El comienzo de la profecía
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El comienzo de la profecía
por Akamaru Vie Oct 16 2015, 17:07
Tipo de rol: Coherente.
Personaje: Kaname.
Off: Voy a contar una situación previa que mantuvo Kaname antes de convertirse en Espectro de Hades.
**Se había envuelto en los lujos angelicales que sólo los más oscuros sacerdotes conocían. Embelesado por una fijación propia de los recónditos anhelos encarnados en la viveza sublime de la naturaleza.
Absorto y perdido en una nube de deseo pernicioso se halló inmerso. No podía concebir tal panorama sobrenatural que exhortase a los sagrados libros o las páginas prohibidas de los antiguos profetas como aquel en que vivía uno de los ensueños de desenfreno y concupiscencia que marcarían una estela imborrable a lo largo de su camino eterno.
Ninguna explicación era lo bastante fehaciente como para desterrar a la duda y brotar de las algodonadas tierras de la incertidumbre algún germinado de verdad.
Ya más de uno se preguntaba cómo había salido de tan rebosante acto sacrílego a la luz; sin embargo, y para indignación de los fieles al Único, pocos se preguntaban cómo era que habían aceptado tremenda invitación a tan inicuo festín.
La copiosa nube continúo sin vacilar su maltrecho e inevitable camino hacia el que sería otro espacio fértil para esparcir su inherente sombra de oscuridad, declarando una vez más la épica batalla a su antítesis el Sol.
Los haces de luz jamás vieron a tan vil adversario secundado por el ritmo que su propio creador había estimado. Así, el celaje cobijó al nimbo y a todo aquel que bajo su espectro se posare.
Centellantes luces lo cegaban y recuerdos borrosos aturdían su mente, algo sucedió entonces. En medio de ese espacio atemporal, parte de él sucumbió. Su conciencia se sumergió en una tremenda oscuridad y su esencia fue exhalada hacia la nada. Entró en contacto con aquel ente seductor, aquel demonio tentador que le habló susurrante en el oído.
Volaron juntos a través de colores y texturas, por universos paralelos y realidades alternas. Se fundieron en uno, y en un uno con el todo. Sintieron el aliento de Dios; su poder eterno se confundió con una felicidad efímera que los lanzó al presente, al dolor; él se desprendió, pero parte de aquello ya estaba entre sus pieles y mientras volvía, murió.
Su tez brillaba bajo la luz de la luna. Su cuerpo desnudo y sudado resplandecía en el campo. El sonido de la soledad agitaba ese lugar. Su respiración se mezclaba con el movimiento del viento. Su cesante jadeo hacía parte del murmullo veraniego. La brisa rozaba sus brazos, su abdomen, sus delgadas piernas y se convertía en una caricia que lo excitaba.
Se sentía cansado y mundano. Su pecho subía y bajaba obedeciendo su infantil naturaleza. Era él parte de ese campo, ya no era quien solía ser, era otra piedra en medio del césped, igual de inmóvil, igual de muerto.
Las lágrimas habían limpiado su cara de la suciedad. Ahora sólo le quedaba el dolor y la entrecortada respiración. A su lado estaba ella. Aquella mujer que había querido. Aquella mujer que la había hecho sentir especial. Estaba desnuda también, boca abajo, con su largo cabello castaño envuelto, los brazos extendidos; al igual que sus piernas, la izquierda sobre ella, sobre su frágil vientre. Ahora la odiaba. Odiaba verla allí sin más. Inconsciente, y mostrando parte de su inmunda humanidad al cielo.
El primer rayo dorado se asomó iluminando la verde y extensa pradera. El oscuro firmamento comenzaba a aplacar su sobriedad. El canto de las aves revoloteando lo obligó a cerrar los ojos. Su golpeado rostro se tranquilizó y su cuerpo por fin sintió el frío. El calor había abandonado aquel objeto usado y magullado. Se sentía aterradoramente vacío. Al abrir los ojos se sintió aún más cansado y maltrecho. Respiro hondo y se levantó, miro al cielo y una última lagrima cayo melancólicamente al césped manchado de sangre.
Miró a la mujer aún dormida y el odio hizo temblar su cuerpo. Un grito que nunca se oyó definió la gravedad del momento y de su situación. Dio unos pasos buscando su ropa y creyó que el destino lo había privilegiado después de esa noche. Al lado de sus prendas desgarradas, estaban las de la mujer y sobre su pantalón, estaba el cuchillo que ella había usado para amenazarlo.
No lo pensó dos veces, el rencor movió su cuerpo. Tomó el cuchillo y retrocedió hasta donde la desnuda mujer yacía. Agarró debajo de su pierna derecha y su delicado abdomen, y con una fuerza animal le dio la vuelta, ella no se percató. Tardó unos segundos en reaccionar, no por el remordimiento, sino por la idea de la mejor venganza posible.
