Misión para Vatra (Derrotar al Espectro de Papillon)

El raro sujeto había hablado... la misión parecía mucho más sencilla de todas las posibles cosas que Vatra se había y hubiera imaginado posibles de ser encomendadas por este extraño ser... pero una pregunta no paraba de sonar y sonar en la cabeza de Vatra... por qué quería ese cuerno?... cuál era el uso que un sujeto como él le podría dar?...

Pese a ambas preguntas... Vatra acepto realizar la encomienda, según este sujeto... el cuerno dorado reacciona frente a las armaduras de Athena, el Caballero del Fénix esperaba que esto le sirviera para dar con el paradero exacto de dicho objeto, sin embargo... mientras viajaba hacia la zona de los montes recordaba ciertas conversaciones entre algunos Caballeros y Aspirantes a Caballeros allá en aquellos tiempos ya lejanos cuando él era un Caballero de Plata.

Recordaba haber escuchado decir que fue el Caballero de Pegaso quien con un movimiento tipo espada, hecho con una de sus manos logro cortar uno de los cuernos del casco de la Armadura Dorada de Tauro...

También recordó que las Armaduras tenían la capacidad de regenerarse por sí mismas mientras el daño que recibieran no fuese muy grave. Lo que lo llevo a pensar en ese mismo momento. Por qué el casco de la Armadura Dorada de Tauro jamás regenero dicha parte, y lo que era más raro aun, porque nadie reparo esa parte de la Armadura Dorada...

Este último pensamiento que se acercó a la mente de Vatra sumado a la petición del extraño ser por recuperar ese Cuerno hacían sospechar a Vatra de que tal vez... diera la posibilidad de que el Cuerno fuese algo más que solo una simple parte de aquella Armadura Dorada... tal vez encierre un antiguo poder en sí mismo ...

La fría noche estaba llegando a su fin, Vatra se encontraba ya en la zona de los montes donde supuestamente el Cuerno reposaba. El Caballero del Fénix se tomó un tiempo para observar todos los montes que su actual vista le permitía ver y se dirigió hacia el más alto de ellos, sospechaba que siendo el monte más alto, el Cuerno pudiera estar allí.

Mientras se encaminaba a dicho monte, Vatra comenzó a escuchar unos fuertes pero a la vez lejanos ruidos, su frecuencia no era seguida, en otras palabras, cada tanto eran escuchados por el Caballero de Bronce, lo que hizo no prestar demasiada atención a ellos, siguió su camino hacia el monte en busca de ese Cuerno Dorado, quería terminar de una vez por todas con esta misión, quería poder salvar a Liang y a su Madre del mal y ver de qué manera realizar el pedido de su Diosa Athena al mismo tiempo, no eran tareas para nada fáciles, pero él era el único Caballero Atheniense presente en esa zona, y todas las tareas recaían sobre él.

Se abrió paso a través de arbustos, espinos y grandes rocas, el camino no era muy empinado pero no había sendero alguno por el cual subir rápidamente a la cima, por lo cual no era del todo fácil llegar a ella, el viento le jugaba encontrar y al no haber descansado en mucho tiempo su estado físico no era el mejor, sus fuerzas no eran del todo altas y el hambre y la sed también contribuían a empeorar la situación del Caballero de Bronce.

Pese a todo esto, Vatra tenía muy en claro su objetivo, su fuerza de voluntad era lo único que lo estaba sobrellevando a terminar de una vez por todas con todo esto, y gracias a ella, logro por fin llegar a la cima del monte pero...

Parecía que el Cuerno no se encontraba allí... en todo el largo camino hasta la cima la Armadura de Bronce no había reaccionado ni una sola vez. Vatra estaba empezando a desalentarse, sus fuerzas lo estaban abandonando, los largos caminos que había recorrido hasta el momento y el mal cuidado de su cuerpo lo habían desgastado seriamente, todo parecía venirse abajo para el...

Pero entonces... una idea azoto su cerebro!, él estaba en busca del Cuerno de la Armadura "Dorada" de Tauro... las Armaduras Doradas eran conocidas por poseer la capacidad de absorber la energía del Sol mientras estas estén vivas, asique... solo tenía que esperar a que se hiciera de día, si lo que pensaba era correcto... al salir el Sol y si el Cuerno estaba entre los montes cercanos al que él se encontraba actualmente, podría llegar a ver lejanamente algún resplandor Dorado que develara el paradero de dicho objeto.

