Apu y su Pj
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Apu y su Pj
por Apu Mar Feb 15 2011, 22:05
Ficha
Nombre: Calisto
Edad: 18 años
Estatura: 1.77 metros
Peso: 75 Kg
Fecha de nacimiento: Desconocida
Lugar de entrenamiento: Delfos
Maestro: Lugonis - Müller
Alumnos: Lascomoune, Odiseo, Ícaro, Teseo
Constelación: Osa Mayor
Hijos: Arcas/Boötes
Rango:
Actualmente Calisto es la comandante del ejército de Satellites o Sateraito, ejercito alojado en el templo del cielo de luna, lugar del olimpo donde habita Artemisa.
A demás de ser la Comandante de su ejército Calisto es la Jefa de la guardia personal de Artemisa y también jefa de la elite Sateraito (ejército pequeño conformado actualmente por 8 sateraitos que fueron elegidos por sus habilidades superiores al resto).
Por su afinidad ha nombrado a Lascoumoune como capitana de los sateraitos.
Registro de combate:
- Concentrar: Calisto concentra su cosmos para potenciar sus ataques.
- Sateraito Moon: La luz de la luna hace que Calisto recupere sus fuerzas
Ataques:
- Real Crimson Viper: Calisto lanza una poderosa flecha de su arco la cual va rodeada con su propio cosmos, esta flecha tiene la característica de podes evadir tanto el ataque y defensa enemiga impactando de lleno en el adversario perforando su ropaje sagrado y herirlo gravemente hasta causarle la muerte.
- Mon Explosion: Calisto concentra su cosmos junto con el poder de la luz de luna para producir una explosión devastadora.
- Bear Claws Bloody: Calisto lanza un poderoso ataque concentrado en sus puños, el ataque de garra sangrienta es capan de desgarrar todo lo que toca, incluso a las mismas estrellas.
- Arrown Flight Moon: Calisto dispara una flecha especial color blanco luna rodeada por un extraño cosmos, esta flecha apenas salga del arco de Calisto buscará el corazón enemigo insertándose en el y generando una sórdida explosión reduciendo en cenizas al oponente.
- Quarter of Declining Moon: Calisto genera una poderosa ilusión en la que su víctima es atrapado, allí no hay noción del tiempo ni del espacio solamente puede verse la imagen de la luna llena que va pasando en etapas hasta desaparecer, se dice que con cada etapa que pasa el enemigo pierde su fuerza vital y cuando la luna desaparece el adversario muere y su alma va directo a la luna como sacrificio hacia las vírgenes.
- Moonrain: Calisto dispara una flecha hacia la luna la cual se materializa en cientos de estrellas que en forma de lluvia de meteoros ataca devastadoramente al enemigo.
Defensas:
- Teleportation: Calisto puede teleportarce hacia otro destino pudiendo evitar así el ataque enemigo.
- Lykaios Blessing: Gracias a la bendición de Zeus, Calisto ha desarrollado una barrera de ken con el trueno de Zeus, la barrera cósmica es una defensa infranqueable que incluso los dioses pueden atravesar.
- Tegea Statue: Calisto se desvanece en su cómos y un circulo de estatuas de ella misma rodea al enemigo, Calisto está escondida detrás de una de ellas la cuan le permite defenderse de su enemigo y a la vez lanzar un rápido y poderoso contraataque.
- Arrown Flight Moon Defense: Calisto dispara una serie de flechas especiales color blanco luna rodeada por un extraño cosmos hacia el cielo, al caer, las flechas forman un circulo alrededor de Calisto iluminado por la luz de la luna, quien se atreva a atacarla será atacado con su mismo ken dado que el ataque enemigo se verá reflejado.
Apu- ÁNGEL CAÍDO
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Localización : Buenos Aires, Argentina
Re: Apu y su Pj
por Apu Mar Feb 15 2011, 22:29
Calisto nació en Tegea, una de las grandes ciudades del antiguo imperio gregoriano, desde muy chica admiraba a su hermano mayor Colosus, quien había dejado su hogar para convertirse en un soldado del gran imperio gregoriano.
A la vuelta de su hermano mayor, ya convertido en general, Calisto supo que ella quería esa vida de lucha y honor para sí misma, claro que el ser mujer era una gran desventaja, en los ejércitos únicamente podían reclutarse hombres.
Ya con 10 años Calisto empezó a imitar los entrenamientos de su hermano, cada día que pasaba Calisto daba largas vueltas a los bosques cercanos, cuando nadie la veía practicaba las técnicas de combate que siempre veía realizar a su hermano en los entrenamientos que realizaba en su propia casa, pero ella estaba a desventaja, pues no tenía adversarios, pero se las ingeniaba para practicar con los arboles cercaos cuidando que nadie la viera.
