Alex vs Gian
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Re: Alex vs Gian
dadinho
Gian- DORADO
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Re: Alex vs Gian
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Vamos dadito no falles
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Re: Alex vs Gian
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Re: Alex vs Gian
Turno de rol:
**Habían pasa días, quizás semanas desde que el dios Abel se había visto en medio de un combate. quizás la razón es que no consideraba a ningun mortal digno de una batalla épica, tal vez su último combate lo había dejado malherido y estaba recuperándose aun; podría ser que había decidido entrenar duramente y aumentar su poder, tampoco se podía descartar que haya decidido vivir en paz y se haya alejado de los humanos y los dioses; cual fuera la razón el dios no daba rastros de existencia.**
**El dios se encontraba en lo más profundo d ela colina de la dignidad, donde se ubicaba su santuario, en ese lugar donde los rayos del sol eran más intensos que en ningun otor lugar del planeta, abajo de un árbol se encontraba el dios sentado sobre el césped que cubría el suelo de sus jardines, apoyando su cuerpo en el árbol el dios leía plácidamente un libro.**
**El libro trataba de objetos misteriosos que recibían una fuerza mistica de la constelación zodiacal vigente al momento de su fabricación, cuenta la leyenda que fue hecho uno por constelación, athena encargó tales objetos y se los obsequió a sus fieles caballeros dorados en la era del mito, el vellocino dorado, era el objeto que le había regalado al caballero de aries, pasando la hoja le llamó la atención el siguiente objeto. El espejo dorado era el objeto que se le había regalado al santo dorado de tauro.**
**Habían pasa días, quizás semanas desde que el dios Abel se había visto en medio de un combate. quizás la razón es que no consideraba a ningun mortal digno de una batalla épica, tal vez su último combate lo había dejado malherido y estaba recuperándose aun; podría ser que había decidido entrenar duramente y aumentar su poder, tampoco se podía descartar que haya decidido vivir en paz y se haya alejado de los humanos y los dioses; cual fuera la razón el dios no daba rastros de existencia.**
**El dios se encontraba en lo más profundo d ela colina de la dignidad, donde se ubicaba su santuario, en ese lugar donde los rayos del sol eran más intensos que en ningun otor lugar del planeta, abajo de un árbol se encontraba el dios sentado sobre el césped que cubría el suelo de sus jardines, apoyando su cuerpo en el árbol el dios leía plácidamente un libro.**
**El libro trataba de objetos misteriosos que recibían una fuerza mistica de la constelación zodiacal vigente al momento de su fabricación, cuenta la leyenda que fue hecho uno por constelación, athena encargó tales objetos y se los obsequió a sus fieles caballeros dorados en la era del mito, el vellocino dorado, era el objeto que le había regalado al caballero de aries, pasando la hoja le llamó la atención el siguiente objeto. El espejo dorado era el objeto que se le había regalado al santo dorado de tauro.**
**Se decía que este espejo permitía ver todos los hechos que habían sucedido en el pasado, aunque su poder solo se activaba si recibía la energía de un dios. Con un objeto así Abel podría saber todo lo sucedido en el pasado y de esa forma conocer el paradero de sus antiguos guerreros de la corona los cuales habían desaparecido luego de su breve ausencia.**
**Fue hací como el dios se dirigió a donde debía ser el único lugar que podría estar tal objeto, el segundo templo del santuario de Athena, la casa de Tauro. El dios elevando su cosmos poco a poco se aproximaba al lugar, donde seguro un viejo conocido lo estaría esperando.**
**Fue hací como el dios se dirigió a donde debía ser el único lugar que podría estar tal objeto, el segundo templo del santuario de Athena, la casa de Tauro. El dios elevando su cosmos poco a poco se aproximaba al lugar, donde seguro un viejo conocido lo estaría esperando.**
Gian- DORADO
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Re: Alex vs Gian
Turno de Rol:
** Amanecía en el santuario, el sol daba sus primeros vestígios en una de las ventanas de aquella pequeña habitación, el canto de las aves se escuchaba en un gran sauce a un costado del templo del toro dorado, Alexander lentamente abrió los ojos; un ligero rayo de sol alumbraba las piernas del santo dorado quien se fue incorporando lentamente de la cama, se dirigió a una pequeña mesa al fondo de la pequeña habitación en la que descansaba dentro de su templo, tomo un vaso de agua fría y se dirigío a lavarse el rostro después de esto, un ritual que llevaba a cabo todos los días sin falta.
