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Ficha de Arsenio de Minotauro

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Ficha de Arsenio de Minotauro Empty Ficha de Arsenio de Minotauro

Mensaje por Arsenio Lun Oct 28 2013, 18:56

PARÁMETROS FÍSICOS Y SICOLÓGICOS:

Nombre: Arsenio
Edad: 33 años
Sexo: masculino
Nacionalidad: Creta, Grecia
Signo: Piscis
Aspecto Físico: Antes de conseguir la sapuri
Ficha de Arsenio de Minotauro Aioros2
De tez tostada,
Con cabello castaño
Ojos azules 
Mide 175 cm 
Pesa 82 kg. 

Aspecto Físico: Después de conseguir la sapuri
Ficha de Arsenio de Minotauro Pgordon
De tez blanca, casi como si fuese un muerto
Con cabello negro y largo
Cejas de bello prominente
Ojos color miel llenos de maldad 
Mide 188 cm 
Pesa 92 kg. 
Musculoso
Su piel rejuveneció (ronda los 20 años)
Rasgos toscos y amenazantes

Perfil psicológico: Es un tanto agresivo, así lo demuestra siempre que puede y siempre que no esta frente a alguién que merezca respeto con el Dios Hades o los kyotos del Inframundo. Es Energético, pues goza con bastante energía para realizar actos malvados. Es Fuerte, pues el solo es capaz de destruir por completo un pueblo de unos 200 habitantes. Es independiente ya que no necesita de otros para conseguir su cometido, razón que lo hace ser un personaje Solitario. Es Directo al decir lo que quiere e intenta por todos los medios Manipular todo lo que sea necesario a otros para conseguir sus objetivos.

Historia: De niño su abuelo le contaba historias de la Isla de Creta, el linaje de su familia y el origen de la tradición de criar toros. También le contaba que los atenienenses habían traicionado a la familia, pues en la era del mito del Minotauro Teseo debía de casarse con Ariadna para agradecer que esta le ayudara a matar a su medio hermano, el Minotauro. El anciano dijo que tenían antepasados relacionados con esa historia, pues eran "hijos de Minos y el Minotauro". Más bien eran descendientes de Minos, ya que el minotauro tenía una hermanastra, llamada Ariadna, la que tuvo descendencia, y esa era la larga línea ascendente de la familia de Arsenio. En el relato del anciano, se nombra a Dédalo, quien diseña un laberinto para encerrar al minotauro, Androgeo, hermano de Ariadna y medio hermano del minotauro, que murió en manos de los atenienses. Esto provoco la ira de Minos, por lo que le exigió a Atenas un tributo cada 9 años. Este tributo consistía en enviar a Creta hombres y mujeres vírgenes para sacrificarlos en el laberinto donde se encontraba encerrado el minotauro. También aparece en su relato Teseo, hijo de Egeo y de Poseidón, quien destruyera al minotauro. También el abuelo de Arsenio le contó que, Ariadna le ayuda a Teseo a destruir a su medio hermano, el minotauro, la cual se enamoro de Teseo, pero a cambio de su ayuda, Teseo debía casarse con Ariadna, pero ellos no se casaron jamás y por la traición de Teseo Arsenio debía odiar a los atenienses y continuar con la tradición de crianza de toros.
