Peticion de Cambio de Armadura (Armadura de Bronce del Fénix por Armadura del Dios Guerrero de Delta)
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Peticion de Cambio de Armadura (Armadura de Bronce del Fénix por Armadura del Dios Guerrero de Delta)
por Vatra Miér Mayo 16 2012, 16:47
Era una noche tranquila en el Santuario, Vatra había ya terminado de bañarse en su Templo indicando que su entrenamiento había terminado por el día de hoy. Los rayos de Luna entraban por las ventanas de dicho Templo mientras el Caballero de Bronce se dirigía a preparar su cena.
Cuando la cena estaba lista Vatra se sirvió en un plato hondo un poco del guiso que había preparado y fue a sentarse en su sillón, coloco ambos pies sobre la mesa y con su plato apoyado en su regazo comenzó a comer de a cucharadas su comida.
Mientras comía le vinieron a la mente pequeñas escenas del pasado mediante las cuales añoraba a sus seres queridos y más cercanos a él, Athena, el Patriarca, la joven muchacha Liang, su anciana Madre, su maestro Link, y su más cercano amigo de entrenamientos Hydrus de Hydra Macho.
Todas estas personas habían tenido algún contacto especial para que la mente de Vatra los trajera de regreso al presente. Vatra recordó las imágenes de la despedida en aquel aeropuerto en donde Liang y su Madre tomaron un vuelo de regreso a su ciudad natal, fue un día muy triste para Vatra, pero ahora gracias a su duro entrenamiento había podido dispersar un poco más su mente de aquella muchacha.
Mientras seguía reviviendo en su mente este y otros momentos anteriormente vividos, Vatra se inclinó para dejar su plato vacío sobre la mesa y tomo a cambio, su botella de vino y su copa, al traerlas cerca del miro a la botella y dijo...
Vatra: Con una sonrisa muy sarcástica entre dientes - Bueno... tú siempre serás mi compañía por excelencia! -
Vatra comenzó a servirse vino en su copa hasta que este llego al tope del recipiente, en ese momento Vatra dio un primer trago a su copa, uno con el cual la vacío por completo, y mirando a su copa ahora vacía agrego...
Vatra: - Sabes que es lo mejor de nuestra relación?... que nunca cambiara por nada en el mundo... bueno... al menos no mientras las uvas sigan siendo buenas!, ja ja ja ja ja ja -
Vatra tomo dos copas más de su vino, luego dejo la copa sobre la mesa y tomo el corcho de la botella a cambio con el cual tapo la botella de su bebida preferida. Dejo la botella de vino también sobre la mesa y se dirigió a ver las estrellas al exterior de su templo.
Al salir de su Templo y ver el firmamento con tanta energía y tanta luz estelar, Vatra recordó aquel momento en el que estando sobre el techo de su Templo el Caballero Dorado de Cáncer lo sorprendió tomando vino en horario de guardia... aquel Caballero de Cáncer que al final había terminado siendo un renegado del Santuario y que con la ayuda del Caballero de Leo logro vencer... esto le hizo pensar a Vatra muchas cosas, una en especial de entre todas ellas, el tiempo había pasado a marcha acelerada desde que entro al Santuario y se recluto para ser uno de los Caballeros de Athena, antes todo parecía tan lejano e infinito... y ahora los días, semanas e incluso meses parecían pasar tan rápidos como un rayo en una tormenta eléctrica.
Vatra contemplo el cielo una vez más, como si intuyera algo... algo en el cielo... estaba llamando la atención de Vatra por completo... una de las estrellas del manto en particular estaba brillando con mucha más fuerza de lo habitual, nunca antes en todas las veces que Vatra había avistado las estrellas durante una noche como esta noto que esa estrella en particular tuviera tanta energía. Vatra cerró sus ojos y los volvió a abrir para observar con mejor detenimiento la actuación de esa estrella, sin duda era ella, la Osa Mayor, también conocida como Ursae Majoris.
De repente el alcohol del vino bebido y la relajación de haberse bañado hace poco sumado al placer de estar admirando las estrellas a la luz de la Luna, hicieron que los ojos de Vatra se fueran cerrando poco a poco, disfrutando del brillo de aquella gran estrella del cielo.
Un sueño tuvo lugar en la mente de Vatra mientras dormía... en aquel sueño él era muy pequeño, y jugaba con su Padre y su Madre. Apenas podía ver las siluetas de los mismos... las caras y sus ropas eran muy borrosas... en ese sueño Vatra se sintió pleno, su felicidad no tenía límite alguno. Sin embargo el sueño comenzó a tornarse borroso... un destello cegador de luz blanca se hizo presente y entonces... una fuerte, segura e impetuosa voz se hizo presente ante el Caballero del Fénix.
