Misión: "Desgaste de armadura" para Zaraki
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Misión: "Desgaste de armadura" para Zaraki
**El juez de Grifo se encontraba un poco preocupado, su Kyoto presentaba un aspecto desangelado e infausto, multitud de grietas y fisuras fruto de sus durísimos combates recorrían todos los puntos de la poderosa armadura. Falkon no se encontraba cómodo luchando con sus capacidades mermadas, es cierto que todavía sus poderes eran determinantes en la mayoría de sus enfrentamientos, pero en combates en condiciones adversas, o con varios adversarios le condicionaban mucho en sus acciones. Era una situación que no era sostenible, como uno de los representantes máximos del ejército de Hades no podía presentar debilidad alguna, tenia que hacer algo, y pronto.**
**Mientras meditaba en las cercanías de la primera prisión pensaba en una situación que era nueva para él, nunca se había visto en una situación parecida. Las Kyoto no eran armaduras cualesquiera, por lo tanto no tenían un sitio normal para repararlas, no existían una especie de Herrería o algo parecido. Era un problema importante, Falkon no llevaba mucho tiempo en el Meikai, así que no sabia el protocolo a seguir en casos excepcionales como éste. Su preocupación iba en aumento pues no solo estaba deteriorada, también mostraba signos de seguir rompiéndose, era una situación límite que tenía que ser frenada, si o si. El juez intentaba mantener la calma para dirigirse a la persona adecuada que le ayudara en su grave problema, caminaba con paso nervioso por los senderos que rodeaban la primera prisión, las criaturas que moran en esos límites del Inframundo notaban el nerviosismo de Falkon, apartándose de su paso rápidamente por si acaso.**
**De pronto, saliendo de la mismísima nada, colgando de un árbol cercano cabeza abajo apareció una siniestra figura, de no estar en el Inframundo pensaría uno que parte suya se había manifestado en la Tierra, pero esto era el Infierno. Por sus rasgos parecía ser una presencia demoníaca femenina, aspecto blanquecino, pelo rosado, ligera de ropa,….pero lo más inquietante era su mirada, vacía en su totalidad, en vez de ojos tenía dos grandes agujeros por los que se podía ver una espesa negrura amenazadora. Falkon sonrió, sabia que muchas de sus respuestas serían respondidas de inmediato. La criatura dando un giro sobre si misma se dirigió al Juez, pronto quedarían las cosas resueltas.**
-Mis disculpas Juez de Grifo, sé que no es la mejor manera de dirigirme a uno de los máximos representantes del señor Hades, pero noto su preocupación en la distancia y me veo en la obligación moral de ayudarle. Su preocupación por la poderosa Kyoto de Grifo es comprensible, pero no se apure, tiene solución. Existen un sitio en el Meikai que es especial para estos casos, pero tiene un inconveniente, su accesibilidad es complicada. El señor Hades creó aquél lugar para casos excepcionales, los espectros normales no tienen acceso, sus armaduras se reparan simplemente por la voluntad de Hades, para las personalidades importantes el señor tiene algo más importante, tienen que pasar la prueba del oráculo, no se sabe muy bien en que consiste la prueba, pero lo que es seguro que el sacrificio por ello es brutal, se dice que quien no pasa la prueba caerá directamente a la parte más profunda del Meikai para ser olvidado para siempre.-
-No sé quién eres, pero me has dado una gran alegría, jajaja. Por lo que me cuentas existe un lugar adecuado para que mi Kyoto recupere el brillo que nunca tuvo que perder. Imaginaba que seria algo complicado, incluso algo que necesitara sacrificios, la prueba del oráculo no es algo que me preocupe, soy un Juez de Hades, solo tengo que dirigirme al lugar para conseguir mi objetivo. Por cierto, ¿cuál es la ubicación exacta de aquél lugar?.-
-Me alegro de haberle sido útil, Falkon, pero debo aconsejarle que no lo tome a la ligera, como le dije hace un rato, el no pasar la prueba del oráculo supone el peor castigo posible para alguien en el Inframundo. Conozco sus hazañas y su fortaleza, pero debo advertirle también que no se conoce a nadie que haya regresado de aquél sitio. Estamos hablando del “Valle de la Vida”, el lugar que nuestro señor Hades creó vertiendo parte de su sagrada sangre, su ubicación es al Oeste del sitio donde nos encontramos ahora mismo, a una distancia importante. No se preocupe, en cuanto llegue a la zona recibirá una señal que le indique que su petición de reparación es aceptada, si el oráculo no lo considera digno de ello también sabrá de esto. Es una persona prácticamente inaccesible, es por ello que tiene la potestad de recibir a quien él considere adecuado. Como guardián de una de las zonas más importantes del Meikai debe saber, que sus habilidades están por encima de casi cualquier presencia en el Inframundo, sería un error por su parte el no tener en cuenta mis palabras.-