El caballero dorado salió de sus aposentos a morar una vez más en su templo, el cual llevaba ya mucho tiempo desolado, caminó hasta un gran asiento de onix, en la parte superior del asiento se alcanzaba a divisar la cabeza de un gran toro el cual miraba a todo el que entraba a este imponente templo, los costados de la silla de onix unas pequeñas hendiduras en forma de puños apuntaban a la entrada también. El caballero dorado se sentó unos instantes en aquel lugar meditabundo, la noche anterior había sido dura para Alexander ya que le había costado conciliar el sueño, una sensación de peligro le atormentaba, y recorría todo su cuerpo un escalofrío endemoniado. Era evidente que algo maligno se aproximaba, pero el caballero de Tauro no podía decir de que se trataba a ciencia cierta, mientras se encontraba en aquel frío asiento, alexander recordó un regalo muy especial que habían recibido sus ancestros, los guardianes de la casa de Tauro resguardaban "El Espejo Dorado", alexander tenía mas de un año que no veía dicho instrumento, una gran curiosidad por esto comenzó a llenar la mente del toro dorado, quien poniendose de pie salio por la parte trasera del templo.
La luz del sol golpeó el ropaje dorado del caballero dorado, algunas marcas de combates pasados fueron visibles ante los rayos del imponente astro rey, Alexander había tenido en el pasado múltiples combates y estos habían dañado gravemente su ropaje dorado, el caballero dorado cerró los ojos un poco debido a la gran luz enviada por el sol de la mañana, dio vuelta al este y tomo un pequeño sendero el cual subía por una gran montaña, a unos cuantos kilometros se levantaba un gran monte, el santo dorado de Tauro caminó por el sendero en dirección al monte Licaveto, el monte en donde sus antepasados había guardado y protegido "El Espejo Dorado", el caballero tomo camino en el frondoso bosque perdiendose entre los árboles y dejando atras su templo.**
** Amanecía en el santuario, el sol daba sus primeros vestígios en una de las ventanas de aquella pequeña habitación, el canto de las aves se escuchaba en un gran sauce a un costado del templo del toro dorado, Alexander lentamente abrió los ojos; un ligero rayo de sol alumbraba las piernas del santo dorado quien se fue incorporando lentamente de la cama, se dirigió a una pequeña mesa al fondo de la pequeña habitación en la que descansaba dentro de su templo, tomo un vaso de agua fría y se dirigío a lavarse el rostro después de esto, un ritual que llevaba a cabo todos los días sin falta.
El caballero dorado salió de sus aposentos a morar una vez más en su templo, el cual llevaba ya mucho tiempo desolado, caminó hasta un gran asiento de onix, en la parte superior del asiento se alcanzaba a divisar la cabeza de un gran toro el cual miraba a todo el que entraba a este imponente templo, los costados de la silla de onix unas pequeñas hendiduras en forma de puños apuntaban a la entrada también. El caballero dorado se sentó unos instantes en aquel lugar meditabundo, la noche anterior había sido dura para Alexander ya que le había costado conciliar el sueño, una sensación de peligro le atormentaba, y recorría todo su cuerpo un escalofrío endemoniado. Era evidente que algo maligno se aproximaba, pero el caballero de Tauro no podía decir de que se trataba a ciencia cierta, mientras se encontraba en aquel frío asiento, alexander recordó un regalo muy especial que habían recibido sus ancestros, los guardianes de la casa de Tauro resguardaban "El Espejo Dorado", alexander tenía mas de un año que no veía dicho instrumento, una gran curiosidad por esto comenzó a llenar la mente del toro dorado, quien poniendose de pie salio por la parte trasera del templo.