Voz Desconocida: - Vatra... Vatra... despierta... soy yo quien te está llamando!, ODIN!, Rey de todo Asgard!... Hace ya un tiempo te había hablado mortal... te encomendé una tarea... recuerdas?... mi llegada esta próxima y con cada día que pasa los preparativos para mi regreso al mundo de los mortales se atrasa... humano... el destino de la Tierra está en tus manos... no dejes pasar el tiempo... o será el quien regrese por ti a saldar sus cuentas... recuerda Vatra... tienes que dirigirte a las tierras heladas del norte... solo así llegaras a Asgard... mi advenimiento está más cerca de lo que creen... pero será en vano si tu fallas en esta misión... solo tu Guerrero puedes proteger las heladas tierras de Asgard hasta mi regreso... Poseidón y otros Dioses más han azotado el Santuario llevándose consigo a muchos guerreros y vidas inocentes también... el equilibrio del mundo está perdiéndose a pasos de Gigantes de Hielo!... si no cumples con tu misión Guerrero... entonces este mundo será sumergido en un caos inimaginable... la clave... está en tu nombre Vatra... solo yo... puedo devolverte esa parte de tu pasado que te hace tanta falta y te fue negada... búscala... busca a esa estrella que te deslumbro durante toda la noche... ella te guiara hacia Asgard y hacia tu destino! -
Vatra se despertó inmediatamente, su respiración era muy agitada y su cara estaba transpirosa. Miro las palmas de sus manos durante unos segundos...
Vatra: - Que ha sido eso?... otra vez estos sueños... pensé... que jamás volverían a hacerse presentes... pero se nota que me equivoque... de nada sirvió realizar aquella misión en Asia para despejarme de los sueños de Asgard y de las Tierras del Norte. Acaso... acaso será cierto?... yo seré descendiente de Asgard?... -
En ese momento Vatra se dio cuenta de dos cosas, la primera era que estaba hablando solo nuevamente como un loco desquiciado, y la segunda era que sabía que no debía hablar de eso en voz alta... si solo alguien más llegara a haberlo escuchado... quien sabe que cosas le podrían hacer a él.
Vatra se levantó del frio suelo y comenzó a caminar dando vueltas alrededor de su Templo, pensando, exprimiendo su cerebro por completo para decidir que debía hacer. Él siempre había luchado para proteger la Tierra y a sus seres queridos...
Vatra: Pensando para sí mismo (Liang me dijo que mi nombre provenía de una lengua extranjera, tanto para mí como para ella. Su significado era "fuego"... quizás esta lengua sea hablada allí en Asgard... si esto es así... entonces existen muchas posibilidades de que mis padres realmente hayan sido Asgardianos y que yo provenga de una estirpe Guerrera como me dijo el Dios de esas lejanas Tierras... pero... dejar el Santuario... ser marcado como un traidor... pero en que estoy pensando!, Vatra corrige tus prioridades!. Por qué piensas que un Dios insistiría tanto en hablar con vos?... el destino de la Tierra está en mis manos!, esa es la prioridad correcta más allá de cualquier otro tema de discusión que se pueda hacer al respecto de esto)
Tras llegar a esta conclusión, Vatra entro a su Templo y saco de su escondite la Caja de Pandora de su Armadura de Bronce, se la coloco a cuestas y salió del Templo de inmediato, siguiendo en el firmamento mientras la noche durara a la Osa Mayor para llegar así a las Tierras del Norte, las tierras de Asgard.
Tras ya varias semanas de viaje Vatra ya estaba en las heladas Tierras del Norte, el clima era inhóspito y el viento no se detenía nunca. A pesar del fuerte frio y el duro clima, Vatra se mantenía caliente utilizando su cosmoenergia como fuente de calor al hacerla emanar de su cuerpo. Gracias a ella era que esta Caballero se mantenía viajando en buenas condiciones por todo ese desierto de roca y hielo.
Vatra se acercaba con cada paso que daba más y más a la estrella, tal cual como había dicho Odín en sus sueños, Vatra estaba en busca de su destino, de conseguir aquellas respuestas que nunca tuvo para aquellas preguntas que existieron desde que tiene uso de su memoria.
A la distancia, Vatra podía observar una gran estructura construida cercana a un risco montañoso, al acercarse más y más pudo ver que se trataba de una especie de Palacio o Templo religioso... Vatra no tenía ni idea de que podía llegar a ser dicha estructura. A medida que se fue acercando, la Osa Mayor estaba cada vez más perpendicular al Caballero de Bronce.
Hasta ahora Vatra había observado cierto tipo de paisaje, con el Océano hacia un lado, y al otro tierra, una tierra muy gélida y llena de rocas congeladas y grietas muy profundas que dibujaban varios acantilados, si se seguía con la vista el cordón montañoso, se podía observar claramente que en el pico más alto estaba esta construcción de la cual Vatra desconocía pero siguiendo las palabras del Dios Odín, la investigaría.
Fue entonces cuando al terminar de escalar una pared de rocas que le impedían el paso, un nuevo tipo de paisaje se prestó enfrente de sus ojos. Era un bosque, un bosque tapado por la nieve que no paraba de caer del cielo, al detenerse a mirar este hasta el momento desconocido paisaje dentro de la zona de Asgard, pudo observar como las ramas de los árboles se reclinaban hacia abajo por el peso de la nieve que tenían sobre ellas y la dejaban caer al piso, hasta el momento solo había quietud y ciertos ruidos extraños que Vatra dejo de lado al no haber estado nunca en un lugar como este, dio por sentado que eran ruidos normales de este lugar y no pensó mas al respecto.