En una de esas prácticas es que sin que ella se diera cuenta, un guerrero del santuario la estaba observando. Calisto antes de practicar las mismas artes que su hermano se sentaba a la sombra del árbol más frondoso elevando plegarias a Artemisa, a quien ella le tenía devoción, puesto que su fe en la diosa la había salvado a su hermanita más pequeña de morir y al ella presenciar este acto de divinidad juró ser fiel a la diosa. Tanta era su concentración consigo misma y con el universo que hizo estallar su cosmos interno.
Aquel caballero quedó más que impresionado, era muy raro ver a una mujer guerrera, pero era aún más raro que una mujer lograra despertar así su cosmos, sin pelear, únicamente con meditación y oración.
Por fin el santo sale de entre las sombras.
Santo misterioso: ¿Quién eres tú niña, y como has logrado hacer eso?
Calisto: Mi nombres es Calisto, y he jurado mi vida a la diosa Artemisa, es gracias a su bendición que tengo esta energía que emana de mí pero aún no sé cómo utilizarla, si bien mi fuerza es grande solamente puedo despertar esa energía.
Santo misterioso: Mi nombre es Lugonis y soy un santo dorado, del santuario de Athena, si quieres puedo enseñarte a despertar esa energía que hay en ti y enseñarte a utilizarla, pero guarda distancia niña, no debes acercarte a mí, por tu propia seguridad.
Calisto ha aceptado el trato que le proponía el santo, ella sabía que los santos de Athena estaban para cuidar la paz y el amor en la tierra y el hecho que quiera que se mantenga lejos de él le daba cierta seguridad, sabía que él no la quería tener cerca, cosa que dejaba ver que aquél santo no tenía intenciones lujuriosas para con ella.
Calisto ayudaba en su casa en los que aceres, pero cada tarde desaparecía de la ciudad hacia los bosques siempre con alguna excusa para poder encontrarse con aquel santo para lograr su entrenamiento, el tiempo pasaba, Calisto demostraba una mejoría notoria día a día, una vez que ella aprendió a dominar por completo el arte del cosmos ya no le quedaba nada más por aprender de aquél santo.
El santo dorado dio por finalizado el entrenamiento.
Lugonis: Calisto, ya te he entrenado hasta donde he podido, ya no puedo enseñarte más anda, ahora tienes que buscar tu propio camino hacia el cosmos, cuando lo encuentres consulta contigo misma y sabrás cual es la decisión correcta.
Así Calisto y Lugonis se despiden distantemente tal cual como había sido todo su entrenamiento.
Esa tarde Calisto regresa a su casa, nadie sabía de su entrenamiento.
El tiempo siguió corriendo, para aquel entones ya Calisto había cumplido sus 18 primaveras y el padre pensaba en casarla con el hijo del comerciante más rico de la ciudad, en cambio Calisto le cuenta al padre sus ansias de convertirse en una guerrera y que había decidido irse al Santuario en Grecia a entrenar.
Padre de Calisto: ¿qué?, ¿una mujer guerrera?, no me hagas reír, tu harás mi voluntad, sino te someteré.
Calisto: ¡Jamás!
En ese instante el futuro esposo de Calisto.
Consorte: Te han comunicado la buena noticia Calisto, pronto nos desposaremos.
Calisto: ¡eso no pasará nunca mientras yo viva!
Padre de Calisto: ¡entonces pasará cuando estés muerta!
Ambos hombres sujetan a Calisto por brazos y piernas.
Calisto: ¡Suéltenme o les juro que los sacrificaré a ambos en nombre de mi diosa!
Consorte: Ja ja ja ja ja. ¿Qué podría hacer una mujer?
Calisto: ¡Arderá mi cosmos!
En ese momento el cosmos empieza a brotar de Calisto, su furia era tal que sui cosmos se había tornado muy agresivo, solamente con esa concentración de cosmos había logrado apartar a aquellos hombres que la sostenían.
Calisto: he entregado mi cuerpo al mi diosa y ningún hombre quebrantará mi voluntad.
Ciega de la ira Calisto matar con un solo golpe a quien fuera su padre y a quien fuera su prometido. Luego de esa acción Calisto cae rendida al suelo.
Al despertar ya era de madrugada, Calisto no puede contener su llanto al ver esa imagen con aquellos dos hombres muertos y ensangrentados. Con sus ropas y sus manos llenas de sangre sale de su casa y se dirige hacia las colinas donde se egregia una estatua de Artemisa.
