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Ariques y Löwe : Una aventura de otro mundo.  3091mae
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Ariques y Löwe : Una aventura de otro mundo.

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Mensaje por Yue Miér Abr 02 2014, 13:34

Tipo de rol: Coherente. 

Lugar: Antigua Grecia (1) - Lugar desconocido (2) - Lago Negro (3). 

Personajes: 


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Rey Löwe (Lurevir)


VS


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[url=http://www.saint-seiya-rpg.com/t31055-registro-de-pelea-de-lucero-de-alba]Rey Ariques (Yue)
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Mensaje por Aegaeón Miér Abr 02 2014, 16:36

Tebas. Siglo VIII A.C

Spoiler:

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -[Me he enterado que lejos, muy lejos de aquí, existe un lugar donde predomina el oro, y las riquezas. Ahora tengo las esperanzas de salvar a mi polis... Tebas. Yo, Löwe, rey de Tebas, tengo el encargo de ocuparme de mi pueblo. Me ocuparé de salvar a mi gente...]-

**Löwe, Rey de Tebas, un hombre que da la vida por su pueblo y su gente, había encontrado la manera de traer la salvación a Tebas. La polis de Grecia, hacía años que atravezaba una situación complicada, de pobreza extrema. Como consecuencia de ello, muchos de sus habitantes, habían emigrado a otras polis vecinas, abandonando su ciudad natal. Esto era algo imperdonable para cualquier emperador que esté a cargo del reinado de cualquier polis de Grecia, pero Löwe, era distinto. Él era un ser poderoso, pero a su vez, amable y bondadoso. Se destaca por su gran sabiduría y por su buen corazón, al compartir aquellas cosas que siente que valen la pena.
 Löwe... Rey de Tebas...**

_______________________

**Sentado sobre el altar, dentro del Castillo principal de Tebas, ubicado en el centro de la polis, El Rey Löwe se encontraba algo preocupado y nervioso. Pues había una situación que lo inquietaba de hacía ya rato.
 Enfrente suyo, el Príncipe Casimiro arrodillado ante él, le prestaba su atención...**


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Hijo mío, ya te he dicho que no es neceario esa postura frente a mi. Todos pertenecemos a Tebas y no hay superiores ni inferiores. Ponte de pie...-

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Llevas la razón padre. He venido por dos motivos. Uno porque me has llamado para decirme algo importante. Lo segundo, es comunicarte que ya me he ocupado de distribuír las monedas diarias a los habitantes de Tebas. Con Klivshko, nos hemos ocupado de que no le falte nada a nadie.-


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Eso me alegra mucho Casimiro. Pero tengo buenas e importantes noticias que comunicarte, y tú te ocuparás de hacérselo enterar al resto de Tebas. Tú eres el hombre más fuerte de mi ejército, eres mi hijo despúes de todo.
 Me he enterado que existe un lugar muy lejano, donde abundan las riquezas, oro, plata, reliquias importantes, objetos sagrados, etc. Antiguamente, existía un lugar cuyo nombre es desconocido aún en estos días, pero que en ese sitio se desataban duras guerras sangrientas, por algo misterioso que no se sabe en estos días. Pero aquello que fuese debía tener un poder de atracción muy grande para atraer a grandes ejércitos y desencadenar eternas guerras entre bandos enemigos. Dicho objeto sagrado se encuentra en las profundidades del océano que se encuentra en ese lugar.
 Pero eso es parte de una leyenda, a lo que voy es que esas eternas guerras entre ejércitos de diferentes polis y ciudades de todo el mundo, han dejado grandes tesoros en ese lugar. Oro, armas y armaduras, reliquias, y todo lo que puedas imaginar. Nuestro objetivo es llevar a nuestro ejército con nosotros para volver con esas grnades riquezas y así salvar nuestro querido Tebas...-


**Löwe había volcado toda la información sobre su hijo, el Príncipe Casimiro. Ahora, sería él quien deba comunicarle al pueblo de Tebas que la salvación está muy cerca. Löwe le había pedido a su hijo que reuniese a todos los guerreros de Tebas para conformar el ejército que se encargaría de la super expedición...**


**Casimiro había convocado a una reunión general en la plaza central de Tebas, donde daría el importante comunicado...**

**Cuando los habitantes de Tebas estuvieron reunidos allí, en la plaza central, Casimiro se dió a conocer saliendo de adentro del castillo de su padre, desplegando su auténtica capa blanca...**



[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Escúchen ciudadanos de Tebas! He convocado a esta reunión para anunciarles un importante evento que cambiará sus vidas y la del pueblo. Mi padre, el Rey Löwe ha descubierto unas tierras desconocidas a kilómetros de aquí. En esas tierras habitan criaturas desconocidas, peligros inimaginables, y sobre todo, riqueza... mucha riqueza, entre las que podremos hallar, reliquias, oro, lingotes, armas y armaduras, y otras cosas de gran valor económico. Nuestro fin con esta reunión es comunicarles que todos los guerreros Tebanos deberán presentarse mañana en el recinto del Rey, dispuesto para iniciar un viaje de mil días. Nuestro Rey, incluso yo, seremos parte de esa expedición, todo con el fin de poder satisfacer las necesidades de nuestro pueblo!!! Lo que sugiero a los aldeanos y a las damas tebanas, es que cooperen con nuestro ejército y nos brinden alimentos y abrigos que no utilicen, ya que los necesitaremos.-

**De pronto, sale el Rey de Tebas detrás de Casimiro, y lo interrumpe, hablando con un tono sereno...**



[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Así es... Les pedimos a los herreros que nos faciliten todas sus armas y armaduras gratuitamente a nuestros soldados. Hemos invertido la mitad de nuestra economía en comprar un gran barco Atheniense, caracterizado por su tenacidad y resistencia. Pero no se preocupen, recuerden que al cabo de tres años aproximadamente, Tebas dará un salto abismal en la economía y todos viviremos como dioses.
 Para finalizar esta junta general y dar paso a la ceremonia de despedida de mañana, les dejo el aviso de que yo seré parte de la expedición, a cambio, dejaré el mandato de Tebas a mi mujer Eliana. Ella se ocupará de distribuír las monedas restantes a diario, continuando con mi política de rey. Espero que mañana nos den una grata despedida. Eso es todo...-

**Los Tebanos habían estallado en gritos eufóricos, emocionándose por las palabras de su Rey, quien les prometió grandes riquezas dentro de tres años. En otras palabras, el Rey Löwe estaba dando la vida por su pueblo, por su gente, y eso fue lo que más le llegó al pueblo de Tebas...**
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Mensaje por Yue Miér Abr 02 2014, 17:28

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Atenas, Siglo VIII A.C. 
Apenas unos pocos días antes de los sucesos anteriormente contados... 


**Ariques se dio la vuelta y esquivó el ataque de su contrincante, quien había logrado deslizarse tras recibir la ayuda de uno de sus compañeros. Ambos trataron de golpear al Comandante de Atenas al mismo tiempo. Sin embargo, tras esquivar el primer ataque, Ariques golpeó con el pomo de su espada el vientre de uno de los dos y, con su escudo, bloqueó el segundo golpe, de manera que empujó a su enemigo y lo lanzó al suelo. Los dos lo miraron con sumo respeto y admiración. Ariques sonrió y enfundó su espada. Acto seguido, colgó el escudo en su espalda y agarró por la muñeca al soldado que más cerca estaba para ayudarlo a levantarse. **

**Una vez los dos se levantaron, Ariques miró a su alrededor: con sus veintidós años cumplidos hacía apenas uno o dos meses, era ya el mejor guerrero de toda la Polis Griega de Atenas. El Rey de Atenas, un hombre de unos cuarenta años cuyas aficiones eran, como las de todo rey, las mujeres y los juegos de azar, lo había nombrado Comandante del Ejército Greco-Ateniense por su coraje, sus habilidades y su inteligencia. O al menos, éso era lo que el Rey Darius había dicho en público. Ariques era perfectamente consciente de que Darius lo había tomado por un tonto que se comería todos los problemas del ejército para así tener la paz que un rey siempre anhelaba. Bueno, pues la jugada le había salido realmente mal... No iba a tolerar que, mientras la Polis se iba al garete, él se divirtiese como si no hubiese un mañana. ** 

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Mi Señor Ariques, si me permitís el atrevimiento... ¿Cómo es que estáis aquí en lugar de estar administrando los gastos de los ejércitos de nuestra ciudad? No os lo toméis como una ofensa o algo por el estilo, pero siempre se me ha conocido por ser alguien realmente curioso y nunca lo he entendido... Pasáis la mayor parte de vuestro tiempo aquí, derrotando soldado tras soldado, pero nunca entendí con que fin. ¿Es mucho pedir una explicación? -

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - No seas tan educado, Soldado Ateniense, puesto que no tienes nada que demostrar: sé por qué estás aquí. Estás aquí por que tienes una familia que educar y que alimentar y, para ello, necesitas dinero. Un dinero que no es nada fácil de ganar. ¿O acaso me equivoco? - **Ante el asentimiento del soldado, Ariques continuó hablando. ** - Y sí, responderé tu respuesta con mucho placer: no soy el tipo de Comandante que se ocupa de gestionar los asuntos de un ejército. No, amigo, el rey me eligió para vivir su vida... Pero hoy eso va a terminar. Durante años, he venido aquí para entrenarte... Para entrenaros a todos vosotros. - **Estaba alzando la voz a un nivel elevado para que todos los allí presentes lo escuchasen. ** -¡Hoy es el día en el que esta Polis se liberará del yugo de este nefasto Rey! ¡Hoy, amigos míos, clamaremos por todas las almas que no descansan en paz bajo la responsabilidad del rey! ¡Hoy, mi nuevo ejército, haremos justicia! ¡Y ahora, coged vuestras armas y formad ante mí! - 