Hecho una nueva mirada al cielo nocturno y allí estaba ella, la Osa Mayor, casi perpendicular a su posición actual, brillando cada vez con más intensidad al parecer. Vatra se decidió entrar al bosque para llegar hasta aquella estructura edificada en la ladera del pico más alto de la cordillera de Asgard. Con su cosmos encendido para poder aumentar su calor corporal estaba afrontando las duras inclemencias del tiempo gélido característico de este lugar.
Al adentrarse al bosque, los sonidos extraños que había decidido ignorar comenzaron a hacerse mayores, tanto en cantidad como en sonidos. A cada paso que daba, Vatra no para de mirar a sus alrededores, tratando de familiarizar su vista con este lugar, después de unos minutos, comenzó a ver que no todo era nieve y árboles, también habían criaturas que Vivian en ese bosque, pequeñas ardillas corriendo por las ramas de las copas de aquellos árboles que veía, también habían búhos que ululaban sin parar.
En ese instante, un ruido anuncio un peligro inminente, un aullido que provenía de quien sabe dónde lleno el lugar. Tal vez era su eco, tal vez la criatura que lo había realizado estaba cerca, el bosque era tan espeso que no dejaba percibir su verdadera fuente. Vatra miro hacia sus espaldas rápidamente, no quería salir herido en una misión como esta por un simple ataque furtivo. Pero nada había allí, entonces miro hacia su derecha, y tampoco vio nada. Nada parecía moverse, todo parecía en calma, miro hacia el frente nuevamente y en ese momento un búho se había lanzado sobre su cara para atacarlo, Vatra se asustó bastante pero al ver que se trataba de un búho simplemente lo empezó a bloquear con las palmas de sus manos, Vatra no quería hacerle daño al animal, pero este no paraba de intentar llegar a su rostro, fue entonces cuando Vatra lo empujó hacia un lado y se abrió paso velozmente hacia las profundidades del bosque alejándose de la bestia alada. Mientras corría y corría Vatra escucho nuevamente ese aullido, otra vez parecía provenir de todos lados, en ese momento, mientras seguía corriendo hacia las entrañas del bosque, miro a sus espaldas para ver si ese algo que aullaba estaba por allí, pero al desconocer el terreno y sacar la vista de su actual camino una raíz de un árbol ya bastante viejo choco contra su pie, Vatra en ese mismo instante vuelve su vista hacia adelante y se dio cuenta que lo que le esperaba no era bueno.
Vatra: - MALDICION!!!, ES UNA CUESTA ABAJO ESCARPADA!!! -
Dado a la velocidad en la que iba corriendo y a la fuerza de su tropiezo Vatra salió casi despedido cuesta abajo por aquella bajada escarpada, en un rápido reflejo instintivo miro rápidamente hacia todos lados pero no diviso nada de donde pudiera sujetarse, comenzó a rodar y a rodar sin parar, las tiras que tenía la Caja de Pandora de la Armadura del Fénix las cuales permitían a Vatra llevarla sobre su espalda se cortaron con las filosas rocas que habían en la pendiente. La Caja comenzó a caer cuesta abajo al igual que su portador pero por caminos distintos, Vatra intento seguirla con la mirada con el propósito de saber más tarde por donde buscarla, pero mientras lo intentaba golpeo fuertemente su cabeza contra una de las rocas del lugar. El cuerpo de Vatra caía ahora inconscientemente hacia la espesura del bosque.
Cuando cayó al fondo de la bajada quedo inmóvil por completo, la nieve lo estaba comenzando a cubrir y ahora su cosmos se encontraba totalmente apagado, el frio comenzó a entrar en su cuerpo y al parecer no iba a despertar rápidamente debido al gran golpe que recibió en la caída.
Todo el lugar era calma, todo estaba en completo silencio ahora, no habían más ulúlelos ni aullidos, ni siquiera las ramas de los arboles hacían ruido alguno, en ese momento la estrella de la Osa Mayor comenzó a brillar y a brillar con más intensidad hasta que desde el pico más alto de Asgard, un destello salió emitido en dirección a la estrella, esta se llenó de un color azul profundo y descargo un rayo de luz del mismo color por sobre el bosque en donde Vatra yacía inconsciente.
El rayo de luz portaba uno de los siete zafiros de Odín, el cual comenzaba a viajar atravesó del haz de luz en dirección hacia el bosque. En ese mismo momento, unas nubes negras que se aproximaban desde el Norte comenzaron a pasar por sobre la zona de Asgard, fuertes rayos eléctricos comenzaron a viajar de nube en nube, y cada tanto uno de ellos sacudía la tierra, los estruendos de estos grandes rayos eléctricos comenzaron a despertar a Vatra, sus caídas comenzaron a hacerse más frecuentes conforme el tiempo pasaba y los estruendos llegaban cada vez más rápidos a los oídos del Caballero de Bronce, fue entonces cuando uno de estos rayos impacto sobre un árbol que estaba frente al cuerpo de Vatra, el árbol era gigantesco, tal vez el más grande del bosque entero, el rayo lo partió a la mitad en tan solo cuestión de segundos y dejo su marca ígnea sobre él.