En la base de la estatua se podía leer una inscripción: "al honrarte a ti y a tus hermanas me estarás honrando a mí".
Calisto rompe en un llanto feroz, ya que por prevalecer su juramento había perdido a su padre quien más amaba y también a su familia ya que después de aquel acto fratricida nadie querría volver a verla.
Era una noche totalmente negra y son estrellas, cuando de repente una luna llena se posa sobre el cielo, su luz ilumina a Calisto y a la estatua de Artemisa.
Se escucha una voz que parece venir de las mimas entrañas del cielo.
Voz: Hermana, tu sacrificio no será en vano, has sacrificado a una de las personas que más amabas en este mundo por mí, ahora obtendrás el premio por soportar ese martirio.
Calisto se había quedado muda.
Calisto: Tú eres A... A....
Voz: ahora vendrás conmigo a una tierra libre de martirio.
La luz que iluminaba a Calisto la elevo hacia los cielos.
Al despertar Calisto no reconocía a nadie a su alrededor. Un hombre estaba al lado de su cama, Calisto se contrae aterrada.
Hombre: No temas, no estoy aquí para lastimarte sino para asistirte, Artemisa pidió que te llevara a su presencia apenas despertaras.
Calisto estaba shockeada, realmente estaba en el olimpo... Ese hombre estaría diciendo la verdad... no tuvo más opción que seguirlo, al salir de sus aposentos todo estaba teñido de un color blanco inmaculado y unas personas que parecían ser soldados lo custodiaban todo.
Calisto siguió observando y noto algo extraño, aquellos soldados, en realidad no eran hombres, sino que eran todas mujeres.
Calisto: dime quien eres tú y que hago aquí o no daré un paso más.
Hombre: mi nombre es Müller soy un ciervo del templo de luna, dado a tu gran devoción y a tu sacrificio pequeña, es la misma diosa Artemisa quien te ha traído hasta el olimpo, estaos en el templo del cielo de luna, el lugar en que reina Artemisa, este es u premio por tus acciones, aquí disfrutarás como una mortal, pero libre de pecados y sufrimiento.
Calisto: ¿pero cómo es posible?
Müller: no puedo decirte nada más, es la diosa misma quien te revelará tu destino. Que por cierto ya hemos llegado a su templo. Aquí solo pueden entrar mujeres libres de pecado, inmaculadas, yo debo abandonarte en la entrada, pero tú eles libre de seguir hasta el fondo del templo, donde se encuentra nuestra diosa.
Calisto abre las pesadas puertas del templo, una mansedumbre expectante rodeaba el lugar, el silencio era tal que la respiración de Calisto cortaba el aire así como una afilada navaja corta una hoja de papel.
Al llegar al final del templo se encontraba la misma Artemisa tendida en sus aposentos.
Artemisa: pasa hermana, ahora te revelaré el premio por tu sacrificio. Tú siempre creíste en mí, por tu fe tu hermana a través de mi poder se ha salvado, pero por la incredulidad de tu padre y de tu hermano Hades se ha aprovechado y la ha llevado a su lado.
Calisto comienza a llorar.
Artemisa: calma esas lágrimas, aquí el dolor no tiene razón de ser. Tu recompensa ha sido venir a vivir a mi templo donde serás valorada como mereces, pero siempre recuerda el juramento que me has hecho así como tu voto de castidad, si alguna vez los rompes, serás desterrada hasta los mismos infiernos, aunque después de todo es una cuestión de tu raza, es su naturaleza ser olvidadizos.
Calisto: Gracias por el honor mi señora juro honrarte el resto de mi vida.
Artemisa: que así sea.
Calisto: una cosa más mi diosa, sería mucho pedir entrenar con aquellas soldados femeninas para poder llegar a ser alguien aquí dentro, me gustaría pagarte lo que has hecho por mí de alguna forma.
Artemisa: habla con Müller, él te dirá lo que tienes que hacer, ahora por favor retírate.
Calisto: como ordenes mi diosa.
Así Calisto sale corriendo de felicidad del templo de la diosa, a su salida, tal como había dicho Müller la estaba esperando.
Calisto: quiero ser una soldado de Artemisa, así que pues enséñamelo todo Müller.
Müller: Calma mujer, cada cosa tiene su tiempo. Ahora vete a descansar. Mañana hablaremos.
Calisto estaba muy ansiosa, recorrió todo el templo de luna aquella tarde, cuando de pronto llegando a un verde prado se escuchar un grito.
Mujer: ¡¡Cuidado!!
Calisto da un rápido giro y ve que una flecha se acerca rápidamente a ella, con una maniobra de sus manos desnudas logra atrapar la flecha antes que esta impacte en su cuerpo.