Su vista bajó. Se agachó, sujetó una de sus piernas y rápidamente la cortó desde la base, la mujer despertó y un mar de sangre se esparció, el pedazo de pie quedo nadando en escarlata. Con furia gritó de dolor, pero él se abalanzo sobre ella y le clavó el cuchillo en el cuello. Ella cayó y se agitó unos segundos antes de morir. Él miró al cielo de nuevo y cerró los ojos.
El temblor había abandonado su cuerpo manchado. El dolor en el pecho desapareció. La tranquilidad calmó su mente y se sintió por fin en paz, aún estaba muerto, pero en paz. Miró el cadáver de su amada y sin pena ni pudor, caminó desnudo hasta sentirse vivo otra vez.
La mente humana es la reacción de nuestros pensamientos más crueles, nada puede hacer el ser humano, para que las sensaciones, cambien el destino de la vida. Has dejado de ser humano, hoy comienza tu verdadero destino.**
FINALIZACIÓN
Personaje: Kaname.
Off: Voy a contar una situación previa que mantuvo Kaname antes de convertirse en Espectro de Hades.
**Se había envuelto en los lujos angelicales que sólo los más oscuros sacerdotes conocían. Embelesado por una fijación propia de los recónditos anhelos encarnados en la viveza sublime de la naturaleza.
Absorto y perdido en una nube de deseo pernicioso se halló inmerso. No podía concebir tal panorama sobrenatural que exhortase a los sagrados libros o las páginas prohibidas de los antiguos profetas como aquel en que vivía uno de los ensueños de desenfreno y concupiscencia que marcarían una estela imborrable a lo largo de su camino eterno.
Ninguna explicación era lo bastante fehaciente como para desterrar a la duda y brotar de las algodonadas tierras de la incertidumbre algún germinado de verdad.
Ya más de uno se preguntaba cómo había salido de tan rebosante acto sacrílego a la luz; sin embargo, y para indignación de los fieles al Único, pocos se preguntaban cómo era que habían aceptado tremenda invitación a tan inicuo festín.
La copiosa nube continúo sin vacilar su maltrecho e inevitable camino hacia el que sería otro espacio fértil para esparcir su inherente sombra de oscuridad, declarando una vez más la épica batalla a su antítesis el Sol.
Los haces de luz jamás vieron a tan vil adversario secundado por el ritmo que su propio creador había estimado. Así, el celaje cobijó al nimbo y a todo aquel que bajo su espectro se posare.
Centellantes luces lo cegaban y recuerdos borrosos aturdían su mente, algo sucedió entonces. En medio de ese espacio atemporal, parte de él sucumbió. Su conciencia se sumergió en una tremenda oscuridad y su esencia fue exhalada hacia la nada. Entró en contacto con aquel ente seductor, aquel demonio tentador que le habló susurrante en el oído.
Volaron juntos a través de colores y texturas, por universos paralelos y realidades alternas. Se fundieron en uno, y en un uno con el todo. Sintieron el aliento de Dios; su poder eterno se confundió con una felicidad efímera que los lanzó al presente, al dolor; él se desprendió, pero parte de aquello ya estaba entre sus pieles y mientras volvía, murió.
Su tez brillaba bajo la luz de la luna. Su cuerpo desnudo y sudado resplandecía en el campo. El sonido de la soledad agitaba ese lugar. Su respiración se mezclaba con el movimiento del viento. Su cesante jadeo hacía parte del murmullo veraniego. La brisa rozaba sus brazos, su abdomen, sus delgadas piernas y se convertía en una caricia que lo excitaba.
Se sentía cansado y mundano. Su pecho subía y bajaba obedeciendo su infantil naturaleza. Era él parte de ese campo, ya no era quien solía ser, era otra piedra en medio del césped, igual de inmóvil, igual de muerto.
Las lágrimas habían limpiado su cara de la suciedad. Ahora sólo le quedaba el dolor y la entrecortada respiración. A su lado estaba ella. Aquella mujer que había querido. Aquella mujer que la había hecho sentir especial. Estaba desnuda también, boca abajo, con su largo cabello castaño envuelto, los brazos extendidos; al igual que sus piernas, la izquierda sobre ella, sobre su frágil vientre. Ahora la odiaba. Odiaba verla allí sin más. Inconsciente, y mostrando parte de su inmunda humanidad al cielo.
El primer rayo dorado se asomó iluminando la verde y extensa pradera. El oscuro firmamento comenzaba a aplacar su sobriedad. El canto de las aves revoloteando lo obligó a cerrar los ojos. Su golpeado rostro se tranquilizó y su cuerpo por fin sintió el frío. El calor había abandonado aquel objeto usado y magullado. Se sentía aterradoramente vacío. Al abrir los ojos se sintió aún más cansado y maltrecho. Respiro hondo y se levantó, miro al cielo y una última lagrima cayo melancólicamente al césped manchado de sangre.
