Entrenamiento básico para el caballero de León Menor

OFF: Espero haberlo hecho bien esta vez  LahVahn,ladrones, mamá de LahVahn.

**LahVahn se encontraba perplejo, Nachi tenía razón, era demasiada información en tan poco tiempo, pero no pensaba retroceder, estaba decidido en encontrar el campamento para comenzar con su entrenamiento, esperó un poco y notó que Nachi seguramente ya se había ido, no lo había escuchado desde hace 10 minutos y su tiempo ya había comenzado a correr, [¿cómo se supone que voy a salir de este domo?], el joven estaba angustiado pero ahora tenía más confianza, estaba seguro de que lo lograría porque la armadura ya lo había elegido, ya no había marcha atrás ni margen de error, se mantuvo pensativo por unos momentos y se le ocurrió una idea, retrocedió hasta el punto donde más podía por un extremo del domo y después suspiró, tomó impulso y corrió hacía el otro extremo lanzando todo su peso y golpeándolo, lamentablemente no lo logró, [esto es demasiado duro, necesitaré más que eso para romperlo], el joven esta vez comprendió algo importante, el punto más débil estaba en la parte superior, justo donde se unían las garras que formaron el domo, esta vez no retrocedió si no que se paró sobre el centro, saltó lo más alto que pudo pero no alcanzaba llegar a la parte superior, estaba desesperado, sin embargo después de 30 minutos de intentos fallidos se arrodilló en el suelo y comenzó a cavar, después de todo era tierra, logró juntar un montón de tierra y la colocó en el centro, al fin se subió en el montón y comenzó a saltar golpeando la parte superior con toda su fuerza, estaba muy cansado y ya había pasado otra media hora, cerró los ojos y dio el golpe más fuerte que pudo, el domo se rompió de la parte superior, él saltó sujetándose de la parte rota y logro salir.

El chico estaba demasiado cansado, casi no podía respirar debido a todo el esfuerzo que había realizado al romper el domo, pero luego de darse un descanso se levantó, y se dirigió de nuevo a su casa, esta vez el viento había desaparecido y el sol era más fuerte que antes, por lo que ya no le era tan difícil andar por el camino, entró a la ciudad y se dirigió a su casa, pero de inmediato recordó que debía llevar la leña, afortunadamente estaba cerca de los pinos que había ido a buscar desde el principio, así que solo tomo unos cuantos pedazos, los amontonó, y los cargó hasta su casa esta vez sin ningún problema, al llegar los dejó en el patio de la casa y abrió la puerta.

-¡Mamá!-, al escuchar la voz de su hijo, su madre que se encontraba en la cocina, corrió a verlo pues se encontraba muy preocupada.

-¿¡dónde has estado!?- , dijo la madre algo molesta pero a la vez aliviada.

-Fui por la leña como me habías ordenado, pero al llegar me caí, y tuve un sueño raro sobre un león, el punto es que, lo que he esperado al fin ha llegado, tengo que ir con un hombre llamado Nachi, debo buscarlo en un campamento para que me entrene, ¡y convertirme en un caballero de Athena!-

-¿de qué hablas?, ¡no entiendo nada!- El chico había dicho todo de forma tan rápida, que la madre estaba muy confundida.

-No puedo quedarme a hablar mamá, ¡solo tengo 12 horas!, pero estaré bien, no te preocupes, espero volver pronto.- El chico tomó un vaso de agua, dejó el abrigo, y le dio un abrazo a su madre.

-Cuídate.-, le dijo su madre, le dio un beso y el muchacho partió.  