**Todos comenzaron a vitorear. Incluso el soldado, que apenas hacía un minuto había parecido tener una clase de miedo o respeto a su interlocutor, gritaba y lanzaba vítores como loco. Ariques sabía que venía a continuación: lo había planificado durante mucho tiempo. Agarró su corcel (un precioso caballo de raza de piel gris y melena blanca cuyos pies tenían herraduras de oro) y se subió a él. Acto seguido, avanzó hacia la nueva fuerza de treinta y dos hombres (si sus números no fallaban) que se había formado frente a él. La mayoría eran jóvenes que no sabían blandir una lanza correctamente, pero aquello no importaba... Ariques iba a hacer justicia... ** 

----------------

**Poco después, el grupo de soldados salió del Campo de Entrenamiento, orgullosos y feroces. Bajo la cálida sonrisa arrogante del Comandante de las Fuerzas Atenienses, los soldados marcharon por las calles de Atenas muy seguros de sí mismos. Poco después, llegaron frente al Castillo del Rey, el cual estaba protegido por un grupo de diez guardias. Sin preocuparse por comenzar cualquier clase de conversación inútil, Ariques cabalgó ferozmente contra ellos junto con sus soldados. Instintivamente, golpeó la espada de uno de sus enemigos. Gracias a la velocidad del caballo, el arma cayó y el soldado que venía detrás del Comandante de Atenas terminó con la vida del que allí estaba presente. Ariques continuó cabalgando, inexpugnable, inalcanzable... Se sentía como un Dios. Un Dios... Sí, los poderes de los Dioses, según la Mitología Griega contaba, eran infinitos. Si ese poder estuviese en sus manos... ** 

**Las puertas del Castillo se abrieron bajo los golpes de un ariete que la gente (la cual estaba ahora de parte de Ariques) había traído. El Comandante Ateniense descendió de su caballo y fue acompañado por dos hombres mientras que los demás peleaban en las calles. Las puertas se cerraron para asegurar que nadie entraba en el Castillo. Bien, si Ariques moría, sería gracias a los de dentro y las posibilidades eran ahora nulas. Entraron en una amplia sala: la Sala del Trono. Los nobles no hacían más que comer, reír y charlar bajo la atenta mirada del Rey Darius, quien sonreía al estar rodeado por un grupo de mujeres. Doce, para ser exactos, y cuatro de ellas estaban desnudas y se insinuaban al rey al acercar sus glúteos a su rostro, o al acercar las manos del viejo a sus pechos. Ariques, enfermo ante semejante escena, alzó su espada. Todos comenzaron a gritar, pero la voz del Comandante se hizo clara. ** 

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- ¡Silencio, gente de Atenas! ¡Aquí no se va a cometer ninguna clase de asesinato a sangre fría! ¡No, amigos míos, vosotros no sois los que vais a morir! ¡Vosotros tenéis futuro en la ciudad que yo, Ariques, Comandante Ateniense, forjaré! ¡El único que morirá hoy eres tú, Darius, Rey de Atenas! ¡Deja a esas mujeres en paz! ¡Si te crees que les gustas lo más mínimo, estás muy equivocado! ¡Sólo están contigo por tus riquezas, pero en su interior, sufren ante un monstruo como tú! ¡Vamos, ven! - 

**Cabe destacar que, mientras Ariques hablaba, sus dos soldados se habían encargado de noquear a los guardias que habían intentado acabar con ellos. El viejo rey se levantó con una sonrisa arrogante y a duras penas. ¿En que demonios se había convertido aquel maldito demonio? **

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- Te atreves a irrumpir en mi Palacio, a asesinar a mis guardias y a insultar a estas mujeres... ¿Y sigues con vida? Si bien la edad no ha sido benévola conmigo, mi armadura sigue siendo imponente y mi fuerza no me ha abandonado. ¿Acaso es el Trono de Atenas lo que quieres? Ven a por él, pero no lo obtendrás sin antes acabar con mi vida. - 

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - No es el Trono lo que en realidad quiero, Traidor. En realidad quiero que tú te separes de él, aunque la muerte tenga que ser el juez. Pero si este acto y este sacrificio conlleva a que yo lo ocupe, no me importa. ¡Atenas estará más a salvo y prosperará mucho más conmigo que contigo! ¡Ahora, basta la palabrería! ¡Vamos! - 

**Ambos hombres, quienes habían sido amigos y compañeros de "trabajo" en el pasado, se testaban con la mirada ahora mientras daban vueltas en un círculo formado con sus pies bajo la atenta mirada de los allí presentes. Ambos buscaban el punto débil de su adversario... El punto débil que acabaría con aquella tropelía: por parte de Ariques, la locura era el reinado de Darius; por parte del Rey, era la Traición de su viejo amigo. Ariques se preguntó si el rey era consciente de lo mal que había hecho su trabajo y de cómo había llevado a la Polis a la ruina. Poco importaba ya... Puesto que el rey lanzó un grito y se abalanzó sobre su enemigo. Ariques, instintivamente, saltó hacia atrás para esquivar el ataque y, acto seguido, se tambaleó al perder el equilibro brevemente. El rey vio esta oportunidad como una de oro y dejó caer su escudo para coger una daga que tenía atada en la bota y así desgarrar la garganta de su adversario. Ariques, por suerte, conocía este movimiento ya que habían sido compañeros de armas y, con mucha fuerza, golpeó la mano del Rey con su escudo. El cuchillo cayó y un sonido chirriante indicó que el hueso se había roto. Con un último grito, Ariques alzó su espada y lo dejó caer sobre el rey. La espada atravesó carne y hueso en el pecho, y el rey gritó de dolor. Ariques empuñó nuevamente su espada y volvió a golpear: una, dos, tres, cuatro veces... No paró hasta que el rey quedó inerte a los dieciocho golpes. Una muerte dolorosa, pero la furia se había apoderado de él. ** 

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- ¡El Reinado de este imbécil ha terminado! ¡Yo dirigiré hoy esta Polis! ¡Yo os llevaré a la gloria! ¡Y...! - 

**Una presencia lo cortó. Un murmullo a su oído que decía "Torre de Atenas, cinco días más y el poder de un Dios será desatado"... Ariques se dio la vuelta y vio a una extraña mujer que se le había acercado y, con una sonrisa, la mujer desapareció en un destello luminoso. Fue en aquel momento que el Nuevo Rey de la Polis de Atenas se dio cuenta que el tiempo había sido congelado... Pocos segundos después, el tiempo volvió a la normalidad y la gente seguía lanzando vítores. Con una sonrisa, alzó su voz de mayor manera para hacerse entender legendariamente. No supo por qué, pero sintió que algo increíble estaba sucediendo en la Torre de Atenas en cinco días. ** 

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- ¡Ahora, id por toda la ciudad! ¡Terminad con los fieles a Darius y reunid un poderoso ejército que se reunirá frente a mí, en cinco días, sobre la Torre de Atenas! ¡Allí encontraremos la gloria y el camino para salvar esta Polis! ¡Los Dioses están de nuestra parte! ¡Vamos a por el Poder de un Dios! - 

**Glorioso y viendo cómo todos se iban corriendo y gritando de alegría, el Nuevo Rey de Atenas golpeó con su pie para apartar el cadáver de Darius de su camino y se sentó sobre su nuevo trono. Sus dos nuevos hombres de confianza, Tarvos y Héctor, se colocaron a sus dos lados... ** 
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Mensaje por Aegaeón Jue Abr 03 2014, 01:53

**Sólo restaba un día antes de partir con su experimentado, auqnue basto, ejército de tebanos. El Rey Löwe, se hallaba sentado en su trono, pensando quizá, como se darían las cosas, el viaje. Puesto que aquel ser extraño al que había contactado parecía no ser humano. Más bien, daba alución a ejercer su vida como oráculo, y su elevada edad de vida, hacían pensar que no era un viejo loco, sino un sabio contemplativo...
 El Rey Löwe recordaba de a momentos aquel encuentro con el oráculo de Tebas...**

//RECORDANDO...//

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Oráculo... Soy yo, el Rey de Tebas, Löwe. He venido personalmente porque me es necesaria su ayuda. Verá, hace años que Tebas está atravesando una fuerte crisis, tanto económica como social, puesto que muchos tebanos abandonan la ciudad para buscar una mejor calidad de vida. Pero no soy tan débil como para rendirme y abandonar mi posición como rey. Al contrario, he decidido hacerle frente a este mal que cayó sobre nuestra polis. Dígame oráculo, ¿Que debo hacer?-


**El Viejo de pelo blanco y ojos achinados, se detuvo un momento a pensar que podía hacer en una situación como la que Tebas estaba viviendo. Pero el oráculo sabía perfectamente la situación, ya que, no por nada es el oráculo de Tebas...**


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Löwe, rey de Tebas... Mi querido pueblo... Quisiera poder ayudarte pero no puedo hacerlo ni por todas las monedas que quieras darme a cambio. Podría decirte que formes un ejército de experimentados tebanos e ir a saquear otras polis. Pero sería una completa estupidez que acabaría con la existencia de nuestro pueblo. Si haces eso, lograrás que las demás polis se percaten de tu actitud y juntas, se aliarán en contra de ti, para terminar de destruír este pueblo bendito.- -Maldición!! Lo entiendo oráculo, pero... tiene que haber algo que me ayude, que nos traiga riquezas, beneficios. Nuestros ganados... nuestras armas... nuestros recursos!! Todo escasea. Sólo queda preguntarle a usted, como única alternativa para afrontar este conflicto. El rey anterior de Tebas, Dionisio, fue quien trajo maldad al pueblo, haciendo enfadar a los dioses, y es esta la manera en la que recibimos a nuestro querido Tebas, producto de los pecados del Rey Dionisios.
 En fin, ya hemos intentado todo lo posible. Las polis vecinas, con las que tenemos buena relación, nos han ayudado en todo, pero al pasar los días, los recursos y la economía se reduce si no lo solventamos con actividades. Ya hemos pedido suficiente a las polis vecinas, y nuestra deuda con ellas es muy grande. No me queda más que hacer todo por mi mismo. Es por ello que debes ayudarme oráculo, por favor...-


