Mision: La morada de la nieve
4 participantes
Página 1 de 2.
Página 1 de 2. • 1, 2
Mision: La morada de la nieve
** Sin más preámbulos, el caballero empezó a caminar hacia donde, suponía por sus estudios en la biblioteca del Santuario, estaría ubicado el palacio Valhala. Cubierto con una fina capa de cosmos que evitaba, a duras penas, el frio más letal, Ral caminaba entre la nieve, abriéndose a paso forzoso, y rodeado de pinos a medio congelarse. Las fuertes ráfagas glaciales le zumbaban en los oídos, y el frio intentaba derrotarlo. Pero el cosmos ardiente del caballero lo hacía caminar hacia delante, guiándose en la blanca planicie hacia ningún lado.
Después de horas de caminata, Ral se encontró con que, el camino que él estaba haciendo, empezaba a elevarse, cada vez más, mientras que, a sus costados, las laderas de montaña empezaban a aparecer. Con un rápido repaso mental, el joven caballero recordó que había un pequeño pueblo antes del Yggdrassil y el palacio Valhala, en el cual era muy difícil subsistir, por los terribles climas helados y la poca comida existente. Decidió evitar el pueblo, cruzando la montaña directamente y llegar al palacio, evitándose cualquier problema que pudiera llegar a haber en aquel lugar. Con presteza, tomo el camino a su izquierda, y empezó a caminar cuesta arriba, mientras la nieve empezaba a descender. Ral notaba esto, pero no supo a que atribuirlo. Con un sentimiento desgarrador, el caballero noto como, el suelo, se habría bajo el y se hundía en la nieve. La desesperación lo obligo a abrir la boca, en un intento de gritar, pero, solo noto como la nieve empezaba a metérsele dentro, ahogándolo. Con gran pesar, sintió que la muerte se le acercaba, mientras tenía que cerrar los ojos para evitar que se le helaran los globos oculares. Rápidamente intento encontrar la salida para esa trampa mortal creada por la montaña, quien intentaba cobrarse la vida del caballero por haber cometido la falta de salirse del sendero. Empezó a incrementar su cosmos, en un desgarrador intento de salir de aquel agujero derritiendo la nieve, o empujándola con su viento. La nieve empezó a temblar, mientras que el aire se le acababa al caballero, empezó a marearse, pero siguió haciendo arder su cosmos hasta el límite, mientras pensaba en las suaves colinas del santuario para entrar en calor… Pero la oscuridad termino venciendo, ocupando totalmente la mente del caballero. **
-Todo va a salir bien.-
** El calor que sentía en todo el cuerpo lo hacía relajarse. La comodidad del colchón y de la frazada de plumas lo aletargaba… Ral razono unos instantes. ¿Colchón? ¿Frazada de plumas? ¿Dónde estaba? Abrió los ojos, y pudo vislumbrar un techo de madera, unos troncos lo cruzaban, a modo de vigas, y se perdían entrando en la pared que había a su derecha. La oscuridad era casi total, y solo se veía un poco gracias a la luna que atravesaba la pesada cortina que había en la ventana. Ral se empezó a sentar en la cama, preguntándose donde estaba, pero una voz lo detuvo. **
-¿Ya despertaste? Es mejor que te quedes donde estas… El frio puede matarte rápidamente en la nieve-
**El joven santo se sorprendió, la voz parecía segura de sí misma y tranquila, aparte de poderosa y suave. Sin embargo, se sentó en la cama y se llevó la mano derecha al rostro, restregándose los ojos con los dedos índice y mayor. Intento vislumbrar al dueño de la voz, pero solo encontró una silueta sentada junto a la ventana, sobre una mesa. Hubo un rato de silencio entre ambos, solo roto por el ruido de un suave viento que se levantaba fuera. **
-Debo irme- **Dijo el caballero de pronto**
**El otro no respondió, simplemente movió el brazo derecho, señalando hacia la cabecera de la cama. Ral observo hacia donde le apuntaba el desconocido, y encontró la silueta de su caja de Pandora. Arriba había una taza con chocolate caliente, y, el santo, entendió rápidamente que significaba. Tomo la taza con ambas manos, haciendo que estas se calentasen, e interrogo a la misteriosa silueta. **
-¿Quién eres, y porque me rescataste?-
** El misterioso joven hizo un suave movimiento, y pareció que miraba hacia fuera, atravesando la cortina con su vista. Ral sorbió del chocolate, encontrándolo amargo, pero le calentó desde la punta de los pies hasta las orejas. **
-Tan solo sentí tu cosmos desesperado en un intento de sobrevivir, y te saque de allí. No es común ver a un caballero por aquí todos los días… y menos a uno que lleve un objeto tan peligroso y preciado consigo-
**Las palabras del misterioso hombre lo descolocaron: No solo era capaz de sentir y, por defecto, manipular el cosmos, si no que había sido capaz de identificarlo como caballero, antes, incluso, de haberlo encontrado. Las dudas lo llenaron aún mas ¿Quién era ese hombre?. **
-Está bien… Pero no me has dicho tu nombre. Yo so-
**La silueta se volvió lentamente hacia el caballero, y Ral pudo escuchar el tintineo de un metal. Sus miradas se cruzaron en la oscuridad, y, a pesar de no poderse ver, ambos se medían en una pelea sin cuartel.**
-Se quién eres, Ral Zarek de Pegaso… La leyenda del poder del asesino de dioses, que reside en esa armadura, es legendario y te precede… a mi puedes llamarme Assar.-
**El nombre Assar le trajo recuerdos de los días de estudio sobre Asgard. Assar significaba “Desconocido”, y era el nombre que se le daba a los hijos ilegítimos, o a aquellos que habían sido rechazados por sus propias familias… Un fuerte ruido lo saco de sus pensamientos, mientras que una fuerte descarga sacudía toda la casa y el caballero volcaba su chocolate. De un salto, ambos guerreros estaban de pie, en la oscuridad. **
Devil- KYOTO
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 1752
Fecha de inscripción : 08/11/2011
Edad : 29
Localización : donde estoy...que es este lugar!
Re: Mision: La morada de la nieve
** Fuera de la vivienda precaria, había bastante ruido. Frente a ella se situaba un grupo de seis guerreros. Vestian cascos con cuernos que ocultaban partes de sus rostros, dejandolos en el mero anonimato y armaduras ajustadas al cuerpo, junto con algunas pieles de animales que los abrigaban del cruel frío. El estruendo fueron sus armas golpeando contra la puerta, trataban de violetar la choza a los gritos, exigiendo a su dueño y a su nuevo invitado.
-Vamos! Sal de ahí rata! sabemos a quien escondes! salgan ambos antes de que los tengamos que sacar por la fuerza-
- Estos tipos, que hacen fuera del palacio?¿Que tengo que ver yo en todo esto? No importa, mantengamos nuestro cosmos bajo caballero, quizás se percaten de que la casa está vacía y vuelvan mas temprano. Apaga tu cosmos, y ocultate bajo las sábanas...-
Assar se apresuró a guardar la cloth box de pegaso bajo la cama, y luego ocultarse tras las cortinas en caso de que los bandidos espiaran por las ventanas.
-Maldición...- dijo entredientes mientras veía como una bomba de fuego casera destruía el vidrio de una de las ventanas de la cocina...
- Reto:
- Debes sacar 3 de 3 dados de exito para escapar de la casa antes de que se incendie. Tienes 4 oportunidades, por cada tirada debes rolear 10 lineas minimo
TuRco-SaMa- Administrador
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 6087
Fecha de inscripción : 29/03/2009
Edad : 31
Localización : Santa Fe, Argentina
Re: Mision: La morada de la nieve
**Los gritos de los Asgardianos resonaban con una fuerza inusitada en aquella pequeña choza, mientras que Ral y Assar pensaban un rápido plan de escape. Velozmente, ambos bajaron sus cosmos hasta el mínimo, creando la confusión en el exterior de que ya habían logrado escapar. Assar logro ocultar, moviéndose rápidamente, la armadura del caballero debajo de la cama. Ral se sorprendió de que Assar pensara en la armadura antes de que en sus vidas. ¿Quién era realmente esa silueta en la oscuridad? El caballero no tuvo demasiado tiempo de pensar, ya que una luz repentina entro por la ventana: Una pequeña bomba casera entro por la ventana de la cocina, haciendo arder el piso inmediatamente. A la luz del fuego, Ral pudo observar el rostro, aun sereno, de su compañero. Este era rubio, con rasgos afilados y ojos celestes, su buzo, de un azul profundo, parecía moverse grácilmente con las luces que lanzaban las llamas. Una espada colgaba, Ral se sorprendió del tamaño, ya que esta media, mínimo, un metro y medio, y tenía el tamaño de medio hombre de ancho. Con rapidez, Assar dejo de observar el fuego, y levanto una alfombra de en medio de la habitación. Rápidamente, tomo una manija en el suelo, y la levanto, dejando ver un pasadizo debajo de la habitación. **
-Los invitados primero.- **Dijo, mientras le hacía un ademan al caballero. Ral tomo la correa de su armadura, y se lanzó de un salto al pozo.**
-Los invitados primero.- **Dijo, mientras le hacía un ademan al caballero. Ral tomo la correa de su armadura, y se lanzó de un salto al pozo.**
Devil- KYOTO
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 1752
Fecha de inscripción : 08/11/2011
Edad : 29
Localización : donde estoy...que es este lugar!
Re: Mision: La morada de la nieve
El miembro 'devilhunter' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado del éxito' :
Resultados :
'Dado del éxito' :
Resultados :
Re: Mision: La morada de la nieve
**Antes de que Ral llegara al centro de la habitación, un segundo impacto lo hizo tambalearse, mientras el techo se derrumbaba, por culpa de una segunda bomba incendiaria. Las vigas, ardiendo, cayeron sobre el ducto de escape. El caballero miro a su compañero, esperando que este diera mostrara alguna ruta de escape adicional. Pero solo vio su rostro de preocupación. El tiempo empezaba a escasear, mientras el humo llenaba el ambiente, y les llenaba los ojos, ambos guerreros empezaron a toser, cubriéndose los rostros con las manos, en un vano intento de frenar la intoxicación. Con premura, Ral pensó en un plan opcional, mientras los gritos de los barbaros aun resonaban fuera. Si usaba su cosmos de viento para crear un boquete en la pared, reanimaría el fuego, y los dejaría a merced de los barbaros. Assar parecía estar, también, sumido en buscar una ruta de escape. Mientras observaba a su compañero, Ral, miro la ventana, y tuvo una idea. Empezó a correr hacia ella, y salto cubriéndose el rostro con las manos, mientras su armadura se bamboleaba sobre su espalda. Assar intento frenarlo, pero su boca se hallaba llena de humo, y no pudo articular palabra alguna, salvo toser y balbucear débilmente. **
Devil- KYOTO
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 1752
Fecha de inscripción : 08/11/2011
Edad : 29
Localización : donde estoy...que es este lugar!
