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LA CAÍDA DEL LEÓN. PARTE UNO 3091mae
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LA CAÍDA DEL LEÓN. PARTE UNO

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LA CAÍDA DEL LEÓN. PARTE UNO Empty LA CAÍDA DEL LEÓN. PARTE UNO

Mensaje por Terakey Lun Feb 04 2013, 15:55

PARTE UNO.

Tipo: Coherente
Personajes: Aramos de León Menor (Terakey) Scylla (Terakey)
Lugar: Cabo Sounion

Ahora es todo frío, oscuridad y silencio. Sobre todo silencio. No sé cuánto tiempo ha pasado, no me importa y tampoco creo que venga al caso. Lo único que importa es que estoy aquí desde que desperté y vi los barrotes. –Aramos observó aquellos guardias incólumes que hacían cualquier intento de escape imposible y que habían frustrado cualquier tentativa. Barrotes de una aleación tan dura que ni siquiera mi más poderoso ataque no ha hecho mella en todo este tiempo… Pero eso tampoco importa. Lo único importante aquí es la injusticia en la que me encuentro… ¡Athena! ¡Athena, te maldigo! ¡Reniego de ti por esta muerte tantas veces aplazada! ¡Juro que si sobrevivo desearás haberme permitido morir cuando pudiste hacerlo!

No tendría que haber bajado aquí, eso lo reconozco, y admito que fue un error. O tal vez no, pues quien está suficientemente capacitado como para no pensar que fue el destino, aquella mano negra que guía la vida de hombres y dioses, quien dispuso mi participación en los eventos que desembocaron en… esto.

¿Eres uno de los nuevos? No recuerdo haberte visto con anterioridad… aunque lo más probable es que tampoco recuerde si lo he hecho… jajajajja. Esa es uno de los beneficios de estar loco, sabes… todo cambia constantemente… como la marea, que sube y baja, sube y baja, sube y baja, sube y baja… Oh, sí, sube y baja. Ven, mira. Aramos se aproximó a una de las esquinas de la caverna con ojos que brillaban de la ansiedad. Luego, dibujó con una raíz que arranco de la piedra, una línea en la arena. Ves como sube y baja, mira como la línea que dibujo sobre la arena desaparece a los segundos… ¡Pero cuidado! No te acerques demasiado, no vayas a ponerme la tentación de querer arrancarte esa llave que llevas en el alma… Sabes, el sabor a carne humana es suficiente para mantener a un hombre vivo por décadas. Yo lo sé porque algunos de tus amigos no han sido tan sabios. Aramos volvió corriendo hacia la esquina de donde había arrancado la raíz, y cuando volvió, abrió la mano para demostrar su secreto más preciado, un par de rocas tan comunes como las que se podían encontrar en cualquier parte del mundo. Mira, aquí están los despojos que demuestran lo que digo. Mira aquí. Eso, más cerca… así… ¡¡TE DIJE QUE NO TE ACERQUES!!

Hay algo que siempre me ha llamado la atención, verás. Al resto de los Caballeros se les solía pedir que actúen. A mí me pedían que piense, como si nadie se diera cuenta de que hay momentos en que no era capaz de pensar con claridad. Esta es tal vez una de esas ocasiones… la locura es mi único remedio contra la soledad. Y el hambre. Y la sed. Pero estoy divagando… Empecemos por donde conviene… como cuenta la historia, hace mucho, mucho tiempo atrás…


CONTINUARÁ


Última edición por Milo73 el Jue Feb 14 2013, 20:31, editado 2 veces (Razón : Ajustar párrafo.)
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Mensaje por Terakey Miér Feb 06 2013, 11:21

Doce Caballeros de Oro sirven a Athena…

Rodorio era un pequeño poblado a los pies del Santuario. Ubicado estratégicamente, los pobladores eran en su mayoría labriegos, que se dedicaban generalmente a la cuida del ganado vacuno y a la cosecha de subsistencia. Aunque a todas luces parecía que este tipo de puebluchos se encontraban en vías de extinción a lo largo y ancho del mundo, ello no sucedía con Rodorio, que gozaba de una estabilidad que generaba envidias en los pueblos cercanos. Y es que, para fortuna de los habitantes de Rodorio, ya desde tiempos inmemoriales se había establecido, sin embargo, un saludable comercio entre el poblado y el Santuario. Mientras que el primero ofrecía carnes y ciertas cosechas excedentes, el Santuario vigilaba la villa y ejercía una especie de protectorado sobre la zona.