**El oráculo produjo un sonido de pensativo, decidiéndoce que iba a decir...**



[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Lamento desilucionarlo mi rey, pero creo que no hay nada por hacer. Una polis debe mantener sus recursos con actividad, sin tener que depender de nadie. Pero como usted dice, los recursos escacen, debido a que los aldeanos tebanos emigran a otras ciudades por el principal motivo de que no hay economía como para pagarles por su trabajo. Es entendible. Pero no hay nada por hacer más que comenzar desde cero. Todos en Tebas, incluyendo los guerreros, tendrán que trabajar talando árboles, críar ganado, fabricar pieles, extraer lana, etc. Pero se nos presentan dos problemas muy graves... El primero, tiene que ver con que nadie trabajará gratuitamente durante años. El segundo es que si tus guerreros se convierten en aldeanos, no hay quienes defiendan y luchen para proteger nuestro pueblo en caso de una invasión enemiga. Es un gran riesgo que debes correr mi querido rey. Pero veo esto como la única salida viable. Ten en cuenta que empezar desde el inicio, implicaría mucho tiempo, hablo de décadas de trabajo y esfuerzo.
 Lo lamento Rey Löwe...**


**El rostro del Rey de Tebas, segregó lágrimas de impotencia por no poder hacer nada por su pueblo. Luego de esto, Löwe dió media vuelta y se retiró lentamente del recinto del oráculo... Pero de repente...**



[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Em... Mi rey. No se vaya aún. Creo que hay una posibilidad, pero el riesgo que corres tú y tu ejército es de un 99%. Existe un lugar cuyo nombre es desconocido, el cual se aleja del mundo real. Hace décadas, muchos ejércitos van a allí con el fin de obtener riquezas... las riquezas que alguna vez pertenecieron a los ejércitos que se enfrentaban entre sí en sangrientas guerras, en busca de un mismo objetivo en común. Puedo calcular que el oro y las riquezas que hay en ese lugar son infinitas. Pero en el camino, tendrás que toparte con muchos peligros latentes. Este lugar queda en las coordenadas 16.34.29 al oeste. Debo advertirte que el riesgo es muy grande y es casi posible que no vuelvas aquí... al mundo real.
 Las criaturas que habitan allí son algo sinigual, que de seguro nunca has escuchado hablar de ellas. El océano negro, es lo más temido de ese lugar, donde habitan criaturas raras, y corres peligros naturales como los constantes relámpagos que iluminan el cielo negro, o la ira de las olas, o bien, los vientos desmedidos. Nosotros, los oráculos tenemos la capacidad de ver más allá de lo que hay aquí, y desde hace años tratamos de entender que es lo que posee ese lugar que impide salir a quienes entran allí. Eso es un misterio. Pero puedo decirte que entre nosotros, los oráculos, hemos llamado a aquel lugar desconocido como "La Otra Dimensión" o "La Dimensión Perdida".-


**La expresión del Rey de Tebas había cambiado completamente, pues nunca había escuchado algo como eso. Siempre creyó en que las criaturas que componen el mar son peces y krakens de doble tamaño al de un humano. Löwe se hallaba emocionado, sin importar la advertencia de que había un 99% de posibilidades de no poder volver al mundo real...**



[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Esto es perfecto! Muchas gracias oráculo. En dos días reuniré el ejército tebano y partiré hacia ese lugar...-


**El Rey Löwe se había retirado apresurado y contento por aquella magnífica noticia. Pues nunca podía ser mentira, porque se trataba de un oráculo, el que todo lo ve...**


//FIN DE LOS RECUERDOS...//


**Sentado en su trono, mientras recordaba su épico encuentro con el oráculo, el Rey de Tebas es interrumpido, por la llegada de su hijo...**



[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Padre, el ejército está reunido y listo para la embarcación. El barco tambien está listo, y los aldeanos y mujeres de Tebas se han encargado de subir al barco los alimentos y vestimentas necesarias. Creo que es tiempo de comenzar la celebración de despedida, puesto que luego iniciaremos nuestro viaje...- -Exelente Casimiro... Dime, ¿cuantos guerreros tebanos has reunido exactamente?-



[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Son 107 en total mi rey. 60 son guerreros elite, experimentados en las artes de guerra.- -Perfecto. Quiero que reúnas a esos 40 guerreros de elite, y otros 10 del montón y le des la órden de que al finalizar el festival partiremos rumbo a las tierras perdidas.-



[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Pero... padre! ¿Que sucederá con el resto de los guerreros!?- -No te preocupes Casimiro, ellos tendrán que quedarse en tebas para proteger nuestra ciudad de una posible amenaza. Recuerda que estaremos ausentes más de tres años. Además, es mejor que los 57 novatos restantes se queden aquí defendiendo nuestro pueblo, mientras entrenan en la escuela de guerreros y así se conviertan en guerreros de elite.-



[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Correcto mi rey. Ya ha comenzado la ceremonia de despedida, tienes que estar presente. Quizá en dos horas demos el cierre para partir rumbo.- -Si, lo sé hijo. Quisiera quedarme unos minutos sólo en mi trono y mi castillo. [Quizá sea la última vez que esté sentado aquí...]-


**Casimiro ya se había retirado, habiendo comenzado la ceremonia de despedida...
 Música, bailes, banquetes especiales, todo sobre una enorme y larga mesa de madera, la cual estaba compuesta por los 107 guerreros tebanos. Las mujeres bailaban alrededor de la mesa y se divertían. Algunos soldados tebanos cuchicheaban entre sí, admirando el cuerpo de alguna mujer, otros, lustraban sus espadas y se alistaban para afrontar el próximo reto; y otros bebían sin control, contando chistes y pasando de lo mejor el que podría ser, su último momento en la ciudad de Tebas.
 De repente, la música era lo único que sonaba, pues, todas las miradas apuntaron a las escalinatas del castillo, donde el rey Löwe bajaba las escaleras lentamente, con su armadura puesta, y el casco entre su mano. Su aspecto demostraba seriedad... Todos enmudecieron allí, pensando que el rey de Löwe se molestaría por algo. De repente, Löwe se acerca a la mesa fríamente...**



[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -... ¿Que les ha ocurrido? ¿Porque se detienen? Que siga la fiesta!!!! Uuuuuujhu!!-


**El Rey Löwe agarró una jarra llena de vino y la volcó en su boca directamente, para terminar embriagado. Al ver esto, los guerreros sonrieron y desataron un grito de felicidad y locura por su rey. Rápidamente, todos se contagiaron de Löwe y la fiesta pasó a ser un total descontrol. Hombres embriagados, recostados sobre las columnas del templo de Tebas, soldados teniendo sexo en algun lugar intimo, disfrutando su última noche en Tebas. Todo era felicidad en la polis de Grecia...**
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Ariques y Löwe : Una aventura de otro mundo.  Empty Re: Ariques y Löwe : Una aventura de otro mundo.

Mensaje por Yue Jue Abr 03 2014, 07:10

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**Ariques no pudo evitar lanzar una sonrisa de felicidad y esperanza. Todo su ejército se tenía sobre la Torre de Atenas. Mientras tanto, una gran multitud de miles y miles de personas se había congregado por toda la ciudad, observando el gran suceso que podría estar por llegar. El Nuevo Rey de Atenas no lo dudaba ni por un instante: algo increíble estaba por suceder. Sin embargo, mantuvo la compostura ahora que era el nuevo Líder de toda aquella gente que había sido maltratada durante largo tiempo. Si bien las ideas sobre el "Poder de un Dios" habían emanado en su cerebro de mil en mil, sus ambiciones por conseguirlo también. Lo primero y principal: ¿por qué aquella extraña mujer, que parecía mágica y mística, se lo había dicho a él, a un simple Rey de una Polis como cualquier otra? (Aunque la más rica de toda Grecia, cabe destacar.) ¿Y qué era exactamente aquel poder? ¿Para qué serviría? ¿Para controlar todo el mundo? Ariques no era alguien de mandar... Pero el poder era algo que toda su gente deseaba, y él no podría negarse. ** 

**Ahora, se tenía frente a un ejército alborotado y ansioso por llegar al fondo del asunto. Ariques miró al cielo, aguardando el milagro. Pero ¿y si nada sucedía? ¿Qué pensaría su gente de él? Acababa de llegar al Trono y ya tenía posibilidad de que su gente comenzase a odiarlo... Bueno, los planes de Ariques siempre habían salido bien, al fin y al cabo. Y esta vez no sería diferente. De pronto, del cielo, cayó un meteorito. Todos gritaron de pánico (salvo los soldados, quienes se mantuvieron firmes al ver cómo su líder lo miraba con admiración) e intentaron protegerse. Poco a poco, el meteoro se fue achicando hasta convertirse en una pequeña pelota no más grande que un balón de fútbol. Al caer sobre la Torre, hubo un destello que obligó a todos los presentes a taparse los ojos con el codo. Cuando miraron nuevamente, quedaron alucinados... Frente a todo el ejército, se tenía ahora un alto y precioso portal hecho con diamantes y otro tipo de minerales tales como el oro o la plata. Todos aplaudieron, pensando que había sido gracias a los Dioses, y comenzaron a rezar. Ariques fue el primer valiente que acarició el portal: se cortó levemente la mano y un poco de sangre brotó, pero tuvo la impresión de que con esta herida, algo en su interior había cambiado... ¿Qué podría ser? ** 