La luz del sol golpeó el ropaje dorado del caballero dorado, algunas marcas de combates pasados fueron visibles ante los rayos del imponente astro rey, Alexander había tenido en el pasado múltiples combates y estos habían dañado gravemente su ropaje dorado, el caballero dorado cerró los ojos un poco debido a la gran luz enviada por el sol de la mañana, dio vuelta al este y tomo un pequeño sendero el cual subía por una gran montaña, a unos cuantos kilometros se levantaba un gran monte, el santo dorado de Tauro caminó por el sendero en dirección al monte Licaveto, el monte en donde sus antepasados había guardado y protegido "El Espejo Dorado", el caballero tomo camino en el frondoso bosque perdiendose entre los árboles y dejando atras su templo.**
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Re: Alex vs Gian
Turno de rol:
**El sol irradiaba el santuario, pese a que la estación de primavera recien iniciaba, aquel día parecía uno de los más calurosos que suelen darse en verano. Quizás sea por capricho de la naturaleza, o tal vez la presencia del dios sol había hecho que el sol mandará mayor calor a aquel lugar; cual sea la razón el día se veía muy caluroso haciendo que los guardianes del santuario se sintieran fatigados y no realizen sus guardias tan eficientemente como lo solían hacer.**
**El dios sol aprovechándose de tal ventaja se adentró en el territorio de su hermana, con una capa que lo cubría completamente avanzaba de incógnito logrando burlas las ineficientes guardias que habían en el santuario, donde los aprendices se preocupaban más por refugiarse bajo la sombra; que por vigilar el santuario.**
**Finalmente se encontraba a menos de 300 metros de la primera casa, el templo de aries podía divisarse, sabiendo que en estos momentos no había persona que portase tal armadura y pasado el primer templo solo los santos dorados y el patriarca tienen permitido el acceso, podría llegar al templo del toro dorado sin menores incovenientes.**
???: -- Alto ahí ¡¡¡ --
**Un grito hizo que el dios, el cual protegía su identidad bajo la capa se detuviera, aunque eran muy pequeños, el dios podia percibir que tres cosmos estaban atras de él, sin duda serían 3 guardias del santuario; al parecer su intento de infiltrarse había fracasado, aunque ésto no alteraría para nada sus planes.**
Guardia: --Da media vuelta y revela tu identidad, has cometido un grave error al venir a este lugar. Forastero identifícate para saber que nombre pondremos a tu tumba.--
**Girándo, Abel se quita la capa y revela su identidad, haciendo que su cosmos hable por él, un manto verde cubre el cuerpo del dios y para los guardias es como si estuvieran en medio de un desierto, están deshidratándose perdiendo de esa forma energía debido al excesivo calor producido por el cosmos del dios sol; al mismo tiempo no pueden moverse, pues se ven paralizados ante tal presencia, arrepintiéndose en el alma por haberse puesto en el camino del dios.**
--Te has atrevido a amenazarme, creo que no necesito presentarme, no se preocupen pues su deber es proteger a athena y no es precisamente a quien estoy buscando en este momento, ahora seguiré con mi camino pues hay alguien a quien debo ver y esta en uno de los templos.--
**El dios les dio la espalda y comenzó a adentrarse a la primera casa del santuario, los tres guardias cayeron sofocados, solo la precensia dle cosmos de Abel los había neutralizado, sin embargo algo lo tenía inquieto.**
[Ahora que mi presencia ha sido delatada, presiento el cosmos hostil de todos los santos que estan en el santuario, sin embargo el cosmos de Alexander...no puedo percibirlo dentro del templo de tauro, bueno lo sabre cuando llegue a su templo.]