-Gracias por las indicaciones, es justo lo que necesitaba. Ahora mismo partiré sin falta hacia el “Valle de la Vida”, el oráculo tendrá que recibirme si o si, sin tan poderoso dices que es sabrá que mis intenciones lo son más, no creo que pueda detenerme. Adiós súcubo, has hecho bien en dirigirte hacia mi persona, cuando regrese te recompensaré como te mereces.-
**Falkon estaba eufórico, por fin aliviaría sus preocupaciones más profundas, la simple idea de volver a ver a su Kyoto en plenas condiciones llenaba su espíritu. El “Valle de la Vida” lo esperaba al Oeste, pero lo que no sabía el Juez es que su viaje había comenzado antes de que se pusiera en marcha. La presencia que le había informado de todo con multitud de detalles no era un simple espectro sin más, el encuentro mantenido no era fruto del azar, ni tampoco sus palabras, la joven extraña era…el oráculo en persona. Antes de desaparecer en las sombras, y mientras el Juez se alejaba del lugar le dedicó unas últimas palabras que se fueron al limbo**
-Confiado Falkon, tu orgullo te ciega, no has sido capaz de analizar algo tan sencillo como una presencia en mitad de la nada que, justo te comenta lo que quieres escuchar. Históricamente los portadores de las Kyoto más poderosas del señor Hades han sido personas excesivamente confiadas y vanidosas, el nuevo Juez de Grifo hace gala de los mismos defectos que sus predecesores, pero algo en él es diferente, sus habilidades y su forma de usarlas lo hacen un guerrero muy completo, será interesante presenciarlas en primera persona, jajaja.-
**Con estas últimas palabras desapareció de la misma forma que vino, silenciosa y con una rapidez paranormal y extraordinaria. El camino estaba marcado para el Juez, se dirigiría al Oeste hasta encontrarse con el Oráculo, o más bien para que lo encontrara a él. Sin muchos preparativos siguió la marcha señalada por la presencia del árbol, sin pérdida de tiempo, listo para cualquier contratiempo.**
**El Valle de la Vida era una vasta extensión de terreno escarpado al Oeste de la primera prisión, todo estaba rodeado de una niebla espesa y la vegetación y animales de la zona Vivian rociados con enormes cantidades de polvo de ceniza. Justo en el centro del valle se encontraba el Volcán Rafter, el lugar ideal para montar una enorme fragua que sirviera para reparar armas y armaduras. Falkon llegó tras horas de camino, nunca se había alejado tanto adentrándose en la parte profunda del Meikai, tenia cierta curiosidad por conocer, otras partes del Infierno. En su mente estaban las palabras de la enigmática presencia que le había guiado hasta aquella zona, según ella, solo si el Juez era digno podría reparar su apreciada armadura. Al llegar no notó nada especial, el ambiente enrarecido por el olor a ceniza inundaba todo a su alrededor.**
**Falkon continuó su camino hasta que empezó a notar algo que venia de frente, una extraña energía emanaba a varios metros de distancia del Juez, el brillo rojizo luminoso alertaba que algo peligroso estaba detrás de todo. Al llegar a su altura el espectro pudo ver una figura siniestra encapuchada, delante suya el cadáver de lo que parecía ser una bestia de enormes dimensiones. El individuo apenas se alteró con la presencia del Juez. Éste se vió en la obligación de preguntarle su nombre.**
-¿A quién tengo el gusto de saludar?, por lo que veo eres una persona con mal humor, jajaja, no me gustaría tenerte como enemigo. Vengo buscando al Oráculo, ¿sabes dónde cae?, soy Falkon, juez de Grifo.-
-Tienes una extraña forma de preguntar las cosas, Juez. Lo que estás viendo es mi cena, no mato por placer, solo por necesidad. Todo lo que tienes alrededor tuyo es una de las zonas más abandonadas del Infierno, aquí tenemos que procurarnos el sustento nosotros mismos, con nuestras manos. Con respecto al Oráculo solo puedo decirte que si no lo has encontrado ya es porque no eres digno de su presencia, ¿no has pensado en ello?. ¡Ah!, ¡otra cosa!.....Déjame en paz.-
