sagitario sapuri vs deep

**La cuenta regresiva se asomaba cada vez más hacia su inminente catástrofe, puesto que la abundante información acerca de la corona celestial estaba siendo celosamente resguardada por la protección de un renegado fugitivo del inframundo y sus fieles servidores. Aquel muchacho había cometido un gravísimo error al ponerse en contra de sus parentescos infernales y más aun estando en sus propias tierras, por otra parte parecía saber lo que hacía, puesto que su convicción lo había llevado a relajarse en las penumbras desoladas del castillo al borde de las aguas en una profunda reflexión acerca de su padre y el embrollo que estallo su casería por todo el continente.

Mientras tanto, el deber de la joven Trinity no sería llevar al desgraciado ante la justicia sino mas bien desmentirlo de sus actos, puesto que nada recaería mejor en ella que la información a obtener sobre los recientes hechos que alarmaron a todo el infierno, demás estaría decir que vivo o muerto aquel espectro traidor pagaría un alto costo por osar perjudicar a su reino mientras este sufría  incontables consecuencias mediante la desaparición del artefacto más sagrado en todo el mundo. Ahora en manos del espectro de la Deep descansa la esperanza de conllevar la difícil búsqueda de tal apreciado objeto, mas la captura de todo posible sospechoso intricado en su desaparición.

Por otra parte, lo que la joven no sabía aun era que el padre del fugitivo también había escapado de su destino puesto que su presencia debía estar azotada en castigos dentro de una de las prisiones mas albergadas del averno, pero claro que esta información tardo más de lo debido en llegar a oídos de inteligencia, por lo que la apresurada Trinity podría llegar a verse en desventaja al desposeer este dato reciente ya que podría conectarse de alguna manera con el traidor de su hijo. Fue por esto que al cabo de unas horas, ardas de demonios organizaban una segunda salida al rastro del primero donde nuestra aventurera espectral iniciaba camino hacia la búsqueda de la verdad.

De momentos, la audaz inteligencia de Trinity se concretaba en un astuto plan para desenmascarar los sucesos allegados a oídos de sus superiores,  por lo que se aventajo a ir sin la ayuda de su reluciente armadura con tal de evitar despertar sospechas sobre quien se creía que sería su siguiente víctima… el fugitivo de sagitario. Pero el factor sorpresa estaba a punto de ponerse en juego, puesto que la joven seria perseguida por sus secuaces demoniacos haciéndose pasar por un alma inocente quien solo había extraviado su rumbo mientras escapaba de su prolongada muerte.**

**La sutileza femenina es sin duda estremecedora, su encanto persuasivo haría caer a cualquier hombre en el mundo… dicho y hecho la joven Trinity había conseguido manipular la situación a su antojo con buen éxito al hacerse pasar por la típica damisela en aprietos mientras el sospechoso fugitivo de manera ingenua daba a luz su presencia.

 Su inquebrantable llanto perpetuaba un ambiente de preocupación para el guerrero sapuriano, puesto que el mismo intentaba retener esas lagrimas y brindar consuelos para así ya secarlas, por otra parte aquella mujer desempeñaba un papel lo bastante creíble como para capturar todo rastro posible de sospechas en su blanco de casería. Por este motivo acompaño al sujeto más buscado por todo en inframundo tras dejar en la perdición a sus caídos espectros mientras marcaba sus huellas con rastros de lagrimas fermentadas con su feromona fragante de las profundidades, inconfundibles para sus secuaces demoniacos quienes no tardarían mucho en llegar a su ubicación.

Luego de unos minutos de discusión, la histeria de la joven muchacha cesó tras ya no aguantar aquel dramático personaje de niña malcriada, aun así, esto no evito que demostrara sus verdaderas intenciones, puesto que pasaría a momentos en los que debería comenzar con su labor filtrando toda aquella información relevante para el inframundo, por lo que tras el camino de regreso hasta la entrada de aquel castillo abandonado, su personalidad altero radicalmente el ambiente intentando así enceguecer todo tipo de lógica en su acompañante Dinho de sagitario.**

Mientras tanto en los cuarteles generales comandados por las entidades supremas vigentes, el pánico decaía cada vez más al saber de la infiltración llevada a cabo hace tan solo unos momentos atrás, de esta manera un numeroso grupo de guerreros infernales se preparaba para la siguiente oleada, esta tendría la fuerte tendencia destructiva y la tarea de aniquilar al traidor sapuriano.