**el dios una vez que se adentró en el templo de aries, su silueta se fue perdiendo dentro de la oscuridad que había dentro de este, sin duda su destino era la siguiente casa, pero estaría Alexander en ese lugar, al no sentir su cosmos la duda se incrementaba con cada paso que abel daba, y aun si estaba él ahí, tendría en sus manos tal espejo del que se dice permite que los dioses puedan ver cualquier hecho del pasado, sus dudas pronto serían aclaradas.**
**El sol irradiaba el santuario, pese a que la estación de primavera recien iniciaba, aquel día parecía uno de los más calurosos que suelen darse en verano. Quizás sea por capricho de la naturaleza, o tal vez la presencia del dios sol había hecho que el sol mandará mayor calor a aquel lugar; cual sea la razón el día se veía muy caluroso haciendo que los guardianes del santuario se sintieran fatigados y no realizen sus guardias tan eficientemente como lo solían hacer.**
**El dios sol aprovechándose de tal ventaja se adentró en el territorio de su hermana, con una capa que lo cubría completamente avanzaba de incógnito logrando burlas las ineficientes guardias que habían en el santuario, donde los aprendices se preocupaban más por refugiarse bajo la sombra; que por vigilar el santuario.**
**Finalmente se encontraba a menos de 300 metros de la primera casa, el templo de aries podía divisarse, sabiendo que en estos momentos no había persona que portase tal armadura y pasado el primer templo solo los santos dorados y el patriarca tienen permitido el acceso, podría llegar al templo del toro dorado sin menores incovenientes.**
???: -- Alto ahí ¡¡¡ --
**Un grito hizo que el dios, el cual protegía su identidad bajo la capa se detuviera, aunque eran muy pequeños, el dios podia percibir que tres cosmos estaban atras de él, sin duda serían 3 guardias del santuario; al parecer su intento de infiltrarse había fracasado, aunque ésto no alteraría para nada sus planes.**
Guardia: --Da media vuelta y revela tu identidad, has cometido un grave error al venir a este lugar. Forastero identifícate para saber que nombre pondremos a tu tumba.--
**Girándo, Abel se quita la capa y revela su identidad, haciendo que su cosmos hable por él, un manto verde cubre el cuerpo del dios y para los guardias es como si estuvieran en medio de un desierto, están deshidratándose perdiendo de esa forma energía debido al excesivo calor producido por el cosmos del dios sol; al mismo tiempo no pueden moverse, pues se ven paralizados ante tal presencia, arrepintiéndose en el alma por haberse puesto en el camino del dios.**
--Te has atrevido a amenazarme, creo que no necesito presentarme, no se preocupen pues su deber es proteger a athena y no es precisamente a quien estoy buscando en este momento, ahora seguiré con mi camino pues hay alguien a quien debo ver y esta en uno de los templos.--
**El dios les dio la espalda y comenzó a adentrarse a la primera casa del santuario, los tres guardias cayeron sofocados, solo la precensia dle cosmos de Abel los había neutralizado, sin embargo algo lo tenía inquieto.**
[Ahora que mi presencia ha sido delatada, presiento el cosmos hostil de todos los santos que estan en el santuario, sin embargo el cosmos de Alexander...no puedo percibirlo dentro del templo de tauro, bueno lo sabre cuando llegue a su templo.]
**el dios una vez que se adentró en el templo de aries, su silueta se fue perdiendo dentro de la oscuridad que había dentro de este, sin duda su destino era la siguiente casa, pero estaría Alexander en ese lugar, al no sentir su cosmos la duda se incrementaba con cada paso que abel daba, y aun si estaba él ahí, tendría en sus manos tal espejo del que se dice permite que los dioses puedan ver cualquier hecho del pasado, sus dudas pronto serían aclaradas.**
Gian- DORADO
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Re: Alex vs Gian
Turno de narración:
** Alexander llegó hasta la cima del monte Licaveto, caminó por el vásto campo verde que se encontraba en la cima, levantó la mirada mientras en su rostro algunas gotas de sudor bajaban lentamente, caminó unos cuantos metros y llego hasta un durazno el cual daba una gran sombra, el camino hasta la cima del monte había sido extenuante, por lo que el caballero dorado tomo asiento debajo del gran árbol y se recargo sobre el tronco del mismo, rl grsn follaje del árbol cubría en gran manera los potentes rayos del son, y hacían que el mismo se viera en un tono violaceo bastante interesante, Alexander encontró un pequeño durazno tirado en aquel lugar, lo tomó y dió un fuerte mordisco al mismo, los jugos de aquel fruto refrescaron bastante al santo dorado quien continuó meditabundo en aquel lugar, el gran calor que se sentía no le parecía algo normal.
El caballero de Tauro se puso de pie lentamente, y comenzó a caminar por una pequeña vereda, al costado de la misma un pqueño río pasaba, el agua calma de aquel lugar era uno de los principales lugares de meditación de Alexander cuando se encontraba en lo alto del monte, el caballero dorado que nuevamente se encontraba sudando, llevó su Pandora Box bajo un sauce, y metío sus pies en el agua cristalina de aquel río, caminando por el mismo hasta llegar a una gran piedra en el centro del mismo, Alexander se colocó en dicha piedra y tomando psotura comenzó a meditar un rato dejando que el chapoteo de los peces en aquell lugar levantaran una pequeña brisa, la cual refrescaba al caballero dorado.