**El extraño cazador se dio la vuelta de nuevo para terminar con su faena, estaba cortando la carne en grandes trozos para llevárselos fuera de allí, las aves carroñeras empezaban a aparecer y era cuestión de tiempo que el cazador corriera serio peligro de ser devorado. Falkon se extrañó de la contestación del extraño, no solo no le aportó mucho más a lo que ya sabia, sino que sus últimas palabras lo irritaron considerablemente. Elevando su cosmos a un nivel aceptable intentó golpearlo, todo a su alrededor comenzó a temblar por la fuerza que desprendía, sonriendo, miró al extraño una vez más antes de despedirse del lugar, con un movimiento de sus brazos lanzó varios de sus temidos hilos.**
**Al final el ataque de Falkon no fue contra el extraño, sino contra las criaturas que tenia alrededor que cayeron fulminadas en el acto. El Juez había considerado que lo mejor y más inteligente era mantener el contacto con aquel hombre, el Valle de la Vida no parecía ser el típico sitio donde las cosas estaban indicadas sin más, la extensión era demasiado vasta como para buscar el sitio por azar. Mirando al hombre de nuevo le preguntó de nuevo.**
-Creo que mis anteriores palabras no fueron las acertadas. Como regalo te doy todos estos animales, seguro que no tendrás que cazar en una temporada. Ahora que ya hemos dejado nuestras intenciones claras, ¿me ayudarías a encontrar al Oráculo?, es la primera vez que pongo un pie en este lugar, no conozco nada de la zona. No sé si el Oráculo me considera digno o no, lo que si que sé es que mi armadura tiene que ser reparada, si o si.-
-¡Jajaja!, el Oráculo Juez, ya te ha encontrado, hacía tiempo que no encontraba a un espectro como tú. Debo decirte que la primera vez que te vi en tu prisión pensaba que serias el típico Juez impulsivo y sin cabeza. Pensaba que al verme me atacarías sin preguntar e implorarías que te llevara al Oráculo, pero me he equivocado. Aquella extraña era una de mis múltiples formas, fuiste muy confiado en seguir al pie de la letra las instrucciones que te di, te podía haber llevado a un lugar de difícil retorno, el Infierno no es un sitio para ir a ciegas, incluso un Juez tendría que tener mucho cuidado por donde va. Cuando elevaste tu cosmos para atacar pensé que serias otro espectro castigado, de haberme lanzado tu ataque te lo hubiera devuelto multiplicado por el poder de esta llama, precisamente con esta llama es con la que reparo las armaduras, pero no aquí claro, tenemos que ir a mi fragua en el interior del Volcán, vamos Falkon, y anda, coge unos cuantos de estos animales, no quiero que se desperdicien, jajaja.-
**Al final el Oráculo hizo acto de presencia en una de sus múltiples formas, la prueba a la que fue sometido el Juez fue satisfactoria para sus intereses, al final saldría del Valle de la Vida con su armadura plenamente recuperada. Ascendiendo por el valle hasta la fragua intercambiaron varias impresiones, incluso se podía decir que consiguieron entablar una especie de amistad. Tras varios kilómetros llegaron al sitio exacto donde se reparaban las armaduras en el Inframundo, el Oráculo cambió de forma de nuevo y se puso manos a la obra.**
**El hombre parecía muy diestro en el manejo de aquella maquinaria, con la llama que le había enseñando antes comenzó a avivar un fuego de un color extraño, se podía decir que casi mágico. Una y otra vez golpeaba la armadura para devolverle la forma original que con tanto orgullo lució Falkon en sus múltiples batallas. Tras un par de horas de arduo trabajo la armadura estaba reparada, salvo por el pequeño detalle de volverla a la vida. El Oráculo le contó al Juez que solo con la sangre y el sacrificio de su portador podía terminarse el proceso, él había hecho todo lo necesario para ello, pero esta ultima parte era cosa suya.**
**Falkon cogió un cuchillo de la mesa de reparaciones y se hizo un corte en la mano, la sangre del espectro comenzó a bañar la armadura completamente, muchos litros fueron vertidos para poder volverla a la vida, tantos que el Juez de Grifo estuvo a punto de perder el conocimiento. El Oráculo al comprobar que ya era suficiente le cerró la herida con una pequeña quemadura, el ritual estaba completo, su armadura lucia como nunca, llena de vida, lista para ser portada con el mismo orgullo y determinación de la que hacia gala el Juez cada vez que combatía.**
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Re: Misión: "Desgaste de armadura" para Zaraki
Misión: Reparar la armadura del Grifo
Guerrero elegido: Falkon.
Objetivo: Reparar la Kyoto del grifo (Logrado).
Rango de la Misión: C.
Stat de la misión
Calificación del Rol: 8/10.
Retos superados: 1/1.
Solicitud de ayuda: No.
Elementos usados durante la misión: -
Tiempo de Misión: Instantáneo
Beneficios
Experiencia:No suma.
Sellos: No suma.
Monedas: 3000 por la originalidad de la historia
Pociones: No suma.
Elementos: No suma.
Amuletos: No suma.
Barra de Respeto: No suma.
Armadura restaurada al 100%
Guerrero elegido: Falkon.
Objetivo: Reparar la Kyoto del grifo (Logrado).
Rango de la Misión: C.
Stat de la misión
Calificación del Rol: 8/10.
Retos superados: 1/1.
Solicitud de ayuda: No.
Elementos usados durante la misión: -
Tiempo de Misión: Instantáneo
Beneficios
Experiencia:No suma.
Sellos: No suma.
Monedas: 3000 por la originalidad de la historia
Pociones: No suma.
Elementos: No suma.
Amuletos: No suma.
Barra de Respeto: No suma.
Armadura restaurada al 100%
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