Re: Mision: La morada de la nieve
El miembro 'devilhunter' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado del éxito' :
Resultados :
'Dado del éxito' :
Resultados :
Re: Mision: La morada de la nieve
** Ral sintió como lo frenaban, empujándolo. El caballero rodo, y casi cae sobre unas vigas encendidas. Freno cuando su armadura golpe el suelo, lastimándole la espalda. Miro con rencor a Assar, quien había evitado que el santo saltara, empujándolo en el aire. El caballero estuvo a punto de perder los estribos, mientras el calor empezaba a sofocarlo y marearlo. Llevo su mano derecha a su rostro, mientras observaba a su compañero levantarse con dificultad. Assar estaba intentando cruzar las vigas caídas, mientras Ral no hacia otra cosa que empezar a desplomarse. Al final, con un salto, el espadachín pudo saltar el obstáculo, y se enfrentó a la pared con la cama en llamas. Poniendo su pie derecho detrás, y tomando postura defensiva, Assar tomo su espada, mientras su cosmos empezaba a elevarse.**
[Arde cosmos… suscita el milagro]**Pensó el caballero, mientras el aura azul de Assar despejaba un poco el ambiente. Con un movimiento rápido, el guerrero desenfundo su espada, moviéndola a una velocidad extraordinaria, y corto la pared a la mitad, atravesando parte del techo y del suelo. Ral incluso observo como se partía la cama donde él había estado acomodado un rato antes. Assar amago a caer, pero Ral se movió más rápido y lo tomo, lanzándose hacia la salida que había creado el misterioso joven**
[Arde cosmos… suscita el milagro]**Pensó el caballero, mientras el aura azul de Assar despejaba un poco el ambiente. Con un movimiento rápido, el guerrero desenfundo su espada, moviéndola a una velocidad extraordinaria, y corto la pared a la mitad, atravesando parte del techo y del suelo. Ral incluso observo como se partía la cama donde él había estado acomodado un rato antes. Assar amago a caer, pero Ral se movió más rápido y lo tomo, lanzándose hacia la salida que había creado el misterioso joven**
Devil- KYOTO
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 1752
Fecha de inscripción : 08/11/2011
Edad : 29
Localización : donde estoy...que es este lugar!
Re: Mision: La morada de la nieve
El miembro 'devilhunter' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado del éxito' :
Resultados :
'Dado del éxito' :
Resultados :
Re: Mision: La morada de la nieve
** Assar empujo a un lado al caballero, mientras saltaba, a su vez, hacia la izquierda. Ral cayó al suelo, mientras una enorme llamarada surgía de la combinación entre el oxígeno y el fuego. Entonces comprendió el porqué, Assar, no lo había dejado romper la ventana. El caballero vio cómo, lo asgardianos, llegaba a la parte trasera de la casa y los amenazaban desde afuera con sus armas. Ral se empezó a hartar de hacer las cosas de esa manera, y tomo una resolución. Con un gran esfuerzo se quitó la caja de Pandora de la espalda, y la deposito en el piso. A tientas, Ral recorrió el rostro del Pegaso que descansaba en la parte frontal de la caja, y llego a su boca. Encontró la manivela oculta que abría aquella armadura, y, por vez primera, entendió porque se llamaba caja de Pandora a las cloth box. **
-La esperanza reside aquí dentro… Igual que en la caja de la era del mito. –
**Ral tomo la manivela, y tiro con fuerza. Una larga cadena surgió de la misma, mientras su armadura salía volando, movida por su función final, la cual era proteger a su portador, y se equipó al caballero. Ral no perdió el tiempo, y creo una explosión de cosmos, en un desesperado intento de derribar el techo y empujar las paredes.**
-La esperanza reside aquí dentro… Igual que en la caja de la era del mito. –
**Ral tomo la manivela, y tiro con fuerza. Una larga cadena surgió de la misma, mientras su armadura salía volando, movida por su función final, la cual era proteger a su portador, y se equipó al caballero. Ral no perdió el tiempo, y creo una explosión de cosmos, en un desesperado intento de derribar el techo y empujar las paredes.**
Devil- KYOTO
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 1752
Fecha de inscripción : 08/11/2011
Edad : 29
Localización : donde estoy...que es este lugar!
Re: Mision: La morada de la nieve
El miembro 'devilhunter' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado del éxito' :
Resultados :
'Dado del éxito' :
Resultados :
Re: Mision: La morada de la nieve
** Con un mandoble de su espada Assar logró abrir una enorme grieta para salir de la casa en llamas y enfrentar finalmente a los soldados. La pequeña patrulla, al parecer eran soldados de Valhalla, quizás enviados por Hannes, lo cual resultaba sumamente extraño, en especial el hecho de que actuaran con tal violencia. Con decisión, Assar los miró fijo, preparado para una batalla, después de todo, era un experto luchador, y más si tenía de su lado a su preciada espada
-Ja! Sabiamos que estaban aquí, tu y el caballero de pegaso! El caballero debe venir con nosotros al palacio, para hablar directamente con nuestro señor Hannes, son órdenes estrictas...-
El cosmos de aquellos soldados era maligno, impregnado de odio y codicia. Lo que decían no podía ser más que una vil mentira, pues el joven Hannes jamás enviaría a sus soldados en calidad de matones. Además ¿Como podía saber que Ral se encontraba allí? Todo era muy sospechoso, y el choque parecía inevitable
- Me temo que no les creo ni una de las palabras que salen de su boca caballeros. No dejaré que hieran a este ombre si esas son sus viles intenciones. Puede que mi cosmos no sea el mejor, pero siento la maldad en ustedes y en sus barbáricos actos. Si no están dispuestos a largarse luego de destruir mi casa, tendré que deshacerme de ustedes con mis propias manos...-
-Ja! Sabiamos que estaban aquí, tu y el caballero de pegaso! El caballero debe venir con nosotros al palacio, para hablar directamente con nuestro señor Hannes, son órdenes estrictas...-
El cosmos de aquellos soldados era maligno, impregnado de odio y codicia. Lo que decían no podía ser más que una vil mentira, pues el joven Hannes jamás enviaría a sus soldados en calidad de matones. Además ¿Como podía saber que Ral se encontraba allí? Todo era muy sospechoso, y el choque parecía inevitable
- Me temo que no les creo ni una de las palabras que salen de su boca caballeros. No dejaré que hieran a este ombre si esas son sus viles intenciones. Puede que mi cosmos no sea el mejor, pero siento la maldad en ustedes y en sus barbáricos actos. Si no están dispuestos a largarse luego de destruir mi casa, tendré que deshacerme de ustedes con mis propias manos...-
- Spoiler:
Ahora debes rolear la batalla entre Ral y Assar contra los soldados. Minimo de rol: 20 lineas
TuRco-SaMa- Administrador
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 6087
Fecha de inscripción : 29/03/2009
Edad : 31
Localización : Santa Fe, Argentina
Re: Mision: La morada de la nieve
**La explosión del cosmos, ocasionada por el caballero de Pegaso, no logro destrozar la casa, como había sido su idea, sin embargo, había logrado alejar el fuego de la grieta. Assar se levantó y salió de la casa, increpando a los atacantes. Tenía su espada en la mano, y se mostraba férreo contra los soldados. Ral lo siguió, un poco recuperado al poder sentir el aire puro, vacío de humo. Sintió el frio, pero, su enojo supero cualquier adversidad. El rojo de las llamas detrás de los dos guerreros furiosos creaba sombras rápidas y penetrantes, que danzaban en la oscuridad de la noche sin luna. Los guerreros Asgardianos parecieron atemorizarse ante las presencias, majestuosas, como si de dos reyes antiguos se tratasen, recortadas contra el fuego. Pero el número pudo más que el temor, y enseguida rodearon a Ral y a su compañero. El caballero sonrió, y le puso una mano en el hombro a Assar.**
-Iba a decirte que tú te quedes atrás, y yo me encargaba… Pero haremos un trato, tú te encargas de los de la izquierda, y yo de los de la derecha, el que termina primero ganara.-
**Assar sonrió, mientras los asgardianos los insultaban, el que parecía líder les grito. Mientras se acercaba imprudentemente a sus rivales. **
-¡No nos menosprecien! ¡Somos veinte a dos! ¡Mátenlos! Y traigan esa preciada armadura… no creo que al señor Hannes le importe que solo llevemos su Cloth-
**Assar dio un paso al frente, y tomo por el la piel que cubría el pecho del líder. Con el enojo marcado en el rostro, le se dirigió al caballero, mostrándose frio.**
-Pegaso… encárgate tú, yo tengo que hablar con este hombre.-
**El caballero hizo sonar sus nudillos, uno contra otro, mientras caminaba hacia los guerreros, que empezaron a rodearlo. **
-Bien… ¿Quién será el primero al que le patee el rostro?-
**Los hombres de Hannes se abalanzaron sobre el caballero, mientras este se quedaba quieto, con los brazos a los lados del cuerpo. Con una rapidez envidiable, Ral golpeo al primero en el mentón, lanzándolo de espaldas, mientras se agachaba para evadir a un segundo que intentaba tomarlo por la espalda, y daba una patada baja giratoria, lanzándolo de espaldas al suelo. Dio una vuelta hacia atrás, apoyándose en las manos, evadiendo el golpe de la maza de otro sujeto. Cayó de rodillas de espaldas a otro de los soldados, y le dio un codazo en los genitales, mientras este levantaba su espada. El hombre cayó al suelo, sujetándose el estómago. El santo vio cómo, un hombre alejado, le tensaba su arco y disparaba. Con la celeridad del rayo, Ral tomo la flecha en el aire. **
-Tendrías que disparar una flecha que supere la velocidad del sonido… más exactamente, que se mueva a Mach 5.-
** El arquero dejo caer su arma, y se lanzó a correr, dejando detrás sus compañeros. Pero no llego muy lejos, ya que, con un estruendo, salió despedido hacia donde estaba el Santo. Ral lo esquivo moviéndose apenas, dando un paso a su izquierda. Un ruido estruendoso, como un paso gigantesco, levanto un grito de alegría entre los guerreros que aún no habían sido lastimados. Otro estruendo y Ral pudo observar a dueño de tan pesada existencia: Una especie de gigante de hielo se acercaba. Media más de 3 metros, doblando la altura y el ancho del caballero. Su cuerpo era de color celeste, como el hielo, y parecía una escultura creada por un dios loco e idiota. Teniendo imperfecciones, y trazado rectos en su estructura, la enorme mole se frenó delante de Ral. En su brazo izquierdo había marcas de sangre. El caballero sonrió al ver que se formaba un mazo de hielo en la mano derecha del gigantesco monstruo. **
-Te doy una oportunidad de que huyas de aquí, sin que yo te destruya.-
**Dijo el caballero, sin ningún tipo de amenaza en su voz. Los guerreros asgardianos empezaron a reír a mandíbula tendida, mientras el monstruoso gigante levantaba su brazo. Ral permaneció quieto, esperando una respuesta. El gigante bajo su mazo, en un letal ataque, y el polvo de nieve se levantó, dejando al caballero invisible. Con un grito de euforia, los guerreros empezaron a festejar. **
-Supongo que rechazas la oferta-
** Se escuchó de pronto, mientras el polvo de nieve se levantaba en el aire, movido por el cosmos del caballero, quien tenía la cabeza ladeara, y el mazo del gigante golpeando justo al costado, en el hombro, pero sin causarle ningún daño a su armadura. Agresivamente, el caballero uso su mano izquierda para golpear el mazo de hielo, empujando la mano del gigante hacia afuera, y, su mano derecha, se cerraba en un golpe. El gigante se quedó quieto de repente, mientras los gritos de euforia empezaban a callarse. Con suavidad, del estómago del gigante cayo un circulo de hielo, en el cual había un corazón mecánico. El monstruo se quedó quieto, sin vida que lo moviera. **
-¿Quién sigue?-