Aramos, caballero de bronce de la constelación del León Menor, y protector de la diosa Athena, apenas había visitado Rodorio una vez, desde que hubiera llegado al Santuario. Por supuesto, Aramos era una excepción entre otros caballeros de Athena, pues era frecuente para estos santos de la paz y la justicia, el visitar dicho lugar cada vez que tuvieran la oportunidad. De hecho, existía un mercado dedicado exclusivamente a las necesidades de los santos de Athena.

Aramos, adrede, había evitado cada invitación y cada visita a Rodorio de sus compañeros. No había una verdadera necesidad, por parte del joven caballero, de abandonar el Santuario, pues aquellas horas de esparcimiento que obtenía, eran dedicadas exclusivamente al entrenamiento y la perfección, tanto de su cuerpo como de su mente. En definitiva, no había razón alguna por la que visitar aquel lugar perdido en el medio de la nada, que no representaba más que una pérdida de tiempo. Hasta aquella ocasión.

Aramos cambió de paso, reduciendo la marcha. La mujer que le tomó más fuertemente del brazo y se acurrucó a su lado tenía su misma edad, tal vez un año menos, pero no más. Su nombre era Scylla, y ella también, tal como él, era la primera vez que visita la villa de Rodorio.

Scylla se quitó delicadamente unas estrías de cabello dorado que caía como oro fundido sobre su rostro. Sus ojos azules se clavaron en Aramos, con un brillo tan especial, que el muchacho no pudo menos que suspirar. Aquello era un sueño hecho realidad.

Aramos había conocido a Scylla en la cosmopolita ciudad de Atenas. En ese entonces, Aramos aún no se había convertido en santo de Athena, pero su destino parecía ya estar escrito. Scylla había sido uno de los elementos fundamentales en el engranaje de su búsqueda, al indicarle la existencia del Santuario y el camino que el joven debía seguir. Y aunque Aramos había sentido una inmediata conexión con la chica, jamás hubiera pensado en volver a verla.

Por ello mismo, Aramos se había acercado nuevamente a ella, tan pronto en cuanto tuvo la oportunidad de abandonar el Santuario. La intención de invitarla a Rodorio había nacido de una sincera necesidad de conocerla más.

Y aunque no conocía la ciudad de Atenas, sin embargo, Aramos había tenido la dicha de que su búsqueda diera fruto. Scylla se encontraba en su puesto de refrescos, en el mercado central, tal y como en el día en que se habían conocido.

Así, entre risas cómplices y miradas nerviosas, Aramos se atrevió a invitar y Scylla aceptó gustosa.

Desde ese momento y hasta la fecha en cuestión, los días habían pasado volando. Aramos no lo hubiese querido de otra manera. Y aquél día, con aquella chica, Aramos sentía que no podía faltarle nada. Por primera vez en su vida, se sentía completo, incluso de una manera que ni siquiera la obtención de su armadura había conseguido.

CONTINUARÁ
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Mensaje por Terakey Sáb Feb 09 2013, 20:43

Athena es la diosa de la Sabiduría, la Guerra, la Estrategia y la Esperanza
Aramos se detuvo frente al concurrido stand de frutas. Para un día tan caluroso, el lugar estaba colmado de turistas, y los tendederos estaban más atareados que de costumbre. El constante ir y venir de sujetos de todas las etnias y todas las edades, que se acercaban hasta Rodorio para contemplar las maravillas del Santuario, era incesante.

Mientras se abría paso entre la marea de turistas, Aramos se aseguró de llevar a Scylla tan cerca de él como podía. No pensaba separarse de ella ni un segundo, pues en aquel lugar, bien podría perderla. Lo más extraño, al menos para el joven santo de Athena, era que, con una amplia sonrisa, Scylla se dejó llevar.

Puedo conseguir frutas frescas, o tal vez prefieras que nos detengamos a tomar algo en algún lugar más tranquilo. Murmuró Aramos mientras sus ojos se clavaban en los de ella. Por un instante, hubo una especie de conexión más profunda entre los dos jóvenes, y Aramos lo sintió con un salto en su corazón. Ella sonrió y se sonrojó. También lo había sentido.

Sin embargo, Scylla negó rápidamente. Por aquí, dijo ella con su suave voz que parecía algo mucho más etéreo que físico. Déjame mostrarte un mejor lugar. Tomando la delantera por primera vez desde su llegada a Rodorio, Scylla se hizo con las riendas y llevó a Aramos hacia una pequeña colina en las afueras del pueblito.