Pasaron los años, y Arsenio continuó con la crianza de toros. También había contraído matrimonio y había tenido 3 hijos. Cierto día, en un sueño, su abuelo fallecido hace años atrás apareció. Venía porque Arsenio había roto la promesa que había hecho años atrás, quien se mostró impresionado de verle en sus sueños. Había Faltado a su palabra Arsenio, y por ello es que su abuelo había venido desde el otro mundo a maldecirlo a él y su familia. Solo tenía la opción de salvar solo a uno de sus hijos, los otros murieron esa noche. El anciano le dijo que El minotauro era la respuesta para salvar a su hijo de tal maldición, por lo que Arsenio debía buscar pistas del camino que debía de seguir para encontrar las respuestas y salvar a su pequeño hijo. Arsenio, entonces, despertó de su sueño sudando, con el aliento entrecortado y su pecho acelerado. Vio que a su lado su mujer yacía muerta. Corrió a la habitación de sus hijos, donde solo el menor se encontraba con vida. La maldición de su abuelo se había cumplido y para no perder a su último hijo debía apresurarse a encontrar respuestas en el minotauro. Arsenio no sabía cómo interpretar eso, solo sabía que debía volver a los orígenes de la leyenda y revivirla, siendo él el protagonista. Tomo a su hijo menor en sus brazos para llevárselo consigo a un lugar donde la maldición de su abuelo no le alcanzaré. Fue entonces que viajo a Atenas en busca de su suegro, para explicarle lo sucedido. El hombre entonces, luego de llorar la muerte de su hija y de sus nietos, tomo en sus brazos al pequeño hijo de Arsenio, para que Arsenio buscase la forma de salvar a su pequeño hijo. Se despidieron, y Arsenio se embarco de regreso a Creta, específicamente al palacio de Cnosos, en cuyas mazmorras podrían encontrarse pruebas o indicios que le ayudaran a Arsenio en la búsqueda de las respuestas que buscaba. Estas mazmorras eran el antiguo laberinto donde se encontró alguna vez el Minotauro.
Arsenio se introdujo cada vez más en las catacumbas del palacio de Cnosos, llevando en sus manos un rollo bien largo de lana, para no perderse en el camino de regreso a la entrada. Pasaron varias horas, donde Arsenio se encontraba solo a oscuras en las catacumbas, perdido entre sus múltiples caminos, hasta que llego a un lugar que creyó era el centro del laberinto. En las paredes encontró unas antorchas que Arsenio intento coger. Al intentar iluminar con ellas las paredes, bajo suyo se abrió un pasadizo subterráneo. Cayó a gran velocidad por una especie de túnel, hasta que tocó el fondo. Era un lugar tétrico y cubierto de sangre.
Arsenio camino por aquél lúgubre lugar, hasta que se encontró frente a una gran puerta de huesos, la cual se encontraba protegida por una extraña energía. De pronto, en la oscuridad del lugar apareció un hombre bastante extraño, el cual le impidió el paso. Era una especie de demonio que custodiaba el ingreso al inframundo, quien comenzó a hablar una serie de cosas que Arsenio no pudo entender. Sin salir de su asombro, no perdió la compostura frente a este extraño ser, puesto que tenía que sobrepasar esas puertas a como diera lugar para rescatar a su hijo de la maldición que su abuelo había lanzado. Arsenio no sabía qué era eso del cosmos, ni cómo funcionaba, pero si sabía que su familia desde tiempos mitológicos se relacionaba con la leyenda del minotauro, pues un descendiente de su media hermana, Ariadna, y su deber es vengar la traición que ella sufrió por parte de Teseo. El demonio entonces le mostró un manuscrito con un pequeño acertijo, si lograba descifrarlo podría entonces entrar en la gracia del Señor Hades. Se quedo pensando largo rato, Hasta que recordó que su abuelo, en uno de sus relato acerca de la historia de su linaje, nombro a un hombre como el constructor del laberinto donde fue encerrado el minotauro. Con el nombre de este personaje en su historia, Arsenio se dispuso a responder el acertijo diciendo que el laberinto de Creta, según la mitología griega, fue diseñado por Dédalo, quien era un ateniense desterrado y el hombre más inteligente de su época en Grecia. Más tarde, Dédalo fue encerrado junto a su hijo, Ícaro, en aquel laberinto. El pequeño demonio quedó conforme con la respuesta y le señalo que cerca de la Primera Prisión seguramente encontraría al encargado de entrenarle.
Arsenio cruzo los portales de hueso que defendía el demonio. Sus ojos quedaron maravillados con lo que veían, era el inframundo en todo su esplendor. Adentrándose más y más en el mundo de los muertos, con la esperanza de poder salvar a su hijo de la muerte caminaba sumergido en sus pensamientos, observando la belleza del inframundo, cuando llegó al borde de un río. Era el río Aqueronte, el cual solo podía ser cruzado en una barca. Arsenio se quedó parado un momento al borde del río, hasta que de pronto apareció una barca, con un hombre bastante extraño en su interior. Su nombre era Caronte de Aqueronte, quien accedió a cruzar a Arsenio al otro lado del río a cambio de unas cuantas monedas.