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - ¡Mis Soldados! ¡Mi ejército! ¡Mi gente! ¡Aquí tenemos el gran milagro provocado por los Dioses para que nuestra Polis prospere como nunca lo había hecho! ¡Hoy vamos a atravesar este portal y encontrar nuestro verdadero destino! No ha sido mucho el tiempo que os he dirigido, ¡pero hoy os juro que os llevaré a las riquezas y al control del mundo! ¡Vamos, amigos! ¡A por la gloria! -

**Cabalgó lenta pero inexorablemente hacia el portal. Su corcel relinchaba de miedo, pero Ariques lo acarició para que se calmase un poco. Los soldados lo siguieron con sonrisas y confianza en su nuevo líder que había jurado llevaros a la Gloria Máxima.Rozó el aura que entornaba el portal y se detuvo, dudando... Acto seguido, gritó y cabalgó al trote, entrando al portal con los ojos cerrados. Sintió como si todo el universo se le viniese encima y, por fin, llegó al otro lado... Lo que encontró en sus narices no fue nada placentero: era un lugar oscuro, tapado por el terrible cielo negro e iluminado levemente por la Luna. Era un lugar fértil, al menos, pero aún así, Ariques no estaba convencido del todo... ** 

**Poco después su ejército llegó a él, avanzando cada vez más y más y prepararon un campamento para pasar la noche. Ariques se sentó sobre una piedra, observando el lugar. ¿Allí se encontraba el Poder de un Dios? No podía creérselo... De pronto, sonrió y se estiró, cerrando los ojos para relajarse un poco... Se quedó dormido y se movió todo el rato mientras el ejército seguía trabajando. Ariques estaba soñando en aquel entonces... Primero soñó con su Polis: el Sol pegaba fuerte; los campos eran más que fértiles; todos sonreían de alegría y de felicidad. Y él, por su parte, estaba sobre la Torre de Atenas, alzando su espada, la cual estaba cubierta por un aura de poder increíble que hacía que todos lo mirasen, admirados. De pronto... ** 

**El sueño cambió y se encontró frente a un enorme ser de varios metros de altura. Ariques estaba ahora, acompañado, por un hombre de cabello negro y de alta estatura que iba armado hasta los dientes, tal y como el Rey de Atenas. El enorme ser dejó caer su mano sobre los dos, quienes saltaron y dieron una voltereta (Ariques a la izquierda y su amigo a la derecha) para esquivarlo. Acto seguido, Ariques saltó sobre la mano del enorme titán mientras que su amigo golpeaba con su arma el pie del terrible enemigo. El gran titán cayó al suelo, y Ariques ayudó a su amigo a subir sobre aquel ser. Ambos atravesaron el corazón del ser, matándolo así... ** 

**Se despertó de golpe, como si hubiese sido una pesadilla. ¿Qué habría querido decir aquello? De pronto, sintió una presencia... Estaba dentro de una tienda ahora. Su ejército lo había movido allí seguramente por respeto y admiración. Salió de la tienda y volvió a sentir la presencia. ¿Quién más había allí? Lanzó un par de órdenes para que todos se pusiesen a las armas, y aguardaron impacientemente la posible nueva presencia... ** 
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Ariques y Löwe : Una aventura de otro mundo.  Empty Re: Ariques y Löwe : Una aventura de otro mundo.

Mensaje por Aegaeón Jue Abr 03 2014, 09:32

**Amaneciendo... Todos en Tebas estaban dormidos luego de pasar y vivir una noche intensa y de furor. Los guerreros y habitantes tebanos se habían divertido como nunca antes lo habían hecho, pues aquella ceremonia de despedida fue algo increíblemente planeado por el rey de Tebas.

 De repente, al silencio lo invedió una serie de gritos de hombre...**

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -GUERREROS TEBANOS!!!!! DESPERTAD YA!!! ...Vamos Casimiro, despierta y ayúdame a cargar nuestras tropas al barco, debemos zarpar cuanto antes...-


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Aaohhh- **Bostezando** -Padre, ¿que fue lo que sucedió anoche?- -Levántate príncipe de Tebas, debemos irnos!!-



[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Oh!! Sisi, lo siento padre Löwe... **Casimiro cumplió con la órden de su padre, y comenzó a levantar a todos, uno por uno, de los 50 guerreros que compondrían la expedición...** -De pie muchachos, vamos! Levantense, es hora de irnos...-


**Los tebanos se despertaron rápidamente, con resaca y totalmente desconectados del mundo real. Algunos subieron al barco dormidos, con los ojos cerrados, y al subir allí, buscaban un rincón donde acomodarse para continuar descansando. Otros, se habían despertado con el feroz grito de Löwe, quien logró despabilarlos en un santiamén.
 Instantes despúes, los guerreros cargaron sus armaduras y sus armas de combate, para dirigirse al barco lentamente, mientras saboreaban sus últimos segundos en Tebas...**


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


 Todos ya estaban arriba del inmenso barco... Casimiro estaba parado junto a las escaleras del barco asegurándose de que todos los guerreros estén allí. El rey Löwe, mientras tanto, desplegaba su capa blanca, caminando lentamente y sosteniendo su casco con una de sus manos. Löwe estaba caminando sobre una pasarella humana, en la que los aldeanos y habitantes tebanos crearon un camino que llevaba hasta el barco. Uno al lado del otro, pegados, sin dejar espacio entre ellos, esperaban el paso de su rey para lanzarle flores y alentarlo en su expedición. Mientras Löwe caminaba hacia el barco, con la mirada erguida y con extrema seriedad, una niña detiene se paso...**


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Tome "Reycito Löwe" espero que vuelvan muy pronto... ^^-


**Löwe se detuvo un momento observando a aquella pequeña que le estaba ofreciendo un hermoso ramo de flores. Pero dudó unos segundos en aceptar esas flores, ya que no sabía si pudiera ser capaz de volver para cumplir con el deseo de aquella niña y el de toda la gente, la cual había depositado toda su confianza en su rey. Pero, ¿que pasaría si ninguno vuelve con vida? Entonces, la gente no recibirá ningun tesoro, y Tebas quedará condenado.

Por ello, el Rey Löwe aceptó el ramo de flores y con sus ojos llorosos lo apretó con fuerzas, para luego continuar caminando hacia el barco...**



[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Perfecto. Ya estamos listo para zarpar. TEBANOOOOOS! Saluden a nuestra gente!-


**Algunos tebanos se despertaron rápidamente y asustados al oír el fuerte grito del rey. Pero luego, se habían dado cuenta de que lo correcto era saludar a las personas del pueblo, quienes despedían a sus guerreros con lágrimas... La multitud estaba contenta, pero a su vez triste, ya que sabían que las posibilidades de que regresen eran pocas. Pero era un riesgo que el rey de Tebas había decidido correr...**


_______


**Los días pasaban... Ya se habían cumplido dos meses de la partida de Tebas, restando algunos pocos días para llegar al destino.
 Sobre el barco, los guerreros habían instalado una quinta de cultivo, en la que habían metros de tierra con plantaciones de vegetales. Con eso, habían logrado mantener al ganado... Sobre el barco, habían más de 200 ovejas y gallinas. Pero los guerreros tebanos, en un inteligente pensamiento, no tocaron el ganado que su pueblo les había dado, y se ocuparon de atrapar peces para poder alimentarse durante los días que llevaban sobre el mar.**


**A un costado del barco, quince de los guerreros habían formado una ronda cerrada, el Rey Löwe, junto a su hijo Casimiro, y al reciente nombrado "Capitán de ejército", Klivshco, observaban detenidamente, que era lo que estaban haciendo esos guerreros, porqué era el escándalo. Parecían divertirse mucho. Löwe se acercó allí, y para su sorpresa, en el centro de la ronda estaba espectante de una riña de gallos, con la que los guerreros se divertían e intentaban matar el tiempo...**


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -¿Que se supone que están haciendo!!!? Esos gallos son nuestro único alimento, ¿que no lo entienden?-


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Disculpe usted, Rey Löwe, pero... creo que está exagerando y ha llevado esto más allá. Hemos visto que no nos ha dejado tocar las ovejas ni las gallinas. Me pregunto, ¿con que fin? Nos la hemos pasado comiendo pescado...-


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Soldado tebano... ¿Acaso sabes a que clase de lugar nos dirigimos? ¿Acaso te das una idea del tiempo que tardaremos en llegar a nuestro hogar? No! No lo sabes! Y yo tampoco. Pero mi deber como rey es mantenerlos a salvo. Doy la vida por mis hombres. Quizá, exista la posibilidad, que al lugar al que nos dirijamos, no haya vida... en tanto, no conseguiremos alimento...-


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Oh! Lo lamento mi rey, no estaba enterado de ello. Me disculpo ante usted y ruego que me perdone...-


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Ponte de pie guerrero tebano, no hay porqué disculparse...-


**El resto de los días se vivieron al igual que los anteriores... Los guerreros mataban el tiempo, descansando; cazando peces; admirando las aguas del mar; jugando juegos de mesa; contando chistes, historias; trabajando y cultivando la tierra; y otras actividades de cualquier tipo... Algunos, hasta se subían a las velas del barco para cantar y que los demás oyan sus voces; mientras que otros, bebían y bailaban para divertir al resto de la tripulación... Hasta que de repente, un día, inesperado para muchos, ya que el cielo indicaba el pronto amanecer, el mar se comportaba extraño, puesparecía haber enloquecido de repente, y el barco se había sometido a un lugar complicado del océano, puesto que los tebanos no lograban controlar del todo la trayectoria del barco...
 La desesperación y locura comenzó a entrar en juego en los tripulantes, los cuales se amarraban de las paredes laterales de los barcos para no golpearse con algo. Pero aunque la furia del mar actuaba bruscamente, el barco hacía un lento recorrido en forma circular, lo cual impedía que dentro del barco las cosas caigan exageradamente...
 Entre gritos y escándalo, el barco se hundía más y más en aquello que parecía ser una remolino subterráneo, que se había abierto en el océano...**