El fuego que había quedado en su corteza comenzó a derretir la nieve y el fino hielo creado en la corteza por el frio clima del lugar, Vatra comenzaba a entrar en razón e intentaba ponerse de pie, solo podía escuchar los estruendos de los rayos en ese momento. Alzo su mirada mientras comenzaba a recuperar sus funciones corporales, comenzó a sentir un gran dolor en su cabeza a la que sujeto con ambas manos y al mirar a una de ellas cuando la llevo frente a sus ojos vio sangre, sin duda producto del golpe que había recibido al tropezar y caer cuesta abajo.
La vista paso de estar nublada y borrosa a la normalidad, el lugar estaba repleto de nieve como cualquier otro paisaje de Asgard, había arboles por doquier, en el piso habían unas extrañas rocas rojas, muy llamativas ya que nunca antes habían sido vistas por el Guerrero, en frente de él un rayo de luz azul apuntaba en dirección a un árbol cuyo tronco estaba partido en dos. Esto llamo la atención del Guerrero y se acercó para observar con detenimiento, mientras se acercaba vio un destello, un destello azul perlado descender atravesó del rayo de luz azul hacia el tronco partido en dos del gigantesco árbol. A paso torpe intento llegar lo antes posible al lugar para echar un vistazo y ver qué era lo que estaba sucediendo.
Y al llegar... en ese mismo momento y en ese mismo lugar sus ojos vieron algo espectacular y único. Una Armadura de color Azul profundo se encontraba dentro del gran tronco del árbol, bajo ella había varias calaveras y más de estos cristales rojos. La Armadura comenzó a emitir una serie de ondas de energía de color blanco que aparecían sin parar. En ese momento, un nuevo destello azul salió emitido desde una parte de la Armadura recientemente encontrada, el Guerrero de Athena fijo su vista en este destello y en ese instante una energía abrumadora invadió el bosque, esta energía llego hasta el Guerrero y de ella parecía provenir una voz que llegaba directamente a la mente de aquel humano.
Voz Desconocida: - Bien hecho Rainer!, has despertado a la mítica Armadura del Dios Guerrero Delta, custodiada por la Osa Mayor!, ella es la estrella guardiana que vigila y ampara al usuario de esta Divina Armadura. Yo Odín Señor de Asgard y Dios del Valhala te ordeno tomarla, se aceptado por ella y conviértete en el primer Dios Guerrero de Asgard!, después de tantos años en el olvido... Asgard al fin podrá resurgir y finalmente podre participar en la lucha de la Tierra, la balanza del orden será restablecida una vez más y con mi poder y la fuerza de mis Dioses Guerreros llevaremos un nuevo orden de paz y armonía en la Tierra!. Ahora, Rainer de la casa de los Megrez... hijo de Ragnor de Megrez y Solveig toma esta Armadura y conviértete en la nueva luz que descongelara el hielo en el cual Asgard ha permanecido en estasis durante tantos años! -
El Guerrero se acercó un poco más a dicha Armadura, y con su mano derecha intento tocarla, al traspasar su mano por entre las ráfagas de energía que la Armadura desprendía los arboles de la zona comenzaron a temblar, Rainer ni siquiera se percató de esto y siguió haciendo avanzar su mano hacia la Armadura del Dios Guerrero de Delta.
Los arboles comenzaron a moverse abruptamente, parecían como si danzaran mientras la Armadura de Delta desplegaba sus ráfagas de energía. La Caja de la Armadura de Bronce del Fénix que había caído no muy lejos de donde se encontraba ahora Reiner comenzó a ser tragada por las raíces del árbol en donde había caído apoyada tras la gran caída por la pendiente escarpada del bosque.
Ahora la Caja de la Armadura de Bronce del Fénix estaba perdida en la inmensidad del bosque boreal de Asgard y Vatra actualmente bautizado por Odín como Reiner, se encontraba con una especie de amnesia y desconocía por completo su pasado, al olvidar que fue alguna vez un Caballero de Athena su armadura no lo pudo reconocer como tal y no pudo protegerlo de su ya marcado destino, Reiner estaba a punto de alcanzar la Armadura del Dios Guerrero de Delta, y cuando esto ocurriera una nueva era daría inicio. La era de Reiner, Dios Guerrero de Delta y primer protector de Asgard en esta nueva era!.
Cuando la cena estaba lista Vatra se sirvió en un plato hondo un poco del guiso que había preparado y fue a sentarse en su sillón, coloco ambos pies sobre la mesa y con su plato apoyado en su regazo comenzó a comer de a cucharadas su comida.
