Solicitud para la Surplice de Basilisco

La oscuridad rodeaba por completo a la joven de cabellos violáceos de forma absoluta, no sabia que hacer ante esta situación mas era correcto el decir ¿que estaba muerta y que la oscuridad se la había tragado para siempre?, aquello no podía ser cierto para la joven espectro que trataba de buscar una salida que la dejara escapar de aquel mundo, no odiaba la soledad ni la oscuridad para nada pues esas eran sus armas lo que odiaba era que estaba ahí sin hacer nada para ayudar a la única persona a la que había jurado lealtad por la eternidad.

Fueron tan solo segundos después que para la muchacha resultaron eternos que por fin pudo abrir sus orbes violáceas dejando entrever la poca luz que habitaba el lugar donde yacía su cuerpo, porque la primera imagen que pudieron captar sus orbes fue la del cielo oscuro del páramo Inframundano donde habitaba antes de su derrota como Basilisco.

-¿Qué ocurrió aquí? Basilisco, no está… Soy tan débil que me has dejado de lado-

Llevo ambas manos hacia su cabeza tratando de de entender el porque de aquella situación mas no le encontraba respuesta alguna, así estuvo unos segundos mientras los recuerdos de las batallas con Griffo, las palabras de Hades y mas cosas inundaban su mente de forma abrupta y desordenada confundiéndola más de lo que ya estaba, hasta que una imagen en especial vino a su mente provocando que sus orbes se agrandaran de la impresión y que sus labios temblaran de forma espontanea.

-Es mi debilidad la que me ha apartado de mi destino como espectro, pero es mi lealtad la que me mantiene al lado de mi señor-

Con vocablos llenos de dudas y que mostraban su condición de espasmo total hasta vocablos que resultaban firmes y llenos de determinación, la joven pudo observar con detenimiento el lugar donde se encontraba, unos metros mas adelante una larga fila de almas pertenecientes a humanos que habían perecido en el mundo terrenal formaban su cola para caer por el gran cráter que caracterizaba al “Yomotsu”. Selene inmediatamente se puso de pie y notó como su cuerpo se tambaleaba levemente por el cansancio o quizás por el largo sueño al que había entrado y del cual sus extremidades sufrían el adormecimiento por tan largo receso abrupto.

Con su cuerpo ya estable se dirigió como pudo hasta el gran castillo de Hades, el soberano del Inframundo, para pedirle perdón por su arrogancia de estar sin hacer nada por el bienestar de su señor. Se adentro en el castillo donde vio a varios espectros mirarla de reojo y a uno que otro sonreír de forma descarada por la condición de la joven quien a pesar de aquel estado de adormilamiento a su cuerpo se mantenía firme y seria para no darle la idea equivocada a esos sujetos de con quien debían tratar, sin embargo en un abrir y cerrar de ojos el silencio embargo aquel pasillo oscuro acallando a todos los sirvientes de Hades, incluyendo la joven espectro quien se arrodilló de forma inmediata ante la presencia de una de las figuras más importantes del reino oscuro.

-Señorita Pandora…-

-Tienes el atrevimiento de mostrar tu rostro frente a mí después de tu desaparición- hablo ella con palabras tan frías como si se tratase de un iceberg de hielo de las mismísimas tierras de Asgard.

-Le pido perdone mi imprudencia y me permita retomar de nuevo mi lugar en las filas de mi señor Hades-

Sus vocablos eran casi como susurros que el poco viento en aquella sala sin duda podía llevar hasta los oídos de la princesa del Inframundo mientras la joven se mantenía arrodillada y la cabeza gacha en señal de aceptación de su culpa así como el detenimiento de portar nuevamente la Sapuris de Basilisco.

-Pido amablemente ante usted que me sea concedido nuevamente la Sapuris de Basilisco, sol osirvo para servir a mi señor Hades y juro que esta vez plagare la muerte en su nombre y bañare los campos con la sangre de la gente que ose levantar su mirda contra él... Mi lealtad jamas ha sido cuestionada en mis actos que estoy dispuesta a pagar ante usted-

La joven calló esperando la respuesta de la segunda al mando del ejército de espectros.