Y fue entonces cuando el gigantesco astro se asomó por el horizonte, comenzando su danza mediante la cual lograba ascender en el cielo y daba señal del paso de la noche al día.


Vatra: Comenzando a mirar hacia los montes circundantes - Vamos, tiene que lograr divisar ese destello Dorado que estabas pensando que se vería ... Vamos!, ojos no me fallen!, permítanme poseer esa sensación que estoy deseando sentir por hallar ese Cuerno! -

Fue entonces cuando el Sol comenzó a elevarse en lo alto del cielo más y más, cuando sus rayos bañaron el verde y amarillento pasto de esos montes cuando el destello fue divisado por Vatra, ese destello que tanto buscaba, ese destello de color Dorado, el cual sin duda alguna seria el que delatara la posición del Cuerno tan buscado.

El Caballero del Fénix no tardo ni un segundo en emprender la marcha después de divisar el tan ansiado Resplandor Dorado, su cuerpo parecía haber cobrado fuerzas de algún modo y le permitió llegar hasta ese otro monte sin problema alguno hasta el momento. Tras estar en la base de aquel monte, el resplandor ya se había perdido de vista, esta nueva posición no le permitía a Vatra observar lo que antes el podía ver pero... contaba con su Armadura, la Armadura de un Caballero de Athena, la cual respondería ante la presencia de dicho objeto buscado.

Vatra comenzó a ascender y ascender, esperando a que su Armadura comenzara a reaccionar, y así lo hizo, tan solo a quince minutos de haber comenzado a subir dicho monte, la Armadura de Bronce comenzó a emitir una especie de centelleo intermitente, Vatra comenzaba a sentirse más aliviado ahora, ya que la Armadura le estaba mostrando que el Cuerno Dorado no se encontraba muy lejos de él.

Buscando entre las rocas, pastos y arbustos del lugar, Vatra no lograba divisar el objeto tan deseado, sin embargo su Armadura comenzaba a emitir un raro sonido sumado al centelleo descrito anteriormente, Vatra quiso creer que esta nueva señal que la Armadura le estaba dando, significaba que el Cuerno Dorado estaba cada vez más cerca. Tras recorrer un poco más el camino hacia la cima y tras unas gigantescas raíces de un viejo árbol que caían hacia lo que parecía ser un hueco no muy profundo sobre el monte, el Resplandor Dorado se hizo presente nuevamente, y allí estaba, ahora divisible para los ojos de aquel Caballero que lo estaba buscando. El Cuerno Dorado de la Armadura del Santo de Tauro!, clavado sobre una sobresaliente roca que se encontraba dentro de este hueco escondido por aquellas grandes raíces, Vatra se tomó un momento antes de disponerse a retirar el Cuerno de aquella roca, en señal de haber encontrado lo que tanto buscaba y de al fin haber logrado algo en esta larga y dura misión.

Al retirar el Cuerno, este produjo un cesante resplandor Dorado y la Armadura de Bronce también resplandeció brevemente. Tras finalizar ambos resplandores, el Cuerno se encontraba ahora en posesión de Vatra, quien no se preguntaba que habían sido esos raros resplandores que pasaron, sino que solo pensaba en llegar otra vez frente aquel sujeto que le pidió buscarlo, pero... una voz se hico presente justo en el momento en el que Vatra intentaba emprender el viaje de regreso...

Off: Tengo una duda, el sujeto con el cual tengo que pelear en este post, puede ser cualquiera que yo quiera?, no quiero ser muy evidente o arruinar la misión por eso pregunto si puede ser cualquiera.

PD: Querias 20 renglones... aca tenes 3 hojas y todavia no postie la pelea xD... haberme dado tanta libertad... fue nosivo para mis dedos!, estan mas que duros ahora despues de tanto tipear xD.

Off: Gracias por la rápida respuesta y la dedicatoria, estoy
intentando mantener el nivel del rol de siempre pese al poco tiempo que tengo
en estos días T.T .


Sujeto Desconocido: - A dónde estás pensando llevar ese Cuerno
Dorado guerrero?... ese objeto pertenece al Santuario, al Santo Dorado de Tauro
quien protege la segunda casa de las 12. Porque no lo vas dejando lentamente
sobre el suelo y te marchas... otra acción podría costarte la vida -


Vatra miró instintivamente hacia donde el sonido de dicha voz parecía provenir,
en esa dirección pudo observar la presencia de alguien... alguien no muy
alto... su cosmos todavía no se hacía presente. Su identidad era aún
desconocida, pero sus palabras daban un claro indicio de que sabía que era el objeto
que Vatra tenía en sus manos en este momento, también sabia a quien le pertenecía
y parecía tener algún conocimiento sobre el Santuario Atheniense, puesto que él
fue quien menciono a las 12 casas de los Caballeros Dorados.