Mientras comía le vinieron a la mente pequeñas escenas del pasado mediante las cuales añoraba a sus seres queridos y más cercanos a él, Athena, el Patriarca, la joven muchacha Liang, su anciana Madre, su maestro Link, y su más cercano amigo de entrenamientos Hydrus de Hydra Macho.
Todas estas personas habían tenido algún contacto especial para que la mente de Vatra los trajera de regreso al presente. Vatra recordó las imágenes de la despedida en aquel aeropuerto en donde Liang y su Madre tomaron un vuelo de regreso a su ciudad natal, fue un día muy triste para Vatra, pero ahora gracias a su duro entrenamiento había podido dispersar un poco más su mente de aquella muchacha.
Mientras seguía reviviendo en su mente este y otros momentos anteriormente vividos, Vatra se inclinó para dejar su plato vacío sobre la mesa y tomo a cambio, su botella de vino y su copa, al traerlas cerca del miro a la botella y dijo...
Vatra: Con una sonrisa muy sarcástica entre dientes - Bueno... tú siempre serás mi compañía por excelencia! -
Vatra comenzó a servirse vino en su copa hasta que este llego al tope del recipiente, en ese momento Vatra dio un primer trago a su copa, uno con el cual la vacío por completo, y mirando a su copa ahora vacía agrego...
Vatra: - Sabes que es lo mejor de nuestra relación?... que nunca cambiara por nada en el mundo... bueno... al menos no mientras las uvas sigan siendo buenas!, ja ja ja ja ja ja -
Vatra tomo dos copas más de su vino, luego dejo la copa sobre la mesa y tomo el corcho de la botella a cambio con el cual tapo la botella de su bebida preferida. Dejo la botella de vino también sobre la mesa y se dirigió a ver las estrellas al exterior de su templo.
Al salir de su Templo y ver el firmamento con tanta energía y tanta luz estelar, Vatra recordó aquel momento en el que estando sobre el techo de su Templo el Caballero Dorado de Cáncer lo sorprendió tomando vino en horario de guardia... aquel Caballero de Cáncer que al final había terminado siendo un renegado del Santuario y que con la ayuda del Caballero de Leo logro vencer... esto le hizo pensar a Vatra muchas cosas, una en especial de entre todas ellas, el tiempo había pasado a marcha acelerada desde que entro al Santuario y se recluto para ser uno de los Caballeros de Athena, antes todo parecía tan lejano e infinito... y ahora los días, semanas e incluso meses parecían pasar tan rápidos como un rayo en una tormenta eléctrica.
Vatra contemplo el cielo una vez más, como si intuyera algo... algo en el cielo... estaba llamando la atención de Vatra por completo... una de las estrellas del manto en particular estaba brillando con mucha más fuerza de lo habitual, nunca antes en todas las veces que Vatra había avistado las estrellas durante una noche como esta noto que esa estrella en particular tuviera tanta energía. Vatra cerró sus ojos y los volvió a abrir para observar con mejor detenimiento la actuación de esa estrella, sin duda era ella, la Osa Mayor, también conocida como Ursae Majoris.
De repente el alcohol del vino bebido y la relajación de haberse bañado hace poco sumado al placer de estar admirando las estrellas a la luz de la Luna, hicieron que los ojos de Vatra se fueran cerrando poco a poco, disfrutando del brillo de aquella gran estrella del cielo.
Un sueño tuvo lugar en la mente de Vatra mientras dormía... en aquel sueño él era muy pequeño, y jugaba con su Padre y su Madre. Apenas podía ver las siluetas de los mismos... las caras y sus ropas eran muy borrosas... en ese sueño Vatra se sintió pleno, su felicidad no tenía límite alguno. Sin embargo el sueño comenzó a tornarse borroso... un destello cegador de luz blanca se hizo presente y entonces... una fuerte, segura e impetuosa voz se hizo presente ante el Caballero del Fénix.
Voz Desconocida: - Vatra... Vatra... despierta... soy yo quien te está llamando!, ODIN!, Rey de todo Asgard!... Hace ya un tiempo te había hablado mortal... te encomendé una tarea... recuerdas?... mi llegada esta próxima y con cada día que pasa los preparativos para mi regreso al mundo de los mortales se atrasa... humano... el destino de la Tierra está en tus manos... no dejes pasar el tiempo... o será el quien regrese por ti a saldar sus cuentas... recuerda Vatra... tienes que dirigirte a las tierras heladas del norte... solo así llegaras a Asgard... mi advenimiento está más cerca de lo que creen... pero será en vano si tu fallas en esta misión... solo tu Guerrero puedes proteger las heladas tierras de Asgard hasta mi regreso... Poseidón y otros Dioses más han azotado el Santuario llevándose consigo a muchos guerreros y vidas inocentes también... el equilibrio del mundo está perdiéndose a pasos de Gigantes de Hielo!... si no cumples con tu misión Guerrero... entonces este mundo será sumergido en un caos inimaginable... la clave... está en tu nombre Vatra... solo yo... puedo devolverte esa parte de tu pasado que te hace tanta falta y te fue negada... búscala... busca a esa estrella que te deslumbro durante toda la noche... ella te guiara hacia Asgard y hacia tu destino! -
Vatra se despertó inmediatamente, su respiración era muy agitada y su cara estaba transpirosa. Miro las palmas de sus manos durante unos segundos...