Ya al otro lado del río, Arsenio continuo su viaje, hasta llegar a las puertas de la primera prisión, conocida como el tribunal de los muertos "la residencia del juicio". Arsenio se quedo parado al interior del lugar, donde se quedo esperando un momento a que alguien apareciera, tal y como el demonio le había dicho en la entrada al Meikai, cuando de pronto apareció el Juez Balrog frente a sus ojos. El juez le dijo a Arsenio que a partir desde ese momento olvidaría su vida pasada, pues su cuerpo había sido destinado para ser un Espectro de Hades, por lo que Arsenio perdería toda la memoria para salvaguardar los objetivos del Dios del Inframundo, olvidando así a su familia, sus hijos, y la maldición que su abuelo había dejado caer.
Lune de Balrog había notado que en el aura de Arsenio comenzaba a aparecer la maldad. Aunque, para él no era suficiente para ser un Espectro, puesto que para ello se necesita realmente ser maléfico en un 100%. Todo guerrero debe saber atacar, por lo que le pidió que le mostrase su fuerza física para ver si su poder es el necesario para formar parte del reino de Hades. Pudo ver que Arsenio atacaba de forma interesante, le explicó que otro factor muy importante era el tema de la defensa y que un Espectro sabe defenderse muy bien y es uno de los principales pilares que ofrece, que ganarle a un Espectro no es algo que ocurra fácilmente, por lo que le lanzó un ataque ara que Arsenio se defendiese de él, si es que había entendido la explicación. Una vez Arsenio terminó el entrenamiento básico con Lune de Balrog, esté le dijo que estaba bien y que había sabido pasar todos los retos sin inconvenientes, aunque aún faltaba que generase ese odio que llevan los Espectros. Ese odio tenía que ser aún mayor, por lo que debía elevarlo hasta los puntos límites. Además Arsenio debía sacarse todo sentimiento posible, inclusive el amor que sentía por su familia y su hijo preso de la maldición de su abuelo, para que el único objetivo que tuviese fuera el de la lealtad pura al señor del inframundo, Hades. Una vez que Lune de Balrog terminó la parte más básica del entrenamiento revisó en su pergamino, para ver dónde debía dirigirse Arsenio. De pronto dio un grito desconcertante - ¡Imposible! ¿Tu destino es este? jamás pensé que tengas el honor de... de... - Arsenio no entendió nada de lo que se refería el juez de la primera prisión, mientras Lune se puso en pie y salió rápidamente de la habitación. Arsenio nuevamente quedó a solas, en espera de que alguien apareciera y le guiase a su nuevo desafío.
Alto ahí, se escuchó en lo lejano de aquél lugar. Arsenio se detuvo al instante, mientras desde las sombras apareció un hombre de cabello largo, blanco y cubierto por una surplice . No tienes ni el 10% de odio necesario para portar un Surplice, dijo el hombre mientras examinaba a Arsenio. El hombre de apariencia imponente dijo ser uno de los Jueces Infernales perteneciente a la constelación del Grifo y sería él quién se encargaría de que el siniestro cosmos de Arsenio se hiciera realidad para que pudiera ser uno de los 108 Espectros del Señor del Inframundo. Una vez dicho esto, Aquél hombre de pelo blanco se dirigió a Arsenio y le dijo que debía concentrarse para elevar sus energías. Arsenio intento concentrar sus energías, para elevar sus fuerzas de combate
Una vez que Arsenio realizó una secuencia de golpes se quedó inmóvil un momento, pues el entrenamiento con Minos de Grifo era cansador, por lo que se quedó descansando un momento a un costado para recuperar el aliento. Minos de Grifo no dejó que Arsenio descansará mucho, pues debía esforzarse las armaduras son inteligentes a la hora de seleccionar a su portador, por lo que si ven debilidad, no sólo rechazan al aspirante, sino que lo matan. Minos le pidió a Arsenio que le mostrará por lo menos la suerte que se necesita en los combates. Una vez que Minos corroboró la suerte de Arsenio, este le pidió que demostrará su lealtad al señor del Inframundo, Hades, por lo que le entregó los cánones sagrados que rigen el reino de los muertos para que los estudiase y los entendiese, finalizando con que si surgía alguna duda la consultase para que a través de duras explicaciones llenas e infundidas de odio y rencor las aclarase. Arsenio comenzó a estudiar dichos documentos que Minos le había entregado y cuando finalizó se dirigió donde él para decirle "ya he finalizado Señor Minos, las ordenes del Señor Hades serán mi fuerza y mi motivo de lucha de hoy en adelante