Estas pistas hicieron pensar bastante a Vatra... acaso... acaso un nuevo
Guerrero Atheniense estaba también en estas tierras?... pero de ser así...
acaso no sabía que Armadura llevaba puesta Vatra?... ni sabía acaso quien era
el?... estas nuevas preguntas no daban pie a poder pensar claramente de quien podría
llegar a ser este nuevo sujeto que se presentó ante el Caballero del Fénix.



Vatra: Mirando en dirección hacia donde había visto la sombra del
sujeto - Acaso piensas que te entregare este objeto?... no sabes lo que
significa para mí... este objeto puede salvar las vidas de muchas personas
inocentes y tú quieres que las ponga en riesgo entregándotelo?... de ninguna
manera accederé a tus peticiones - Dijo Vatra con mucho ímpetu, además agrego
- Además... qué clase de modales son los tuyos?, que clase de educación
posees?... primero que nada, si le vas a hablar a un desconocido primero deberías
de presentarte... para que sepas de lo que te estoy hablando me presentare
primero... Mi nombre es Vatra, y soy un Caballero de Bronce que sirve a la
Diosa Athena, soy el Fénix Vatra -


La sombra del sujeto parecía dar un paso hacia atrás y sujetarse de una de las raíces
del árbol que descendían tapando el hueco en donde se encontraba la piedra en
la cual estaba clavado el Cuerno Dorado. Tras unos segundos el sujeto descendió
por una de las raíces hasta el mismo hueco y saliendo lentamente de entre la
sombra que allí se generaba respondió.



Sujeto Desconocido: - No me importa quien seas, ni los modales,
lo único que me importa es lo que harás con ese Cuerno Dorado. Estoy en una
misión, encomendada por el mismísimo Patriarca!. Tengo que llevar ese Cuerno
Dorado al Santuario que es a donde pertenece, si cumplo con esta misión
entonces podre ser tomado en cuenta para recibir la Santa Armadura Dorada de
Tauro y así poder cumplir con mi deseo de ser como mi maestro, no dejare que
nadie me arrebate esta única posibilidad que me fue dada para poder vestir la
Dorada Armadura, ni siquiera aunque se trate de un Caballero de Athena. Mi
destino es ser el nuevo Caballero de Tauro y tú no me lo impedirás!, TOMA
ESTO!!! -


El aún desconocido sujeto ataco con una fuerte patada cargada de mucha cosmo energía
a Vatra, quien se sorprendió al escuchar que fue el mismísimo Patriarca quien
le había encomendado la misión de devolver al Santuario el objeto que ahora
portaba en sus manos. Vatra confirmaba ahora que ese objeto no era un objeto
ordinario, si el Patriarca pidió que fuera buscado y entregado a el mismo, era
porque este objeto poseía alguna facultad que Vatra aun desconocía...


La sorpresa aumento más al ver que de entre las sombras el que se asomaba
directamente a atacarlo no era nada más que un escudero!, un aspirante a
Caballero!, era un guerrero joven pero con mucha fuerza de convicción, ya que
sus palabras y su accionar así lo estaban demostrando.


El ataque fue evadido por un rápido salto hacia el cielo!, Vatra logró volver a
tocar el piso sin recibir el más mínimo daño por parte del ataque del joven y entusiasta
Guerrero Atheniense. Ahora era Vatra quien poseía la ventaja, mas allá de ser más
poderoso y poseer un cosmos y Armadura superiores, ahora este tenía la ventaja
de poseer la posición más elevada de entre los dos, ya que se encontraba al
lado del árbol cuyas raíces tapaban el hueco en donde se encontraba el Cuerno
Dorado. Fue entonces cuando Vatra le dijo al joven escudero.



