Entrenamiento armadura camaleón

Luego de escuchar y recibir las ropas que el hombre mayor le había entregado, quiso saltar de alegría y gritar ante la aceptación para ser guerrera, pero prefirió guardar la compostura no quería comportarse como una niña pequeña por más que lo fuera, se dijo así misma que tratara de comportarse y sin más realizo una leve venia al hombre frente a ella, para luego dirigirse a algún lugar para descansar, ya al día siguiente iría a buscar algún lugar donde poder aprender a utiliza el cosmos.
A la mañana siguiente se puso las ropas que el patriarca le torgo haciendo una pequeña mueca ante el disgusto que ocasionaron las ropas no era nada de lo que ella se imaginaba pero podía soportarlo, se dispuso a caminar hasta llegar a una especie de escuela, entro en esta observando la infraestructura de dicha escuela, asombrada por como esta era construida, tan distraída estaba que no pudo percibir la presencia de alguien chocando con un chico más o menos de su edad; se puso de pie rápidamente inclinándose ante el chico

Yukari- D-disculpe… No me fije por donde estaba caminando –continua con su reverencia sin siquiera mirar al chico contrario-

Chico- no te preocupes, también iba distraído –observa a yukari de manera curiosa antes de poder preguntar - ¿Eres nueva? ¿Buscas algo en especial?

Yukari- Si, si busco a alguien que me pueda a entrenar o algo así dijo el patriarca – observo al chico con un poco de duda aun no estaba segura de si aquel señor se llamaba así –

Chico- ah, ya veo mira, debes seguir derecho por aquí –señala un pasillo que precia algo largo y sin fin- cuando llegues al fin estarás en la cúpula allí te podrán ayudar

Yukari- ¿De verdad? – Mira al chico con una mirada iluminada donde se podían incluso ver los destellos que salían de sus ojos por la ayuda del contrario- Muchas gracias – sin dejar que aquel chico pudiera decirle algo más, ya que tomo rumbo a la cúpula dicha por el chico-

Al llegar a ella, la encontró vacía por lo que decidió tomar asiento y esperar a que alguien llegase para poder preguntar por un entrenador.