Peticion de Cíclope

Peticion de Cíclope

 por Akhantos Miér Feb 04 2015, 16:36

Nombre: Löwe

Edad: 20

Sexo: Masculino

Nacionalidad: Griego

Signo: Tauro

Rasgos físicos: Cabello rubio, Ojos color azules. cuerpo tonificado. Utiliza mantas que le cubren todo el cuerpo y bendajes. Su estatura alcanza los 1,80 mtrs, y pesa 75 kg.






Perfil Psicológico: Es muy poderoso, serio, y aislado socialmente. Su apariencia lo hace alguien tranquilo, pero raro a la vez. Al estar cerca suyo la desconfianza es lo primero a lo que hay que apuntar. Es un muchacho callado y genera una fuerte atracción en ambos sexos debido a su belleza física. Cuando se lo propone es alguien malvado que no siente compasión por nadie.



HISTORIA


**Löwe desde pequeño se crió solo sin la ayuda de nadie. Sus padres lo abandonaron cuando él tenía tan sólo cuatro años, por una aparente deficiencia de Löwe. Dicha deficiencia se trataba de que Löwe provocaba que las cosas que él veía se movieran y temblaran hasta romperse, lo que asustó a sus padres y decidieron alejarse de él, dejándolo en un bosque aislado a unos diez kilómetros del pueblo "Fijshú". 
 El pequeño Löwe desde pequeño se refugió en una cueva y cuando tenía hambre escalaba los árboles y recogía los frutos para comer. De más de grande, viendo cazar a los animales, Löwe aprendió a cazar también y al subirse a los árboles esperaba que los pájaros vuelvan a su nido a cuidar a sus huevos, y allí era cuando Löwe, estático se avalanzaba hacia su presa, dejando sólo las plumas de las aves.
 A los diez años, Löwe aún continuaba viviendo en aquella cueva, y no conocía aquello que había más allá del bosque, más allá de los árboles, más allá de esos animales. Al lado de la cueva había una cascada de la cual podía beber agua.
 Un día, como cualquier otro, Löwe se introdujo dentro de su cueva, y ya habiendo descubierto el fuego, prendió como cualquier otra noche su fogata. Se encontraba dentro de la cueva, afilando una de sus lanzas de madera (hechas con los árboles del bosque para cazar), de repente, desde dentro de la cueva se pudo sentir un temblor que se detenía por segundos y comenzaba otro. El temblor hacía que todo temblara y se moviera dentro de la cueva y en el bosque mismo. La intensidad de esos movimientos de la tierra eran con más frecuencia y cada vez se oían más fuertes.
 Löwe no esperó y salió de la cueva hacia el bosque, enfrentando a su hogar para ver que era lo que provocaba esos temblores inquietantes. A la luz de la luna se pudo ver como una figura encorvada salía de la cueva y se hacía ver a la luz... Un pequeño cuerno pudo divisarse en su cabeza, y en una de sus manos un garrote inmenso que se igualaba al tamaño del joven Löwe. Aquella figura encorvada se enderezó lentamente, dejando ver el inmenso cuerpo y la enorme panza de aquel ser gigante. En su rostro se fijaba un solo ojo, y eso fue lo que más le llamó la atención a Löwe quien nunca había visto a alguien de su especie, y eso fue lo que no le impresionó al ver al enorme cíclope que se topó por delante suyo.
 El cíclope hablaba el mismo idioma que el joven Löwe, quien le preguntó cuales eran sus intenciones. El gigante le respondió que no quería problemas pero que la cueva era su hogar y que nadie debía adentrarse en ella.**


   Löwe: -¿A que te refieres? Hace seis años que vivo aquí y nunca te he visto.-


Cíclope: -Hm... creo que no entiendes joven...-


Löwe: -Löwe señor ciclope, mi nombre es Löwe-


Cíclope: -Exactamente, Löwe. Mi nombre es Rynus. Verás, cada 15 años, nosotros los Cíclopes despertamos de un largo sueño. Despertamos y vivimos cinco años para luego volver a nuestro habitat oscuro y frio, para dormir otros 15 años. Ahora puedes entender que este es mi hogar, yo he salido desde las profundidades de esta cueva.-


Löwe: -Oh... Si lo entiendo Rynus. Debo disculparme.-


Cíclope: -No  te preocupes. Podemos compartir la cueva...-


**Ambos entraron a la cueva y comenzaron a hablar. Ambos habían establecido una conezión rápida y buena entre sí.**


Cíclope: -Verás, nosotros los Cíclopes despertamos cada 15 años, pero debe haber algo que nos despierte. Esta vez, tu fuerte y potente energía fue la que hizo que cortara mi largo sueño y te lo agradezco muchacho por eso estoy siendo amable contigo.-


Löwe: -Ya veo... Y, los Cíclope, ¿que son exactamente?-


Cíclope: -Nosotros somos seres gigantes provenientes del Inframundo. No estamos acostumbrados a ver gente, ni ellos a nosotros. Para ser más exactos, quienes pueden vernos, son privilegiados, es por ello que muchos dudan de nuestra existencia al igual que la de otros seres. Pero yo estoy contigo por un propósito, nuestra conexión no es casualidad. El destino de dios (Hades) quiso que nos encontremos, quien sabe para que.-


**Löwe y Rynus continuaron hablando durante toda la noche. Los días pasaron y ambos aprendieron a convivir, y Löwe aprendió muchas cosas del cíclope, los cuales son seres muy inteligentes. 


 Habían pasado cinco años ya... Rynus le había comunicado a Löwe que pronto debía despedirse para volver a descansar otros 15 años. Löwe ya era un joven de 15 de edad, y estaba angustiado con la partida de su amigo. Pero antes de que Rynus se interiorize dentro de la cueva, le pidió a Löwe que lo acompañara a algun lugar. Ambos se adentraron dentro de la cueva, y Löwe seguía al cíclope desde atrás. Mientras caminaban por el sendero oscuro, Rynus le hablaba al joven rubio.**


Rynus: -Escucha joven Löwe. Como te he dicho la primera vez que nos vimos, nuestro encuentro no fue casualidad. He despertado ante ti por una sola razón, y mi tarea durante estos cinco años fue, confirmar que seas tú el indicado para llevar a cabo el proceso.-


Löwe: -¿De que proceso hablas Rynus? No entiendo nada.-


Rynus: -Ya verás, sígueme. no temas, estás conmigo. No tenemos mucho tiempo antes de que mi sueño aparezca...-


**El Cíclope posó su garrote sobre el fin de la cueva y abrió un pasadizo secreto, ante la atónita mirada del joven Löwe. Una vez dentro avanzaron durante varios minutos, hasta que llegaron a una salida en la que había una luz roja. Al salir del final del túnel Löwe se sorprende al ver grandes charcos de lava, fuego callendo desde el techo, el cual parecía estar cubierto de barro sólido. 
 Löwe sin preguntar continuó siguiendo a Rynus hasta un compartimento gigantesco que se encontraba aislado de todo. Allí, el lugar era oscuro y sólo había una roca grande. Dentro de ella podía verse pequeñas rocas que brillaban. Eran de color bordó.**


Rynus: -Allí está... La armadura...-