Vatra: - Veo por los cuernos que desprenden tus hombreras que
eres uno de los escuderos del fallecido Aldebarán de Tauro no es así?... asique
en verdad estas decido a llevarte el Cuerno... pero eso no te será posible,
como te dije, muchas vidas dependen de él, y no estoy dispuesto a sacrificarlas
solo para posicionar a alguien más cerca de la Armadura Dorada de Tauro -



Sujeto Desconocido: Mirando a Vatra furiosamente - Posicionarme
dices?... yo solo lograre posicionarme, no necesito de tu ayuda!, solo tengo
que vencerte... eso será fácil... te eh seguido hace varios minutos atrás,
puedes poseer muchas ventajas aparentes sobre mi... un cosmos más poderoso que
el mío... una Armadura más poderosa que la mía, pero de nada te servirán esta vez!,
como te dije, te estuve siguiendo y sé que estas extremadamente cansado... si
utilizas mucha de tu cosmo energía entonces perderás la conciencia por el
estado en que te encuentras, fíjate si no es así... como es que alguien de tu
calibre no se haya percatado que lo estaban siguiendo?... sabes que tus
condiciones no son aptas para una pelea de resistencia... y eso es lo que
planeo usar a mi favor para vencerte y llevar ese Cuerno Dorado de vuelta al
Santuario. Y estas en lo correcto... soy uno de los escuderos del ex
Caballero de Tauro quien falleció en la última Guerra Santa, también conocido
como Aldebarán de Tauro, pero me ausente bastante del Santuario en busca de
aumentar mis poderes, mi fuerza y mi resistencia... mi nombre es Alabastar!, y
eh vuelto para recibir la Armadura de Tauro y el título de Aldebarán también!,
ahora... enorgulleceré el espíritu de mi maestro utilizando su más conocida técnica...
prepárate a recibirla Vatra del Fénix!, GREAT... HORN!!! -


El cuerpo de Alabastar comenzó a envolverse con una cosmo energía sorprendente,
su pose de combate era extraña para Vatra, sus brazos estaban cruzados entre si
y no veía como esto posibilitaría a Alabastar de realizar un ataque realmente
eficaz. Sin embargo, con un rápido movimiento de sus brazos, libero su cosmo energía
en dirección a Vatra, el poder era impresionante, no solo el monte en el que se
encontraban, sino todos los montes de alrededor temblaron fuertemente por ella.


Vatra sabía perfectamente que si se dejaba golpear por este ataque entonces
todo estaría perdido, en su actual condición, un ataque tan fuerte como este lograría
dejarlo tirado sobre el suelo sin chances de volverse a levantar debido a todo
el cansancio que estaba sufriendo. Asique elevo su cosmos y creo una esfera cósmica
protectora y salto nuevamente por los aires.


El Gran Cuerno lanzado por Alabastar impacto en la parte frontal media de la
esfera cósmica protectora y a medida que Vatra ascendía también golpeo sobre su
parte inferior. Pese a su gran poder, la esfera sirvió de escudo temporal y le permitió
a Vatra bloquear por completo el ataque junto con su salto evasivo. El árbol
anteriormente descrito que se encontraba en un principio al lado de Vatra, fue
reducido a millones y millones de astillas, las rocas fueron destruidas y el
Gran Cuerno siguió su camino hacia el cielo.


Tras conseguir evadir por completo el ataque, Vatra logra descender por sobre
la espalda de Alabastar, dándole ahora una nueva ventaja posicional frente a su
adversario, Vatra emite unas rápidas palabras antes de impactar a su enemigo.



Vatra: - Lo siento Alabastar... -


Dijo Vatra antes de lanzar un rápido y fuerte golpe sobre la nuca de su
contrincante, este ataque fue tan rápido, poderoso y preciso, que no solo no
pudo ser evadido por el antiguo escudero del conocido Aldebarán de Tauro, sino
que también provoco que su cuerpo dejara de funcionar normalmente, sus piernas
se aflojaron inmediatamente y cayó sobre sus rodillas, su cabeza se inclinó
hacia atrás rápidamente y su mirada se fijó directamente a las nubes, mientras
su cuerpo comenzaba a caer lentamente hacia adelante, Vatra agrego unas
palabras más.



Vatra: - Alabastar, no entiendes que yo también estoy cumpliendo
una misión aquí. Necesito de este Cuerno tanto o incluso más que vos!.
Lamentablemente no poseo de más tiempo o fuerzas para poder explicarte más
detalladamente las cosas... solo hazme un favor... cuando despiertes dirígete
al Santuario, y dile al Patriarca porque no has vuelto con el Cuerno
Dorado... -


Tras dejar inconsciente a su camarada, Vatra no tenía muchas más fuerzas para
malgastar, asique rápidamente se alejó del lugar y comenzó su camino de vuelta
hacia el monte en donde se encontraba el sujeto que le había solicitado que le
entregase el Cuerno Dorado. Dentro de la cabeza de Vatra estaba sucediendo una
nueva batalla entre preguntas... con lo que había escuchado por parte del joven
aspirante a Caballero... el Cuerno podría llegar a contener un secreto... debería
entregárselo al extraño sujeto que había eliminado a Sylfido?...