-Escuchais al nuevo dios. Soy Bryan, el Dios de los territorios y próximamente de la oscuridad eterna... Muahahahha. Vosotros seréis mis primeros sirvientes y colaborareis para crear mi propio imperio. Quien se oponga, seráis ejecutado. Uajaajaja.-

**El camino hacia aquel tan mencionado castillo se torno lo bastante incomodo como para marcar un margen de profunda intriga en ambos guerreros, el silencio provocado por aquel frondoso bosque mas aquella espesa neblina borraban toda posible comunicación poniéndolo en todo momento a la defensiva a nuestro ya mencionado santo sapuriano. El mimo solo se limitaba a pensar de manera paranoica en la tragedia ocurrida hace tan solo momentos atrás con la desaparición de su padre mas la cacería que  se avecinaba en su búsqueda. Esos fueron treinta minutos más de quizá el más aburrido e incomodo paseo jamás hecho entre un hombre y una mujer por el desolado sendero que los conduciría hacia la entrada del extravagante escenario donde la aventura apenas daría sus primeros frutos.

Una vez dentro de aquel lúgubre castillo inmersos en el interior de una de las majestuosas habitaciones, de pie frente su rustica vista panorámica, aquel sujeto de nombre Dinho ofreció una copilla de buen vino a la joven con tal de disipar un poco el ambiente de incertidumbre, puesto que ya tenía suficientes problemas como para arruinar sus últimos momentos de tranquilidad. Visto de tan manera, la joven acepto con una expresión algo insatisfecha, puesto que sus preguntas aun aquejaban una respuesta.**

 

**El conteo seguía su ritmo bajando como las arenas de un reloj al efecto de la ambigüedad, puesto que parecía ser que el destino nublaba aun más su sendero imprevisto. Nadie tendría la certeza de lo que podría ocurrir en los próximos momentos, por lo que una jugada bien estudiada debía emplearse a fin de triunfar sobre el éxito dado en las circunstancias abruptas que se daban hasta el presente tiempo.

Aquella muchacha de cuerpo esbelto, tallada a mano por los propios dioses, y entregada a la vida para ser envuelta bajo un velo de muerte y devolvérsela a los reyes del abismo, encontraba su presencia limpiando su cuerpo de las impurezas marcadas por el exterior mientras relajaba su mente en el interior de un jacuzzi esplendido como toda una doncella. Aquellos momentos parecían recobrar significado al haber estado expuesta ante tanta insuficiencia por todo este tiempo, tanto como para pensar en merecer eso y mucho más. Pero esos eran motivos sumamente banales como para permanecer allí más tiempo que el debido, por lo que un ejército de muertos preparaban las armas para el ataque, de esta forma, Trinity sabia que debía retrasar dicha oleada, por lo que necesitaba tiempo para poder conseguir información acerca del robo de aquel tan apreciado artefacto sagrado, pero por toda la conmoción, aquel guerrero sapuriano apenas si pudo decir algunas palabras, por lo que en ese estado no le seria de gran ayuda, de esta manera preparo un sobre escrito con una pluma que conservaba en caso de situaciones como esta para así acudir a su ave mensajera y entregársela al mismísimo Ckloth y retener sus fuerzas por el momento.

 

 Por lo pronto, una figura lo bastante espeluznante como para erizar la piel de la joven postra su imagen ante ella de manera tenue y opacada reflejándose ante uno de los cuadros que allí decoraban el cuarto. Esa misma figura misteriosa reafirmaba su esencia por todo el palacio como un centinela que ronda hasta el último rincón observando a sus allegados recientes. Este mismo parece sostener una serie de pretensiones al proponer con sus palabras una oferta jugosa a la joven Trinity además de mencionar ciertas peculiaridades sobre los hechos que últimamente han agobiado a todo el inframundo.

Inmediatamente una ligera exaltación cubrió su rostro por unos breves instantes por la repentina sorpresa que se había llevado al presenciar aquella visita inesperada dentro de la habitación del baño, por ello mismo tras intentos de calmar su angustia, la joven Trinity tomo una bata del tendedero y se postro ante aquel ente demoniaco en pos de perseguir tan interesante conversación.