Dejaron de caminar justo cuando llegaron a la parte más alta, y se sentaron bajo la sombra de un gran árbol. Aramos se recostó sobre el árbol, y Scylla hizo lo propio sobre su hombro. Antes de que él pudiera decir algo, ella sacó unos refrescos de jugo natural que había traído en un pequeño bolso. Le ofreció uno a Aramos, quien agradecido, bebió todo el contenido de un solo trago.

Ante tal actitud, casi infantil, ambos rieron.

Este es un gran lygar. Desde aquí podemos ver todo el valle donde se asienta Rodorio y el mismísimo Santuario. Pensé que era la primera vez que visitabas la zona...

Así es, contestó Scylla. Es la primera vez que visito Rodorio. No me gusta salir mucho de Atenas y siempre tengo trabajo. Hay cientos de turistas sedientes de jugos frutales. Pero mientras veniamos note este lugar y se me ocurrió que sería adecuado... me sorprende que tu no lo notaras, pero pensándolo bien, no podías sacar tus ojos de mí.

Aramos abrió los ojos sorprendido y se sonrojó. Por supuesto, no había sido nada sutil de su parte, pero jamás se hubiera imaginado que Scylla lo había descubierto, y mucho menos que lo declararía así sin más. Se preparó para lo peor.

Sin embargo, Scylla volvió a sorprenderlo. Ella simplemente sonrió y apoyó su cabeza sobre el pecho del santo de bronce.

Era el cielo...

Pero no podía durar.

CONTINUARÁ


Última edición por Terakey el Sáb Feb 09 2013, 20:45, editado 1 vez (Razón : Edición del Título)
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Mensaje por Terakey Lun Feb 11 2013, 20:12

Desde la era mitológica, se repite la guerra mitológica entre Athena y Hades...
El resto de la jornada pasó tan rápido como un suspiro. Aramos y Scylla tomaron un increíble refrigerio preparado por la muchacha bajo el gigantesco árbol en el punto alto de la colina, y él le contó sobre su niñez y juventud en el frío de Canadá, así como los años de entrenamiento con su padre y las experiencias adquiridas luego de su largo viaje hasta Grecias. Por supuesto, tuvo extrema precaución al relatar su vida de niño, y evitó en todo momento explicar la verdadera razón por la que había abandonado su hogar. En lo profundo de su corazón, temía que Scylla no comprendiera lo que había sucedido, tal y como no habían comprendido sus vecinos, y le temiera por eso.

Aramos tampoco le contó sobre la extraña e inexplicable unión que tenía con la armadura de bronce del León Menor, ni como la constelación de dicha armadura lo había guiado hasta el Santuario. El joven evitó toda referencia a los santos, Athena, el Santuario o lo que hacía en él, y Scylla tuvo la decencia y el tacto de no indagar demasiado.

A él le dolía tener que ocultar ese tipo de cosas, sobre todo a una muchacha tan dulce como a Scylla. Ella esperaba que, con el tiempo, él supiera abrirse, y se permitiera compartir aquello que parecía atizarle el corazón. Entonces, cuando sus almas resonaran como una, compartirían sus secretos, de los que Scylla albergaba varios.

Luego del refrigerio y la larga conversación, volvieron a Rodorio, donde pasaron la tarde. Cuando comenzó a caer el sol, Aramos lo notó automáticamente, casí como si existiera algún tipo de conexión con el dios-astro, y dispuso la vuelta a Atenas. Scylla no puso reparos, pues le daba la oportunidad de caminar a solas, para variar, y evitar el conglomerado de gente que había visitado Rodorio. Por supuesto, eso cambiaría cuando alcanzasen la ciudad de Atenas, pero hasta entonces, se abrían muchas posibilidades.

Se está haciendo tarde, le dijo el muchacho a Scylla, mientras se disponían a partir. Habían pasado una tarde serena, que Aramos no olvidaría en mucho tiempo. Por supuesto, de aquel momento en adelante, aprovecharía cada ocasión que tuviera para visitar a Scylla. Será mejor que te acompañe hasta Atenas, así al menos sabré que has llegado sana y salva.

Ella la guiño un ojo. ¿Acaso temes por mi salud? ¿Crees que no puedo defenderme? Se que eres fuerte, y te tienes mucha confianza, lo he notado en la manera en que caminas... y como miras a la gente, como si fueran menos que tí... siempre analizando un peligro... pero, ¿qué soy yo? Scylla se acomodó el bolso que había traído consigo, y en donde había guardado las sobras de la merienda, y tomó el brazo de Aramos, sujetándole de la mano.

Aramos se sonrojó, sintiéndose un completo estúpido por insinuar que ella era menos. Jamás hubiera sido su intención insultar a Scylla, lo que le frustraba pues no creía haberlo hecho... Lo que quise decir, continuó el chico, es que es peligroso que camines sola en la noche de... bueno... tu sábes... una chica como tú...