**Los guerreros dejaron caer sus armas, y levantaron las manos. Ral, divertido, amago a abalanzarse sobre ellos, y los soldados corrieron despavoridos. Riéndose de la situación, Ral se dio vuelta, encontrándose cara a cara con Assar. Este tenía una expresión seria y pensativa. Antes de llegar a preguntar por el líder de los soldados, Ral pudo ver a un hombre enterrado en la nieve, con solo la cabeza fuera de esta, y muy cerca de la cabaña, totalmente en llamas. Los guerreros se miraron, y tomaron una decisión. Sin perder más tiempo allí, empezaron a caminar hacia el palacio Valhalla, cruzando la oscura noche**
-Tendrás que explicarme varias cosas en el camino, Assar.-
-Iba a decirte que tú te quedes atrás, y yo me encargaba… Pero haremos un trato, tú te encargas de los de la izquierda, y yo de los de la derecha, el que termina primero ganara.-
**Assar sonrió, mientras los asgardianos los insultaban, el que parecía líder les grito. Mientras se acercaba imprudentemente a sus rivales. **
-¡No nos menosprecien! ¡Somos veinte a dos! ¡Mátenlos! Y traigan esa preciada armadura… no creo que al señor Hannes le importe que solo llevemos su Cloth-
**Assar dio un paso al frente, y tomo por el la piel que cubría el pecho del líder. Con el enojo marcado en el rostro, le se dirigió al caballero, mostrándose frio.**
-Pegaso… encárgate tú, yo tengo que hablar con este hombre.-
**El caballero hizo sonar sus nudillos, uno contra otro, mientras caminaba hacia los guerreros, que empezaron a rodearlo. **
-Bien… ¿Quién será el primero al que le patee el rostro?-
**Los hombres de Hannes se abalanzaron sobre el caballero, mientras este se quedaba quieto, con los brazos a los lados del cuerpo. Con una rapidez envidiable, Ral golpeo al primero en el mentón, lanzándolo de espaldas, mientras se agachaba para evadir a un segundo que intentaba tomarlo por la espalda, y daba una patada baja giratoria, lanzándolo de espaldas al suelo. Dio una vuelta hacia atrás, apoyándose en las manos, evadiendo el golpe de la maza de otro sujeto. Cayó de rodillas de espaldas a otro de los soldados, y le dio un codazo en los genitales, mientras este levantaba su espada. El hombre cayó al suelo, sujetándose el estómago. El santo vio cómo, un hombre alejado, le tensaba su arco y disparaba. Con la celeridad del rayo, Ral tomo la flecha en el aire. **
-Tendrías que disparar una flecha que supere la velocidad del sonido… más exactamente, que se mueva a Mach 5.-
** El arquero dejo caer su arma, y se lanzó a correr, dejando detrás sus compañeros. Pero no llego muy lejos, ya que, con un estruendo, salió despedido hacia donde estaba el Santo. Ral lo esquivo moviéndose apenas, dando un paso a su izquierda. Un ruido estruendoso, como un paso gigantesco, levanto un grito de alegría entre los guerreros que aún no habían sido lastimados. Otro estruendo y Ral pudo observar a dueño de tan pesada existencia: Una especie de gigante de hielo se acercaba. Media más de 3 metros, doblando la altura y el ancho del caballero. Su cuerpo era de color celeste, como el hielo, y parecía una escultura creada por un dios loco e idiota. Teniendo imperfecciones, y trazado rectos en su estructura, la enorme mole se frenó delante de Ral. En su brazo izquierdo había marcas de sangre. El caballero sonrió al ver que se formaba un mazo de hielo en la mano derecha del gigantesco monstruo. **
-Te doy una oportunidad de que huyas de aquí, sin que yo te destruya.-
**Dijo el caballero, sin ningún tipo de amenaza en su voz. Los guerreros asgardianos empezaron a reír a mandíbula tendida, mientras el monstruoso gigante levantaba su brazo. Ral permaneció quieto, esperando una respuesta. El gigante bajo su mazo, en un letal ataque, y el polvo de nieve se levantó, dejando al caballero invisible. Con un grito de euforia, los guerreros empezaron a festejar. **
-Supongo que rechazas la oferta-
** Se escuchó de pronto, mientras el polvo de nieve se levantaba en el aire, movido por el cosmos del caballero, quien tenía la cabeza ladeara, y el mazo del gigante golpeando justo al costado, en el hombro, pero sin causarle ningún daño a su armadura. Agresivamente, el caballero uso su mano izquierda para golpear el mazo de hielo, empujando la mano del gigante hacia afuera, y, su mano derecha, se cerraba en un golpe. El gigante se quedó quieto de repente, mientras los gritos de euforia empezaban a callarse. Con suavidad, del estómago del gigante cayo un circulo de hielo, en el cual había un corazón mecánico. El monstruo se quedó quieto, sin vida que lo moviera. **
-¿Quién sigue?-
**Los guerreros dejaron caer sus armas, y levantaron las manos. Ral, divertido, amago a abalanzarse sobre ellos, y los soldados corrieron despavoridos. Riéndose de la situación, Ral se dio vuelta, encontrándose cara a cara con Assar. Este tenía una expresión seria y pensativa. Antes de llegar a preguntar por el líder de los soldados, Ral pudo ver a un hombre enterrado en la nieve, con solo la cabeza fuera de esta, y muy cerca de la cabaña, totalmente en llamas. Los guerreros se miraron, y tomaron una decisión. Sin perder más tiempo allí, empezaron a caminar hacia el palacio Valhalla, cruzando la oscura noche**
-Tendrás que explicarme varias cosas en el camino, Assar.-
Devil- KYOTO
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 1752
Fecha de inscripción : 08/11/2011
Edad : 29
Localización : donde estoy...que es este lugar!
Re: Mision: La morada de la nieve
** Un ruido metalico silenció la enorme espada dentro de la vaina. Assar observó el campo de batalla y no se inmutó ante las habilidades demostradas por el Santo de Pegaso. Sabía que aquella armadura era legendaria, pues bajo el puño de sus portadores habían caído multitud de dioses. Una vez que la situación fue despejada, emprendió rumbo hacia la ciudad, junto con Ral.
-Estos sujetos evidentemente no estaban bajo las órdenes de Hannes. El golem de hielo es el comprobante de que hay un enemigo que está sobre tu pista, más precisamente sobre tu armadura, caballero. Las palabras de los soldados antes de atacar han puesto todo eso en evidencia. Se ve que quien está detras de todo esto, es alguien con alto conocimiento de rituales mágicos, pues invocar semejante bestia requiere de bastante esfuerzo, y sobretodo un gran cosmos. Debemos ir al palacio cuanto antes, pero hay que atravesar el pueblo primero, donde supongo, que ya han puesto precio a tu cabeza...-
-
-Estos sujetos evidentemente no estaban bajo las órdenes de Hannes. El golem de hielo es el comprobante de que hay un enemigo que está sobre tu pista, más precisamente sobre tu armadura, caballero. Las palabras de los soldados antes de atacar han puesto todo eso en evidencia. Se ve que quien está detras de todo esto, es alguien con alto conocimiento de rituales mágicos, pues invocar semejante bestia requiere de bastante esfuerzo, y sobretodo un gran cosmos. Debemos ir al palacio cuanto antes, pero hay que atravesar el pueblo primero, donde supongo, que ya han puesto precio a tu cabeza...-
-
TuRco-SaMa- Administrador
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 6087
Fecha de inscripción : 29/03/2009
Edad : 31
Localización : Santa Fe, Argentina
Re: Mision: La morada de la nieve
**La noche simulaba ser un velo perpetuo de oscuridad, tiñendo al inmenso reino de Asgard con la negrura típica de las noches sin luna. El caballero de Atena, acompañado por el misterioso espadachín, caminaba rodeados y protegidos por el seno de la noche, mientras que la casa que los había protegido del frio seguía ardiendo, ya lejos de la vista de los desafiantes compañeros de aventura. Con audacia caminaban en la oscuridad, guiados por el increíble conocimiento que poseía Assar sobre el país. Pasaron por cerros tapados de nieve, y bosques con vientos aullantes, rodeados de inmensos y helados pinos que debían esquivar a ciegas. Pero ambos iban envueltos en su cosmos, combatiendo los temerarios y helados vientos. Ral notaba el cosmos de su compañero, pero no sabía cómo analizarlo. Parecía alguien muy triste, poderoso y noble, como si de un héroe caído en desgracia, salido de las entrañables y extrañas leyendas de la antigüedad. Mientras daban un rodeo a un rio que corría feroz y mortal a su izquierda, Ral tomo la iniciativa. **
-¿Vas a contarme quien eres en algún momento? Sé que Desconocido no es tu nombre, Assar… Y tus habilidades, junto con tu cosmos, demuestran que no eres una persona normal. –
**El espadachín siguió caminando, mientras Ral lo interrogaba. Hacía ya tres horas que caminaban sin hablarse, mientras la noche pasaba lentamente. De repente, movido por las palabras del caballero, Assar empezó a contar. **
-¿No crees que, si alguien no te dice su verdadero nombre, y tú sabes que te está mintiendo, tendrá algún motivo y está mal de tu parte insistir? Soy un ex –Soldado… Conténtate con saber que mi cosmos despertó cuando era pequeño, y jamás se ha apagado, y es por eso que se me conocen esos hombres… A pesar de que jamás los he visto. El tipo que interrogue un rato antes me dijo que trabajan para Rufus… Hasta donde tengo entendido, Rufus era un alquimista que vivía en el pueblo… Eso explicaría el golem, pero no porque te atacan, o bajo que premisa persiguen la armadura de Pegaso.-
**Ral toco, inconscientemente, el peto de su armadura, acariciándolo con los agarrotados dedos, y recorriendo su relieve, ante la mención de que alguien quería quitársela. Había pasado por muchos infiernos, y siempre había contado con ella en esos momentos aterradores… Y era la prueba del perdón de Atena por su traición. También era un signo de confianza que Dohko e Ichann habían puesto en el. Assar noto el movimiento del caballero. **
-Ral… No sé qué tiene que ver el señor Hannes en todo esto, pero él no es capaz de iniciar una guerra santa por un mero capricho. Aquí pasa algo extraño, y no pongas en duda que descubriremos que es… Estamos a quince minutos del pueblo- **Dijo, mientras señalaba el horizonte, donde el sol empezaba a asomar de entre las inmensas montañas blancas, mostrando su inmenso poder y dándole vida al mundo. Ral observo, de lejos, las pequeñas casas que encabezaban la villa más cercana al palacio Valhalla, donde descansaba Odin y sus guerreros. ** - Mientras llegamos… Ral, dime como llegaste a Asgard, y porque.-
**El caballero camino, mientras observaba el paisaje, hermoso y deslumbrante, que se habría frente a sus ojos. Medito la respuesta por unos segundos, y decidió ser sincero con su interlocutor. **
-Tan solo… Recibí una carta en la cual me desafiaban… Y llegue aquí. Eso es todo. –
** Assar observo a su compañero, y supo, en seguida, por cuantos infiernos debía haber caminado, y cuanta soledad soportaba. Guiado por un desafío sin nombre, aquel hombre buscaba la muerte para expiar la culpa… Assar se vio reflejado en aquel hombre, que dejaba su vida de lado tan solo por sus emociones. Antes de que pudiera decir algo, sus pasos se frenaron ante las primeras casas del pueblo. **
-¿Vas a contarme quien eres en algún momento? Sé que Desconocido no es tu nombre, Assar… Y tus habilidades, junto con tu cosmos, demuestran que no eres una persona normal. –