Mujer: disculpa el flechazo, he sido yo la culpable de lanzarte esa flecha, puesto que no te había visto, además no tienes que estar por aquí esta es una zona exclusiva reservada a las aprendices de sateraito. Por cierto, mi nombre es Lascoumoune.
Calisto: y el mío es Calisto, pero, ¿que son las sateraito?
Lascoumoune: las sateraito son las soldados que custodian el templo del cielo de luna lugar de Artemisa, también forman su ejército, yo soy una aprendiz, ¿y tú que haces por aquí?
Calisto: lo cierto es que recién he ascendido aquí, he hablado con la diosa y se me permite estar aquí manteniendo mis votos y bueno como agradecimiento quiero ser una soldado o sateraito, como dices tú que se llaman... je je je
Ambas se echaron una carcajada.
Lascoumoune: pues mira te recomiendo que et vallas de aquí, es una falta grave estar en esta zona, mejor ve a otra parte es por tu bien, seguro que mañana al comenzar el entrenamiento nos veamos.
Las dos se saludaron y Calisto se dirigió nuevamente a sus aposentos.
Al día siguiente Calisto había empezado a entrenar para convertirse en una sateraito, su belleza, así como sus habilidades con los puños, arco, flecha y ken no pasaron desapercibidos, a tal punto que Müller la separa del grupo.
Müller: bien pequeña, parece que tienes un don especial, pasarás a entrenar con las sateraitos avanzadas, ya en poco tiempo tendrás tu recompensa.
Esa tarde para festejar su proeza Calisto había pensado en darse un baño en la laguna de la luna, Zeus al pasar por allí quedó fascinado por la belleza de aquella mujer desconocida para él.
Se le acercó.
Zeus: hola muchacha, soy Zeus, el dios del olimpo, el mayor de los 12 dioses, incluso que tu diosa.
El rostro de Calisto se puso rojo de la vergüenza, nunca un hombre la había visto en paños menores.
Calisto: ¡Pero tú no debes estar aquí!
Zeus: soy el señor del olimpo y puedo ir y venir sin restricciones de cualquier lugar. Ven conmigo y además de ser mi esposa serás la comandante de mi ejército.
Calisto: me siento honrada, pero no sé qué decir.....
Zeus: Solamente di que sí
Calisto: No. no romperé mis votos.
Aquella escena estaba siendo observada por una de las sateraitos, quien corrió al templo de Artemisa para contar lo sucedido.
Hécate sale en busca de Calisto, cuando la encuentra le ofrece un bebedizo que al tomarlo libraría su presencia de todo rastro que aquel dios haya dejado en ella. Calisto, ingenua acepta, lo que Hécate le había dado en realidad era el furo de Zeus, por lo cual ahora Calisto llevaba en su vientre un hijo del dios del olimpo.
Al volver al templo de Artemisa la esperaban Hera, esposa del dios todopoderoso, y Artemisa. Su castigo por semejante osadía será la muerte.
Hera convierte a Calisto en una Osa, Artemisa con su arco y flecha debería dar muerte a una de sus protegidas, quien había violado sus votos.
Cuando Artemisa lanza su flecha aparecen Zeus y Apolo, junto con la bruja Hécate, quien explica lo sucedido justificando la inocencia de la joven.
Zeus para salvar el alma pura de Calisto, transformada en osa y ahora malherida por la flecha de Artemisa, usa su gran poder para convertirla es estrella creando así la constelación de la Osa Mayor, debido a su doble sacrificio Zeus decide otorgarle la inmortalidad y es traída nuevamente al cielo de luna.
Junto al poder de Zeus, Calisto aumentó su poder extraordinariamente, a tal punto en que no tenía comparación con las demás sateraitos.
Como pruebas finales Para acceder a su God Cloth Se le había pedido a Calisto que renuncie a su hijo, cuando el naciera iba a ser criado en la tierra como un humano más, ella dispuesta todo acepta.
Nunca nadie había llevado puesta el God Cloth que se reservaba para Calisto, era toda una intriga.
El sacrificio final era una prueba de fe.
Artemisa estaría de un lado en el coliseo lunar y Calisto del otro.
Artemisa: Calisto, ya me has mostrado y lealtad y has superado pruebas muy difíciles, las Moiras dicen que tú eres la elegida y me han encomendado que haga este acto de fe, con mi arco dispararé una de mis flechas sagradas, según las Moiras como tú eres la elegida desde tiempos inmemoriales, lograrás parar la fecha y te harás acreedora de la Armadura sateraito divina del cuarto de luna menguante, y si tú no eres la elegida que mencionan las Moiras, su alma vivirá por siempre en las estrellas y su sacrificio será mi fuerza para seguir adelante. ¿Estás de acurdo?