¿Una chica como yo? preguntó más animada Scylla, quien apenas podía aguantarse. Estaba a punto de estallar en carcajadas. Levantó una ceja mientras clavaba sus ojos en Aramos. ¿A qué te refieras con una chica como yo?

Aramos, sin embargo, estaba demasiado concentrado en sus palabras, y en sí mismos, para comprender hacia donde se dirigía la chica con todo ello. Intentaba por todos los medios encontrar una salida al problema donde se había metido, sin quererlo. Si, por supuesto, una chica tan hermosa como... oh!

Para entonces, ya era demasiado tarde. Sin entender como, Aramos había caído precisamente en la trampa que Scylla le había puesto delante. El joven se calló automáticamente, rojo de vergüenza. Sus manos temblaban de los nervios, cosa que Scylla notó automáticamente. Humillado, Aramos solo se esperaba lo peor, aunque no podía imaginarse, por mucho que lo intentara, que podía ser eso.

Scylla solo sonrió, convencida de que la victoria había llegado demasiado fácil. Eres un bocazas, le dijo la chica, y entonces se puso de puntas de pie y le beso.

CONTINUARÁ


Última edición por Terakey el Lun Feb 11 2013, 20:12, editado 1 vez (Razón : formatear lineas)
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Mensaje por Terakey Miér Feb 13 2013, 22:14

Dice la leyenda que cada vez que el mal desciende sobre la tierra, aparecerán los jóvenes de la esperanza...
Sorprendido, Aramos abrió los ojos, pero no se separó de ella ni por un segundo. Instintivamente, o tal vez como guiado por una fuerza misteriosa, supo instantáneamente que debía rodearla con los brazos y así lo hizo. La atrajo aún más hacia él, apretándola suavemente contra su cuerpo. Y entonces ella se separó por su propia cuenta. De repente, y aunque hasta ese mismo momento había soplado una suave y agradable brisa nocturna, Aramos sintió como si sus mejillas estuvieran en fuego. No sabía que decir, ni como proceder. No consideraba que fuera un error, pues le había gustado... ¡y mucho! Pero nunca nadie le había explicado nada al respecto.

Yo... lo siento, dijo con voz entrecortada el joven, mientras buscaba con su mirada la de Scylla. Al no encontrarla, levantó la vista hacia los cielos, en busca de la tranquilidad que le daba observar a su constelación protectora. Por un segundo, le costó un terrible esfuerzo desprenderse de ella y encontrar las estrellas que componían la Constelación de León Menor. Se sorprendió, tanto como se asustó, cuando falló en encontrarla. De hecho, allí donde tendrían que estar, brillando con tanta fuerza como de costumbre, las estrellas de su constelación, no había más que oscuridad infinita... era como un gigantesco espacio de negrura infinita. ¿Cómo podía ser eso? y aún ¿Qué significaba?

¿Lo lamentas? ¿En serio? Pues no deberías. No has hecho nada malo... todo lo contrario.
Scylla forzó la atención de Aramos devuelta hacia ella, empujándolo para que continuara su camino. Notó que mover a Aramos, que no parecía un joven exesivamente grande, le costó más de lo que pensaba. De repente, su cuerpo se había tensado, y sus músculos, duros como rocas, parecían a punto de estallar. Scylla sonrió, intentando calmarlo y le tomó de la mano. Ello tuvo una reacción instantánea en el joven, que pareció volver a notar la presencia de la mujer a su lado. Además, yo no lo lamento.

Al volver en sí, luego de aquellos segundos de trance, Aramos notó que ya se encontraban caminando, y que Scylla le sonreía tan naturalmente como si nada de lo que hubiera dicho tuviera importancia. Y la verdad era que no la tenía. Si, si. Supongo que tienes razón, dijo Aramos, removiéndose el pelo. La vergüenza que sentía, no tanto por lo que había hecho, sino por lo que no había sabido hacer o decir, era patente en sus ojos. Aún así, apretó la mano de Scylla con firmeza, en una demostración de afecto y confianza en ella que Aramos no estaba acostumbrado a mostrar. Yo no lo lamento... tu me entiendes. Lo que quiero decir, y evidentemente no puedo, es que no soy bueno para esto...