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_________________________________


**...**


**El rey de Tebas había despertado tomándose la cabeza...**


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -¿!!? ¿Que ocurre aquí? ¿Quienes son ustedes? Que nos ha pasado? ¿Donde está mi barco!!?-


**Löwe y su ejército tebano, habían despertado despúes de una dura caída y lucha contra el océano, de la cual poco recuerdan... Löwe observaba a su alrededor, a sus soldados, los cuales estaban amenazados con una espada, al igual que él, por unos hombres de peculiar vestidura. Esas armaduras daban indicio de que esos hombres provenían de alguna polis de Grecia, pero aún así, Löwe no se confió... Antes que nada, el Rey de Tebas trató de ubicar su barco observando aquel basto e inmenso lugar, cuyo aspecto daba alusión a una playa, con un océano de aguas negras, sin vida. La tierra que conectaba con el océano negro, era infinita, allí, no había nada que se pudiese destacar. Al mirar hacia atrás, y hacia los costados, se alcanzaba ver el horizonte, lo que daba una sensación de que todo aquel lugar era extraño, y sin aparentes límites.
 Aún así, Löwe se preocupó por la situación que se les había presentado, sinedo víctimas de un ejército extraño... Pero de repente, uno de los tebanos llama la atención de su rey...**


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Mi Rey!! Observe allí... En esa dirección está nuestro barco! Al parecer, nuestro ganado está a salvo, aunque, el barco se ve completamente destruído...-


**Löwe no podía creer lo que veía, pues, aunque el ganado parecía estar sano y salvo, el barco había sido despedazado. No se dudó un segundo en quien podría ser el responsable de dicho acto, y fue por eso que Löwe repudió a aquel guerrero que lo amenazaba con su espada, cuyo aspecto era destacable ante los demás...**


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Maldito... No entiendo con que fin nos atacaste, y has destruído nuestro barco, la única salida que teníamos. Responde!!!-


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -[No puedo creerlo... Nuestro barco... La única salida que teníamos para volver con las reliquias. Pareciese como si fuese nuestro destino estar aquí. Como si fuese la voluntad de los dioses quedar atrapados aquí. Es raro, que nuestro barco haya sufrido tales destrozos pero el ganado, los cultivos y nuestra tripulación esté sana y salva. No lo entiendo... Nuestro barco... Maldición!!!!]-
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Ariques y Löwe : Una aventura de otro mundo.  Empty Re: Ariques y Löwe : Una aventura de otro mundo.

Mensaje por Yue Jue Abr 03 2014, 12:53

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**En la oscura noche, Ariques seguía armado hasta los dientes, aguardando cualquier clase de nuevo enemigo que planease algo en contra de los Atenienses. No sabía, ni siquiera, cómo se llamaba aquel nuevo lugar, o cómo iban a salir de allí. Miró al portal: el aura había desaparecido y parecía que toda su magia ya no existía. Era sólido: un cristal que no se podía atravesar. Estaban atrapados allí y, ahora, no había vuelta atrás... Se sintió un poco mal, de hecho. Si hubiese venido con un pequeño destacamento de griegos, no hubiese sido tan malo... El problema era que había traído consigo una expedición de trescientos soldados: dos tercios eran hoplitas; un tercio eran arqueros; diez soldados eran sus guardias personales (se les reconocía por sus pesadas armaduras) y otros dos eran sus nuevos hombres de confianza. Tarvos se acercó a él, un tanto asustado, pero a la vez alerta como un leopardo. ** 

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Señor Ariques, en primer lugar, os quería agradecer el haberme nombrado uno de vuestros dos Generales de Confianza. Es todo un honor controlar al ejército en vuestra ausencia, la cual espero no llegue nunca. Ahora bien, entiendo que hayáis podido sentir cualquier tipo de presencia en este lugar, pero sin embargo... Esto está demasiado abandonado, y nadie cree que haya algún tipo de vida aquí más que esta molesta arena. ¿Veis el agua, allí? Parece negra por la noche, pero ése es su color original. En realidad... - 

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Poco importa, amigo. Estamos en un sitio del cual nunca habíamos oído hablar, y no sabemos qué clase de peligros nos acechan. Podrían haber monstruos, tales como minotauros o krakens, aguardando su presa para alimentarse en un gran banquete que tendría lugar a la luz de la Noche... ¿Cuántas horas llevamos aquí? ¿Seis? ¿Siete? El cielo no cambia de color... Este lugar está impregnado de maldad y oscuridad, y el Sol no se pondrá aquí. Éso te lo aseguro. Un momento, ¿qué?... - 

**Un estruendo sonó, y se pudieron oír también gritos de pánico y de dolor. Previendo de dónde venía semejante calvario, Ariques observó el mar, el cual se veía perfectamente puesto que, en el lugar, todo lo que había era arena, agua y un par de rocas las unas muy lejos de las otras. Pudo ver un alto barco que tenía la apariencia de ir muy pero que muy cargado. Y, de pronto... El barco comenzó a hundirse en un remolino, los cuales eran conocidos por todo mercantil griego que se hiciese respetar. Ariques, alarmado, agarró su espada, su escudo y montó sobre su corcel, preparado para lo peor. Pero entonces, ¿qué hacía aquel barco allí si bien habían dado por claro que no había vida en aquel lugar? Vida humana, al menos... ** 

**No pudo evitarlo: salió al galope en dirección de la orilla. Al llegar cerca del agua, se dio cuenta de que estaba subido sobre un suelo más alto que la verdadera arena de la playa. Saltó con su corcel (quién se las apañó para saltar el medio metro) y pudo ver, aterrorizado, lo que se tenía allí... Llamó a gritos a sus soldados, quienes alzaron sus espadas sobre el sinnúmero de soldados desmayados (o muertos, tal vez) que se tenían allí. El propio Ariques, sobre su corcel, amenazó con su espada a uno que despertó no mucho tiempo después. El hombre, cuya ira era lógica, le exigió saber el porqué de haber destruido su barco. ¿Destruir? ¿Él? **

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - No sé que clase de ataque habéis sufrido, buen hombre, pero os puedo asegurar que no he sido yo quién lo ha provocado. Somos Atenienses y vinimos aquí en busca de... De algo que tal vez no debería interesaros. Nos hemos dado cuenta de que este lugar tiene algo de siniestro y espeluznante... Algo que escapa a nuestro entender. ¿Sabéis algo? ¡Soldados, dejadlos en paz! ¡No tienen pinta de ser peligrosos! Disculpadme por la hostilidad, amigo. Soy Ariques, Rey de Atenas, y este es mi ejército expedicionario que he traído conmigo. No sois muy numerosos, pero veo que habéis traído víveres... Hemos montado un campamento, en el cual seréis bienvenidos. Montaremos un par de tiendas más para vos y vuestros hombres. ¿Qué me decís, amigo? Seguro charlaremos mejor allí que aquí... -

----------------------------


**Héctor, General Ateniense y Hombre de Confianza del Rey Ariques, se rascó la barbilla con una sonrisa. Si bien la noche era espeluznante y el lugar no parecía cambiar su clima, el aire que corría por el lugar no era para nada desagradable, y no sentía ninguna clase de presencia salvo la de un par de soldados que se habían quedado con él en la tienda. Se levantó de su manta y observó cómo, desde la playa, un gran número de guerreros se acercaba. Su hombre de confianza, un Capitán de nombre Rudwig, se acercó y lo miró. ** 

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - ¡Capitán Rudwig! ¿Ves a ese ejército que se acerca? Somos más numerosos ahora. Y eso es por que del barco que se acaba de destruir, han aparecido, sin duda alguna, un buen par de griegos, a juzgar por las velas que siguen hundiéndose. Sin duda alguna, un sinnúmero de peligros nos aguardan aquí. Pienso matar a Ariques y hacerme con el Trono de Atenas y, para ello, necesito el Poder de un Dios... Una vez lo logremos, abriremos un portal para irnos y dejaremos al Rey y este basto ejército a su suerte. ¡Pronto, dirigiré el mundo! - 

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]  - Y yo os ayudaré, Señor... Daré mi vida por vos si así lo requieren las peligrosas circunstancias. Pero mientras tanto, seguiremos a este insensato a lo largo de esta gran aventura... Ahora es cuando se viene lo interesante y peligroso. ¡Ahora, se viene lo peor!... - 
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Ariques y Löwe : Una aventura de otro mundo.  Empty Re: Ariques y Löwe : Una aventura de otro mundo.

Mensaje por Aegaeón Jue Abr 03 2014, 16:29

**Al oír la sinceridad con la que aquel hombre que comandaba a aquel grupo de athenienses, le había dicho que él no fue quien destruyó el barco, Löwe no tuvo más remedio que creerle.
 Aquel sujeto parecía un hombre amable y amistoso, y muy sabio por cierto, pues, llegó a darse cuenta que los hombres que acompañaban al rey Löwe, eran griegos.

 El Rey de Tebas fue ayudado a levantarse luego de que el peculiar y amable guerrero retirara su espada de su cogote y le tendiera la mano para ayudarlo a ponerse de pie. Luego, había dado la órden para que sus soldados bajen las armas en contra de los tebanos.
 Löwe sabía que aquellos hombre athenienses no estaban allí de casualidad, pero lo que sí era casualidad, era que ambos ejércitos se encontraran en una misma época dentro de ese inmenso lugar.