Mientras meditaba en aquel lugar pudo sentir varios movimientos de pequeños cosmos en el Santuario, nada que le llamase la atención de momento ya que suponía que se trataba de los aprendices a caballero, quienes se encontraban tratando de dominar la energía vital en su interior, pero pocos segundos después un cosmos de gran mágnitud se sintío por todo el lugar, el caballero dorado de Tauro reconoció inmediatamente dicho cosmos y la piel se le erizó en ese preciso instante.**
Alexander: [Este cosmos... Así que Abel ha decidido reaparecer, maldición debo apresurarme y volver al Santuario lo antes posible...]
** Alexander se puso de pie y camino rápidamente hasta donde su Panmdora Box se encontraba, sí Abel había llegado al Santuario era responsabilidad del Toro Dorado detenerlo, antes de que pudiera avanzar libremente por las doce casas del zodiaco.**
** Alexander llegó hasta la cima del monte Licaveto, caminó por el vásto campo verde que se encontraba en la cima, levantó la mirada mientras en su rostro algunas gotas de sudor bajaban lentamente, caminó unos cuantos metros y llego hasta un durazno el cual daba una gran sombra, el camino hasta la cima del monte había sido extenuante, por lo que el caballero dorado tomo asiento debajo del gran árbol y se recargo sobre el tronco del mismo, rl grsn follaje del árbol cubría en gran manera los potentes rayos del son, y hacían que el mismo se viera en un tono violaceo bastante interesante, Alexander encontró un pequeño durazno tirado en aquel lugar, lo tomó y dió un fuerte mordisco al mismo, los jugos de aquel fruto refrescaron bastante al santo dorado quien continuó meditabundo en aquel lugar, el gran calor que se sentía no le parecía algo normal.
El caballero de Tauro se puso de pie lentamente, y comenzó a caminar por una pequeña vereda, al costado de la misma un pqueño río pasaba, el agua calma de aquel lugar era uno de los principales lugares de meditación de Alexander cuando se encontraba en lo alto del monte, el caballero dorado que nuevamente se encontraba sudando, llevó su Pandora Box bajo un sauce, y metío sus pies en el agua cristalina de aquel río, caminando por el mismo hasta llegar a una gran piedra en el centro del mismo, Alexander se colocó en dicha piedra y tomando psotura comenzó a meditar un rato dejando que el chapoteo de los peces en aquell lugar levantaran una pequeña brisa, la cual refrescaba al caballero dorado.
Mientras meditaba en aquel lugar pudo sentir varios movimientos de pequeños cosmos en el Santuario, nada que le llamase la atención de momento ya que suponía que se trataba de los aprendices a caballero, quienes se encontraban tratando de dominar la energía vital en su interior, pero pocos segundos después un cosmos de gran mágnitud se sintío por todo el lugar, el caballero dorado de Tauro reconoció inmediatamente dicho cosmos y la piel se le erizó en ese preciso instante.**
Alexander: [Este cosmos... Así que Abel ha decidido reaparecer, maldición debo apresurarme y volver al Santuario lo antes posible...]
