♠ Petición Armadura del Dragón ♠

por **Crixus** Lun Mar 25 2013, 23:04

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FICHA DE PERSONAJE
(Armadura del Dragón)
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Nombre: Crixus
Edad: 21
Sexo: Masculino
Nacionalidad: Francés
Signo: Leo

Aspecto Físico: Sus ojos son grisáceos, 1.80 m de estatura, peso de 79 kg. Posee cabello castaño con tonos rojizos que generalmente lleva largo y en muy raras ocasiones corta. Tiene una gran musculatura, piel blanca, dos aretes en su oído izquierdo y una cicatriz en forma de mordedura que lleva en su antebrazo derecho, donde previamente estaba un tatuaje que se desvaneció en el pasado. Luego de recibir su Maldición, cada vez que se ve involucrado en un combate o su cosmos arde con intensidad, sus ojos y cabello cambian a vistosas tonalidades verdes.

Spoiler:

Perfil sicológico: De carácter impasible, es difícil verle alterado, excepto cuando alguien toca el tema de su familia, en especial sobre su hermano. Lleva una vida movida por las ideas del Egoísmo Racional y su narcisismo roza los más escandalosos extremos de lo posible. Generalmente no se le ve sonreír y su forma de actuar es bastante insensible, pero a pesar de sus métodos poco ortodoxos para hacer las cosas y conseguir lo que quiere, es capaz de crear lazos muy estrechos con algunas personas, en las cuales llega a confiar aunque no le agrade reconocerlo. Su palabra es su más grande posesión y cuando hace una promesa, es capaz de arriesgar su propia vida para cumplirla, lo cual lo convierte en un hombre digno de confianza.

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HISTORIA

RECUENTO DE SU VIDA (Previo al suceso relevante)

**La aventura de este joven comenzó hace tan solo 21 años, cuando en un modesto pueblo situado en las montañas de la vieja Francia, una mujer tierna y hermosa, de cabellos rojizos sedosos, llamada Ilina dio a luz a un pequeño bebé a quien su padre Elíaco bautizó como Crixus. Eran tiempos de guerra y el pequeño niño, al ser el primogénito de su casa, estaba destinado a convertirse en guerrero siguiendo la línea de crianza que había tenido su padre y antes de él su abuelo.**

**Desde muy niño, Crixus aprendió a mover la espada con una destreza sin igual, ganada a través de largas jornadas de entrenamiento y a la edad de cinco años, ya dominaba una gran variedad de técnicas mostrándose muy superior a muchos de los primogénitos de otras familias, sin embargo aún le faltaban muchas cosas por aprender para convertirse en un combatiente destacable.**

**Todos los que eran entrenados para la lucha, recibían la marca que los convertía en miembros de los Guerreros Lobo como les llamaban quienes les conocían, debido a su forma salvaje de luchar y al tatuaje con forma de lobo que llevaban oculto en sus brazos, pero era costumbre el no entrenar en las artes bélicas al segundo hijo que naciera en cada casa puesto que ellos serían los encargados de continuar con la estirpe en caso que la línea guerrera llegara a desaparecer. Ese fue el destino que se le encomendó a su hermano Nícola quien nació cinco años después de la llegada de Crixus al mundo, con quien conformaron una lazo inquebrantable, no solo de hermandad, sino de una amistad incuestionable.**

**Durante el resto de su niñez, Crixus siempre fue rebelde y temperamental y aun cuando era prohibido que el segundo hijo entrenara, Crixus llevaba todas las noches a su pequeño hermano al bosque para adiestrarlo de igual manera que lo hacía su padre con él.**

**A la edad de 15 años, Crixus fue enviado a la guerra dejando a su hermano menor a cargo de uno de sus tíos quien vivía en un pueblo cercano y partió junto a su padre durante un largo año donde fue testigo de una gran cantidad de muertes, donde también se vio obligado a tomar la vida de muchos otros para conservar la propia. Esto afianzó en él su espíritu guerrero y la batalla se volvió algo casi natural en su existencia.**