 El Atheniense que montaba a caballo, pidió explicaciones a Löwe para enterarse más sobre ese lugar, ya que al parecer, sólo sabía que existía aquello que venía a buscar. Lo que supuso el rey de Tebas, era que su objetivo eran las riquezas enterradas en aquel sitio. Pero ningún atheniense creía posible nada de aquel extraño lugar, pues todo lo veían asombrados y con cierto cuidado. En cambio, los tebanos fueron advertidos de lo que podrían encontrarse en ese lugar, gracias al oráculo, quien les proporcionó cierta información.**

**Löwe se detuvo un momento antes de revelarle valiosa información sobre ese territorio desconocido a los athenienses, ya que debía ocuparse de desembarcar las cosas del barco, antes de que ocurriera algo que tendría que lamentar en un futuro muy cercano...
 Así, ante la atenta mirada de los athenienses, el Rey de Tebas se acercó al barco y con un grito predominante, llamó a los demás guerreros para que lo ayuden...**

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Soldados tebanos!!! Ayúdenme a desembarcar el ganado y las cocechas del barco!!! Debemos apresurarnos, pues, no conocemos este lugar y debemos actuar rápidamente antes de que algo lamentable suceda.-

**Los soldados tebanos se dirigieron hacia el barco y comenzaron a alzar las ovejas una por una para ponerlas a salvo, cerca de donde estaban los athenienses. Löwe se acercaba con una oveja en sus brazos, una hermosa oveja lanuda, limpia y bien alimentada... Cuando pasó cerca del sujeto que parecía comandar las fuerzas athenienses, Löwe le dijo...**


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Me alegra encontrar athenienses en un lugar como este. Por cierto, mi nombre es Löwe, soy el Rey de Tebas.
 Apropósito, sugiero que me esperes a que ponga a salvo mis recursos para luego, me recibas en tu campamento. Mis soldados y yo, debemos acomodarnos y adaptarnos a este nuevo estilo de vida. Más adelante te contaré todo, ya que por la expresión de tu rostro, no debes entender de lo que estoy hablando...-

**Así fue como Löwe y sus guerreros tebanos habían terminado de bajar del barco todos sus recursos, poniéndolos a salvo en tierra firme.
 Los minutos pasaron, y algunos tebanos decidieron tomarse un descanso, lejos del océano negro, como ley fundamental, establecida por su rey. Casi un poco más de la mitad de los tebanos se recostaron para descansar, mientras que su rey, su hijo Casimiro y otros diez guerreros se dirigieron al campamento de los athenienses, el cual se encontraba a un kilómetro aproximadamente, y que se podía ver desde la ubicación en donde los tebanos que descansaban yacían...
 Löwe encabezaba la fila, esperando ser recibido por aquel sujeto atheniense, dueño de un lindo caballo...**

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Bien, ya estoy aquí, y he venido para contarte todo lo que sé sobre este lugar, y a que hemos venido. Despúes de todo, pienso que nuestro ejércitos pueden unirse y pelear juntos en esta batalla que pronto se avecinará.
 Soy el Rey de Tebas... Mi polis hace años viene sufriendo una fuerte crisis económica y social. Seguramente debes haberte enterado de la situación de Tebas, ya que eres un atheniense aliado. En fin, con nuestro pueblo, intentamos hacer todo lo posible para salir adelante, pero la maldición que conllevana Tebas era irremediable para unos humanos que querían ir encontra de la voluntad de los dioses. En mis últimos días en Tebas, creí que era el destino de mi polis terminar así, acabar sin tebanos, emigrando a otras polis... Pero luego, no pude darme por vencido, y acudí al anciano, oráculo de Tebas, quien me advirtió sobre este lugar, lleno de riquezas, tales como oro, plata, lingotes, hierro, armas y armaduras, joyas, reliquias, etc. Pero que el riesgo de este lugar era muy grande, de un 99% de no poder volver a mi ciudad natal.
 El viejo me mantuvo al tanto de todo lo que ocurría en este lugar, y te lo contaré todo, tal cual me lo ha dicho él...-

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Desde hace años, este lugar, estuvo destinado a encuentros de guerras sangrientas entre bandos y ejércitos enemigos. Poderosos héroes y bestias de distintos reinados de Grecia, pudieron verse las caras en este lugar. Pero se dice, que nadie ha podido salir de aquí con vida... "Es fácil entrar, pero no salir", fueron las palabras del oráculo.
 Aquellas guerras interminables por conseguir un poder que hoy en día no podemos saber que es, han permitido que las pertenencias de dichos ejércitos (oro, armaduras, ropajes, etc) hayan quedado enterrados a lo largo de todo este sitio inmenso.
 Ese es el propósito porel que hemos venido hasta aquí. Nuestro pueblo Tebas, necesita la salvación económica, y al encontrar estas reliquias perdidas y volver con ellas, traeré la salvación y Tebas volvería a ser lo que alguna vez fue, o incluso más que eso.
 Pero no todo es de color de rosas, hay una parte muy mala de la historia, y se trata de aquello que mencioné antes, sobre las palabras específicas del oráculo...
 Supongo que ustedes, los athenienses han llegado aquí a traves de un portal, ¿o me equivoco? Pues,nosotros los tebanos tambien lo hemos hecho. Aquél remolino sobre el mar, no era más que un portal oculto, un pasaje a otra dimensión desconocida, a la que muy pocos llegan...
 Así es... lo que intento decir es que nos encontramos en un lugar muy alejado de la realidad. En este tiempo, no existe Athenas, tampoco Tebas. Nos encontramos en una época, donde los únicos que vivimos en el universo, somos tus soldados, los míos, y aquellas criaturas que habitan lo más profundo de aquel óceano negro.
 He escuchado decir, que para poder salir de este lugar, se necesita ir al fondo del inmenso mar de aguas negras, donde habitan las criaturas mas peligrosas, jamás vistas por los ojos humanos. Allí, en el fondo del océano, existe algo... nosé que es exactamente, pero eso es lo que nos llevará de vuelta a nuestro tiempo, a nuestro mundo real. Pero no será fácil hallar esa ubicación exacta, si bien es grande, el océano negro lo es aún mucho más.
 Además, debemos enfrentar esos peligros que rondan bajo las aguas y para llegar al fondo, necesitaremos más que suerte para no toparnos con estas criaturas hambrientas...-

**El relato del Rey Löwe había hecho enterar a los athenienses sobre TODO los detalles y rincones de ese lugar. Toda la información que Löwe sabía, ahora, había llegado al ejército atheniense.
 La relación entre ambos bandos, pareció mejorar luego de que el Rey de Tebas se ofreciera a  revelarle toda la información sobre "las tierras perdidas" (la dimensión desconocida). Parecía como si ambos entablaran una gran relación de diplomacia y amistad entre sí, llegándose a entender perfectamente.
 Al pasar los minutos, todos los soldados tebanos fueron invitados al campamente de los athenienses. El Rey Löwe ordenó llevar todo el ganado y la tierra fértil, para transladarla al campamento atheniense. Ahora, que Löwe había entrado en confianza con los athenienses, desató algunas dudas inquietantes...**


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Apropósito, dígame quien es usted? Me refiero a que, ¿es alguien allegado al rey de Athenas? Y... mi otra duda era, ¿a que han venido ustedes aquí? ¿Que han venido a buscar? Veo que no han venido muy bien preparados, pero no deben preocuparse, puesto a que compartiré mi ganado con tus soldados, y mi tierra fértil, te daré la mitad, para que juntos la trabajemos y podamos cultivar vegetales, para alimentar al ganado. Lo que debemos hacer es que las ovejas se reproduzcan. Soy un rey que se caracteriza por saber todo sobre trabajo de campo, pues, de muy pequeño lo ejercía junto con mis padres... En fin, puedes contarme todo con total confianza, sabes que no te traicionaré, y tú no lo harás, ya que nos necesitamos el uno al otro en esta lucha muy difícil...-
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Ariques y Löwe : Una aventura de otro mundo.  Empty Re: Ariques y Löwe : Una aventura de otro mundo.