Minos de Grifo pidió al joven Arsenio que sacará el verdadero odio que había dentro de su corazón y lo expulsará en su mayor plenitud, cosa que para Arsenio fue bastante complicado, pues en su vida había tenido el amor de su mujer y sus hijos, pero al recordar el motivo que le llevó a las puertas del inframundo, comenzó a aflorar un aura oscura dentro de él. Comenzó a gritar por todo el salón hasta que comenzó a salir su verdadero ser. Su odio de pequeño por los atenienses y el odio que sintió hacía su abuelo cuando dejó caer la maldición sobre su familia comenzó a explotar y a salir con grandes explosiones oscuras de energía. Incluso a su propio hijo que aún vivía lo odiaba también por tener sangre de una mujer ateniense. Su aspecto físico comenzó a cambiar, sus cabellos castaños comenzaron a tornarse de un color oscuro (negro) y comenzó a crecer y a caer por sus hombros, sus cejas comenzaron a tener un bello prominente, sus ojos azules comenzaron a tomar un color como la miel, que infundían maldad, su tono bronceado de piel comenzó a aclararse tomando casi el color de un muerto, su estatura comenzó a aumentar hasta llegar a los 1.88 metros. Y su masa muscular también comenzó a aumentar, su cuerpo era musculoso y fornido llegando a pesar 92 kg de puro musculo. También rejuveneció un par de años, demostrando en apariencia que su edad rondaba los 20 años. Sus rasgos se habían vuelto un tanto toscos, pero increíblemente se veía amenazante, ya no era el mismo Arsenio de antes, era como si fuera otra persona. Minos había sentido la maldad de Arsenio y le dijo que la maldad que poseía era digna para una persona que había odiado toda su vida de forma oculta, pues todos poseen un cierto grado de maldad, mas no pueden reflejarla ni mucho menos sentirla con toda su potencia. Arsenio sentía que ahora el mundo podía estar a sus pies junto al Señor del inframundo, Hades
Arsenio comenzó a acumular el odio en su interior y a transformarlo en energías para poder continuar con el entrenamiento que Minos de Grifo le imponía. Continuó aumentando y concentrando su odio hacía los atenienenses, su abuelo y su familia hasta llegar a un punto en que su cuerpo ya no pudo contener tanto odio, por lo que se estancó en su aumento. Se podía ver que algo de odio comenzaba a emanar desde lo más profundo interior de Arsenio. La energía empezaba a tornarse de color oscura y su cosmos se contagiaba de eso. Ahora venía la mejor parte de todo el entrenamiento, según Minos, pues iba a examinar la resistencia de Arsenio. Según Minos de Grifo, Arsenio era un guerrero frágil pero que todo Espectro tiene la capacidad de tener la vida eterna. Esto es un beneficio el Dios Hades les había concedido a todos sus espectros y que jamás ellos morirían. Pero Arsenio, al no portar una Surplice no lo tenía. Minos se preparó para atacar, al punto de exterminar al aprendiz de espectro, así Arsenio no le quedaría otra alternativa que aprender de una vez la forma de revivir... Había quedado tan choqueado que no pudo defenderse del ataque de Minos, cayendo sin sentidos a tierra. Luego de un momento recobró sus sentidos y se pudo levantar como si no hubiese ocurrido nada. El ataque de Minos había sido tan poderoso, que Arsenio apenas pudo soportarlo en primera instancia, pero gracias al poder otorgado por el Señor del Inframundo, El Dios Hades, pudo recobrar sus fuerzas y levantarse para continuar el entrenamiento.
Minos había dicho desde el comienzo del entrenamiento, que Arsenio debería fortalecer ese odio que estaba dentro de él. La mejor forma, según Minos, es acumular tanto odio para transformarlo en un grandioso ataque que seguramente le daría la victoria. Arsenio se dispuso a realizar un ataque rápidamente, acumulando el odio de su interior, para demostrarle a Minos que su odio podría ser tan poderoso como el de cualquier otro espectro. Una vez finalizado el entrenamiento, Arsenio se pudo vestir con el ropaje espectral de minotauro, pues la surplice le había aceptado como portador después de un duro trabajo entrenado con Minos. Ya sin sentimientos por nada ni nadie, frío totalmente hacía la vida de los seres humanos y de todo ser viviente de la tierra se preparó para actuar en nombre del Señor Hades.