Calisto: Por supuesto mi diosa, haz lo que tengas que hacer.
Artemisa toma con sus manos y un pulso yerto el arco y la flecha, apunta la flecha directamente hacia el corazón de Calisto, todo el coliseo lleno de sateraitos estaba en el más pleno silencio. Todos miraban hacia otro lao Excepto Lascomoune quien alentaba a su vieja amiga.
Cuando artemisa tiro su brazo hacia el hombro tensándolo para disparar la flecha hacia Calisto, todo fue silencio, Calisto hizo estallar su cosmos y aprisionó sus manos en su pecho a la altura de su corazón.
Artemisa: No temas Calisto, la luna te guiará hacia la verdad.
Artemisa dispara su flecha rodeada por el cosmos de la propia diosa, al llegar al corazón de Calisto la flecha se detuvo por completo, usando su vista Calisto hace girar la flecha, la rodea con su cosmos y la lanza hacia Artemisa, la diosa eleva su cómos y la flecha desaparece.
Artemisa: Eres la elegida que las Moiras me han comunicado, ha pasado todo tal cual como ellas me lo han revelado, Felicidades Calisto eres merecedora de tu armadura, a partir de ahora tienes mi bendición, serás la mano derecha de mi ejército y jefa de mi guardia personal, representarás mi misericordia y mi cólera ante el enemigo.
Con el tiempo Calisto logró ser la sateraito más respetada en el templo del cielo de luna, por su apoyo incondicional ascendió a Lascoumoune como capitana del ejército Sateratio y la puso como parte del grupo de elite que ella misma lidera. También fue la encargada de reclutar junto con artemisa a su guardia personal (Ícaro, Teseo y Odiseo) y entrenarlos ella misma.
A la vuelta de su hermano mayor, ya convertido en general, Calisto supo que ella quería esa vida de lucha y honor para sí misma, claro que el ser mujer era una gran desventaja, en los ejércitos únicamente podían reclutarse hombres.
Ya con 10 años Calisto empezó a imitar los entrenamientos de su hermano, cada día que pasaba Calisto daba largas vueltas a los bosques cercanos, cuando nadie la veía practicaba las técnicas de combate que siempre veía realizar a su hermano en los entrenamientos que realizaba en su propia casa, pero ella estaba a desventaja, pues no tenía adversarios, pero se las ingeniaba para practicar con los arboles cercaos cuidando que nadie la viera.
En una de esas prácticas es que sin que ella se diera cuenta, un guerrero del santuario la estaba observando. Calisto antes de practicar las mismas artes que su hermano se sentaba a la sombra del árbol más frondoso elevando plegarias a Artemisa, a quien ella le tenía devoción, puesto que su fe en la diosa la había salvado a su hermanita más pequeña de morir y al ella presenciar este acto de divinidad juró ser fiel a la diosa. Tanta era su concentración consigo misma y con el universo que hizo estallar su cosmos interno.
Aquel caballero quedó más que impresionado, era muy raro ver a una mujer guerrera, pero era aún más raro que una mujer lograra despertar así su cosmos, sin pelear, únicamente con meditación y oración.
Por fin el santo sale de entre las sombras.
Santo misterioso: ¿Quién eres tú niña, y como has logrado hacer eso?
Calisto: Mi nombres es Calisto, y he jurado mi vida a la diosa Artemisa, es gracias a su bendición que tengo esta energía que emana de mí pero aún no sé cómo utilizarla, si bien mi fuerza es grande solamente puedo despertar esa energía.
Santo misterioso: Mi nombre es Lugonis y soy un santo dorado, del santuario de Athena, si quieres puedo enseñarte a despertar esa energía que hay en ti y enseñarte a utilizarla, pero guarda distancia niña, no debes acercarte a mí, por tu propia seguridad.
Calisto ha aceptado el trato que le proponía el santo, ella sabía que los santos de Athena estaban para cuidar la paz y el amor en la tierra y el hecho que quiera que se mantenga lejos de él le daba cierta seguridad, sabía que él no la quería tener cerca, cosa que dejaba ver que aquél santo no tenía intenciones lujuriosas para con ella.
Calisto ayudaba en su casa en los que aceres, pero cada tarde desaparecía de la ciudad hacia los bosques siempre con alguna excusa para poder encontrarse con aquel santo para lograr su entrenamiento, el tiempo pasaba, Calisto demostraba una mejoría notoria día a día, una vez que ella aprendió a dominar por completo el arte del cosmos ya no le quedaba nada más por aprender de aquél santo.