** Alexander se puso de pie y camino rápidamente hasta donde su Panmdora Box se encontraba, sí Abel había llegado al Santuario era responsabilidad del Toro Dorado detenerlo, antes de que pudiera avanzar libremente por las doce casas del zodiaco.**
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Re: Alex vs Gian
Turno de rol:
**Saliendo de la casa de aries finalmente un cosmos familiar hacía acto de presencia. Parecía que el santo de tauro se había percatado de la presencia del dios y volvía para proteger su templo. Esto era la oportunidad que el dios esperaba, un santo dorado s epuede mover a la velocidad de la luz, pero un dios puede superar ese límite; Alexander estaría en cuestion de segundos en su templo, pero era el tiempo necesario que necesitaba abel para registrar su templo y hallar el espejo que buscaba.**
**Superando la velocidad de la luz el dios sol recorrió cada rincón del templo, pero no pudo obtener resultado alguno. Finalmente llegó a la conclusión de que el objeto o estaba oculto en un compartimiento secreto del templo o simplemente se encontraba en otro lugar. Cual fuera la verdad lo sabría muy pronto pues la presencia del santo dorado cada vez se sentía mar cerca, por lo que decidió esperarlo.**
**dentro del templo había unos restos, posiblemente producidos por una pelea o entrenamiento que haya tenido el caballero dorado y aún no había sido recontruido. El dios aprovechó este lugar y se sentó para esperar a que el santo dorado hiciera acto de presencia**
**El lugar estaba oscuro y este ambiente no le gustaba al dios pues no permitía que los rayos del sol irradiaran su cuerpo y siendo el dios del astro rey le parecía una ofensa de parte del templo de tauro que no se le permita recibir la energía y luz que éste le propiciaba desde la era del mito. Usando su cosmos destrozó parte del techo del templo permitiendo que los rayos solares entraran iluminando el interior de la casa de tauro y de esta forma hacer que el ambiente le sea más de su agrado, ahora si el dios se sento en una piedras rectangulares, usandolas de asiento se dispuso a esperar, llevó su manoa la espalda y sacó su instrumento musical, lo dejó a su costado y apoyándose en la pared en ruinas decidió simplemente esperar**
**Saliendo de la casa de aries finalmente un cosmos familiar hacía acto de presencia. Parecía que el santo de tauro se había percatado de la presencia del dios y volvía para proteger su templo. Esto era la oportunidad que el dios esperaba, un santo dorado s epuede mover a la velocidad de la luz, pero un dios puede superar ese límite; Alexander estaría en cuestion de segundos en su templo, pero era el tiempo necesario que necesitaba abel para registrar su templo y hallar el espejo que buscaba.**
**Superando la velocidad de la luz el dios sol recorrió cada rincón del templo, pero no pudo obtener resultado alguno. Finalmente llegó a la conclusión de que el objeto o estaba oculto en un compartimiento secreto del templo o simplemente se encontraba en otro lugar. Cual fuera la verdad lo sabría muy pronto pues la presencia del santo dorado cada vez se sentía mar cerca, por lo que decidió esperarlo.**
**dentro del templo había unos restos, posiblemente producidos por una pelea o entrenamiento que haya tenido el caballero dorado y aún no había sido recontruido. El dios aprovechó este lugar y se sentó para esperar a que el santo dorado hiciera acto de presencia**
**El lugar estaba oscuro y este ambiente no le gustaba al dios pues no permitía que los rayos del sol irradiaran su cuerpo y siendo el dios del astro rey le parecía una ofensa de parte del templo de tauro que no se le permita recibir la energía y luz que éste le propiciaba desde la era del mito. Usando su cosmos destrozó parte del techo del templo permitiendo que los rayos solares entraran iluminando el interior de la casa de tauro y de esta forma hacer que el ambiente le sea más de su agrado, ahora si el dios se sento en una piedras rectangulares, usandolas de asiento se dispuso a esperar, llevó su manoa la espalda y sacó su instrumento musical, lo dejó a su costado y apoyándose en la pared en ruinas decidió simplemente esperar**
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Re: Alex vs Gian
Turno Narrativo:
** El toro dorado corrió a toda velocidad por el bosque, el camino dificultoso para cualquier ser humano común fue recorrido en cuestion de segundos por el caballero dorado, quien mantenía en mente sólo una cosa, detener la amenaza del dios desterrado del Sol, aunque varias dudas comenzaron a rondar en el interior del caballero dorado, ya que había pasado algún tiempo desde que Abel se había hecho presente en el Santuario. ¿Qué era lo que el dios del sol buscaba? ¿Porqué había decidido dejar de moverse una vez habiendo llegado al templo de Tauro?
Todas estas cosas no le generaban sentido alguno a Alexander, quien antes de llegar a la entrada de su templo vío una gran ráfaga energética salir despedida por el techo de su templo, Abel había realizado un gran hueco en el techo de la segunda casa del zodiaco.
El santo dorado comenzó a caminar despacio por el umbral de la puerta, si quería conocer los verdaderos motivos de la presencia de Abel en su templo tendría que preguntarselos directamente al dios desterrado del sol. Una vez más la imagen del espejo dorado llego a la mente de Alexander.**
** El toro dorado corrió a toda velocidad por el bosque, el camino dificultoso para cualquier ser humano común fue recorrido en cuestion de segundos por el caballero dorado, quien mantenía en mente sólo una cosa, detener la amenaza del dios desterrado del Sol, aunque varias dudas comenzaron a rondar en el interior del caballero dorado, ya que había pasado algún tiempo desde que Abel se había hecho presente en el Santuario. ¿Qué era lo que el dios del sol buscaba? ¿Porqué había decidido dejar de moverse una vez habiendo llegado al templo de Tauro?