**El espadachín siguió caminando, mientras Ral lo interrogaba. Hacía ya tres horas que caminaban sin hablarse, mientras la noche pasaba lentamente. De repente, movido por las palabras del caballero, Assar empezó a contar. **
-¿No crees que, si alguien no te dice su verdadero nombre, y tú sabes que te está mintiendo, tendrá algún motivo y está mal de tu parte insistir? Soy un ex –Soldado… Conténtate con saber que mi cosmos despertó cuando era pequeño, y jamás se ha apagado, y es por eso que se me conocen esos hombres… A pesar de que jamás los he visto. El tipo que interrogue un rato antes me dijo que trabajan para Rufus… Hasta donde tengo entendido, Rufus era un alquimista que vivía en el pueblo… Eso explicaría el golem, pero no porque te atacan, o bajo que premisa persiguen la armadura de Pegaso.-
**Ral toco, inconscientemente, el peto de su armadura, acariciándolo con los agarrotados dedos, y recorriendo su relieve, ante la mención de que alguien quería quitársela. Había pasado por muchos infiernos, y siempre había contado con ella en esos momentos aterradores… Y era la prueba del perdón de Atena por su traición. También era un signo de confianza que Dohko e Ichann habían puesto en el. Assar noto el movimiento del caballero. **
-Ral… No sé qué tiene que ver el señor Hannes en todo esto, pero él no es capaz de iniciar una guerra santa por un mero capricho. Aquí pasa algo extraño, y no pongas en duda que descubriremos que es… Estamos a quince minutos del pueblo- **Dijo, mientras señalaba el horizonte, donde el sol empezaba a asomar de entre las inmensas montañas blancas, mostrando su inmenso poder y dándole vida al mundo. Ral observo, de lejos, las pequeñas casas que encabezaban la villa más cercana al palacio Valhalla, donde descansaba Odin y sus guerreros. ** - Mientras llegamos… Ral, dime como llegaste a Asgard, y porque.-
**El caballero camino, mientras observaba el paisaje, hermoso y deslumbrante, que se habría frente a sus ojos. Medito la respuesta por unos segundos, y decidió ser sincero con su interlocutor. **
-Tan solo… Recibí una carta en la cual me desafiaban… Y llegue aquí. Eso es todo. –
** Assar observo a su compañero, y supo, en seguida, por cuantos infiernos debía haber caminado, y cuanta soledad soportaba. Guiado por un desafío sin nombre, aquel hombre buscaba la muerte para expiar la culpa… Assar se vio reflejado en aquel hombre, que dejaba su vida de lado tan solo por sus emociones. Antes de que pudiera decir algo, sus pasos se frenaron ante las primeras casas del pueblo. **
Devil- KYOTO
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 1752
Fecha de inscripción : 08/11/2011
Edad : 29
Localización : donde estoy...que es este lugar!
Re: Mision: La morada de la nieve
-En base a tu respuesta, veo que eres un joven impulsivo Ral. Esas actitudes pueden llevarte por el camino equivocado en ocasiones, a veces es mejor pensar las cosas antes de realizarlas. Sin embargo, esa ahora no es mi preocupación, quiero ver quien ha causado ese ataque. Así como también el hecho de que nos buscaban puntualmente a nosotros, no puedo estar sabiendo que mi cabeza tiene un precio. Estoy pensando en algún lugar donde ir, no podemos pasar directamente al palacio, pues los guardias quizás estan alertados de nuestra presencia e ir hacia allí sería como ir directamente a la boca del lobo. Oye, mira! Escóndete de la patrulla! Será mejor no armar un alboroto dentro del pueblo!
A unas calles de distancia, entre el gentío se divisaba una patrulla de soldados. La inconfundible apariencia de Assar los habían delatado, y ahora los guerreros iban tras ellos, abriendose paso entre la multitud. Sería tiempo de que Assar y Ral escapen a un lugar seguro.
TuRco-SaMa- Administrador
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 6087
Fecha de inscripción : 29/03/2009
Edad : 31
Localización : Santa Fe, Argentina
Re: Mision: La morada de la nieve
** Assar no dudo en sermonear al caballero, diciéndole que era muy irresponsable y temerario de su parte el haber respondido a una carta de duelo, alejándose de su hogar, y sin saber a quién pertenecía. Ral sonrió tristemente, sumido en sus pensamientos, mientras el espadachín le alertaba de buscar un escondite. Entre la muchedumbre madrugadora, que empezaba a ajetrear la calle, haciendo sus quehaceres diarios, se habrían paso un grupo de guardias iguales los de la última vez. Con rapidez, el caballero abandono su ensimismamiento y busco soluciones para la situación: Combatir en medio del pueblo pondría en peligro las vidas de los civiles, y, tal como decía Assar, ir al castillo de Odín podría ponerlos directamente en la boca del lobo. Dando un paso en dirección a los guardias, que ya los habían detectado, el caballero piso firmemente el suelo, cubierto de nieve eterna. Empezó a concentrar su cosmos, usando todos los trucos que había aprendido durante sus aventuras, y creo un viento aullador que surgía desde su cuerpo. Miles y miles de copos de nieve se empezaron a elevar desde el suelo, girando locamente al son del endiablado viento que controlaba el caballero. Rápidamente se formó una cortina de hielo blanco que los rodeo toda la calle principal. Riendo, Ral se acercó a Assar. **
-Y tú que desconfías de mis habilidades… Detrás de haber respondido a un desafío anónimo, hay más de lo que crees… tú no me cuentas todas tus verdades, yo tampoco lo hago… Ahora, sígueme detrás de esa calle… Tengo un plan. –
**Ágilmente, los dos guerreros cruzaron la calle hacia donde señalaba el caballero. Antes de entrar al callejón, Ral dejó caer un ladrillo suelto de la pared a su derecha, haciendo el ruido suficiente como para que lo escucharan cualquier persona de las que tosían entre la nieve. Assar se sorprendió de lo que el caballero intentaba, ya que, recientemente, le había hablado de los impulsos que no hay que seguir. Pero el santo se llevó un dedo a los labios, pidiendo silencio, y señalo hacia arriba, hacia el techo cubierto de nieve de la casa. Assar asintió, y subió de un salto hasta ahí arriba. Ral se lanzó al suelo, agarrándose el costado izquierdo, mientras se retorcía. La nieve crujió detrás suyo, molesta con los pasos que la corrompían, y uno de los guerreros se acercó, lentamente, hacia el caballero. Con audacia, el hombre levanto su hacha, y se rio de su suerte, mientras se preparaba a terminar con la vida del caballero. **
-Así que Assar no es más que una rata inmunda… Te ha traicionado y escapado. No importa, yo cobrare la recompensa por tu cabeza, y luego atraparemos a la laucha que falta.-
**Un ruido sordo, parecido a un golpe y una palabra atascada, le mostraron a Ral que Assar había completado su trabajo: dejar inconsciente al mercenario. Con rapidez, ambos guerreros cargaron al guardia en silencio, y se adentraron en una puerta que se alzaba al en uno de los laterales. **
-No sé cómo supiste que te atacaría en vez de llamar a sus amigos… Pero haz tenido suerte… Deberías dejar de ser tan temerario, Ral- **Replico Assar, mientras terminaba de atar a una silla al mercenario. Ral miraba entre las cortinas como los buscaban, cada vez más lejos de aquella casa. Con suerte, el dueño no volvería hasta mucho más tarde. El caballero dejo de observar la calle, y se fijó en la habitación en donde estaba. Una cocina pequeña, con un horno de madera pegado a la pared, junto al fregadero, era lo único que parecía fuera de lugar, ya que estaba todo ordenado. Una mesa redonda, con un fino mantel blanco, estaba en el centro de la cocina. Una única silla, ahora ocupada por el guardia, era el detalle que más resaltaba en aquel lugar. Los azulejos cuadrados eran de color azul, tanto para el piso como para la pared, creando un monótono ambiente. El techo estaba terminado en finos tablones de madera. Ral se acomodó en el suelo, apoyando su espalda bajo la ventana.**
-Instinto… Parecen mercenarios, más que guardias del castillo… Si nos han puesto precio, lo más probable es que estos tipos quieran obtenernos para ellos solos, no para el grupo… Ahora obtendremos verdaderas respuestas. –
**Ral dijo sus últimas palabras al ver que el hombre, con una mordaza en la boca, empezaba a moverse. **
-Y tú que desconfías de mis habilidades… Detrás de haber respondido a un desafío anónimo, hay más de lo que crees… tú no me cuentas todas tus verdades, yo tampoco lo hago… Ahora, sígueme detrás de esa calle… Tengo un plan. –
**Ágilmente, los dos guerreros cruzaron la calle hacia donde señalaba el caballero. Antes de entrar al callejón, Ral dejó caer un ladrillo suelto de la pared a su derecha, haciendo el ruido suficiente como para que lo escucharan cualquier persona de las que tosían entre la nieve. Assar se sorprendió de lo que el caballero intentaba, ya que, recientemente, le había hablado de los impulsos que no hay que seguir. Pero el santo se llevó un dedo a los labios, pidiendo silencio, y señalo hacia arriba, hacia el techo cubierto de nieve de la casa. Assar asintió, y subió de un salto hasta ahí arriba. Ral se lanzó al suelo, agarrándose el costado izquierdo, mientras se retorcía. La nieve crujió detrás suyo, molesta con los pasos que la corrompían, y uno de los guerreros se acercó, lentamente, hacia el caballero. Con audacia, el hombre levanto su hacha, y se rio de su suerte, mientras se preparaba a terminar con la vida del caballero. **
-Así que Assar no es más que una rata inmunda… Te ha traicionado y escapado. No importa, yo cobrare la recompensa por tu cabeza, y luego atraparemos a la laucha que falta.-
**Un ruido sordo, parecido a un golpe y una palabra atascada, le mostraron a Ral que Assar había completado su trabajo: dejar inconsciente al mercenario. Con rapidez, ambos guerreros cargaron al guardia en silencio, y se adentraron en una puerta que se alzaba al en uno de los laterales. **
-No sé cómo supiste que te atacaría en vez de llamar a sus amigos… Pero haz tenido suerte… Deberías dejar de ser tan temerario, Ral- **Replico Assar, mientras terminaba de atar a una silla al mercenario. Ral miraba entre las cortinas como los buscaban, cada vez más lejos de aquella casa. Con suerte, el dueño no volvería hasta mucho más tarde. El caballero dejo de observar la calle, y se fijó en la habitación en donde estaba. Una cocina pequeña, con un horno de madera pegado a la pared, junto al fregadero, era lo único que parecía fuera de lugar, ya que estaba todo ordenado. Una mesa redonda, con un fino mantel blanco, estaba en el centro de la cocina. Una única silla, ahora ocupada por el guardia, era el detalle que más resaltaba en aquel lugar. Los azulejos cuadrados eran de color azul, tanto para el piso como para la pared, creando un monótono ambiente. El techo estaba terminado en finos tablones de madera. Ral se acomodó en el suelo, apoyando su espalda bajo la ventana.**
-Instinto… Parecen mercenarios, más que guardias del castillo… Si nos han puesto precio, lo más probable es que estos tipos quieran obtenernos para ellos solos, no para el grupo… Ahora obtendremos verdaderas respuestas. –
**Ral dijo sus últimas palabras al ver que el hombre, con una mordaza en la boca, empezaba a moverse. **
Devil- KYOTO
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 1752
Fecha de inscripción : 08/11/2011
Edad : 29
Localización : donde estoy...que es este lugar!
