Peticion para la Armadura de la Auriga

por **Nanashi** Mar Mayo 01 2012, 21:14

Hombre desconocido: Hey mira!. Al parecer un guerrero se dirige rumbo al Santuario de Atena, lleva una caja cargando en su espalda, mmm... puedo distinguir una figura en la caja, no hay duda que se trata de una Armadura muy fuerte.

Otro: Es verdad jaja, tomemos esa armadura por la fuerza si es necesario!

Nanashi: Ufff... Al fin puedo ver el santuario, no imaginaba que el camino fuera tan largo...

De repente, uno de los hombres misteriosos que se mantenían ocultos entre las sombras ataca a Nanashi desde las alturas de un árbol cayendo en picada. Nanashi reaccionó rápidamente y le encestó una patada en la mandíbula al Maleante dirigiéndolo hacia las rocas, detrás suyo apareció un segundo que lo apuñaló cerca de los pulmones.
Nanashi calló de rodillas y su respiración se puso fría, su vista comenzó a nublarse.

[Nanashi en su mente: Tan largo camino para morir en este lugar!?. Que idiotez, eso es absurdo. Acaso no podré convertirme en un caballero de Atena? NO! NO!, levántate!, LEVANTATE!!!!...

El cosmos de Nanashi comenzó a fluir por cada molécula de su cuerpo y se levantó como si nada lo hubiera herido. Entonces calló el sombrero de paja que hasta el momento llevaba. Sus ojos no tenían brillo alguno, su cuerpo emanaba un Aura Escarlata y desde su cuello podían verse cicatrices que seguían bajando, como si todo su cuerpo tuviera cicatrices.
Nanashi se desvaneció en el aire y desapareció del rango de vista de los villanos. Apareció rápidamente detrás de estos y atacó a uno con una dura patada que fracturó el brazo de uno y lo hizo retroceder varios metros. Soltó un puñetazo al otro, pero este le tomó el brazo y puso su mano en el pecho de Nanashi. Una explosión cósmica penetró el pecho de Nanashi y dejó en él una quemadura. Nanashi voló y fue detenido por un árbol que se quebró en dos. Nanashi con toda su furia desapareció nuevamente y apareció frente al bastardo que lo había golpeado, y lo pateó justo en el estomago dejándolo sin aire y arrodillado frente a él, entonces le dio un rodillazo en la cara y lo hizo ascender varios metros. En la caída solo lo golpeo con un puñetazo que lo dejo Knock Out. El otro solo miró sorprendido y desconcertado y huyó a toda velocidad. Nanashi agotado calló al suelo y en sus últimos segundos vió una silueta de una persona.

Nanashi: Maldición, había otro...

Varias horas después Nanashi se levanta en una choza todo vendado y con menos dolor en su cuerpo...

Nanashi: ¿¡Que a pasado!? ¡Arggg, mi cabeza!!. Sigo vivo?

De pronto entra en la choza un caballero con una deslumbrante armadura dorada y exclama:

Caballero Dorado: Oye chico levántate, te encuentras bien?

Nanashi mira asombrado y le contesta:

Nanashi: Si estoy bien, gracias!

Caballero Dorado: Me alegro, jajaja. Acabo de ver como venciste a esos 2 caballeros, tienes un gran potencial joven!, dime, cómo te llamas?.

Nanashi: Llámame Nanashi

Caballero Dorado: De acuerdo Nanashi, párate y sígueme.

El caballero dorado guió a Nanashi hacia unas cataratas que conducían a un templo donde se encontraba el gran patriarca.
Cuando entraron allí se encontraba el gran patriarca sentado. Nos acercamos e hicimos una reverencia ante él. El patriarca preguntó al caballero dorado el motivo por el que había irrumpido y porque yo venía junto a él. El caballero se acercó y le susurró algo, el caballero Dorado me miró y me saludo con un gesto en su rostro y se retiró. El patriarca me pidió que me sentara a su lado y me dijo que le contara el motivo de mi búsqueda:

El Patriarca: El caballero dorado acaba de comentarme que venias rumbo aquí, ¿A que has venido?

Nanashi: He venido por el honor de convertirme en un caballero de Athena!