Off: Hice el post entero cuando derepente mire tu ultimo mensaje y mis ojos se pusieron asi !. Pusistes que haga un rol entregandole el cuerno a Sylfido... pero si mal no me equivoco, Sylfido habia sido asesinado, osea, lo puso en la nota que me llego... aclarame esto porque estoy perdido, el sujeto que me encomendo la mision, no es quien asesino a Sylfido?, o Sylfido es ese sujeto y no esta muerto?... tus palabras me tambalearon toda la historia!.

Vatra seguía su camino de regreso hacia el monte en donde se había encontrado con la persona que aparentemente, había asesinado a su nuevo aliado en estas tierras, Sílfido.

El Sol estaba tomando posición sobre el centro del cielo indicando que el mediodía estaba comenzando, las fuerzas de Vatra eran cada vez menores, las dudas y preguntas de lo que debía hacerse con el objeto encontrado estaban poniendo toda razón en duda. Acaso hizo bien en no darle el objeto a Alabastar?... acaso no hubiera sido mejor escoltar a Alabastar al Santuario con el Cuerno Dorado de Tauro y dejar a su suerte las vidas de las personas de estos poblados?...

Vatra sabía que la respuesta a esa pregunta era no, después de todo, fue la mismísima Athena quien le había encomendado esta misión y quien le había dado nuevas fuerzas en su momento de inseguridad. Si bien el Caballero del Fénix creía que hubiera sido mejor escoltar a Alabastar al Santuario junto con el Cuerno, no desoiría las órdenes de su Diosa bajo ningún punto de vista, no importa lo que dijeran o hicieran, Vatra creía en ella.

Tanto era la Fe que Vatra le tenía, que a pesar de sentir hambre, estar físicamente agotado y de tener que recorrer este largo camino de regreso a aquel monte en el que alguna vez estuvo presente, llegado el momento pediría recobrar sus fuerzas vitales. Puesto que ahora no había tiempo para perder y que si lograba salir victorioso, estaba seguro que le sobraría tiempo para descansar.

Asique dando todo de sí, atravesó los densos pastos de los bosques circundantes a los montes, atravesó cascadas, pequeños arroyos y hasta ríos a toda velocidad. Cuando su cuerpo llego al punto limite en el cual ya mostraba señales de total extenuación como tropiezos mientras corría a toda velocidad, visión borrosa entre otros, Vatra aumentaba su cosmos para incrementar así sus signos vitales. De esta manera consiguió llegar nuevamente hasta el monte en donde había aceptado la misión de recuperar el Cuerno Dorado.

El Caballero del Fénix cambio su rápida marcha por un tranquilo y lento caminar, su cosmos seguía encendido casi tocando su máximo punto solo para cumplir la función de mantener su vitalidad corporal. Fue en ese momento cuando lo vio a él hacerse presente


Vatra: Mirándolo con cierto desprecio - Aquí me tienes una vez más ante ti... espero que esto sea lo correcto... pero antes de dártelo... quiero informarte de algo... no solo muchas personas perecieron anteriormente por Hades y sus fuerzas, sino que también tuve que ensuciarme mis manos para poder conseguir este objeto... hice cosas que jamás pensé que tendría que hacer... asique quiero que nos entendamos perfectamente sobre este asunto... si no se retiran tú y tus fuerzas después de haberte dado el Cuerno Dorado... créeme... no solo yo estaré en tu contra... no me importa cuántos aliados tengas... no me importa cuántas personas más mueran... no me importa si te tengo que buscar desde otros mundos o desde la mismísima muerte, te aseguro que si no cumples con tu parte del trato... volverás a poner esa cara de miedo y a temblar de nerviosismo cuando vuelva por ti, tal y como la primera vez que nos vimos - Acto seguido, Vatra le acerca el Cuerno Dorado con su mano izquierda sujetándolo

Off: No pasa nada, habia guardado el rol asique no perdi nada, solo me ataco la duda porque como dije, realmente me confundio. Aca te dejo el rol, espero sea de tu agrado tambien.