-¿Y ahora qué?-, Dijo el joven, no sabía dónde estaba el campamento, intentó buscar a alguien para preguntarle pero tampoco había gente cerca, pensaba que no lo lograría cuando le pareció ver una luz extraña, había sido como un pequeño destello de luz que se había parado delante de él, luego la luz se movió y desapareció a lo lejos del bosque, -¡ese es el camino!-, estaba seguro que una vez más, había sido guiado hasta el lugar, comenzó a correr desesperado, sabía que todavía tenía tiempo pero desconocía que tan lejos se encontraba del campamento, ni siquiera se tomó un momento para contemplar lo que pasaba, solo veía árboles y más árboles y no encontraba el fin del bosque, al fin llegó a un peñasco demasiado alto, sabía que tenía que subir pero estaba muy cansado, no lo dudó y comenzó a sostenerse de las rocas, él tenía lo que algunos conocen como miedo a las alturas pero para LahVahn era miedo a caer, y no miedo a la altura en sí, pero no se detuvo, solo siguió escalando sin ninguna duda, una de las rocas en las que apoyó su pie se rompió y él casi cae, pero logró sostenerse de una raíz de árbol salida, que lo ayudó a reincorporarse y colocarse correctamente sobre las rocas, estaba demasiado sudado y cansado pero él quería seguir, no pensaba rendirse habiendo llegado tan lejos, al fin logró sujetarse con ambos brazos de la parte superior y subir.

-Espero haber llegado ya, necesito descansar-, dijo casi sin poder respirar, miró y a lo lejos estaba una cascada de proporciones enormes, el chico quedó sorprendido pero sabía que tenía que llegar a aquel lugar, tal vez el campamento estaría pasando la cascada, se recostó sobre el pasto y miró el cielo preguntándose sobre el entrenamiento que tendría, el viento comenzó a soplar lo cual era muy agradable para él, los pájaros cantaban y los árboles aún tenían hojas, parecía que la muerte no había llegado en este lugar, la atmosfera estaba llena de paz y tranquilidad, [bien, he descansado lo suficiente], ya recuperado, el joven se levantó del pasto y comenzó a caminar hacia la cascada.

-¡Oye tú!, ¿A dónde crees que vas?- Dijo un hombre de cabello negro y una apariencia nauseabunda, -será mejor que cooperes, danos lo que traes y te dejaremos vivir-, justó detrás de él aparecieron otros 4 hombres con la misma apariencia, además, parecían personas flojas, pues estaban gordos y parecían agotarse hasta con hablar.

LahVahn al verlos no pudo evitar reírse, -no pretenderán robarme, ni siquiera me alcanzarían, además no traigo nada-, los hombres solo refunfuñaron, el hombre que había hablado sacó una especie de daga, parecía de oro y tenía la figura de un águila por la parte de la empuñadura, por la parte afilada, era curva, como en forma de espiral, los otros 4 hombres que estaban detrás sacaron unas dagas también, solo que estas no tenían ninguna figura, ni nada particular, eran dagas comunes.

-¡Si no tienes que darnos te arrebataremos la vida!-, los ladrones estaban muy molestos y el joven dio un paso atrás, comenzó a angustiarse, pero de inmediato recapacitó.

-He llegado demasiado lejos para arrepentirme, ¡no permitiré que le roben a nadie más!-, el muchacho lleno de valentía comenzó a correr directo hacia sus enemigos,  los ladrones no esperaban dicha respuesta, pero también corrieron hacia él furiosos y listos para atacar.

[No puedo atacarlos de frente], pensó el chico, entonces desvió su ruta en forma circular, llegando hasta el extremo que formaban los ladrones por la parte derecha, el que estaba más cerca intentó clavarle la daga en el estómago, pero él con un salto hacia atrás esquivó el golpe, luego se volvió a acercar y el hombre intento lo mismo, como Lahvahn ya sabía que haría se movió hacia la derecha y golpeó al ladrón con la mano derecha en la mandíbula tirándolo al suelo.

-¡Te vas a arrepentir mocoso!-, gritó uno de los ladrones que de inmediato se colocó delante del ladrón recién caído, éste guardó la daga y corrió hacia el muchacho, intentó darle con el puño derecho en la cara, pero el joven logró esquivarlo moviendo la cabeza hacia atrás, de inmediato el joven golpeó con un rodillazo el estómago del ladrón, dejándolo sin aire, lo cual ocasionó que cayera al suelo, arrodillándose y tomándose el estómago mientras con la mano izquierda se apoyaba en el suelo.