Tras luego de aceptar aquella propuesta impetuosa y pretenciosa, aquella joven al observar la suciedad de su ropa tomo un nuevo vestido con el cual se propuso a subir las escalinatas hasta donde pensaba se hallaría el guerrero sapuriano, mientras aquel ente sin presentación alguna disipaba su presencia de toda evidencia posible en su inesperada aparición . al llegar al cuarto principal, aquella joven se dispuso a entablar una conversación con el fin de entretener a su acompañante el tiempo suficiente como para que sus aliados prosiguieran a invadir aquel Castillo donde se apozaban.**

-Sólo debo cumplir con la otra parte del trato y pronto me convertiré en dios... Ya le he traído la corona celestial a mi señor, sólo debo armar el ejército que él mismo me pidió para combatir el Infierno y destronar a Hades. En ese entonces... cuando tenga el ejército reunido con los mejores luchadores del mundo, me convertiré en el Dios de los Territorios. Y podré comandar desde el reino de la oscuridad eterna a los soldados que yo mismo reuní. Todo se lo debo agradecer a mi Dios todopoderoso, quien se encargará de convertirme en un ser divino...

off: aca te mando todo mi poder rolistico lure, me costo un huevo demas asi q no la cagues


** Una siniestra fecha cautivaba la atención pública en diversos sectores del planeta, tal parecía ser que el advenimiento de algo sumamente peculiar rondaba por el asecho, de este modo la humanidad se preparaba para lo que destinaba ser el 21 de diciembre del 2012. Este parecería ser el indicio de un apocalipsis terrenal sobre el cual nada ni nadie sobreviviría según a expensas de cientos de miles de informes, sostenidos por quizá las fuentes más confiables en el mundo.

Por otra parte, hay quienes profetizan futuros hechos desalarmando rotundamente el pánico engendrado en los civiles por la corriente fecha, puesto a que solo parece tratarse de un mero rumor existencial sobre la ignorante masa social que converge en diversas de las grandes ciudades del planeta. Por lo visto, muchos permanecen desatentos a lo que prontamente ocurrirá. Además, los noticiarios explotan con la llegada de la estipulada fecha maldita, diversos canales al aire transmiten los más recientes sucesos que colmarían con el terror y el suspenso allegado hacia las personas que lo vean.

Señales próximas al caos disimulaban un aura previamente demoledora ante el espanto que aproximaba su carga apocalíptica. Durante los próximos minutos, el cielo fue visto en presencia de la abismal y sombría imagen de su ruin destino…Descendiendo de los cielos,  galopantes e inminentes, los cuatro guerreros sagrados a la orden de su cordial y legitimario rey, marchaban hacia la tierra mediante estallidos flameantes emanados de sus monturas como en señal del juicio final como en las leyendas y los mitos que nos agobiaron durante tantos años.

Sus ardientes potestades dirigieron rumbo hasta ubicarse cada uno en próximas regiones del mundo, en donde se encargarían de la llamada escolta a los civiles de su región continental hasta poder reclutar al último soldado capas de batallar por el sensato cometido de su ilustrísima Bryan. De esta forma, asignados por rangos, cada uno de ellos por orden jerárquica, desde el más sabio performance, hasta el más débil eslabón de su cadena, todos ellos retomaban su trabajo al postrarse ante la humanidad brindando el último mensaje que recibirían como ordinarios civiles sin retorno a su ignorancia.

Uno de ellos, asignado como el “D” por consiguiente de su brutal rivalidad hacia sus compatriotas, mas la audacia de su impertinencia sobre la guerra, fue escogido el temerario guerrero “Mark Yousler”, quien prontamente bajó su firmeza de los cielos para dirigirse ante las personas de toda Australia. Su afán por la gloria en batalla lo convertía en un perfecto ejemplo a seguir, por lo que su palabra sostuvo gran valor ante las masas que su presencia vislumbro atentamente.

Tan pronto fueron calladas aquellas sabias palabras, la multitud entumecida por el mensaje contemplado mas su fiel portador divino, enviado desde los cielos hasta la humanidad con el fin de preservar todo rastro de vida, fueron guiados por su ser hasta los confines de un escenario por donde se acentuaba la entrada hasta su próximo destino, con ello, solo al otro lado del umbral, la verdad se sostendría para demarcar su siguiente trayecto.

Así fue como miles de personas, desde obreros hasta soldados, empuñados por armas hasta la supremacía de un nuevo mundo y encaminados por la unión de sus congéneres hasta alcanzar la tan anhelada revolución mundial iniciaron la marcha por la victoria hasta reunirse con el resto de la población guerrera en aquel valle donde de a momentos reinaba el coronado de Bryan. De esta forma, aquellos valientes guerreros postraron sus almas ante el próximo servicio en oposición al mal conllevado en el inframundo.

Mientras tanto, en las profundas penumbras del averno, dentro de aquel tan llamativo y rustico escenario imperial. Directo desde el trono empaquetado por sus pensamientos y ensimismado por sus emociones, aquel intrepido sapuriano descansa placidamente mientras espera respuestas de su hermosa y sensual acompañante.