Scylla sonrió y Aramos la imitó. Ella golpeó levemente el pecho del santo de bronce, quien apenas si sintió un cosquilleo. Volvió a tomarle de la mano y esta vez, apuró el paso. No lo había notado con anterioridas, pero Aramos parecía exudar un tipo de calor muy especial, muy particular. Nunca antes ella había tenido esa sensación. Por muy extraño que fuera, sin embargo, prestó poca atención. La luna brillaba y estaban a pocas cuadras de su casa. No es problema, grandulón. Sólo digamos que no ha pasado nada, hasta que vuelva a pasar, y entonces veremos que hacemos, ¿es un plan?

Es un buen plan. Es un muy buen plan. Señaló Aramos. De repente, se sentía mucho más tranquilo que segundos atrás. Había logrado ubicar, en el último segundo, las estrellas de su constelación, que habían reaparecido, ¡de manera tan misteriosa como habían desaparecido en primer lugar! Aramos pasó su brazo sobre los hombros de Scylla y dejó que la chica le tomara nuevamente de la mano. Luego caminaron el resto del tramo que quedaba hasta la casa de ella, y que no era mucho, hablando de banalidades. Al final, se detuvieron frente a la casa de Scylla.

El hogar de la muchacha era bastante similar a la multitd de casuchas de la zona. Hechas de ladrillos y maderas, con techos de teja, un pequeño parque en la entrada y una huerta, donde, según le había dicho Scylla, crecían las frutas que usaba para sus jugos naturales. Frente a la puerta de entrada, llegó el final de aquella jornada, tan especial para el joven Aramos, que marcaría la primera y última vez junto a Scylla. Aún sin saberlo, el destino tenía una jugarreta para el noble caballero de León Menor. Su caída en desgracia sería material de leyendas para los años venideros.

Resuelto, Aramos tomó la delantera y no dejó que Scylla ingresara a su hogar sin antes besarla nuevamente. Dulcemente, ella lo dejó. Al finalizar, se despidieron y Aramos esperó a que Scylla se encontrara en la seguridad del interior de su casa antes de partir, a paso lento al principio, pero apurando su velocidad cuando hubiera doblado la primera esquina. Por su parte, Scylla no pudo evitar, luego de ingresar a su hogar, sentir como si un oscuro destino les aguardara a los jóvenes. No podía identificar de donde provenía dicha premonición, pero no creía equivocarse. El paso del tiempo le probaría estar en razón.

Cuando Aramos se hubiera alejado lo suficiente como para no levantar sospechas, comenzó a correr a toda velocidad, alcanzando, en pocos segundos, la bendita velocidad de la luz. Era de tarde en la noche, ya, pero no importaba. No temía encontrarse con ningún imprevisto en su regreso al Santuario. Aún así, sabía que tendría que entrenar al día siguiente, como ya era una costumbre entre los santos de Athena, y por ello no quería perder más tiempo.

CONTINUARÁ
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Mensaje por Terakey Jue Feb 14 2013, 20:19

Toda historia tiene un inicio.
Corriendo tan rápido como podía, Aramos cubrió la distancia que separaba Atenas de Rodorio en pocos minutos. Una hazaña impresionante si se tiene en cuenta que el aquel viaje, caminando junto a Scylla, había tomado un par de horas. Por supuesto, ahora que se encontraba en libertad de utilizar su cosmos y las habilidades aprendidas en el Santuario, Aramos no había dudado en hacerlo. Aquello le llevó, instintivamente, a preguntarse que sucedería en el momento en el que Scylla conociera la verdad sobre él... De momento, sin embargo, prefirió hacer a un lugar aquellas dudas acusiantes, pues no esperaba que la joven entendiera lo que él era... lo que él representaba.

Mientras corría, Aramos cerró los ojos, dejándose llevar por las emociones que fluían por todo su cuerpo, y abrazando el momento. Aunque su velocidad era peligrosamente alta, pues un error podría al menos costarle caro, los santos de Athena no confiaban ciegamente en sus sentidos. Vista, tacto, gusto, oído, olfato. Decían mucho, y tanto era así que los mortales comunes dependían de ellos, de tal manera que se habían convertido en una prisión. Pero los santos de Athena habían aprendido que había otros sentidos, inexplorados e inexplotados por la mayoría. Con la instrucción en el Santuario, ellos habían aprendido a utilizarlo en su favor. Y así, Aramos dejó que su cosmos lo guiara por el camino seguro.

Por supuesto, eso le permitió sentir el fresco viento que se había levantado en aquella noche, tan de repente que lo había tomado por sorpresa. También le permitió oler el aroma de las plantas y el inminente rocío. Aquella comunión con el universo le mostraba facetas de la vida que otros no se hubieran detenido a observar. Aramos se dejó caer, y abrazó aquella sensación de paz y tranquilidad que era poco frecuente, salvo en las clases de meditación. Tentado, el caballero de León Menor forzó a su cosmos para que alcanzara un nuevo nivel, para que ampliara sus límites, aunque fuera tan solo un poco. Aquello le sorprendió gratamente, pues le permitió sentir, definitivamente, a los habitantes de Rodorio, que a esas alturas dormían apaciblemente -al menos en su mayoría.

