Mision para Shun de Andromeda

La vida es algo tan hermoso que con el solo hecho de ver algo vivo irradia una luz que no tiene explicación. En este caso, parece ser todo lo contrario. La Isla de la Muerte se caracteriza por ser un lugar inhospito que está plagado de seres extraños y algunos con poderes sobrehumanos. Nadie ha podido salir con vida y cada caballero que ha tocado estos pisos ha muerto sin piedad. La leyenda dice que hay unos seres que son los encargados de vigilar la Isla y darle la protección necesaria. Se dice que son Caballeros Negros que han vendido su alma a Hades para poder servirle en lo que necesite. El Señor del Inframundo al ver la confianza que ellos depositaron en él, les dio esta Isla como regalo para que la protegieran en su nombre.

El camino que Andromeda estaba a punto de emprender era largo y tedioso. La Isla de la Muerte es un lugar lleno de escorias donde no hay flora ni fauna. La naturaleza se jacta de ser un vil reflejo del mismo infierno. Nadie ha podido volver con vida de la isla y los pocos que lograron su cometido terminaron falleciendo por desnutrición y deshidratación. El calor es agobiante y el agua es demasiado escasa y lo que refiere alimento prácticamente se limita a unos simples insectos.

Pero entre tanta oscuridad, algo verde se situaba en un lugar muy profundo y hacia allí se dirigía Shun pero....

(Telepáticamente): ¿Pero quién eres tú? tu olor y tu cuerpo está manchando la Isla de la Muerte. La propagación que tu aura emana es algo asqueroso y no mereces ni la oportunidad de estar aquí. Exijo saber qué es lo que pretendes....

Desde luego, observar esas motas verdes a lo lejos que me hacian abrigar las esperanzas de encontrar vegetacion, me había desconectado de la realidad por unos instantes, mi objetivo primario (despues de los caballeros negros) era llegar a ese milagroso oasis que habia descubierto. Desde luego, todo eso fue antes de escuchar esa voz retumbando en mi cabeza...

Me detuve en seco y de inmediato trate de rastrear el cosmos de esa voz misteriosa, pero el resultado fue el mismo que al llegar, parecia no haber nadie en la isla, nadie a excepcion mía..., si no lo habia logrado por cosmos, minimo serviria una confirmacion visual.
Giré en busca de alguna persona, en mi fugaz distraccion era probable que algun enemigo se hubiese acercado sigilosamente, pero el resultado fue nulo. No habia nadie, de seguro era excelente escondiendose; sobre todo haciendo la reflexion de que en un lugar como éste no hay muchas opciones en donde ocultarse.

-¡¿Que quién soy?!- me repeti, al parecer al sujeto no le alegraba mi llegada, ni mucho menos...
Tal vez la voz pertenecia a algun habitante, molesto por la interrumpcion de mi persona, o tal vez..., bueno..., sería mejor aclarar las cosas.

-¡Soy Shun de Andrómeda, Caballero de Athena!
-!Solo he venido a investigar, no más; no tengo intencion alguna de causarles problemas¡- respondi

Y es que con todo y a pesar de vestir una armadura, muchos me definen como un pacifista y les doy toda la razón, las batallas no me agrada y por eso las evito; tal vez algunos me catalogen como un cobarde; pero la mejor forma de esquivar un golpe es no estando allí.
Sin embargo no puedo dejar de lado mi volutad como caballero y si es necesario, no dudaré el enfrascarme en algun conflicto con tal de defender mi causa..., la causa de Athena.

Sólo bastaba esperar una respuesta de la extraña voz, tal vez retumbando en mi mente o mostrandose ante mi persona.
Un minuto de absoluo silencio y...
¿Amigo, enemigo?...
Ahora iba a averiguarlo...

Bueno...a esto se le llama matar 2 pájaros de un tiro... al verl a sujeto de la misteriosa voz; me quedaba en claro
1) Las armaduras y los caballeros existían...vaya que si
2) La voz pertenecia de un enemigo

Cuando lo vi surgir de entre el paisaje, parpadee un par de veces, mientras me hablabla. Ya sabía que nuestras armaduras tendrian su par oscuro...pero el parecido que aguardaba con Shiryu era sorprendente, de no ser por los ojos y el cabello de una tonalidad azul, realmente podria tomarlos como gemelos...