Vatra: - Que ha sido eso?... otra vez estos sueños... pensé... que jamás volverían a hacerse presentes... pero se nota que me equivoque... de nada sirvió realizar aquella misión en Asia para despejarme de los sueños de Asgard y de las Tierras del Norte. Acaso... acaso será cierto?... yo seré descendiente de Asgard?... -
En ese momento Vatra se dio cuenta de dos cosas, la primera era que estaba hablando solo nuevamente como un loco desquiciado, y la segunda era que sabía que no debía hablar de eso en voz alta... si solo alguien más llegara a haberlo escuchado... quien sabe que cosas le podrían hacer a él.
Vatra se levantó del frio suelo y comenzó a caminar dando vueltas alrededor de su Templo, pensando, exprimiendo su cerebro por completo para decidir que debía hacer. Él siempre había luchado para proteger la Tierra y a sus seres queridos...
Vatra: Pensando para sí mismo (Liang me dijo que mi nombre provenía de una lengua extranjera, tanto para mí como para ella. Su significado era "fuego"... quizás esta lengua sea hablada allí en Asgard... si esto es así... entonces existen muchas posibilidades de que mis padres realmente hayan sido Asgardianos y que yo provenga de una estirpe Guerrera como me dijo el Dios de esas lejanas Tierras... pero... dejar el Santuario... ser marcado como un traidor... pero en que estoy pensando!, Vatra corrige tus prioridades!. Por qué piensas que un Dios insistiría tanto en hablar con vos?... el destino de la Tierra está en mis manos!, esa es la prioridad correcta más allá de cualquier otro tema de discusión que se pueda hacer al respecto de esto)
Tras llegar a esta conclusión, Vatra entro a su Templo y saco de su escondite la Caja de Pandora de su Armadura de Bronce, se la coloco a cuestas y salió del Templo de inmediato, siguiendo en el firmamento mientras la noche durara a la Osa Mayor para llegar así a las Tierras del Norte, las tierras de Asgard.
Tras ya varias semanas de viaje Vatra ya estaba en las heladas Tierras del Norte, el clima era inhóspito y el viento no se detenía nunca. A pesar del fuerte frio y el duro clima, Vatra se mantenía caliente utilizando su cosmoenergia como fuente de calor al hacerla emanar de su cuerpo. Gracias a ella era que esta Caballero se mantenía viajando en buenas condiciones por todo ese desierto de roca y hielo.
Vatra se acercaba con cada paso que daba más y más a la estrella, tal cual como había dicho Odín en sus sueños, Vatra estaba en busca de su destino, de conseguir aquellas respuestas que nunca tuvo para aquellas preguntas que existieron desde que tiene uso de su memoria.
A la distancia, Vatra podía observar una gran estructura construida cercana a un risco montañoso, al acercarse más y más pudo ver que se trataba de una especie de Palacio o Templo religioso... Vatra no tenía ni idea de que podía llegar a ser dicha estructura. A medida que se fue acercando, la Osa Mayor estaba cada vez más perpendicular al Caballero de Bronce.
Hasta ahora Vatra había observado cierto tipo de paisaje, con el Océano hacia un lado, y al otro tierra, una tierra muy gélida y llena de rocas congeladas y grietas muy profundas que dibujaban varios acantilados, si se seguía con la vista el cordón montañoso, se podía observar claramente que en el pico más alto estaba esta construcción de la cual Vatra desconocía pero siguiendo las palabras del Dios Odín, la investigaría.
Fue entonces cuando al terminar de escalar una pared de rocas que le impedían el paso, un nuevo tipo de paisaje se prestó enfrente de sus ojos. Era un bosque, un bosque tapado por la nieve que no paraba de caer del cielo, al detenerse a mirar este hasta el momento desconocido paisaje dentro de la zona de Asgard, pudo observar como las ramas de los árboles se reclinaban hacia abajo por el peso de la nieve que tenían sobre ellas y la dejaban caer al piso, hasta el momento solo había quietud y ciertos ruidos extraños que Vatra dejo de lado al no haber estado nunca en un lugar como este, dio por sentado que eran ruidos normales de este lugar y no pensó mas al respecto.
Hecho una nueva mirada al cielo nocturno y allí estaba ella, la Osa Mayor, casi perpendicular a su posición actual, brillando cada vez con más intensidad al parecer. Vatra se decidió entrar al bosque para llegar hasta aquella estructura edificada en la ladera del pico más alto de la cordillera de Asgard. Con su cosmos encendido para poder aumentar su calor corporal estaba afrontando las duras inclemencias del tiempo gélido característico de este lugar.