Sin embargo, aquello también le permitió sentir la presencia de tres cosmos inusuales en la entrada del Santuario. Tres presencias que, sin lugar a dudas, le estaban esperando. No había violencia, ni temor, ni furia, ni acaso ningún tipo de emoción violenta, lo que indicaba, decisivamente, que no representaban oponentes. Por ello mismo, Aramos volvió a abrir los ojos y, aprovechando una pequeña elevación en una colina cercana, se impulsó hacia los aires, lo que le permitió recorrer varios metros en caída libre. Y cuando aterrizó, flexionó poderosamente las rodillas, tomó un respiró y volvió a hacerlo. Así, saltando a toda velocidad de un punto hacia otro, parecía no más que una sombra en el trasfondo de la noche. Por supuesto, quien hubiera alcanzado a verle se hubiera sorprendido, pero jamás lo hubiera identificado. Tal era la velocidad del santo de León Menor.

Finalmente llegó a las escalinatas inferiores del Santuario, que indicaba el inicio del Santuario como tal. Aquí, Aramos se detuvo, en su último aterrizaje, y se paró en posición de firmes. Al ver a los tres sujetos que le esperaban, cuyas auras había sentido con anterioridad, el joven sonrió confiado. Los tres hombres que se levantaban frente a él, orgullosos y vigilantes, eran tres guardias del santuario, que vestían clásicas armaduras, que aunque no eran armaduras de Athena ofrecían una protección mística que no podía ser desdeñada. De los tres guardias, sin embargo, Aramos solo conocía al que había tomado la delantera. Era un hombre alto, al menos tan alto como Aramos, pero de complexión mucho más maciza que el Santo de León Menor. Su rostro estaba curtido por las heridas de alguna batalla, y su mirada, tan fiera como la expresión de su boca, no dejaba mucho lugar a dudas: era un hombre pocas palabras y menos amigos. Aunque lo intentó, el santo de Athena no pudo recordar su nombre.

A los otros dos guardias, Aramos no los conocía. uno era más bien joven pues no podía tener más años que el mismo Aramos. Este era más bien flacucho, pero tenía una mirada inteligente y una expresión sagaz. El otro guardia estaba en algún punto entre el más joven y el más veterano, aunque sus brazos parecían tan gigantescos que Aramos se sorprendió al notar dicho detalle. Buenas noches, les dijo Aramos con una movimiento de cabeza. Luego de saludarles en un murmullo, Aramos pretendió continuar su camino, pero fue sumariamente detenido por los tres guardias. El veterano solo había levantado su mano, pero los otros dos habían puesto sus lanzas en posición de firmes. Aquello sobresaltó al joven. El impropio silencio de la situación, sin embargo, fue rápidamente roto por el guardia veterano, quien sin dilación le entregó a Aramos un sobre cerrado con cera en donde podía notarse, muy claramente, el símbolo del Santuario.

Aún sin salir de su estupor, Aramos abrió el sobre y leyó el contenido con ojos tan abiertos que parecían salir de sus cuencas. Su boca, semiabierta, parecía haber perdido la capacidad del habla. Que es esto... murmuró, mientras tragaba saliva dificultosamente. El pecho parecía explotarle y se le había hecho un nudo en el estomago. Sin embargo, la letra y la firma, que reconoció al instante como el de la máxima autoridad mortal en el Santuario, no dejaban lugar a dudas. Se le había asignado una misión urgente. Y debía partir inmediatamente al alba. Para el santo de Athena, aquello no tenía el más mínimo sentido, y aún así, no albergaba dudas...

Deberías aprender la lección, y agradecer que no se te haya expulsado interrumpió el guardia veterano con ojos rapaces, y músculos listos para cualquier eventualidad. Confraternizar no es algo muy bien visto. Esto te servirá como lección. Dicen que el Cabo Sounion es un lugar de lo más agradable. La sonrisa que adoptó el guardia, sin embargo, indicó a Aramos que se encontraba en problemas. Graves problemas. Sin entender demasiado que sucedía, de repente, el mundo del santo de Athena se hundía en una espiral de caos, confusión y sufrimiento.

La caída del León había comenzado.