Todas estas cosas no le generaban sentido alguno a Alexander, quien antes de llegar a la entrada de su templo vío una gran ráfaga energética salir despedida por el techo de su templo, Abel había realizado un gran hueco en el techo de la segunda casa del zodiaco.
El santo dorado comenzó a caminar despacio por el umbral de la puerta, si quería conocer los verdaderos motivos de la presencia de Abel en su templo tendría que preguntarselos directamente al dios desterrado del sol. Una vez más la imagen del espejo dorado llego a la mente de Alexander.**
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Re: Alex vs Gian
Turno de rol:
**El momento se acercaba, era cuestión de segundos para que el santo dorado entrara asu templo y solo dos caminos habrían, o bien el dios conseguía la información sobre el objeto que buscaba, razón suficiente para que se retirara del santuario de su hermana; o un duelo se iniciaría en la segunda casa del zodiaco, donde por la fuerza Abel trataría de lograr su objetivo.**
**Los pasos del santo dorado ya se escuchaban, podían oirse el sonido del metal de su armadura tras cada escalón que daba, el sonido cada vez era más fuerte, Abel tomó su lyra y cerrando los ojos comenzó a tocar con su arma, tomando justo una pausa en los lapsos de tiempo en que el santo dorado daba una pisada, de esa forma pudo percibir cuando éste ya estaba en el umbral del templo que custodiaba y de esa forma abrió los ojos en el momento preciso.**
**La visión era notoriamente mejor tras el hueco en el techo que su cosmos había generado, una silueta se veía en la entrada del templo, sinduda el momento al fin había llegado**
--Adelante Alexander, despues de todo esta es tu casa.--
*El dios cerró los ojos y siguió tocando mientras su cosmos sin tomar una posición hostil se iba incrementando. Para no distorsionar el sonido de su melodía uso su poder mental como medio de comunicación hacía el santo dorado.**
[He venido a tu templo por una simple razón, hay un objeto que los portadores de tu armadura poseen desde la era del mito, me refiero al espejo dorado, las razón por la que lo quiero, no es un asunto de mortales por lo que no es necesario que la conozcas. Ten la amabilidad de entregarme ese objeto o decirme donde esta escondido y gustosamente abandonaré este lugar de forma pacífica.]
**El momento se acercaba, era cuestión de segundos para que el santo dorado entrara asu templo y solo dos caminos habrían, o bien el dios conseguía la información sobre el objeto que buscaba, razón suficiente para que se retirara del santuario de su hermana; o un duelo se iniciaría en la segunda casa del zodiaco, donde por la fuerza Abel trataría de lograr su objetivo.**
**Los pasos del santo dorado ya se escuchaban, podían oirse el sonido del metal de su armadura tras cada escalón que daba, el sonido cada vez era más fuerte, Abel tomó su lyra y cerrando los ojos comenzó a tocar con su arma, tomando justo una pausa en los lapsos de tiempo en que el santo dorado daba una pisada, de esa forma pudo percibir cuando éste ya estaba en el umbral del templo que custodiaba y de esa forma abrió los ojos en el momento preciso.**
**La visión era notoriamente mejor tras el hueco en el techo que su cosmos había generado, una silueta se veía en la entrada del templo, sinduda el momento al fin había llegado**
--Adelante Alexander, despues de todo esta es tu casa.--
*El dios cerró los ojos y siguió tocando mientras su cosmos sin tomar una posición hostil se iba incrementando. Para no distorsionar el sonido de su melodía uso su poder mental como medio de comunicación hacía el santo dorado.**
[He venido a tu templo por una simple razón, hay un objeto que los portadores de tu armadura poseen desde la era del mito, me refiero al espejo dorado, las razón por la que lo quiero, no es un asunto de mortales por lo que no es necesario que la conozcas. Ten la amabilidad de entregarme ese objeto o decirme donde esta escondido y gustosamente abandonaré este lugar de forma pacífica.]
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