Al adentrarse al bosque, los sonidos extraños que había decidido ignorar comenzaron a hacerse mayores, tanto en cantidad como en sonidos. A cada paso que daba, Vatra no para de mirar a sus alrededores, tratando de familiarizar su vista con este lugar, después de unos minutos, comenzó a ver que no todo era nieve y árboles, también habían criaturas que Vivian en ese bosque, pequeñas ardillas corriendo por las ramas de las copas de aquellos árboles que veía, también habían búhos que ululaban sin parar.
En ese instante, un ruido anuncio un peligro inminente, un aullido que provenía de quien sabe dónde lleno el lugar. Tal vez era su eco, tal vez la criatura que lo había realizado estaba cerca, el bosque era tan espeso que no dejaba percibir su verdadera fuente. Vatra miro hacia sus espaldas rápidamente, no quería salir herido en una misión como esta por un simple ataque furtivo. Pero nada había allí, entonces miro hacia su derecha, y tampoco vio nada. Nada parecía moverse, todo parecía en calma, miro hacia el frente nuevamente y en ese momento un búho se había lanzado sobre su cara para atacarlo, Vatra se asustó bastante pero al ver que se trataba de un búho simplemente lo empezó a bloquear con las palmas de sus manos, Vatra no quería hacerle daño al animal, pero este no paraba de intentar llegar a su rostro, fue entonces cuando Vatra lo empujó hacia un lado y se abrió paso velozmente hacia las profundidades del bosque alejándose de la bestia alada. Mientras corría y corría Vatra escucho nuevamente ese aullido, otra vez parecía provenir de todos lados, en ese momento, mientras seguía corriendo hacia las entrañas del bosque, miro a sus espaldas para ver si ese algo que aullaba estaba por allí, pero al desconocer el terreno y sacar la vista de su actual camino una raíz de un árbol ya bastante viejo choco contra su pie, Vatra en ese mismo instante vuelve su vista hacia adelante y se dio cuenta que lo que le esperaba no era bueno.
Vatra: - MALDICION!!!, ES UNA CUESTA ABAJO ESCARPADA!!! -
Dado a la velocidad en la que iba corriendo y a la fuerza de su tropiezo Vatra salió casi despedido cuesta abajo por aquella bajada escarpada, en un rápido reflejo instintivo miro rápidamente hacia todos lados pero no diviso nada de donde pudiera sujetarse, comenzó a rodar y a rodar sin parar, las tiras que tenía la Caja de Pandora de la Armadura del Fénix las cuales permitían a Vatra llevarla sobre su espalda se cortaron con las filosas rocas que habían en la pendiente. La Caja comenzó a caer cuesta abajo al igual que su portador pero por caminos distintos, Vatra intento seguirla con la mirada con el propósito de saber más tarde por donde buscarla, pero mientras lo intentaba golpeo fuertemente su cabeza contra una de las rocas del lugar. El cuerpo de Vatra caía ahora inconscientemente hacia la espesura del bosque.
Cuando cayó al fondo de la bajada quedo inmóvil por completo, la nieve lo estaba comenzando a cubrir y ahora su cosmos se encontraba totalmente apagado, el frio comenzó a entrar en su cuerpo y al parecer no iba a despertar rápidamente debido al gran golpe que recibió en la caída.
Todo el lugar era calma, todo estaba en completo silencio ahora, no habían más ulúlelos ni aullidos, ni siquiera las ramas de los arboles hacían ruido alguno, en ese momento la estrella de la Osa Mayor comenzó a brillar y a brillar con más intensidad hasta que desde el pico más alto de Asgard, un destello salió emitido en dirección a la estrella, esta se llenó de un color azul profundo y descargo un rayo de luz del mismo color por sobre el bosque en donde Vatra yacía inconsciente.
El rayo de luz portaba uno de los siete zafiros de Odín, el cual comenzaba a viajar atravesó del haz de luz en dirección hacia el bosque. En ese mismo momento, unas nubes negras que se aproximaban desde el Norte comenzaron a pasar por sobre la zona de Asgard, fuertes rayos eléctricos comenzaron a viajar de nube en nube, y cada tanto uno de ellos sacudía la tierra, los estruendos de estos grandes rayos eléctricos comenzaron a despertar a Vatra, sus caídas comenzaron a hacerse más frecuentes conforme el tiempo pasaba y los estruendos llegaban cada vez más rápidos a los oídos del Caballero de Bronce, fue entonces cuando uno de estos rayos impacto sobre un árbol que estaba frente al cuerpo de Vatra, el árbol era gigantesco, tal vez el más grande del bosque entero, el rayo lo partió a la mitad en tan solo cuestión de segundos y dejo su marca ígnea sobre él.
El fuego que había quedado en su corteza comenzó a derretir la nieve y el fino hielo creado en la corteza por el frio clima del lugar, Vatra comenzaba a entrar en razón e intentaba ponerse de pie, solo podía escuchar los estruendos de los rayos en ese momento. Alzo su mirada mientras comenzaba a recuperar sus funciones corporales, comenzó a sentir un gran dolor en su cabeza a la que sujeto con ambas manos y al mirar a una de ellas cuando la llevo frente a sus ojos vio sangre, sin duda producto del golpe que había recibido al tropezar y caer cuesta abajo.