**Crixus retornó a casa ya con 16 años y se reencontró con Nícola a quien había prometido su regreso y con ello daba cumplimiento a su promesa de volverlo a ver. Desde ese día se fue conformando la idea en todo aquel que lo conocía, de que su palabra era digna de confianza y sus promesas siempre se cumplían.**

**Cuando Crixus llegó a los 19 años de edad, tuvo lugar un terrible incidente que lo alejó de su pueblo y su familia en el día en que un grupo de guerreros de ropajes oscuros asaltó su casa a altas horas de la noche cuando él y Nícola todavía se encontraban entrenando a las afueras del sitio del ataque. Tanto su padre como su madre perdieron la vida esa trágica noche y Crixus fue secuestrado y separado por segunda vez de su hermano, de quien no volvería a saber durante un largo tiempo. Las torturas que vivió, fueron indescriptibles pues un horror similar solamente podría ser encontrado al interior del infierno, pero para su suerte, sus captores le dejaron libre y fue rescatado por un hombre que lo libró de la muerte para ponerlo en manos de un anciano en tierras griegas. **

**Cuando Crixus recobró el sentido, fue informado de todo cuanto era necesario y tras esto, partió hacia un lugar conocido como el Santuario para hallar a quien le había brindado una nueva oportunidad de vivir y con ello, las respuestas a tantas dudas que se gestaban en su cabeza.Fue entonces que conoció un mundo completamente distinto al que estaba acostumbrado y supo de la existencia del cosmos, de los caballeros y de los dioses… **

**Su estancia dentro de aquel sitio fue un tanto tormentosa, pues para poder quedarse debía demostrar ser digno de portar una armadura y jurar lealtad a la diosa de la sabiduría, cosa que le tomó varios meses, pero al final pudo hacer. **

**De allí en adelante, fue conocido como el Santo del Lobo y vivió innumerables aventuras junto a Aramos, el León Menor, conocido por su fuerte temperamento, el Fénix Nekro quien destacaba por su enorme fuerza, Zaraki, la Ballena asesina quien fue su mentor en gran parte de su recorrido, Abel el antiguo y desterrado dios del Sol e Ichann, fiel seguidor de Abel, quienes se respaldaban mutuamente en toda ocasión, el dios de los Mares Poseidón y dos de sus nobles guerreros, Mirkov y Ziel a quien enfrentó con valor y determinación, hasta llegar su maestro y amigo Alexander quien lo formó como guerrero con paciencia y esmero. A la diosa Athena jamás la volvió a ver, pero se decía que ella se mantenía vigilante en todo momento y sus santos nunca eran dejados a su suerte.**

**De todos, el más significativo, fue su encuentro con el poderoso caballero de Tauro con quien viajó hasta el jardín de las Hespérides para evitar el nacimiento de Hati y Skoll de quienes él y su hermano Nícola serían recipientes para su venida a la tierra. Fue un combate intenso en el que muchos perdieron la vida, incluso Crixus, pero al final, los lobos gemelos fueron encerrados, uno en una daga y otro en una espada y tras una corta reunión entre los dos hermanos franceses, estos tuvieron que separarse nuevamente para cumplir con sus respectivos destinos. Uno ser guardián del Jardín de la diosa Hera y el otro tomar su lugar como caballero dentro del Santuario como le correspondía. Este suceso maduraría significativamente a Crixus y lo habría de preparar para grandes cambios que se presentarían a futuro.**

LA MALDICIÓN DEL GALO

**Crixus se encontraba arrodillado frente al gran Patriarca intentando comprender las instrucciones del día, que eran particularmente diferentes a las de entrenar junto a los demás santos de Bronce. El caballero del Lobo tenía una nueva consigna y debía realizar un largo viaje hasta una isla del Caribe para realizar una investigación sobre extraños sucesos que habían tenido lugar durante las últimas semanas. Se contaba que un ser oscuro y vengativo se ocultaba en la montaña que se encontraba justo en el centro de la isla y que varios de los residentes del lugar habían desaparecido recientemente. Algunos alegaban que se trataba de una serpiente enorme y otros apuntaban a demonios con escamas tan duras como el diamante, pero nadie había visto su verdadera forma. Solo se tenía la certeza de que en las noches más silenciosas se podía escuchar como si cientos de personas discutieran hasta que llegaba el amanecer y por eso se había encomendado al Lobo de bronce realizar una misión de reconocimiento para informar al Santuario de lo que estaba sucediendo.**