Mensaje por Yue Jue Abr 03 2014, 18:21

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**Ariques observó, fascinado, cómo el hombre se levantaba y daba un par de órdenes, ignorando tal vez las palabras del Rey de Atenas. Los soldados que se tenían sobre la playa, los cuales no eran muy numerosos, comenzaron a dirigirse hacia el barco y a descargarlo mientras continuaba hundiéndose: sacaron las ovejas que se tenían en su interior. Ariques no pudo evitar lanzar una sonrisa de ternura al ver a una preciosa oveja que el hombre al cual había amenazado con su espada portaba en sus brazos. Sin embargo, no relajó su espada inclusive teniendo en cuenta que había mencionado que no eran peligrosos. El hombre se presentó como Löwe, rey de Tebas y terminó de descargar todos los recursos o seres vivos que podrían seguir dentro del barco. A continuación, Löwe siguió a Ariques y a sus soldados (gran parte del ejército ateniense partió en expedición, dirigidos por el joven Tarvos, mientras que el Rey de Atenas era seguido por cinco guardias experimentados) hasta el campamento, donde el rey de Atenas se colocó frente a Löwe sin bajar de su caballo. **

**Ariques escuchó, atentamente y sin dejar de prestar atención un sólo segundo, las palabras del Rey de Tebas. Lo que más le llamó la atención al joven Nuevo Rey de Atenas fue el hecho de que su interlocutor tenía por dado que los dos ejércitos serían aliados. La verdad es que Ariques también lo sabía: si el relato de Löwe era cierto, el ejército de los tebanos no podría sobrevivir sin el número y las habilidades del ejército ateniense; por ende, el ejército de Ariques no podría sobrevivir tampoco sin los alimentos y los recursos tebanos. Era algo lógico, puesto que, según el rey de Tebas, estaban en otra época. Pero ¿acaso había habido una época diferente? ¿Estarían en la época mitológica, en el momento justo en el que los Dioses Olímpicos habían decidido crear el mundo? ** 

**Fue entonces cuando Ariques se percató de que el Rey de Tebas sabía mucho, y ese preciso punto era una razón para confiar en él. Había deducido que los atenienses habían llegado por un portal también. Sin embargo, mientras que los tebanos lo habían hecho por mar, ellos lo habían hecho desde la inmensa Torre de Atenas, en la cual un meteoro había caído hasta convertirse en una no muy grande pelota. Cuando Löwe detuvo su relato, Ariques se dio cuenta de que era su momento de hablar. Miró tras de sí: Héctor se tenía, con uno de los Capitanes Atenienses, no muy lejos, escuchando con mucha atención. No tenía por qué ser raro, al fin y al cabo... Todos estaban muy, pero que muy preocupados por lo que podría suceder. ** 

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Os agradezco vuestra confianza, Rey de Tebas... Bueno, para ser sincero, ahora que estamos solos en esta nueva época, no tenemos porqué ser corteses, ¿o sí? Si bien dices que fue tu oráculo quien te habló de este lugar, una paradoja en mi cabeza me martiriza: en parte, puedo creerte por que sé que todas las Polis Griegas (salvo la de Atenas, tal vez) tienen un cien por cien de confianza en los oráculos, quienes son muy sabios. Nosotros en Atenas, desde hace tiempo, no creemos más en los oráculos por que creemos que un mortal no puede prever el futuro. Y es por ello que esta paradoja me está acechando... Pero poco importa quién te trajo aquí, te contaré mi relato... - 

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Responderé todas tus preguntas a su debido tiempo: en primer lugar, te mencioné anteriormente, amigo, que mi nombre es Ariques y que soy el Rey de Atenas. Esta parte es interesante y no tengo por qué esconderla: hace unos cinco días, apenas la semana pasada, me convertí en rey. Anteriormente, Atenas había sido dirigida por Darius, un estúpido viejo que no hacía más que beber y fornicar con furcias. Fue por ello que decidí tomar el poder por la fuerza: por que con aquel rey, Atenas caería. Ésa no es, sin embargo, la razón por la que estoy aquí... Al asesinar a Darius, pude ver una presencia... Una extraña mujer que me dijo las siguientes palabras fría pero seriamente: "Torre de Atenas, cinco días más y el Poder de un Dios será desatado." No pude entender a qué se refería... Sin embargo, soy joven y esta es mi excusa por tomar impulsos como este: el Poder de un Dios... Estas palabras me intrigaron demasiado, mucho más que el destino de mi pueblo, y aquí nos tienes... Abandonados a nuestra suerte por los Dioses. Que me perdonen por decir esto, pero más les vale sacarnos de aquí cuanto antes... - 

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - En resumen, vine aquí con la intención de descubrir qué era ése "Poder de un Dios". Y parece que he traído a mi pueblo a su propia ruina... Menos mal que no se me ocurrió traer a las mujeres o a los niños. Puede que sea inconsciente, inclusive impulsivo, pero no soy un rey desconsiderado o egoísta: pienso en los inocentes por encima de todo lo demás. Y es por ello que··· - 

**Fue interrumpido por un sonido extraño detrás de una roca. No habían ni árboles, ni arbustos, ni ninguna clase de vegetación, así que era imposible que hubiese sido el viento... Como Ariques era alguien curioso, no pudo evitar el hecho de interrumpirse a sí mismo y acercarse a la roca. Fue acompañado por su segundo al mando Héctor, quien sonreía ante lo que podía estar por venir. Antes de irse hacia la roca, Ariques pidió a Lówe que lo siguiese y, sin mediar más palabra, se dirigió al lugar para averiguar de qué se trataba. Allí, encontró a la misma mujer que en el Palacio de Atenas hacía no muchos días... Era bella y de cabello rubio. ¿Quién podía ser? ** 

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - Con que, al final, habéis venido... Soy Afrodita, la Diosa del Amor... O al menos, así es como nos llamáis los mortales. Los Dioses no usamos éso que llamáis "nombres" entre nosotros. Todos somos únicos, sí, de éso no cabe duda, pero no tenemos por qué identificarnos con un nombre que en vuestra lengua quiere decir algo. Tendréis que disculparme por llegar hasta aquí en estas condiciones y por interrumpir tu... discurso, Rey de Atenas, pero he de hablaros sobre lo que se viene. Encontraréis terribles peligros en este lugar... Viviréis aquí durante mucho tiempo, sin encontrar salida. Pero éso no será lo peor... Cuando encontréis la más mínima esperanza, se vendrán monstruos terribles y un Ser Supremo a por vosotros... Pero no temáis: lo mejor que podéis hacer es encontrar el Poder de un Dios. Sólo vosotros podéis derrotar a este Ser. Tened esperanza... - 

**La mujer desapareció en un destello, y Ariques no podía articular palabra. ¿Afrodita? ¿La Diosa del Olímpica y del Amor? No podía ser... ¿Por qué un ser tan increíble como aquel se presentaría ante ellos? De pronto, sintió un brote en el mar... Pudo sentir un gran poder que emanaba de él o, al menos, una presencia... Miró hacia la playa y vio, horrorizado, cómo un kraken alzaba sus tentáculos para repartir el caos y la desesperación... **
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Ariques y Löwe : Una aventura de otro mundo.  Empty Re: Ariques y Löwe : Una aventura de otro mundo.

Mensaje por Aegaeón Vie Abr 04 2014, 01:14

**Löwe y sus hombres se dispusieron a escuchar los relatos del Rey de Atenas, Ariques, como él se había presentado ante los tebanos.

Ariques había contado la historia de él en su pueblo, su coronación como rey de Atenas, y su llegada a la dimensión desconocida.
 Para los tebanos, eso resultó tan interesante, como la historia de Löwe para ellos. Pero en sí, había algo que estaba perturbando al rey de Tebas, y era aquello que Ariques había mencionado inteligentemente sobre la nueva época en la que se habituaban...**

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Disculpe Rey Atheniense, que lo interrumpa de esta forma. Pero hay algo que ha dicho anteriormente, que me ha llamado mucho la atención. Usted mencionó, que al estar en una nueva dimensión desconocida, la época no es la misma a la del mundo del cual venimos. Inteligentemente ha dicho que podríamos situarnos a la época en la que los dioses crearon la vida en la Tierra. He estado pensando en ello, y no lo había pensado así, pues más de una cosa coinciden. No hay vida humana, no hay vegetación... Este mundo parece vacío, carente de muchas cosas... El clima, el ambiente, todo es anormal para nosotros. Está claro que es un mundo completamente diferente al que conocemos. Y aunque se trate de una curiosidad, no descartaré el posible dato que nos situemos en esta época en la que los dioses crearán la vida, y crearán el mundo tal como lo conocemos, por la interacción de Gea. Estoy seguro que aquel océano negro se teñirá del mar azul que conocemos por la fuerza de Poseidón. Y... por el accionar de Urano, el cielo que hoy vemos como negro, se teñirá de celeste, siendo acompañado por Apolo y Artemisa. En fin, es una supocisión que me ha llevado lejos a explayarme jajaja. Disculpa si te he interrumpido Ariques, es que, nosotros los tebanos somos muy religiosos, demasiado creyentes. Diariamente rendimos culto a nuestros dioses...-


**Luego de la interrupción de Löwe y su gran aporte, el Rey de Athenas continuó con su relato... Un relato, en el que se había mencionado supuesto poder de un dios. Y aunque no lo tenía del todo claro, no podía preguntarle nada a Ariques, ya que él sabía poco de ello, habiéndolo escuchado de otra mujer...
 Pero ahora, los tebanos podían depositar su confianza plenamente en el ejército atheniense, puesto que ambos habían revelado sus historias, e intenciones.
 Además, Löwe estaba seguro de que no podía existir algún tipo de traición porque sería un acto totalmente estúpido de quien provenga , ya que para poder escapar de esa dimensión, hace falta más que la fuerza e inteligencia de doscientos hombres. Si Athenas se levanta contra el campamento de Tebas, sufriría las consecuencias solitariamente, reduciendo su ejército a menos posibilidades de escape. Y quedarán inmersos en un destino fatal... la muerte por no poder escapar de aquella dimensión...**


**Pero mientras el rey de Athenas hablaba, un ruido llamó la atención de todos los presentes. Aquello que había producido ese sonido, se escondía tras unas rocas grises que se encontraban a metros del campamento atheniense... Ariques, no dudó en ir a hechar un vistazo, hasta que de pronto... una mujer en estado de levitación se apareció frente a todos los tebanos y athenienses... Aquella mujer se hacía llamar Afrodita, la Diosa del Amor...**


**La imponente Diosa del amor habría advertido a los guerreros, sobre los peligros que se presentarían más adelante. Ello implicaba vivir por un largo tiempo en aquella dimensión. Pero lo que Afrodita destacó de su discurso, fue que la única salvación para volver al mundo real, era encontrar aquel poder de un dios. La misma palabra que había utilizado el rey de Athenas en su discurso...
 Luego de esto, todos, incluso los athenienses se quedaron sorprendidos por las advertencias de la Diosa. Hasta que de repente, un ruido desde adentro del mar, llama la atención de todos los guerreros. Se trataba de un gigantesco kraken... Una criatura mitológica que exedía el tamaño de un kraken de la época de los guerreros. Todos se habían asustado, incluso Löwe, quien fue sorprendido al volver su mirada hacia la Diosa, pero cuando acordó, ella ya no estaba... Se había ido...**