Y apareció...
Y habló...
Y atacó...

Defensa:
Cadena protectora: Protección: 400, Cosmos -300, Energía: -20

Andromeda concentra su cosmos en su cadena haciendo que lo defienda de cualquier tipo de ataques

Ataque: 1200 - 400 = 800
800 - 200 = 600

Ese cosmos, tan corrompido por el odio y la destruccion, me recordó a lo que una vez fue mi hermano...

-Caballero...- comencé; sin embargo sus acciones no me mostraban más que el deseo por la sangre...

Tendría que hacerlo...

-Cadena de Andrómeda!-

Ataque:
Cadena ofensiva de Andromeda: Daño: 600, Cosmos: -400, Energía: -30

Shun usa una de sus técnicas ofensivas más poderosas. La cadena ofensiva ataca a su enemigo esté donde esté y no tiene posibilidades de escapar

Gasto
Cosmo: - 400 - 300 = -700
Energia: -30 -20 = -50

Nivel: 1
HP: 1000
Cosmo: 6000 - 700 = 5300
Energia: 400 - 50 = 350
Fuerza: 3
Velocidad: 5
Habilidad: 3
Armadura: Cubre 200 Durabilidad 2100
EXP:0/100

Al parecer...seria una persona más que me obligaria a pelear; para entonces, habria divagado un rato...si en el mismisimo infierno sobre la tierra (como se le hace llamar a esta isla) existe cuando menos un pequéño espacio en donde las flores y arbustos pueden florecer libremente...
Un caballero como aquél tendría tambien esta anormalidad?

En el contraataque los resultados me había favorecido...
Había logrado dañarme la armadura, pero yo logre destruirsela gracias al ataque de mi cadena y en el curso tambien dañe su fisico; con todo, el Dragón no tenia intenciones ni de rendirse ni de frenar la batalla, las opciones tan reducidas no eran precisamente de mi agrado, o lo mataba o me mataba y éste tipo de reflexiones son las que me irritan.
Al final en estas batallas la única solucion es exterminar al contrario.

Y el dragón, sim importarle su condicion, volvió a atacar.
Al menos, admiraba su determinación; no podía culparle...
¿Acaso yo no he hecho lo mismo por Athena?

Mínimo podía otorgarle una muerte digna de todo caballero...

Defensa
Cadena protectora: Protección: 400, Cosmos -300, Energía: -20

Andromeda concentra su cosmos en su cadena haciendo que lo defienda de cualquier tipo de ataques

600 Ataque - 400 Defensa = 200
200 - 200 Cubre = 0

Ataque:
Concentrar: Cosmos: -1000

Andromeda concentra su cosmos al máximo de su poder
Efecto: Ataque extra x 2

Cadena Nebulosa: Daño: 500, Cosmos: -300, Energía: -10

Andromeda concentra todos su cosmo y lo lanza en forma de tormenta nebular
Efecto: La defensa enemiga se reduce un 5%

Gasto
Cosmo: - 300 - 1000 - 300 = -1600
Energia: -10 -20 = -30

Nivel: 1
HP: 1000
Cosmo: 5300 - 1600 = 3700
Energia: 350 - 30 = 320
Fuerza: 3
Velocidad: 5
Habilidad: 3
Armadura: Cubre 200 Durabilidad 1500
EXP:0/100

Daño 1000
Efecto: La defensa enemiga se reduce un 5%

Nivel: 2
HP: 1000
Cosmo: 3700
Energia: 320
Fuerza: 3
Velocidad: 5
Habilidad: 3
Armadura: Cubre 200 Durabilidad 1500
EXP:0/100
Le había derrotado y empezaba a devorarme ese sentimiento de vacio que llega despues de cada batalla; sin embargo no tuve tiempo de reflexionar si el vacio se debía a mi estomágo vació o por una muerte innecesaria de la cual he sido partícipe.

Antes de morir, quedo sumido en la sorpresa y negación; parece una normal o una regla general, el 90% de los derrotados hace y/o dicen lo mismo. Es un dato curioso y tal vez, podría parecer gracioso en otra situacion o a alguien más, pero a mi no me causa ninguna hilaridad. Ninguna

Me acerque al Dragón sin bajar la guardia; en un estado tan lamentable poco podria hacer, pero era mejor no confiarse (esto lo había aprendido de las peores maneras)

Al escuchar sus ultimas palabras...quede estupefacto
No me sorprendieron sus maldiciones...
No me sorprendio el que escupiese sangre...
Tampoco me sorprendio el que dijese que había más guerreros...
Pero la advertencia... ¿de quien queria ponerme sobreaviso?