FIN

**Por una cuestión de lógica literaria y estructura gramatical, aquí acaba la parte uno de la "Saga de la Caída del León". La parte dos comienza en un nuevo tema, a inicios de la semana que viene. Para entonces, prometo haber arreglado todos los errores en los que he caído en esta primera parte. Gracias.**
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Mensaje por Apu Jue Feb 14 2013, 21:54

Sigue los parametros indicafos en el foro para que le mismo pueda cerrarse y evaluarse.

cada tema se evalúa por separado, por lo cual no se toma en cuenta para la calificación una precuela, o el mismo como secuela.
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LA CAÍDA DEL LEÓN. PARTE UNO Empty Re: LA CAÍDA DEL LEÓN. PARTE UNO

Mensaje por Terakey Jue Feb 14 2013, 22:04

FINALIZACIÓN
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LA CAÍDA DEL LEÓN. PARTE UNO Empty Re: LA CAÍDA DEL LEÓN. PARTE UNO

Mensaje por Apu Lun Feb 18 2013, 15:27

Nota: 5 (Premio consuelo: 3.000 Monedas)

Debes leer los temas importantes de la sección, dado que no respetaste la estructura de rol tal cual y como se marca, es una de las cosas más importantes a la hora de la calificación. Con respecto al rol, en la historia quedó como descolgado por la forma de narración. la misma carece de nudo/conflicto, por lo cual queda como un sencillo relato de un ligue, carente de gracia o conflicto alguno.
La historia empieza desde el presente y juega con los tiempos relatando los hechos sucedidos, para eso hace falta manejar correctamente los términos de la redacción para que el entrelace de tiempos no quede forzado o desubicado, ya que sino la esencia del mismo se pierde. Aramos menciona a aramos en 4 de cada tres palabras, es obvio que el rol se tratade él, en la narración se lo puede mencionar o no de diferentes maneras.Tienes contradcciones en el relato, como cuando mencionas que aramos viajó a atenas y luego dices que no conocía la ciduad.Si usas palabras altertanivas, por ej para dfinir dudas o amenzas como "acusiantes" al menos asegurate de escribilas bien... las dos veces va con C. Por último los títulos que has colocado están más desubicados que chupón en el trasero What a Face si quieres titular o capitular la parte de un relato, hazlo acorde a las historia.
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LA CAÍDA DEL LEÓN. PARTE UNO Empty Re: LA CAÍDA DEL LEÓN. PARTE UNO

Mensaje por Terakey Lun Feb 18 2013, 16:01

Ohh bien... supongo que in media res es una término literario que no manejás, que vos viajás a un lugar y automáticamente lo conocés, que "acusiantes" se escribe "acuciante, pero que "contradicciones" se escribe "contradcciones", Aramos es "aramos" y Atenas es "atenas". Ah! y "ciudad" es "ciduad", alternativas es "altertanivas" y "definir" es "dfinir". Y vale aclarar que en ningún lado dice que tengo más de un único título, que se es "La caída del León Menor. Parte Uno." Lo otro, son meras frases tiradas al aire.

Además, es increíble lo que estoy diciendo porque este es un foro de rol, las palabras escritas son mucho más que palabras, son ideas, sensaciones y sentimientos. ¿Qué te reputó mi rol? ¿Te quedaste con ganas de más? ¿No querés saber cuál es el secreto de Scylla? ¿Y por qué por unos segundos desapareció la constelación de León Menor? ¿Y aquella sensación que tuvo Scylla sobre el final, cómo podía ser, a qué se debía? ¿Cómo se enteró el Patriarca lo que sucedía entre ellos dos tan rápidamente? ¿Y por qué confraternizar está tan mal visto en el Santuario?

Se nota que en realidad no leíste el rol, más allá de su estructura gramatical, pero no veo real interés de tu parte por decir "Pucha, me dejaste el plot por la mitad! o ¿Y de acá como salís? Aramos me parece un personaje muy similar a X, ¿por qué no ves de moverlo en otra dirección? Pero no. Tu calificación bien podría haber dicho: "Te faltaron 2 tildes más, un parrafo en azul, y dos en rojo; y llegabas al 6".

Lo que me jode, no sólo es que me hayas dado una baja puntuación (cuando hablando con otros jugadores me han dicho que fue un buen rol), sino que, en todo mi relato, tengo menos errores de ortografía y más consistencia que en las dos líneas que escribís para dar la puntuación.