El santo dorado dio por finalizado el entrenamiento.
Lugonis: Calisto, ya te he entrenado hasta donde he podido, ya no puedo enseñarte más anda, ahora tienes que buscar tu propio camino hacia el cosmos, cuando lo encuentres consulta contigo misma y sabrás cual es la decisión correcta.
Así Calisto y Lugonis se despiden distantemente tal cual como había sido todo su entrenamiento.
Esa tarde Calisto regresa a su casa, nadie sabía de su entrenamiento.
El tiempo siguió corriendo, para aquel entones ya Calisto había cumplido sus 18 primaveras y el padre pensaba en casarla con el hijo del comerciante más rico de la ciudad, en cambio Calisto le cuenta al padre sus ansias de convertirse en una guerrera y que había decidido irse al Santuario en Grecia a entrenar.
Padre de Calisto: ¿qué?, ¿una mujer guerrera?, no me hagas reír, tu harás mi voluntad, sino te someteré.
Calisto: ¡Jamás!
En ese instante el futuro esposo de Calisto.
Consorte: Te han comunicado la buena noticia Calisto, pronto nos desposaremos.
Calisto: ¡eso no pasará nunca mientras yo viva!
Padre de Calisto: ¡entonces pasará cuando estés muerta!
Ambos hombres sujetan a Calisto por brazos y piernas.
Calisto: ¡Suéltenme o les juro que los sacrificaré a ambos en nombre de mi diosa!
Consorte: Ja ja ja ja ja. ¿Qué podría hacer una mujer?
Calisto: ¡Arderá mi cosmos!
En ese momento el cosmos empieza a brotar de Calisto, su furia era tal que sui cosmos se había tornado muy agresivo, solamente con esa concentración de cosmos había logrado apartar a aquellos hombres que la sostenían.
Calisto: he entregado mi cuerpo al mi diosa y ningún hombre quebrantará mi voluntad.
Ciega de la ira Calisto matar con un solo golpe a quien fuera su padre y a quien fuera su prometido. Luego de esa acción Calisto cae rendida al suelo.
Al despertar ya era de madrugada, Calisto no puede contener su llanto al ver esa imagen con aquellos dos hombres muertos y ensangrentados. Con sus ropas y sus manos llenas de sangre sale de su casa y se dirige hacia las colinas donde se egregia una estatua de Artemisa.
En la base de la estatua se podía leer una inscripción: "al honrarte a ti y a tus hermanas me estarás honrando a mí".
Calisto rompe en un llanto feroz, ya que por prevalecer su juramento había perdido a su padre quien más amaba y también a su familia ya que después de aquel acto fratricida nadie querría volver a verla.
Era una noche totalmente negra y son estrellas, cuando de repente una luna llena se posa sobre el cielo, su luz ilumina a Calisto y a la estatua de Artemisa.
Se escucha una voz que parece venir de las mimas entrañas del cielo.
Voz: Hermana, tu sacrificio no será en vano, has sacrificado a una de las personas que más amabas en este mundo por mí, ahora obtendrás el premio por soportar ese martirio.
Calisto se había quedado muda.
Calisto: Tú eres A... A....
Voz: ahora vendrás conmigo a una tierra libre de martirio.
La luz que iluminaba a Calisto la elevo hacia los cielos.
Al despertar Calisto no reconocía a nadie a su alrededor. Un hombre estaba al lado de su cama, Calisto se contrae aterrada.
Hombre: No temas, no estoy aquí para lastimarte sino para asistirte, Artemisa pidió que te llevara a su presencia apenas despertaras.
Calisto estaba shockeada, realmente estaba en el olimpo... Ese hombre estaría diciendo la verdad... no tuvo más opción que seguirlo, al salir de sus aposentos todo estaba teñido de un color blanco inmaculado y unas personas que parecían ser soldados lo custodiaban todo.
Calisto siguió observando y noto algo extraño, aquellos soldados, en realidad no eran hombres, sino que eran todas mujeres.
Calisto: dime quien eres tú y que hago aquí o no daré un paso más.
Hombre: mi nombre es Müller soy un ciervo del templo de luna, dado a tu gran devoción y a tu sacrificio pequeña, es la misma diosa Artemisa quien te ha traído hasta el olimpo, estaos en el templo del cielo de luna, el lugar en que reina Artemisa, este es u premio por tus acciones, aquí disfrutarás como una mortal, pero libre de pecados y sufrimiento.
Calisto: ¿pero cómo es posible?