Re: Mision: La morada de la nieve
**Assar se acercó, rápidamente, hasta la silla donde estaba el reciente prisionero. Los ojos de este mostraban el miedo irracional que le genero el encontrarse en un ambiente desconocido, junto a quienes, minutos antes, iban a ser sus presas. Llevando una silla consigo, el espadachín la coloco en frente del atrapado mercenario. Se llevó la mano a la boca, con el dedo índice levantado, indicando silencio, y luego señalo la espada que tenía en su mano derecha. El atrapado hombre entendió el mensaje: Una palabra, y mueres. **
-Bien… Ahora nos iremos entendiendo. Si nos cuentas exactamente lo que queremos saber, te dejaremos ir. Si mientes… No creo que quieras intentar escapar de un caballero de Atena y de mí al mismo tiempo. ¿Comprendido? –
**El sujeto movió su cabeza de arriba abajo, dándoles a entender a sus captores que estaba de acuerdo a lo que le proponían. Assar tomo la venda y se la quito de la boca, mientras empezaba a preguntar. **
-¿Para quién trabajan? Sé que no trabajan para el joven Hannes… Jamás pondría precio a la cabeza de un caballero de Atena sin motivos aparentes, y temo que a mí no me conoce lo suficiente como para querer que muera. La otra pregunta que tendrás que responder es por qué quieren vernos muertos… y que tiene que ver Rufus en todo esto.-
** Con los ojos desorbitados por el terror, el hombre empezó a hablar, como si estuviera dando un discurso no ensayado, y con la voz pastosa por la mordaza. **
-No sé cómo sabes que Rufus tiene algo que ver… Pero trabajamos para él. Han puesto precio a sus cabezas, y somos mercenarios, no sabemos nada más… Salvo que tenemos que buscar a un espadachín de pelos en punta, como si hubiera metido los dedos en un enchufe, y que tenía un brillo especial en los ojos. Y que busquemos a un tal Ral Zarek, que portaba una armadura legendaria y debíamos quitársela y llevarla hasta el palacio. Ni siquiera nos han pagado, nos pagaran cuando los entregu-
**Los ojos del hombre brillaron por un segundo, con un miedo más profundo que el que le tenía a los dos guerreros. Assar observo durante un segundo, y salto hacia atrás, derribando la silla donde había estado sentado. Con rapidez, el hielo empezó a extenderse por el cuerpo del hombre secuestrado.. Y en un segundo, una estatua de hielo los observaba, buscando misericordia en sus secuestradores. **
-Bien… Ahora nos iremos entendiendo. Si nos cuentas exactamente lo que queremos saber, te dejaremos ir. Si mientes… No creo que quieras intentar escapar de un caballero de Atena y de mí al mismo tiempo. ¿Comprendido? –
**El sujeto movió su cabeza de arriba abajo, dándoles a entender a sus captores que estaba de acuerdo a lo que le proponían. Assar tomo la venda y se la quito de la boca, mientras empezaba a preguntar. **
-¿Para quién trabajan? Sé que no trabajan para el joven Hannes… Jamás pondría precio a la cabeza de un caballero de Atena sin motivos aparentes, y temo que a mí no me conoce lo suficiente como para querer que muera. La otra pregunta que tendrás que responder es por qué quieren vernos muertos… y que tiene que ver Rufus en todo esto.-
** Con los ojos desorbitados por el terror, el hombre empezó a hablar, como si estuviera dando un discurso no ensayado, y con la voz pastosa por la mordaza. **
-No sé cómo sabes que Rufus tiene algo que ver… Pero trabajamos para él. Han puesto precio a sus cabezas, y somos mercenarios, no sabemos nada más… Salvo que tenemos que buscar a un espadachín de pelos en punta, como si hubiera metido los dedos en un enchufe, y que tenía un brillo especial en los ojos. Y que busquemos a un tal Ral Zarek, que portaba una armadura legendaria y debíamos quitársela y llevarla hasta el palacio. Ni siquiera nos han pagado, nos pagaran cuando los entregu-
**Los ojos del hombre brillaron por un segundo, con un miedo más profundo que el que le tenía a los dos guerreros. Assar observo durante un segundo, y salto hacia atrás, derribando la silla donde había estado sentado. Con rapidez, el hielo empezó a extenderse por el cuerpo del hombre secuestrado.. Y en un segundo, una estatua de hielo los observaba, buscando misericordia en sus secuestradores. **
TuRco-SaMa- Administrador
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 6087
Fecha de inscripción : 29/03/2009
Edad : 31
Localización : Santa Fe, Argentina
Re: Mision: La morada de la nieve
** La extraña muerte del asustado mercenario dejo un clima tenso en el ambiente. Assar miro unos instantes a la estatua de hielo, y luego observo al caballero de Atena sentado en el suelo, este le devolvió la mirada, y asintieron al mismo tiempo. Ral se levantó, y sacudió el polvo de sus piernas enérgicamente. Al terminar, se dirigió hacia la puerta, mientras Assar iba detrás de él. De un tirón, el caballero abrió la puerta y salió a la calle, sufriendo el helado aire glacial típico de Asgard. El espadachín hablo detrás del santo.**
-Rufus… Él vive a tres o cuatro kilómetros de aquí, yendo hacia el este…-
**Ral empezó a caminar hacia la dirección indicada con renovadas energías. Llego hasta la esquina por la cual se habían escabullido, y observo la calle principal, por donde los habían buscado hacia un rato. No había nadie en ese lugar, y la preocupación lleno la mente de Ral. Intentando sentir las presencias de las personas de ese pueblo, el caballero empezó a caminar, mientras cruzaba la calle principal. Sus pisadas hacían crujir la nieve recién caída, el único sonido que podía escucharse. Al llegar hasta la calle en frente suyo, Ral abrió los ojos, molesto por saber que todo el pueblo había desaparecido… Otra pregunta que, quien estuviera detrás de todo eso, debería responder.
Assar y Ral llegaron a una pequeña casa de madera en medio de la nieve. Parecía querer camuflarse, bañada de blanco en el techo a dos aguas, y rodeada de témpanos de un hielo transparente, las ventanas estaban tapadas por la nieve, y un sendero guiaba hasta la puerta de madera, que a duras penas se alzaba del piso para cumplir su propósito. Por un instante, en la mente del caballero, el paisaje pareció desvanecerse, mientras la oscuridad lo engullía todo como un abismal agujero, el frio aumentaba y entraba en su ser, tocando su alma. La voz de Assar lo trajo a la realidad. **
-Es aquí-
** Ral empezó a caminar hacia la puerta, sintiendo como el aire se hacía más frio, por alguna extraña razón… Pero la puerta empezó a abrirse antes de que el llegara a acercarse.**
-Rufus… Él vive a tres o cuatro kilómetros de aquí, yendo hacia el este…-
**Ral empezó a caminar hacia la dirección indicada con renovadas energías. Llego hasta la esquina por la cual se habían escabullido, y observo la calle principal, por donde los habían buscado hacia un rato. No había nadie en ese lugar, y la preocupación lleno la mente de Ral. Intentando sentir las presencias de las personas de ese pueblo, el caballero empezó a caminar, mientras cruzaba la calle principal. Sus pisadas hacían crujir la nieve recién caída, el único sonido que podía escucharse. Al llegar hasta la calle en frente suyo, Ral abrió los ojos, molesto por saber que todo el pueblo había desaparecido… Otra pregunta que, quien estuviera detrás de todo eso, debería responder.
Assar y Ral llegaron a una pequeña casa de madera en medio de la nieve. Parecía querer camuflarse, bañada de blanco en el techo a dos aguas, y rodeada de témpanos de un hielo transparente, las ventanas estaban tapadas por la nieve, y un sendero guiaba hasta la puerta de madera, que a duras penas se alzaba del piso para cumplir su propósito. Por un instante, en la mente del caballero, el paisaje pareció desvanecerse, mientras la oscuridad lo engullía todo como un abismal agujero, el frio aumentaba y entraba en su ser, tocando su alma. La voz de Assar lo trajo a la realidad. **
-Es aquí-
** Ral empezó a caminar hacia la puerta, sintiendo como el aire se hacía más frio, por alguna extraña razón… Pero la puerta empezó a abrirse antes de que el llegara a acercarse.**
Devil- KYOTO
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 1752
Fecha de inscripción : 08/11/2011
Edad : 29
Localización : donde estoy...que es este lugar!
Re: Mision: La morada de la nieve
** Ambos hombres avanzaron a través de la misteriosa puerta. Sin nada de protección más que sus propias habilidades, se habían lanzado a la boca del lobo con la intención de terminar aquella búsqueda que quería poner fin a sus vidas. Sin nada que perder, Assar iba decidido a acabar con quien supo enfrentarse estando en el ejército y quien lo convirtió en un desertor, condenándolo a vivir en las afueras de Asgard. Ral por su parte, debía cuidarse a más no poder, sobre su cuerpo se encontraba la armadura de Pegaso, máximo valuarte del Santuario y no podía dejarla en un sitio como aquel, a pesar de que era un territorio aliado, las personas que los estaban siguiendo no tenian los mismos planes.