El patriarca rió y dijo:

El Patriarca: Y qué es lo que te hace merecer según tu criterio ser un caballero de Athena?.

Nanashi: Si me lo permite me gustaría que escuchara mi historia y me diera su veredicto.

El Patriarca: Esta bien, cuéntame entonces que te llevo a querer ser un caballero...

Nanashi: Yo nací en un pueblo, en una pequeña isla al norte de la Isla de la Reina Muerte llamada Yokumbo. Era un pueblo tranquilo, vivía con mi madre y mi padre que era el Jefe de nuestro clan, llamado “Clan Scarlata” debido a que nuestro pueblo se lo caracterizaba por ser un pueblo guerrero de pelo rojizo Escarlata.

Cerca de mi cumpleaños número 10 unos asesinos vinieron a nuestro pueblo. Masacraron a todo mi Clan. Mi madre me escondió en el subsuelo de nuestra casa, aunque los asesinos no tardaron en encontrarme. Uno me sujeto por el cabello y me arrojó frente al cadáver de mi Madre. Yo solo lloraba descontroladamente, como si mi mundo se hubiera destrozado por completo. El jefe de los asesinos me miró y rió, se me acercó y clavo una espada frente a mis pies, se volteó y se sentó en una silla de mi Sala. Trajeron 2 niños mas y los pusieron frente mió, entonces el jefe me miro y pronunció las palabras que siguen marcadas con fuego en mi cabeza:

Jefe de Asesinos: Toma la espada y asesina a estos niños. Muéstrame que tu vida vale más que la de ellos y te prometo que no morirás.

Yo solo temblaba de miedo, tomé la espada y mire a los niños. Uno de ellos me dijo con Ira, “Hazlo!, o acaso no eres hombre!?”. Así que lo hice, esa fue la primera vez que manche mis manos con sangre de inocentes. El jefe de los asesinos no paraba de reír, me tomo bajo su brazo y me llevó con ellos. 5 Años pasaron desde aquel acontecimiento que me convertí en el segundo al mando de ese grupo de asesinos. Un dichoso día el líder me envió a mí junto a nuestros mejores hombres a destruir a un clan rival nuestro, ya se había desatado una guerra entre ambos.

Por la noche nos escabullimos con éxito en el pueblo. Asesinamos a los guardias y quemamos gran parte de la aldea. Eran realmente fuertes, manejaban todo tipo de estilo de pelea. Ahí fue cuando por primera vez una armadura, un guerrero que portaba una de estas se nos apareció, y con tan solo agitar el brazo había matado a 2 de mis compañeros que se encontraban a mi lado. Todos mis compañeros fueron asesinados y yo escapé por poco. El recuerdo que me quedó de eso fue que en mi huida una flecha me atravesó el hombro. Aún así no pare hasta llegar a nuestro escondite. Todos estaban muertos, aparentemente también nos habían atacado. Sin rumbo vagué y llegue a aquel lugar que había sido mi hogar de niño. Mire el volcán y recordé escenas de mi niñez, entonces caí al suelo desmayado.
Abrí los ojos y vi tanta oscuridad que por un momento pensé que me encontraba en el Averno. Dí un salto asustado y mire a mí alrededor, estaba en una cabaña en la base del volcán. Tenía una venda que me cubría la herida de la flecha. Un anciano sobre una enorme roca lisa estaba sentado y podía sentir una energía que se desprendía de su cuerpo. El anciano abrió los ojos lentamente y me miro.

Anciano: Veo que ya estas bien, no sabía si volverías a levantarte después de que el veneno de esa flecha recorría tu cuerpo, y para ser franco la acupuntura no sirvió de mucho, debes ser alguien fuerte para ponerte en pie.
En la mesa tienes alimento si deseas comer, pero antes de eso, podrías satisfacer la curiosidad de este anciano y contarme tu historia.

Nanashi le contó toda su historia al anciano mientras comían.

Anciano: Mmmm… No tienes la apariencia de un asesino, estoy seguro que hasta hace un momento pudiste sentir mi energía, esa aura muestra la forma de nuestro corazón, esta energía es llamada de muchas formas. Aunque para ser precisos yo le diría Cosmos.

Nanashi: ¿El Cosmos?