Müller: no puedo decirte nada más, es la diosa misma quien te revelará tu destino. Que por cierto ya hemos llegado a su templo. Aquí solo pueden entrar mujeres libres de pecado, inmaculadas, yo debo abandonarte en la entrada, pero tú eles libre de seguir hasta el fondo del templo, donde se encuentra nuestra diosa.
Calisto abre las pesadas puertas del templo, una mansedumbre expectante rodeaba el lugar, el silencio era tal que la respiración de Calisto cortaba el aire así como una afilada navaja corta una hoja de papel.
Al llegar al final del templo se encontraba la misma Artemisa tendida en sus aposentos.
Artemisa: pasa hermana, ahora te revelaré el premio por tu sacrificio. Tú siempre creíste en mí, por tu fe tu hermana a través de mi poder se ha salvado, pero por la incredulidad de tu padre y de tu hermano Hades se ha aprovechado y la ha llevado a su lado.
Calisto comienza a llorar.
Artemisa: calma esas lágrimas, aquí el dolor no tiene razón de ser. Tu recompensa ha sido venir a vivir a mi templo donde serás valorada como mereces, pero siempre recuerda el juramento que me has hecho así como tu voto de castidad, si alguna vez los rompes, serás desterrada hasta los mismos infiernos, aunque después de todo es una cuestión de tu raza, es su naturaleza ser olvidadizos.
Calisto: Gracias por el honor mi señora juro honrarte el resto de mi vida.
Artemisa: que así sea.
Calisto: una cosa más mi diosa, sería mucho pedir entrenar con aquellas soldados femeninas para poder llegar a ser alguien aquí dentro, me gustaría pagarte lo que has hecho por mí de alguna forma.
Artemisa: habla con Müller, él te dirá lo que tienes que hacer, ahora por favor retírate.
Calisto: como ordenes mi diosa.
Así Calisto sale corriendo de felicidad del templo de la diosa, a su salida, tal como había dicho Müller la estaba esperando.
Calisto: quiero ser una soldado de Artemisa, así que pues enséñamelo todo Müller.
Müller: Calma mujer, cada cosa tiene su tiempo. Ahora vete a descansar. Mañana hablaremos.
Calisto estaba muy ansiosa, recorrió todo el templo de luna aquella tarde, cuando de pronto llegando a un verde prado se escuchar un grito.
Mujer: ¡¡Cuidado!!
Calisto da un rápido giro y ve que una flecha se acerca rápidamente a ella, con una maniobra de sus manos desnudas logra atrapar la flecha antes que esta impacte en su cuerpo.
Mujer: disculpa el flechazo, he sido yo la culpable de lanzarte esa flecha, puesto que no te había visto, además no tienes que estar por aquí esta es una zona exclusiva reservada a las aprendices de sateraito. Por cierto, mi nombre es Lascoumoune.
Calisto: y el mío es Calisto, pero, ¿que son las sateraito?
Lascoumoune: las sateraito son las soldados que custodian el templo del cielo de luna lugar de Artemisa, también forman su ejército, yo soy una aprendiz, ¿y tú que haces por aquí?
Calisto: lo cierto es que recién he ascendido aquí, he hablado con la diosa y se me permite estar aquí manteniendo mis votos y bueno como agradecimiento quiero ser una soldado o sateraito, como dices tú que se llaman... je je je
Ambas se echaron una carcajada.
Lascoumoune: pues mira te recomiendo que et vallas de aquí, es una falta grave estar en esta zona, mejor ve a otra parte es por tu bien, seguro que mañana al comenzar el entrenamiento nos veamos.
Las dos se saludaron y Calisto se dirigió nuevamente a sus aposentos.
Al día siguiente Calisto había empezado a entrenar para convertirse en una sateraito, su belleza, así como sus habilidades con los puños, arco, flecha y ken no pasaron desapercibidos, a tal punto que Müller la separa del grupo.
Müller: bien pequeña, parece que tienes un don especial, pasarás a entrenar con las sateraitos avanzadas, ya en poco tiempo tendrás tu recompensa.
Esa tarde para festejar su proeza Calisto había pensado en darse un baño en la laguna de la luna, Zeus al pasar por allí quedó fascinado por la belleza de aquella mujer desconocida para él.
Se le acercó.
Zeus: hola muchacha, soy Zeus, el dios del olimpo, el mayor de los 12 dioses, incluso que tu diosa.
El rostro de Calisto se puso rojo de la vergüenza, nunca un hombre la había visto en paños menores.
Calisto: ¡Pero tú no debes estar aquí!