Frente a sus ojos, como por arte de magia se extendia un enorme laberinto de paredes de hielo. Parecía imposible a la razón que semejante estructura se encontrara dentro de la pequeña casucha de madera que habían divisado. Sin duda alguna, aquello era producto de alguna sorprendente magia, el dueño de todo aquello era seguramente alguien tremendamente poderoso...**
- Muy bien, sabíamos que teníamos que enfrentarnos a esto apenas comenzamos esta aventura, prepárate pues cualquier cosa puede pasar. Ese Rufus, es un gran guerrero que se oculta tras la máscara de soldado, solo unos pocos saben de sus fortunas y sus poderes, y creo que buscará acabar el reinado de nuestro joven Hannes. Vamos Ral, lleguemos rápido a nuestro objetivo...-
Frente a sus ojos, como por arte de magia se extendia un enorme laberinto de paredes de hielo. Parecía imposible a la razón que semejante estructura se encontrara dentro de la pequeña casucha de madera que habían divisado. Sin duda alguna, aquello era producto de alguna sorprendente magia, el dueño de todo aquello era seguramente alguien tremendamente poderoso...**
- Muy bien, sabíamos que teníamos que enfrentarnos a esto apenas comenzamos esta aventura, prepárate pues cualquier cosa puede pasar. Ese Rufus, es un gran guerrero que se oculta tras la máscara de soldado, solo unos pocos saben de sus fortunas y sus poderes, y creo que buscará acabar el reinado de nuestro joven Hannes. Vamos Ral, lleguemos rápido a nuestro objetivo...-
- Acertijo:
Un hombre y su hijo sufren un accidente automovilístico. El padre muere y el niño es llevado al hospital gravemente herido. Cuando llega, quien realizará cirugía dice, "!!!No puedo operar a este niño, porque es mi hijo!!!" ¿Cómo es esto posible?
Enviame la respuesta por mp
TuRco-SaMa- Administrador
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 6087
Fecha de inscripción : 29/03/2009
Edad : 31
Localización : Santa Fe, Argentina
Re: Mision: La morada de la nieve
turno narrativo
**El frio silencio del lugar ocasionaba que los dioses se olvidaran de sus obligados deberes divinos. En el frio, solo los demonios y la locura pueden habitar, siendo terribles en sus faenas misteriosas, corrompiendo el alma y el cuerpo de los hombres y desfigurandolos hasta dejarlos en arapientas muecas de su pasado. El color se desvanece, e incluso la sangre deja de oler bien en el frio mas absoluto. Con gran pesar, pero audaz coraje, los guerreros, con el destino unificado, se embarcaban en la ultima etapa de su viaje, y entraban en el territorio enemigo buscando respuestas. Assar parecia calmado y determinado, mientras que el caballero a su lado, parecia estar en una lucha interna, mientras los pensamientos mas variados cruzaban su atormentada mente.
¿Que tan poco apego le tenia a la vida? Quizas Assar tuviera razon, y fuera un idiota.
¿Donde estaba Dohko para guiarlo en esos momentos aciagos? Pero no podia culpar a su antiguo maestro, debia ser fuerte y proseguir por el camino elegido
¿Acaso Athena no estaba muerta por su culpa? Pero igualmente, el habia seguia con su vida, mientras que la tierra caia en el peligro, y los caballeros desaparecian uno por uno.
El caballero tropezo con una saliente del terreno, y se apoyo en la helada pared. El hielo era aspero y suave a la vez, como si una macabra mano hubiera jugado a dejar su marca por el lugar. Assar se detuvo, en la oscuridad, y observo al santo, intentando comprender su corazon. Ral observo la pared de hielo, que formaba parte del magico e inacabable laberinto, y sintio que los problemas recien comenzaban.**
-Ral... ¿Estas bien?-
**El caballero seguia tocando la pared, sumido en la oscuridad, como si alli encontrase una respuesta largamente buscada.**
**El frio silencio del lugar ocasionaba que los dioses se olvidaran de sus obligados deberes divinos. En el frio, solo los demonios y la locura pueden habitar, siendo terribles en sus faenas misteriosas, corrompiendo el alma y el cuerpo de los hombres y desfigurandolos hasta dejarlos en arapientas muecas de su pasado. El color se desvanece, e incluso la sangre deja de oler bien en el frio mas absoluto. Con gran pesar, pero audaz coraje, los guerreros, con el destino unificado, se embarcaban en la ultima etapa de su viaje, y entraban en el territorio enemigo buscando respuestas. Assar parecia calmado y determinado, mientras que el caballero a su lado, parecia estar en una lucha interna, mientras los pensamientos mas variados cruzaban su atormentada mente.
¿Que tan poco apego le tenia a la vida? Quizas Assar tuviera razon, y fuera un idiota.
¿Donde estaba Dohko para guiarlo en esos momentos aciagos? Pero no podia culpar a su antiguo maestro, debia ser fuerte y proseguir por el camino elegido
¿Acaso Athena no estaba muerta por su culpa? Pero igualmente, el habia seguia con su vida, mientras que la tierra caia en el peligro, y los caballeros desaparecian uno por uno.
El caballero tropezo con una saliente del terreno, y se apoyo en la helada pared. El hielo era aspero y suave a la vez, como si una macabra mano hubiera jugado a dejar su marca por el lugar. Assar se detuvo, en la oscuridad, y observo al santo, intentando comprender su corazon. Ral observo la pared de hielo, que formaba parte del magico e inacabable laberinto, y sintio que los problemas recien comenzaban.**
-Ral... ¿Estas bien?-
**El caballero seguia tocando la pared, sumido en la oscuridad, como si alli encontrase una respuesta largamente buscada.**
Devil- KYOTO
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 1752
Fecha de inscripción : 08/11/2011
Edad : 29
Localización : donde estoy...que es este lugar!
Re: Mision: La morada de la nieve
- Niños incrédulos, se han metido sin miramentos a la propia boca del lobo, van a pagar su osadía! Se piensan que soy algo fácil de vencer. Al fin, el poder de Pegaso está tan cerca, casi puedo sentirlo corriendo por mis venas. Sería gracioso conseguir la armadura sin esfuerzo, a ver como se las arreglan con esto...-
El dueño de aquel enorme recinto elevó su cosmos y logró exteriorizarlo en forma de hielo. Poco a poco una figura fue moldeándose durante unos segundos hasta estar terminada. Una bestia sedienta de sangre se elevó hasta el techo, emitiendo un chillido ensordecedor para alcanzar a los intrépidos guerreros. El dragón de hielo voló fugazmente desapareciendo de la vista de su creador en unos instantes...
- Spoiler:
- Debes rolear 15 líneas al menos, detallando un combate con el dragon y saliendo del laberinto
TuRco-SaMa- Administrador
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 6087
Fecha de inscripción : 29/03/2009
Edad : 31
Localización : Santa Fe, Argentina
Re: Mision: La morada de la nieve
** Inexplicables abismos de oscuridad latente se abrían ante los guerreros que, con extraña resolución, avanzaban hacia adelante, siguiendo sus corazones y surcando las curvas y vueltas del laberinto de hielo. El cosmos en el corazón de ambos. La búsqueda de redención en uno. Assir miraba el lugar en el que debía estar su compañero, intentando comprender al caballero. Un pensamiento fugaz cruzo su mente: ¿Acaso me comprendo a mí mismo? **
-Vamos, gusano, no te confíes de que las cosas están bien ahora. ¿Te has olvidado de lo que te he enseñado? Alerta permanente, enemigos en todos lados, gusano.-
** La voz de Bert Allgood sonó claramente en su mente, como la advertencia de un inevitable desenlace caótico. Un rostro regordete y fofo, lleno de horribles cicatrices que le daban un aspecto deforme. La cicatriz que podría tomarse como boca, gesticulaba ferozmente, mientras el ralo cabello negro, salpicado en muchas zonas por cabello blanco, le caía sobre la frente, dándole un aspecto desaliñado. Los ojos azules oscuro miraban el vacío. Recordar el rostro de su maestro lo ayudo a concentrarse en el presente una vez más. **
-Sí, Bert… tienes razón… -
**Ral intentaba penetrar la incontenible oscuridad con sus ojos en vano. Ambas manos tocando la pared, para saber en qué momento habría una bifurcación que los desviara del camino. Pero su mente se hallaba lejos de ahí, y recordaba su entrenamiento con Dohko, sus luchas contra rivales memorables, la alegría que le generaba a todos los caballeros el cosmos de Athena, el rostro de su madre, y como había luchado contra la locura de su padre y su hermano… las palabras de Assir lo sacaron de su ensimismamiento, y sonrió al saber que no era el único loco en el mundo.**
-hablar solo es el primer signo de locura, Assir. –
** El guerrero de ojos azules empezó a reír, pero esta se cortó cuando sintieron el cambio en el ambiente. Ambos estaban en una estancia grande y circular, iluminada por antorchas de hielo, unidas a las paredes por soportes de cristal. Las paredes parecían hechas del mismo material que las antorchas, y se notaba la habilidosa mano que las había trabajado. Pero ¿habían sido trabajadas por manos? Assir noto que, detrás suyo, no había ningún pasillo, aunque él estaba un metro por detrás de Ral. Una cúpula de hielo denso y sólido, adornada con relieves de hombres luchando contra dragones, coronaba la sala. Ral tuvo un estremecimiento al recordar la historia de San Jorge, y comprender cuál era el siguiente problema que enfrentarían. **
-Assir… dime que tu trabajo es ser cazador de dragones, por favor-
** Un rugido sordo y atroz fue la respuesta para Ral. Del piso helado, justo en frente de los guerreros, empezó a asomarse el terrible rival. La horrible cabeza, con ojos pequeños y diabólicos semejantes a dos ventanas hacia el averno, surgía primero ante la atónita mirada del caballero de Pegaso. Como una deformación funesta, una columna de hielo salió desde la cabeza malformada, y empezó a ramificarse, creando los huesos del terrible monstruo. Poco a poco, fibras de músculos helados cubrían aquellas extremidades óseas. En apenas unos segundos, el monstruoso dragón de hielo, cubierto de su poderosa armadura de escamas. La punzante cola y espinada cola se agitaba, rozando la pared. Ambos guerreros aprovecharon los preciosos segundos que la bestia había tardado en formarse para posicionarse cada uno a un costado de la criatura. **
-Quizás sepa algo de dragones… Sé que este parece furioso-
** El caballero sonrió, mientras el dragón volvía a rugir. Ral hizo arder su cosmos, y el viento empezó a arremolinarse a su alrededor, mientras su aura azul característica erizaba su cabello y le daba tonos blancos. El monstruo agito sus pesadas alas, golpeando el suelo, y se elevó unos metros en el aire. Assir tenía su mano derecha en la espada, mientras con su siniestra cubría su rostro del viento cruzado entre el dragón y Ral. **
[Ral controla el cosmos de aire… no es un rival al que se pueda subestimar… Y el lugar parece responder al cosmos del dragón de hielo. El techo se ha elevado un centenar de metros cuando este emprendió el vuelo… maldito alquimista. ]
** El espadachín desenfundo su espada. El dragón se alisto para ataque: Batiendo las alas, lanzo estacas de hielo, mientras volaba hacia Ral con la mandíbula preparada para triturarlo con sus cientos de colmillos. El caballero barrió el suelo con su pierna derecha, y la coloco detrás, mientras cerraba su puño derecho y estiraba su brazo izquierdo hacia el monstruo. Mentalizo visualmente cada estaca y cerró los ojos, mientras buscaba un agujero en la armadura de escamas heladas. **
-Arde cosmos… suscita el milagro- ** Susurro el caballero. Mientras habría los ojos, Ral lanzo su ataque.** -¡Pegasus… Ryu Sei Ken!-
** El hielo llovió sobre ambos guerreros, mientras el dragón era impulsado por los golpes del santo de Pegaso. Una nube de hielo se formó en el lugar donde el dragón choco contra la pared detrás de Assir. El joven caballero dejo de atacar, y sonrió. De entre la nube de hielo, el dragón salió indemne, avanzando serpenteantemente hacia el caballero de Pegaso. A pesar de la sorpresa, el caballero logro evitar la boca abierta del dragón, pero choco contra el gigantesco y poderoso cuerpo y salió despedido hacia atrás. La pared se agrieto ante el impacto del caballero. **
[Que poder… A pesar de tener puesta mi cloth, casi pierdo el conocimiento.]