Anciano: En nuestro Interior, todas las personas forman parte del universo. Es por eso que dentro de cada persona existe un mundo llamado Cosmos. Este se manifiesta de muchas maneras. Tu Cosmos es Escarlata, un color poco común. El color Escarlata simboliza la fortaleza del corazón. Si es oscuro el corazón de la persona es malvado pero tu tienes una tonalidad rojiza, por lo que no tienes un mal corazón. Por eso me sorprendió mucho que tu historia y tus experiencias no hayan cambiado tu Cosmos.

Nanashi estaba completamente confuso pero fascinado con la explicación del Anciano, sonaba sumamente creíble por alguna razón.

Nanashi: Por favor, le ruego me enseñe. Jamás pude marcar mi camino como yo quise, quiero redimirme. Lograr el perdón de Dios, y también mi propio perdón. He cometido atrocidades indescriptibles. Por favor ayúdeme.

El anciano meditaba mientras se acomodaba la barba.

Anciano: Mmmm… pues la verdad si logras superar mi entrenamiento, talvez pueda guiarte un poco por tu camino.

Nanashi: Esta bien abuelo enséñeme!!!...

Empezamos el arduo entrenamiento día y noche…
Días con un calor sofocante y noches de gran oscuridad…

Los años se pasaron muy rápido. Cuando menos me lo vi venir ya tenía 17.
Después de terminar el último y el peor día de entrenamiento, el anciano dijo que ya estaba listo para partir, pero antes debería superar el último reto, debería ir hacia el interior del volcán en un túnel de su interior en la búsqueda de un preciado objeto para el anciano.
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Al llegar a la cima del volcán el olor a Azufre era insoportable, apenas sostenía mis ansias de vomitar, aún así me metí en interior del volcán para terminar de una vez por todas el último objetivo de todo mi entrenamiento. A un lado de las profundidades del volcán había un túnel, en su interior apenas vislumbrado con una tonalidad rojiza se encontraba una gran caja marcada con la “Constelación de la Auriga”, una energía misteriosa emanaba de la caja, a duras penas pude tocarla y alzarla, ahora debería encontrar una salida, al final del túnel unos pequeños rallos de sol eran visibles a mis ojos. Al final tenía razón era una puerta oculta que conducía a la Base del volcán. Allí estaba el viejo sonriendo con una cara de satisfacción.

Anciano: Tardabas demasiado, ya te daba por muerto, jajaja.

Nanashi: Vamos viejo, ya sabes que se necesita mas que eso para matarme a mi. *Sonríe.

Anciano: Tengo un bote aparcado en el muelle, vamos niño insolente, esta es la despedida.

Ambos fuimos hacía el mulle donde estaba el bote amarrado aguardando mi llegada. Subí al bote y aseguré fuertemente la Armadura.

Anciano: Hey chico, esa armadura fue mía en un pasado, mas te vale tratarla como se lo merece…

Nanashi: Jaja, maldito anciano tanto tiempo entrenando y ni siquiera me dijiste eso, tampoco me has dicho tu nombre. Ya veo porque vivías solo jajaja.

Anciano: Mas respeto aún soy mayor que tu sabes. Ahora escúchame, debes buscar el Santuario de la Diosa Atena, si realmente quieres expiar tus pecados cometidos deberás luchar por el bien esta vez.

El anciano me abrazó con fuerza y se despidió de mi, todavía debe seguir con vida, apenas logre mi cometido iré a visitarlo, si mal no recuerdo el estaba por viajar a China. Al caso tarde meses en llegar hasta aquí, después de eso no hay nada que merezca ser digno de contar.

El patriarca no decía nada, y en el fondo de la habitación la voz de una mujer se escucho con claridad. “Déjalo que lo intente”. Podía sentir mi corazón latir de los nervios, solo necesitaba esperar una respuesta.

por **Guardiana Zodiacal** Miér Mayo 02 2012, 08:15

Muy buen rol. ¡Felicidades! Como premio a tu esfuerzo serás liberado del reto, por el cual ya tienes tu armadura. Dirígete a la sección "Escuela de caballeros" y dentro de "Entrenamiento básico" crea un nuevo tema para comenzar con tu entrenamiento.

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Re: Peticion para la Armadura de la Auriga