**Crixus partió la mañana siguiente a recibir la misión y al llegar a su destino, comenzó a indagar con las personas del pueblo enterándose de decenas de historias tan diferentes como personas habían dentro de la isla. Todos contaban una versión distinta y demasiado loca para ser creíble, pero el caballero de Athena, quien había visto muchas cosas impensables, sabía que dentro de este vasto mundo, cualquier cosa era posible.**

**El santo de Bronce se aventuró dentro del bosque más oscuro para llegar a la parte inicial del sector montañoso y pronto se dio a la tarea de escalar para recopilar la mayor cantidad de información posible sobre la bestia, pero hasta el momento no había encontrado nada que confirmara la existencia de tal ser. Entonces, una sorpresiva avalancha de rocas hizo que el caballero del Lobo se viera obligado a utilizar su cosmos para escapar y aunque no se libró totalmente, los golpes no fueron serios y pudo esconderse dentro de una cueva en la que se podía sentir un calor demasiado intenso. Algo andaba mal… el calor que se podía percibir era antinatural y Crixus se preparó para entrar cubriendo su cuerpo con la armadura de bronce que hacía solo unos momentos solamente llevaba dentro de una caja encima de sus hombros.**

**Al grito de** – ¡Da la cara engendro!- **ingresó hasta la parte más profunda y una roca gigante bloqueaba el paso. Necesitaba avanzar y siendo un caballero no podía permitir que una simple roca le frenara el paso. Crixus atacó fortaleciendo con su cosmos el brazo entero, pero algo extraño ocurrió. Aquella roca era increíblemente resistente… tanto que era imposible de creer que soportara el ataque de un caballero. Entonces un resoplo hizo que el Galo, como llamaban algunos a Crixus, retrocediera para darse cuenta que no era una gran roca lo que le detenía, sino algo peor… ese era el verdadero monstruo al que había estado buscando y solo estaba descansando. Su verdadero tamaño era imposible de calcular, pero una gran cantidad de cabezas se desprendían de un cuerpo con forma de dragón… era un dragón mitológico que ahora estaba furioso por haber sido molestado y deseaba venganza. El Galo elevó su cosmos amenazando a la bestia, pero esta no se dejaba intimidar, por el contrario, se mostraba mucho más hostil y atacó al caballero golpeándolo con un latigazo veloz de su cola.**

-Maldito intruso, ¿qué es lo que buscas? ¿Otro humano queriendo dar caza al gran Ladón? ¡Te destruiré como a los otros y no habrá piedad para ti!- **habló el dragón. Crixus estaba perplejo pues además de ser terriblemente poderosa, la bestia era pensante…** - No he venido a dañarte, solamente a investigar, pero ahora sé que eres tú el culpable de tantas muertes. - **dijo el Galo en respuesta al dragón y este, muy desconfiado respondió** – Son solamente mentiras… puedo leerlo en tus ojos… ¡vienes a matarme! ¡Todos quieren matarme! Escapé de los terrenos gobernados por las divinidades para tener una existencia tranquila, libre de las penurias que estos pueden causar, pero ahora veo que la tierra es un lugar peor. He estado evadido de mis labores en el Jardín de las Hespérides desde hace bastante tiempo y por eso me recluí en esta pequeña isla, ¡pero ni siquiera esto me lo permiten! Solamente cazo lo necesario para sobrevivir, ¡¡¡pero los estúpidos humanos no dejan de atormentarme!!! ¡Dime qué les he hecho! ¡solo quiero que me dejen en paz! – **y acto seguido se lanzó contra el santo golpeándolo con una de sus tantas cabezas y este quedó incrustado dentro de las rocas del lugar. Aunque el valiente guerrero intentaba reponerse y devolver las agresiones, ninguno de sus ataques era efectivo y pronto se dio cuenta que no había manera de vencerle… debía escapar y dar aviso para que el Santuario tomara medida al respecto. La nueva misión era huir.**