** El caballero de Pegaso abrió los ojos justo para ver como Assir se paraba entre la bestia helada y el mismo. El joven parecía tranquilo, y Ral no lograba sentir nada en aquel guerrero… Sin sentimientos, sin pensamientos: Solo un cosmos frio y cálido a la vez. **
-Assir… ten cuidado…-
** El dragón se elevó en el aire una vez más, y se lanzó hacia el muchacho que le plantaba cara. Con habilidad, el joven espadachín salto hacia su oponente sin dudar, rodeado de su cálido y frio cosmos. Blandiendo la espada con ambas manos, evadió el primer mordisco de la bestia de hielo, y corto en la espalda del monstruo. Parado sobre el monstruo, siguió corriendo mientras enterraba su espada. Con un grito de dolor, la bestia exploto, y una lluvia de cristales empezó a caer. Assir cayó de pie, flexionando las rodillas, y guardo su arma, mientras los cristales sacaban reflejos de sus ojos ardientes, mientras su aura se desvanecía. Ral lo observaba mientras se levantaba y oprimía el doloroso y sangrante corte en su mejilla. **
-Hay que buscar la manera de salir de esta sala helada, Ral… ¿Estas bien?. –
**El caballero sonrió mientras conseguía evitar que el corte sangre. **
-si… tome al monstruo a la ligera. Tengo unos magullones… pero se curaran con unas lamidas. –
**El caballero miro a su alrededor, y no se sobresaltó al encontrarse con un anciano sentado en el medio de la sala… La magia empezaba a hacérsele familiar. El muchacho a su lado parecía menos sorprendido de encontrarse con un viejo de piernas cruzadas en medio de un salón que había sido un campo de batalla. Ral, con un esfuerzo, se acercó al anciano meditador, y observo el tono azul que recorría toda su piel. La larga barba blanca recorría su rostro y se única al poco cabello que coronaba aquella extraña cabeza. Una túnica azul profundo, con un cinturón magenta y adornado con zafiros, era la única vestimenta del extraño anciano. Assir lo observaba de lejos, y, muy a su pesar, no podía dejar de observar los zafiros en la faja del viejo. El caballero de Pegaso acerco la mano hacia el extraño hombre, y ahogo un grito cuando una mano fría, rápida como una araña, lo tomo de la muñeca y lo acerco al rostro azulado. Ral observo unos ojos de un azul vivo como nunca los había visto, rodeados de arrugas que denotaban años de sabiduría y vivencias extraordinarias. El anciano observo el rostro del caballero ávidamente, devorando cada uno de los matices de colores que había en los ojos del joven Pegaso. De pronto, la mano soltó al muchacho, y Assir supo que era su turno de ser observado. Camino solemnemente hasta el lugar del sabio. El anciano tomo por la muñeca al espadachín, y reitero el estudio del rostro joven. Al cabo de unos instantes, ambos guerreros, estaban parados uno al lado del otro, de frente a un aciano de piel azulada y apariencia extraña. **
-Hace muchos años que no veo a dos muchachos tan prometedores, con tanta vitalidad y tanto poder latente dentro… uno un héroe legendario, el otro, un caballero legendario.- **Ral quiso interrumpir al anciano, pero una mirada al rostro arrugado le mostro que debía callar y atender. ** - Veamos… ese niñato Rufus… cree que el poder es lo único que se necesita para convertirse en un guerrero… Y Odin… quizás sea un niño, pero tiene muchas responsabilidades… Lamento la pérdida de Dohko, y de Athena, joven caballero…Debes estar sufriendo mucho, y eso te lleva a realizar actos sin sentido, que ponen en peligro todo por lo que has luchado hasta ahora… Deberías ser más prudente, muchacho. Y tú… ¿Te estás haciendo llamar Assir? Bonito nombre, “Desconocido”. Veo que has hecho caer una bestia de hielo… tu fuerza es casi la suficiente como para merecer esto.- **El anciano acaricio uno de los zafiros en su cinturón. La mirada del joven guerrero fue atraída hacia el zafiro. ** -bueno… Rufus cree que los ha atrapado aquí, pero…-
** El hielo que formaba el salón desapareció de pronto, así como todo el laberinto por el que habían llegado. Ahora, los tres se hallaban sobre un piso de nieve aplastada, con el frio viento soplando en sus oídos suavemente. Detrás del anciano había una puerta en medio de la nada. **
-las preguntas quedaran para más tarde, jóvenes… ahora deben apurarse, el tiempo apremia… joven caballero, ten cuidado, y tienes que ser fuerte. Assir, quizás más cosas dependan de ti a partir de ahora…-
**Un vendaval llego de pronto, y obligo a los jóvenes guerreros a cubrirse el rostro. Cuando ambos volvieron a mirar, estaban solos, rodeados de nieve. Solo la puerta misteriosa delante de ellos.**
-Vamos, gusano, no te confíes de que las cosas están bien ahora. ¿Te has olvidado de lo que te he enseñado? Alerta permanente, enemigos en todos lados, gusano.-
** La voz de Bert Allgood sonó claramente en su mente, como la advertencia de un inevitable desenlace caótico. Un rostro regordete y fofo, lleno de horribles cicatrices que le daban un aspecto deforme. La cicatriz que podría tomarse como boca, gesticulaba ferozmente, mientras el ralo cabello negro, salpicado en muchas zonas por cabello blanco, le caía sobre la frente, dándole un aspecto desaliñado. Los ojos azules oscuro miraban el vacío. Recordar el rostro de su maestro lo ayudo a concentrarse en el presente una vez más. **
-Sí, Bert… tienes razón… -
**Ral intentaba penetrar la incontenible oscuridad con sus ojos en vano. Ambas manos tocando la pared, para saber en qué momento habría una bifurcación que los desviara del camino. Pero su mente se hallaba lejos de ahí, y recordaba su entrenamiento con Dohko, sus luchas contra rivales memorables, la alegría que le generaba a todos los caballeros el cosmos de Athena, el rostro de su madre, y como había luchado contra la locura de su padre y su hermano… las palabras de Assir lo sacaron de su ensimismamiento, y sonrió al saber que no era el único loco en el mundo.**
-hablar solo es el primer signo de locura, Assir. –
** El guerrero de ojos azules empezó a reír, pero esta se cortó cuando sintieron el cambio en el ambiente. Ambos estaban en una estancia grande y circular, iluminada por antorchas de hielo, unidas a las paredes por soportes de cristal. Las paredes parecían hechas del mismo material que las antorchas, y se notaba la habilidosa mano que las había trabajado. Pero ¿habían sido trabajadas por manos? Assir noto que, detrás suyo, no había ningún pasillo, aunque él estaba un metro por detrás de Ral. Una cúpula de hielo denso y sólido, adornada con relieves de hombres luchando contra dragones, coronaba la sala. Ral tuvo un estremecimiento al recordar la historia de San Jorge, y comprender cuál era el siguiente problema que enfrentarían. **
-Assir… dime que tu trabajo es ser cazador de dragones, por favor-
** Un rugido sordo y atroz fue la respuesta para Ral. Del piso helado, justo en frente de los guerreros, empezó a asomarse el terrible rival. La horrible cabeza, con ojos pequeños y diabólicos semejantes a dos ventanas hacia el averno, surgía primero ante la atónita mirada del caballero de Pegaso. Como una deformación funesta, una columna de hielo salió desde la cabeza malformada, y empezó a ramificarse, creando los huesos del terrible monstruo. Poco a poco, fibras de músculos helados cubrían aquellas extremidades óseas. En apenas unos segundos, el monstruoso dragón de hielo, cubierto de su poderosa armadura de escamas. La punzante cola y espinada cola se agitaba, rozando la pared. Ambos guerreros aprovecharon los preciosos segundos que la bestia había tardado en formarse para posicionarse cada uno a un costado de la criatura. **
-Quizás sepa algo de dragones… Sé que este parece furioso-
** El caballero sonrió, mientras el dragón volvía a rugir. Ral hizo arder su cosmos, y el viento empezó a arremolinarse a su alrededor, mientras su aura azul característica erizaba su cabello y le daba tonos blancos. El monstruo agito sus pesadas alas, golpeando el suelo, y se elevó unos metros en el aire. Assir tenía su mano derecha en la espada, mientras con su siniestra cubría su rostro del viento cruzado entre el dragón y Ral. **
[Ral controla el cosmos de aire… no es un rival al que se pueda subestimar… Y el lugar parece responder al cosmos del dragón de hielo. El techo se ha elevado un centenar de metros cuando este emprendió el vuelo… maldito alquimista. ]
** El espadachín desenfundo su espada. El dragón se alisto para ataque: Batiendo las alas, lanzo estacas de hielo, mientras volaba hacia Ral con la mandíbula preparada para triturarlo con sus cientos de colmillos. El caballero barrió el suelo con su pierna derecha, y la coloco detrás, mientras cerraba su puño derecho y estiraba su brazo izquierdo hacia el monstruo. Mentalizo visualmente cada estaca y cerró los ojos, mientras buscaba un agujero en la armadura de escamas heladas. **
-Arde cosmos… suscita el milagro- ** Susurro el caballero. Mientras habría los ojos, Ral lanzo su ataque.** -¡Pegasus… Ryu Sei Ken!-
** El hielo llovió sobre ambos guerreros, mientras el dragón era impulsado por los golpes del santo de Pegaso. Una nube de hielo se formó en el lugar donde el dragón choco contra la pared detrás de Assir. El joven caballero dejo de atacar, y sonrió. De entre la nube de hielo, el dragón salió indemne, avanzando serpenteantemente hacia el caballero de Pegaso. A pesar de la sorpresa, el caballero logro evitar la boca abierta del dragón, pero choco contra el gigantesco y poderoso cuerpo y salió despedido hacia atrás. La pared se agrieto ante el impacto del caballero. **
[Que poder… A pesar de tener puesta mi cloth, casi pierdo el conocimiento.]