Zeus: soy el señor del olimpo y puedo ir y venir sin restricciones de cualquier lugar. Ven conmigo y además de ser mi esposa serás la comandante de mi ejército.
Calisto: me siento honrada, pero no sé qué decir.....
Zeus: Solamente di que sí
Calisto: No. no romperé mis votos.
Aquella escena estaba siendo observada por una de las sateraitos, quien corrió al templo de Artemisa para contar lo sucedido.
Hécate sale en busca de Calisto, cuando la encuentra le ofrece un bebedizo que al tomarlo libraría su presencia de todo rastro que aquel dios haya dejado en ella. Calisto, ingenua acepta, lo que Hécate le había dado en realidad era el furo de Zeus, por lo cual ahora Calisto llevaba en su vientre un hijo del dios del olimpo.
Al volver al templo de Artemisa la esperaban Hera, esposa del dios todopoderoso, y Artemisa. Su castigo por semejante osadía será la muerte.
Hera convierte a Calisto en una Osa, Artemisa con su arco y flecha debería dar muerte a una de sus protegidas, quien había violado sus votos.
Cuando Artemisa lanza su flecha aparecen Zeus y Apolo, junto con la bruja Hécate, quien explica lo sucedido justificando la inocencia de la joven.
Zeus para salvar el alma pura de Calisto, transformada en osa y ahora malherida por la flecha de Artemisa, usa su gran poder para convertirla es estrella creando así la constelación de la Osa Mayor, debido a su doble sacrificio Zeus decide otorgarle la inmortalidad y es traída nuevamente al cielo de luna.
Junto al poder de Zeus, Calisto aumentó su poder extraordinariamente, a tal punto en que no tenía comparación con las demás sateraitos.
Como pruebas finales Para acceder a su God Cloth Se le había pedido a Calisto que renuncie a su hijo, cuando el naciera iba a ser criado en la tierra como un humano más, ella dispuesta todo acepta.
Nunca nadie había llevado puesta el God Cloth que se reservaba para Calisto, era toda una intriga.
El sacrificio final era una prueba de fe.
Artemisa estaría de un lado en el coliseo lunar y Calisto del otro.
Artemisa: Calisto, ya me has mostrado y lealtad y has superado pruebas muy difíciles, las Moiras dicen que tú eres la elegida y me han encomendado que haga este acto de fe, con mi arco dispararé una de mis flechas sagradas, según las Moiras como tú eres la elegida desde tiempos inmemoriales, lograrás parar la fecha y te harás acreedora de la Armadura sateraito divina del cuarto de luna menguante, y si tú no eres la elegida que mencionan las Moiras, su alma vivirá por siempre en las estrellas y su sacrificio será mi fuerza para seguir adelante. ¿Estás de acurdo?
Calisto: Por supuesto mi diosa, haz lo que tengas que hacer.
Artemisa toma con sus manos y un pulso yerto el arco y la flecha, apunta la flecha directamente hacia el corazón de Calisto, todo el coliseo lleno de sateraitos estaba en el más pleno silencio. Todos miraban hacia otro lao Excepto Lascomoune quien alentaba a su vieja amiga.
Cuando artemisa tiro su brazo hacia el hombro tensándolo para disparar la flecha hacia Calisto, todo fue silencio, Calisto hizo estallar su cosmos y aprisionó sus manos en su pecho a la altura de su corazón.
Artemisa: No temas Calisto, la luna te guiará hacia la verdad.
Artemisa dispara su flecha rodeada por el cosmos de la propia diosa, al llegar al corazón de Calisto la flecha se detuvo por completo, usando su vista Calisto hace girar la flecha, la rodea con su cosmos y la lanza hacia Artemisa, la diosa eleva su cómos y la flecha desaparece.
Artemisa: Eres la elegida que las Moiras me han comunicado, ha pasado todo tal cual como ellas me lo han revelado, Felicidades Calisto eres merecedora de tu armadura, a partir de ahora tienes mi bendición, serás la mano derecha de mi ejército y jefa de mi guardia personal, representarás mi misericordia y mi cólera ante el enemigo.
Con el tiempo Calisto logró ser la sateraito más respetada en el templo del cielo de luna, por su apoyo incondicional ascendió a Lascoumoune como capitana del ejército Sateratio y la puso como parte del grupo de elite que ella misma lidera. También fue la encargada de reclutar junto con artemisa a su guardia personal (Ícaro, Teseo y Odiseo) y entrenarlos ella misma.
Apu- ÁNGEL CAÍDO
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Re: Apu y su Pj
por **Atgod** Miér Feb 16 2011, 23:09
Este Rol queda anulado por no cumplir con la regla 11 del torneo.
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