Sin duda sería algo terrible; algo lo suficientemente temible como para lograr que aquel tipo, mi enemigo, me advirtiese.

El enemigo..., del enemigo....

Todo indicaba que el Dragón era tan sólo el primer escalón...
Pero era algo como obvio..., decir que al acabar con un sólo caballero se resolvia todo era una gran mentira.

Así que rondé por la isla durante un buen tiempo, claro, despues de la advertencia estaba alerta ante el más minimo movimiento imprevisto, no deseaba que la cosa/sujeto de la que me habían prevenido, me tomara con la guardia baja.

Y caminé...., y caminé..., realmente no sabría decir durante cuánto tiempo fue, pero sí avance un buen trecho, aunque las condiciones, de por sí en mi contra se tornaron peores, no desistí y mi determinación fue recompensada...

El que busca, encuentra ¿no?
Y me encontré con otro portador de armadura negra, para ser exactos, Pegaso Negro. Puede parecer extraño pero me colocó como condicion un simple juego de azar, sin peleas, golpes ni cosmos;
solo suerte..

Ahora no sabía si tenía mala o buena suerte... Primero me quejaba de peleas innecesarias y ahora que me dan la opcion y oportunidad de no pelear, me sigo quejando y es que nunca me imaginaría que alguien me colocaría un reto de esta forma pero..., a fin de cuentas, en las batallas..., tambien se involucraba la suerte; y Pegaso quería saber la mía.

-No me siento suertudo, especialmente hoy no, - le respondí con una media sonrisa mientras lazaba los dados

-Pero es mejor esto a que nos destrozemos en una batalla- mencioné al momento que los dados caían

Esperar los resultados me causaba ansiedad, mucha.

El miembro 'Astarte' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Dado del éxito' :

#1 Resultados :


--------------------------------

#2 'Dado del éxito' :

#2 Resultados :


--------------------------------

#3 'Dado del éxito' :

#3 Resultados :


--------------------------------

#4 'Dado del éxito' :

#4 Resultados :

Nivel: 3
HP: 900
Cosmo: 3700
Energia: 320
Fuerza: 3
Velocidad: 5
Habilidad: 3
Armadura: Cubre 200 Durabilidad 1500
EXP:0/100
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Creo que debi permitir el que Seiya me acompañase. Ahora no parece tan mala idea.

Creí ingenuamente que ese juego de azar no iba a causarme daños y estoy más maltrecho que cuando termine la batalla con el Dragón. No es que me queje, pero pense que algo así no me ocasionaría mas lesiones.

Sim embargo, creo que esta mision ha escapado de mi control, asi que debo estar preparado para lo que venga y sé que no será nada bueno...

Descansar debajo de esa palmera en la costa fue de las mejores ideas que habia tenido en la isla, la sombra proveía comodidad, no era lo mejor de mi vida, pero era lo mejor de ese día.

Perdí la vista en el horizonte, planeando escapar a fuerza de nado o con una barcaza, pero mi idea se esfumó al quedar maravillado, al fin observar un poco de hielo indicaba frío y con el clima insoportablemente caluroso, no podría haber deseado otra cosa.

Cúanta ignorancia, tan hierlo no era normal, ni común y en cuanto se empezó a expandir, sabia que algo andaba mal...
De un sólo movimiento me incorpere y retrocedí, salto tras salto, hasta que escuche una voz desconocida..

Con desconcierto, escuche cada una de sus palabras, bueno, parecía que no tenía opción, mas que aceptar la propuesta del Cisne Negro, evitar otra pelea más, vaya que tenía suerte...

Pero el enigma...tal vez me había jactado de mi suerte demasiado pronto...

Vaya...no es de algo que me sienta muy orgulloso, pero nunca fui bueno para las sumas mentales..., algunos no son buenos para patinar, otros para dibujar, bueno..., yo no doy una con las sumas sin papel, lapiz o calculadora.
Tal vez se deba a que en La fundacion no le dieron mucha importancia a estos asuntos...