**Crixus evadió los dos golpes que siguieron por parte de Ladón, pero este se movía demasiado rápido y le alcanzó justo sobre la salida de la cueva. El galo estaba acorralado y sin tener escapatoria decidió arremeter contra el poderoso dragón una vez más, pero esta vez los resultados serían peores. Los colmillos de Ladón se incrustaron en el brazo de Crixus perforando la armadura y llegando hasta su piel, desgarrándola y haciendo que la sangre corriera por el suelo. El caballero de Athena se encontraba herido seriamente y apenas pudo librarse de perder su extremidad. **

-Maldita bestia- **gritó el caballero. Su enojo era grande, su temor mayor, pero Ladón dejó de atacar aun cuando tenía la oportunidad de quitarle la vida… el dragón lo único que hizo fue reír y una vez se calmó, comenzó a hablar** - Tu sabor… lo recuerdo… sabes igual que un caballero del Santuario al que enfrenté alguna vez jajaja sus huesos aun reposan en mi estómago y los tuyos seguirán su mismo camino. Ahora entiendo por qué esa extraña vestimenta. ¡Morirás Caballero!- **sentenció Ladón y luego se lanzó a morder una vez más, pero Crixus ya estaba preparado e impactando un golpe preciso en los ojos del dragón, logró hacerse con el tiempo necesario para escapar.**

**El galo corrió tan rápido como pudo mientras Ladón se quejaba por el dolor, sin embargo el dragón alcanzaría a decir unas palabras que quedaron grabadas en la mente de Crixus durante todo su viaje hasta Grecia…** -Caballero, ahora eres portador de mi maldición al haber recibido mi mordida. Puedes escapar, pero ahora compartimos destinos estelares y tarde o temprano tendremos que cruzarnos nuevamente. Es un destino inevitable. Estaré esperando ese día con ansias para devorarte…-.

**Varias horas pasaron hasta que el santo arribó al Santuario y sin perder tiempo en curar sus heridas, subió hasta el templo patriarcal para informar lo sucedido, pero justo antes de tocar la puerta para entrar, la armadura del lobo comenzó a brillar y en un destello de luz se apartó de su cuerpo regresando a la caja de pandora de donde había salido. La sorpresa en sus ojos fue evidente y aunque trató de abrir la caja para sacarla, la armadura del lobo ya no respondía a su llamado. Su cosmos estaba impregnado de la esencia del Dragón Ladón y por tanto, la armadura del Lobo ya no le pertenecía más…**

**Crixus cayó de rodillas y miró su armadura lamentando el desafortunado suceso y mientras trataba de consolarse para no perder los pocos ánimos que le quedaban, gritó desde la entrada del templo Patriarcal** – ¡Gran Patriarca! ¡Diosa Athena! ¿Pueden oirme? ¡he regresado pero... no soy portador de las mejores noticias…!-

por **Guardiana Zodiacal** Lun Mar 25 2013, 23:24

Off: La historia es excelente, hacía rato que no leía una buena ficha. Pero algo para marcarte es que recuerdes que tienes que resptear la línea actual del foro. ¿Por qué? es que no hay Patriarca, y tú lo mencionas como si existiese, así que atenti ahí.

Salvo eso, la ficha está aceptada. Tu reto va a ser simple, seguir la historia hasta que te acepten como Caballero del Dragón. El reto hazlo en la sección correspondiente, y simplemente copiá esta ficha y continúa la historia. Luego la volveré a leer y ahí te diré si es aceptada o tendrás que modificarla.

Suerte!

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