** El caballero de Pegaso abrió los ojos justo para ver como Assir se paraba entre la bestia helada y el mismo. El joven parecía tranquilo, y Ral no lograba sentir nada en aquel guerrero… Sin sentimientos, sin pensamientos: Solo un cosmos frio y cálido a la vez. **
-Assir… ten cuidado…-
** El dragón se elevó en el aire una vez más, y se lanzó hacia el muchacho que le plantaba cara. Con habilidad, el joven espadachín salto hacia su oponente sin dudar, rodeado de su cálido y frio cosmos. Blandiendo la espada con ambas manos, evadió el primer mordisco de la bestia de hielo, y corto en la espalda del monstruo. Parado sobre el monstruo, siguió corriendo mientras enterraba su espada. Con un grito de dolor, la bestia exploto, y una lluvia de cristales empezó a caer. Assir cayó de pie, flexionando las rodillas, y guardo su arma, mientras los cristales sacaban reflejos de sus ojos ardientes, mientras su aura se desvanecía. Ral lo observaba mientras se levantaba y oprimía el doloroso y sangrante corte en su mejilla. **
-Hay que buscar la manera de salir de esta sala helada, Ral… ¿Estas bien?. –
**El caballero sonrió mientras conseguía evitar que el corte sangre. **
-si… tome al monstruo a la ligera. Tengo unos magullones… pero se curaran con unas lamidas. –
**El caballero miro a su alrededor, y no se sobresaltó al encontrarse con un anciano sentado en el medio de la sala… La magia empezaba a hacérsele familiar. El muchacho a su lado parecía menos sorprendido de encontrarse con un viejo de piernas cruzadas en medio de un salón que había sido un campo de batalla. Ral, con un esfuerzo, se acercó al anciano meditador, y observo el tono azul que recorría toda su piel. La larga barba blanca recorría su rostro y se única al poco cabello que coronaba aquella extraña cabeza. Una túnica azul profundo, con un cinturón magenta y adornado con zafiros, era la única vestimenta del extraño anciano. Assir lo observaba de lejos, y, muy a su pesar, no podía dejar de observar los zafiros en la faja del viejo. El caballero de Pegaso acerco la mano hacia el extraño hombre, y ahogo un grito cuando una mano fría, rápida como una araña, lo tomo de la muñeca y lo acerco al rostro azulado. Ral observo unos ojos de un azul vivo como nunca los había visto, rodeados de arrugas que denotaban años de sabiduría y vivencias extraordinarias. El anciano observo el rostro del caballero ávidamente, devorando cada uno de los matices de colores que había en los ojos del joven Pegaso. De pronto, la mano soltó al muchacho, y Assir supo que era su turno de ser observado. Camino solemnemente hasta el lugar del sabio. El anciano tomo por la muñeca al espadachín, y reitero el estudio del rostro joven. Al cabo de unos instantes, ambos guerreros, estaban parados uno al lado del otro, de frente a un aciano de piel azulada y apariencia extraña. **
-Hace muchos años que no veo a dos muchachos tan prometedores, con tanta vitalidad y tanto poder latente dentro… uno un héroe legendario, el otro, un caballero legendario.- **Ral quiso interrumpir al anciano, pero una mirada al rostro arrugado le mostro que debía callar y atender. ** - Veamos… ese niñato Rufus… cree que el poder es lo único que se necesita para convertirse en un guerrero… Y Odin… quizás sea un niño, pero tiene muchas responsabilidades… Lamento la pérdida de Dohko, y de Athena, joven caballero…Debes estar sufriendo mucho, y eso te lleva a realizar actos sin sentido, que ponen en peligro todo por lo que has luchado hasta ahora… Deberías ser más prudente, muchacho. Y tú… ¿Te estás haciendo llamar Assir? Bonito nombre, “Desconocido”. Veo que has hecho caer una bestia de hielo… tu fuerza es casi la suficiente como para merecer esto.- **El anciano acaricio uno de los zafiros en su cinturón. La mirada del joven guerrero fue atraída hacia el zafiro. ** -bueno… Rufus cree que los ha atrapado aquí, pero…-
** El hielo que formaba el salón desapareció de pronto, así como todo el laberinto por el que habían llegado. Ahora, los tres se hallaban sobre un piso de nieve aplastada, con el frio viento soplando en sus oídos suavemente. Detrás del anciano había una puerta en medio de la nada. **
-las preguntas quedaran para más tarde, jóvenes… ahora deben apurarse, el tiempo apremia… joven caballero, ten cuidado, y tienes que ser fuerte. Assir, quizás más cosas dependan de ti a partir de ahora…-
**Un vendaval llego de pronto, y obligo a los jóvenes guerreros a cubrirse el rostro. Cuando ambos volvieron a mirar, estaban solos, rodeados de nieve. Solo la puerta misteriosa delante de ellos.**
Devil- KYOTO
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 1752
Fecha de inscripción : 08/11/2011
Edad : 29
Localización : donde estoy...que es este lugar!
Re: Mision: La morada de la nieve
-Realmente no pensaba que podía haber jóvenes capaces de destruir mi maravillosa creación...Bueno...quizás el destino o los dioses han querido probarme una vez más como en aquella ocasión que estuve a punto de alzarme con la armadura legendaria..ten por seguro que no fallaré otra vez. El mundo quedará congelado y yo me alzaré como su máximo soberano!!, mi inteligencia me ha permitido construir el "Ártico Slash" la máquina más perfecta jamás creada...jajaja.-
Lanzo dados de inicio
Zaraki- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 5918
Fecha de inscripción : 04/11/2012
Edad : 47
Localización : En la Sexta Casa del Zodíaco
Re: Mision: La morada de la nieve
El miembro 'Zaraki' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado de 6 caras' :
Resultados :
'Dado de 6 caras' :
Resultados :
Re: Mision: La morada de la nieve
** La voz de un hombre atrajo la atención de los guerreros. Ral volteo para ver el nuevo desafío que los esperaba en la llanura helada. Un hombre adulto, rozando los cuarenta años, los observaba a unos treinta metros de distancia. Tenía un rostro anguloso y grande, con ojeras bien marcadas y una sonrisa de serpiente. El pelo negro, peinado para atrás, contrastaba con la extrema palidez del paisaje. Una capa blanca envolvía al extraño personaje y camuflaba sus movimientos. Assir sonrió abiertamente, mientras levaba su mano al mango de la espada. **
-Ral, te presento a Rufus… la escoria a la que queríamos patearle el trasero.-
**Rufus, con la sonrisa que solo la victoria inminente puede ofrecer, les dirigió un fugaz discurso sobre un arma, o máquina, en la que parecía haber puesto todas sus apuestas. El cielo quería observar la batalla en la que, quizás, se decidiera el destino del joven caballero, y por eso le pidió a las nubes que se movieran y dejaran de hacer caer su eterna nevisca. Con gran pesar, un viento helado se las llevo lejos, dejando que el atardecer los envolviera. Las sombras de los tres oponentes se alargaron hacia el este, y sus figuras se recortaron contra el horizonte helado. El alquimista de hielo se dejó de juegos y se apresto al combate. Assir le toco el hombro a Ral, para llamar su atención.**
-No es momento de estupideces ni de hombrías… tengo un mal presentimiento de todo esto, luchemos juntos.-
**Ral pensó en las criaturas que habían destruido de Rufus, y en sus soldados… Pero le dio la razón a su compañero con un asentimiento de cabeza. Arrastro su pie derecho hacia atrás, levantando la nieve a su paso, y puso su puño derecho a la altura de la cintura, mientras su mano derecha se elevaba a la altura de su rostro. Su cosmos empezó a arder, mientras su característica aura azul se elevaba. Assir saco su espada, y tomo posición al lado del Pegaso. **
-Arde cosmos… suscita el milagro-
**Assir tomo la palabra en ese momento. **
-Rufus… quizás Odín no te haya encarcelado, dejándote como unica condena tu vergüenza. Pero yo no seré tan benevolente... con el poder que me fue otorgado, y por alta traición, estas arrestado.-
-Ral, te presento a Rufus… la escoria a la que queríamos patearle el trasero.-
**Rufus, con la sonrisa que solo la victoria inminente puede ofrecer, les dirigió un fugaz discurso sobre un arma, o máquina, en la que parecía haber puesto todas sus apuestas. El cielo quería observar la batalla en la que, quizás, se decidiera el destino del joven caballero, y por eso le pidió a las nubes que se movieran y dejaran de hacer caer su eterna nevisca. Con gran pesar, un viento helado se las llevo lejos, dejando que el atardecer los envolviera. Las sombras de los tres oponentes se alargaron hacia el este, y sus figuras se recortaron contra el horizonte helado. El alquimista de hielo se dejó de juegos y se apresto al combate. Assir le toco el hombro a Ral, para llamar su atención.**
-No es momento de estupideces ni de hombrías… tengo un mal presentimiento de todo esto, luchemos juntos.-
**Ral pensó en las criaturas que habían destruido de Rufus, y en sus soldados… Pero le dio la razón a su compañero con un asentimiento de cabeza. Arrastro su pie derecho hacia atrás, levantando la nieve a su paso, y puso su puño derecho a la altura de la cintura, mientras su mano derecha se elevaba a la altura de su rostro. Su cosmos empezó a arder, mientras su característica aura azul se elevaba. Assir saco su espada, y tomo posición al lado del Pegaso. **
-Arde cosmos… suscita el milagro-
**Assir tomo la palabra en ese momento. **
-Rufus… quizás Odín no te haya encarcelado, dejándote como unica condena tu vergüenza. Pero yo no seré tan benevolente... con el poder que me fue otorgado, y por alta traición, estas arrestado.-
Devil- KYOTO
- Sexo :
Signo :
Cantidad de envíos : 1752
Fecha de inscripción : 08/11/2011
Edad : 29
Localización : donde estoy...que es este lugar!
Página 1 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Kanon de geminis vs shion de cabrita morada jajaja
» Kanon de geminis y hyoga del cisne vs hsion de cabrita morada
» HACER MISION
» Solicito una mision
» Mision de Unicornio
» Kanon de geminis y hyoga del cisne vs hsion de cabrita morada
» HACER MISION
» Solicito una mision
» Mision de Unicornio
Página 1 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.