En definitiva, cada vez que escribís algo, la verdad, no sólo con respecto a mí rol, sino con respecto a otros jugadores también, me da ganas de largar todo. Pero no me va a ganar!
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Mensaje por Apu Lun Feb 18 2013, 16:32

Cuando dijistes que ibsa a poner la historia por capítulos et dije textualmente "Cada tema se juzga INDIVIDUALMENTE", lo que cuenta el rol básicamente es el elcuentreo de Aramos con Scylla, no hay mucho desarrollo, no hay punto de confilto y escencialmente NO SE RESPETA LA SIMBOLOGÍA DEL ROL. Por mas que la historia sea "la mas mejor del mundo" sino se respetan los parámetros indicados en la sección, va a repercutir en la calificación. Un libro no se vende por capítulos, es una historia completamente desarrollada. no se corta en el primer capitulo diciendo "compre el próximo vio don/doña que al final cuando termine de leerlo vale la pena..." Ningún libro es una historia cortada.


pd: Leí el rol... sino como sabría que de lo único que tratan las respuestas, salvo la primera es de como el pj logró ligar con una chica... y bueno..... lo único que pudo hacer es eso.... El día que hagas una narración de manera correcta con los parámetros indicados de la sección otra va a ser la nota, toma como ejemplos a buenos roleadores del foro, como por ejemplo crixus, zaraki, rikipelu o a sigrid, que sin tener armadura su nivel de roleo es excelente.
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Mensaje por Terakey Lun Feb 18 2013, 16:54

¿Alguna vez leíste un comics? Son 22 páginas y si querés más, tenés que esperar 1 mes, y las historias se suelen desarrollar a lo largo de 6 o 7 números. Ah! y "Canción de Hielo y Fuego" son 7 libros, pero si solo te comprás el primero, te quedás con las ganas de saber el final. "El señor de los Anillos" son 3. El primero termina en continuará, igual que el segundo. "Harry Potter" son 7, y hasta el final no sabés como termina. La saga de "Dune" son arriba de 7. Ves que no sabés de lo que estás hablando.

Por otro lado, la "simbología del rol" (que de acuerdo a lo que vos decís, yo no respeto) no debe ser gran cosa, pues a nadie le costó entender de que iba, o como iba. ¿Muy difícil fue darse cuenta que Aramos habla en rojo, cuando cada vez que hablaba le agregaba el clásico "Aramos dijo" o "Aramos murmuró"? Lo mismo con el azul, que sólo lo usaba cuando hablaban sujetos terceros que no fuera el santo de León Menor.

Además, cuando yo dije que lo iba a hacer por capítulos de entre 6 o 7 posts cada uno, era porque así lo había convenido con Milo73, quien de hecho me dijo que era mejor! Y de hecho lo es.

Por otro lado, seguís leyendo sin leer! las respuestas a las preguntas que hice en mi post anterior NO están en este capítulo, porque vienen en los próximos! jajaja no entendiste NADA.
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Mensaje por Apu Lun Feb 18 2013, 17:07

Entendí.... pero nada ni nadie puede pasar sobre el reglamento... la historia del tema es un aramos algo desquiciado en el futuro... y como hizo un ligue.... un rol NO ES UN PUTO COMIC!!! Un rol es una historia desarrollada con principio y final, tu historia es plana, sosa, no tiene punto de conflicto, desarrollo fluctuante. La simbología de rol DEBE RESPETARSE SI O SI. porque... adivina.... ¡ESTAS EN UN FORO DE ROOOOOOOL!. Es bueno desarrollar en capítulos, pero hay que tener una habilidad lexiconarrativa que obviamente no tienes.
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Mensaje por Terakey Lun Feb 18 2013, 17:26

Bueno, bueno, en definitiva no importa, en realidad esto es perder tiempo, porque vos no vas a cambiar de manera de pensar, y tampoco vas a cambiar la calificación. Además la gente que me interesa que lea el rol y me dé su opinión, ya lo ha hecho. A más, te lo pido públicamente acá, así no hay ninguna equivocación al respecto, no leas más mis roles, porque son todos parecidos.

Dentro de lo posible no me califiques más en combate 1vs1, y acá en la sección rol, menos, que ya puedo elegir Juez que me califique, y obviamente, no vas a ser vos.

Saludos!
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Mensaje por Apu Lun Feb 18 2013, 17:35

No podés elejir quien te puede hacer cada cosa... no es un servicio de limpieza que llamas y contratas a quien te plazca.... si haces algo que va en contra del reglamento de una sección y alguien lo aprueba... amos son sancionados... para algo está el reglamento, y es para respetarse....
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Mensaje por Terakey Lun Feb 18 2013, 17:38

Amigo, tranquilo, que esto ya está hablado con Milo73.
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Mensaje por Milo Lun Feb 18 2013, 17:50

TEMA CERRADO.
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