Pero claro...este acertijo no se trataba de eso...y cuánta alegría me daba. No logré evitar poner una sonrisa en mi rostros y es que la respuesta era sencilla.

-De acuerdo cisne- dije ladeando la cabeza
-Despues de meditar tu acertijo por unos cuantos segundos, me parece haber llegado a la respuesta... si yo voy conduciendo el autobus, ¿no es acasó logico? Tendrán el mismo color verde que los míos-

Nivel: 4
HP: 900
Cosmo: 4700
Energia: 320
Fuerza: 3
Velocidad: 5
Habilidad: 3
Armadura: Cubre 200 Durabilidad 1500
EXP:0/100
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Bueno, tal como pensaba, habia dado en el clavo.
Ahora sin muralla podía proseguir...¿pero hacia donde?
a decir verdad solo me la he pasado vagando sin rumbo fijo, no tengo una certeza de que rumbo tomar y tampoco existen señales sobre cúal camino elegir o seguir.
Pero el cisne, antes de esfumarse, habia mencionado algo...una advertencia para ser precisos, pero tambien algo acerca de que me iba acercando a su Ilustrísima y un palacio.
Y yo creía loca la idea de que existiesen casas y ahora me mencionan sobre un palacio...esta isla es una caja de sorpresas.

Me fijé seguir caminando, si antes mi ruta me habia acercado a ese mencionado palacio, tal parecía que si quería llegar a las ultimas consecuencias de este misión debia continuar por ese mismo camino.
Ya había aparecido el Dragón, el Pegaso y el Cisne, faltaba el Fénix Negro, ah...claro y mi otro yo...
¿Me estarían acechando por el camino?
¿O estarían esperandome en el palacio?

De cualquier manera, no tenía opción, más que seguir...

Perder la paciencia, si habia logrado mantenerla en semejantes condiciones, durante algunos días, ¿porque perderla ahora?

Si, ya sé, se acercaba lo peor...¿pero que más da?
Si me descontrolo ahora regresaré a la fundacion en una caja, asumindo y esperando la mejor de mis suertes.

La suerte...se supone que tenia...o al menos contaba con algo cercano, habia colgado de sus finas hebras y se quebró cuando mas lo necesite. Ahora debi elegir... y dejarlo a la suerte no me parecia correcto, tal vez me fallaría de nuevo, tal vez no.
Además no me veria muy profesionla lanzando una moneda, eso sin contar que eran 3 opciones y no 2.

Entonces...¿mi instinto?
Parecia una buena posibilidad...pero...no muy convincente.
Sin embargo, era mejor que la suerte.

Decisiones, decisiones, decisiones...
Tome un tiempo para meditarlo
Despues de lanzar un largo y profundo suspiro, la suerte quedo descartada.
Y la intuicion... la intuicion me terminó diciendo que observara la...¿cadena?

Cosa curiosa...uno de los extremos se tensaba hacia la derecha
No habia más...doble a la derecha...

Me quede pasmado por su discurso, ¿como podía ser?, Ikki nunca lo habia comentado, ¿o es que él tampoco lo sabia?.
Ahora existía una buena razón de mi comportamiento, pero me sentía culpable, ese ser frente a mí, no simplemente era un caballero con un parecido físico impresionante, sino que era "mi otro yo".

Todo lo malo que una vez habito en mi interior estaba allí, materializado en otro cuerpo. Un alma que no debió existir cargaba con todo esa maldad. Sí...no era algo para alegrarse.
Me senti desfallecido, al saber que su existencia era culpa mía, pero ya nada podía hacer y matarle no era una solucion, a sabiendas de que él no me había provocado a una batalla.

Sólo se habia manifestado para realizarme un ofrecimiento...
Uno muy tentador.
Observé mi armadura durante un rato, vaya que estaba dañada, aunque, siendo honestos, podría estar peor.

Parecía algo descabellado, ¿pero acaso no tenía alguna similitud con lo que hacía Mu? La reparacion de las armaduras tenía un costo, habia que pagar con sangre, literalmente.

-Esta bien...- Le mencione mientras me observaba desde su lugar
-Tu oferta es de mi agrado, la acepto-

Andrómeda negro sonrió.