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Rápido tebanos, ponednos en posición y preparaos para el ataque!! Ariques, debemos actuar en conjunto, prepara a tus arqueros, no podemos arriesgar a los hosplitas a que se acerquen a la criatura!!!-


**Löwe había ordenado la preparación a sus soldados, para luego dirigir su atención al rey de Athenas, a quien le sugirió, con un tono de rey a rey, sin la intención de dictarle alguna órden, que preparase a sus arqueros.
 Löwe era el Rey de Tebas, y su gran experiencia y alta edad (38 años), lo hacían más autoritario que el joven Ariques**


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Sabía que un momento así se nos presentaría, así que inteligentemente, traje las lanzas del barco. No son filosas, y algunas no contienen la punta de acero para atravesar alguna cosa, ya que fueron fabricadas por el único herrero de nuestro humilde pueblo. Pero aún así, desde esta distancia, lograremos ahuyentar al enorme kraken con estos palos y la ayuda de tus arqueros Ariques...-


**Los tebanos se habían acercado al montón de lanzas, y las comenzaron a arrojar a gran distancia, buscando espantar a la bestia. Löwe le permitió a los athenienses a tomar las lanzas y arrojárselas también. Pero de repente, un tebano descuidado, cuya estatura era menor a la de un guerrero normal, parecía no poseer la misma fuerza y el mismo alcance de lanzamiento que los demás guerreros, ayudados por su estatura. Fue así, como aquel soldado tebano se acercó más de lo previsto al Kraken para arrojarle su lanza. Sólo bastó con un veloz movimiento de uno de los gigantes y largísimos tentáculos del kraken para envolver al tebano y arrastrarlo a con la criatura.

 Al ver tragárselo, todos se quedaronasombrados y debieron detener el ataque, producto de la impresión que les había generado dicho acto. Pues, el Kraken había abierto su enorme boca, la cual tenía un tamaño similar al de tres caballos adultos...**


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -Retrocedan!!! No se acerquen. Detengan el ataque!! Sus tentáculos tienen mayor alcance de lo que hemos visto!! Corran hacia atrás!!!-


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] -[Maldición! tebas se caracteriza por ser una polis que no entrena arqueros] Ariques, confío esto a tus hombres, pues, las lanzas no tienen tanto alcance como para que lleguen a impactar contra la bestia. He perdido ya un hombre, y me rehúso a seguir perdiendo. Necesito dos arcos y un par de flechas... Mi hijo es un exelente hosplita, pero también lo es arrojando flechas. Y claro, soy su padre, he tomado alguna clases con él...-


**Löwe bromeaba con Arquides, a quien tenía a su lado. Cuando los athenienses les acercaron dos arcos a Löwe y a Casimiro, éstos comenzaron a ayudar a los arqueros athenienses...**


**Poco a poco, el kraken recibía los flechazos...**
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Ariques y Löwe : Una aventura de otro mundo.  Empty Re: Ariques y Löwe : Una aventura de otro mundo.

Mensaje por Yue Lun Abr 07 2014, 13:02

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**Si bien en un principio las dos interrupciones (la del Rey de Tebas y la de la Diosa del Amor) habían sido un tanto irritantes, ahora no importaba mucho. El kraken era inmenso: sus tentáculos podían, como mínimo, agarrar una docena de soldados cada uno. Con sólo golpear la orilla de la playa, la tierra se estremeció. Ariques era joven, si bien lo sabían todos, y era imposible tener la misma confianza que en Löwe, quien, a la vista, era más sabio y más anciano. Fue por ello que el Rey de Tebas tomó control de la situación. Ariques, un tanto molesto con esto, avanzó y tomó una lanza de uno de los soldados, quien fue a buscar otra sin mostrar ninguna molestia por haberla perdido. El Rey de Atenas avanzó inexorablemente hacia el kraken mientras escupía unas palabras arrogantes a su amigo Löwe. ** 

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - No lo has mencionado, Löwe, Rey de Tebas, pero sé que has querido tomar el control de la situación porque soy bastante más joven y menos experto. Sin embargo, no me subestimes, amigo mío... Puedo ser tan o más fuerte que tú, y este kraken no va a resultar un gran peligro a largo plazo. ¡Arqueros, disparad vuestras flechas! ¡Hoplitas, cargad contra el enemigo! ¡No le permitáis ni por un sólo instante rozaros o dañar a cualquier soldado tebano! ¡Si no tenéis cuidado, caeréis como mosquitos en una mosquitera! ¡Löwe, que tus soldados---... ¡No! - 

**Se vio interrumpido por el inmenso movimiento que acabó con la vida de uno de los pocos soldados de la expedición tebana. El pobre desgraciado se había acercado más de la cuenta y había terminado aplastado por un enorme tentáculo. Sin embargo, no podía culpar a nadie por aquello, ni siquiera al propio soldado... Todos estaban desesperados por hacer algo para salvar el pellejo. Fue entonces cuando el kraken alzó los tentáculos con un movimiento enorme y tomó a seis soldados atenienses (o, a primera vista, lo eran). Horrorizado, Ariques observó cómo uno de ellos era devorado sin ninguna clase de piedad; otros tres eran apretados y estrangulados hasta morir de asfixia; los otros dos, por su parte, murieron ahogados cuando el kraken hundió sus tentáculos en el agua. El Rey de Atenas se quedó paralizado durante un instante, incluso al haber oído la orden de retirada de Löwe... Algo había que debía poder hacer. No podía quedarse allí. ** 

**Fue entonces cuando lo interesante llegó: Ariques notó (tal vez fue el único) cómo el mar, cómo el agua negra se movía al unísono con una onda que había parecido más bien el latido de un corazón. Un aura azul apareció, de pronto, detrás del kraken.. Las flechas caían sobre la bestia y nadie parecía darse cuenta de la luz cegadora que había detrás de la criatura, la cual, a parte de por culpa de las flechas, estaba cegada por el reflejo. Fue entonces cuando el Rey de Atenas, con un grito tan alto que hasta los Dioses en el Olimpo lo podrían haber oído, ordenó o, mejor dicho, pidió a Löwe acompañarlo. ** 

**Mientras corría hacia el kraken con su escudo y su espada, su cabeza daba vueltas... Algo había en su interior que no le permitía pelear correctamente, o dar las órdenes que todo buen rey debería dar. ¿Qué era? ¿Por qué estaba tan preocupado por algo que ni él mismo conocía? Se dio cuenta, de pronto, que el causante de este mal era su antiguo amigo Darius... **

-------

Algunos años atrás... 
Atenas, Jardín del Palacio. 

**Ariques, con su edad de adolescente, se tenía frente a su amigo Darius, quien era ahora rey desde hacía no mucho tiempo. El trono había sido entregado a Darius tras la repentina muerte de su padre, y el chico apenas era un joven adulto. Era en aquel día que había jurado proteger Atenas costase lo que costase, y había prometido entregar su vida si la situación así lo requería. Ariques siempre había estado fascinado ante la seguridad de su amigo y ante cuán fiel era para con su gente. En aquel día, Darius, tras la ceremonia, había reído junto con su amigo sobre cosas que sólo ellos entendían, como todos los mejores amigos, ¿no? Entonces, Darius se había quitado su collar y se lo había lanzado a Ariques, quien lo miró, extrañado. ** 

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - ¿Qué se supone que es esto? Estás enfermo, ¿eh? Siempre te ha gustado tirar objetos de valor así como así. ¿Y ahora quieres que me deshaga de este? - 

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - No seas estúpido, Ariques... Hoy he sido nombrado rey, y hoy mismo he asimilado que no haré el mejor trabajo del mundo, pero que daré mi vida en el intento. Y sé que, después de mí, alguien deberá ocupar mi lugar... Si yo muriese, amigo, quiero que seas tú quien ocupe mi lugar. Y quiero que seas tú quien guarde este colgante. Desde que era pequeño, mi padre me explicó todo sobre él... Y me dijo que llevaba a algo tan secreto como oscuro. Quiero que lo guardes tú, amigo y hermano... Tú serás... el que salvará a esta ciudad de las garras de la maldad. - 

--------


De vuelta al presente... 
Dimensión u época desconocida. 

**Así había sido el viejo Darius en un principio como rey: alguien justo, alguien preocupado y alguien noble y que confiaba en sus amigos. Con los años, se había transformado en la abominación que Ariques había debido asesinar. Mientras corría hacia el kraken y esperaba que Löwe hiciese lo mismo, agarró el colgante y lo apretó con fuerza... La criatura estaba ahora debilitada por el reflejo del Sol y por la extraña luz que se había generado a sus espaldas, además de las miles de flechas que habían caído sobre su cuerpo. Al acercarse, uno de los tentáculos cayó sobre Ariques, quien logró esquivarlo y saltar sobre él. Al mover su extremidad con gran fuerza, el Rey de Atenas aterrizó sobre la cabeza del monstruo y dejó caer su espada mientras gritaba: ** 

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] - ¡Ahora, Löwe! ¡Que la muerte de nuestros guerreros caídos por culpa de este monstruo no sea en balde! ¡Ejecuta el golpe de gracia! ¡Vamos! - 
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Ariques y Löwe : Una aventura de otro mundo.  Empty Re: Ariques y Löwe : Una aventura de otro mundo.

Mensaje por Milo Lun Mayo 05 2014, 15:16

Off: Pelea cerrada por ausencia del usuario Lurevir.


Como compensación le daré 2000 monedas a Yue.
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