Sucesos posteriores: Abandono del Inframundo

Los combates librados en el nombre del Dios del Inframundo y las constantes derrotas a manos de caballeros del Santuario hicieron que Arsenio se alejará del reino de los muertos. Necesitaba tiempo a solas para meditar si sus objetivos y su desempeño como Espectro eran aún dignos de portar la sapuri del Minotauro.
Antes de irse lejos de la protección del señor Hades, un Juez le detuvó para integorrarle, pues tenía sospechas de que Arsenio no era tan fiel a las ideas que el Dios de la muerte profesaba, llegando a creer que posiblemente el griego era un espía del Reino rival. Arsenio contesto a todas las preguntas que el Juez podría haber tenido, aunque sintió que ninguna le dajaron totalmente conforme. Luego de eso se marchó sin rumbo conocido, dejando la sapuri en el templo del Minotauro.
Pasaron varios días en que Arsenio se encontró vagando sin agua ni comida, pues no los necesitaba, ya que aún era el propietario legitimo de la sapuri abandonada y por ende era uno de los espectro de Hades. A lo lejos, entre las áridas llanuras pudo ver un pequeño poblado, aunque pensó que era un espejismo. Se acercó con cautela, pues no quería que nadie le viera y así poder movilizarse desde la oscuridad. Escondido detrás de las paredes y entre barriles pudó hacercarse a una hostal muy concurrida, pues muchos visitantes del pueblo iban a descansar a ese lugar. Arsenio necesitaba recordar por completo cuales eran sus principales objetivos para convertirse en espectro y como fue posible que él obtuviera su sapuri. Sin esas dos cosas no tenía razón de ser el que regresará al Inframundo y vistiera nuevamente la sapuri del Minotauro. Aún recordaba que tan frío se había vuelto, pero algo le hacía titubear para destruir tan lejana localidad, quizás la falta de protección de su sapuri o la falta de convencimiento para lograr algo así, aunque poco importaba.
Entonces recordó que en su entrenamiento el Juez que le había enseñado todo lo que sabía del mundo de los caballeros le pidió al joven Arsenio que sacará el verdadero odio que había dentro de su corazón y lo expulsará en su mayor plenitud, recordando así el motivo que le llevó a las puertas del Inframundo. Por breves momentos comenzó a aflorar un aura oscura dentro de él como en aquella oportunidad, comenzando a gritar por todo el lugar hasta que comenzó a salir su verdadero ser. Su odio de pequeño por los atenienses y el odio que sintió hacía su abuelo cuando dejó caer la maldición sobre su familia comenzó a explotar y a salir con grandes explosiones oscuras de energía. Las paredes del Hostal comenzaron a romperse y la tierra comenzó a temblar. La gente comenzó a correr aterrorizada, pues no entendían como era posible tal intensidad en el sismo. Poco a poco el aspecto físico de Arsenio comenzó a cambiar, volviendo a ser como cuando consiguió la sapuri. Sus cabellos castaños comenzaron a tornarse de un color oscuro (negro) y comenzó a crecer y a caer por sus hombros, sus cejas comenzaron a tener un bello prominente, sus ojos azules comenzaron a tomar un color como la miel, que infundían maldad, su tono bronceado de piel comenzó a aclararse tomando casi el color de un muerto, su estatura comenzó a aumentar hasta llegar a los 1.88 metros. Y su masa muscular también comenzó a aumentar, su cuerpo era musculoso y fornido llegando a pesar 92 kg de puro musculo. 
También rejuveneció un par de años, demostrando en apariencia que su edad rondaba los 20 años. Sus rasgos se habían vuelto un tanto toscos, pero increíblemente se veía amenazante, ya no era el mismo Arsenio que había abandonado el Inframundo, era como si fuera otra persona, tal como cuando recibió la tan preciada sapuri de Minotauro. 
