gran pico brillaban con luz propia y con su aleteo levantó una nube de polvo que pronto invadió la zona con la irrespirable tierra del suelo.
Explicando como la Kyoto había elegido a Jiraya como su portador y narrando como su estrella Tenyüsei, había velado siempre por su destino, el encapuchado desapareció de allí y ordenó al gigantesco pájaro que lanzara su pluma de oro contra Jiraya. Eso mismo paso y el ave dirigió su mirada hacia el chico. En un gesto a la velocidad de la luz, la pluma dorada atravesó el pecho de Jiraya y rompió el emblema que había portado durante todo el viaje. En ese momento una flamante armadura vistió a Jiraya desde los pies a la cabeza, convirtiéndolo así en un Juez del Inframundo. El Juez Jiraya de Garuda.
En ese momento el espectro encapuchado se acercó como una sombra hasta el chico para explicarle algunas cosas antes de enseñarle el contenido de aquel sarcófago que yacía bajo su espalda. Jiraya se levantó y se arrodilló para escuchar lo que este le decía y esperar a que fuera aceptado en el ejercito de Hades, pues cabe recordar que Jiraya reunía todas las cualidades para poder serlo, tal y como le dijo Eaco en su cripta.
El encapuchado, se presentó como la estrella guardiana y felicitó, sin muchos aspavientos, a Jiraya por conseguir cruzar el Camino de la Serpiente y conseguir así llegar hasta esta cámara donde nadie en cientos de años había podido lograrlo. Después de comprobar que Jiraya había despertado el poder del 8º sentido y comprobar algunos movimientos lanzando varios golpes para ver su reacción, llegó el momento del nombramiento. Realmente, aquel extraño ser no había depositado muchas esperanzas en él, pero al ver los logros que había obtenido, no tuvo más remedio que aceptar las leyes y seguir con el ritual. Pronunciando unas palabras inteligibles y alzando sus brazos al cielo de aquel lugar, el sarcófago se abrió y de él salió el ave que había sobrevolado los cielos. Sus alas doradas y su gran pico brillaban con luz propia y con su aleteo levantó una nube de polvo que pronto invadió la zona con la irrespirable tierra del suelo.
Explicando como la Kyoto había elegido a Jiraya como su portador y narrando como su estrella Tenyüsei, había velado siempre por su destino, el encapuchado desapareció de allí y ordenó al gigantesco pájaro que lanzara su pluma de oro contra Jiraya. Eso mismo paso y el ave dirigió su mirada hacia el chico. En un gesto a la velocidad de la luz, la pluma dorada atravesó el pecho de Jiraya y rompió el emblema que había portado durante todo el viaje. En ese momento una flamante armadura vistió a Jiraya desde los pies a la cabeza, convirtiéndolo así en un Juez del Inframundo. El Juez Jiraya de Garuda.
Rikipelu- DORADO
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