-¡Son unos inútiles!-, gritó el jefe de la banda a la vez que sacaba una pistola, LahVahn se asustó, pero fue sorprendido, al ver que el ladrón le disparaba a los dos miembros recién golpeados de la banda, -¡pero qué has hecho!-, gritaron los otros dos ladrones, mientras los heridos comenzaban a desfallecer, de inmediato ambos ladrones ahora en contra del jefe, intentaron arrebatarle la pistola, pero no tuvieron éxito, ambos fueron heridos en el forcejeo, uno en el pecho y otro en el estómago, el muchacho sabía que era su oportunidad, sin dejar recuperar al jefe de la banda corrió y se lanzó contra él, tacleándolo, para su suerte la pistola cayó sobre el peñasco, pero él, distrayéndose con la caída del arma, apenas y logró ver que ya era atacado por el jefe con su daga, apenas y logró esquivar el golpe pero no sin salir herido, fue cortado ligeramente del brazo izquierdo, el jefe de inmediato corrió para asesinarlo saltando sobre la cabeza del joven, estaba dispuesto a clavarle la daga en la cara, afortunadamente el caballero logró agacharse a tiempo y con una patada en el brazo, logró que el ladrón tirara la daga, los dos comenzaron a golpearse, el ladrón era muy fuerte a pesar de su apariencia, parecía ser movido por el odio, luego de varios golpes recibidos por ambos miembros, el joven corrió hacia la daga que estaba cerca de un árbol, al mirar esto el ladrón, corrió tras él para luego lanzársele, desafortunadamente para el hombre necio, LahVahn ya tenía la daga en las manos y logró clavársela en el corazón, debido a que el ladrón se abalanzó, la daga lo perforó por completo, ocasionándole la muerte en cuestión de minutos.

-No imaginé esto-, dijo el joven completamente herido y sangrando del brazo por la herida de la daga, además tenía sangre en la boca y la nariz por los golpes que había recibido, junto con algunos moretones en el cuerpo, solo le quedaba una hora, así que quitándose al ladrón de encima ,con el paso lento y completamente cansado se dirigió a la cascada, [supongo que el campamento está arriba, no tengo tiempo de llegar], dijo asustado y desanimado, LahVahn miró la cascada la cual tenía rocas en las orillas en las que se podría apoyar, aunque las rocas estaban muy mojadas y era muy probable que resbalara, [no tengo otra opción, voy a tener que subir], el chico comenzó a escalar pero era muy difícil subir, cayó una y otra vez al suelo sin siquiera llegar a una altura mayor de 2 metros, completamente frustrado decidió meterse al agua y solamente se mantuvo flotando, [no lo logré], estaba muy triste, su oportunidad se había esfumado, solo le quedaba media hora y ya era imposible subir, entonces miró y allí estaba de nuevo el destello de luz, esta vez alumbraba sobre la cascada, Lahvahn nadó rápido a donde apuntó el destello, [aquí no hay nada], observó detenidamente pero no había nada más que las rocas de la cascada, se acercó y comenzó a golpearlas desesperado, siguió golpeando y sus puños comenzaron a sangrar, pero sentía que esa área estaba hueca, así que sospechaba que allí había algo importante, siguió golpeando y sangrando hasta que logró hacer un agujero, no se veía nada, estaba completamente oscuro pero Lahvahn entró, gateando avanzó por el lugar y sin darse cuenta cayó en un agujero, al parecer era demasiado alto pues parecía que nunca dejaría de caer, se golpeó muchas veces contra las rocas pues había rocas más salidas que otras, al fin tocó el suelo y llegó a un lugar extraño, parecía ser el campamento, el joven estaba raspado y sangrando, muy confundido avanzó, le quedaban 5 minutos, el campamento era un lugar enorme, había mucha comida sobre fogatas y muchas casas de campaña, además de muchas personas, había árboles y muchas flores, pero no vió a Nachi por lo que comenzó a preguntar por él, todos lo veían con intriga y no sabían si responderle o no, pero uno de los jóvenes que se encontraba en el lugar lo ayudó después de todo no podía hacerles nada con todas esas lesiones, lo invitó a sentarse y dijo que él le diría a Nachi de su presencia que por favor lo siguiera, el guerrero se fue y LahVahn se quedó sentado, completamente cansado, tomó un suspiro y luego lo siguió, hasta que llegaron a otra parte del campamento, en este lugar había menos gente y Nachi estaba sentado cerca de una fogata, los dos jóvenes se acercaron a la fogata y el guerrero que ayudó a LahVahn se fue.

-¡Al fin!-, dijo el muchacho muy cansado y se sentó cerca del fuego.**