La vista paso de estar nublada y borrosa a la normalidad, el lugar estaba repleto de nieve como cualquier otro paisaje de Asgard, había arboles por doquier, en el piso habían unas extrañas rocas rojas, muy llamativas ya que nunca antes habían sido vistas por el Guerrero, en frente de él un rayo de luz azul apuntaba en dirección a un árbol cuyo tronco estaba partido en dos. Esto llamo la atención del Guerrero y se acercó para observar con detenimiento, mientras se acercaba vio un destello, un destello azul perlado descender atravesó del rayo de luz azul hacia el tronco partido en dos del gigantesco árbol. A paso torpe intento llegar lo antes posible al lugar para echar un vistazo y ver qué era lo que estaba sucediendo.
Y al llegar... en ese mismo momento y en ese mismo lugar sus ojos vieron algo espectacular y único. Una Armadura de color Azul profundo se encontraba dentro del gran tronco del árbol, bajo ella había varias calaveras y más de estos cristales rojos. La Armadura comenzó a emitir una serie de ondas de energía de color blanco que aparecían sin parar. En ese momento, un nuevo destello azul salió emitido desde una parte de la Armadura recientemente encontrada, el Guerrero de Athena fijo su vista en este destello y en ese instante una energía abrumadora invadió el bosque, esta energía llego hasta el Guerrero y de ella parecía provenir una voz que llegaba directamente a la mente de aquel humano.
Voz Desconocida: - Bien hecho Rainer!, has despertado a la mítica Armadura del Dios Guerrero Delta, custodiada por la Osa Mayor!, ella es la estrella guardiana que vigila y ampara al usuario de esta Divina Armadura. Yo Odín Señor de Asgard y Dios del Valhala te ordeno tomarla, se aceptado por ella y conviértete en el primer Dios Guerrero de Asgard!, después de tantos años en el olvido... Asgard al fin podrá resurgir y finalmente podre participar en la lucha de la Tierra, la balanza del orden será restablecida una vez más y con mi poder y la fuerza de mis Dioses Guerreros llevaremos un nuevo orden de paz y armonía en la Tierra!. Ahora, Rainer de la casa de los Megrez... hijo de Ragnor de Megrez y Solveig toma esta Armadura y conviértete en la nueva luz que descongelara el hielo en el cual Asgard ha permanecido en estasis durante tantos años! -
El Guerrero se acercó un poco más a dicha Armadura, y con su mano derecha intento tocarla, al traspasar su mano por entre las ráfagas de energía que la Armadura desprendía los arboles de la zona comenzaron a temblar, Rainer ni siquiera se percató de esto y siguió haciendo avanzar su mano hacia la Armadura del Dios Guerrero de Delta.
Los arboles comenzaron a moverse abruptamente, parecían como si danzaran mientras la Armadura de Delta desplegaba sus ráfagas de energía. La Caja de la Armadura de Bronce del Fénix que había caído no muy lejos de donde se encontraba ahora Reiner comenzó a ser tragada por las raíces del árbol en donde había caído apoyada tras la gran caída por la pendiente escarpada del bosque.
Ahora la Caja de la Armadura de Bronce del Fénix estaba perdida en la inmensidad del bosque boreal de Asgard y Vatra actualmente bautizado por Odín como Reiner, se encontraba con una especie de amnesia y desconocía por completo su pasado, al olvidar que fue alguna vez un Caballero de Athena su armadura no lo pudo reconocer como tal y no pudo protegerlo de su ya marcado destino, Reiner estaba a punto de alcanzar la Armadura del Dios Guerrero de Delta, y cuando esto ocurriera una nueva era daría inicio. La era de Reiner, Dios Guerrero de Delta y primer protector de Asgard en esta nueva era!.
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Re: Peticion de Cambio de Armadura (Armadura de Bronce del Fénix por Armadura del Dios Guerrero de Delta)
por Vatra Miér Mayo 16 2012, 16:58
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Re: Peticion de Cambio de Armadura (Armadura de Bronce del Fénix por Armadura del Dios Guerrero de Delta)
por Shikamaru Miér Mayo 16 2012, 16:58
El miembro 'Vatra' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Re: Peticion de Cambio de Armadura (Armadura de Bronce del Fénix por Armadura del Dios Guerrero de Delta)
por Guardiana Zodiacal Miér Mayo 16 2012, 17:15
Off: Definitivamente está más que obvio que ya sos el nuevo Guerrero de Delta. No te voy a poner ningún reto ni nada, con el EXCELENTE rol que acabaste de formular, te ganaste la armadura en muy buena ley. Ahora te actualizo el registro y mediante un mensaje privado te avisaré cuando esté listo.
Muchos éxitos con tu nuevo ropaje y nuevamente muy pero muy buen rol!
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Re: Peticion de Cambio de Armadura (Armadura de Bronce del Fénix por Armadura del Dios Guerrero de Delta)
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