hell vs kals

**Noche profunda al igual que sus fragancias, sueños estremecedores como su persona, una silueta se centra por sobre su inconsciencia dormida, es ahí cuando su papel funda sus primeras pesadillas. Han pasado tan solo cuatro días desde aquel sorpresivo encuentro postergando la sumisión entre rivales, puesto que para la joven Trinity su tarea apenas había si dado sus primeros indicios de progreso, por lo que su mente intranquila perturbaba sus emociones exaltándola cada noche al soñar con el mismo retrato una y otra ves como si de algo inconcluso se tratase.

Un pequeño hombrecillo de aspecto sombrío, que tras una reluciente daga sobre su mano derecha, aparentaba total confianza al dar la espalda mientras recorría su deambular sobre la oscuridad brindando la luz a cada paso que daba, su aura era algo tenue, pero mientras más se alejaba mas se intensificaba, por otro lado aquel rostro era algo familiar para aquella mente perturbada, había algo en ese muchacho que daba suma intriga, algo en su aspecto, quizá su forma de caminar, o tal vez su aura cosmoenergetica, pero sin duda lo más importante… porque sostenía aquella daga en su mano? Esto terminaría por despertar ciertas dudas en aquella joven quien próxima a despertar daría una larga jornada onírica por unos minutos más de medianoche.**

** El cálido cielo ateniense despedía en su contemplar al guerrero de bronce conocido como Kals del dragón. Su insólita salida dejo un enigmático vacio que se disipaba por doquier, casi como si de un acto tonto e imprudente como el de partir sin permiso a tierras lejanas pudiera significar problemas. Por lo pronto, su marchar dirigió rumbo hacia un pueblo llamado Ziorán, ubicado en las afueras del santuario, por donde yacían sus pisadas mientras demarcaba su viaje hasta la realización de su marchitada armadura. Aquel pueblo parecía ser lo único allanablemente útil para tal cometido como lo era el de una aproximada investigación sobre la anomalía que sufría la armadura de bronce, como también el encontrar una cura e inclusive revertir su efecto, puesto que hasta la fecha nunca antes se había presenciado un enigma de este calibre, un enigma que solo una persona podía resolver.

 Su escape no tuvo menor percate en el ambiente, puesto a que muchos de sus camaradas permanecían de entrenamientos de tiempo completo, por lo que dispuso a marcharse sin despedirse o aunque sea dar cuenta de ello, ya que sin siquiera avisar de sus motivaciones, el santuario permanecería desinformado sobre sus acciones. Por otro lado, no sostenía alternativa alguna al ser inconsciente sobre las bajas sufridas a costa de impertinencias, de ser así nadie permitiría que su escape fuese llevado a cabo.

A más tardar de unas pocas horas, en la nomina por su elegante sabiduría y buen margen de éxito en pensamiento y cultura, se halla un importante territorio bajo el nombre de un pueblo que tras su imperiosa labor, ah dejado un fuerte potestad de eminencia por la abrupta calidad de conocimientos que allí convergen. Suficiente argumento como para siquiera intentar averiguar las causas de la tempestad que sufría aquella tan preciada armadura al acudir a sus tierras.**

Desafortunadamente, el viaje se tornaría lo bastante extenso como para poder siquiera arrimarse al hallazgo de posibles respuestas que acallaran las dudas del santo de bronce.  Con ello, el atardecer daría próxima su final al concurrir una jornada calurosa veraniega. Puesto que ya varias horas habían transcurrido desde que aquellas pisadas dieron rumbo al escape del santuario. Para colmo, no sería de sorprender que a más tardar la velocidad del viaje extenuara sus fuerzas para descansar y reponerse, por lo que bien visto, esto sería un largo recorrido.

Por lo pronto, aquel movidoso paisaje cesó sus repentinos reflejos para provocar una turbia imagen de seco, como si de un soplido todo el caos violento desapareciera conservando una imponente  calma silenciosa como la naturaleza misma. De esta forma, a la espera de ánimos para proseguir con su camino, bajo la sombra de un árbol diviso a lo lejos una figura desvanecerse por el frondoso bosque. Al principio solo fue una señal de advertencia, por lo que no era el único deambulando en  aquel sitio, luego, mas tarde, un segundo movimiento por parte de aquella entidad acabo por despertar dudas lo suficientemente desconcertantes como para armarse de valor y dirigirse ante la misma.

Fue por ello que el caballero del dragón había proseguido a continuar con su aventura, comenzando por alcanzar a aquel misterioso sujeto quien escapaba de sus pisadas durante unas pocas horas hasta el ocaso. Pero las sorpresas apenas si comenzaban a eximirse, puesto que una de ellas era la iluminación nocturna que emanaba de aquel sitio en la oscuridad, como si la pureza de aquella zona irradiara esa tenue pero estremecedora iluminación.

Su contemplar era sin duda magnifico, una de las pocas maravillas que la naturaleza ofrece a una buena vista en su contorno opacado por la oscuridad del exterior y avivado por su belleza interna, aunque el misterio recaería en lo segundo al sumar intrigas sobre la fuente de toda esa energía emanada. Por supuesto estas actitudes conllevarían a una respuesta próxima, una respuesta que difícilmente definiría todo en pasos simples, de esta manera, quien posiblemente fuese a ser aquella sombre merodeadora se presento de forma inesperada ante el caballero Kals. Y con una voz tan gruesa y desafinada como si pronto a oxidarse por completo transmitiera sus últimas palabras al joven.