Miró a la mujer aún dormida y el odio hizo temblar su cuerpo. Un grito que nunca se oyó definió la gravedad del momento y de su situación. Dio unos pasos buscando su ropa y creyó que el destino lo había privilegiado después de esa noche. Al lado de sus prendas desgarradas, estaban las de la mujer y sobre su pantalón, estaba el cuchillo que ella había usado para amenazarlo.
No lo pensó dos veces, el rencor movió su cuerpo. Tomó el cuchillo y retrocedió hasta donde la desnuda mujer yacía. Agarró debajo de su pierna derecha y su delicado abdomen, y con una fuerza animal le dio la vuelta, ella no se percató. Tardó unos segundos en reaccionar, no por el remordimiento, sino por la idea de la mejor venganza posible.
Su vista bajó. Se agachó, sujetó una de sus piernas y rápidamente la cortó desde la base, la mujer despertó y un mar de sangre se esparció, el pedazo de pie quedo nadando en escarlata. Con furia gritó de dolor, pero él se abalanzo sobre ella y le clavó el cuchillo en el cuello. Ella cayó y se agitó unos segundos antes de morir. Él miró al cielo de nuevo y cerró los ojos.
El temblor había abandonado su cuerpo manchado. El dolor en el pecho desapareció. La tranquilidad calmó su mente y se sintió por fin en paz, aún estaba muerto, pero en paz. Miró el cadáver de su amada y sin pena ni pudor, caminó desnudo hasta sentirse vivo otra vez.
La mente humana es la reacción de nuestros pensamientos más crueles, nada puede hacer el ser humano, para que las sensaciones, cambien el destino de la vida. Has dejado de ser humano, hoy comienza tu verdadero destino.**
FINALIZACIÓN
Akamaru- KYOTO
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Fecha de inscripción : 17/06/2015
Re: El comienzo de la profecía
por hellkevin Dom Oct 18 2015, 20:56
Bueno paso a dar las siguientes correcciones.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] introducción [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Debo reconocer que roleaste de una forma muy refinada en la primer parte, sin embargo esas técnicas que utilizas conllevan un equilibrio muy alto. Aquellas palabras y combinaciones que usas para indagar sobre los hechos de Kaname poseen un rango elevado, por ello necesitan un sostén que las acompañe, de lo contrario el lector puede perderse fácilmente en bifurcaciones de lo que realmente quieres transmitir. Nota:5
Aquí unos ejemplos
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] cuerpo [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Si bien no es muy extenso este relato reconosco que tiene profundidad, las sensaciones de regocijo e ira de Kaname están bien detalladas y su conexión con el mas allá comienza donde termina la historia por lo que te has destacado en esta parte. Nota 7
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Desenlace [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Como te he dicho la historia comienza donde termina, junto a una última oración que conecta todo en un cierre perfecto mas una notable moraleja. Nota: 7
Valoración
Como dije al principio, las palabras que tienen mayor jerarquía por expresar mejor su belleza requieren de orden y equilibrio para que el lector no solo las reconozca sino que las aprecie en su totalidad.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
En este gráfico se muestra la densidad de los roles, por su grado sabes si debes bajar o subir el nivel para que este pueda quedar bien balanceado. Veras que el equilibrio está en la zona media donde las ideas son concretas y entendibles a simple vista. Tu rol estaría un grado más arriba en el 75% al cargarse de estas palabras y combinaciones exhaustivas, notaras que al aumentar la densidad el rol ira saturándose poco a poco.
Nota final:6
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] introducción [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Debo reconocer que roleaste de una forma muy refinada en la primer parte, sin embargo esas técnicas que utilizas conllevan un equilibrio muy alto. Aquellas palabras y combinaciones que usas para indagar sobre los hechos de Kaname poseen un rango elevado, por ello necesitan un sostén que las acompañe, de lo contrario el lector puede perderse fácilmente en bifurcaciones de lo que realmente quieres transmitir. Nota:5
Aquí unos ejemplos
- 1:
- 2:
- 3:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] cuerpo [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Si bien no es muy extenso este relato reconosco que tiene profundidad, las sensaciones de regocijo e ira de Kaname están bien detalladas y su conexión con el mas allá comienza donde termina la historia por lo que te has destacado en esta parte. Nota 7
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Como te he dicho la historia comienza donde termina, junto a una última oración que conecta todo en un cierre perfecto mas una notable moraleja. Nota: 7
ValoraciónComo dije al principio, las palabras que tienen mayor jerarquía por expresar mejor su belleza requieren de orden y equilibrio para que el lector no solo las reconozca sino que las aprecie en su totalidad.
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En este gráfico se muestra la densidad de los roles, por su grado sabes si debes bajar o subir el nivel para que este pueda quedar bien balanceado. Veras que el equilibrio está en la zona media donde las ideas son concretas y entendibles a simple vista. Tu rol estaría un grado más arriba en el 75% al cargarse de estas palabras y combinaciones exhaustivas, notaras que al aumentar la densidad el rol ira saturándose poco a poco.
Nota final:6
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