Arsenio sentía que ahora el mundo podía estar a sus pies y ya no sentía ese titubeo de antes. Comenzó a lanzar energía a todas partes, causando gran caos y conmoción en el pueblo. Luego de un par de minutos todo ardía en llamas, los cuerpos de las personas yacían entre los escombros totalmente mutilados o calcinados. Este significaba el regreso de quién fuera el portador de la Sapuri de Minotauro.
Ya con su apariencia como antes, las fuerzas nuevamente a tope y su corazón lleno de odio y maldad, se propusó regresar al Inframundo para vestir nuevamente la surplice que anteriormente le había otorgado tal privilegio.
Hacía mucho tiempo que Arsenio había dejado el Inframundo y a su regreso el Juez de Grifo le esperaba. Con enfado por las dudas que, el ahora rejuvenecido “espectro”, tenía en su cabeza. Esto provoco que el Juez sintiera que la fidelidad de Arsenio no estuviese clara, razón por la cual le encomendó la tarea de dirigirse al Cocytos y adentrarse en la cueva de la Verdad. En aquél lugar debía de encontrar un ánfora rellena de un líquido oscuro que le haría viajar a lo más profundo, oscuro y tenebroso de sus sentimientos. Semejante tarea buscaría que Arsenio demostrará estar a la altura de una surplice como la del Minotauro.
Arsenio sin tiempo para descansar o para tomar un nuevo aire, alisto sus pertenencias y con la cabeza en alto se dirigió con rumbo a lo más profundo del Inframundo. Como se encontraba apenas en la entrada del reino debería de recorrer el vasto imperio del señor Hades, pasando por el Río Aqueronte. Como ya no portaba su surplice debía de pagarle el tributo al barquero, quien lo pasaría al otro lado. Tomo dos monedas de oro de sus bolsillos y una vez cruzo a la otra orilla se las entrego.
Al llegar a otro lado del río, Arsenio camino un largo momento, hasta llegar a la 1° prisión. Este lugar era conocido como el Tribunal de los Muertos, pero como el ex espectro no se encontraba muerto no se encontraría en los registros del encargado de juzgarle. Para su sorpresa, el hombre de cabello largo y blanco había dado con el nombre del futuro espectro de Minotauro. En el libro aparecía claramente el nombre de él, dejando expuestos los pecados cometidos por Arsenio. El encargado de la 1° prisión entonces abrió un portal bajo los pies del rejuvenecido griego, para enviarlo directamente a la prisión que le correspondía por sus pecados, pero Arsenio se sujeto del borde del portal, para no caer presa del designio infernal. El renovado guerrero, que hasta ahora no se encontraba protegido por armadura ni surplice alguna entonces comenzó a elevar su cosmos, para poder escapar del portal y hacerle frente al encargado de juzgarlo. En un acto de furia y valentía, Arsenio ataco con todo su poder, pero el ataque fue repelido por el sujeto, quién sin darle chances a recuperarse a desprotegido griego le ataco a traición por la espalda.
El ataque causo graves quemaduras en la espalda de Arsenio, pero eso no sería problema, pues estaba dispuesto a todo por llegar al Cocytos y demostrar que la surplice de Minotauro debía de ser suya. Se lanzó nuevamente en ataque, pero el sujeto que estaba a cargo de la 1° prisión abrió un nuevo portal, esta vez frente a sí mismo. Arsenio cruzó el portal, pues la inercia no le permitió detener su golpe antes de caer en el abismo. El lugar al que fue conducido era aquél donde se encontraban los Santos Congelados, el Cocytos.
Una vez allí, Arsenio recordó su objetivo, aunque el haber sido llevado hasta ese lugar por el encargado de la 1° prisión debía de tener algún significado. El lugar estaba completamente congelado y era donde se castigaba a los mayores pecadores que conspiraban contra los Dioses. Arsenio sabía muy bien quienes eran castigados en ese lugar, razón por la cual no entendía el motivo para llevarle hasta allí, pues en su vida como espectro no había conspirado contra ningún Dios, excepto la Diosa Athena.
Más tarde recordó el motivo que le llevo a convertirse en espectro en primera instancia. La maldición que su abuelo había lanzado en contra de él y de su familia, solo por el hecho de haber contraído matrimonio con una mujer Atheniense. Ese era el verdadero motivo que le había hecho un conspirador, pues desde tiempos inmemoriales el linaje de Arsenio había luchado contra la Diosa de la Sabiduría y todo lo que representaba.
Con la situación más clara, Arsenio comenzó a desplazarse en busca de la Cueva de la Verdad. Jamás había estado en el Cocytos y por lo tanto no tenía idea la ubicación exacta de la cueva, por lo que tuvo que andar mucho camino bajo las fuertes tormentas heladas del lugar. Cada vez era más y más fuerte la fuerte oleada de frío, tanto así que poco a poco la nieve comenzó a cubrir el cuerpo del mortal, hasta que este término cayendo en el campo de hielo. La misión había fracasado, pues no había sido capaz de encontrar la cueva de la verdad y su vida terminaría en el Cocytos sin que pudiera hacer nada. El fuerte viento congelado se hacía más y más espeso, hasta que Arsenio termino totalmente cubierto entre la nieve, hasta que una voz en su interior le hizo encender su cosmos de maldad.
Una fuerte explosión hizo saltar el hielo por todos lados, dejando escapar de la prisión congelada al rejuvenecido Arsenio. Con su cosmos hirviendo comenzó a recorrer el Cocytos por todos los lugares que no había explorado aún, hasta que por fin se encontró frente a la Cueva de la Verdad. El lugar era oscuro y sombrío, pero extrañamente cálido. El frío se había pasado en el cuerpo de Arsenio, por lo que su cosmos lo disminuyo para pasar inadvertido ante una posible amenaza. Camino y camino por un largo túnel, hasta que se encontró en un lugar que no tenía más salida que por donde había entrado, pero ni rastros de la ánfora que Falkon de Grifo le había pedido.
Arsenio entonces comenzó a palpar con sus manos las rocas, debía de encontrar un lugar que condujera a otro salón o que tuviera alguna muesca intentar romper con su puño, pero nada. Todo era roca solida. El Griego entonces miro hacia el cielo de la cueva, y pudo ver un cielo estrellado, quizás aquél lugar conducía hacía el mundo exterior, en el reino de los vivos. Arsenio se tomo de las rocas que sobresalían y comenzó a escalar para llegar a la cima, por donde se lograba ver aquél estrellado cielo. Luego de mucho esfuerzo y de gran sacrificio por subir, pudo darse cuenta que la cueva tenía otro orificio en la parte alta, por lo que se adentro por él. El lugar era algo estrecho e incomodo, pero como pudo se arrastro hasta que pudo salir a otra habitación. El suelo era todo de cristal, por lo que un paso en falso lo haría caer en el abismo. Camino cuidadosamente por el costado apoyándose en la pared de rocas, hasta que en un momento una de ellas se adentro e hizo click. El suelo comenzó a abrirse y de lo profundo un pedestal emergía. Esa era la verdadera cueva de la verdad, la que contenía en lo alto del pedestal la ánfora que Arsenio anda buscando.
Con asombro, el postulante a espectro observaba, mientras el suelo comenzó a cerrarse nuevamente rodeando al pedestal que contenía la ánfora.  
Con mucho cuidado se dirigió hasta llegar al lado del pedestal, para luego tomar el recipiente que contenía el líquido oscuro. Tomo el recipiente entre sus manos y bebió parte del contenido. Una vez hecho esto, Arsenio comenzó a sentir un fuerte dolor en su pecho y como el cosmos de maldad se salía de su interior. El poder era incontrolable, tanto así que termino por dejar inconsciente al aspirante a espectro.
Entre visiones pudo recordar que era descendiente de Minos y que desde tiempos de la mitología su destino era luchar en contra de Athena y de sus valores, por la traición que Teseo había cometido contra Ariadna debía de odiar a los atenienses y continuar con la tradición familiar de criar toros. Recordó también que en un sueño, su abuelo fallecido hace años atrás se le había aparecidio en sus sueños, el que había regresado de la muerte porque Arsenio había roto la promesa que había hecho años atrás. Había Faltado a su palabra Arsenio, y por ello es que su abuelo había venido desde el otro mundo a maldecirlo a él y su familia. Arsenio, entonces, despertó de su sueño sudando, con el aliento entrecortado y su pecho acelerado. Vio que a su lado su mujer yacía muerta. Corrió a la habitación de sus hijos, donde solo el menor se encontraba con vida. La maldición de su abuelo se había cumplido y para no perder a su último hijo debía apresurarse a encontrar respuestas en el minotauro.
Arsenio entonces comenzó a recordar el momento en que se dirigió al palacio de Cnosos, que en sus catacumbas eran el antiguo laberinto donde se encontró alguna vez el Minotauro. Recordó cómo se introdujo llevando en sus manos un rollo bien largo de lana, para no perderse en el camino de regreso a la entrada y que luego de varias horas solo y a oscuras en las catacumbas, perdido entre sus múltiples caminos llego a un lugar que creyó era el centro del laberinto. En las paredes encontró unas antorchas que Arsenio intento coger. Al intentar iluminar con ellas las paredes, bajo suyo se abrió un pasadizo subterráneo. Cayó a gran velocidad por una especie de túnel, hasta que tocó el fondo. Era un lugar tétrico y cubierto de sangre. Al despertar de su letargo y de sus recuerdos, Arsenio sintió en su pecho el verdadero odio que había dentro de su corazón y lo expulso en su mayor plenitud, cosa que para Arsenio fue bastante complicado después de tanto tiempo siendo un humano común y corriente, pero al recordar el motivo que le llevó a las puertas del inframundo, comenzó a aflorar un aura oscura dentro de él.
Comenzó a gritar por todo el salón hasta que comenzó a salir su verdadero ser. Su odio de pequeño por los atenienses y el odio que sintió hacía su abuelo cuando dejó caer la maldición sobre su familia comenzó a explotar y a salir con grandes explosiones oscuras de energía. Su aspecto físico nuevamente comenzó a cambiar, sus cabellos cada vez más tenían un color más oscuro, al punto de convertirse en cabellos negros como el ebano, el que comenzó a crecer y a caer por sus hombros, sus cejas comenzaron a tener un bello prominente, sus ojos azules comenzaron a tomar un color como la miel, que infundían maldad, su tono bronceado de piel comenzó a aclararse tomando casi el color de un muerto, su estatura comenzó a aumentar hasta llegar a los 1.88 metros. Y su masa muscular también comenzó a aumentar, su cuerpo era musculoso y fornido llegando a pesar 92 kg de puro musculo.
También rejuveneció un par de años más, demostrando en apariencia que su edad rondaba los 20 años. Sus rasgos se habían vuelto un tanto toscos, pero increíblemente se veía amenazante, ya no era el mismo Arsenio de antes, era como si fuera otra persona.
La maldad que poseía era digna para una persona que había odiado toda su vida de forma oculta, pues todos poseen un cierto grado de maldad, mas no pueden reflejarla ni mucho menos sentirla con toda su potencia. Arsenio sentía que ahora el mundo podía estar a sus pies junto al Señor del inframundo, Hades Arsenio comenzó a acumular el odio en su interior y a transformarlo en energías para poder retornar con Falkon de Grifo.
Una vez que Arsenio pudo recobrar el conocimiento y su cuerpo acumulo tanto odio y energía maligna, el aspirante a espectro se dirigió al lugar protegido por Falkon de Grifo, para demostrarle que había conseguido la ánfora y que sus recuerdos malvados habían aflorado nuevamente en su ser**

**Había pasado ya bastante tiempo desde que el Juez de Grifo encomendó a Arsenio su tarea para volver a ganarse la confianza del Inframundo, tanto, que solo era un simple recuerdo en la lejanía del pasado. 
Todo recobraba sentido cuando un poder abrumador le sorprendió en la entrada de su templo. Se trataba de un triunfante Arsenio, totalmente cambiado y mejorado, con el ánfora en su poder. Falkon sonrió, pues era justo lo que buscaba, la verdadera prueba de valor para servir a Hades de nuevo.**
Luego de una breve charla, Arsenio se retiro al templo del Minotauro para que Falkon pudiera informar de inmediato a los superiores lo acontecido.
**Falkon se retiró a emitir el informe que capacitaba a Arsenio a seguir formando parte de las filas del ejército de Hades. En el futuro tendría un mayor seguimiento por parte del Juez Falkon, se lo había ganado con creces.**



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Mensaje por Milo Lun Oct 28 2013, 19:03

Ficha aceptada.
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